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UNTVERSTDAD NACTONAL AUTÓNOMA DE MÉXtrCO 'l


ffi# INSTITUTO DE INYESTIGACIONES FITOSÓFTCAS-

':
Conceptos esencialmente impugnados
CUADERNOS DE CRÍTICA 49

W-.8. CALLIE

Conceptos esencialmente impugnados

Traducción de
Gusr¡,vo Onrtz MIrlÁN

II\STITUTO DE I]\VESTIGACIONES F'ILOSÓFICAS

Coleccióz: CueoERNos or CnÍrrce


Directoro: DRl. Orce Et.rzessrs HexsBERG Tonnns UNIVERSIDAD I\ACIONAL AUTÓiVOUE DE MÉXICO
Secretarlo; DRe. M¿.trn EzcuRote OreveRRrETA México 1998
,El
ensayo.dq w.g. Gallie "Essentrally Contested Concepts" apareció
publigado originalmente en Proceedings o_f the Aristoteiian Society, CONCEPTOS ESENCIALMENTE IMPUGNADOS-
New Series, vol. LVI, 1955-1956.
Reprinted by courtesy of the Editor of the Aristotelian Society.

Introducción
Cualquier uso particular de cualquier concepto del sentido
común o de las ciencias naturales está expuesto a ser impug-
nado por buenas o malas razones; pero sea cual sea la fuerza
de éstas, comúnmente suponen un acuerdo entre el usuario
y quienquiera que impugne su uso particular respecto al
tipo de uso que es el apropiado para el concepto en cues-
tión. Cuando esta suposición no se puede hacer, tenemos
un terreno ampliamente reconocido para la investigación
filosófica. Así, "Este cuadro está pintado al óleo" puede
impugnarse sobre la base de que está pintado al temple,
con la suposición natural de que quienes discuten están de
acuerdo en el uso apropiado de los términos implícitos. Pe-
ro, o'Este cuadro es una obra de arte" está expuesto a ser
impugnado a causa de un evidente desacuerdo de la ne-
cesidad consiguiente de elucidación filosófica- -y en cuanto
al uso general apropiado del término 'oobra de arte".
¿Qué formas podría tomar la elucidación requerid a? La
historia de la filosofía señala tres. Un filósofo podría, de
alguna manera, descubrir y persuadir a otros de que ha
descubierto el significado de un concepto hasta entonces
DR @ 1998, Universidad Nacional Autónoma de México impugnado con el que todos podrían estar de acuerdo de
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS allí en adelante. Alternativamente, un tilósofo podría pro-
Circuito Maestro Mario de la Cueva poner un significado para el término impugnado, y los con-
Ciudad Universitaria, 045I0 México, D.F.
Tels.: 6 22 74 38, 6 22 74 34/Fax: 6 65 49 gl tendientes, en lugar de continuar en desacuerdo, podrían
Impreso y hecho en México * o'Essentially
rssN 0185-2604 Contested Concepts", Proceedings of the Aristote-
lian Society, vol. LVI, 1955*1956, pp. 167-198.

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decidirse a aceptarlo de ahí en adelante. En tercer lugar, Iadas, para distintos movimientos o escuelas de artistas y
el filósofo podría afirmar que ha probado o explicado la críticos, para diferentes partidos y grupos políticos, paro
necesidad (relacionada con ciertas condiciones explicativas) diferentes comunidades y sectas religiosas. Ahora bien, una
del carácter discutible del concepto en cuestión, como por yez que se revela esta uariedad de funciones, muy bien ca-
ejemplo, lo que Kant trató de hacer en sus antinomias. bría esperar que de inmediato terminasen las disputas en
Recientemente, sin embargo, se nos ha enseñado que es que figuran los conceptos antes mencionados. Sin embargo,
más probable que las elucidaciones filosóficas eficaces ten- esto, de hecho no sucede. Cada grupo continúa sostenien-
gan un carácter mucho más complicado y escurridizo que do que la función especial que un término como "obra
cualquiera de las situaciones anteriores y, hoy en día, existe de arte", "democracia" o "doctrina cristiana" desempeña
un repudio generalizado hacia la idea de Ia filosofía como en s¿¿ caso o conforme a sz interpretación, es la función
un tipo de "motor" del pensamiento, que puede usarse correcta, apropiada, primordial, o la única importante que
para eliminar confusiones conceptuales dondequiera que claramente se puede decir que cumple el término en cues-
aparezcan. Ahora bien, no pretendo abogar por un regreso tión. Además, cada grupo insiste en defender su caso con
a cualquier forma extrema de esta última perspectiva, sino, lo que afirma- son argumentos, evidencia y otras
más bien, espero mostrar, en el caso de un grupo impor- formas-según
de justificación convincentes.
tante de conceptos, cómo la aceptación de un solo método Cuando este tipo de situación persiste en la vida práctica,
de enfoque una sola hipótesis explicativa que requiera comúnmente nos damos cuenta de que se trata de un con-
-de
alguna esquematización relativamente rígida- puede acla- flicto frontal de intereses, gustos o actitudes, que posible-
rar nuestro pensamiento de una manera que nos es muy mente ninguna discusión puede disipar; por consiguiente
necesaria. nos inclinamos a rechazar las supuestas defensas racionales
Los conceptos que propongo examinar se relacionan con de los grupos en pugna, considerándolas, en el mejor de los
varias actividades humanas organizadas o semiorganizadas: casos, racionalizaciones inconscientes y¡ er el peor, alegatos
desde un punto de vista académico, pertenecen a Ia estética, especiales sofísticos. Por otro lado, cuando esta clase de si-
la filosofía política, Ia filosofía de la historia y la filosofía tuaciones persiste en filosofía (cuando algún contendiente
de Ia religión. Mi idea principal con respecto a ellos es la sigue sosteniendo, contra todos los interesados, que h"y
siguiente. Encontramos grupos de gente que disiente sobre uno y sólo un sentido apropiado del término "sustancia",
el uso apropiado de los conceptos, por ejemplo, de arte, "yo" o "idea"), nos inclinamos a atribuirla a alguna tenden-
democracia o tradición cristiana. Cuando examinamos los cia intelectual profundamente arraigada e interesante, cuya
diferentes usos de estos términos y los argumentos caracte- presencia es "metafÍsica" que ha de ser exorcizado
rísticos en los que figuran, pronto advertimos que no hay con habilidad u observado -algo
con fascinación, dependiendo
un solo uso general, claramente detinible, de ninguno de de nuestro temperamento filosófico. Ahora bien, no tengo
ellos que pueda establecerse como el uso estándar o co- deseos de negar que algunas controversias interminables
rrecto. Existen usos diferentes del término "obra de arte", pueden deberse, por un lado, a causas psicológicas o, por
o'democracia" o "doctrina cristiana" que tienen funciones el otro, a aflicciones metafísicas; pero quiero mostrar que
diferentes, aunque, claro está, no enteramente desvincu- huy discusiones aparentemente interminables en las que

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ninguna de estas explicaciones tiene que ser la correcta. El ejemplo artificial
Además, trataré de mostrar que hay polémicas, centradas
Estamos familiarizados con el concepto de "campeonato" o
en los conceptos que acabo de mencionar, que son comple-
el de "los campeones" en diversos juegos y deportes. Por
tamente genuinasi que, pese a no ser resolubles mediante
Io común se juzga que un equipo es "el campeón" o se
argumentos de ningún tipo, se apoyan, sin embargo, en ar-
está de acuerdo en que lo es durante un intervalo regular,
gumentos y evidencia perfectamente respetables. Esto es lo
por ejemplo, anualmente, en virtud de ciertos aspectos de
que quiero decir cuando afirmo que hay conceptos que son su desempeño frente a los equipos contrarios. Entonces,
esencialmente impugnados, conceptos cuyo uso apropiado durante cierto periodo, por ejemplo un año, este equipo es
implica, de forma inevitable, discusiones interminables en- por definición'oel campe6n", aunque, con el paso de los me-
tre los usuarios acerca de sus usos apropiados. ses, surja la probabilidad o la certeza de que no repetirá su
Comenzaré exponiendo con cierto detalle un ejemplo éxito. Pero imaginemos ahora un campeonato del siguiente
muy artificial de un concepto esencialmente impugnado, tipo. (I) En este campeonato cada equipo se especializa en
con el fin de mostrar cómo cualquier uso apropiado de su propio método, estrategia y estilo de juego distintivos,
este concepto es, dada la naturaleza del caso, impugnable, a los que todos sus miembros contribuyen con lo mejor de
y será, como regla, realmente impugnado por y en otro uso su capacidad. (II) No se declara "campeón" a un equipo
del mismo, que, dada la naturaleza del caso, es impugna- ni se le confiere el título por el más alto número de éxitos
ble, y será. . . y así sucesivamente en un número indefinido expresados en anotaciones, por ejemplo por los "goles",
de tipos de uso posible: estos usos del concepto, que se sino en virtud del nivel de su estilo o calidad. (Sin duda,
impugnan y son impugnados, mutuamente, y que juntos para que esto se ponga de manifiesto se necesita cierto mí-
forman su uso general estándar. Luego enumeraré, con vis- nimo de éxitos.) En términos más simples, ser declarado
tas a una oolocalizaciln" lógica de este tipo de conceptos, "el campeón" quiere decir ser juzgado como o'el que jrgó
varias condiciones semiformales a las que cualquier con- mejor". (III) El "campeonato" no es una distinción obte-
cepto de este tipo se debe adecuar, e indicaré las diferentes nida y reconocida en un momento preciso y durante un
relaciones de estas condiciones con cualquiera de dichos periodo fijo. Los juegos continúan ininterrumpidamente y
conceptos, y para ello recurriré de nuevo a mi ejemplo ar- sea cual sea el equipo reconocido como campeón hoy, sabe
tificial. Posteriormente consideraré algunos ejemplos reales que puede muy bien ser alcanzado o sobrepasado el día
que se aproximan mucho a mi ejemplo artificial, de modo de mañana. (IV) Así como no hay un sistema de "asig-
gue, pese a sus diversas peculiaridades, pienso que se po- o'puntos" para decidir quién es el
nación de tantos" o de
drá afirmar razonablemente que he explicado o justificado campeón, así tampoco hay jueces oficiales o reglas estrictas
su uso al compararlos con é1. A continuación analizaré las de adjudicación. Más bien lo que sucede es lo siguiente:
implicaciones que me parecen más importantes de mi nue- cada equipo tiene su propio núcleo de seguidores leales y,
va agrupación de conceptos para la filosofía en general, y además, en un momento dado, un número de seguidores
concluiré tratando de dar respuesta a algunas objeciones 'oflotantes", quienes se han convencido de apoyar al equipo
que naturalmente podrían hacerse en su contra. por la calidad de su juego podríamos añadir, por el
-y,
B 9
volumen de aplausos del núcleo de seguidores leales y lo (III) Cualquier explicación de su valor debe, por 1o tanto,
convincente de sus comentarios. Además, en cualquier mo- incluir referencias a las respectivas contribuciones de sus
mento dado, uz equipo tendrá el grupo de seguidores más diversos aspectos o partes; aun cuando con anterioridad a
grande (y más ruidoso), el cual, podríamos decir, realmente Ia experimentación no haya nada absurdo o contradictorio
lo aclamará como "el campeón". Pero, (V) los seguidores en ninguna de las distintas descripciones rivales posibles
de cada equipo contendiente consideran y se refieren a de su valor total, una de las cuales coloca sus partes o
su equipo favorito como "el campeón" (quizá asignándole aspectos componentes en un orden de importancia, una se-
calificativos como "el uerdadero campe6n", "eI destinado gunda los coloca en un segllndo orden y así sucesivamente.
a ser campeón", "moralmente el campeón".. . y así su- En resumen, el logro acreditado se puede describir ini-
cesivamente). Para resaltar la importancia de este punto, cialmente de varios modos. (IV) El logro acreditado debe
podemos suponer que todos los grupos de seguidores re- ser de un tipo que admita una modificación considerable
conocerían, en un momento dado, que un equipo E1 es el a la luz de circunstancias cambiantes; y tal modificación
"campeón real". Sin embargo, la propiedad de ser recono- no puede prescribirse ni predecirse por adelantado. Por
cido como el campeón real no lleva consigo un reconoci- conveniencia, al concepto de cualquier logro de este tipo
miento universal de notable excelencia, por ejemplo, en el lo llamaré de carácter i'abierto"l
A r - r.
estilo y calidad de juego de .E,1. Al contrario, los seguidores Estas son, en mi opinión, las cuatro condrcrones necesa-
de E2, Eg, etc., continuarán considerando y aclamando a rias más irnportantes que cualquier concepto esencialmente
sus equipos favoritos como "los campeones" y continuarán impugnado debe cumplir. Sin embargo, no definen lo que
con su esfuerzo de convencer a los otros de su punto de es un concepto de esta clase. Para ello deberíamos decir no
vista, no por un deseo vulgar de ser el grupo mayorita- sólo que diferentes personas o grupos se adhieren a dife-
rio, sino porque creen que su equipo favorito está jugando rentes visiones del uso correcto de algunos conceptos, sino
mejor que ninguno otro. Hay, por lo tanto, competencia (V) que cada grupo reconoce el hecho de que su propio uso
continua entre los equipos contendientes, no sólo por el es impugnado por los de otros grupos, y que cada grupo
reconocimiento como campeón, sino por la aceptación de debe tener por Io menos alguna apreciación de los diferen-
(lo que cada equipo y sus seguidores suponen que son) los
1 Pod.ía-os reformular las condiciones (III) y (IV) como'se indi-
criterios apropiados para adjudicarse el campeonato.
ca a continuación: (IIIa) cualquier concepto esencialmente impugnado
está expuesto inicialmente a ser ambiguo, dado que un individuo P1
Las condiciones de impugnabilidad esencial puede aplicarlo teniendo en mente la descripción D1 del logro que
el concepto acredita, y su aplicación puede ser aceptada (o rechaza-
A fin de ser considerado da) por otras personas que tengan en mente descripciones diferentes,
esencialmente impugnado, en el
Dz, Dt, etc., del logro acreditado. Pero esta ambigüedad inicial debe
sentido recién ilustrado, un concepto debe poseer las cua- considerarse junto con la condición (V), que se enuncia más adelante.
tro características siguientes: (I) debe ser eualuatiuo en el (IVa) Cualquier concepto esenciaimente impugnado es persistententen-
sentido de que significa o acredita algún tipo de logro va- te vago, dado que un uso apropiado del mismo por parte de P1 en una
situación ,S1 no proporciona una guía segura para nadie más que para
lorado. (II) Este logro debe tener un carácter internamen- el siguiente uso tal vez igualmente apropiado, que P1 haga de él en
te complejo, pues su valor le es atribuido como un todo. alguna situación futura 52.

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tes criterios a la luz de los cuales los otros grupos afirman bolear simplemente con velocidad, o sólo con buena direc-
que están aplicando el concepto en cuestión. En términos ción, o con altura, efecto o un buen giro: en la práctica, se
más simples, usar un concepto esencialmente impugnado debe adjudicar alguna importancia, por escasa que sea, a
significa usarlo en contra de otros usos y reconocer que cada uno de estos factores; con todo, los seguidores de un
el uso que uno hace de él tiene que ser apoyado contra equipo hablarán de su "ataque de pura velocidad" (aparen-
esos otros usos. Dicho de manera aún más simple, usar un temente restando importancia a otros factores), mientras
concepto esencialmente impugnado significa usarlo tanto que los seguidores de otros equipos acuñarán frases para
agresiva como defensivamente. resaltar otros factores en los cuales su equipo favorito con-
Discutiré ahora estas cinco condiciones desde el punto centra sus esfuerzos.
de vista de mi ejemplo artificial. No puede haber ninguna Para satisfacer la condición (IV) que el logro que
duda de que mi concepto de "el campeón" es evaluativo, -de
nuestro concepto acredita es persistentemente vago-, con-
ni de que se usa, me parece, tanto agresiva como defensi- sideremos el caso particular de un equipo que concentra sus
vamente. Esto da cuenta de las condiciones (I) y (V). ¿Qué esfuerzos, en el "ataque de pura velocidod", factor en el que
pasa con la condición (II) de que el logro del campeonato apoya sus esperanzas de ganar el campeonato. Enfrenta el
(po, jugar mejor que ninguno otro) debe ser de un carác- siguiente desafío: ¿puede lograr un desempeño tan desta-
ter internamente complejo? ¿Son todos los logros que valen cado con este método y estilo de jugar a los bolos, que to-
la pena esencial e internamente complejos? Me parece tan dos los demás métodos y estilos luzcan como muestras de
cierto que lo son como lo puede ser cualquier enunciado 'ono estar verdaderamente jugando bolos"? Evidentemente,
acerca de valores y valoraciones; y aunque admito que hay para conseguirlo, los jugadores de nuestro equipo deben
mucho que decir y preguntar acerca del porqué, no creo poner atención a las circunstancias y modificar su método
necesario emprender aquí tal discusión. Al enfrentarnos a de juego como lo indiquen o lo dicten las circunstancias.
la condición (III) carácter diversamente descriptible (Podemos imaginar que ciertas superficies carriles- y
-el
de los logros que acredita el término "los campeones"-,
-o
ciertas luces son obviamente mucho más favorables para el
podemos imaginar que nuestro campeonato será ganado "ataque de pura velocidad" que otros.) Pero cualesquiera
por jugar un juego similar a los bolos.* La única acción que sean las circunstancias, nuestro equipo se afana en ser
que éste exige de todos los miembros de cualquier equipo aclamado como "el campeón" en virtud de su característico
contendiente es un tipo de boleo contra ciertos objetos. Pe- método (de "pura velocidud") y estilo de jugar. En circuns-
ro tal boleo puede ser juzgado, desde el punto de vista del tancias ostensiblemente favorables, tal aclamación puede
método, la estrategia y el estilo, de varias formas diferentes: ser respaldada por el juicio: 'oSon los campeones
se puede atribuir particular importancia a la velocidad, la han mostrado lo que es uerdaderamente jugar a los -nos bolos
dirección, la altura, el efecto o el giro. Pero nadie puede con velocidad." En circunstancias patentemente desfavora-
bles podrÍa respaldarse con: "Son los campeones han
* mostrado lo que la velocidad puede hacer cuando -nos
todo pa-
En inglés skittles. Es un juego británico similar al boliche, con
la diferencia de que se juega con nueve pinos y con un disco o una rece estar en contra." En general, nadie puede predecir, en
pelota de madera. ¡N. aet t¡ un momento dado, qué nivel o qué adaptación especial de
t2 13
su propio estilo audaz mejora o qué sagaz reducción mente impugnado'. Pero Ia clase de situación descrita es
-qué
de sus objetivos- puede fortalecer la afirmación particular indistinguible de aquellas situaciones en las que la gente se
de cualquier equipo de ser el campeón. mete en disputas aparentemente interminables con respec-
Baste lo dicho iobre las cuatro pr".ordiciones2 más im- to a la aplicación correcta de algún epíteto o consigna, que
portantes que debe reunir un concepto para pertenecer a de hecho simplemente sirve para confundir dos concep-
la categoría de los conceptos esencialmente impugnados, y tos diferentes sobre cuya aplicación apropiada nadie tenÍa
sobre la condición adicional (V) que define lo que es un que haber debatido en absoluto. La pregunta importante
concepto de esta clase. Pero en este punto se pueden hacer es ¿cómo se distingue entre estos casos demasiado conoci-
las siguientes objeciones: "Todo Io que hace su definición dos y el ejemplo artificial que usted ha presentado? Según
es indicar el tipo de situación en que la gente puede afirmar todas las apariencias, su concepto de 'los campeones' no
que está usando un concepto del tipo llamado 'esencial- sólo denota conjuntos consistentemente diferentes de indi-
viduos (equipos) según el uso que le dan diferentes grupos
2
¿Son todas estas condiciones necesarias? Creo que la demostra- (seguidores); también connota diferentes logros (diferentes
ción de esto puede encontrarse en las siguientes líneas. Dadas las con- métodos, estrategias y estilos favorecidos por los diferen-
diciones (II) y (III) tenemos la clase de situación en la que una des'
cripción o clasificación multidimensional de ciertos hechos es posible. tes equipos) según el uso que le dan diferentes grupos de
Peio en cualquier situación como ésa, dejando de lado las razones de seguidores. jHay, entonces, alguna base real para sostener
evidencia o metodológicas específicas, sería absurdo preferir un estilo que tiene un significado único: ![u€ puede ser impugnado?"
de clasificación o descripción posible a otros. Pero sustitúyanse los
logros por hechos, esto es, un concepto o clasificación evaluativo por La respuesta tácil a esta objeción es que resultaría in-
uno puramente naturalista, y el absurdo desaparece, ya que con fines concebible que alguien se refiriera a un equipo entre otros
de persuasión moral o estética, un estilo de descripción o clasificación como "el campeón", si no creyera que su equipo juega
puede en definitiva ser preferible a otro lógicamenúe equipolente a
é1. Aquí hay una poderosa razón para pensar que Ia condición (I) es mejor que todos los otros el mismo juego. El contexto de
necesaria. Pero aun en una situación que se adecue a las condicio- cualquier uso típico de 'oel campeón" muestra que hasta
nes (I), (II) y (III), es posible imaginar que la experiencia establezca ahora tiene un signiticado inequívoco entre sus diferentes
que un estilo de descripción es nuevo con fines de persuasión
moral o estética- universalmente -demás aceptable que cualquier otro. usuarios (contendientes). Sin embargo, ante esta respues-
Sin embargo, difícilmente se podría esperar este resultado si se agrega ta, el crítico podría replicar: o'Pero exactamente la misma
la condición (IV), esto es, si la clase de logro que nuestro concepto situación parece imperar dondequiera que Ia gente discu-
o clasificación acredita es "abierto", en el sentido que estoy usando;
pues lo que esta condición asegura es, desde el punto de vista de mi te sobre el uso correcto de lo que prueba a la larga ser un
ejemplo artificial, que las circunstancias de mañana pueden sacar a re' concepto completamente confuso, o mejor, un término que
lucir virtudes hasta entonces latentes en el juego d,e cualquler¿ de los encubre por completo un uso quizás del todo congruente
equipos contrincantes. Ahí permanece la posibilidad de que al añadir
la condición (IV) se vuelva superflua la condición (I). Esto podría ser de dos o más conceptos que sólo tenían que ser discrimina-
sostenido si, y sólo si, se pudieran producir ejemplos de un concepto dos. Su definición de lo que es un concepto esencialmente
que se ajuste a las condiciones (II), (III) y (IV) y que sea aún de carác- impugnado puede, en un sentido, abarcar la clase de he-
ter completamente no evaluativo. Sin embargo, sospecho que ningún
(II), (III) chos que su ejemplo artificial está destinado a ilustrar, pero
concepto puranxente naturalista se adecuará a las condiciones
y (IV) definí. entre ellos bien puede estar el hecho de un engaño persis-
-que
1,4 15
tente, es decir, Ia creencia ilusoria de que todos los equipos tible del juego del modelo, es natural que sus diferentes
diferentes está,n jugando el mismo juego." aspectos sean sopesados de forma diferente por diferen-
Resulta ser, entonces, que esta objeción no exige refi- tes evaluadores, y en consecuencia que nuestros distintos
nar más nuestra definición de un concepto esencialmente equipos lleguen a sostener sus muy diferentes concepciones
impugnado, sino señalar las condiciones en que se puede de cómo se debería jugar. A esto debemos añadir que el re-
justificar el uso continuo de cualquiera de tales conceptos, conocimiento o aceptación del logro del modelo debe tener
como se definieron anteriormente. Y ésta es una exigencia el carácter "abierto" que se ha asignado a todo concepto
perfectamente justa, ya que siempre es razonable exhor- esencialmente impugnado. Se presentó cierto tipo de logro
tar a los grupos que discuten sobre el uso correcto de un que vale la pena, y todos nuestros equipos han buscado
concepto de este tipo a pensar bien y con toda seriedad si revivirlo o reproducirlo en su juego. Pero no es posible
están realmente alegando el mismo logro. Veamos el caso que se trate de una repetición o reproducción meramen-
de nuestro ejemplo artificial. ¿Podría simplemente decirse te mecánica. Seguir un modelo es esforzarse en revivir su
que E1 está tratando de simular un desempeño de primera manera de hacer las cosas, no sólo al máximo de las pro-
clase de (sobre todo) boleo rápido; E2 de (sobre todo) bo- pias habilidades, sino al máximo de lo que permitan las
leo recto, etc., y que estos fines, muy apropiados pero muy circunstancias, favorables o desfavorables.
distintos, de nuestros diferentes equipos no se impugnan Ilustremos ahora esta situación desde el punto de vis-
y son impugnados mutuamente de un modo esencial, sino ta del equipo E1 (con su "ataque de pura velocidad") y
sólo accidentalmente y como resultado de una confusión sus seguidores. Todos los miembros y los seguidores de
persistente? este equipo están de acuerdo con todos los miembros y
Aquí mismo esbozaré someramente la defensa requerida seguidores de todos los demás equipos en reconocer la au-
en los términos de mi ejemplo artificial: pero debo añadir toridad del modelo; pero al evaluar el logro del modelo, los
que hasta que sea interpretado en los ejemplos reales que miembros y seguidores de E1 han concentrado su atención,
uso en la siguiente sección, bien puede parecer un poco fundamental y predominantemente, en el factor de la velo-
engañosa. En defensa, entonces, de continuar el uso de los cidad. De forma consciente han mantenido y tal vez hasta
conceptos "campeonato" y "los campeones" en mi ejemplo, promovido el modelo de juego en términos de su propia
sostengo lo siguiente: bien puede decirse que cada uno de evaluación, cuando las circunstancias lo permitieron. Los
mis equipos está compitiendo por el mismo campeonato si, miembros y seguidores de E1 tienen Ia seguridad, por lo
en cada caso, su método y estilo particulares de juego se tanto, de que Ey ha jugado el juego como se debe jugar.
han derivado de un proceso de imitación y adaptación de Pero lo mismo es cierto, desde luego, para todos los otros
un modelo, que puede tener la forma tanto de un equipo equipos contendientes y sus seguidores.
prototipo de jugadores o de una serie (o tradición) de equi- En este momento vale Ia pena recordar que en nuestro
pos. Este modelo de juego debe ser reconocido por todos ejemplo artificial el campeonato no se otorga usando algún
oola
los equipos contendientes (y por sus seguidores) como sistema cuantitativo; ahora podemos ver lo difícil que sería
manera en que hay que jugar el juego"; aunque, debido si no es que imposible, que tal sistema funcionara, dadas
al carácter internamente complejo y diversamente descrip' las demás condiciones que hemos establecido. Pues, ¿quién

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podrá decir si lo que el equipo E1 mantiene y promueve co- Ilado su habilidad con respecto a la dirección si no hubiera
mo el modelo de juego es un logro mejor ("más verdadero" aspirado a conyertir a los seguidores. . . y así sucesivamente
o o'más ortodoxo") qrr. el de, digamos , 82, cuyos miembros con todos los equipos contendientes. Este resultado de la
sin duda han contendido con dificultades muy diferentes competencia continua no justifica las reivindicaciones de
y han explotado ventajas muy distintas al concentrarse en ninguno de nuestros equipos; pero se podría decir que jus-
un factor diferente, la dirección? En general, parecería im- tifica, ceteris paribus, el empleo combinado del concepto
posible fijar un principio gen eral para decidir cuál de esos esencialmente impugnado de "los campeones" por parte de
dos equipos realmente lo ha "hecho mejor" su propia todos los equipos contendientes.
manera de promover o mantener la excelencia-en característica Pueden agregarse dos comentarios a esta defensa. (a) Tie-
revelada en el modelo de juego. ne una obvia afinidad con Ia ahora famosa teoría de la
Hemos dado ya dos pasos en Ia defensa de continuar "competencia" entre hipótesis científicas rivales, teoría que
el uso de nuestro concepto esencialmente impugnado "los sin duda hace mucho por explicar el progreso aparentemen-
campeones": (I) hemos visto que cada uno de nuestros equi- te inherente de las ciencias naturales. Pero sus diferencias
pos afirma puede señalar hechos que parecen apoyar su con esta teoría son tan importantes como su afinidad con
afirmación- -y que su estilo de juego encarna "la verdadera ella. La competencia entre hipótesis científicas funciona con
herencia" o "el método correcto de desarrollo" del modelo éxito en buena medida porque hay métodos o principios
de juego. (II) Hemos visto que no puede haber un método generales reconocidos para decidir entre hipótesis rivales,
o principio general para decidir entre las afirmaciones he- aunque estos métodos o principios quizá nttnca lleguen a
chas por los diferentes equipos. Por cierto, estos pasos no ser formalizados por completo o aunque nunca se alcance
justifican la afirmación de ningún equipo particular, por un consenso al respecto. Pero nada de esto es cierto, ni
ejemplo, de que s¿ forma de jugar es la mejor. De hecho, remotamente, en el caso de los conceptos esencialmente
si lo hicieran, el concepto de "los campeones" dejaría de impugnados; ninguno de éstos, en la naturaleza del caso,
ser esencialmente impugnado. No obstante, recordando el llega a sucumbir como acaba por suceder con la mayo-
carácter internamente complejo, diversamente descriptible ría de las teorías -tal
científicas- a un golpe decisivo o nocaut
y peculiarmente "abierto" del logro del modelo, tenemos técnico. (b) La anterior defensa de continuar el uso de un
que admitir Ia siguiente posibilidad: que este logro pudo concepto esencialmente impugnado es en extremo condi-
no haber sido revivido y mantenido o desarrollado al nivel cional. Se introduce como una posibilidad que los hechos
óptimo permitido por las circunstancias reales, excepto en en ciertos casos pueden excluir de inmediato. Por ejemplo,
el caso de una competencia continua por el campeonato podría resultar que continuar el uso de dos o más versiones
reconocido (y de la aceptación de un criterio particular de rivales de un concepto esencialmente impugnado tuviera el
"campeonato"), que mi ejemplo artificial tenía por objeto efecto de frustrar del todo la clase de actividad y logro
ilustrar. De este modo, el equipo Et difícilmente podría ha- que este concepto debía evaluar (.. y mediante todas las
ber desarrollado su ataque de pura velocidad a su excelencia versiones rivales contendientes) mediante evaluaciones
actual si no hubiera aspirado a convertir a los seguidores del -y
positivas ayudar a mantener. Incluso en casos más favo-
equipo 82,, que a su vez difícilmente podría haber desarro- rables, la cuestión de si de hecho la competencia entre
1B 19
apirantes rivales ha mantenido o desarrollado los logros probabilidad o la verosimilitud, en los sentidos apropiados
del modelo original hasta un nivel óptimo, por lo común de estos términos, de Ia afirmación de que Ia competencia
será muy difícil de decidir. A este respecto, éste es el pri- continua por reconocimiento entre los usuarios rivales de
mer significado de la frase "ceteris paribus". Pero, una vez un concepto permite que el logro del modelo original sea
más, aun en los casos en que la pregunta pudiera respon- mantenido y desarrollado hasta un punto óptirno.
derse de manera afirmativa con respecto al tipo de logro
en cuestión, el costo de mantenerlo y desarrollarlo compe- Algunos ejemplos reales
titivamente bien se puede juzgar demasiado alto a la luz
de sus efectos más generales. En cuanto a esto, nuestro Los ejemplos gue he elegido son los conceptos de arte,
ejemplo artificial del alegre campo deportivo era demasia- democracia, justicia social, y el de la observancia de una
do favorable. Sugería un resultado principal y al menos religión particular, o la participación en ella. Ninguno de
inofensivo: el mantenimiento y el desarrollo de habilidades estos conceptos se ajusta con perfecta precisión a las siete
atléticas competitivamente conectadas. Pero supóngase que condiciones que he establecido antes. Pero, ¿se ajustan a
la búsqueda del campeonato de nuestro ejemplo diera como mis condiciones con la suficiente precisión como para que
resultado el empobrecimiento de todos los jugadores y de estemos de acuerdo en que su impugnabilidad esencial ex-
sus seguidores (po, el descuido de sus propios asuntos), o plica contribuye mucho a explicar- Ias formas en que
-o en argumentos característicos en estética, políti-
funcionan
la formación de violentas divisiones políticas entre equipos
diferentes y sus seguidores; entonces nuestra reacción ante ca y religión? Esta pregunta es la prueba que creo que la
ella sería muy diferente. Es evidente gu€, en general, la descripción que he dado de ellos satisfará.
anterior defensa de continuar el uso de cualquier concepto De los conceptos recién mencionados, me parece que el
esencialmente impugnado está sujeta a condiciones muy cuarto satisface de forma más cercana y cabal mis múl-
estrictas. tiples condiciones. Considérese, como ejemplo de ello, la
Resumamos esta parte de nuestra discusión. Las condi- frase "una vida cristiana". Está claro que éste es un término
ciones (I) u (V) como, fueron planteadas en las páginas 12- evaluativo; si uno lo piensa bien, se puede ver, de manera
15 precedentes, nos dan las condiciones formalmente defi- igualmente clara, que significa un logro internamente com-
nitorias de la impugnabilidad esencial. Pero no distinguen plejo, diversamente descriptible y "abierto" en Ios sentidos
entre el concepto esencialmente impugnado y la clase de que he dado a esos términos. Con demasiada frecuencia, si
t'defen-
concepto gue, como resultado del análisis o la experimen- no es que srempre, se usa tanto "agresiva" como
tación, se puede mostrar que es radicalmente confuso. Con sivamente". Es obvio que cualquier uso adecuado de ese
el fin de hacer esta distinción, que representa, en efecto, concepto se ajusta a la primera de mis dos condiciones de
justificar que se continúe el uso de cualquier concepto esen- justificación, la (VI); mientras que su ajuste a la condi-
cialmente impugnado, es necesario añadir dos condiciones ción (VII) que establecí podría ser aceptado (aunque sin
más. Estas son: (VI) la derivación de cualquier concepto de duda con muchas condiciones y matices diferentes) no sólo
este tipo de un modelo original cuya autoridad sea recono- por cristianos liberales, sino por espíritus liberales de otro
cida por todos los usuarios rivales del concepto, y (VII) la (o incluso de ningún) credo religioso.

20
2l
EI caso más cuestionable es el de su adecuación a la nes que no son difíciles de encontrar. Pasando de nuevo por
condició" (V). ¿Se usa la frase "una vida cristiana" nece- las cinco condiciones necesarias de impugnabilidad esencial
sariamente de forma agresiva y defensiva? La historia de que establecimos, podemos sin dificultad coincidir en que:
siempre de la cristiandad es, sin duda, la de una Iglesia do- (I) el término Arte, tal como lo usamos hoy en día, es sobre
minante, en cualquier lugar o época, y por lo común varias todo, si no es que exclusivamente, un término evaluativo.
sectas disidentes o protestantes. Pero, ¿hay algo inherente- (II) EI tipo de logro que acredita es siempre internamente
mente necesario en esta historia? ¿Es el reino cristiano en complejo. (III) Este logro ha probado ser diversamente des-
esencia, también aquí abajo, un reino de muchas moradas? criptible, sobre todo, si no es que exclusivamente, porque
No se puede decir que la adecuación a las condiciones (I) u en ocasiones y en círculos diferentes ha parecido tanto na-
(IV) y a la condición (VI), en éste o en cualquier ejemplo, tural como justificable describir el fenómeno del Arte con
implique tal conclusión. Pero hace en extremo probable un énfasis dominante en la obra de Arte misma (producto
que tal conclusión se siga; y dado su desarrollo histórico artístico), en la respuesta del auditorio o espectador, en
hasta Ia fecha posiblemente es algo que la cristian- el fin e inspiración del artista, en la tradición dentro de
-que a cualquier otra gran religión) nunca
dad (en esto semejante la que trabaja el artista, o bien en el hecho general de la
podrá perder-, su carácter impugnado, o el uso agresivo comunicación que se establece entre el artista y el público,
y defensivo de muchas de sus doctrinas y principios clave por medio de Ia obra de arte. (IV) El logro artístico, o la
parecerían ahora pertenecer a ella de forma inherente. persistencia de la actividad artística, es siempre de carác-
Dicho esto no me propongo insistir más en este ejemplo, ter "abierto" en el sentido de que, en cualquier etapa de
en parte debido a mi ignorancia de los textos apologéticos su historia, nadie puede predecir o prescribir qué nuevo
pertinentes, pero, ante todo, porque más adelante intenta- desarrollo de las formas actuales de arte puede llegar a ser
ré ocuparme, de un modo más general, del problema de considerado de valor propiamente artístico. (V) Los artistas
mayor relevancia. El problema es el siguiente y podría ser y críticos inteligentes no tendrán inconvenientes en admitir
planteado por cualquier crítico de orientación positivista de que el término Arte y sus derivados se usan, casi siempre,
cualquier religión: de si los supuestos argumentos por Ios tanto agresiva como defensivamente.
que los seguidores de un credo buscan convertir a los se- Debo admitir que mi primera condición justificadora
guidores de otros credos son de alguna manera verdaderos derivación de un solo modelo reconocido por todos (en
argumentos. -la
este caso una sola tradición artística)- ,o se puede aplicar
Consideremos a continuación el concepto de arte. Aquí simple o directamente. Está claro que ha habido diferentes
también, como en nuestro ejemplo previo, la aclaración nos tradiciones artísticas, con frecuencia bastante independien-
exige que veamos este concepto con los ojos del historiador tes. No obstante, creo que en cualquier discusión inteligen-
y con los del lógico; pues quizás, el hecho más interesan- te sobre obras de arte o sobre valoración artística, es muy
te respecto a ese concepto sea la brevedad de su historia, fácil advertir qué tradición artística particular o qué con-
la fecha comparativamente reciente de su "llegada" como junto de tradiciones se considera el 'omodelo". Finalmente,
concepto teórico. No obstante, a lo largo de esa historia ha por lo menos se podría argüir que los efectos estimulantes
tenido éxito en ser continuamente impugnado, y por razo- de competencia entre diferentes puntos de vista estéticos,

22 23
o diferentes estilos de descripción de valores estéticos, nos los arreglos en cuestión, se pueden esperar resultados de-
han dado una justificación suficiente para seguir usando mocráticos, o bien qúe es improbable o incluso imposible
Arte como un término esencialmente impugnado. que los haya. Pero esos usos o menciones del término de-
Creo que vale la pena añadir, para dar respuesta a las mocracia inspirados en la teoría no nos interesan aquí. Los
objeciones de quienes condenan el término Arte por consi- dos usos anteriores presuponen un uso más elemental, el
derarlo un término general inútil, que se podría dar una ex- cual se puede decir que expresa (y, hoy en día, por lo
plicación que apoye el uso real de varios términos estéticos general que expresa su aprobación a) ciertas aspiraciones
relativamente específicos en la crítica de arte. Mencionaré políticas que han tomado cuerpo en innumerables revueltas
sólo un ejemplo: la noción de colorido. Desde puntos de y revoluciones de esclavos, de campesinos, de ciudadanos y
vista estéticos diferentes, el colorido, como término eva- de clases medias, así como en muchísimas constituciones
luativo, puede ser usado para referirse, sobre todo, a la nacionales y en documentos y programas de partidos. Estas
disposición de los pigmentos sobre una superficie, al uso aspiraciones se centran, evidentemente, en un reclamo de
de los pigmentos para transmitir otros efectos espaciales, il
una mayor igualdad: o, dicho en términos negativos, se
por ejemplo, la consistencia, la distancia, etc., así como a formulan contra gobiernos y regímenes sociales cuya fina-
su uso para representar o sugerir ciertas formas que en- lidad es prolongar grandes desigualdades. Por cierto, así
contramos en la naturaleza, o para expresar algo peculiar concebido, el concepto de democracia es extremadamente
(individual, novedoso, importante) en el modo general de vago, pero creo que no de forma irremediable, como lo
ver las cosas que tiene el artista. Siendo así, no es difícil es, por ejemplo, el concepto de la "causa de derecho". Su
advertir que Ia noción de colorido se usa, de hecho, de una vaguedad refleja su condición de crecimiento real e inci-
forma esencialmente impugnada, aun cuando este hecho no piente; y si queremos entender esa condición y controlar
sea admitido por la mayoría de los críticos y los estudiosos sus caprichos prácticos y lógicos, el primer paso es, en mi
de la estética. opinión, reconocer su carácter de esencialmente impugna-
Llegamos ahora al concepto de Democracia, y antes que do. Por consiguiente repasemos una vez más mi lista de
nada quiero aclarar cuáles de sus usos, en el análisis polí- condiciones de definición y de justificación.
tico, zo discutiremos aquí. A veces, en una discusión po- (I) El concepto de clemocracia que estamos discutiendo
Iítica, se hace referencia a las condiciones o a las acciones es evaluativo; desde luego muchos insistirán en que duran-
il
políticas reales y luego se formula la pregunta: "¿Puedes te los últimos 150 años se ha establecido firmemente como
llamar a eso democrático?" o "¿Es eslo un ejemplo de tu ü
el concepto político evaluativo par excellence. Aparte de
democracía?" Pero las preguntas sobre la práctica real, que las cuestiones de eficiencia y seguridad, la pregunta fun-
vindican o contradicen ciertos usos particulares del término damental sobre cualquier decisión política importante ha
"democracia" no nos interesan aquí. Por otro lado, cuando sido: ¿es democrática? En contraste, el concepto de liber-
los voceros políticos recomiendan ciertos arreglos políticos tad, o más precisamente, el de libertades particulares que
o critican otros, hacen uso algunas yeces de consideracio- merecen protección, sin tener en cuenta su envergadura o
nes teóricos (sacadas quizá de la ciencia política, quizá de atractivo democráticos, parece haber perdido cada vez más
la filosofía política), que parecen mostrar que a partir de terreno.

24 25
(II) y (III) EI concepto de democracia que analizamos Supongamos una sociedad que responde en alto grado a
es internamente tan complejo que cualquier logro (o pro- Ias condiciones exigidas por las descripciones (b) y (c). En
grama) democrático admite una variedad de descripciones, tal sociedad, razonablemente se esperaría que el gobierno
én las que sus diferentes aspectos se clasifican en diferen- se mostrara sensible, en un grado importante, ante los mo-
tes órdánes de importancia. Enumero como ejemplos de I
vimientos de opinión popular. Sin embargo, este resultado
diferentes aspectos: (a) Democracia significa ante todo el no exige de manera necesaria medios constitucionalmente
poder de la mayoría de los ciudadanos para elegir (y .uT- reconocidos (por ejemplo, sufragio universal y secreto y la
tia.) gobiernos poder que parecería implicar, por lo existencia de una verdadera competencia entre partidos)
-un
menos en comunidades grandes, algo así como Ia institu- para la remoción total de un gobierno. La práctica de cier-
ción de partidos que compiten por el liderazgo político; tas iglesias, que afirman satisfacer demandas propiamente
(b) Demócracia significa básicamente igualdad de todos los democráticas, muestra en este caso una curiosa analogía con
ciudadanos, sin tomar en consideración raza) credo, sexo, aquellos gobiernos que insisten en su carácter democráti-
etc., para alcanzar posiciones de responsabilidad y lideraz- co mientras que le niegan a sus ciudadanos el derecho de
go páhticos, (c) Democracia significa, en primer lugar, la "elección libre" según el modelo occidental. Por esta raz6n,
óo.tlit rru participación activa de los ciudadanos en Ia vida así como por otras que el espacio me impide desarrollar
política .t todoi los niveles, es decir, la democracia es real aquí, concluyo que la concepción popular de democracia
óuando y en Ia medida en que hay realmente autogobierno. se adecua a las condiciones de impugnabilidad esencial (II)
De estas descripciones, (b) y (c) ponen el énfasis en los y (III) que establecí.
aspectos de la democracia que sin duda pueden existir en (IV) El concepto de democracia que estamos discutiendo
mayor o menor grado Y Que, por lo tanto, están sujetos es de carácter "abierto". Siendo la política el arte de lo po-
a ser situados de modos distintos según su importancia sible, los objetivos democráticos se elevarán o disminuirán
relativa. Pero, ¿acaso Ia descripción (a) no establece una
exigencia absolutay, por Io tanto, una condición necesaria (independientemente de lo restringido que esté su disfrute) son cosas
de importancia primordial incluso una condición que, prima facie, merecen protección, y (II) que la existencia de una

suficiánte- de una sociedad-quizás


amplia variedad de libertades (disfrutadas por ciudadanos de diferentes
democrática? Nosotros, desde niveles) ha sido históricamente, una condición necesaria de nuestros
nuestra tradición occidental, por lo común afirmamos esto; valores y logros específicamente democráticos, y lo sigue siendo hoy en
pero creo que nuestra afirmación es confusa, a pesar de que día. Estas dos afirmaciones, me parece, reflejan nuestra comprensión
de una verdad histórica particular de inmensa importancia: cómo la
nuestras prácticas democráticas hasta la fecha puedan no
democracia ha echado raíces y florecido en Occidente. Pero si se las
haber sidó en nada peor por esa presenta como verdades políticas universales que expresan las condi-
"urru.3
ciones necesarias de cualquler aspiración o logro democrático genuino,
3 Digo confusa, porque me parece que la afirmación de que.la entonces estarán expuestas a ser cuestionadas. A mucha gente en el
descripcián (a) es de-carácter absbluto y primordial (y quizá también mundo hoy en día le deben parecer, en efecto, no tan cuestionables
lógicamente suficiente) se suele fundamentar en dos principios o 9I":r- como del todo irrelevantes para su situación real, y en cierto sentido
ciás líberales, a saber, (I) que esas libertades políticas que son disfru- insultantemente intrascendentes. ¿Cuál es la pertinencia de una filo-
tadas por todos (o casi todoi) nuestros ciudadanos merecen protección, sofía de las libertades políticas burkeana para la gran mayoría de los
antes qüe .r"da porqr" toda's las libertades tradicionalmente aceptadas asiáticos y africanos de hoy en día?

26 27
según cambien las circunstancias, y los logros democráticos Mientras que los conceptos de religión, arte y democracia
siempre se juzgan a la luz de tales cambios. (V) El concepto parecen admitir, según mi condición (III), un número in-
de democracia que estamos discutiendo es usado tanto agre- definido de descripciones posibles, el concepto de justicia
siva como defensivamente. Esto apenas requiere discusión social, tal como se usa popularmente hoy en día, parece
para aquellos que rechazan la idea de que no hay admitir sólo dos.a De éstas, la primera se basa en las ideas
-salvo
más que un solo uso general del término "democracia". Mi de mérito y conmutación: Ia justicia consiste en instituir
respuesta es que tal gente descuida la posibilidad de un y aplicar aquellas disposiciones sociales por medio de las
único uso general esencialmente constituido por varios de cuales un individuo con méritos recibe un derecho a cam-
sus usos: ![ue se impugnan y son impugnados mutuamente.
bio. La segunda se basa el sentido de presuponer-
(VI) Estos usos reclaman la autoridad de un modelo, es de-
en las ideas (o ideales) de-en
cooperación, para proveer lo in-
cir, de una larga tradición (tal vez de varias tradiciones his-
dispensable para una vida humana que valga la pena, y de
tóricamente independientes pero bastante semejantes) de
distribución de productos para asegurar tal tipo de vida a
demandas, aspiraciones, revueltas y reformas de un carác-
todos los que cooperen. Es natural tomar estas dos descrip-
rer arutidesigualitario común; y para ver que la vaguedad
ciones como características de dos facetas de la moralidad
de esta tradición de ninguna manera afecta su influencia
contemporánea, que pueden etiquetarse como liberal y so-
como modelo, sólo tenemos que recordar cuántos y cuán
variados movimientos políticos afirman haberse inspirado cialista, respectivamente. Pero de hecho parecería que estas
en la Revolución Francesa. (VID ¿Podemos, por último, dos facetas aparecen en cualquier moralidad o enseñanza
añadir que resulta probable que la competencia continua moral digna de ese nombre: tómese nota, por ejemplo, de
por reconocimiento entre usos rivales del concepto popular las lecciones opuestas de la parábola de los talentos y de la
de democracia conduzca a un desarrollo óptimo de los vagos parábola del viñedo o, en un plano más humilde, contrás-
fines y confusos logros de la tradición democrática? ¿No es, tese cómo se suele alentar a los niños para mostrarles sus
en todo caso, más probable que termine echando más leña méritos, o para que se esfuercen por el bien de la familia,
al fuego del conflicto bastante alimentado por otras del grupo o del equipo.
-ya
causas- entre aquellos grupos de gente y de naciones que Es la dualidad pura de estos usos opuestos lo que resulta
discuten su uso apropiado? No es trabajo del presente aná- de particular interés, dado que sugiere un puente entre
lisis, ni de la filosofía política en general, ofrecer prediccio- aquellos conceptos evaluativos que se pueden describir de
nes o consejos particulares sobre este tipo de asuntos. Pero modos diversos e impugnar esencialmente y aquellos otros
nuestro análisis actual sí conduce a la siguiente pregunta, a los que el uso cotidiano hace aparecer como si fueran
para Ia que se pueden establecer paralelos con mis otros de una sola descripción y universalmente reconocidos. Así
ejemplos reales, y que trataré de responder más adelante son los conceptos centrales de Ia ética; y la relación de
de una forma generalizada, a saber, ¿de qué manera debería- éstos con mi nueva agrupación de conceptos propuesta es
mos esperar que las actuales disputas sobre el concepto de
democracia se vean afectadas si su carácter esencialmente a Véu.. mi artículo "Liberal Morality and Social Morality", Philos-
impugnado es reconocido por todos los interesados? XXIV, no. 91, 1950, pp. 318-334.
ophy, vol.

28 29
Lo primero que tenemos que hacer, entonces, es decidir si
la tercera pregunta que reservo para discutir por separado
conforme a esta condición posibilidad de obtener acep-
tación universal- provee -la
más adelante.
un criterio necesario de la auten-
ticidad de todo tipo de argumentos o discusiones. Ahora
Preguntas pendientes
bien, una respuesta afirmativa a esta pregunta sin duda
supondré ahora que todos mis ejempl_o_1_reales se ajustan requiere alguna defensa especial; pues la noción de posible
-"y de cerca a mis condiciones (I)-(VII) como para es- acuerdo universal definitivo es en extremo compleja y no
tar de acuerdo en que la nueva agrupación de conceptos figura entre los criterios comúnmente reconocidos de jus-
propuesta ayudará mucho a explicTt:t' Pero, ¿qué otros tificación racional. Además, yo diría que quienes nos han
i"rrttudos podemos esperar de ella? Para responder esto, exhortado a aceptar una respuesta afirmativa en este caso
vuelvo u lui tres preguntas que dejé pendientes en Ia sec- no han puesto ninguna atención a la existencia de concep-
ción previa, sob.e la buse de que admitirían con provecho tos esencialmente impugnados, y tampoco han examinado
un tratamiento más generalizado. en detalle las peculiares estructuras de argumentación a las
(I) ¿Son las discuiior,". interminables a las que el uso que dan lugar sus usos. En espera de tal examen, por 1o
de'"rJ1quier concepto esencialmente impugnado da lugar tanto, concluyo que Ia primera forma de objeción posible
discusio nes genuinas, es decir, de tal carácter que resulta no tiene que causarnos gran preocupación.
adecuado upli.urles las nociones de evidencia, contunden- Pero ahora la objeción puede ponerse sobre bases más ge-
cia y persuasión racional? Esta es, en efecto, la pregunta nerales, es decir, gu€, como hemos admitido explícitamen-
d" si ñay tal cosa como "la lógica" de la conaersión tanto te, es imposible encontrar un principio general para decidir
en los .á-po. religioso o estético como en el de la política cuál entre dos usos rivales de un concepto esencialmente
o la moral. ¿Son álgunot conversiones en cualquiera de impugnado en verdad "lo usa mejor". Si no se puede en-
estos campos de tal clase que puedan ser descritas como contrar o fijar tal principio, ¿cómo pueden los argumentos
lógicamenie justificadas o defendibles? O, por el contrario, de los contendientes en tal discusión someterse a una eya-
siempre cambios de Iuación lógica? Mi respuesta es que aun cuando no se pueda
¿1á corrersitnes en estos campos s9n
punto de vista que pueden en verdad efectuarse o conse- obtener un principio general para decidir una forma
-de de alcanzar
que logre o que haga que quepa la posibilidad
g.rirse por métoáo. apropiados, y pued_en ser causalmente
á*plicados aduciendo hechos y generalizaciones pertinen- un acuerdo definitivo- cuál entre varios usos rivales de un
tes, pero sólo de tal modo que la idea- de "justificación" concepto determinado es su "mejor uso", todavía es posi-
lógica les resulta inadecuada? Nuestra discusión previa ha ble explicar o mostrar la racionalidad de que un indiuiduo
püsto suficiente énfasis en un punto de suma importancia: determinado continúe el uso (o en el caso más drástico de
qrr" ri la noción de justificación lógica se puede aplicar sólo conversi6n: cambie su uso) del concepto en cuestión.
u tul". tesis y argumentos que se suponen capaces de obte-
Para mostrar cómo es posible esto, volvamos una vez
más al ejemplo artificial que propuse, y consideremos a
ner, a largo plari, aceptación universal, las discusiones a las
los seguidores de tres equipos contendientes Et, Ez y Eg.
que dan l"gu. los usos de cualquier concepto esencialmente
i-prgrrudo- ,ro son en absoluto ni genuinas ni racionales.
Y en aras de la sencillez supongamos que se puede decir
31
30
versario del equipo en cuestión hasta entonces vacilante se
que el estilo de juego d,e E2 está en el punto intermedio
puede consider ar justfficable simplemente algo que
átr. los estilos de Et y de 83. Recordemos? además, que -no leyes psicológicas o
era de esperarse a la luz de conocidas
en cada uno de estos grupos de seguidores habrá siem-
sociológicas pertinentes-, dado el estado de información
pre o individuos marginales o que vacilan, que están más
qr" de los atractivos características más previo del indeciso y dadas las bases sobre las que antes
-las
"orrscientes de los demás equipos
*br"rulientes- que no son el que apoyó a un equipo y se opuso al otro. Por esta razón po-
y apoyan. Concentrémonos en un demos distinguir las conversiones más o menos respetables
de momento favorecen
un seguidor marginal desde el punto de vista intelectual de aquellas que obedecen
individu o 12, que en la actualidad es
d,e 82. Un á".á-p.ño particular del equipo Er o algún co-
sobre todo a la emoción, o incluso de aquellas completa-
mente siniestras. Por cierto, ese oponente que no se decidÍa
mentario evaluativo .ugu, de uno de los seguidores de E1
repentinamente lo lleva a darse cuenta mucho mejor que a usar un concepto esencialmente impugnado no tendría
justificación al transferir su lealtad en las circunstancias
hasta entonces de la justicia del reclamo de E1 en cuan-
to a que ellos mantienen y promueven el estilo de juego planteadas si fuera capaz, durante un periodo indefinido,
del equipo modelo de "la méjor manera posible". Esto in- de abstenerse de apoyar cualquiera de sus posibles usos, es
clina iu tulu, za para él y se convierte en un seguidor de decir, de adoptar una actitud completamente libre de com-
81. Pero ahora podemos suponer que el mismo desempe - promisos. Pero, como ocurre en nuestro ejemplo artificial,
ñá particular (o el sagaz comentario evaluativo) ha tenido en la vida con frecuencia se excluye esta posibilidad. Las
,.,u irrfluencia .orrrpuiuble no tan notablemente exigencias de la vida por lo común demandan que "quien
-aunque no está con nosotros, está contra nosotros", o que aquel
efectiva- sobre otros fieles seguidores de E2. Los ha sacu-
dido un poco, podríamos decir. Por Io menos los ha hecho que duda en dar su apoyo o en hacer su contribución a un
conscienies de qr., en circunstancias comparables, E2 debe equipo o a otro está perdido, no sólo para cualquiera de
hacer una adapiación comparativamente efectiva de su es- los equipos que podría haber reclamado su apoyo, también
tilo de juego ,i qri"re ,rrurrt"rr"r su apoyo inquebrantable' para el juego mismo y para todo. Desde este punto de vista,
Además,'ridop"odemos suponer que, aunque- los seguidores de "la lógica de la conversión" de un uso impugnado de un
E3 har, sacudidós en menor medida po-, -"t: desem- concepto esencialmente impugnado a otro, es totalmente
o'despabilado"; y de comparable a la lógica de cualquier decisión única: y así
pJro particular, por Io menos se han
manera semelantá, con grados decrecientes de fuerza para como en el último caso más general, en lo que nos con-
los seguidores de otros equipos cuyos estilos de juego están cierne aquí, no cabe casi ninguna duda de que se pueden
aún más apartadas del de E1. atribuir mayores o menores grados de racionalidad natural
Para plántearlo menos artificialmente, lo que- estoy afir- y adecuadamente a que se continúe un uso, o a que se
mando á= qr. se puede reconocer que cierta evidencia o un cambie de uso, en lugar de otros.
argumento expuesto por uno de los contendientes en una Huy que añadir dos cuestiones para reforzar esta expli-
diícusió, al pár"cer inte.minable tiene una fuerza lógica de- cación. Los 'omoralistas de la actitud"* han solido afirmar
finitiva, incluso para aquellos a quienes no logra convencer * En inglés attitude-nloralists: "moralistas de la actitud" son aque'
o convertir; y cüarrdo ásto ocurñ, lu conversión de un ad-
33
32
que el único contenido significativo de cualquier discusión determinada de la historia de los usos continuados de cual-
moral debe implicar los hechos hechos empíricamen- quier concepto esencialmente impugnado, sin duda será
te verificables- del asunto en -los
cuestión. Es importante necesario apelar a la historia psicológica o sociológica, o a
contrastar esta aseyeración con nuestra explicación de la los hechos históricos conocidos de los antecedentes de una
conversión del individu o IZ. Lo que 12 recorroce en mi ex- persona o de un grupo, para explicar sus preferencias o
plicación es, si se quiere, un hecho, pero no un mero obser' adhesiones. Pero admitir esto no significa negar la existen-
uandum empírico. Es el hecho, más bien, de que un logro cia, o por lo menos la posibilidad, de factores lógicamente
particular (de E1) revive y realiza si se pusiera en evaluables en el uso, o cambio de uso, de un concepto
-como
relieve- algún aspecto ya reconocido de un estilo de des- impugnado particular por parte de un individuo.
empeño ya valorado, esto es, el del modelo original. A causa Nuestra segunda pregunta pendiente puede formularse
de este desempeño particular, ,I2 entiende, o afirma enten- de la siguiente manera: ¿de qué formas deberíamos esperar
der, más clara y completamente por quéha reconocido y se- que el reconocimiento del carácter esencialmente impugna-
guido el estilo de desempeño del modelo desde el principio. do de un concepto determinado afecte los usos futuros que
Pu.u é1, la balanza se inclina no, por alguna excentricidad, le den diferentes grupos en competencia?
de su temperamento explicable psicológicamente o no sólo Deben establecerse dos puntos preliminares: (I) es im-
por eso, ni por algún obseruandum cuya mera ocurrencia portante distinguir con claridad tal reconocimiento
-una
hazañ,a intelectual de "orden superior" y hasta cierto punto
todos los observadores deben reconocer, sino por su reco-
nocimiento de un valor ![u€, dada su particular situación compleja- del reconocimiento cotidiano de "orden infe-
evaluativa marginal, es definitivo para é1, aunque para otros rior" de que uno está usando un concepto determinado tan-
sea sólo impresionante, sorprendente o digno de notarse. to agresiva como defensivamente. La diferencia está entre
Aunque insistimos en que puede haber toda esta obje- reconocer que uno tiene, y supuestamente continuará te-
tividad en la base de cualquier conversión particular, de niendo, contendientes, y reconocer que éste es un aspecto
todas formas podemos coincidir, con los "moralistas de la esencial de la actividad que uno está desempeñando. La
actitud" en que las diferencias fundamentales de actitud, ventaja obvia del reconocimiento de "orden superior" es
de una clase para la que no puede darse ninguna justifi- que (suponiendo que mi presente análisis sea aceptable)
cación lógica, también deben estar detrás de la clase de hace que los grupos implicados tomen conciencia de una
situación que acabamos de analizar. ¿Por qué un estilo de verdad importante. Pero ésta será una verdad de orden su-
juego debería llamar la atención (como en nuestro ejemplo perior, cuya significación puede entenderse mejor desde el
artificial) a un grupo de seguidores y otro estilo a un se- punto de vista de sus aplicaciones cotidianas importantes.
gundo grupo? ¿Por qué una faceta de la democracia o del La respuesta que estamos buscando debe permitirnos res-
mensaje cristiano debería interesar tanto a un tipo, gru- ponder a las siguientes preguntas: ¿qué probabilidad hay
po o comunión, Y otra faceta a otros? En cualquier etapa de que un cristiano de denominación X se vea afectado,
con respecto a su lealtad intelectual a X (y consecuente
llos que entienden el discurso moral como la expresión de meras acti-
repudio a Y y Z), por el reconocimiento que aquí esta-
tudes. [N. del t.] mos discutiendo? De modo semejante, .¿cómo repercutirá

34 35
en el estudiante de arte el reconocimiento de que diferentes los usuarios contendientes de cualquier concepto esencial-
grupos de críticos no sólo no están de acuerdo, sino gu€, mente impugnado crean, aunque sea ilusamente, que su
dada la naturaleza del caso, debe esperarse que no estén propio uso es el único que puede merecer aprobación ho-
de acuerdo en sus puntos de vista fundamentales? Y así nesta e informada, es probable que persistan en su espe-
sucesivamente para los otros casos. (II) También es impor- ranza de que acabarán por persuadir y convertir a todos
tante subrayar que los resultados que aquí nos conciernen sus adversarios por medios lógicos. Pero una vez que sale
no son de carácter previsible o causalmente explicable. Las a relucir Ia verdad decir, la impugnabilidad esencial
operaciones teóricas y prácticas posibles al reconocer que -es
del concepto en cuestión-, entonces esta inofensiva, si
un concepto es esencialmente impugnado son operaciones bien ilusoria, esperanza bien puede ser reemplazada por
lógicamente evaluables y justificables, como las que espera- una inexorable decisión de cortar el cacareo, maldecir a los
rÍamos de un ser razonable, aunque, por causas psicológicas herejes y exterminar a los indeseables.
o sociales especiales, un individuo determinado pueda no Esta consideración podría darnos qué pensar hasta que
considerarlas. Por lo tanto, no es ni redundante ni irrele- recordemos que los voceros de la Razón siempre han traído
vante insistir en que el examen de estos resultados es parte peligro, además de luz, a sus oyentes. Las consecuencias de
imgortante de nuestro análisis. la exigencia presente reconocimiento de la impugnabi-
Esta parece ser parte de la respuesta a nuestra pregun- lidad esencial en casos-el
apropiad no es, en este aspecto,
ta. El reconocimiento de un concepto determinado como nada extraordinario. En cualquier caso, la objeción anterior
esencialmente impugnado implica el reconocimiento de sus da demasiado crédito a lo "razonable" de quienes emplea-
usos rivales (como los que uno mismo repudia) no sólo co- rán la raz6n sólo dada la posibilidad de alcanzar una victoria
mo lógicamente posibles y humanamente "probables", sino por nocaut. El dato pertinente es, más bien: eu€ los hom-
como de potencial valor crítico permanente con respecto al bres perversos siempre quieren victorias rápidas; prefieren
propio uso o interpretación del concepto en cuestión; mien- la eliminación de los adversarios hoy, a su conversión
tras que, por el contrario, ver cualquier uso rival como un incluso a su adecuado adoctrinamiento- el día de mañana. -o
anatema, necio, brutal o lunático significa, en muchos ca- Además, lo que ha llamado nuestra atención en la presente
sos, someterse al peligro humano crónico de subestimar el objeción es simplemente una posible consecuencia causal
valor de las posiciones de los oponentes. Una consecuencia ningún modo lógicamente justificable- del recono-
muy deseable del reconocimiento requerido en cualquier -de
cimiento de un determinado concepto como esencialmente
caso apropiado de impugnabilidad esencial que cabría es- impugnado y, por lo tanto, no tiene ninguna pertinencia
perar es, por lo tanto, un notable incremento en el nivel de lógica para nuestro análisis actual.
calidad de los argumentos en las discusiones de los grupos Mi última pregunta pendiente puede formularse como si-
contendientes. Y esto significaria, prima facie, una justifi- gue: ¿cuál es la importancia del nuevo grupo de conceptos
cación para continuar la competencia por ganar el apoyo y que he propuesto en relación con los conceptos normativos
el reconocimiento entre los diversos grupos contendientes. y evaluativos centrales de la ética? O, más específicamen-
Pero, en contraste con esta visión optimista, podrían adu- te: si ciertos conceptos evaluativos muy importantes (po,
cirse las siguientes consideraciones más sombrías. Mientras ejemplo, los de democracia y justicia social) resultan ser

36 37
de un carácter esencialmente impugnado, ¿cómo afectaría tor" (cuando queremos decir un pintor sincero, sensi-
esto la suposición común de que los conceptos centrales de ble, inteligente, que siempre vale la pena, aunque no
la ética tólo .. pueden describir de una manera única y de necesariamente un ttgran" o un "excelente" pintor),
un tipo que exige asentimiento universal? "un buen marido", etc. Parece del todo claro que en
todos estos usos, nuestro concepto de la actividad en la
Es- evidente que ni siquiera puedo intentar formular, y
cual, y por medio de la cual se dice que la bondad del
todavía menos defender, una respuesta convincente para
hombre se manifiesta, es de un carácter esencialmente
estas preguntas en el espacio que me queda. Sin embar-
impugnado. "Él era un buen cristiano", dice X, a Io
go, tal yez éstas sean las preguntas más importantes que
que Y responde con aspereza "Supongo que quieres
este artículo plantea: intentaré, por lo tanto, una nueva
decir que él era un buen feligrés". "El era un buen
exposición breve de ellas, para mostrar su importancia pa-
marido", dice X, e Y responde "Estoy de acuerdo en
ra términos como "bondad moral" y "deber". Luego dejaré
que él era fiel, serio, trabajador y nunca levantó la
que mis lectores saquen sus propias conclusiones y (si están
mano o la voz, PERO. . . " Hasta la fecha no he leído a
interesados) adivinen las mías.
un moralista filosófico que tome en serio la dificultad
(u) Los moralistas suelen afirmar eue, entre los muchos que estos ejemplos ilustran.
sentidos superpuestos de Ia palabra "bueno", todos (b) Cumplir con el deber en una situación particular im-
podemos detectar u,no de sus usos, Su uso fundamen- plica, estaremos todos de acuerdo, alguna referencia
tal en la discusión moral, sobre cuya corrección en a lo que cualquier otro ser racional haría "en una si-
cualquier situación particular dos personas racionales tuación semejante". Pero muchos de nuestros deberes
(o moralmente desarrolladas) no estarán en desacuer- surgen a raíz de nuestra adhesión a un uso particular
do, dado que comparten precisamente el mismo co- de un concepto esencialmente impugnado, por ejem-
nocimiento de los hechos de Ia situación en cuestión. plo, el de justicia social. De inmediato surge la pre-
Ciertos personajes piadosos o acciones sumamente no- gunta: ¿debería considerarse que Ia referencia a tal
bles, por ejemplo el sacrificio propio, se citan muchas adhesión es una parte necesaria de cualquier "situa-
veces Como CaSoS ilustrativos. Pero éstas, Como otras ción similar"? Si es así, entonces el criterio de univer-
fuentes supremas de iluminación, sólo tienden, me- salidad del deber se vuelve trivial; si no, entonces, en
diante su fuerza indiscutible, a intensificar la oscu- todo caso en muchísimas cuestiones muy importantes,
ridad circundante. Algunas de nuestras evaluaciones llega a ser inaplicable. Pero, jpuede alguno de estos
morales exigen asentimiento universal, pero de nin- resultados satisfacer a algún moralista perceptivo y se-
guna manera todas. Es de la mayor importancia in- rio?
sistir en que también usamos la palabra "bueno" (o
sus equivalentes cercanos y derivados) con una fuerza Obseruaciones finales
definitivamente moral, pero tan definitiva como dis-
Quisiera, er conclusión, anticipar dos líneas de crítica:
o'tln
cutible: véanse frases como "un buen cristiano",
buen patriota", "rt buen demócrata", "un buen pin- (I) se puede decir en contra de este artículo gue, pese
3B 39
o'razonable", a la "lógica de oohistórico", en el
a todas sus referencias a lo reglas; y, en segundo lugar, el sentido
la conversión", etc., es sólo una traición disfrazada de la que entender un concepto significa conocer (algo acerca
raz6n, otra contribución a lo que Hampshire ha llamado de) la gama entera de condiciones que han conducido a la
o'el
apropiadamente nuevo oscurantismo". Encontrar lo ra- manera en que lo usamos, y que ahora la sustentan. Ahora
,á.rutl. en el seguimiento de conflictos inevitablemente in- bien, confundir estos dos sentidos es prolongar, de una
oofalacia
terminables, ¿no es tan paradójico y tan peligroso como forma bastante compleja, la historicista". Estoy de
encontrarlo en los dictados del corazón y de la sangre o en acuerdo, desde luego, en que debemos evitar la confusión
la marcha real de la historia? La raz6n, según tantas im- de estos dos sentidos; pero me parece de igual importan-
portantes voces filosóficas, es esencialmente algo que e_xige cia que veamos bien la conexión que existe entre ellos en
y merece asentimiento universal -la manifestación de lo diferentes tipos de casos.
[r" .ontribuya a la unidad entre los hombres y a Ia bús- Esta conexión es más tenue cuando el uso apropiado
quedu constante de creencias que teóricamente podrían ser de un concepto parecería significar simplemente su uso
ateptadas como satisfactorias por todos los hombres. Esta para propósitos deductivos: como, por ejemplo, cuando el
descripción de la razón puede ser adecuada siempre que significado de cualquier concepto bien establecido de las
nuestro interés principal esté con el uso o manifestación ciencias físicas se equipara con su poder predictivo. En
de la raz6n en la ciencia; pero fracasa por completo como estos casos se consideraría gue, naturalmente, la aclaración
descripción de los elementos de la taz6n que hacen posibles o la mejor comprensión de un concepto equivale al mejo-
d,iscuiiones de problemas religiosos, políticos y artísticos. ramiento en la habilidad y la confianza propias al usarlo
Desde la llustración, muchos pensadores brillantes parecen ejemplo, gracias a una formulación clara y completa
haberse regocijado verdaderamente al poner el énfasis en
-por
de las reglas que gobiernan su uso. Pero es muy evidente
Ios elementos lrracionales de nuestro pensamiento en es- que esta explicación no servirá para todos los conceptos, y,
tos últimos campos. Mi propósito en este artículo ha sido en particular, no para los conceptos evaluativos. Hay que
combatir, y en alguna medida corregir, esta peligrosa ten- admitir que el uso de algunos conceptos evaluativos puede
dencia. (II) Podría objetarse que mi nueva agrupación de parecer predictivo; pero este aspecto es, en mi opinión,
conceptos propuesta sólo presenta, bajo una falsa apariencia siempre engañoso, y se debe al hecho de que el sujeto de
tógica, ciertos hechos acerca de los usos que damos a varios la evaluación (un hombre, un carácter, una práctica, un
conceptos que podrían resultar importantes para tipo de acción) es tal que cualquier referencia a él tiene
-hechos
los historiadores de las ideas y para los sociólogos, pero que siempre un potencial predictivo. Así, llamar a un hombre
de ninguna manera nos explican lo que esos usos so¿. En sabio es, en cierto sentido, predecir su comportamiento;
g"r.rul (continuaría el supuesto objetor) hay dos sentidos pero no es específicamente en virtud de lo que se preae o
*ry distintos en los que se puede decir que entendemos lo que es preuisible acerca de él por lo que lo llamamos
un concepto, teoría u otra herramienta del pensamiento: "sabio", ni tampoco porque su comportamiento conocido
en prim"i l,rg*t, el sentido "lógico", en el que entelder se pueda proyectar en el futuro, o, si se quiere, hacia el
un concepto slgnifica (a) adecuarse a las reglas gle gobier- pasado desconocido. De forma similar, decimos que X es
nan su uso adécuado, y (b) ser capaz de formular dichas un buen poeta porque ha escrito algunos poemas buenos,

40 4t
pero esto no implica una predicción de que él producirá Cuadernos de Crítica 10. Arthur C. Danto
rnás, ni tampoco una retrodicción de obras maestras de ado- ACCIONES BÁSICAS
lescente ocultas (o quemadas). En términos más simples,
11. Donald Davidson
evaluar algo positivamente es afirmar que cumple con cier-
SUCESOS MENTALES
tos estándares reconocidos: siendo así, deberíarnos esperar
que la aclaración o la mejor comprensión de un concepto 1. H.P. Grice 12. Benson Mates
evaluativo se obtuviera de una forma muy diferente de la SIGNIFICADO DESCRIPCIONES Y
aclaración de cualquier concepto de la ciencia. REFERENCIA
Pero, entonces, [cómo se puede obtener? Sólo reiteraré 2. Thomas Nagel
13. Alexius Meinong
mi opinión de que tal aclaración que sea digna de FISICALISMO
tal nombre- debe incluir no -para
simplemente Ia consideración
TEORÍA DEL OBJETO
3. H.L.A. Hart
de diferentes usos de un concepto evaluativo determinado oBLrcACrÓx lunÍorce 14. Ronald M. Dworkin
tal como lo usamos hoy en día, sino también Ia conside- Y OBLIGACIÓN MORAL CASOS DIFíCILES
ración de tales casos tal como muestra su crecimiento y
desarrollo. Ya eue, si queremos entender exactamente qué 4. H.L.A. Hart 15. Hilary Putnam
estamos haciendo cuando aplicamos un concepto evaluativo UNA VISITA A KELSEN LA NATURALEZA DE LOS
determinado, entonces una manera de saberlo consiste en ESTADOS MENTALES
preguntar de qué versión (o antecesora) más vaga, confusa 5. Ronald M. Dworkin
16. Genaro R. Carrió
o restringida ha sido derivada nuestra versión actualmente ¿ES EL DERECHO UN
DWORKIN Y EL
aceptada del concepto en cuestión. Por Io común llegamos SISTEMA DE REGLAS?
POSITIVISMO JURÍDICO
a captar con más precisión lo que significa un concepto 6. Hans Kelsen
científico determinado contrastando sus poderes deducti- 17. Hilary Putnam
DERECHO Y LÓGICA
vos con los de otros conceptos estrechamente relacionados: LA VIDA MENTAL DE
en el caso de un concepto evaluativo, podemos entender 7. Saul Kripke ALGUNAS MÁQUINAS
con más precisión lo que significa si comparamos y con- IDENTIDAD
18. Gilbert Harman
trastamos los usos actuales que le damos con otros usos an- Y NECESIDAD SIGNIFICADO Y
teriores, suyos o de sus progenitores, es decir, considerando B. Sidney Shoemaker EXISTENCIA EN LA
cómo llegó a Io que es. Si esto fuera historicismo, por mi FTLOSOFÍA OB QUINE
LAS PERSONAS Y
parte no veo que sea falaz; y si fuera aceptable con respecto
SU PASADO 19. Hilary Putnam
a los conceptos evaluativos, entonces vale la pena preguntar
dónde debería trazarse el límite de su aceptabilidad. 9. W.erner Diederich DE LAS PROPIEDADES
y l{ans Friedrich Fulda 20. John McDowell
ESTRUCTURAS SOBRE EL SENTIDO Y
SNEEDIANAS EN E¿ LA REFERENCIA DE
CAPITAL DE MARX UN NOMBRE PROPIO

42
21. Hilary Putnam 31. D.F. Pears 40. Daniel C. Dennett CONCIENCIA: LOS
LAS CONDICIONES SISTEMAS HOMBRES COMO UNA
¿ES POSIBLE LA
CAUSALES DE LA INTENCIONALES CLASE NATURAL
SEMÁNTICA?
PERCEPCIÓN
22. Adolf Grünsbaum 41. H.P. Grice 45. Daniel C. Dennett
32. John Rawls LA TEORÍE CIUSEI
¿ES LA FALSABILIDAD CONDICIONES DE
LA JUSTICIA COMO
LA PIEDRA DE TOQUE DE LA PERCEPCTÓN LA CUALIDAD DE
IMPARCIALIDAD
DE LA RACIONALIDAD PERSONA
42. Daniel C. Dennett
CIENTÍFICA? 33. Daniel C. Dennett
MECANICISMO Y 46. Daniel C. Dennett
¿SON EXPERIENCIAS
23. Hilary Putnam LOS SUEÑOSI RESPONSABILIDAD HACIA UNA
CEREBRO Y CONDUCTA TEORÍA COGNITIVA
34. Hilary Putnam 43. Sidney Shoemaker
DE LA CONCIENCIA
24. Hilary Putnam EL LENGUAJE WIGGINS Y LA
LO ANALÍTTCO Y LO Y LA FILOSOFÍA IDENTIDAD Y LA 47 . P.F. Strawson
SINTÉTICO PERSISTENCIA LIBERTAD Y
35. John Perry
25. Derek Parfit DIÁLOGO SOBRE LA
DE LAS PERSONAS RESENTIMIENTO
IDENTIDAD PERSONAL IDENTIDAD PERSONAL 44. David Wiggins 4ti. Roy Bhaskar
Y LA INMORTALIDAD LOCKE, BUTLER Y
26. Hilary Putnam FILOSOFÍE Y
OTRAS MENTES 36. Saul Kripke LA CORRIENTE DE REALISMO CIENTÍTTCO
ESBOZO DE UNA TEORÍA
27. David K. Lewis
DE LA VERDAD
SUPERVIVENCIA E
IDENTIDAD 37. Gareth Evans y John
McDowell
28. Hilary Putnam INTRODUCCIÓN A
EL SIGNIFICADO DE VERDAD Y SIGNIFICADO
SIGNIFICADO
38. Gilbert Ryle
29. David K. Lewis UN ELEMENTO
SEMÁNTICA GENERAL DESCONCERTANTE EN
30. David K. Lewis LA NOCIÓN OTI PENSAR
UN ARGUMENTO EN 39. Derek Parfit
FAVOR DE LA TEORÍA LEWIS, PERRY Y
DE LA IDENTIDAD LO QUE IMPORTA
C o nc ep to s es e nc i a lm ent e impu^g_na'
dos se terminó de imprimir el 2l de
septiembre de 1998 en lo,s talleres
de Regina de los Angeles, S.A.., u!i-
cados en Avenida Trece no. 101-L,
Col. Independencia, Delegación Be-
nito luáiez, C.P. 036ó0, México,
D.F., en papel cultural de 90 gra-
mos. En iu
composición Y forma-
ción, realizadas por comPutadora
en el Instituto de Investigaciones
Filosóficas, se utilizaron el progra-
ma T[[ y tipos Bodoni. El cui'
dado de Ia edición estuvo a cargo
de Martha Díaz Cañas Y consta de
1500 ejemplares.

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