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Los Museos se integran en el Grupo I por lo que deben constituir sector de incendio
respecto de cualquier otro uso.
El sector de incendio máximo admisible que establece el Reglamento es de 4.000
m2 de superficie útil.
Los establecimientos con superficie útil superior a 5.000 m2 deben disponer de una
instalación de Detección y alarma de incendios.
Si por las condiciones de diseño del edificio, cualquier supuesto incendio no puede
ser conocido por la totalidad de los ocupantes, deben disponer de una instalación
de Pulsadores de Alarma.
Los establecimientos con una superficie útil superior a 500 m2 deben disponer de
una instalación de Bocas de Incendio Equipadas de 25 Ø (BIE,s que pueden ser
manejadas por una sola persona) de manera que bajo su acción quede cubierta su
superficie.
Por último, los museos con una ocupación teórica de cálculo superior a 200
personas, deben disponer de un Plan de Autoprotección.
APICI
Los museos españoles han utilizado durante las pasadas décadas, de forma
generalizada, los halones como agente extintor idóneo para la protección contra
incendios en los depósitos de obras de arte.
Sin duda, los halones presentan unas características, de inocuidad para el personal
y objetos protegidos en el caso de descargas accidentales, y de alta eficacia para la
extinción, siempre que su diseño, instalación y mantenimiento se realicen en forma
correcta, pro lo que su uso en museos alcanzó cotas considerables.
Por ello, los responsables de los museos y otros usuarios de halones, deben
seleccionar sistemas de protección alternativos a los halones, para continuar con la
protección de sus obras de arte.
Al día de hoy existen numerosas alternativas de protección, agentes limpios,
sistemas de detección precoz, entre otras, que permiten obtener niveles de
seguridad, incluso superiores a los que se estaban obteniendo con los sistemas de
halón a sustituir, y que al mismo tiempo son totalmente inocuos para los bienes
protegidos en caso de descargas accidentales, al contrario que el polvo químico.
Por otro lado, durante el Congreso sobre Seguridad en Museos, que se celebro en
Alboraya (Valencia) el pasado mes de mayo, en el que estuvo invitado A.P.C.I., el
responsable de seguridad del museo Thyssen Bornemisza presentó la opción del
polvo químico como la más adecuada para la protección de sus fondos artísticos,
basándose en unas pruebas que el colectivo que representamos considera carentes
del mínimo rigor. Además, nuestra Asociación ha tenido conocimiento de que
responsables de otros museos podrían estar considerando la alternativa del polvo
químico para la protección de sus pinturas.
Ante esta alarmantes situación, A.P.I.C.I. desea comunicar que una instalación de
polvo químico por inundación, para la protección de depósitos de obra de arte,
puede no solo resultar ineficaz para el tipo de fuego previsible, sino que además
puede ser enormemente agresiva para las pinturas “protegidas” en caso de
producirse una descarga accidental, por lo que jamás debería utilizarse para
semejante aplicación.
Dada la gravedad del problema, por la importancia del patrimonio ar´tistico español
y el carácter irrecuperable de sus objetos y obras, A.P.I.C.I. desea denunciar
públicamente estos hechos, y al mismo tiempo ponerse a disposición de las
autoridades y responsables de los museos y otros centros de interés artístico, para
ayudar a establecer la correcta actuación en estos críticos momentos. Por otro lado
la urgencia con que deben tomarse las decisiones, final del presente año 2003,
como término para la sustitución de los sistemas de halón, agrava notablemente la
situación.
Nota de la Redacción
Fuente: Seguritecnia
Fecha: Julio-Agosto de 2003
APROBIC
1-. La sustitución de los halones por otros agentes extintores, ha sido uno de
nuestros principales motivos de preocupación durante estos últimos años, por lo
que nos parece arbitrario se nos achaque el que lo consideremos como “un
problema menor” y no haberlo tratado con el suficiente rigor. Para rebatir esta
acusación nos remitimos a los congresos organizados por nuestra Asociación y a las
intervenciones llevadas a cabo por sus asociados en congresos , jornadas técnicas,
seminarios, etc., en los que se ha tratado profusamente este problema, así como
en las numerosas reuniones mantenidas entre responsables de seguridad de
museos que han contado con la presencia de destacados profesionales del sector
contra incendios, tanto de empresas, ingenierías, como del propio Cuerpo de
Bomberos, queriendo significar en concordancia con lo anterior el que en las III
Jornadas de Seguridad en Museos y Centros Histórico-Artísticos celebrados los días
6, 7 y 8 de mayo de 2003 en Alborada (Valencia) se invitó a participar en la mesa
redonda que trataba este problema, al Secretario General de APICI, Don Fernando
Vigara, quien tuvo la oportunidad de exponer libremente sus opiniones y opciones
con respecto a este problema.
Por último, Señores Asociados de APICI, nos quedamos con una gran duda tras leer
su comunicado, ¿son ustedes una Asociación de Ingeniería de Protección contra
Incendios integrada por profesionales independientes o constituyen el baluarte de
interese económicos de determinados sistemas de extinción o simplemente están
tratando de abrir nuevos horizontes comerciales al ofrecerse a las autoridades y
responsables de museos a ayudar a establecer “la correcta actuación”
descalificando de paso a otros profesionales? Deseamos fervientemente que se
encuentren en el primero de los supuestos y que su comunicado sea consecuencia
de un análisis erróneo.
La defensa de nuestro Patrimonio necesita la suma de voluntades y no
descalificaciones y luchas fratricidas.
Fuente: Seguritecnia
Fecha: Octubre de 2003
Autoprotección en museos
En las fotos, Rafael Vidal Delgado, Director General de BELT IBÉRICA, S.A. en Andalucía,
explicando los pormenores del nuevo Plan de Autoprotección
De formación militar, este valenciano de 55 años garantiza la protección de las obras de arte expuestas en
los 5.000 metros cuadrados que suman las diferentes salas del museo.
Pregunta.- Además de los fondos propios, el museo organiza exposiciones temporales, ¿De qué
manera influyen en la labor de vigilancia?
Respuesta.- Es un reto constante. Debemos estar pendientes de las obras de arte desde el momento en que
llegan, pensando por el proceso que se sigue para exponerlas, hasta que finaliza la muestra y salen del
museo. Nuestra responsabilidad incluye la custodia de las obras, que se mantengan en perfecto estado.
Para ello, se analizan las características de cada pieza, según su tamaño, soporte, fragilidad, valor, cuál
será su ubicación... Con estos datos se diseña el plan de seguridad: el número de vigilantes que deben
cuidarlas y el tipo de herramientas tecnológicas que necesitaremos.
R.- Se combinan varios medios: un circuito cerrado de televisión y grabación digital, una central
receptora de alarmas, control de acceso y rondas de vigilantes, además de un centro de control para
coordinar todas las operaciones. También disponemos de la última tecnología contra incendios, que
funciona automáticamente con un sistema de detección analógica.
Desde el año 2000, contamos con personal de Prosegur, que varía según nuestras necesidades. Los
vigilantes con permiso de armas se encargan de la protección de personas y bienes en el centro de control,
que funciona las 24 horas del día y en el control de accesos. En las salas de exposiciones, otros vigilantes
velan por las obras de arte. Además, disponemos de auxiliares de servicio, que tienen la misión de atender
al público y comunicar a los vigilantes cualquier incidente o anomalía.
R.- Periódicamente se reúne el personal de vigilancia para enseñar, explicar o reiterar las Normas de
funcionamiento, tanto de carácter general como específicas de cada puesto a cubrir.Estas normas escritas
las recibe todo el personal, previamente a prestar servicio en el museo.
Para el cometido de operadores del Centro de Control, han recibido la formación necesaria impartida por
personal técnico de las empresas instaladoras de los distintos equipos de centralización y gestión de
alarmas e imágenes del CCTV.
R.- El principal objeto de este departamento es conseguir que el público disfrute y no se sienta incómodo
por las normas que deben respetarse. Por eso, se presta una especial atención al trato que los vigilantes
dispensan a los visitantes, para que sea correcto y cortés. Incluso en situaciones conflictivas. Esto requiere
una constante formación, pero ha merecido la pena, hemos logrado un buen equilibrio.
R.- La tendencia es incorporar progresivamente nuevas tecnologías, sobre todo en lo que se refiere al
procesado, transmisión, gestión y grabación digital de imágenes. El control de accesos se apoyará en las
ventajas que aportan internet, la televigilancia por fibra óptica o la identificación biométrica del iris. Por
otra parte, dado que el fuego es uno de los mayores peligros para el patrimonio, las instalaciones de
detección y extinción incorporarán otros avances que mejoran la seguridad.
P.- ¿A qué problemas o incidentes se enfrenta el día a día del IVAM? Relato de alguno.
R.- La problemática interna más frecuente es el movimiento interno de obras de arte y su manipulación,
con la frecuente intervención de personal contratado.
También resulta problemático cuando hay que realizar ciertos trabajos en salas de exposición con las
obras expuestas (Iluminación, retoques de pintura, colocación de textos en pared, etc.). Así mismo, el
control de accesos a zonas restringidas requiere una constante atención.
Con respecto al público de visita, como he dicho anteriormente, hay que proteger las obras del riesgo de
robo o sustitución , y de los posibles daños que puedan causarle, voluntaria o involuntariamente: Robo,
tacto, graffiti, golpes, caídas, etc.
Hay que prestar especial atención a las visitas en grupo, pues la acumulación de personas cerca de ciertas
obras, sobre todo esculturas en peana, supone un riesgo evidente.
Con respecto al público, de las quejas y sugerencias recibidas, casi siempre hemos sacado conclusiones
que han servido para mejorar el servicio, modificar o adecuar ciertas normas de actuación, eliminar
alguna medida restrictiva, incorporar nuevos procedimientos, etc.
También en otras ocasiones, por suerte muy escasas, han surgido “incidentes peculiares”. Cito algunos a
nivel anecdótico:
• Recuerdo una persona que quería recorrer las exposiciones en patinete porque no había ninguna
indicación o pictograma en la entrada que lo prohibiese.
• En otra ocasión un padre se negaba indignado a llevar de la mano a su hijo , de apenas tres años
de edad que intentaba corretear por la sala, diciendo que hasta que no dañase alguna obra no
podíamos llamarle la atención.
• Otro visitante intentaba arrancar las cintas que ponemos en el suelo para evitar que el público se
acerque excesivamente a las obras en pared. Decía ser artista plástico, pintor y escultor.
R.- Cuando se adoptan todas las medidas preventivas en seguridad y organización del servicio, y se
cumplen las normas, se puede estar tranquilo. Sin embargo, hay que ser consciente de que la protección
del patrimonio cultural es una responsabilidad las 24 horas del día.
Erik "El Belga", el ladrón de piezas artísticas más importante del siglo XX
Respuesta.- Mi amor al arte lo tengo desde que era niño y nunca en vida he hecho
otra cosa que ser marchante de obras. Nadie me conoce y todo el mundo habla. Yo
en España jamás he sido condenado por un delito como no lo he sido por ningún
robo en Europa. Entonces, qué más me da arrastrar esa fama. Vivo feliz admirando
la belleza. Pero me limito a aconsejar con tanta experiencia.
P.- ¿Qué tendrán en la cabeza los ladrones de «El Grito», cómo pensarán
colocarla en el mercado?
P.- Pero sí de los que le pedían que fuera a robar con guante blanco.
P.- Dice que no van a matar el cuadro, pero hay antecedentes como el dalí
que se llevaron unos funcionarios de la cárcel de Nueva York y que
acabaron destruyéndolo.
R.- Sí, sí. Sólo puede darse esa hipótesis. No conozco a nadie, y menos a un
mafioso, tan imbécil como para comprar una obra así. No va a ser tan fácil
recuperar el cuadro si estoy en lo cierto.Y a los ladrones, si no tienen ya ese
cliente, les auguro un futuro seguro: que vayan llamando a la cárcel para que les
preparen la cama.
R.- Es algo de lo que prefiero no hablar (ja,ja). Usted quiere levantar una liebre
muy importante. Eso debería hacerse con todo lo robado por los museos a los
países que han expoliado.
R.- Siempre he robado obras de arte místicas y espero que mi obra transmita ese
mensaje. Eso me gusta.
P.- Usted es del Opus Dei y tiene dispensa para pintar retratos de San
Josemaría para lugares de culto. ¿Recibe muchos encargos?
R.- Sobre todo he pintado para sus iglesias retablos y retratos, como el de la Virgen
Negra de Torreciudad, con oro líquido. Son obras con carga espiritual, como los
munch, y todas gratis.
R.- Lo he pintado 17 veces; cada vez que estaba triste volvía a él. Me daba cuenta
de que había otros más deprimidos. También me lo han pedido clientes, pero
siempre de fuera de España, todo sea dicho, porque aquí ni siquiera sabían que
existía Munch.
Fuente: ABC
29.08.04
La dirección del museo fue objeto de numerosas y duras críticas tras el robo de las
dos obras de Edvard Munch el pasado 22 de agosto. En aquella ocasión, a los
ladrones apenas les hicieron falta unos minutos para apoderarse de las obras a
plena luz del día. Bajo la mirada incrédula de numerosos visitantes, lograron huir
sin que nadie les molestara.
Fuente: El Mundo
05.11.04
El robo a mano armada de los tres munch en Noruega ha puesto «El grito» en el
cielo de los fantasmas que aterran a museos sin protección y sin seguros, a
coleccionistas indefensos y a ciudadanos huérfanos de su derecho inalienable
al patrimonio cultural Ante la atónita mirada de la periodista, el inspector jefe
Montero marcó en su teléfono móvil el número del más famoso ladrón de obras de
arte del siglo XX y le saludó: «¡Qué pasa, mamón! ¿Cómo estás?». Sólo segundos
antes le había contado que venía de hablar con Erik «el Belga», un comentario que
pensé podría ser un aliciente a mi turno de entrevista, ya que tras el robo en el
Munchmuseet hay lista de espera para atender a la Prensa en las dependencias de
la Brigada del Patrimonio Histórico del CNP, y, claro, es de suponer que a todos nos
van a contar lo mismo. «Pues él dice que no robaba lo que se cuenta», le había
espetado al investigador, decano en Europa de los agentes expertos en bienes
culturales, después de veinte años dedicado a recuperar piezas artísticas. «¡Qué
mamón!», me había adelantado con una sonrisa. Un guiño mas que un apelativo
para René Alphonse van den Berghe, que fuera azote del gótico y el románico en
los lugares sacros de media España, detenido en 1982 por el grupo de especialistas
de Barcelona al que por entonces estaba asignado Montero, y que hoy, desde su
refugio malagueño, es paño de lágrimas de los desvalijados y «fuente de
conocimientos» para la propia Policía.
Por eso cuando sale a relucir el robo de los munch en Oslo el policía habla de «dar
bola a los cafres. Y si hay que soltar carrete, se hace; da igual el tiempo que se
tarde en encontrar la obra, pero hay que dosificar y disminuir la presión, porque si
un malo se siente acorralado es capaz de destruir la obra y eso es irrecuperable. A
mí me da igual que sea un cuadro de Munch o la menor pieza del último pueblo de
España porque el patrimonio cultural no tiene valor mensurable: cuando me
preguntan qué vale algo siempre contesto "incalculable"».
De ahí que a Montero no le dolieran prendas en perseguir durante tres años por
media Europa a la Virgen del Capítulo, robada en Trasobares (Zaragoza) 23 años
antes y entregarla a su pueblo, «tras solventar de aquella manera la cuestión», el
20 de septiembre de 1997. «Un bien cultural es irrepetible y jurídicamente -enfatiza
el policía con la mirada clavada en su interlocutora- merecería un trato y una
protección especial. Hoy por hoy, nuestro código penal castiga prácticamente igual
el robo del radiocaset de un coche que la receptación de una talla del XIV. Y los
bienes culturales no tienen precio, su preservación la siento como propia; son mi
vida».
Y como muestra del pesar del inspector jefe, un botón: Tres meses después de que
el fiscal jefe del TSJA, Jesús García Calderón, manifestara que la legislación
española es «insuficiente» para proteger los bienes culturales y abogara
porque el Código Penal dedique un capítulo en el que se tipifiquen
específicamente los delitos cometidos contra el patrimonio, se conocía el 9
de junio la condena a un año de prisión a los autores del robo de 17 cuadros -entre
ellos dos goyas, un pisarro, un brueghel y un sorolla- del domicilio de la empresaria
Esther Koplowitz.
Pero ahora el mundo tiene su vista puesta en el Museo de Munch. «Estuve allí hará
un mes -explica a Los Domingos de ABC Rosina Gómez-Baeza, directora de ARCO-
y a todas luces eran insuficientes las medidas de seguridad. Pero no es un caso
único porque podríamos hablar de una lista interminable de museos que adolecen
del presupuesto suficiente para protegerse, hasta el punto de que ni siquiera
aseguran unas obras de arte que son el símbolo de la cultura de un país y de la
cultura universal».
«Toda medida es poca -añade Gómez Baeza-. En Arco hay muchos medios
policiales y también hemos sufrido el ataque de los desaprensivos. Y es que el
mundo del arte tiene que estar siempre alerta ante la posible comisión de actos
fraudulentos como las falsificaciones, minucioso en las comprobaciones exhaustivas
de los orígenes de la pieza y pendiente del estado de conservación de la obra».
Dice esta experta después de darle vueltas a la autoría del robo de los munch, que
«no existe ese supuesto amante del arte que sólo quiere deleitarse en la
contemplación de un cuadro en soledad, porque el coleccionista quiere compartir
ese momento excelso con otras personas, y la prueba está en que muchos de ellos
donan sus obras a los museos, incluso el propio artista, que crea y ofrece su obra a
amplias audiencias como hizo Munch, que la donó a la ciudad de Oslo. Desde luego,
estas obras robadas no están destinadas a ser adquiridas por un coleccionista».
«Siempre aprende uno de los errores. Muchos de los museos españoles están
tomando medidas. Hay que dotarlos de medios suficientes para proteger el
patrimonio de la cultura, porque es una obligación de los gobiernos y un derecho de
los ciudadanos. Mire -me confiesa- no se me va de la cabeza el comentario que me
hicieron en Oslo: "Ay, el museo Munch está pasando momentos difíciles". Así me lo
dijeron, con pena. Y es tremendo que no haya dinero para la creación artística,
para preservar un patrimonio que atrae a visitantes y cuyo efecto llamada debería
revertir en su cuidado. Siento que el robo de los munch es un bofetón al país. Es
como si a nosotros nos roban "El Guernica". Un bofetón a Noruega y a todos los
amantes del arte».
Como el impacto de ver caer sobre la mesa del sargento Pastor, del Grupo de
Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, un libro, he dicho bien, libro, con las obras
de arte más importantes robadas en España, extraídas de un total de 36.000
fotografías. «Y somos unos privilegiados porque frente a los aproximadamente 400
objetos robados al año en nuestro país, en Francia se sustraen unos 9.000 y en
Italia, que encabeza el ranking, el doble». Dos países con los que las autoridades
españolas hacen piña, como con Portugal, para agilizar las devoluciones de las
piezas sustraídas y que son halladas en sus territorios, sin poner el menor
problema, y no como sucede con los Países Bajos y el Reino Unido que, según
todas las fuentes policiales, resultan intratables, la mayoría de las veces, en cuanto
a la recuperación del patrimonio.
El sargento, que junto al álbum fotográfico del expolio ha colocado otro volumen de
obras de arte recuperadas por el Instituto Armado, explica que «en España operan
grupos de nacionales, clanes familiares más bien, pero que de ningún modo se
trata de bandas organizadas. Serán unas ochenta personas, no más, pero que
siempre reinciden como ese matrimonio detenido en la "Operación Torico", que
residía en la localidad valenciana de Cullera y que durante la semana "se hacía" las
iglesias de Teruel para después vender lo robado en un mercadillo de Alicante los
sábados por la mañana».
Fueron estos guarda civiles los que recuperaron el Códice del Beato de Liébana el
21 de julio de 1997 y los que tienen clavada la espina de no haber dado con el
paradero de las cuatro tablas de Arcenillas (Zamora), uno de los mayores tesoros
del siglo XV atribuidas al maestro flamenco Fernando Gallego, y que fueron robadas
hace 20 años aprovechando la oscuridad de la noche. «Pero seguimos buscando
-asegura Pastor- con la esperanza de que no estén dañadas porque esa gente es
capaz de todo: aquí hemos visto desde cómo los ladrones le rompían los brazos a
un Cristo crucificado porque no les cabía en el maletero del coche, hasta usar
pinturas del XVII para tapar las goteras del techo de una chabola».
«Éste es un mercado corto -añade Martín Peña- y no es mucha la gente que acude
a las subastas o a los circuitos del galerismo y sabemos quiénes son los malos. En
los mentideros se oyen siempre los mismos nombres y como lo sabemos nosotros
lo sabrá la Policía, pero estamos en un Estado garantista y lo que tiene de bueno lo
tiene de malo: todo el mundo sabe que en ese establecimiento se vende droga pero
hasta que no se detiene al traficante con la papelina en la mano... De hecho,
cuando se produce un expolio se sabe que será por esas vías por donde se
intentarán canalizar las piezas para salir al mercado». Unos túneles fantasmales
que estos días surca «El Grito».
Fuente: ABC
29.08.04
Iba a ser en verano. Ahora habrá que esperar hasta el mes de octubre. Hablamos
de la exposición al público de «La Purificación» -también conocida como «La
Expulsión del Templo»-, una de las últimas piezas realizadas por El Greco, cuya
firma y fecha han sido autentificadas. Esta excepcional obra «vive» en la iglesia
madrileña de San Ginés. Allí será expuesta, como decimos, a partir de octubre,
según ha confirmado a ABC el párroco del templo diocesano y
delegado episcopal para el Patrimonio Cultural de la
Archidiócesis de Madrid, José Luis Montes.
Otro cambio de planes. El cuadro de El Greco iba a compartir espacio, en esa capilla
del Amor Hermoso, con «La Humildad» de Alonso Cano, una de las obras más
significativas de la producción de este artista en su etapa madrileña. Sin embargo,
se ha decidido que el valioso greco tiene entidad más que suficiente para ocupar
un espacio único que, por lógica, necesita unas medidas de seguridad y una
tecnología mucho más sofisticadas.
Cláusulas de la donación
En algun momento se llegó a pesar que esta obra de El Greco podría tener cabida
en un futuro Museo Diocesano de Madrid, posibilidad descartada ante las cláusulas
de la donación a San Ginés.
Según comentó, en su día, el párroco de San Ginés, esta obra de El Greco se había
exhibido al público en alguna ocasión anterior pero, desde hace unos siete años, se
descartó tal posibilidad por temor a no contar -como no se contaba- con unos
mínimos de seguridad que protegieran el cuadro. Todo menos poner la pieza
a tiro de los ladrones y los «amigos de lo ajeno».
«El cuadro de El Greco es una joya y, también, un asunto muy importante del
patrimonio histórico-artístico de la Comunidad de Madrid, aunque sea, como es,
patrimonio de la Iglesia», indicaba a este periódico el director general del
Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, Javier Hernández. «Se trata
-añadía- de una obra de gran calado, de incalculable valor, y estará en un lugar
abierto al público. Por ello, hay que tomar una serie de medidas para evitar
cualquier posible atentado contra su integridad».
«A expensas de la Corona»
Fuente: ABC
04.08.04
El saqueo y la venta de objetos artísticos es uno de los cauces por el que se pierde
el patrimonio histórico y artístico de todos los países: un ejemplo reciente fueron
los saqueos de Iraq, que han diezmado sus bienes culturales. Ayer se presentó en
Madrid la «Lista roja» de los objetos en peligro en Iberoamérica. Son piezas
codiciadas por el mercado de arte y que, al ser catalogadas, la Policía, museos y
comerciantes pueden identificar con facilidad. También se advirtió del peligro de
las bandas organizadas y la práctica de blanquear dinero a través de la
compra de arte y el interés del narcotráfico por esta práctica.
El blanqueo de dinero, el arte como inversión y las bandas organizadas son las
nuevas amenazas que se ciernen sobre las obras históricas en este nuevo siglo. Así
se afirmó en el acto que presidió en el Museo de América el secretario general del
ICOM (Consejo Internacional de Museos), Manus Brinkman, en el cual se presentó
la «Lista roja» del patrimonio artístico que corre más riesgos en Iberoamérica.
«Es un listado de obras en mayor peligro de ser saqueados, robados o traficados
ilegalmente. Presen- ta varias categorías de objetos precolombinos, así como
objetos coloniales tales como pinturas religiosas u objetos litúrgicos», según sus
palabras. El destinatario de esta lista son «museos, comerciantes de arte,
Policía y agentes de aduanas» y su propósito es «identificar con mayor
eficacia los objetos robados o saqueados». Al acto de presentación asistió
Paz Cabello Carro, directora del Museo de América, quien afirmó que las
piezas sustraídas «salen principalmente de África, Iberoamérica, cuenca
del Mediterráneo y Asia». Aseguró que en España «la demanda de objetos
americanos es más bien escasa y que proviene, sobre todo, de coleccionistas
aislados». Después aclaró que los principales destinatarios de las obras robadas son
«países con una legislación permisiva respecto a la entrada de objetos, como EE
UU, Japón, Bélgica, Holanda o Suiza».
Iglesia y diplomáticos
También dijo que «los museos deben colaborar en sensibilizar a los organismos del
Estado» para crear una conciencia sobre este problema. En su intervención, Luis
Repetto Malagá, presidente de ICOM-LAC (Organización Regional del ICOM para
América Latina y el Caribe), alertó contra un riesgo: «En un contexto globalizado, el
renovado control de los flujos de dinero entre países, así como el control del nar-
cotráfico, ha permitido que las mafias vuelvan la vista a un nuevo rumbo para el
lavado de dinero: las obras de arte». A continuación señaló: «Las prioridades son
las mafias, los intereses creados, las bandas organizadas y otras instancias, que
nos motivan a doblegar nuestros esfuerzos». Y propuso una medida para evitar la
fuga del patrimonio en los países iberoamericanos: «Los diplomáticos deberían
firmar una declaración jurada: Con esto he llegado y con esto salgo ».
Con este control evitaría el caso de un embajador de Suecia en Perú que mantenía
conexiones con el mercado precolombino en Europa. Otro refuerzo es buscar la
colaboración de la Iglesia para catalogar el patrimonio que conservar: «La Iglesia
cree que ese patrimonio les pertenece, y hay curas y monjas que venden las
piezas. Y eso que Juan Pablo II emitió un documento en el que pedía a los obispos
que colaborasen para elaborar estos inventarios». Respecto a los yacimientos
arqueológicos, fue tajante: «Están amenazados por las bandas
internacionales que operan de manera interconectada con los traficantes
de tierras o bandas vinculadas al narcotráfico. La problemática es más
grave de lo que aparenta». Ramón Fernández Gallego, inspector jefe de la
Brigada de Patrimonio Histórico del Cuerpo Nacional de Policía, afirmó que se ha
producido en España un descenso tanto en el «número de robos como en la calidad.
Antes se robaba en las masías y las iglesias; ahora más en las galerías y los
domicilios privados». Afirmó que los «ataques son múltiples» y que en la actualidad
han aumentado las falsificaciones. Pero también alertó sobre un nuevo riesgo: «El
transporte, que pone una pieza en pocas horas a miles de kilómetros, la posibilidad
de adquirir una obra sin ver directamente al comprador y el objeto, los gobiernos
que toleran y no legislan el mercado, y la tendencia actual de comprar en arte para
invertir y blanquear dinero, dificultan la tarea de recuperación de las piezas
robadas». Y ejemplificó que se incautaron 100 cuadros y 500 piezas precolombinas,
porque se habían adquirido de manera legal, pero con dinero que procedía de
actividades delictivas. Al final puntualizó: «Es difícil recobrarlas, muchas veces
por los escollos legales».
Fuente: La Razón
21/01/2004
El único estudio que existe sobre el dinero que gira en torno al arte en
España lo ha publicado la Unión de Asociaciones de Galerías. En él se
maneja la cifra de 721 millones de euros entre 2002 y 2005. En este capítulo se
incluyen todo tipo de objetos artísticos y de sistemas de comercialización. Objetos
de anticuario, arte antiguo, ediciones, además del cada vez más habitual
«merchandising» de los museos. Sin embargo, los expertos sostienen que el 10 por
ciento de la pintura que se vende en España es falsa. En el argot artístico recibe el
nombre de «fakes». Esta valoración se hace a partir de muestras recogidas de las
incautaciones policiales, por denuncias de compradoras y por la inestimable
colaboración de historiadores dedicados a autentificar obras. Es el caso del
conservador del Museo de Prado Matías Díaz Padrón, que ha confesado que después
de 25 años certificando obras de El Greco sólo ha encontrado ¿un original!.
Un bello negocio
Una cifra que José Manuel Lluent (autor del libro «Expolio y fraude en el arte»)
todavía considera pequeña. «Si contamos las obras que ha pintado un artista
antiguo, comprobaremos que siempre aparece más pintura de la que se ha
autentificado. A una espectacular obra le seguirá pronto el feliz hallazgo de otras
obras». Bajo su punto de vista, sólo las certificaciones puede poner coto a este
submercado.
José Manuel Lluent cree que el certificado de autenticidad deberá imponerse en los
próximos años. Pero ojo. También se está imponiendo la práctica de falsificar estos
documentos. «El método es muy sencillo cuenta Lluent. Los piratas se bajan
de internet los logotipos de las fundaciones que dan la certificación, luegos
los copias y añaden un informe, que por supuesto es falso».
De los 721 millones de euros que factura el arte, entre 180 y 210 millones los
generan directamente las galerías, lo que supone una cifra (sobre los 30.000
millones de pesetas) demasiado optimista para la realidad de las salas de arte en
España, según el galerista Joan Anton Maragall. «En España, el 80 por ciento de
las galerías son muy pequeñas y no facturan más de 30 millones de
pesetas al año. Basta hacer números si se cuenta que hay alrededor de 600
galerías». El informe sobre el mercado del arte de la Unión de Asociones de
Galerías, presidida por Pepe Cobo, sostiene que la amplia red de museos en España
(150 centros) ha impulsado el comercio del arte.
Los únicos datos públicos de ventas son los que ofrecen las salas de subastas,
mientras que las galerías siguen, aunque cada vez menos, manteniendo un cierto
hermetismo. Sobre esto, Soledad Lorenzo, una veterana del galerismo español,
dice que los datos para cualquier estudio pueden encontrarse ya en Hacienda:, «Yo
sé más de beneficios y pérdidas, porque tú puedes vender un cuadro muy
caro pero tener una comisión muy pequeña». «Cada vez hay más claridad
añade. Mis clientes hace tiempo que no ponen pegas para facturar, porque
además tienen que certificar que esas obras son suyas». Maragall insiste
sobre este aspecto: «Sólo hay que ir al Registro Mercantil. Hay mucho mito
sobre el oscurantismo en el arte. Además, hay que tener en cuenta que
ahora compran muchas empresas, instituciones, bancos, que deducen el
IVA y necesitan factura, aunque sea para demostrar la propiedad».
Fuente: La Razón
Febrero de 2004
Para lograr estos objetivos, BELT IBÉRICA, S.A. realizará trabajo de campo
obteniendo la información a incluir en el plan, trabajo de gabinete redactando los
planes y por último formará al personal del Museo y realizará un simulacro de
emergencia y un vídeo divulgativo sobre el Plan de Autoprotección.
Al finalizar la Asistencia Técnica, el Museo Nacional del Prado dispondrá del Plan de
Autoprotección y del Manual Interno de Actuación conforme al Decreto 31/2003
de 13 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de Prevención de Incendios
de la Comunidad de Madrid.
El plazo por el Museo Nacional del Prado para la realización de los trabajos es de
seis meses.
El pasado año BELT IBÉRICA, S.A. fue adjudicataria por concurso público, de la
elaboración e implantación del plan de autoprotección de los edificios que
componen el Museo Nacional del Prado.
Estos planes son los documentos en los que se analiza y estudia la organización del
conjunto de medios técnicos y humanos con los que debe contar una instalación,
para minimizar el riesgo de que se produzca un incendio, o en caso de darse una
situación de emergencia, saber cómo actuar ante ella para salvaguardar
principalmente, las vidas humanas, los bienes materiales y las propias
instalaciones.
Para lograr estos objetivos, BELT IBÉRICA, S.A. realizó los trabajos de campo de las
instalaciones, obteniendo así toda la información a incluir en el plan, los trabajo de
gabinete redactando los planes y por último formó al personal del Museo,
culminando con un simulacro de emergencia y un vídeo divulgativo sobre el Plan de
Autoprotección.
A continuación pueden ver cómo se realizó este simulacro de evacuación.
El edificio ha sido concebido como punto de encuentro cultural para todos sus
visitantes ya que albergará la Colección de Arte Caixa Galicia y las más selectas
exposiciones del Circuito Internacional. Su original auditorio, permite representar
innumerables actuaciones culturales, así como cualquier conferencia o
presentación, gracias al gran espacio que ofrecen al público su platea y anfiteatro.
Además su planta baja, cuenta con un punto de encuentro café-tertulia y librería,
para el disfrute de todos sus visitantes.
El revolucionario diseño de este edificio, ofrece a todo aquel que se sitúa en sus
cercanías o en su interior un deleite visual y una atmósfera acogedora.
Sede Social de la Fundación Caixa Galicia en A Coruña
Para cumplir este requisito normativo, desde el Gerente del edificio, D. Fernando
Prieto Prado, hasta el Director de Seguridad de Caixa Galicia, D. Andrés Martín
Ludeña, se han esforzado para que la seguridad de la Sede Social de la Fundación
Caixa Galicia, sea en sí misma toda una obra de arte.
Por ello, y como uno de los pasos decisivos en la resolución de una emergencia, la
Dirección de Seguridad de Caixa Galicia y Belt Ibérica, S.A., que diseñó el Plan de
Autoprotección del edificio, realizaron un simulacro de evacuación de la totalidad
del inmueble, contando con la ayuda inestimable del Gerente y de,
aproximadamente, 300 voluntarios, Protección Civil y el Servicio de Extinción de
Incendios y Salvamento de A Coruña.
De cerca: Entrevista con Andrés Martín Ludeña, director de Seguridad de Caixa Galicia
MUSEO PICASSO
Los museos son unas de las instituciones culturales de mayor éxito en nuestro tiempo.
Adquieren, conservan, investigan, comunican y exhiben, conjuntos y colecciones de valor
histórico, artístico, científico y técnico. Tanto si se dedican al arte como a la exhibición del
patrimonio histórico interesan y motivan a un elevado número de personas.
Los objetivos principales de un departamento de seguridad de un museo son: la innovación, el
desarrollo y la investigación con el fin de alcanzar una mejora en actualizaciones
organizativas y tecnológicas. Todo ello aportará una mejora de su capacidad técnica y una
oportunidad para intercambiar información con profesionales de la seguridad. La finalidad es
potenciar, optimizar, reforzar y maximizar los elementos organizativos, técnicos y humanos
de que disponemos.
La vigilancia y la protección afecta y es afectada, tanto por la custodia de las colecciones
como por las actividades del museo. El departamento de seguridad tiene que ser eficaz y
eficiente. La implantación de una política, estrategia, y acción de seguridad, en lo referente
a planes organizativos, técnicos y humanos (Plan Director) establecerá como eje primordial,
los contactos frecuentes con los responsables del edificio, así como con los diferentes cuerpos
policiales y organizaciones de prevención y emergencias.
Los activos y las actividades de un museo quedan englobados en los tres ámbitos que se
presentan a continuación:
ACTIVOS
Colección
Documentación
Conservación
ACTIVIDADES
(puesta en valor y accesibilidad del patrimonio)
Investigación
Exposición
Interpretación
El departamento de seguridad debe velar para que estos tres ámbitos puedan
desarrollarse según el proyecto museológico de cada centro. Como
consecuencia, las funciones del departamento de seguridad deben estar
diseñadas para:
a) Inculcar (el sentido de la misión del museo).
b) Informar (el mandato del museo).
c) Dirigir (los esfuerzos hacia la consecución de las metas).
d) Favorecer (la consecución de los objetivos).
e) Evaluar (el cumplimiento de las tareas del museo).
Las colecciones deberán incluir una declaración sobre el compromiso del museo
de mantener las mismas bajo custodia. Muchas obras de arte tienen un valor incalculable y
son un activo insustituible para el conjunto de la sociedad.
Los activos del museo tienen que estar plenamente catalogados. Sus actividades deberán
cumplir con los objetivos fundacionales de un museo: investigación, exposición,
interpretación.
Proteger equivale a velar por la custodia de las colecciones, así como por las actividades que
de ellas emanan. Papel primordial del departamento de seguridad es la permanente
actualización de los correspondientes manuales de autoprotección.
Para tener una mayor información sobre la vigilancia y protección de los activos es necesario
realizar un estudio previo de seguridad. Este estudio previo constará de:
➠ Identificar el escenario (áreas, vías de circulación, estructura general).
➠ Definir medidas de protección (activas, pasivas y de soporte a la operación).
➠ Analizar los puntos críticos de la instalación.
➠ Alzar la cartografía (planos del edificio y de sus instalaciones).
➠ Establecer conclusiones (condiciones de las propuestas, recomendaciones, etc.).
El Plan Director
Para poder dar una respuesta proactiva y hacer una evaluación consecuente y objetiva es
necesario realizar un exhaustivo análisis de riesgos.
El conjunto de elementos que lo componen son:
Elementos estructurales
✓ Elementos fijos de la construcción, estructura portante, suelos, paredes, techos, cubiertas,
medianerías, compartimentación, panelamientos, ventanas, puertas, etc. Materiales
empleados, como hormigón, hierro, madera, aglomerados, etc.
Elementos de riesgos
✓ Incendio, material inflamable o combustible, robos, hurtos, daños, etc.
Tanto económico como de reposición.
Elementos de protección
✓ Todo lo concerniente a medidas contra intrusión, contra incendio, así como a
medidas organizativas sobre emergencia y evacuación.
✓ Todos los elementos o medidas necesarias que abarcan la seguridad integral,
tanto a nivel organizativo, técnico y humano.
✓ Las medidas de evacuación o emergencia, teniendo en cuenta NBE-CPI/96
modificada por el Código Técnico de la Edificación (R. D.314/2006)
D) -El museo deberá tener claro cual es su política en lo que se refiere a métodos y sistemas
de seguridad. Las contramedidas de seguridad se conocen por los cuatro propósitos “D”:
detección, disuasión, dilación, defensa.
Entre las diferentes contingencias a evaluar en el análisis de riesgos hay que nombrar las
siguientes:
- De origen antrópico (naturaleza humana), robo, hurto, vandalismo, daños, etc.
- Desastres naturales (terremotos, huracanes, tornados, inundaciones, incendios forestales,
etc.).
- Fallos en las instalaciones (deficiencias en sistemas de calefacción, cortes de corriente
eléctrica o defectos del edificio).
- Fuego.
- Amenazas de bomba.
- Huelgas, manifestaciones.
- Accidentes que afectan al personal del museo y a los visitantes.
- Etc.
d) Aceptados (como necesarios para no impedir que la misión del museo se cumpla).
Es necesario realizar un análisis de riesgos de manera específica para objetos
determinados, para conjuntos de objetos y para una colección entera.
¿Qué se entiende por criticalidad en la protección del patrimonio?
- La criticalidad en la protección del patrimonio valora la importancia del
objeto.
- La vulnerabilidad mide el riesgo a que está sometido.
Riesgo=criticalidad x vulnerabilidad
Conclusiones
1ª. La vigilancia y protección en los activos del patrimonio histórico es una cuestión de
mentalidad.
2ª. Los objetivos fundamentales del departamento de seguridad es la innovación, desarrollo,
e investigación.
3ª. Los recursos organizativos, técnicos y humanos tienen que estar totalmente adaptados a
sus cometidos.
4ª. La seguridad al 100 x 100 no existe. La prevención es fundamental.
5ª. El departamento de seguridad debe tener claro su ámbito de acción con el fin de
anticiparse a los hechos delictivos y el resto de circunstancias.
6ª. El propósito fundamental a lograr por el departamento de seguridad es que las personas
que visitan un museo disfruten de sus activos sin que en ningún momento se puedan
incomodar por las normas que han de cumplirse. De igual manera, el personal del
departamento de seguridad deberá tener los recursos formativos y de análisis necesario en su
relación con los públicos.
7ª. La seguridad es inversión no obsesión.
Como resultado de los Seminarios sobre Seguridad en los Museos, realizados en la ciudad de Buenos Aires y
en San Miguel de Tucumán entre el 26 y el 30 de septiembre de 2005 con el apoyo del Servicio de Cooperación
y de Acción Cultural de la Embajada de Francia en Argentina y con la docencia y guía del Ingeniero Serge
Leroux, Jefe de Servicios Técnicos de la Dirección de Museos de Francia, la DIRECCIÓN NACIONAL DE
PATRIMONIO Y MUSEOS suscribe a las siguientes recomendaciones sobre seguridad en los museos:
- Formar el comité de seguridad, con integrantes internos y externos al museo, para abordar el plan de
seguridad que contemplará la seguridad humana, edilicia y patrimonial.
- Efectuar un diagnóstico técnico del inmueble: se recomienda establecer una grilla de análisis que comprenda
la seguridad contra incendio, contra robo, la higiene y la seguridad del personal, y el ambiente de las
colecciones (temperatura, higrometría, iluminación) (Ver Ayuda-Memoria para la seguridad en los museos,
Comité de Seguridad del ICOM, 1981, Schröder)
Debe formar parte del Manual de Procedimientos, el reglamento interior y las consignas.
- Se recomienda establecer un memorando detallado de tareas, en el contrato a suscribir con las empresas de
vigilancia privada, y los criterios de selección de personal: los agentes afectados al museo deben certificar la
ausencia de antecedentes penales; la calidad de la formación. Se aconseja limitar en el contrato el sobre-turno
admisible. (Ver Documento del Comité de Seguridad del ICOM, 2001, versión español).
- En los museos que recurren a distintos tipos de personal para la vigilancia, se recomienda establecer un
documento general de consignas junto con el relevamiento y la transmisión de consignas de un equipo a otro.
Organizar un plan anual y permanente de capacitación del personal.
- Formular reglamentos para el personal y para el público donde se expresen los derechos y obligaciones de las
partes, y exponer el reglamento para el público en lugar visible para su conocimiento y difusión.
Medios técnicos
- Recomendaciones generales:
- Utilizar prioritariamente sistemas cableados; en caso de imposibilidad de pasaje de cables utilizar sistemas de
radio.
- Materiales direccionables (una dirección por detector), capacidad cien puntos como mínimo, separables en
ocho grupos de cómo mínimo de puesta y fuera de servicio, puesta en servicio por códigos individuales (mini
50), memoria interna de últimos acontecimientos (mini 500), autonomía de 72 horas, autoprotección de circuitos.
- Instalar servicios de vigilancia a distancia. Es necesario controlar a los agentes nocturnos afectados a los
museos.
Se recomienda prever:
- Contrato de vigilancia a distancia, para proteger y al mismo tiempo supervisar a los agentes.
- Instalar dispositivos simples de control de rondas, en el exterior del museo y/o en las circulaciones internas y
en las zonas técnicas, para coadyuvar a los sistemas de “punteo” o controladores-lectores de tipo de código de
barra.
- Establecer el manejo de llaves y restringir el acceso a las llaves de sectores privados (reserva, restauración,
etc.) Determinar las responsabilidades en el uso de llaves por sectores de riesgo tales como los accesos
externos, llaves generales. Implementar un sistema de guardado de llaves en sobres cerrados que se entregan
contra firma y cuya entrega se asentará en un registro donde se dejará constancia de quien retiró y quien
entregó la llave.
- Instalar luces de emergencia generales (salas de exposición, pasillos, áreas de reserva, administrativas, etc.)
- Instalar puertas de emergencia con barras antipánico, sensores de apertura, señalizadas, y con cerradura
interna de tres puntos para el horario de clausura al público.
- Crear un recorrido con barrales manteniendo al público a una distancia de 80 cm de los objetos expuestos.
- Tomar las medidas necesarias para fijar y asegurar los bienes en exposición
- Para los objetos expuestos en vitrinas, las mismas contarán con vidrios laminados y cerraduras de tres puntos.
- Contar con un control de ingreso y egreso de bienes, ya sea por sistema manual
- informatizado.
- Determinar la accesibilidad del personal y del público, según sus funciones/actividades, en áreas restringidas.
- Instalar sistemas de detección automática de incendio, que son medios de prevención indispensables para la
seguridad de las colecciones y de los bienes, tanto de día como de noche, y que participan asimismo en la
seguridad del público y del personal.
- Formar un comité de seguridad contra incendios integrado por el personal del museo –permanente y
contratado- con la participación de la Superintendencia Federal de Bomberos de la Policía Federal Argentina y
de Defensa Civil
- A corto plazo:
- Comunicar y difundir la información a todo el personal del museo (permanente, transitorio, voluntarios, etc.)
- A mediano plazo:
- Determinar el equipamiento técnico apropiado para los museos que carecen del mismo.
- Suspender el suministro de gas.
- Seleccionar el equipamiento técnico contra incendios apropiado para los museos que carezcan del mismo.
- Elaborar un plan de capacitación para todo el personal que realice tareas en el museo, que incluya prevención
contra incendios, atención de primeros auxilios, plan de evacuación y su formulación.
- Determinar la carga de público para cada actividad de acuerdo a los espacios involucrados y controlar el
acceso de público a las actividades.
-A largo plazo:
- Incorporar los recursos a adquirir y los gastos de mantenimiento en los presupuestos anuales.
Recomendaciones generales:
Se recomienda utilizar como referencia la reglamentación internacional sobre seguridad de los establecimientos
que reciben público y los documentos elaborados por el Area de Seguridad de la Dirección de Museos de
Francia y el Comité de Seguridad del ICOM, en aspectos tales como :
- El cálculo de efectivos admisibles (una persona cada 5 m2 en las salas museológicas) de manera de
determinar la carga de público y de personal admitidos y, en consecuencia, el número, la extensión y la
distribución de pasajes (escaleras, salidas de emergencia).
- La resistencia y la reacción al fuego de los materiales utilizados para la construcción y para el equipamiento
interior.
- Los medios de auxilio tales como los extintores (la recomendación general es la de prever un extintor de agua
pulverizada de seis litros cada 150 a 200 m2 de superficie en las salas, reservas con colecciones de arte, y de
extintores de CO2 de 2 kg. cerca de los tableros eléctricos principales).
- Se recomienda prever una formación sistemática anual del conjunto del personal relativa a la aplicación de las
consignas contra incendio, la evacuación y el empleo de medios de socorro y de auxilio.
http://www.youtube.com/watch?v=yxIW0Exz5Xs
AREAS DE ESPECIALIZACION
Museos, iglesias, catedrales, galerías de arte, exposiciones temporales, en una palabra, el patrimonio artístico
público y privado debe tener un nivel de seguridad en consonancia con el valor que atesora o incluso más, ya
que no sólo se trata de un valor económico, también cultural, tradicional, emocional y religioso. Además el
patrimonio artístico de un país pertenece un poco a todos los ciudadanos, y es insustituible. En los últimos
años, parece que las instituciones responsables de la seguridad del patrimonio, en todos los ámbitos, están
tomando conciencia de su necesidad y acometiendo una serie de renovaciones en el equipamiento de equipos.
Asociaciones
Formación en seguridad
Ingeniería y consultoría
Instalación de sistemas
Mantenimiento de sistemas
Organización y gestión
Publicaciones y audiovisuales
Bibliografía relacionada
DOCUMENTACION: JORNADAS TECNICAS 2005 PATRIMONIO HISTORICO Y
SEGURIDAD, 2005
Es este asunto al que queremos dedicar una serie de tres artículos cuya primera
entrega (esta) quiere servir de una introducción, para continuar con los medios
técnicos y los recursos humanos con los que se ha de contar.
Una de las empresas aseguradora de arte más importante del mundo confirmaba
que “El fuego es con diferencia la mayor causa de pérdidas irreparables en lo
concerniente al arte”.
Y es cierto, se estima que durante el transcurso del siglo XX las pérdidas por este
motivo alcanzaron unos 2.000 millones de euros, sin tener en cuenta las pérdidas
ocasionadas por las dos guerras mundiales.
Pero, por supuesto, cuando hablamos de seguridad en este tipo de edificios, no solo
podemos contemplar el poner a salvo cuadros o esculturas, sino también, la
necesidad de establecer un plan de evacuación ya que estos centros dedicados a la
cultura, además de contener colecciones de artistas de renombre, son lugares
públicos con alta concurrencia, donde se hace imprescindible asegurar la protección
de las personas y su evacuación a un lugar seguro.
Y teniendo en cuenta estos 4 aspectos, el plan de seguridad con motivo del fuego
deberá basarse en cuatro pilares fundaménteles:
- Análisis de riesgos.
- Medios Técnicos.
- Medios humanos.
- Medios organizativos.
Por supuesto, habrá que tener en cuenta los recursos económicos con los que se
cuenta para llevar a cabo este plan. Pero, como es lógico pensar, este recurso
deberá estar en consonancia con aquello que se pretende proteger: Vidas y Arte.
La normativa en materia de seguridad contra incendios que rige los edificios
dedicados a actividades culturales viene recogida en la Norma Básica de
Edificación: NBE-CPI/96 y se encuadran en el denominado Uso de pública
concurrencia. Demasiado genérico
Si tenemos en cuenta todo lo dicho anteriormente vemos, más que nunca, que esta
normativa es de mínimos, minimísimos. Por supuesto, hemos de partir de la base
que hay que cumplir lo que nos dice esta norma, y en especial en aquellos lugares
de mayor riesgo como almacenes, zona de instalaciones etc. donde además se
exigen condiciones de seguridad superiores y que también están determinadas
dentro de la Norma Básica de Edificación. Pero se ha de tender a una mayor
seguridad mediante la última tecnología en cuanto a medios técnicos, a la
organización de los medios humanos contando con una dirección de seguridad
activa y comprometida y no ajustarnos solo a la norma ya que nos quedaríamos
cortos ante lo que hay que proteger.
El estudio detallado del edificio y, más en este caso que partimos de un edificio
antiguo, la complicidad con los responsables del proyecto arquitectónico, y la
necesidad de que la seguridad o medios que se van a utilizar no han de romper la
estética (no olvidemos que estamos hablando de un espacio artístico), serian los
primeros paso a tener en cuenta.
Días antes de la inauguración tuve el placer de visitar dicho edificio ya que era la
persona encargada de dar la formación sobre el plan de emergencia y de
evacuación a los vigilantes de seguridad (por si alguno lo ha olvidado la formación
es parte integrante del plan de autoprotección al que la ley obliga y que en muchos
de los casos se salta a la torera).
En las horas que pase allí detecte algo que hacia tiempo que no veía. Por un lado la
presencia de los vigilantes de seguridad, que en este caso además ejercen cono
equipos de emergencia, lógico ya que eran ellos a los que iba a impartir la
formación.
Por otro lado estaba acompañada del Director de Seguridad de Caixa Galicia D.
Andrés Martín Ludeña, pero además pude conocer a la Gerente del edificio, Dña
Elena Cardona y se esperaba la llegada del Director General de Caixa Galicia en
persona, D. José Luís Méndez.
Todo debe venir desde más arriba, en realidad y aunque pueda parecer algo
exagerado en aquellos edificios cuya actividad sea exponer obras de arte (les
recuerdo que esto supone hacernos responsables de su seguridad, nos hacemos
responsables de su salvaguardia y mas cuando hablamos de incendio) se hace
necesario que todo el personal sea de algún modo especialista en seguridad
Lógicamente, cada uno en su justa medida.
Pero, como es lógico, esta no es su función principal, por lo que la figura del
Director de seguridad cobra un protagonismo esencial a la hora de plantearse la
seguridad en general y el plan de autoprotección en particular. (Aquí incluyo una
pequeña crítica. No entiendo por qué, pero existen directores de seguridad que no
creen competencia suya o que no es relevante y necesario el realizar e implantar el
plan de autoprotección. Estoy segura de que si un edificio lleno de obras de arte
desaparece como consecuencia de un incendio todo el mundo va a pensar que ha
sido por falta de seguridad).
Pero siguiendo con nuestro tema, si lo que se pretende es que la seguridad sea
parte integrante de la gestión global se necesita un especialista que orqueste los
medios técnicos y los medios humanos que se requieren y con los que se cuenta,
que planifique, que establezca las funciones y las responsabilidades de cada uno y
por supuesto, que sea el directivo que enlace con cada uno de los departamentos y
exija a cada uno de ellos su participación y por que no su responsabilidad en cuanto
a seguridad o la falta de ella.
Bajemos ahora a ras de suelo. Nos encontramos con las personas que van a estar
implicadas directamente en la protección de las obras de arte. Son las personas a
las que se da una grandísima responsabilidad y la pregunta es ¿se les da además la
importancia que tienen?.
Los medios humanos con los que se cuenta en caso de incendio son imprescindibles
e insustituibles. Por supuesto se les puede dotar de medios técnicos que les ayude
en su labor: Detección del fuego, eliminación del humo, sectorización del edificio
etc. pero existe un momento ante esta emergencia que la acción directa de estas
personas es fundamental: Utilización de los extintores, evacuación de las personas
o el coger una de las obras de arte y llevarla a un lugar seguro.
Por todo ello, existe un punto clave en todo este entramado. Integremos la
seguridad, utilicemos los medios técnicos más sofisticados a nuestro alcance, pero
no olvidemos de ningún modo que todo esto no va a funcionar si carecemos de los
recursos humanos necesarios y repito, si no se les da la importancia que merecen a
los medios humanos o mejor dicho a aquellas personas que forman parte de
nuestra plantilla y que a fin de cuentas son los que llevan a cabo la acción directa
de acabar con el incendio o llevar las obras a lugar seguro o poner a salvo a las
personas.
Y algo mucho más importante que todo esto y no por ello más difícil, pero en
muchos casos omitidos:
Hablaremos en el próximo artículo de los Medios Técnicos, cada vez más avanzados
y sofisticados, pero no olvidemos nunca que sin las personas, sin estos recursos
humanos no podremos cerrar el círculo de la seguridad, así que seguro que se nos
escapa algo.