Sunteți pe pagina 1din 15

Unidad 2 / Escenario 4

Lectura fundamental

La clasificación de los sistemas de


significación

Contenido

1 La clasificación de los sistemas de significación

2 Los códigos verbales

3 Los códigos no verbales

4 Los códigos sociales

5 Los códigos estéticos

6 Colofón

Palabras clave: sistemas de significación, códigos verbales, códigos no verbales, códigos sociales, códigos estéticos.
1. La clasificación de los sistemas de significación

“Un código es un principio regulador, adquirido de forma tácita,


que selecciona e integra significados relevantes,
formas de realización de los mismos y contextos evocadores”.
Basil Bernstein

Dos son los productos del sistema nervioso que contribuyen a dar identidad a los Homos sapiens
sapiens: la facultad del lenguaje y la facultad del pensamiento. La primera tiene la función esencial
de aprehender la realidad para representarla en imágenes que llamamos iconos, un tipo de signos.
Estas son registradas en la red conformada por los distintos tipos de memoria de nuestra especie
para poder ser evocados posteriormente. La segunda permite no solo relacionar las significaciones
que contienen los signos para construir información o mensajes, sino que posibilita proyectar desde
un presente, hacia el pasado o hacia el futuro, personas, acciones u objetos; ambas, lenguaje y
pensamiento, son las aptitudes que son fundamento de la facultad de la imaginación sin la cual el
arte ni la comunicación podrían llegar a existir.

La especie humana piensa en imágenes que son codificadas en distintos sistemas de significación.
El conjunto de todos los iconos, creados y registrados en la memoria y manipulados por la
imaginación, son el insumo que se usa al momento de querer expresar la subjetividad que contiene
la perspectiva sobre la realidad de cada individuo. Es así como además de la lengua materna y de
los gestos o los movimientos corporales, los seres humanos contamos con los dibujos, la música, la
escultura, la pintura, el grabado, las tiras cómicas, el cine, el teatro, la danza, la ópera, la fotografía,
a los cuales accedemos en distintos formatos transmitidos en soportes digitales y analógicos, para
decirle a los otros, por medio de mensajes que en esencia son imágenes, la interpretación del
mundo que existe en nuestro subjetivo universo mental.

Consecuencia de la interacción con los otros y con su entorno, los Homos sapiens sapiens han
abstraído y representado en su mente incontables sensaciones, percepciones, emociones,
sentimientos, estados de ánimo, ideas, El conjunto de todas ellas, constituye lo que recibe el
nombre de subjetividad que, por depender de la experiencia de cada individuo y del punto de vista
desde el cual se ubica para crearla, es única e irrepetible. Y no podemos olvidar que en los humanos
la acción de expresarse se contextualiza en un entorno complejo, es decir: sucesivo, simultáneo,
relativo, contradictorio, dialógico, diverso, múltiple e indeterminado.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 2
Manifestar para exteriorizar esa peculiar perspectiva sobre el significado y sentido de ser y estar, de
vivir en la realidad que nos circunda, es una necesidad trascendental de nuestra especie. Algunas
veces, a pesar de intentarlo con ahínco, muchas de las vivencias o modos de ver no son posibles de ser
enunciadas, quedan en el inmanente, ambiguo, sugerente y lacónico silencio. Es humano no poderlo
contar todo con precisión y exhaustividad, a pesar de desearlo.

Necesitamos de la comunicación porque nacemos naturalmente incomunicados. La exposición de la


visión del mundo que cada sujeto ha construido se realiza para establecer vínculos con el entorno o
relacionarse con los individuos que lo habitan. Vista de esta manera, se entiende la expresión como
la necesidad de hacer declaración de información íntima, que trata acerca de sí mismo, posible de
ser escuchada, observada e interpretada por otros. La manera de decirlo puede ser intencional o
espontánea, consciente o inconsciente.

Los signos y símbolos son artefactos humanos a los que se les ha asignado tres funciones: representar,
imaginar y comunicar. En el primer caso, sustituye lo percibido en la realidad para convertirse en un
remedo cuya existencia es intrínseca, o sea, solo en el interior de la mente. Esta representación alude
o refiere a algo que está en el entorno.

La función de imaginar permite crear, a partir de las imágenes existentes en la mente, situaciones,
personajes, narraciones que, por presentarse y narrarse de manera verosímil, son capaces de
representar mundos posibles.

La función de comunicar refiere a la necesidad de contar con posibilidad de participar en la


construcción de una común representación sobre un hecho o impresión de la realidad. La dinámica
demanda de dos sujetos que puedan expresar o exponer, con respeto y paciencia, una idea, un estado
de ánimo, un sentimiento, una emoción, una percepción o una sensación y después de un proceso
dialógico que permite la presentación y negociación de argumentos se pueda llegar a un acuerdo.
Se dice que es un proceso de carácter inter-subjetivo porque ofrece la posibilidad de intercambiar
subjetividades sin llegar a desconocer la perspectiva del otro, sino por el contrario, se pretende
identificar y reconocer la verdad que existe en su punto de vista. No hay vencedores ni vencidos, lo
que gana es haber comprendido un poco más el significado de la vida.

Para expresarse, nuestra especie, haciendo uso de sus aptitudes, ha establecido múltiples sistemas
de significación, cada uno de ellos con un código específico, difundidos por la comunidad, en cada
cultura por lo que requiere de la apropiación, comprensión y conocimiento de su clave para ser
usados efectivamente. La manifestación de la subjetividad empieza por la notación de lo que se quiere
decir. Se define ‘notación’ a la acción de transcribir o escribir haciendo uso de los signos que han sido
convencionalizado por una colectividad para contar lo que se piensa.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 3
Cada sistema de significación ha desarrollado su código de notación. Todo lo que se le quiera decir a
otro debe codificarse en las claves, es decir, en las reglas, correspondencias y relaciones específicas
del código seleccionado para “hacer notar” lo que queramos expresar. A continuación, se presenta
una clasificación general de los diversos códigos creados por las culturas humanas. Son de dos tipos:
los verbales o lingüísticos y los no verbales o no lingüísticos.

2. Los códigos verbales


Por estar inherentemente inscrito en los genes de la especie Homo Sapiens, cuando ocurra la
maduración del funcionamiento neurofisiológico del cerebro, surgirá el órgano de la lengua que
permitirá adquirir el idioma que se hable en la comunidad lingüística en la que se haya nacido.

El neurolingüísta Alexander Luria (2000) afirma que


(…) en las primeras etapas de la evolución humana la lengua estuvo estrechamente ligada a los gestos,
y los sonidos inarticulados tenían diversos significados que dependían de la situación práctica, de las
acciones, de los gestos y de la entonación con que era pronunciado (…) El nacimiento de la lengua
llevó a que, progresivamente, fuera apareciendo todo un sistema de códigos que designaba objetos y
acciones; luego este sistema de códigos comenzó a diferenciar las características de los objetos y de las
acciones y sus relaciones y, finalmente, se formaron códigos sintácticos complejos de frases enteras, las
cuales podían formular las formas complejas de alocución verbal (p. 23).

Los objetos hacen referencia a los nombres o sustantivos, las acciones a los verbos, las características
de los objetos a los adjetivos, las características de las acciones al tiempo, modo y aspecto de los
verbos, así como a las propiedades de los verboides (infinitivo, gerundio y participio), y por último, las
relaciones a las preposiciones y conjunciones que permiten vincular a todas las anteriores. Cada una
constituye el conjunto de sintagmas o palabras con los cuales los seres humanos arman las oraciones
de la lengua que contienen sus afirmaciones o negaciones que se hacen sobre algo o alguien de la
realidad.

Las palabras, constituidas por fonemas, que son la representación de cada sonido de las letras del
alfabeto, paradigma de este sistema, son el sintagma fundamental de este sistema de significación.
Según Luria (2000), estos artefactos cumplen con siete funciones para el código verbal: analizan,
individualizan, designan, duplican, generalizan, connotan, y son medio de comunicación. A
continuación, se hace una breve descripción de cada una de ellas.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 4
Lo primero que hace la palabra es analizar los diversos objetos de la realidad para discernir entre las
propiedades de los mismos y aislar su característica esencial; después, individualiza esas propiedades
o rasgos para luego designar o bien hechos, cualidades, acciones o relaciones, y así se convierte en
un signo dirigido hacia fuera, que toma como punto de referencia la representación que ya existe en
la mente; y en este momento, y de esta manera, ya ha duplicado el mundo; gracias a la existencia
de palabras, el hombre tiene un mundo doble, que incluye el mundo de los objetos captados en
forma directa y el mundo de las imágenes, de las acciones, de las relaciones, de las cualidades, que
son señaladas por las palabras (Luria, 2000). Una vez ha realizado lo anterior, generaliza la cosa
individualizada y representada, lo que quiere decir que la incluye en una determinada categoría a la
que está subordinada por lo cual se convierte en un importante instrumento de abstracción.

La sexta función en emerger será la de la polisemia, la cual es más una regla de la palabra que una
excepción. Este artefacto genera no solamente la imagen de un objeto determinado, sino que
inevitablemente provoca la aparición de una serie de enlaces complementarios. De esta forma se
convierte en el eslabón central de toda una red de imágenes evocadas por ella y de otras palabras
ligadas o asociadas a ella connotativamente. El que habla, escucha o lee controla, inhibe toda esa red
de palabras e imágenes evocadas por la palabra para poder elegir el significado inmediato (denotativo)
o mediato (connotativo), necesario en el caso o situación comunicativa planteada (Luria, 2000).
Todas las anteriores son recogidas por la última función que es la de ser un medio de comunicación
para transmitir experiencias o información.

El hombre vive no solo en el mundo de las impresiones inmediatas, sino en el mundo de los conceptos
abstractos. Está en capacidad de pensar y de actuar en formas simbólicas dado que acumula no
solo su experiencia visual inmediata, sino que asimila la experiencia social, formulada en el sistema
de los conceptos abstractos representados en palabras. Se encuentra en condiciones de pensar
y organizar su conducta en los límites de las formas simbólicas y no solamente en los límites de la
experiencia inmediata (Luria, 2000). La peculiaridad de la conciencia del homo sapiens sapiens está
en la posibilidad de traspasar los límites de la experiencia inmediata. En consecuencia, el hombre, a
diferencia de los otros animales, puede operar no solamente en un plano inmediato, sino también en
un plano abstracto, penetrando así profundamente en la esencia de las cosas y las relaciones, lo cual
no sería posible sin todas las funciones que pueden cumplir los símbolos llamados palabras, las cuales
son esenciales para que el código verbal exista (Luria, 2000).

El código lingüístico está compuesto por un conjunto de unidades significativas reunidas en un


alfabeto, dispuesto a expresarse en escritura alfabética o la representación gráfica de signos, en el
caso de la lengua materna, sonidos articulados a los que se asocian arbitrariamente significados.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 5
En la lengua de señas, figuras y movimientos a los que se les relaciona con símbolos. En el sistema de
Braile, puntos en relieves y formas que aluden a convenciones establecidas. El código verbal se puede
manifestar de dos maneras: oral y escrito. También están el código paraverbal y el extralingüístico,
cada uno con sus propias características que se describirán a continuación.

La expresión del código verbal oral se manifiesta a través de sonidos estructurados que se articulan
para producir las sílabas, palabras, frases y enunciados que son trasmitidos por medio de ondas
sonoras, por lo que su permanencia es efímera, a menos que sea grabada. Implica saber deletrear y
pronunciar bien la fonética de los sonidos que integran las palabras y hacerlo con fluidez cuidando
la vocalización, el tono, el ritmo de la dicción y la velocidad del habla. Cuenta con características
tales como el conocimiento y uso preciso del vocabulario o léxico del idioma que usa la comunidad
lingüística a la que se pertenece, si se quiere ser preciso se sugiere evitar ambigüedades, redundancias
o repeticiones. Se usa en situaciones comunicativas informales o formales, en ambas se puede
demostrar su versatilidad, recursividad y creatividad, aunque en general, el código lingüístico oral,
es flexible con el cumplimiento de las normas gramaticales de creación de frases, oraciones y
enunciados.

El código paraverbal o paralingüístico porque están al lado, paralelos a lo que se dice, hace referencia
a la información sonora no lingüística que añade información al habla (Grimson, 2000). Está
directamente relacionada con las características inherentes a la voz: timbre, volumen o intensidad,
prosodia o manejo de tonos para producir la entonación adecuada de lo dicho, manejo de pausas,
también la interpretación respetando el sentido planteado en lo que se dice.

Lo extralingüístico alude a los rasgos sonoros del habla que aportan información sobre los
sentimientos, el contexto social, las emociones, personalidad, el estado de salud, la edad y los estados
de ánimo del locutor.

La expresión del código verbal escrito está sometida a las correspondencias y reglas de la gramática
de cada lengua que tiene sus dimensiones sintácticas, semánticas y pragmáticas. El respeto estricto
y riguroso a las normas comienza con el cumplimiento de los aspectos de la creación de los signos
fonografémicos que hacen referencia a creación o recreación, así como del uso de grafías y su
relación con los sonidos, también conocida como ortografía. Igualmente, tiene relación con las
características de la caligrafía o diseño de la escritura, cuyos dibujos o trazos debe tener, como
condición necesaria y suficiente, la legibilidad, deben poder leerse para ser comprendidos.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 6
La morfología que son las reglas de conformación de palabras, al igual que la construcción de frases,
oraciones y párrafos son parte de las reglas de sintaxis, que también se ocupa de la construcción
de cohesión usando los pegantes de la lengua: preposiciones, conjunciones, conectores y signos de
puntuación. La semántica del código verbal escrito está relacionada con la capacidad del escritor
de cuidar la lógica de lo que dice el mensaje global del discurso, llamada también coherencia. La
pragmática hace referencia a la habilidad de realizar la adecuación del texto a su contexto, que implica
definir las características del público objetivo, elegir y precisar los propósitos comunicativos de la
intención o intenciones comunicativas que motivan la construcción del contenido, escoger el nivel de
variación de la lengua a usar, (coloquial, estándar o especializada), y el pronombre personal con el cual
se va a dirigir a sus lectores, y como cada idioma tiene sus particulares reglas transformacionales, debe
saber emplearlas con corrección.

Son muchas las formas de expresión escrita que han sido desarrolladas por los humanos: ideogramas,
jeroglíficos, fonética silábica y alfabética, grafitis, idiomas, la lengua de señas, el Braile, etcétera. Se
ha transmitido por diversos soportes físicos como la piedra, paredes, tablillas de madera, el papel
impreso, ahora también digitales en los diversos programas que permiten escribir como Word.
Garantiza de esta forma la permanencia a través del tiempo para que otros en otras épocas y lugares
puedan interactuar con las ideas plasmadas.

3. Los códigos no verbales


En 1982, Yves Winkin publicó un libro que título La nueva comunicación. Era la recopilación y
presentación de algunos artículos escritos por un grupo de investigadores que se dieron a la tarea de
demostrar que el proceso de la comunicación es complejo, es decir, que el modelo simple propuesto
por los ingenieros eléctricos (contexto, emisor, receptor, canal, código, mensaje y retroalimentación)
no daba cuenta de las interacciones humanas, solo de las interacciones entre aparatos desarrollados
por la tecnología. Su postulado fundamental era que en las relaciones sociales los individuos usan,
de manera simultánea, múltiples canales (auditivos, sonoros, visuales y propioceptivos) y códigos de
expresión, enmarcados por las normas de la cultura que delimitan y programan las formas en que sus
integrantes deben y pueden relacionarse con los otros.
Winkin postula que
(…) fundado en una cierta tradición cultural, el programa prescribe habitualmente los aspectos de la
estructura social, y la limita por consiguiente a los tipos de grupos y participantes que pueden realizarlo
en las que se distinguen, la composición del grupo, la naturaleza de las relaciones durante la ejecución y
la distinción de los roles (p. ).

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 7
De esta manera, es que cada grupo asigna valores, normas y leyes de acuerdo a su interés común. Y
la designación de roles, son aquellas acciones que son asignadas únicamente a cierto grupo para que
lo realicen. Nada de lo anterior es posible sin que medie un proceso de comunicación constituido
por múltiples códigos, cada uno aportando fragmentos que permiten enviar un mensaje que debe ser
interpretado. Los autores que investigaron la manera en la que se relacionan los seres humanos desde
esta perpestiva y que Winkes menciona en su texto son Weldon Kees, Jürgen Ruesch, Paul Eckman,
Wallace. V. Friesan, Ray Birdwhistell, Edward Hall y Albert Mehrabian. Cada uno, con sus aportes
ha contribuido a construir el marco conceptual de la teoría de la expresión que se ocupa de explicar
los aportes de los códigos no verbales en los procesos de interacción humana. A continuación, se
presentan los descubrimientos realizados por cada uno de ellos.

Los dedos, manos, brazos, hombros, posturas, ademanes, rostro, ojos, labios, mejillas, mentón, cejas,
cabeza son elementos polisémicos disponibles para hacer y decir cosas con el cuerpo humano que
es la más sofisticada tecnología con la que contamos para decir nuestros mensajes. La expresión no
verbal hace referencia al uso de los códigos que comunican sin usar las palabras. Fueron el fotógrafo
Weldon Kees y el psiquiatra Jürgen Ruesch quienes introdujeron esta categoría en su obra Nonverbal
Communication (1956).

Cuatro son los códigos no verbales más utilizados: la expresión facial, kinesis, proxemia y cronémica.
Ninguno presenta ni tiene un orden lineal o secuencial, se manifiestan de manera simultánea.
Su presencia incrementa la capacidad expresiva del código verbal porque da a conocer los
pensamientos de los sujetos usando de manera espontánea, signos que, sin ser lingüísticos, refuerzan
y complementan lo que se dice oralmente o por escrito, imprimiendo involuntarios e inconscientes
matices afectivos. Muchas veces destacan lo que se afirma, reemplazan por completo el significado
de las palabras o, en otras oportunidades, desmienten el mensaje hablado. También pueden ser usados
de manera independiente para transmitir mensajes, desligados de los códigos verbales.

La expresión facial alude a la expresión de la subjetividad usando todas las partes de la cara humana
y se refiere específicamente a los rasgos del rostro, a las gesticulaciones o gestos que son el uso
intencional de los ojos, las miradas que a veces producen muecas. Los investigadores han clasificado
a los gestos en dos clases: los representativos y los contextuales. Los primeros se reconocen con
facilidad porque han sido convencionalizados, es decir, su significación es muy conocida por cultura
o por la comunidad lingüística. El sentido de los segundos está determinado por las circunstancias de
una situación comunicativa específica. Para los primeros se han creado dos maneras de analizarlos:
el Sistema de Codificación de Acción Facial (SCAF), que identifica y cataloga cualquier movimiento
del rostro que pueda ser percibido visualmente; y la clasificación funcional, cuya interpretación del
significado de los comportamientos gestuales se hace desde el punto de vista del observador.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 8
Fue creada en 1969, basada en un código desarrollado originalmente por el anatomista Carl- Herman
Hjortsjö y por los psicólogos Paul Eckman y Wallace V. Friesen y publicada en el libro Unmasking the
Face (1975).

Estos autores proponen cinco categorías: Emblemas (movimientos que sustituyen el significado de
las palabras), Ilustradores (movimientos que marcan, subrayan, o modifican el discurso), Reguladores
(movimientos que señalan un cambio en los roles de habla y escucha), Adaptativos (movimientos
vinculados con las necesidades necesidades o el estado de ánimo o emocional), Exhibidores (las
expresiones faciales vinculadas de manera directa con las siete emociones presentes en los animales
humanos o no: tristeza, alegría, sorpresa, asco, disgusto, ira, miedo).

Kinesis recibe el nombre, en la teoría de la expresión, a la búsqueda de significación a los movimientos


del cuerpo que hacen los individuos. Fue el antropólogo Ray Birdwhistell quien en su obra Introduction
to Kinesics (1952) formalizó este campo de estudio. La expresión corporal hace referencia al uso del
cuerpo para aclarar o complementar en la interacción con los otros, o con el entorno que lo rodea,
a través del estudio de las posturas, ademanes y uso intencional de manos, brazos, tronco y piernas.
La kinemorfología es el estudio de la estructura de los gestos y movimientos corporales que tiene en
cuenta: los unidores, que son aquellos que van de la mano con la conversación (pueden ser de enlace
o mantenimiento de la conversación) y los marcadores que hacen énfasis en algo. En cuanto a la
estructura kinésica de la expresión, se pueden distinguir dos tipos: la rítmica y la disrítmica. La primera
alude a la coherencia que se percibe de lo que se dice con lo que se expresa corporalmente; mientras
que la segunda, se ocasiona cuando se observa que los movimientos corporales son incoherentes con
lo que se está diciendo.

La proxemia hace referencia al significado que atribuye un grupo humano a la distancia y al espacio.
Se focaliza en observar y analizar la cercanía entre los cuerpos y el contacto físico con el interlocutor;
al sentido de territorialidad y al desplazamiento en el espacio y las trayectorias que se usan en el
momento en el cual una persona se dirige a un interlocutor o a un auditorio. El espacio, según su
estructura, puede ser sociópeta y sociófugo. Sociópeta significa que el espacio está organizado y
estructurado para mejorar la comunicación entre las personas. Mientras que sociófugo es todo lo
contrario, se observa difuso, confuso y aislado. En relación con la manera como los seres humanos
plantean la proximidad con los otros, se han definido cuatro tipos de zonas que los individuos usan
para delimitar sus territorios: zona íntima, zona personal, zona social y zona pública. Después de
varios quinquenios de estudiar el uso del espacio por los animales humanos, Edward Hall, antropólogo
de formación, dio a conocer su teoría en dos recordados y muy consultados libros: The Silent Language
(1959) y The Hidden Dimension (1966).

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 9
La cronémica es el código no verbal mediante el cual se muestra, refleja, revela la conciencia del
paso del tiempo, la cuarta dimensión en la que existe nuestra especie. El ser humano, a través de su
desarrollo filogenético, ha podido percibir evoluciones, progresos, retrocesos, ciclos por lo que se
ha dado a la tarea de inventar maneras de organizar, medir y controlar los horarios y jornadas de los
otros seres humanos. Edward T. Hall llegó a decir que el tiempo hablaba y producía más efectos en las
conductas de los seres humanos que las palabras.

Federico Neiburg, (como se citó en Winkis, 1982), aseveró que en la vida cotidiana existe una íntima
relación entre los tres momentos del tiempo (pasado, presente y futuro) y la construcción y desarrollo
del tejido social; y es un factor determinante para la construcción de la identidad personal. Las
investigaciones de Hall explicitaron que cada cultura administra de una forma diferente el tiempo,
por lo que suele ser una razón frecuente para que se presente un choque entre algunos grupos o
sociedades con otras al no compartir los ritmos impuestos para la vida: el estudio, el trabajo, el ocio.
Un claro ejemplo de lo anterior es la creación del turno como un medio de organización en los casos
de atención al público.

Para Hall, las culturas monocrónicas son aquellas que cuantifican el tiempo, su distribución y
utilización para realizar diversas tareas. Dependen de él en todo momento para la construcción de
puntualidad, respeto, calidad y responsabilidad llevando siempre al día una agenda que le dice que
hacer en qué momento, cuándo y dónde. Por ejemplo, los estadounidenses utilizan su tiempo en el
orden y proyección al futuro, por eso llevan una agenda y se plantean unas metas a corto, mediano
y largo plazo aplicado a todo su estilo de vida; mientras que los árabes suelen tomar decisiones para
el futuro con base en su pasado histórico, teniendo en cuenta como ha sido su comportamiento a lo
largo de su existencia.

Alejandro Grimson (2000), en su libro Interculturalidad y Comunicación, manifiesta que: “El tiempo
y el espacio son universales en el sentido de que todas las sociedades conocidas los conceptualizan,
significan y utilizan, a la vez que son particulares, ya que el modo en que cada grupo hace estas cosas
es muy diverso”. El salir temprano de la oficina puede connotar una cita urgente, el bañarse todos los
días en Francia puede causar la impresión de que se está enfermo, el no dormir en la noche puede ser
una preocupación, etcétera.

Como ya se dijo, el uso de los códigos no verbales refuerza y complementa lo que se dice oralmente
imprimiendo involuntarios e inconscientes matices afectivos u ofreciendo mensajes cifrados.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 10
El antropólogo Albert Mehrabian investigó, en situaciones comunicativas que implicaban encuentros
de cara a cara, la reacción de las personas en diversas interacciones comunicativa, sobre todo en
aquellas en las que el uso del código lingüístico, es usado con ambigüedad e imprecisión, descubriendo
que, según sus datos, del 100% de la información emitida, la información recibida por los sujetos
oyentes de su interlocutor, tiene su origen en un 55% al uso del código corporal (posturas, gestos,
respiración, movimiento de los ojos,); el 38% se atribuye a la voz (tono, entonación, proyección,
resonancia) y solo el 7% se adjudica a los significados de las palabras; lo que lo llevo a concluir que el
sentido del mensaje se transmite, bajo las condiciones mencionadas, principalmente de manera no
verbal, no como se pensaba, mediante los interpretantes de las palabras. No es un postulado que se
pueda aplicar a todas las interacciones humanas porque cuando se habla de manera directa y literal, el
porcentaje de distribución cambia radicalmente.

4. Los códigos sociales


Pierre Guiraud (1972) fue el autor que propuso incluir los códigos sociales dentro de la clasificación
de los códigos no verbales, porque los signos de los códigos sociales contribuyen a construir y afianzar
los sentimientos de identidad personal y sentido de pertenencia a un grupo, región, organización o
nacionalidad, dado que el cuerpo es una herramienta que utiliza la cultura para instaurar e incorporar
pautas a seguir y guiones de actuación o maneras de comportarse en los escenarios familiares,
laborales, cotidianos o extraordinarios, determinados para establecer interacciones entre los
individuos que les permitan construir relaciones sociales. En este ámbito, se entiende código como el
conjunto ordenado y sistematizado de normas que los seres humanos se auto imponen para regular la
manera formal o informal de interactuar entre ellos.

En el contexto formal, el supracódigo, la ley de leyes es la constitución política de cada país. Esta
se desarrolla a través de leyes, códigos, decretos, resoluciones, acuerdos, sentencias que emiten
los diversos poderes que constituyen la República. En Colombia existen por lo menos 16 Estatutos
Nacionales y 24 Códigos, por ejemplo, el penal, el civil, de familia, el sustantivo del trabajo, de
tránsito terrestre, derechos de autor, contencioso administrativo, nacional de la policía y convivencia,
disciplinario único, electoral, del menor, del régimen municipal, del régimen departamental, de
infancia y adolescencia, de minas, de construcciones sismo resistentes, disciplinario militar, etcétera.
Todos, como ya se dijo, regulan las maneras en que los integrantes de una comunidad deben
comportarse en todos los aspectos.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 11
En el ámbito informal, las normas y reglas de los códigos sociales se imponen por costumbre,
imitación o reproducción acrítica de lo realizado y heredado por nuestros ancestros. Tienen la
función de asignar significados a toda interacción social para regular e influir en la conducta de los
otros. La creación de escenarios y de roles sociales que determinan jerarquías o rangos que suponen
posturas de dominio y sumisión convencionalizadas, y ciclos de agresión y apaciguamiento; así
como las disposiciones urbanísticas y distribución de las estructuras arquitectónicas, las reuniones,
celebraciones, fiestas, conmemoraciones o ritos familiares, comunales, nacionales o religiosos.

También tiene que ver con los nombres y sobrenombres que se asignan a los integrantes de la
colectividad, el aseo personal y el olor corporal, la manera de vestir o lucir las prendas de ropa
individual o colectiva (implementación de uniformes), el uso de maquillajes, tatuajes, accesorios
de adorno; los signos de protocolo, etiqueta, cortesía, (fórmulas de saludos y despedidas o dar
felicitaciones o pésames, empleo de tonos especiales y gestos convencionales como abrazos,
estrechón de manos, besos, venias, inclinación de cabeza); los juegos aceptados por la comunidad
(espectáculos, deportes, torneos).

Como puede verse, después de hacer este inventario de códigos sociales, tanto en la dimensión
informal como formal, los individuos integrantes de un grupo social, después de un proceso de
culturalización y socialización, están sujetos y sometidos a comportarse de una manera específica, so
pena de recibir diversos tipos y niveles de sanción que ocurren de manera implícita o explícita.

5. Los códigos estéticos


La belleza es una cualidad de los hechos de la realidad que se puede percibir por medio de la
experiencia estética. Esta palabra proviene del griego aisthetikós que significa lo que es ‘perceptible’ u
‘observable por los sentidos’. A diferencia de las experiencias pragmáticas que se tienen para obtener
una clara y directa ganancia y beneficio, esta suele ser autotélica, término que define a las singulares
e intransferibles experiencias sensoriales y semióticas de tipo subjetivo que producen gozo por sí
mismas y que no esperan producir algo que se pueda considerar como fructífero desde la perspectiva
utilitarista: el placer por el placer. Implica una actitud estética por parte de quien lo vive, es decir, una
sensibilidad que le permita captar y apreciar lo bello, usando la capacidad de la semiosis para identificar
las connotaciones o resignificaciones propuestas por los artistas.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 12
Estos, usando la creatividad e imaginación, buscan y encuentran, la manera de plasmar y llevar a
los extremos las capacidades expresivas del código elegido para manifestar su visión de la realidad.
Arte proviene del griego téchnē, y del latin ars. Se refiere a un producto o actividad concebida con
el objetivo de propiciar experiencias estéticas. Ellos suelen usar los colores, las formas, las palabras,
el sonido, el silencio, el movimiento y la quietud para manifestar su interpretación de la realidad.
Los códigos estéticos creados por los homo sapiens sapiens son múltiples y diversos: la música,
danza, teatro, ópera, escultura, la pintura, la literatura, arquitectura, fotografía, cine, comics, grafiti,
gastronomía, perfumería, cerámica, metalistería, mobiliario, tapiz, esmalte, etcétera.

6. Colofón
A veces se olvida mencionar que la expresión, además de ser una aptitud humana, es el derecho
fundamental, base de la utopía llamada Democracia. El derecho de la expresión requiere y exige
tener, además, del acceso a la información, la posibilidad de conocer la diversidad y contrastación de
fuentes de información, al intercambio y circulación de información, mensajes o discursos acerca de
la realidad, incluidos los códigos estéticos.

Por lo anterior, no sobra advertir en estos tiempos posmodernos, que para construir y desarrollar
la expresión es perentorio proteger el derecho de manifestar las opiniones e ideas discordantes,
y también de exigir la polifonía ideológica de las fuentes de información y facilitar el acceso a los
diversos medios de información existentes. El derecho de la expresión es esencial en la construcción
de los estados sociales de derecho como lo dice el preámbulo de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos (1948):

(…) el desconocimiento, la ignorancia y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de
barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha proclamado, como la aspiración más
elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y la
miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias.

Si esta alternativa desaparece, es importante advertir que a quien no le es permitido expresarse con
libertad en una sociedad o cultura, no solo se le condena a la obediencia robótica, sino probablemente
al destierro o a la soledad.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 13
Referencias
Grimson, A. (2000). Interculturalidad y Comunicación. Bogotá, Colombia: Editorial Norma.

Guiraud, P. (1972). Semiología. México: Ediciones Siglo XXI.

Luria, A. R. (2000). Conciencia y lenguaje. Madrid, España: Editorial Visor.

Schacter D. L. (1999). En busca de la memoria. Barcelona, España: Ediciones B.

Tobón, L. (2001). Lingüística del lenguaje. Universidad Pedagógica Nacional de Colombia. Bogotá,
Colombia.

Winkin, Y. (1982). La nueva comunicación. Selección y estudio preliminar. Barcelona, España: Ediciones
Cairos.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 14
INFORMACIÓN TÉCNICA

Módulo: Semiótica
Unidad 2: Teoría de los códigos
Escenario 4: Un viaje al universo de la semiótica

Autor: Rafael Ayala Sáenz


Asesor Pedagógico: Manuel Fernando Guevara
Diseñador Gráfico: Yinet Rodriguez
Asistente: Julieth Ortiz

Este material pertenece al Politécnico Grancolombiano.


Prohibida su reproducción total o parcial.

POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO 15

S-ar putea să vă placă și