Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
M cen
63 ari ci
om
Al art
l.c
Primera edición en Granada, abril 2019
m 8 n o
ai
© Daniel Varela Martínez, autor principal.
io 13 rtí us
gm
ez
M cen
ISBN: 978-84-09-10716-2
INDICE
PRÓLOGO .......................................................................................................................... 4
HIPERTROFIA..................................................................................................................... 7
FUERZA ........................................................................................................................... 18
ar r
FATIGA ............................................................................................................................ 41
nt la
cá icu
a
om
Al art
DOLOR Y MOVILIDAD...................................................................................................... 49
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
FUNCIÓN VASCULAR....................................................................................................... 59
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
ez
M cen
SEGURIDAD ..................................................................................................................... 73
tin
Li
ar r
nt la
fuerza se consideran factores de rendimiento con una influencia directa sobre el éxito
cá icu
a
personal y profesional.
om
Al art
l.c
implícitamente a los profesionales de la actividad física y la salud la capacidad de
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
practicar la medicina tal y como la entendemos hoy en día. Más bien el ejercicio puede
gm
muscular. Los profesionales del deporte, la actividad física y salud tenemos a nuestro
tin
ar r
nt la
sobre el modo en que el sistema nervioso central regula la estimulación de la
cá icu
musculatura periférica. Investigaciones recientes han demostrado cómo las fibras
a
musculares que requieren altas tasas de descarga para su activación son reclutadas de
om
Al art
l.c
que requieran muy altos niveles de tensión. La compresión proximal de la extremidad
m 8 n o
ai
ejercitada debe alcanzar una presión tal que produzca un estancamiento del retorno
io 13 rtí us
gm
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
Aportar herramientas para potenciar la mejora hipertrófica.
cá icu
a
om
Conocer la evidencia científica disponible en la mejora de la hipertrofia con
Al art
diferentes poblaciones.
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
aconseja recurrir a la siguiente bibliografía (5,6) para refrescar algunos conceptos y así
ar 6 a e
pt
63 ari ci
Mecanismos Fisiológicos
ez
M cen
tin
Son muchos los estudios que intentan dilucidar respuestas claras sobre los
Li
Una de las características del BFRT es la utilización de cargas bajas cuando se realiza
junto con entrenamiento de fuerza. Los estudios siguen utilizando los porcentajes de la
repetición máxima (RM) (entre el 20-40%) como variable más frecuente para medir la
intensidad del ejercicio (7,8,10); aunque podemos encontrar otros ensayos donde se
utilizan porcentajes sobre la contracción voluntaria máxima (MCV) (11–13).
Para el traslado a la práctica diaria con esta herramienta es esencial conocer que
variables se utilizan para la determinación de la carga y su correcta interpretación.
Pues como si de la dosis de un determinado fármaco se tratase, los efectos de esta
estrategia de entrenamiento variarán, como acontece si se administra un principio
activo de 10 miligramos o 10 gramos, por ejemplo.
ar r
nt la
respuesta inmune, etc. Otro mecanismo que se maneja, sobre todo en la respuesta a
cá icu
largo plazo, son los marcadores de activación, proliferación y diferenciación de las
a
células satélites, pero aún no cuentan con evidencia disponible.
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
El daño muscular es un factor secundario en la mejora de la hipertrofia durante el
m 8 n o
ai
entrenamiento de fuerza. Aunque está más relacionado con la tensión mecánica, no
io 13 rtí us
gm
puede obviarse su papel asociado al BFRT. Pues aunque el estrés metabólico se sugiera
ar 6 a e
como principal factor en el crecimiento muscular con BFRT (16), la tensión mecánica
@
m 68 o M a d
sigue presente durante la aplicación de este, siendo posible que se observen signos y
pt
63 ari ci
tin
revisión sobre los signos y síntomas del daño muscular tras aplicar BFRT, observando
que los resultados en cuanto a la disminución de la fuerza, hinchazón muscular y dolor
post-ejercicio, no eran superiores al mismo entrenamiento sin restricción.
Nielsen y colaboradores (2017) (18) examinaron los efectos del BFRT en hombres
sanos (no entrenados) a nivel de daño muscular a través de análisis sanguíneos
(creatinquinasa, ionterleukina-6, anticuerpos…) y biopsias (concentración macrófagos,
expresión de proteínas de choque térmico…). Aunque la intervención fue de corta
duración, sólo 3 semanas con una frecuencia de entrenamiento de 3 días, se
observaron cambios mínimos comparados con el grupo control. Sin embargo, si
mostraron signos de inflamación y estrés focal en la membrana celular en el grupo
BFRT.
Posteriormente, Allsopp y colaboradores (2017) (19) revisaron de forma crítica el
estudio anterior. Estos autores apuntan que los resultados obtenidos en su
investigación agregan un mayor apoyo al uso del BFRT de baja carga en poblaciones de
riesgo, por ejemplo: personas con bajos niveles de masa muscular, entre los que
encontraríamos pacientes en cama tras una intervención quirúrgica, poblaciones en
envejecimiento, personas físicamente inactivas, etc.
ar r
nt la
se necesita de un periodo de familiarización, tratando de ser lo más precisos posibles.
cá icu
a
om
Tras finalizar el periodo de intervención, los resultados muestran un mayor aumento
Al art
l.c
BFRT, así como en la sección transversal del vasto lateral.
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
Teniendo en cuenta sólo estos resultados no se pueden afirmar que la hipertrofia sea
ar 6 a e
selectiva de las fibras tipo I si utilizamos BFRT y cargas bajas, dado que la comparación
m 68 o M a d
se realizó entre grupos con intensidades muy diferentes. Además, tampoco se añadió
pt
63 ari ci
ningún control del volumen total realizado por cada grupo, pero se puede presuponer
ez
M cen
total) para que un powerlifter llegue al fallo muscular trabajando al 30% o al 80% de su
Li
1 RM.
En otro artículo se quiso analizar si existían ganancias musculares remotas con el BFRT
(ganancias musculares en la extremidad opuesta a la que se le aplico la restricción del
flujo sanguíneo) (24). La hipótesis del estudio vino dada por los hallazgos que se han
encontrado en la mejora de la fuerza con el entrenamiento del miembro contralateral,
así como entre miembro inferior y superior. El grupo BFRT y control realizaban el
mismo entrenamiento (flexión de codo unilateral y extensión de rodillas bilateral) con
la única diferencia de la aplicación de la restricción durante el trabajo de miembros
inferiores (60% sobre la presión para alcanzar la oclusión total de la extremidad o
PAO). La sección transversal medida a través de tomografía computarizada mostró
mejoras en el grupo BFRT, pero sin cambios significativos en el brazo sin
entrenamiento. Este hecho parece indicar que los efectos remotos en fuerza se deben
a mejoras a nivel neural y no a cambios estructurales (hipertrofia).
Los cambios en hipertrofia se midieron a través del grosor muscular del bíceps con
ecografía, mostrando mejoras durante las 4 semanas; pero sin diferencias entre grupos
ar r
nt la
de BFRT, y sí con el control. Dentro de las limitaciones del ensayo se encuentra la no
cá icu
actualización de las mediciones de fuerza pico en los grupos, provocando que la
a
intensidad relativa a cada semana de entrenamiento no fuera la misma durante toda la
om
Al art
intervención.
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
Cuando se aplica BFRT, la localización de los manguitos es siempre sobre la región más
io 13 rtí us
gm
si las ganancias en hipertrofia son las mismas en la musculatura proximal y/o distal a la
@
m 68 o M a d
1
La influencia de la contracción excéntrica sobre la mejora de la hipertrofia ha sido estudiada de forma
aislada mostrando en algunos casos valores superiores a la contracción concéntrica (1,26).
Como último estudio para terminar este sub-apartado de evidencia actual, se recoge la
revisión sistemática y meta-análisis llevado a cabo en el año 2018 por Lixandrão y
colaboradores (31). Su objetivo fue comparar las adaptaciones en fuerza y masa
muscular entre BFRT y entrenamiento tradicional o de cargas altas. Aunque existan
bastantes limitaciones metodológicas, como, por ejemplo, el número de artículos
seleccionados (sólo 10 artículos) hay que valorar de forma muy positiva 3
características del artículo:
ar r
nt la
embargo, si comparamos 2 grupos de trabajo, el grupo BFRT con
cá icu
entrenamiento al 30% RM y el grupo cargas altas (HL-RT) con el 80% RM, solo
a
por el carácter específico de la prueba de RM confiere una mayor transferencia
om
Al art
l.c
análisis los estudios que utilizaban pruebas inespecíficas, como la MVC.
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
Aún estamos lejos de poder afirmar que el BFRT promueve incrementos en la masa
muscular superiores al HL-RT, pues falta una mayor evidencia y mayor calidad sobre
ello. No obstante, ha sido ampliamente demostrado que el BFRT es una opción a tener
en cuenta cuando por cualquier razón no se pueda aplicar un entrenamiento con
cargas altas, situación común en el mundo de la rehabilitación y la readaptación, así
como en el entrenamiento con personas con un bajo nivel de forma física.
Para finalizar este capítulo sobre hipertrofia, en la tabla 1 se recogen todas las
variables que se han de tener en cuenta a la hora de aplicar BFRT con el objetivo de
ar r
nt la
mejorar la hipertrofia. Debido a que no existe una fórmula exacta o receta en su
cá icu
aplicación, pues siempre se debe tener en cuenta las características individuales del
a
cliente y los objetivos a conseguir, se ha querido reunir en la tabla 2 los valores más
om
Al art
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
VARIABLES VARIABLES
gm
PRESIÓN ENTRENAMIENTO
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
ez
M cen
tin
ar r
Anchura Manguito
nt la miembro superior
cá icu
Aplicación Manguito a Proximal
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
Tabla 2 Variables para la mejora de la hipertrofia muscular más utilizadas en la bibliografía del Entrenamiento con
ai
io 13 rtí us
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
Available from: https://doi.org/10.1007/s00223-014-9925-9
cá icu
7. Hwang P, Willoughby DS. Mechanisms Behind Blood Flow Restricted Training
a
and its Effect Towards Muscle Growth. J Strength Cond Res [Internet].
om
Al art
l.c
jscr/Fulltext/publishahead/Mechanisms_Behind_Blood_Flow_Restricted_Traini
m 8 n o
ai
ng.95607.aspx
io 13 rtí us
gm
9. Abe T, Loenneke JP, Fahs CA, Rossow LM, Thiebaud RS, Bemben MG. Exercise
ez
M cen
ar r
18.
nt la
Nielsen JL, Aagaard P, Prokhorova TA, Nygaard T, Bech RD, Suetta C, et al. Blood
cá icu
flow restricted training leads to myocellular macrophage infiltration and
a
upregulation of heat shock proteins, but no apparent muscle damage. J Physiol
om
Al art
l.c
https://physoc.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1113/JP273907
m 8 n o
ai
19. Allsopp GL, May AK. Can low-load blood flow restriction training elicit muscle
io 13 rtí us
gm
hypertrophy with modest inflammation and cellular stress, but minimal muscle
ar 6 a e
https://physoc.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1113/JP275149
pt
20.
ez
M cen
21. Heckman CJ, Enoka RM. Motor unit. Compr Physiol. 2012 Oct;2(4):2629–82.
tin
22. Hodson-Tole EF, Wakeling JM. Motor unit recruitment for dynamic tasks:
Li
ar r
nt la
https://doi.org/10.1007/s00421-017-3644-7
cá icu
30. Loenneke JP, Fahs CA, Rossow LM, Sherk VD, Thiebaud RS, Abe T, et al. Effects of
a
cuff width on arterial occlusion: implications for blood flow restricted exercise.
om
Al art
l.c
https://doi.org/10.1007/s00421-011-2266-8
m 8 n o
ai
31. Lixandrão ME, Ugrinowitsch C, Berton R, Vechin FC, Conceição MS, Damas F, et
io 13 rtí us
gm
0795-y
tin
Li
ar r
nt la
Fuerza
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
Relación fuerza-tiempo o
Pico máximo fuerza
ar 6 a e
velocidad
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
Fuerza
tin
La presencia de grandes déficits de fuerza en la condición física del cliente, una lesión
(a nivel muscular o articular) o simplemente la balanza riesgo-beneficio a la hora de
aplicar un entrenamiento, puede hacer que utilizar cargas iguales o superiores al 70%
RM no sea la elección más apropiada. Este límite acotado por la National Strength and
Conditioning Association (NSCA) es el que llevaría a la mejora de la fuerza muscular;
entendiéndose como entrenamiento convencional (o de cargas altas, cuya traducción
al inglés sería high-load resistance-traning) (HL-RT).
Es en este punto donde el entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo o blood
flow restriction training (BFRT) se presenta como un método efectivo para la mejora de
ar r
nt la
la fuerza, empleando cargas bajas, que se encuentran alrededor del 30-40% 1 RM.
cá icu
a
Población con lesiones músculo-esqueléticas en las que por el estado de la estructura
om
Al art
l.c
puedan requerir de un menor estrés articular (14–16) podrían beneficiarse del BFRT
m 8 n o
ai
para mejorar su fuerza. Pero esta estrategia no sólo es efectiva para una tipo de
io 13 rtí us
gm
población con patologías, sino que también se puede emplear como parte de un
ar 6 a e
ez
M cen
En este capítulo se resumen los mecanismos fisiológicos que están detrás de las
tin
mejoras en los valores de fuerza alcanzadas a través del BFRT, la evidencia científica
Li
Mecanismos Fisiológicos
Las mejoras en los valores de fuerza tras la aplicación de BFRT pueden ser observadas
tanto a corto (21–26) como a largo plazo (17-20). Sin embargo, los mecanismos
fisiológicos que pueden explicar dichas mejoras en ambos intervalos de tiempo
parecen diferir (20).
Los efectos a corto plazo no pueden explicarse por mejoras estructurales (aumento de
la sección transversal, ángulos de peneación, etc.) debido a que se necesitan periodos
de tiempo mayores para que puedan producirse (19,20,27). Para poder explicar estas
mejoras a corto plazo se comenzó a investigar los efectos del BFRT sobre el sistema
nervioso, observándose que tales mejoras podrían estar asociadas a la activación de
diferentes mecanismos que van desde la unión neuromuscular hasta la corteza motora
(22,25,28,29).
Mayor producción
Fuerza
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
ai
io 13 rtí us
Muscular
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Ilustración 2 Eficiencia Energética: producción de Fuerza y Actividad Muscular (medida con EMG)
Li
Si se sigue ascendiendo por el sistema nervioso, llegamos a nivel del sistema nervioso
central (médula espinal y encéfalo). Colomer-Poveda y colaboradores (2017) (22)
estudiaron los efectos sobre la excitabilidad de las motoneuronas y sobre la hipertrofia
tras 4 semanas de entrenamiento unilateral de baja carga con y sin restricción. En este
ensayo controlado y aleatorizado se aplicó la presión en referencia a la circunferencia
del miembro, algo común en el uso clínico, pero también avalado científicamente (34).
En este estudio se observaron mejoras en la MVC en ambos grupos, pero no fueron
significativas. Las variables utilizadas para observar cambios a nivel central fueron el
reflejo de Hoffman y la onda V. El reflejo de Hoffman o H reflex se utiliza como
indicador de la excitabilidad o inhibición presináptica de las motoneuronas, mientras
que la onda V o V wave proporciona información sobre la respuesta motora de centros
Brandner y colaboradores (2015) (26) analizaron la respuesta aguda, tras una única
sesión, con diferentes intervenciones. Para el control de la presión de restricción se
utilizó la presión sistólica medida con un esfigmomanómetro automático. Aunque el
estudio cuenta con una muestra pequeña, sólo de 10 hombres (sanos y no
entrenados), se aplicaron 4 protocolos diferentes a cada extremidad del individuo:
ar r
nt la
cá icu
Cuando se analizaron los datos a través de la estimulación transcraneal magnética
a
(TMS), se observó que los potenciales motores evocados (MEPs) aumentaron en
om
Al art
l.c
se mantuvieron elevados hasta 60 minutos post-intervención comparado con los
m 8 n o
ai
demás protocolos. Entre los minutos 20 y 40 minutos, las mayores amplitudes de MEP
io 13 rtí us
gm
@
m 68 o M a d
posiblemente alterando el feedback sensorial a través de las aferencias de las fibras III
ez
M cen
y IV. Es posible que esta sea una de las vías por las que se producen las adaptaciones
tin
neuromusculares que podrían explicar las ganancias de fuerza con BFRT. En esta
Li
misma línea, una reciente revisión (28) investiga las posibles mejoras que puede
suponer el BFRT sobre las funciones cognitivas.
Las funciones cognitivas son un conjunto de procesos mentales que permiten llevar a
cabo una tarea cualquiera (desde encestar una canasta hasta coger la taza del armario;
todo es una consecución de tareas con más o menos dificultad). Las funciones
cognitivas hacen posible que el cliente tenga un papel activo en los procesos de
recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración y recuperación de
la información, permitiendo que se desenvuelva en el entorno que le rodea con la
mayor eficacia y eficiencia posible.
En esta revisión se recogen estudios que muestran mejoras relacionadas con factores
cognitivos tanto a nivel celular y molecular, como a nivel funcional y estructural. En el
plano celular y molecular, tras la aplicación de BFRT se muestran asociaciones con
hormonas que provocan adaptaciones neurofisiológicas positivas (IGF-1, GH y VEGF).
Por otra parte, el incremento de la excitabilidad cortical en áreas motoras y la
disminución de los niveles de hemoglobina desoxigenada en el área prefrontal
muestran una mejora de la función cognitiva. Además, se señala que, aunque son
El rol aferente del BFRT es bimodal; la compresión mecánica estimula las fibras
aferentes, posiblemente mejorando la entrada sensitiva a nivel corticomotor. Además,
la acumulación de metabolitos estimula las fibras aferentes (III y IV) debido a la
disminución del pH provocada por la hipoxia local.
NIVEL CELULAR
Y MOLECULAR
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
NIVEL NIVEL
gm
FUNCIONAL ESTRUCTURAL
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
ez
M cen
tin
Li
Por último, las mejoras en fuerza a largo plazo se piensa que pueden estar
relacionadas con los cambios estructurales producidos a partir del BFRT. Este tema se
analiza en profundidad en el capítulo dedicado a la hipertrofia muscular.
Población Sana
Son muchas las vías de investigación relevantes en la práctica clínica en la mejora de la
fuerza con BFRT. Una de ellas es la comparación con el HL-RT.
ar r
nt la
grado de restricción o la anchura del manguito no promueven diferencias significativas
cá icu
en las ganancias de fuerza. Tampoco la prescripción individualizada de la presión
a
parece provocar mayores ganancias en fuerza cuando se compara con HL-RT. Por
om
Al art
tanto, es preferible utilizar presiones más bajas y manguitos más anchos que mejoren
ar 2 ez p
l.c
la percepción y adherencia del cliente a la herramienta, siempre y cuando sea indicada
m 8 n o
ai
su aplicación.
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
En otro estudio anterior del mismo autor (36) se analizaron los efectos de la intensidad
@
m 68 o M a d
(entendida como el % del RM) y la presión de restricción tras 12 semanas de BFRT. Este
pt
63 ari ci
estudio contaba con una muestra relativamente alta (26 hombres sanos, no
ez
M cen
2 protocolos diferentes en cada miembro inferior, sin haber grupo control dentro del
Li
estudio. La carga fue actualizada a la mitad del protocolo (semana 6) en base a una
nueva medición del RM. Los resultados muestran como la fuerza muscular aumentó de
forma similar en todos los grupos BFRT, pero fue menor a la ganancia obtenida con el
entrenamiento con cargas altas (convencional). Por tanto, la utilización de presiones
mayores no supone una mayor ganancia en fuerza medida a través del RM.
Poblaciones Específicas
La utilización del BFRT es preferible al HL-RT cuando por cualquier razón se
desaconseja utilizar cargas altas y el objetivo es la mejora de la fuerza y/o masa
muscular. En todos los casos, independientemente de la condición que provoque esa
situación transitoria, el objetivo será la progresión hacia el entrenamiento
convencional. Esto se debe a que la mejora de la capacidad funcional o del
rendimiento deportivo pasa por los criterios de mejora en la tolerancia a la carga,
donde se debe de exponer a la persona a toda la gama de intensidades. Para quienes
trabajen con VBT intentarán mejorar todo el espectro de la curva, trabajando con
velocidades altas y bajas (Ilustración 4).
14
12
Velocidad (m/s)
10
0
400 800 1200 1600
ar r
Fuerza (n)
nt la
cá icu
a
Pre-intervención Post-intervención
om
Al art
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
En personas mayores, el número de estudios disponibles sobre los efectos del BFRT es
gm
@
m 68 o M a d
colaboradores (39) compara los efectos del BFRT con dos tipos de entrenamiento (alta
63 ari ci
ez
carga o HL-RT y baja carga o LL-RT y andando). Cuando se contraponen los tamaños
M cen
del efecto entre BFRT y HL-RT se observa una mayor ganancia de fuerza en los
tin
Otra población específica donde se ha estudiado la respuesta del BFRT ha sido con
mujeres. La participación de mujeres en las muestras de los estudios sobre BFRT ha
sido muy escasa, siendo una de las limitaciones reportadas por diferentes revisiones y
meta-análisis.
ar r
nt la
Con todo ello, se puede afirmar que el BFRT es una herramienta válida y efectiva en la
cá icu
mejora de los niveles de fuerza en un gran espectro de poblaciones (mujeres,
a
hombres, mayores, patologías…). Sin embargo, aún necesitamos de mayor evidencia
om
Al art
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
mejoras en fuerza.
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
1. McLaren SJ, Macpherson TW, Coutts AJ, Hurst C, Spears IR, Weston M. The
Relationships Between Internal and External Measures of Training Load and
Intensity in Team Sports: A Meta-Analysis. Sports Med. 2018 Mar;48(3):641–58.
2. Aicale R, Tarantino D, Maffulli N. Overuse injuries in sport: a comprehensive
overview. J Orthop Surg Res. 2018 Dec;13(1):309.
3. Gonzalez Badillo, Juan Jose; Sanchez Medina, Luis; Pareja Blanco, Fernando;
Rodríguez Rosell D. La Velocidad de Ejecución como referencia para la
Programación, Control y Evauluación del Entrenamiento de Fuerza. 2017. 202 p.
4. Cronin J, Lawton T, Harris N, Kilding A, McMaster DT. A Brief Review of Handgrip
Strength and Sport Performance. J Strength Cond Res [Internet]. 2017;31(11).
Available from: https://journals.lww.com/nsca-
jscr/Fulltext/2017/11000/A_Brief_Review_of_Handgrip_Strength_and_Sport.29
.aspx
5. Beattie K, Kenny IC, Lyons M, Carson BP. The Effect of Strength Training on
Performance in Endurance Athletes. Sport Med [Internet]. 2014;44(6):845–65.
ar r
nt la
Available from: https://doi.org/10.1007/s40279-014-0157-y
cá icu
6. Suchomel TJ, Nimphius S, Stone MH. The Importance of Muscular Strength in
a
Athletic Performance. Sport Med [Internet]. 2016;46(10):1419–49. Available
om
Al art
from: https://doi.org/10.1007/s40279-016-0486-0
ar 2 ez p
l.c
7. Bohannon RW. Muscle strength: clinical and prognostic value of hand-grip
m 8 n o
ai
dynamometry. Curr Opin Clin Nutr Metab Care [Internet]. 2015;18(5). Available
io 13 rtí us
gm
from: https://journals.lww.com/co-
ar 6 a e
clinicalnutrition/Fulltext/2015/09000/Muscle_strength___clinical_and_prognos
@
m 68 o M a d
tic_value_of.7.aspx
pt
63 ari ci
8. Goodwin PM. Handgrip Strength Predicts Survival in Elderly Patients With Lung
ez
M cen
https://journals.lww.com/oncology-
Li
times/Fulltext/2018/06200/Handgrip_Strength_Predicts_Survival_in_Elderly.11.
aspx
9. Lu ZL, Wang TR, Qiao YQ, Zheng Q, Sun Y, Lu JT, et al. Handgrip Strength Index
Predicts Nutritional Status as a Complement to Body Mass Index in Crohn’s
Disease. J Crohn’s Colitis *Internet+. 2016 Dec 1;10(12):1395–400. Available
from: http://dx.doi.org/10.1093/ecco-jcc/jjw121
10. Lamb SE, Keene DJ. Measuring physical capacity and performance in older
people. Best Pract Res Clin Rheumatol [Internet]. 2017;31(2):243–54. Available
from: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1521694217300591
11. Loenneke JP, Young KC, Wilson JM, Andersen JC. Rehabilitation of an
osteochondral fracture using blood flow restricted exercise: A case review. J
Bodyw Mov Ther [Internet]. 2013 Jan 1;17(1):42–5. Available from:
https://doi.org/10.1016/j.jbmt.2012.04.006
12. DePhillipo NN, Kennedy MI, Aman ZS, Bernhardson AS, O’Brien L, LaPrade RF.
Blood Flow Restriction Therapy After Knee Surgery: Indications, Safety
Considerations, and Postoperative Protocol. Arthrosc Tech [Internet]. 2018 Sep
24;7(10):e1037–43. Available from:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30377584
ar r
nt la
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/cpf.12291
cá icu
17. Letieri RV, Teixeira AM, Furtado GE, Lamboglia CG, Rees JL, Gomes BB. Effect of
a
16 weeks of resistance exercise and detraining comparing two methods of blood
om
Al art
l.c
controlled trial. Exp Gerontol [Internet]. 2018;114:78–86. Available from:
m 8 n o
ai
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0531556518304534
io 13 rtí us
gm
18. Jessee MB, Buckner SL, Mouser JG, Mattocks KT, Dankel SJ, Abe T, et al. Muscle
ar 6 a e
Without Blood Flow Restriction. Front Physiol [Internet]. 2018 Oct 16;9:1448.
pt
63 ari ci
19. Lixandrão ME, Ugrinowitsch C, Berton R, Vechin FC, Conceição MS, Damas F, et
tin
ar r
26.
nt la
Brandner CR, Warmington SA, Kidgell DJ. Corticomotor Excitability is Increased
cá icu
Following an Acute Bout of Blood Flow Restriction Resistance Exercise. Front
a
Hum Neurosci [Internet]. 2015 Dec 2;9:652. Available from:
om
Al art
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26696864
ar 2 ez p
l.c
27. Marcotte GR, West DWD, Baar K. The Molecular Basis for Load-Induced Skeletal
m 8 n o
ai
Muscle Hypertrophy. Calcif Tissue Int [Internet]. 2015 Mar;96(3):196–210.
io 13 rtí us
gm
29. Dankel SJ, Buckner SL, Jessee MB, Mattocks KT, Mouser JG, Counts BR, et al. Can
tin
blood flow restriction augment muscle activation during high-load training? Clin
Li
ar r
38(1):17–24.
nt la Available from:
cá icu
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/cpf.12376
38.
a
Shimizu R, Hotta K, Yamamoto S, Matsumoto T, Kamiya K, Kato M, et al. Low-
om
Al art
l.c
endothelial function and peripheral blood circulation in healthy elderly people.
m 8 n o
ai
Eur J Appl Physiol [Internet]. 2016;116(4):749–57. Available from:
io 13 rtí us
gm
https://doi.org/10.1007/s00421-016-3328-8
ar 6 a e
39. Centner C, Wiegel P, Gollhofer A, König D. Correction to: Effects of Blood Flow
@
m 68 o M a d
from: https://doi.org/10.1007/s40279-018-1013-2
tin
40. Ellefsen S, Hammarström D, Strand TA, Zacharoff E, Whist JE, Rauk I, et al. Blood
Li
El empleo del entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo o blood flow
restriction training (BFRT) lleva al sistema cardiovascular (SCV) a una situación de
demanda importante, debido a la aplicación de una compresión externa (manguito de
oclusión) que conlleva a la disminución del retorno venoso y a una restricción parcial
del flujo arterial (2). El SCV es un sistema doble (arterial y venoso) cerrado, por lo que
la alteración de cualquier variable es susceptible de provocar diversas respuestas en el
mismo. Dichas respuestas durante y/o tras la aplicación del BFRT se denominan
respuestas hemodinámicas (3–5).
ar r
nt la
cardiovascular, controlada por el sistema nervioso vegetativo (simpático y
cá icu
a
parasimpático) que escapa del control consciente. Junto con el EPR, el reflejo de
om
presión arterial y el sistema nervioso central regulan todas las respuestas en relación
Al art
del SCV (ritmo cardiaco, respuesta cardiaca, contractibilidad, presión arterial, volumen
ar 2 ez p
l.c
sistólico, resistencia arterial, etc.) durante y tras el ejercicio.
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
Para conocer la magnitud del estímulo que debe soportar una persona durante el
ar 6 a e
mayor demanda energética provocada va a dar lugar a un aumento del flujo sanguíneo
pt
63 ari ci
hacia el músculo, que puede llegar a suponer el 80% de la respuesta cardiaca total
ez
M cen
(volumen de sangre por minuto necesario para responder frente a la demanda) (6).
tin
Li
Esta, y otras respuestas, deben ser coherentes con las características de la actividad
que se realiza. De lo contrario, nos encontraríamos ante una situación patológica (ej:
hipertensión).
Como se ha podido comprobar en el transcurso del libro, gran parte de las aplicaciones
del BFRT se dan en personas que no pueden entrenar de manera convencional o con
cargas altas (>70% de la repetición máxima o RM), cuya traducción al inglés es high-
load resistance-training (HL-RT) (7,8).
En este capítulo se conocerán los mecanismos fisiológicos que rigen dichas respuestas
y, su magnitud; por ende, es vital determinar la capacidad que debe tener una persona
para poder utilizar este método de entrenamiento de forma segura.
ar r
nt la
La compresión directa provocada por el manguito de restricción, así como el
cá icu
a
ciclo estiramiento-acortamiento muscular originado durante el ejercicio activan
om
a las fibras tipo III asociadas al mecanorreflejo.
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
Si bien el ejercicio de resistencia con BFRT resultó en una mayor hipotensión post-
ejercicio que el ejercicio tradicional, se observaron valores más altos de PBS y / o PBD
durante el ejercicio con BFRT comparado con el ejercicio tradicional, especialmente en
individuos hipertensos.
ar r
nt la
Por lo tanto, el ejercicio con BFRT se debe prescribir con precaución cuando el control
cá icu
de la presión arterial sea necesario durante el ejercicio. Haciendo referencia al autor
a
principal: “no debes centrarte solo en controlar las variables de presión, pues es un
om
Al art
factor más. La presión sanguínea está influenciada por todas las variables del
ar 2 ez p
l.c
entrenamiento (volumen, frecuencia, intensidad…). Por tanto, todas ellas se deben
m 8 n o
ai
tener en cuenta en la prescripción de BFRT en personas sanas y con hipertensión”.
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
adverso puede aumentar a presiones más altas del manguito. Los estudios agudos
pt
63 ari ci
(11,12) y crónicos (13) sugieren que las presiones relativas más altas no parecen ser
ez
M cen
más efectivas que las presiones relativas más bajas. De hecho, un estudio comparó el
tin
Dos revisiones sistemáticas (4,14), una de ellas con meta-análisis (4), han comparado
los efectos sobre la presión sanguínea entre el entrenamiento con y sin BFRT, así como
con HL-RT.
La revisión llevada a cabo por Neto y colaboradores (2015) desvela como el BFRT
promueve un aumento en la frecuencia cardiaca, presión sanguínea y el producto del
ratio de presión ([PBS / PBD] * FC) en comparación al grupo No-BFRT. Este último valor
ar r
nt la
cá icu
No parece haber diferencias cuando se comparan diferentes edades o el segmento
a
ocluido con BFRT, pero sí con la anchura del manguito utilizado y el tipo de presión
om
Al art
l.c
Los autores concluyen que el BFRT es una herramienta segura, sin embargo, quién
m 8 n o
ai
dota de “seguridad” a una herramienta es el profesional, pues decide cómo, cuándo y
io 13 rtí us
gm
dónde utilizarla.
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
promovidas por el BFRT parecen ser similares a las desencadenadas por el HL-RT en
ez
M cen
personas sanas, pero que se necesita de una mayor calidad en los estudios para
tin
Lo más interesante del estudio fue la aplicación de sensores de presión debajo de cada
manguito, para medir el grado de compresión del miembro durante el ejercicio y el
descanso.
Los resultados mostraron que la presión ejercida fue menor durante el descanso que
en el ejercicio para todos los sistemas de BFRT. El dolor y la percepción del esfuerzo
(RPE) fueron mayores en la 3ª y 4ª serie con RI y HS en comparación a PT. La presión
arterial media (mean arterial pressure o MAP) fue mayor en RI y HS comparado a PT
ar r
nt la
tras 1 y 5 min post-ejercicio. Con todo ello, los autores concluyen que a mayores
cá icu
presiones con cualquier sistema de BFRT aumenta la presión arterial media y la
a
percepción del esfuerzo, y que los sistemas automáticos de BFRT parecen regular de
om
Al art
forma efectiva la presión durante el ejercicio con menor respuesta en MAP y RPE, por
ar 2 ez p
l.c
lo que pueden ser mejor tolerados.
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
aleatoria. En dos de ellas los participantes realizaban ocho flexiones isométricas (con o
tin
sin restricción) durante 45 segundos, con el mismo tiempo de descanso entre series.
Li
Los resultados mostraron que las arterias de bajo calibre se mantuvieron con mayor
rigidez durante un período de tiempo más prolongado tras vibración con BFRT.
Además, la restricción de flujo parece aumentar la demanda del sistema cardiovascular
(frecuencia cardiaca), pero no se encontraron cambios en la RPE. Los hallazgos
también indicaron que el tipo de ejercicio realizado y / o la ubicación de la medición
son muy importantes y deben tenerse en cuenta al examinar la respuesta arterial.
ar r
nt la
Las variables que se tomaron para el control de la respuesta cardiovascular fueron:
cá icu
a
Presión braquial sistólica (PBS)
om
Presión braquial diastólica (PBD)
Al art
ai
Respuesta cardiaca (RC)
io 13 rtí us
gm
Concentración Lactato
@
m 68 o M a d
ez
M cen
BFRT muestra los mismos valores hemodinámicos durante el ejercicio, menor RPE y
tin
menor concentración de lactato que el grupo sin BFRT, aunque se observó una mayor
Li
Otra indicación común del BFRT es su uso tras cirugías (18–20). La respuesta
hemodinámica, dolor y RPE se ha estudiado en pacientes intervenidos de ligamento
cruzado anterior (LCA) comparando dos entrenamientos de cargas bajas con y sin
restricción del flujo sanguíneo (BFRT y No-BFRT) (21). Una segunda comparación
incluyó a pacientes intervenidos de LCA y a personas sanas con BFRT y HL-RT. Como
datos curiosos de la metodología tenemos:
Los resultados muestran un RPE mayor en BFRT comparado con No-BFR en pacientes
intervenidos de LCA. El dolor muscular fue mayor en ambos grupos BFRT que en HL-RT.
No hubo diferencias entre grupos en las variables de presión arterial (sistólica y
diastólica). Con todo ello, podemos afirmar que ni la percepción del esfuerzo ni el
dolor son limitantes en el uso del BFRT en pacientes con LCA.
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
1. Verhagen E, Gabbett T. Load, capacity and health: critical pieces of the holistic
performance puzzle. Br J Sports Med [Internet]. 2018; Available from:
https://bjsm.bmj.com/content/early/2018/09/25/bjsports-2018-099819
2. Jessee M, Mattocks K, Buckner S, Dankel S, Mouser J, Abe T, et al. Mechanisms
of Blood Flow Restriction: The New Testament. Techniques in Orthopaedics.
2018. 1 p.
3. Scott BR, Peiffer JJ, Thomas HJ, Marston KJ, Hill KD. Hemodynamic Responses to
Low-Load Blood Flow Restriction and Unrestricted High-Load Resistance
Exercise in Older Women. Front Physiol [Internet]. 2018;9:1324. Available from:
https://www.frontiersin.org/article/10.3389/fphys.2018.01324
4. Domingos E, Polito MD. Blood pressure response between resistance exercise
with and without blood flow restriction: A systematic review and meta-analysis.
Life Sci [Internet]. 2018;209:122–31. Available from:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0024320518304521
5. Pinto RR, Karabulut M, Poton R, Polito MD. Acute resistance exercise with blood
ar r
nt la
flow restriction in elderly hypertensive women: haemodynamic, rating of
cá icu
perceived exertion and blood lactate. Clin Physiol Funct Imaging [Internet].
38(1):17–24.
a Available from:
om
Al art
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/cpf.12376
ar 2 ez p
l.c
6. Saltin B. Capacity of blood flow delivery to exercising skeletal muscle in humans.
m 8 n o
ai
Am J Cardiol [Internet]. 1988 Sep 9;62(8):30E–35E. Available from:
io 13 rtí us
gm
https://doi.org/10.1016/S0002-9149(88)80007-9
ar 6 a e
7. Garber CE, Blissmer B, Deschenes MR, Franklin BA, Lamonte MJ, Lee I-M, et al.
@
m 68 o M a d
Healthy Adults: Guidance for Prescribing Exercise. Med Sci Sport Exerc
tin
msse/Fulltext/2011/07000/Quantity_and_Quality_of_Exercise_for_DevePAOing
.26.aspx
8. Hughes L, Rosenblatt B, Gissane C, Paton B, Patterson SD. Interface pressure,
perceptual, and mean arterial pressure responses to different blood flow
restriction systems. Scand J Med Sci Sports [Internet]. 28(7):1757–65. Available
from: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/sms.13092
9. Spranger MD, Krishnan AC, Levy PD, O’Leary DS, Smith SA. Blood flow restriction
training and the exercise pressor reflex: a call for concern. Am J Physiol Circ
Physiol [Internet]. 2015;309(9):H1440–52. Available from:
https://doi.org/10.1152/ajpheart.00208.2015
10. Jessee MB, Buckner SL, Mouser JG, Mattocks KT, Loenneke JP. Letter to the
editor: Applying the blood flow restriction pressure: the elephant in the room.
Am J Physiol Circ Physiol [Internet]. 2016;310(1):H132–3. Available from:
https://doi.org/10.1152/ajpheart.00820.2015
11. Loenneke JP, Kim D, Fahs CA, Thiebaud RS, Abe T, Larson RD, et al. Effects of
exercise with and without different degrees of blood flow restriction on torque
and muscle activation. Muscle Nerve [Internet]. 51(5):713–21. Available from:
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/mus.24448
ar r
nt la
(MPI) findings: a preliminary study. Perfusion [Internet]. 2012;27(3):207–13.
cá icu
Available from: https://doi.org/10.1177/0267659112436631
16.
a
Park SY, Kwak YS, Harveson A, Weavil JC, Seo KE. Low intensity resistance
om
Al art
exercise training with blood flow restriction: Insight into cardiovascular function,
ar 2 ez p
l.c
and skeletal muscle hypertrophy in humans. Vol. 19, Korean Journal of
m 8 n o
ai
Physiology and Pharmacology. 2015. p. 191–6.
io 13 rtí us
gm
17. Karabulut U, Karabulut M, James EG. Small arteries stay stiff for a longer period
ar 6 a e
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/cpf.12516
ez
M cen
18. Barber-Westin S, Noyes FR. Blood Flow–Restricted Training for Lower Extremity
tin
ar r
nt la
“fatiga”. La fatiga es un proceso multifactorial (fisiológicos, psicológicos,
cá icu
a
ambientales…) cuya interacción tiene como resultado la disminución del rendimiento,
om
independientemente de la variable que se mida como referencia: concentración de
Al art
l.c
disminución del rango de movilidad, etc. (5,6). En cualquier caso, lo importante es
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
conocer las características de la variable que tomamos como referencia (qué mide,
gm
cómo lo mide y cuál es su fiabilidad) así como su evolución en el tiempo para acotar el
ar 6 a e
pt
63 ari ci
tienen como objetivo retrasar la presentación de los factores que aumentan la fatiga y
tin
De acuerdo con lo descrito anteriormente, los objetivos del presente capítulo serán los
siguientes:
Bunevicius y colaboradores (2017) (9) examinaron el efecto agudo del BFRT sobre la
fatiga entre 2 series de flexión plantar al 75% de la repetición máxima (RM). Las
variables que se utilizaron para comprobar la existencia de fatiga fueron el volumen de
flujo arterial, la saturación de oxígeno y la máxima contracción voluntaria (MVC). Tras
analizar los resultados, se observó como la aplicación de BFRT acelera la aparición de la
fatiga con la disminución de la saturación de oxígeno y la capacidad de trabajo
(número de repeticiones x kg). Más allá de los resultados, en la metodología del
estudio se observa que la cuantificación de la carga no ha sido realizada de la forma
más correcta. La estimación del RM de forma directa es muy variable entre el nivel de
los sujetos y entre sesiones. Además, el realizar repeticiones hasta el fallo muscular
provoca grandes diferencias en el volumen (número de repeticiones realizadas) entre
ar r
los grupos BFRT y control. nt la
cá icu
a
om
Otro factor a tener en cuenta en la aparición de fatiga es el rendimiento
Al art
l.c
actividad muscular (medida con electromiografía) y la capacidad de producción de
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
través de una sonda doppler y utilizándose una presión de restricción del 60% para el
tin
grupo BFRT. Tanto el grupo control como el BFRT tenían el mismo volumen de
Li
repeticiones (30-15-15-15), ritmo de ejecución (40 bpm) y descanso entre series; así
como un calentamiento general y otro específico para la prueba. Los resultados
obtenidos muestran un aumento de la fatiga percibida acompañada de la disminución
de la función contráctil tras terminar el ejercicio con BFRT. Sin embargo, pasados 2
minutos de la finalización del ejercicio, estos valores se normalizan, por lo que el
efecto del BFRT sobre la fatiga neuromuscular parece ser intenso, pero de corta
duración.
Todos los participantes realizaron un curl de bíceps unilateral, durante 4 sesiones con
7 días de descanso entre las mismas. Los resultados muestran mayores niveles de
DOMS para BFRT-Intermitente y BFRT-Continuo hasta las 72 horas post-intervención
ar r
nt la
comparados con los grupos de entrenamiento de cargas altas (80% RM) y bajas (20%
cá icu
RM). A las 96 horas, los niveles de DOMS vuelven a sus estados basales para todos los
a
om
grupos. El esfuerzo percibido fue mayor para los grupos de BFRT y entrenamiento de
Al art
cargas altas en comparación con cargas bajas, sin diferencias entre BFRT-Intermitente
ar 2 ez p
l.c
y cargas altas. Aunque el volumen fue menor en cargas altas, no hubo correlación
m 8 n o
ai
entre el volumen total y los valores pico de DOMS o RPE.
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
Como se ha adelantado en la introducción del capítulo, son muchos los factores que
@
m 68 o M a d
tin
Anchura Manguito
Li
Presión
Localización (miembro superior o inferior)
Variables del Entrenamiento (volumen, intensidad…)
Características Cliente (nivel condición física, enfermedad, estrés…)
RPE-BFRT
Ejercicio a una misma intensidad: Mayor RPE en grupo BFRT
Ejercicio con diferente intensidad: RPE mayor grupo BFR si la presión es alta y
manguito ancho
Novatos vs Experimentados: RPE mayor en nuevos practicantes.
DOMS: Similar en protocolos al fallo muscular, pero mayor con BFR en mismo volumen
Tabla 1 Relación entre Esfuerzo Percibido (RPE) y Entrenamiento con Restricción de Flujo (BFRT)
Pero, ¿por qué se utilizan escalas y no otros marcadores más objetivos, como es el
caso de marcadores sanguíneos (creatina, lactato o pH) o pruebas de esfuerzo
(consumo de oxígeno durante un test de carrera o newtons en una dinamometría)?
Las escalas miden sensaciones, valores subjetivos (dolor, rigidez, esfuerzo, fatiga…)
que son específicos para la persona y para el momento en el que se realiza. Además,
su coste e inmediatez en la obtención de los resultados hacen de ellas un gran aliado
durante las sesiones.
ar r
nt la
entrenamiento completamente iguales (mismo volumen, ejercicios, etc.), los valores
cá icu
a
serán diferentes muy probablemente. La fatiga o la percepción del esfuerzo va mucho
om
más allá de las variables propias del entrenamiento, y recogen información de cómo
Al art
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
proceso de entrenamiento por parte del cliente. Con el paso de las sesiones se debe
ar 6 a e
valor correspondiente.
pt
63 ari ci
ez
M cen
VALOR PRE-
COMPRESIÓN
VALOR
INTRA-
EJERCICIO
VALOR POST-
COMPRESIÓN
ar r
nt la
Tras analizar la evidencia científica actual, podemos concluir que el BFRT va a
cá icu
a
aumentar la percepción de esfuerzo si se compara con el mismo entrenamiento sin
om
restricción. Sin embargo, no parece haber diferencias significativas al compararlo con
Al art
el entrenamiento de cargas altas (>70% RM). Para su aplicación en el día a día se debe
ar 2 ez p
l.c
tener en cuenta todas las variables (internas y externas) que van a modular la
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
respuesta de la fatiga, teniendo a las escalas como una herramienta muy útil en su
gm
control.
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
6.
nt la
Slimani M, Davis P, Franchini E, Moalla W. Rating of Perceived Exertion for
cá icu
Quantification of Training and Combat Loads During Combat Sport-Specific
a
Activities: A Short Review. J strength Cond Res. 2017 Oct;31(10):2889–902.
om
Al art
7. Lee EC, Fragala MS, Kavouras SA, Queen RM, Pryor JL, Casa DJ. Biomarkers in
ar 2 ez p
l.c
Sports and Exercise: Tracking Health, Performance, and Recovery in Athletes. J
m 8 n o
ai
strength Cond Res. 2017 Oct;31(10):2920–37.
io 13 rtí us
gm
Blood flow restriction late in recovery after heavy resistance exercise hampers
tin
ar r
nt la
increases PGC-1α and VEGF mRNA abundances. Eur J Appl Physiol [Internet].
cá icu
2013;113(4):1081–90. Available from: https://doi.org/10.1007/s00421-012-
2524-4
a
om
Al art
l.c
Low-load Resistance Exercise with Blood Flow Restriction Changes Hypoxia-
m 8 n o
ai
Induced Genes Expression. FASEB J [Internet]. 2018 Apr
io 13 rtí us
gm
https://www.fasebj.org/doi/abs/10.1096/fasebj.2018.32.1_supplement.855.23
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
Para explicar estos hechos, el primer paso sería conocer qué es el dolor, y qué relación
tiene el mismo con la reducción del rango de movimiento.
ar r
nt la
de las Neuroetiquetas” (3). Se utilizará este último modelo teórico para la justificación
cá icu
a
del uso del entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo o blood flow restriction
om
training (BFRT), así como sucede con el flossing (posteriormente explicado), en la
Al art
disminución del dolor y mejora del rango de movimiento, dado que la teoría de la
ar 2 ez p
ai
io 13 rtí us
gm
diferentes áreas que trabajan de forma conjunta para dar una respuesta (output).
m 68 o M a d
tin
Las neuroetiquetas primarias son aquellas cuya acción es tangible y tiene como
Li
Neuroetiqueta Neuroetiqueta
Sensación
secundaria primaria
Neuroetiqueta Neuroetiqueta
Creencia
secundaria primaria
Neuroetiqueta Neuroetiqueta
Movimiento
secundaria primaria
Neuroetiqueta
secundaria
Neuroetiqueta
ar r
secundaria
nt la
cá icu
a
om
Al art
l.c
m 8 n o
ai
El conjunto de neuroetiquetas de modulación compiten o colaboran entre ellas para
io 13 rtí us
gm
@
m 68 o M a d
BFRT y Dolor
Efectos Agudos: la evidencia sobre los efectos agudos del BFRT en el dolor es
escasa. Solo tres estudios han analizado la respuesta sobre el dolor anterior de
rodilla a nivel agudo.
Otro estudio que analiza los efectos del BFRT sobre el dolor de rodilla es el de
Korakakis y colaboradores de 2018 (10). Todos los sujetos del estudio (30
hombres) realizaban el ejercicio de extensión de rodilla con BFRT, midiéndose
el dolor post-intervención en tres ejercicios (sentadilla unipodal profunda,
cuarto de sentadilla y bajar de un escalón). Una vez realizadas las pruebas, toda
la muestra llevaba a cabo una sesión de fisioterapia estándar (45 minutos) que
incluía ejercicios de fuerza y equilibrio; al finalizar la misma se volvía a medir el
dolor en dichas pruebas.
ar r
nt la
cá icu
Los resultados del estudio muestran como la aplicación de BFRT produjo una
a
disminución de los niveles de dolor en las tres pruebas seleccionadas;
om
Al art
l.c
m 8 n o
ai
En otro estudio de los mismos autores (14), se investigaron los efectos sobre el
io 13 rtí us
gm
flujo sanguíneo. Las mejoras en la reducción del dolor durante las pruebas
@
m 68 o M a d
grupo BFRT mostró un aumento del dolor. Sin embargo, el 20% de los
tin
Son necesarios más estudios que investiguen los mecanismos subyacentes a dichos
efectos, aunque principalmente la hipótesis más aceptada actualmente está
relacionada con el Diffuse Noxious Inhibitory Control (DNIC) (7). Este sistema de
modulación descendente está condicionado por la presencia de otro estímulo
nociceptivo que difiere en localización o intensidad. Una de las razones por las que la
nocicepción no es igual a dolor es que hay una multitud de sustancias químicas que se
ar r
nt la
liberan supraespinalmente y que pueden actuar para suprimir o bloquear las señales
cá icu
nociceptivas ascendentes. Una región clave del cerebro involucrada es la materia gris
a
periacueductal (PAG) que se proyecta a la médula ventromedial rostral (RVM) (8).
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
Las áreas cerebrales múltiples se proyectan hacia la PAG, como la corteza, el sistema
m 8 n o
ai
límbico y el hipotálamo, lo que significa que puede verse afectada la percepción de
io 13 rtí us
gm
dolor por factores como los pensamientos, las emociones y el estrés. El RVM se
ar 6 a e
conecta al asta dorsal y puede actuar para inhibir o facilitar la nocicepción. Las vías
@
m 68 o M a d
descendentes pueden inhibir los elementos postsinápticos dentro de las astas dorsales
pt
63 ari ci
que también afectan la señalización nociceptiva. Hay una gran cantidad de otros
Li
No fue hasta el año 2013 cuando Kelly Starret y Glen Cordoza incluyeron en su libro el
flossing como una herramienta de mejora de la movilidad y disminución del dolor (13).
Las hipótesis en las que basan estos autores los efectos del flossing eran el “creeping”
o cizallamiento fascial provocado por la compresión del vendaje sobre los tejidos, y la
ar r
nt la
mejora del flujo sanguíneo debido a la restricción previa del vendaje.
cá icu
a
om
El cizallamiento fascial tiene como objetivo la mejora del deslizamiento entre planos
Al art
fasciales (entre fascículos musculares o entre los propios grupos musculares) para la
ar 2 ez p
l.c
mejora de la movilidad, y, por ende, del dolor. Esta hipótesis restringe los efectos a
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
aquellas zonas corporales en las que se puede aplicar el vendaje y que siempre la
gm
independientes. Además, los efectos no solo se producen a nivel local sino que, por
ez
M cen
ejemplo con la aplicación del vendaje sobre el pliegue inguinal, podemos conseguir
tin
Por tanto, el marco teórico sobre el que se basa la utilización del flossing guarda una
estrecha relación con la teoría de las neuroetiquetas. Como se ha reflejado en el
apartado anterior, la relación entre la limitación del rango de movimiento (pérdida de
movilidad) y el dolor se basa en que comparten neuroetiquetas secundarias o de
modulación comunes (Ilustración 2) (3).
Amenaza visual
Conducción Neuroetiqueta
externa Dolor
primaria dolor
Expectativa
Amenaza
Neuroetiqueta
primaria Movimiento
Percepción del Movimiento
estado actual del
tejido
ar r
Percepción de la nt la
cá icu
a
posición/localización
om
actual del cuerpo
Al art
Conducción
interna
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
Amenaza social
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
Ilustración 2 Adaptación del diagrama de relación entre Dolor y Movimiento. (Wallwork et al, 2016)
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
La evidencia disponible respecto al dolor y el uso de flossing es, de nuevo, escasa. Prill
y colaboradores (2018) (2) estudiaron los efectos agudos del flossing en la disminución
del dolor muscular post-ejercicio, más comúnmente conocido como “agujetas”. Con
una muestra pequeña (15 personas) se realizó un entrenamiento sobre los flexores de
codo de forma bilateral, pero solo se aplicó flossing a uno de los brazos de forma
aleatoria. Se controló el dolor y la fatiga a través de la Escala Visual Analógica (EVA) y
la Escala de Borg en tres ocasiones (inmediatamente después de terminar el
entrenamiento, a las 24 y 48 horas). Tanto los valores de dolor como de fatiga
disminuyeron en el brazo al que se le aplicó flossing.
En referencia a la mejora de la movilidad, los estudios que han investigado los efectos
del flossing son mayores en número y mejores en calidad metodológica. Drill y
colaboradores llevan a cabo en 2016 un estudio sobre los efectos del flossing en la
movilidad del tobillo y el rendimiento del salto unipodal. Cincuenta y dos corredores
recreacionales componen la muestra del estudio, sobre los que se aplica flossing de
forma unilateral (sirviendo el otro tobillo como grupo control) (4).
ar r
nt la
Las variables que se utilizaron en el estudio fueron:
cá icu
a
Movilidad de la flexión dorsal en carga (Lunge Test).
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
Movilidad flexión dorsal y plantar en descarga (goniometría).
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
(transductor lineal).
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
Los resultados mostraron mejoras significativas entre grupos (tobillo con y sin flossing),
ez
M cen
así como a lo largo del tiempo (pre-post). Sin embargo, el tamaño del efecto para
tin
Sólo dos estudios han investigado los efectos del flossing sobre la movilidad del
miembro superior. Kiefer y colaboradores en 2017 investigaron los efectos sobre el
ROM en la flexión de hombro (6). El estudio cuenta con una muestra amplia (60
jóvenes), divididos en un grupo experimental (flossing) y otro control (no flossing).
Ambos grupos realizaron un estiramiento (child’s pose strecht) 5 veces durante 30
segundos, midiéndose el ROM pasivo a través de goniometría y la percepción de
“flexibilidad” (facilidad percibida por la persona al llegar a su máxima tolerancia de
estiramiento). Los resultados muestran como ambos grupos mejoraron los valores en
flexión de hombro comparando pre y post-intervención, sin diferencias entre grupo
Aunque los estudios mencionados presentan ciertas limitaciones (ej: falta de grupo
control con placebo, duración del periodo de seguimiento, etc.), el flossing se presenta
como una herramienta útil en la disminución del dolor y mejora de la movilidad de
forma aguda gracias a su acción sobre el sistema nervioso central, más que por sus
poco plausibles efectos a nivel local (ej: cizallamiento fascial)
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
1. Moseley GL, Butler DS. Fifteen Years of Explaining Pain: The Past, Present, and
Future. J Pain. 2015 Sep;16(9):807–13.
2. Melzack R, Wall PD. Pain mechanisms: a new theory. Science. 1965
Nov;150(3699):971–9.
3. Wallwork SB, Bellan V, Catley MJ, Moseley GL. Neural representations and the
cortical body matrix: implications for sports medicine and future directions. Br J
Sports Med [Internet]. 2016;50(16):990–6. Available from:
https://bjsm.bmj.com/content/50/16/990
4. Mendell LM. Constructing and deconstructing the gate theory of pain. Pain.
2014 Feb;155(2):210–6.
5. Giles L, Webster KE, McClelland J, Cook JL. Quadriceps strengthening with and
without blood flow restriction in the treatment of patellofemoral pain: a double-
blind randomised trial. Br J Sports Med [Internet]. 2017;51(23):1688–94.
Available from: https://bjsm.bmj.com/content/51/23/1688
6. Tennent DJ, Hylden CM, Johnson AE, Burns TC, Wilken JM, Owens JG. Blood
ar r
nt la
Flow Restriction Training After Knee Arthroscopy: A Randomized Controlled
cá icu
Pilot Study. Clin J Sport Med [Internet]. 2017;27(3). Available from:
a
https://journals.lww.com/cjsportsmed/Fulltext/2017/05000/Blood_Flow_Restri
om
Al art
ction_Training_After_Knee.2.aspx
ar 2 ez p
l.c
7. Le Bars D, Villanueva L, Bouhassira D, Willer JC. Diffuse noxious inhibitory
m 8 n o
ai
controls (DNIC) in animals and in man. Patol Fiziol Eksp Ter. 1992;(4):55–65.
io 13 rtí us
gm
9. Ballantyne JC, Sullivan MD. Discovery of endogenous opioid systems: what it has
pt
63 ari ci
meant for the clinician’s understanding of pain and its treatment. Pain. 2017
ez
M cen
Dec;158(12):2290–300.
tin
10. Korakakis V, Whiteley R, Giakas G. Low load resistance training with blood flow
Li
restriction decreases anterior knee pain more than resistance training alone. A
pilot randomised controlled trial. Phys Ther Sport [Internet]. 2018 Nov
1;34:121–8. Available from: https://doi.org/10.1016/j.ptsp.2018.09.007
11. Prill R, Schulz R, Michel S. Tissue flossing: a new short-duration compression
therapy for reducing exercise-induced delayed-onset muscle soreness. A
randomized, controlled and double-blind pilot cross-over trial. J Sports Med
Phys Fitness. 2018 Oct;
12. Da Silva Santos R, Galdino G. Endogenous systems involved in exercise-induced
analgesia. J Physiol Pharmacol. 2018 Feb;69(1):3–13.
13. Starret K, Cordoza G. Becoming a Supple Leopard: The Ultimate Guide to
Resolving Pain, Preventing Injury and Optimizing Athletic Performance.
Riverside, NJ: Victory Belt Publishing; 2013.
14. Korakakis, Vasileios & Whiteley, Rod & Epameinontidis, K. (2016). Blood flow
restriction to lower body induces analgesia in patients with anterior knee pain.
Manual Therapy. 25. e140. 10.1016/j.math.2016.05.267.
Las interacciones entre función vascular y ejercicio son bidireccionales. Los estudios
recogidos en la revisión de Durand y colaboradores (2014) (4) muestran una clara
regulación positiva con el ejercicio aeróbico (mejorando el stiffness arterial y la función
endotelial). Aún no se comprende en plenitud los mecanismos por los que mejora
dicha función con el entrenamiento aeróbico. Estos pueden estar relacionados con las
adaptaciones a nivel cardiaco (ej: mayor volumen por latido) que provocarían un
mayor stress mecánico sobre la pared vascular.
ar r
nt la
cá icu
a
Sin embargo, tras el entrenamiento de fuerza se observan resultados más variables en
om
la función vascular; a pesar de ello, este tipo de entrenamiento presenta otros muchos
Al art
l.c
el rendimiento (prevención de lesiones, mejora del salto vertical, lanzamiento,
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
sprint….) (9–11).
gm
ar 6 a e
Puede parecer que existe una dicotomía entre utilizar un tipo u otro de
m 68 o M a d
entrenamiento, pero no tiene porqué ser así. El BFRT es una herramienta que, en
pt
63 ari ci
tin
Antes de estudiar la relación entre BFRT y la función vascular, se deben conocer cuáles
Li
son los índices de la función vascular y qué información aportan. En la siguiente tabla
se han recogidos los índices más comunes descritos en la literatura científica.
ar r
Angiogénesis
nt la
cá icu
a
om
Al art
Este proceso fisiológico, que se menciona en otros capítulos del libro2, se define como
ar 2 ez p
l.c
el aumento del número de vasos o capilares por unidad de superficie. Este aumento
m 8 n o
ai
de capilares produce un incremento en la superficie disponible para la difusión de
io 13 rtí us
gm
sustancias, así como una disminución de la distancia de difusión (1,13). Al final, tal
ar 6 a e
No se puede olvidar que también conforma una vía de comunicación entre los
ez
M cen
distintos órganos, teniendo la sangre como mensajeras a las hormonas. La mejora del
tin
De forma específica y en relación con el BFRT, son varias las vías de investigación
llevadas a cabo:
Expresión Génica: la evidencia muestra que tras aplicar BFRT se produce una
mayor expresión de genes relacionados con la angiogénesis (PEGF-1 y HIF-1)
(14,15). Sin embargo, las muestras de los estudios fueron muy pequeñas, solo 6
personas en cada uno.
2
La angiogénesis es comentada en los capítulos de Poblaciones Clínicas II y Sistema Inmune.
ar r
BFRT también mejora. nt la
cá icu
a
om
Estas variables informan a corto plazo sobre el estado dinámico del metabolismo
Al art
óseo. Podría compararse a una instantánea o una foto, donde la información que
ar 2 ez p
l.c
podemos extraer de ella es únicamente del momento en la que se realizó. Quizás la
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
@
m 68 o M a d
Aunque los resultados sean positivos, se debe tener en cuenta que aún se está lejos de
poder dar una respuesta segura sobre su efectividad en la mejora del metabolismo
óseo. Pero, igualmente cierto es que los datos son esperanzadores y que podría tener
gran utilidad en procesos como la osteoporosis, fracturas por estrés, etc.
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24873760
cá icu
5. Hughes DC, Ellefsen S, Baar K. Adaptations to Endurance and Strength Training.
a
Cold Spring Harb Perspect Med [Internet]. 2018 Jun 1;8(6). Available from:
om
Al art
http://perspectivesinmedicine.cshlp.org/content/8/6/a029769.abstract
ar 2 ez p
l.c
6. Simpson RJ, Kunz H, Agha N, Graff R, McLaren SJ, Macpherson TW, et al.
m 8 n o
ai
Recovery of the immune system after exercise. Sports Med. 2018
io 13 rtí us
gm
Mar;48(5):1077–87.
ar 6 a e
7. Peake JM, Neubauer O, Walsh NP, Simpson RJ. Recovery of the immune system
@
m 68 o M a d
8. Neale J, Smith AC, Bishop NC. Effects of Exercise and Sport in Solid Organ
ez
M cen
88.
Li
9. Verhagen E, Gabbett T. Load, capacity and health: critical pieces of the holistic
performance puzzle. Br J Sports Med [Internet]. 2018; Available from:
https://bjsm.bmj.com/content/early/2018/09/25/bjsports-2018-099819
10. Joyce D, Lewindon D. Sports injury prevention and rehabilitation: integrating
medicine and science for performance solutions. Joyce D, Lewindon D, editors.
Oxon ; New York, NY: Routledge; 2016. 452 p.
11. Suchomel TJ, Nimphius S, Stone MH. The Importance of Muscular Strength in
Athletic Performance. Sport Med [Internet]. 2016;46(10):1419–49. Available
from: https://doi.org/10.1007/s40279-016-0486-0
12. Horiuchi M, Okita K. Blood flow restricted exercise and vascular function. Int J
Vasc Med [Internet]. 2012/10/22. 2012;2012:543218. Available from:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23133756
13. Kon M, Ohiwa N, Honda A, Matsubayashi T, Ikeda T, Akimoto T, et al. Effects of
systemic hypoxia on human muscular adaptations to resistance exercise
training. Physiol Rep [Internet]. 2014 Jun 11;2(6):e12033. Available from:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24907297
14. Drummond MJ, Fujita S, Abe T, Dreyer HC, Volpi E, Rasmussen BB. Human
muscle gene expression following resistance exercise and blood flow restriction.
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
componentes principales del SII se recogen en la tabla 1.
cá icu
a
om
Al art
l.c
m 8 n o
gm
@
m 68 o M a d
pt
ez
M cen
tin
Citoquinas y Quimioquinas
Por otro lado, el sistema inmune adquirido o adaptativo (SIA) el cual se caracteriza
por mejorar la capacidad defensiva frente a exposiciones sucesivas. Como ocurre en
cualquier tipo de adaptación que se quiera llevar a cabo en el entrenamiento y en la
rehabilitación, se necesita un periodo de aprendizaje para optimizar una determinada
respuesta. El SIA está representado mayormente por dos tipos de células, linfocitos T y
B. Ambos tipos celulares, junto con los referenciados en la tabla anterior, van a
intervenir en la respuesta inmune humoral y celular, respectivamente.
El ejercicio físico es uno de los grandes moduladores de la función inmune (6), junto
con la nutrición, el sueño y los factores psicológicos y sociales (7). Conocer los efectos
de la carga del entrenamiento y su tolerancia definirá si las adaptaciones provocadas
tendrán un efecto beneficioso o perjudicial en la salud y el rendimiento (8,9). Este
concepto es aplicable tanto en el caso de un atleta que se prepara para las olimpiadas,
ar r
mayor crecimiento muscular (12). nt la
cá icu
a
om
La aplicación de BFRT puede darse en situaciones donde el SI esté comprometido,
Al art
l.c
edad o postoperatorios. Por ello, como se muestra en la Ilustración 2 es de gran
m 8 n o
ai
importancia conocer sus efectos, diferencias respecto a otros tipos de entrenamiento,
io 13 rtí us
gm
etc. (13).
ar 6 a e
CAPACIDAD DE REGENERACIÓN
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
Un pequeño inciso para aclarar el porqué de estudiar esas dos variables del SI y cómo
se suele llevar a cabo. Los NK forman parte del grupo de células blancas o leucocitos,
contando con un gran poder citotóxico. Por otro lado, las quimiocinas tienen una
función de movilización y regulación de la respuesta leucocítica. Como si de un arma se
tratase, el natural killer podría ser el cohete de nuestro sistema defensivo, mientras
que la quimiocina cumpliría con el papel de GPS armamentístico. Para analizar la
respuesta inmune se utilizaron anticuerpos específicos monoclonales. Este grupo de
glucoproteínas se unen con gran afinidad y especificidad a una molécula determinada
(antígeno). De su variación a nivel sanguíneo podemos identificar marcadores
fenotípicos únicos de un tipo particular (ej: NK) e interacciones moleculares (Ej: CCR5)
ar r
nt la
Los resultados del estudio (15), con relación a los NK, demostraron una menor
cá icu
concentración sanguínea tras intervención y a las 24 horas post-ejercicio para el grupo
a
HL-RT comparado con los niveles pre-intervención. Por su parte, el grupo BFRT sólo
om
Al art
l.c
otro lado, la expresión de CCR5 mostró una interacción entre mediciones temporales,
m 8 n o
ai
pero sin diferencias significativas entre grupos.
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
que se relaciona con los niveles de daño muscular. Con los datos obtenidos del análisis
pt
63 ari ci
Hay que añadir que el presente estudio cuenta con una gran limitación metodológica,
como es la biopsia muscular previa a todas las intervenciones y que no se tiene en
cuenta el carácter adaptativo de cada intervención. Sin embargo, sería interesante
analizar como el orden de las intervenciones puede interferir en los resultados a lo
largo de las sesiones.
ar r
nt la
daño muscular (DM) tras el BFRT (17,18). A pesar de ello, la inflamación forma parte
cá icu
del arsenal de respuestas adaptativas de la que disponen nuestros tejidos y que es
a
om
modulada, en parte, por el SI.
Al art
ar 2 ez p
l.c
La gran aportación del BFRT para la mejora de la hipertrofia en comparación al HI-RT
m 8 n o
ai
es la utilización de cargas bajas (menores al 30-40% de la repetición máxima) (19–21).
io 13 rtí us
gm
Al analizar los factores que pueden estar detrás del crecimiento muscular provocado
ar 6 a e
con el BFRT, uno de los más estudiados ha sido el daño muscular (14,17,22).
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
las integrinas que protegen su integridad). Los signos (elevación de mioglobina y CK,
Li
Tres son las hipótesis que se plantean en el efecto del BFRT sobre la respuesta inmune,
que como veremos en el apartado siguiente son independientes del daño muscular
provocado:
Aumento del HIF-1: la hipoxia local producida por la restricción parcial del flujo
sanguíneo promueve un aumento del HIF-1. Este factor inducible por la hipoxia
está en relación con la liberación del MCP-1, una quimiocina con una potente
función de reclutamiento y activación de macrófagos.
Aumento de Interleucina-6 (IL-6): la liberación de IL-6 produce un aumento en
ar r
nt la
el reclutamiento de neutrófilos para el remodelado muscular.
cá icu
Liberación de Catecolaminas: la noraprinefina, por ejemplo, posee un potente
a
om
efecto en la función neutrófila.
Al art
ar 2 ez p
l.c
Los niveles menores de daño muscular e inflamación que se recogen en otra nueva
m 8 n o
ai
revisión de 2018 (26) apoyan el uso del entrenamiento de BFRT con baja carga en
io 13 rtí us
gm
poblaciones de riesgo con baja masa muscular, incluidos pacientes que se encuentran
ar 6 a e
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
1. Yatim KM, Lakkis FG. A brief journey through the immune system. Clin J Am Soc
Nephrol. 2015 Jul;10(7):1274–81.
2. Peake JM, Neubauer O, Walsh NP, Simpson RJ. Recovery of the immune system
after exercise. J Appl Physiol. 2017 May;122(5):1077–87.
3. Vitlic A, Lord JM, Phillips AC. Stress, ageing and their influence on functional,
cellular and molecular aspects of the immune system. Age (Dordr). 2014
Jun;36(3):9631.
4. Neale J, Smith AC, Bishop NC. Effects of Exercise and Sport in Solid Organ
Transplant Recipients: A Review. Am J Phys Med Rehabil. 2017 Apr;96(4):273–
88.
5. Ringseis R, Eder K, Mooren FC, Kruger K. Metabolic signals and innate immune
activation in obesity and exercise. Exerc Immunol Rev. 2015;21:58–68.
6. Simpson RJ, Kunz H, Agha N, Graff R. Exercise and the Regulation of Immune
Functions. Prog Mol Biol Transl Sci. 2015;135:355–80.
7. Walsh NP. Recommendations to maintain immune health in athletes. Eur J Sport
ar r
Sci. 2018 Jul;18(6):820–31.
nt la
cá icu
8. Verhagen E, Gabbett T. Load, capacity and health: critical pieces of the holistic
a
performance puzzle. Br J Sports Med [Internet]. 2018; Available from:
om
Al art
https://bjsm.bmj.com/content/early/2018/09/25/bjsports-2018-099819
ar 2 ez p
l.c
9. Lee EC, Fragala MS, Kavouras SA, Queen RM, Pryor JL, Casa DJ. Biomarkers in
m 8 n o
ai
Sports and Exercise: Tracking Health, Performance, and Recovery in Athletes. J
io 13 rtí us
gm
10. Gabbett TJ. The training-injury prevention paradox: should athletes be training
@
m 68 o M a d
11. Windt J, Gabbett TJ. How do training and competition workloads relate to
ez
M cen
Mar;51(5):428–35.
Li
12. Herzog W. The multiple roles of titin in muscle contraction and force
production. Biophys Rev [Internet]. 2018 Jan 20;10(4):1187–99. Available from:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29353351
13. Sass FA, Fuchs M, Pumberger M, Geissler S, Duda GN, Perka C, et al.
Immunology Guides Skeletal Muscle Regeneration. Int J Mol Sci. 2018
Mar;19(3).
14. Nielsen JL, Aagaard P, Prokhorova TA, Nygaard T, Bech RD, Suetta C, et al. Blood
flow restricted training leads to myocellular macrophage infiltration and
upregulation of heat shock proteins, but no apparent muscle damage. J Physiol
[Internet]. 595(14):4857–73. Available from:
https://physoc.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1113/JP273907
15. Dorneles GP, Colato AS, Galvão SL, Ramis TR, Ribeiro JL, Romão PR, et al. Acute
response of peripheral CCr5 chemoreceptor and NK cells in individuals
submitted to a single session of low-intensity strength exercise with blood flow
restriction. Clin Physiol Funct Imaging [Internet]. 36(4):311–7. Available from:
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/cpf.12231
16. Smiles WJ, Conceição MS, Telles GD, Chacon-Mikahil MPT, Cavaglieri CR, Vechin
FC, et al. Acute low-intensity cycling with blood-flow restriction has no effect on
ar r
20.
nt la
Pearson S, Robiul Hussain S. A Review on the Mechanisms of Blood-Flow
cá icu
Restriction Resistance Training-Induced Muscle Hypertrophy. Sports Med.
2014;45.
a
om
Al art
21. Sudo M, Ando S, Kano Y. Repeated blood flow restriction induces muscle fiber
ar 2 ez p
l.c
hypertrophy. Muscle and Nerve. 2017;55(2):274–6.
m 8 n o
ai
22. Laurentino G, Aoki M, Fernandes R, Soares A, Ugrinowitsch C, Hoschel H, et al.
io 13 rtí us
gm
https://www.fasebj.org/doi/abs/10.1096/fasebj.2018.32.1_supplement.855.23
ez
M cen
23. Mattocks KT, Jessee MB, Mouser JG, Dankel SJ, Buckner SL, Bell ZW, et al. The
tin
Application of Blood Flow Restriction: Lessons From the Laboratory. Curr Sports
Li
ar r
nt la
cá icu
a
Variables que afectan a la seguridad del BFRT
om
Al art
l.c
la seguridad (a nivel cardiovascular, muscular y del sistema nervioso) cuando se aplica
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
m 68 o M a d
ez
Desde que comenzó a utilizarse el BFRT a principios de los años 80, se han
M cen
B) Tipo de manguito
ar r
nt la
manguitos constituyen un recurso más económico y asequible para la
cá icu
mayoría de los entrenadores, aunque todavía se necesita avanzar en su
investigación (10).
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
La gran desventaja de los manguitos prácticos frente a los neumáticos (o
m 8 n o
ai
presurizados) es que, los primeros no permiten cuantificar la presión de
io 13 rtí us
gm
ar r
nt la
cá icu
C) Ancho del manguito
a
om
Al art
l.c
importantes a considerar cuando se aplica el BFRT es el ancho del
m 8 n o
ai
manguito (2,7).
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
Durante las últimas décadas, los investigadores han utilizado una gran
@
m 68 o M a d
18,5 cm) como superiores (3-12 cm) (15). Existe consenso en relación a
ez
M cen
Presión de restricción:
ar r
nt la
cá icu
Tradicionalmente se ha empleado un abanico de presiones de restricción muy
a
amplio (que va desde los 50 hasta los 300 mmHg) y, en la actualidad, todavía se
om
Al art
l.c
menor riesgo asociado.
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
presiones arbitrarias (18, 21, 22); b) Aplicar una presión de restricción basada
pt
63 ari ci
en la presión arterial sistólica de cada individuo (23, 24); c) Aplicar una presión
ez
M cen
ar r
nt la
restringe pero no ocluye completamente el flujo arterial. Igualmente,
cá icu
recientemente se ha sugerido que la PRT debería ser valorada cada día que el
a
individuo acude a entrenar puesto que tal valor puede diferir de un día para
om
Al art
l.c
importancia de conocer la PRT para ambos segmentos corporales (derecho vs
m 8 n o
ai
izquierdo) puesto que han sido observadas diferencias significativas entre la
io 13 rtí us
gm
@
m 68 o M a d
Seguridad y BFRT
pt
63 ari ci
ez
M cen
Una vez demostrada la efectividad del método, las investigaciones se han orientado a
tin
evaluar diferentes aspectos de seguridad, sobre todo en relación con las respuestas
Li
ar r
adolescentes.
nt la
cá icu
a
Por otro lado, en relación con el posible riesgo de desarrollar coágulos de
om
Al art
l.c
oclusión arterial completa, el BFRT no parece alterar la concentración de
m 8 n o
ai
marcadores de coagulación en mayor medida que el entrenamiento de fuerza
io 13 rtí us
gm
convencional (22, 33, 34, 36). En este sentido, recientemente, Laswati et al.
ar 6 a e
Entre los estudios que han evaluado los efectos agudos del BFRT sobre el daño
muscular, cabe destacar varios trabajos donde no se encontraron incrementos
significativos en distintos marcados inflamatorios (ej. lactato deshidrogenasa,
creatinquinasa) ni de estrés oxidativo (ej. proteína carbonilo, ácido úrico,
radicales libres). (34, 46-49). Además, recientemente, Neto et al (50), al
comparar los efectos del BFRT sobre distintos biomarcadores de inflamación
Con relación a las respuestas a largo plazo del BFRT sobre los marcadores de
daño muscular poco es conocido. Clark et al. (34), tras aplicar 4 semanas de
ar r
nt la
entrenamiento con restricción del flujo para miembros inferiores, encontraron
cá icu
incrementos en los valores de fuerza máxima sin alteraciones en los
a
marcadores de coagulación e inflamación (IL-6, CRP). Más recientemente,
om
Al art
l.c
muscular (CK) estrés oxidativo (TAC, GSH) e inflamación (MCP1, IL-6, TNF-a),
m 8 n o
ai
tampoco observaron cambios significativos, lo que nos lleva a indicar que, a la
io 13 rtí us
gm
semanas. A pesar de ello, nuevos estudios son necesarios para dotar de mayor
pt
63 ari ci
tin
ar r
nt la
56). En cualquier caso, la literatura científica ha constatado que tales efectos tienen un
cá icu
carácter momentáneo y transitorio, llegando a desaparecer a los pocos días de la
a
om
sesión de entrenamiento.
Al art
ar 2 ez p
l.c
El riesgo de trombosis venosa también ha sido investigado por varios estudios. En este
m 8 n o
ai
sentido, Madarame et al. (36) no encontraron cambios significativos en diferentes
io 13 rtí us
gm
marcados de coagulación sanguínea tras una sesión aguda de BFRT, donde se realizó el
ar 6 a e
ejercicio de press de pierna con una presión de restricción de 150-160 mmHg. Por su
@
m 68 o M a d
parte, Nakajima et al. (33) informaron que, únicamente el 0,055% de los profesionales
pt
63 ari ci
de ello, es necesario reconocer que aplicar una oclusión arterial completa implica un
tin
incluso necrosis celular (4, 33, 57). Además, el riesgo de formación de trombos puede
incrementarse si el BFRT se realiza hasta el fallo muscular (58), por lo que es necesario
asegurarse de que se están empleando presiones de restricción relativas e
individualizadas para cada individuo.
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
importante recordar que el BFRT ha demostrado ser beneficioso incluso
cá icu
cuando se usan presiones de restricción inferiores a 100mmHg.
a
om
Al art
l.c
Además, tampoco ha demostrado promover daño muscular ni a nivel
m 8 n o
ai
del sistema nervioso.
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
1. Lixandrão ME, Ugrinowitsch C, Laurentino GC, Libardi CA, Aihara AY, Cardoso FN, et al.
Effects of exercise intensity and occlusion pressure after 12 weeks of resistance
training with blood-flow restriction. Eur J Appl Physiol. 2015;115(12):2471-80.
2. Scott BR, Loenneke JP, Slattery KM, Dascombe BJ. Exercise with blood flow restriction:
An updated evidence-based approach for enhanced muscular devePAOment. Sports
Med. 2015;45(3):313-25.
3. Heitkamp HC. Training with blood flow restriction. Mechanisms, gain in strength and
safety. J Sports Med Phys Fitness. 2015;55(5):446-56.
4. Loenneke JP, Wilson JM, Wilson GJ, Pujol TJ, Bemben MG. Potential safety issues with
blood flow restriction training. Scand J Med Sci Sports. 2011;21(4):510-8.
5. Loenneke JP, Thiebaud RS, Fahs CA, Rossow LM, Abe T, Bemben MG. Effect of cuff type
on arterial occlusion. Clin Physiol Funct Imaging. 2013;33(4): 325-7.
6. Loenneke JP, Thiebaud RS, Fahs CA, Rossow LM, Abe T, Bemben MG. Blood flow
restriction: effects of cuff type on fatigue and perceptual responses to resistance
exercise. Acta Physiol Hung. 2014;101(2):158-66.
ar r
nt la
7. Loenneke JP, Fahs CA, Rossow LM, Sherk VD, Thiebaud RS, Abe T, Bemben DA, et al.
cá icu
Effects of cuff width on arterial occlusion: implications for blood flow restricted
a
exercise. Eur J Appl Physiol. 2012;112(8):2903-12.
om
Al art
8. Rossow LM, Fahs CA, Loenneke JP, Thiebaud RS, Sherk VD, Abe T, et al. Cardiovascular
ar 2 ez p
l.c
and perceptual responses to blood-flow-restricted resistance exercise with differing
m 8 n o
ai
restrictive cuffs. Clin Physiol Funct Imaging. 2012;32(5):331–337.
io 13 rtí us
gm
9. Abe T, Mouser JG, Dankel SJ, Bell ZW, Buckner SL, Mattocks KT, et al. A method to
ar 6 a e
standardize the blood flow restriction pressure by an elastic cuff. Scand J Med Sci
@
m 68 o M a d
Sports. 2018;29(3):329-335.
pt
63 ari ci
10. Mattocks KT, Jessee MB, Mouser JG, Dankel SJ, Buckner SL, Bell ZW, et al. The
ez
M cen
Application of Blood Flow Restriction: Lessons from the Laboratory. Curr Sports Med
tin
Res. 2018;17(4):129-34.
Li
11. Wilson JM, Lowery RP, Joy JM, Loenneke JP, Naimo MA. Practical blood flow restriction
training increases acute determinants of hypertrophy without increasing indices of
muscle damage. J Strength Cond Res. 2013;27(11):3068-75.
12. Luebbers PE, Fry AC, Kriley LM, Butler MS. The effects of a 7 -week practical blood flow
restriction program on well -trained collegiate athletes. J Strength Cond Res.
2014;28(8):2270-80.
13. Behringer M, Behlau D, Montag JCK, McCount ML, Mester J. Low -intensity sprint
training with blood flow restriction improves 100 -m dash. J Strength Cond Res.
2017;31(9):2462-72.
14. Bell ZW, Dankel SJ, Mattocks KT, Buckner SL, Jessee MB, Mouser JG, et al. An
investigation into setting the blood flow restriction pressure based on perception of
tightness. Physiol Meas.2018;39(10):105006.
15. Fahs CA, Loenneke JP, Rossow LM, Thiebaud RS, Bemben MG. Methodological
considerations for blood flow restricted resistance exercise. J Trainol. 2012;1(1):14–22.
16. Jessee MB, Buckner SL, Dankel SJ, Counts BR, Abe T, Loenneke JP. The influence of cuff
width, sex, and race on arterial occlusion: implications for blood flow restriction
research. Sports Med. 2016;46(6):913-21.
ar r
nt la
men. J Appl Physiol. 2010;108(5):1199–09.
cá icu
23. Cook SB, Kanaley JA, Ploutz-Snyder LL. Neuromuscular function following muscular
a
unloading and blood flow restricted exercise. Eur J Appl Physiol. 2014;114(7):1357–65.
om
Al art
l.c
tightness of restriction cuff. J Electromyogr Kinesiol. 2013;23(6):1494–8.
m 8 n o
ai
25. Downs ME, Hackney KJ, Martin D, Caine TL, Cunningham D, O’Connor DP, et al. Acute
io 13 rtí us
gm
vascular and cardiovascular responses to blood flow restricted exercise. Med Sci Sports
ar 6 a e
Exerc. 2014;46(8):1489-97.
@
m 68 o M a d
26. Loenneke JP, Kim D, Fahs CA, Thiebaud RS, Abe T, Larson RD, et al. Effects of exercise
pt
63 ari ci
with and without different degrees of blood flow restriction on torque and muscle
ez
M cen
27. Loenneke JO, Fahs CA, Rossow LM, Thiebaud RS, Mattocks KT, Abe T, et al. Blood flow
Li
ar r
nt la
hypertensive subjects. J Hum Kinet. 2014;43:79–85
cá icu
40. Neto GR, Sousa MSC, Costa e Silva GV, Gil ALS, Salles BF, Novaes JS. Acute resistance
a
exercise with blood flow restriction effects on heart rate, double product, oxygen
om
Al art
l.c
41. Maior AS, Simao R, Martins MS, de Salles BF, Willardson JM. Influence of blood flow
m 8 n o
ai
restriction during low-intensity resistance exercise on the postexercise hypotensive
io 13 rtí us
gm
43. Crisafulli A, de Farias RR, Farinatti P, PAOes KG, Milia R, Sainas G, et al.
ez
M cen
Blood Flow Restriction Training Reduces Blood Pressure During Exercise Without
tin
ar r
nt la
restricción del flujo sanguíneo en España. J Sport Health Res. 2019 (Aceptado;
cá icu
pendiente de publicación).
a
57. Kawada S. What phenomena do occur in blood flow-restricted muscle? Int J KAATSU
om
Al art
l.c
58. Wallen NH, Goodall AH, Li N, Hjemdahl P. Activation of haemostasis by exercise,
m 8 n o
ai
mental stress and adrenaline: effects on platelet sensitivity to thrombin and thrombin
io 13 rtí us
gm
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
Introducción
El entrenamiento con restricción de flujo sanguíneo (RFS) o blood flow restriction
training (BFRT) ha demostrado ampliamente su eficacia en la población sana y atlética
tal y como se ha desarrollado en capítulos previos.
ar r
nt la
aplicar correctamente la metodología del BFRT (7–9) para garantizar la seguridad de su
cá icu
a
aplicación.
om
Al art
Adicionalmente, los estudios disponibles han documentado que el BFRT resulta seguro
ar 2 ez p
l.c
cuando se realiza un diseño y supervisión adecuados (10–12), existiendo una escasa
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
aparición de efectos secundarios entre los practicantes (7,8,13). Sin embargo, no está
gm
ez
M cen
Dentro de las poblaciones clínicas pueden establecerse dos grandes grupos en los que
tin
ar r
resultados muy similares (6). nt la
cá icu
a
om
En relación con la posibilidad de ganar masa muscular, este es uno de los atributos
Al art
más atractivos del BFRT para aplicar en población de edad avanzada puesto que uno
ar 2 ez p
l.c
de los mayores problemas asociados al envejecimiento es la pérdida de masa
m 8 n o
ai
muscular, situación conocida como sarcopenia. El incremento de la prevalencia de la
io 13 rtí us
gm
y 100 años frente al 11,1 % que se diagnosticó en el año 2016 (24). Este incremento
pt
63 ari ci
estará asociado a la inactividad, lo que conlleva a una aceleración de este proceso que
ez
M cen
ar r
nt la
cá icu
Otra situación que ha sido ampliamente estudiada y que la mayoría de los resultados
a
apuntan hacia su potencial beneficio es la relación del entrenamiento BFRT en
om
Al art
l.c
hemodinámica tanto por acción mecánica como por acción hormonal, se ha advertido
m 8 n o
ai
de la posibilidad de desencadenar el reflejo presor inducido por el ejercicio, el cual es
io 13 rtí us
gm
tin
Por otro lado, diversos estudios han puesto de manifiesto que el entrenamiento de
BFRT puede suponer un estímulo angiogénico por dos mecanismos principalmente. En
primer lugar por el incremento del estímulo del estrés de cizalla y por otro, por el
incremento de óxido nítrico sintasa endotelial como respuesta a la situación de
restricción del flujo sanguíneo (39). El estímulo angiogénico permitirá el crecimiento
de la red de capilares como respuesta al BFRT y con ello mejorará la perfusión tisular y,
por tanto, la hiperemia reactiva. En conjunto parece ser que el entrenamiento con
BFRT no perjudicará la función vascular (40) y desencadenará una estímulo positivo a
nivel circulatorio (36).
ar r
nt la
cá icu
EL BFRT ha sido recientemente incorporado como herramienta para las personas con
a
lesión espinal incompleta. En un estudio preliminar se analizó el comportamiento
om
Al art
l.c
personas con lesión espinal incompleta a diferentes niveles. Los autores no
m 8 n o
ai
documentaron efectos secundarios indeseados y específicos como la disreflexia
io 13 rtí us
gm
10 repeticiones del ejercicio de extensión de rodilla unilateral con una presión del 125
@
m 68 o M a d
ez
M cen
cursan con inflamación y debilidad muscular, por lo que se hipotetizó que podrían ser
Li
ar r
nt la
total llevándose a cabo 2 veces por semana. Al finalizar el periodo experimental se
cá icu
pudieron registrar mejoras en los parámetros venosos tales como el diámetro de la
a
arteria radial, pero estas mejoras no fueron mayores que las obtenidas por el grupo
om
Al art
l.c
m 8 n o
ai
Existe un estudio en el que se ha aplicado el BFRT en una persona afectada de la
io 13 rtí us
gm
160 mmHg durante el ejercicio de caminar, el cual se diseñó con 5 series de periodos
de 2 minutos durante 6 semanas. Tras el periodo experimental se pudo comprobar
que no aparecieron efectos adversos y se obtuvieron mejoras funcionales en la marcha
(47).
Aunque se han puesto de relieve las posibilidades terapéuticas que puede suponer el
entrenamiento de BFRT, resulta conveniente detallar algunas consideraciones y
advertencias de la aplicación de estos, máxime cuando se aplica en población clínica.
Advertencias
Tal y como se ha resaltado en la introducción, aunque se considera que el BFRT es
seguro, siempre existe un riesgo de aparición de efectos secundarios. Este riesgo debe
minimizarse al máximo particularmente en población con situaciones clínicas. Por ello,
en este apartado se describen brevemente algunas consideraciones importantes
ar r
nt la
previas a la aplicación del BFRT que han sido abordadas por la investigación científica.
cá icu
a
om
Una situación que puede suponer un gran riesgo de la aplicación de BFRT es la
Al art
l.c
que no han documentado una mayor actividad trombótica. Así por ejemplo, en 10
m 8 n o
ai
sujetos sanos a los que se le aplicó un protocolo estándar de entrenamiento de fuerza
io 13 rtí us
gm
entrenaron con BFRT el ejercicio de extensión de rodilla al 20% 1-RM con el protocolo
tin
convencional (51).
Li
Por otro, lado en personas con afectación de las válvulas conniventes o flebitis, el
incremento de la congestión forzada por el BFRT puede incrementar patológicamente
la distensibilidad de las paredes vasculares así como generar impotencia en las válvulas
vasculares (54). No obstante, no se conoce ningún estudio que haya reportado tal
situación.
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
presentes datos y se recomienda acudir a las fuentes originales donde
nt la
se aplique BFRT en condiciones clínicas, así como un profundo
cá icu
a
conocimiento de la fisiopatología previo a la aplicación del BFRT en este
om
Al art
l.c
presente el algoritmo de actuación (Ilustración 1).
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
1. Spranger MD, Krishnan AC, Levy PD, O’Leary DS, Smith SA. Blood flow restriction
training and the exercise pressor reflex: a call for concern. Am J Physiol - Hear
Circ Physiol [Internet]. 2015;309(9):H1440–52. Available from:
http://ajpheart.physiology.org/lookup/doi/10.1152/ajpheart.00208.2015
2. Ladlow P, Coppack RJ, Dharm-Datta S, Conway D, Sellon E, Patterson SD, et al.
Low-load resistance training with blood flow restriction improves clinical
outcomes in musculoskeletal rehabilitation: A single-blind randomized
controlled trial. Front Physiol. 2018;9(SEP):1–14.
3. Patterson SD, Hughes L, Head P, Warmington S, Brandner C. Blood flow
restriction training: A novel approach to augment clinical rehabilitation: How to
do it. Br J Sports Med. 2017;51(23):1648–9.
4. Manini TM, Clark BC. Blood flow restricted exercise and skeletal muscle health.
Exerc Sport Sci Rev. 2009;37(2):78–85.
5. Hughes L, Paton B, Haddad F, Rosenblatt B, Gissane C, Patterson SD. Comparison
of the acute perceptual and blood pressure response to heavy load and light
ar r
nt la
load blood flow restriction resistance exercise in anterior cruciate ligament
cá icu
reconstruction patients and non-injured populations. Phys Ther Sport [Internet].
a
2018;33:54–61. Available from: https://doi.org/10.1016/j.ptsp.2018.07.002
om
Al art
l.c
Training on Muscular Strength and Hypertrophy in Older Individuals: A
m 8 n o
ai
Systematic Review and Meta-Analysis. Sport Med [Internet].
io 13 rtí us
gm
http://link.springer.com/10.1007/s40279-018-0994-1
@
m 68 o M a d
7. Patterson SD, Brandner CR. The role of blood flow restriction training for applied
pt
63 ari ci
con restricción del flujo sanguíneo en España. J Sport Heal Res. 2018;in press.
Li
9. Fahs CA, Loenneke JP, Rossow LM, Tiebaud RS, Bemben MG. Methodological
considerations for blood flow restricted resistance exercise. J Trainology
[Internet]. 2012;1(1):14–22. Available from:
https://www.jstage.jst.go.jp/article/trainology/1/1/1_14/_article
10. Neto GR, Sousa MSC, Costa e Silva G V., Gil ALS, Salles BF, Novaes JS. Acute
resistance exercise with blood flow restriction effects on heart rate, double
product, oxygen saturation and perceived exertion. Clin Physiol Funct Imaging.
2016;36(1):53–9.
11. Loenneke JP, Wilson JM, Wilson GJ, Pujol TJ, Bemben MG. Potential safety issues
with blood flow restriction training. Scand J Med Sci Sport. 2011;21(4):510–8.
12. Clark BC, Manini TM, Hoffman RL, Williams PS, Guiler MK, Knutson MJ, et al.
Relative safety of 4 weeks of blood flow-restricted resistance exercise in young,
healthy adults. Scand J Med Sci Sport. 2011;21(5):653–62.
13. Nakajima T, Kurano M, Iida H, Takano H, Oonuma H, Morita T, et al. Use and
safety of KAATSU training:Results of a national survey. Int J KAATSU Train Res
[Internet]. 2006;2(1):5–13. Available from:
http://joi.jlc.jst.go.jp/JST.JSTAGE/ijktr/2.5?from=CrossRef
14. Tabata S, Suzuki Y, Azuma K, Matsumoto H. Rhabdomyolysis after performing
ar r
nt la
future applications for the rehabilitation of musculoskeletal injuries. Tech
cá icu
Orthop. 2018;33(2):71.
20.
a
Hylden C, Burns T, Stinner D, Owens J. Blood Flow Restriction Rehabilitation for
om
Al art
l.c
from: https://www.owensrecoveryscience.com/files/Hylden_RS_1.pdf
m 8 n o
ai
21. Cancio J, Rhee P. Blood Flow Restriction Therapy after Non-Operative
io 13 rtí us
gm
https://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S0894113017303769
pt
63 ari ci
22. Vanwye WR, Weatherholt AM, Alan E. Blood Flow Restriction Training :
ez
M cen
23. Park SY, Kwak YS, Harveson A, Weavil JC, Seo KE. Low intensity resistance
Li
exercise training with blood flow restriction: Insight into cardiovascular function,
and skeletal muscle hypertrophy in humans. Korean J Physiol Pharmacol.
2015;19(3):191–6.
24. Ethgen O, Beaudart C, Buckinx F, Bruyère O, Reginster JY. The Future Prevalence
of Sarcopenia in Europe: A Claim for Public Health Action. Calcif Tissue Int.
2017;100(3):229–34.
25. Bonewald L. Use it or lose it to age: A review of bone and muscle
communication. Bone [Internet]. 2019;120:212–8. Available from:
https://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S875632821830423X
26. Larsson L, Degens H, Li M, Salviati L, Lee Y il, Thompson W, et al. Sarcopenia:
Aging-Related Loss of Muscle Mass and Function. Physiol Rev [Internet].
2019;99(1):427–511. Available from:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30427277%0Ahttps://www.physiology.o
rg/doi/10.1152/physrev.00061.2017
27. Steele J, Fisher J, Skivington M, Dunn C, Arnold J, Tew G, et al. A higher effort-
based paradigm in physical activity and exercise for public health: making the
case for a greater emphasis on resistance training. BMC Public Health.
2017;17(1):1–8.
ar r
nt la
of Resistance Training with Blood Flow Restriction in Knee Osteoarthritis. Med
cá icu
Sci Sports Exerc. 2018;50(5):897–905.
34.
a
Crisafulli A, Farias RR, Farinatti P de TV, PAOes KG, Milia R, Sainas G, et al. Blood
om
Al art
l.c
affecting metaboreflex activity. Front Physiol [Internet]. 2018 [cited 2018 Nov
m 8 n o
ai
20];9:1736. Available from:
io 13 rtí us
gm
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fphys.2018.01736/abstract
ar 6 a e
35. Domingos E, Polito MD. Blood pressure response between resistance exercise
@
m 68 o M a d
with and without blood flow restriction: A systematic review and meta-analysis.
pt
63 ari ci
https://doi.org/10.1016/j.lfs.2018.08.006
tin
ar r
nt la
disease patients: Protocol of a randomised controlled trial. BMC Nephrol.
cá icu
2017;18(1):1–9.
46.
a
Barbosa JBN, Maia TO, Alves PS, Bezerra SD, Moura ECSC, Medeiros AIC, et al.
om
Al art
Does blood flow restriction training increase the diameter of forearm vessels in
ar 2 ez p
l.c
chronic kidney disease patients? A randomized clinical trial. J Vasc Access. 2018;
m 8 n o
ai
47. Douris PC, Cogen ZS, Fields HT, Greco LC, Hasley MR, Machado CM, et al. the
io 13 rtí us
gm
Active Single Subject With Parkinson Disease. Int J Sports Phys Ther [Internet].
@
m 68 o M a d
detail/enjoy-member-benefits/journals/ijspt/volume-13-number-
ez
M cen
2#ijspt20180247
tin
48. Due U, Klarskov N, Gräs S, Lose G. Pelvic floor muscle training with and without
Li
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
cá icu
a
En relación con el resto de estructura y/o sistemas no afectados:
om
o Controlar y progresar con la carga para evitar los procesos de
Al art
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
Entre los objetivos para la aplicación del entrenamiento con restricción del flujo
gm
bajas para mantener o mejorar los niveles de fuerza y de masa muscular, lo que hace
m 68 o M a d
que sea una herramienta ideal para personas con lesiones (4).
pt
63 ari ci
ez
M cen
Por tanto, el BFRT puede ayudar a conseguir los objetivos propuestos para la
estructura lesionada y mantener el nivel de rendimiento o performance del resto.
Sistema
Osteogénesis
Cardiovascular
BFRT
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
Dolor
l.c Fuerza
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Angiogénesis
Li
Otro efecto del BFRT que puede servir tanto para el preoperatorio como para el
postoperatorio son los producidos a nivel del sistema nervioso central (SNC). En el
capítulo de fuerza se habló largo y tendidamente sobre las adaptaciones producidas,
así como de diferentes hipótesis relacionadas con el SNC, que podrían estar detrás de
las mejoras tempranas en fuerza (12,13). Por ello, cualquier lesión que necesite de un
periodo de inmovilización o de reposo relativo (nunca absoluto) va llevar a cambios
centrales que afectarán a respuestas como el dolor y el movimiento (14). El BFRT
ar r
nt la
puede ser útil en la lucha contra estos cambios centrales, como cualquier herramienta
cá icu
que ayude a limitar y controlar la carga (piscinas, cintas antigravedad, sistemas de
suspensión, etc).
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
Llevada a cabo la intervención, comienza el postoperatorio. Parece ridículo recalcar
m 8 n o
ai
que este periodo comienza desde el primer minuto en el que la persona sale del
io 13 rtí us
gm
absolutamente nada.
pt
63 ari ci
ez
M cen
Es cierto, que se deben respetar los procesos de curación de los tejidos, teniendo en
tin
En esa lucha, el BFRT puede ayudar a mejorar la entrada de información a nivel cortical
gracias al estímulo de compresión y a la activación de fibras aferentes relacionadas con
los déficits de oxígeno provocados por la restricción parcial del flujo sanguíneo (4,15).
De forma conjunta, utilizar herramientas como la vibración, la imaginería motora
gradual o la aplicación de electroterapia (TENS y NMES) pueden ser muy útiles en fases
muy tempranas. En el siguiente diagrama (Ilustración 3) se muestra cómo y cuándo
aplicar el BFRT en cualquier postoperatorio.
BFRT y
Entrenamiento
Convencional
ar r
nt la Trabajo de Vuelta al
cá icu
a
juego y/o Actividad
om
Al art
laboral
ar 2 ez p
l.c
Ilustración 2 Diagrama de Aplicación BFRT en Postoperatorio.
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
@
m 68 o M a d
ez
persona (2). Consecuentemente, todo profesional que trabaje con patologías debe
M cen
tin
Una revisión de 2018 analiza el papel del BFRT en diferentes lesiones atendiendo a la
localización de la misma (ligamentosa, ósea, muscular, etc) (20). En ella se concluye
que independientemente de la patología músculo-esquelética que se presente, la
aplicación de BFRT es una alternativa a tener muy en cuenta en la mejora de la fuerza,
ar r
nt la
masa muscular y disminución del dolor. Además, se presenta el caso común en la
cá icu
a
práctica clínica en el que el profesional es incapaz de prescribir una dosis de
om
Al art
l.c
tolerancia es muy pequeña, debido al periodo sin actividad tras la lesión o a que nunca
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
adaptación a la persona. Aplicar cargas bajas con BFRT puede ayudar a trabajar en un
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
intervalo "seguro", pero con un estímulo suficiente que permita mejorar su tolerancia.
pt
63 ari ci
ez
Ese aumento en la seguridad al entrenar con restricción del flujo sanguíneo podría
M cen
dolor patelofemoral no tiene porqué correlacionarse con una lesión estructural; por lo
Li
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
ar r
nt la
impact of BFR. Med Hypotheses [Internet]. 2018;110:53–9. Available from:
cá icu
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0306987717303882
6.
a
Tennent DJ, Hylden CM, Johnson AE, Burns TC, Wilken JM, Owens JG. Blood
om
Al art
l.c
Pilot Study. Clin J Sport Med [Internet]. 2017;27(3). Available from:
m 8 n o
ai
https://journals.lww.com/cjsportsmed/Fulltext/2017/05000/Blood_Flow_Restri
io 13 rtí us
gm
ction_Training_After_Knee.2.aspx
ar 6 a e
7. DePhillipo NN, Kennedy MI, Aman ZS, Bernhardson AS, O’Brien L, LaPrade RF.
@
m 68 o M a d
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30377584
Li
8. Brown H, Binnie MJ, Dawson B, Bullock N, Scott BR, Peeling P. Factors affecting
occlusion pressure and ischemic preconditioning. Eur J Sport Sci [Internet]. 2018
Mar 16;18(3):387–96. Available from:
https://doi.org/10.1080/17461391.2017.1421712
9. Franz A, Behringer M, Nosaka K, Buhren BA, Schrumpf H, Mayer C, et al.
Mechanisms underpinning protection against eccentric exercise-induced muscle
damage by ischemic preconditioning. Med Hypotheses [Internet]. 2017;98:21–7.
Available from:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0306987716307071
10. Kilding AE, Sequeira GM, Wood MR. Effects of ischemic preconditioning on
economy, VO2 kinetics and cycling performance in endurance athletes. Eur J
Appl Physiol [Internet]. 2018;118(12):2541–9. Available from:
https://doi.org/10.1007/s00421-018-3979-8
11. Tennent DJ, Burns TC, Johnson AE, Owens JG, Hylden CM. Blood Flow Restriction
Training for Postoperative Lower-Extremity Weakness: A Report of Three Cases.
Curr Sports Med Rep [Internet]. 2018;17(4). Available from:
https://journals.lww.com/acsm-
csmr/Fulltext/2018/04000/Blood_Flow_Restriction_Training_for_Postoperative.
ar r
nt la
1;57(3):635–8. Available from: https://doi.org/10.1053/j.jfas.2017.11.008
cá icu
17. Vanwye WR, Weatherholt AM, Mikesky AE. Blood Flow Restriction Training:
a
Implementation into Clinical Practice. Int J Exerc Sci [Internet]. 2017 Sep
om
Al art
l.c
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28966705
m 8 n o
ai
18. Barber-Westin S, Noyes FR. Blood Flow–Restricted Training for Lower Extremity
io 13 rtí us
gm
https://doi.org/10.1177/1941738118811337
pt
63 ari ci
19. Ladlow P, Coppack RJ, Dharm-Datta S, Conway D, Sellon E, Patterson SD, et al.
ez
M cen
Controlled Trial. Front Physiol [Internet]. 2018 Sep 10;9:1269. Available from:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30246795
20. Mattocks KT, Jessee MB, Mouser JG, Dankel SJ, Buckner SL, Bell ZW, et al. The
Application of Blood Flow Restriction: Lessons From the Laboratory. Curr Sports
Med Rep [Internet]. 2018;17(4). Available from: https://journals.lww.com/acsm-
csmr/Fulltext/2018/04000/The_Application_of_Blood_Flow_Restriction__.9.asp
x
21. Giles L, Webster KE, McClelland J, Cook JL. Quadriceps strengthening with and
without blood flow restriction in the treatment of patellofemoral pain: a double-
blind randomised trial. Br J Sports Med [Internet]. 2017;51(23):1688–94.
Available from: https://bjsm.bmj.com/content/51/23/1688
Este ebook nace con la intención de acercar a todos los profesionales del
entrenamiento y la salud, una herramienta que usamos todos los días en nuestro
centro BIOS.
Nos pareció una herramienta tan efectiva, que llega a ser un aliado idóneo para
nuestros compañeros, y nos sentíamos con la necesidad de darlo a conocer. Esto,
unido a la falta de conocimiento académico, como artículos científicos o literatura de
habla hispana en comparación a otros contenidos, hace que el entrenamiento con
restricción de flujo sanguíneo sea muy poco conocido y empleado en España.
ar r
nt la
Consecuentemente, este libro se presenta como una forma de aportar conocimiento
cá icu
a
novedoso y actual al sector.
om
Al art
Por ello, decidimos contactar con cinco grandes profesionales, permitidme ser
ar 2 ez p
l.c
informal, puesto que su valor como profesional es fácil de observar por sus
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
crear un proyecto.
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
Empezamos por Daniel Varela Martínez, una persona incansable y constante, que
pt
63 ari ci
Iván Chulvi Medrano, uno de esos profesores que pocas veces dicen que no, de estas
personas que cuando coges el teléfono, siempre dicen “¿Qué hay que hacer?”.
Además, nos ayudó a contactar con Juan Martín Hernández, profesional que ha
realizado el prólogo y siempre se ha propuesto a colaborar.
Más información: http://ivanchulvimedrano.blogspot.com/
Moisés Picón Martínez, ha tenido que hacer su capítulo por las noches, después de 40
horas de entrenamiento a la semana, sólo por aportar al sector y sumar, siempre
sumar. Nos ha revisado este libro palabra por palabra en un fin de semana. Existen
personas trabajadoras y gente a la que le ilusiona su trabajo, ese es Moisés.
Más información: https://www.researchgate.net/profile/Moises_Picon2
Antonio Piepoli, el amigo de los libros. Era imposible que dijera que no y menos a la
creación de conocimiento para los profesionales o estudiantes del área. Ha estado
revisando y dando feedback sobre aspectos a mejorar durante toda las fases del
proyecto.
Más información: https://antoniopiepoli.com/
Por último, agradecerte a ti, lector, que nos permite que hagamos lo que más nos
gusta; compartir nuestra pasión del día a día a otros compañeros. Si te ha gustado, te
animamos a compartir con nosotros tu opinión, el mejor regalo para un escritor, es
saber que su obra ha sido leída.
GRACIAS.
ar r
nt la
cá icu
a
om
Al art
ar 2 ez p
l.c
m 8 n o
ai
io 13 rtí us
gm
ar 6 a e
@
m 68 o M a d
pt
63 ari ci
ez
M cen
tin
Li
675 74 73 79
ez cá icu
pt nt la
https://en-forma.es
@
formacion@en-forma.es
ar r
gm a
ai
l.c
om