Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
24-27)
✞ ✞ ✞ Padre, en Tus manos abandono mi vida y todo mi ser, para que me vacíes de todos
los pensamientos, palabras, obras, deseos e imágenes que me separan de Ti.
Calma mi sed y sacia mi hambre, lléname de Ti. Con humildad te entrego mi intención
de consentir tu Presencia y acción en mí, sáname, transfórmame, hazme de nuevo.
Ahora mismo anhelo y te pido a nombre de tu Hijo Jesús que me des al Espíritu Santo;
pues ya dispuesta mi alma, por tu gracia y misericordia; espera la luz que abra mi
mente y mi corazón para escucharte y ahí en mi meditación dejarme encontrar,
sorprender, seducir, tocar, y guiar por Ti.
Dime lo que quieres de mi para hacer Tu voluntad y no la mía. Dame el don de la
contemplación y la gracia para ver, aceptar y perseverar sin apegos, en este camino
hacia la Gloria.
✞ ✞ ✞ Señor Jesús, que tu Espíritu, nos ayude a leer las Sagradas Escrituras en el mismo
modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús.
Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de
Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía
ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los
acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.
Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús,
podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú
estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo
pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu.
Amén
✞✞✞
Jesús, enséñame a gustar la infinitud del Padre. Háblame, Señor Jesús, acerca del
Padre. Hazme niño para hablarme de él como los padres de la tierra conversan con sus
pequeños; hazme amigo tuyo para hablarme de él como hablabas con Lázaro en la
intimidad de Betania; hazme apóstol de tu palabra para decirme de él lo que
conversabas con Juan; recógeme junto a tu Madre como recogiste junto a ella a los doce
en el Cenáculo..., lleno de esperanza para que el Espíritu que prometiste me hable
todavía de él y me enseñe a hablar de él a mis hermanos con la sencillez de la paloma y
el resplandor de la llama (G. CANOVAI, Suscipe Domine).
“JESÚS: VEN, QUE NADA HAGA POR MÍ MISMO”
«Colina de Hattin? Jesús: No todo el que me dice Señor, Señor…».
«Así pues, todo el que oye estas palabras mías y las pone en práctica,
es como aquel hombre sensato que edificó su casa sobre roca».
«Si las practica: ni las lluvias, torrentes, ni vientos derrumbaran la
casa, porque está fundada sobre la roca».
«Sin embargo, el que escucha estas palabras mías y no las practica:
contra aquella casa, su ruina será grande».
1 RITOS INICIALES
✞ ✞ ✞ Antífona de entrada Sal 17, 50; 21, 23
Nos reunimos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
✞ ✞ ✞ Saludo al altar y pueblo congregado
Misa de la Memoria. San Francisco Javier, presbítero, memoria obligatoria. 03 de
Diciembre 2020
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté
siempre con nosotros.
• Señor, Señor… haz que mi fe y mi amor se realicen de una manera muy concreta en
mi vida.
• Señor Jesús, al aproximarse tu venida, te pido que esta oración vaya preparando mi
corazón para recibirte con alegría esta Navidad y así pueda transformar mi vida para
seguirte fielmente en el cumplimiento de tus enseñanzas.
✞ ✞ ✞ Acto penitencial
El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora
a la conversión. Reconozcamos nuestra indignidad, debilidad, y nuestros pecados e
invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
Jesucristo, el justo, intercede y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro
espíritu al arrepentimiento. … Un poco de silencio…
• Te pido perdón Señor por mis pecados cometidos. Y ya que tú siempre te muestras
misericordioso con el pecador, dame fuerzas para convertirme es un mejor hijo de Dios,
siendo obediente en todo al Padre.
¡Señor, ten piedad! ¡Cristo, ten piedad! ¡Señor, ten piedad!
✞ ✞ ✞ Gloria a Dios.
El canto del Gloría se omite durante el Tiempo de Adviento, excepto en dos casos: para
lo Solemnidad de la Inmaculada Concepción (08 de diciembre) y para la Fiesta de
Nuestra Señora de Guadalupe (12 de diciembre, solemnidad en México). Se vuelve a
entonar en la Misa de nochebuena, el 24 de diciembre.
✞ ✞ ✞ Oración Colecta:
• Oh, Dios, adquiriste para ti pueblos numerosos por la predicación de san Francisco
Javier, haz que los fieles se apasionen con su mismo celo por la fe, y que la santa Iglesia
se alegre de ver crecer en todas partes el número de sus hijos. Por nuestro Señor
Jesucristo.
• Señor Dios nuestro: Para los que confían en ti y viven el evangelio de tu Hijo tú eres
una roca sólida, segura y fiable. Que nuestra fe no se tambalee en las tormentas y
tensiones de nuestro tiempo, antes bien, danos el valor de vivir, de un modo coherente
y radical, según creemos, para que como Jesús cumplamos tu voluntad y vivamos en tu
amor ahora y por los siglos de los siglos.
2 LITURGIA DE LA PALABRA
✞ ✞ ✞ Primera lectura: Isaías 26, 1-6
Meditatio
Esta lectura nos presenta las características del pueblo que ha de participar de la alegría
del Reino. Debe ser fiel, de ánimo firme para conservar la paz y con una infinita
confianza en Dios. Si esto se esperaba del pueblo del Antiguo Testamento, ¿cuánto más
no será para la Iglesia que ha sido revestida con el poder del Espíritu Santo?
De esta manera, el Adviento se nos presenta como una oportunidad en nuestro diario
caminar para revisar si estos valores están presentes en nuestra vida. Pensemos si
vivimos la fidelidad, principalmente a nuestros compromisos bautismales y si éstos se
proyectan en una vida de fidelidad a los que debiéramos amar; revisemos si en medio
de este mundo turbulento somos capaces de conservar la paz, y si somos un
instrumento para que esta paz se desarrolle en nuestros ambientes, de manera principal
en nuestras familias.
Pensemos si todo esto nos ha llevado a tener una confianza tal en Jesús, que aunque él
retrasara su llegada, nosotros la esperamos y la continuamos preparando con la
seguridad de que su llegada será un momento glorioso para todos lo que hemos buscado
vivir de acuerdo a su Evangelio. Haz de este Adviento un verdadero camino hacia el
encuentro con el amor de Dios.
Oratio
Dirige, Señor, mis pasos, que me lleven hasta ti, pues tú eres mi baluarte, escudo y
fortaleza; ayúdame a permanecer fiel a ti, a tener un ánimo firme para mantener la paz;
humilla mi soberbia, pero mi pobreza tórnala en abundancia y mi humildad en gloria
delante tuyo.
Actio
Hoy evaluaré si realmente soy consciente a cada instante de que Dios es mi única
fortaleza y le diré constantemente: "Tú eres mi fortaleza, Señor".
www.santaclaradeestella.es
La nueva Jerusalén está protegida por su Salvador que ha derrotado a sus enemigos.
Una ciudad amurallada, en sentido físico y espiritual, está defendida contra los invasores
y la idolatría, que son sus principales enemigos. En la sociedad siempre encontramos
gente con rectitud de corazón y gente violenta y propensa al fraude y la venganza. Pero
Dios protege a todos a causa de unos pocos que buscan la paz, cumplen sus promesas y
confían en él.
✞ ✞ ✞ Salmo
Sal 117,1.8-9.19-21.25-27a
R/. Bendito el que viene en nombre del Señor.
V/. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Mejor es
refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que
fiarse de los jefes.
R/. Bendito el que viene en nombre del Señor.
V/. Abridme las puertas de la salvación, y entraré para dar gracias al Señor. Esta es la
puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella. Te doy gracias porque me
escuchaste y fuiste mí salvación.
R/. Bendito el que viene en nombre del Señor.
V/. Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en
nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor; el Señor es Dios, él nos
ilumina.
R/. Bendito el que viene en nombre del Señor.
✞ ✞ ✞ Aleluya:
Aleluya Is 55, 6
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Buscad al Señor mientras se deja encontrar, invocadlo mientras esté cerca.
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
✞ ✞ ✞ “Padre, dame tu bendición”: “El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”
• Las dos imágenes evangélicas antitéticas del hombre prudente y del hombre necio y
de los dos resultados contrapuestos corresponden a las fórmulas de la alianza de Dios
con Israel, fórmulas que -según los diversos testimonios del Antiguo Testamento-
concluyen siempre con una serie de bendiciones y maldiciones. Las frases conclusivas
del sermón de la montaña nos dan a entender que bendición y maldición, salvación o
destrucción no nos vienen dadas del exterior; son más bien la manifestación de la
diversa consistencia del actuar humano y del cimiento en que se funda. Naturalmente
que cuesta más construir sobre roca (v. 27), es mucho más cómodo edificar sobre
extensas llanuras de arena, pero tales construcciones sin cimientos sólidos están
destinadas a ser arrasadas por aguaceros y ventoleras (v. 27), Por consiguiente, es
capital la calidad del cimiento; sólo apoyando las obras propias en una Palabra
imperecedera de verdad es como la vida humana logra su realización, prescindiendo de
exterioridades: «No todo el que me dice: ¡Señor, Señor! entrará en el reino de los
cielos» (v. 21). Ésta fue la tentación por parte de los carismático-entusiastas de la
comunidad primitiva tendente a buscar obsesivamente milagros y manifestaciones
espectaculares. Estos grupos olvidan que sólo una obediencia filial y seria a la voluntad
del Padre indica la calidad del seguimiento de los discípulos de Jesús (cf. Mt 7,21-23).
www.evangeliodeMateo.GiorgioZevini
Oración inicial
Despierta tu poder, Señor, y ven a socorrernos con tu fuerza; que tu amor y tú perdón
apresuren la salvación que retardan nuestros pecados. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amen.
Del santo Evangelio según Mateo 7,21.24-27
Reflexión
El evangelio de hoy cuenta la parte final del Sermón de la Montaña. El Sermón de la
Montaña es una nueva lectura de la Ley de Dios. Empieza con las bienaventuranzas (Mt
5,1-12) y termina con la casa construida sobre la roca.
• Se trata de adquirir la verdadera sabiduría. La palabra de Dios, expresada en la ley de
Dios, es fuente de salvación. La verdadera sabiduría consiste en sentir y practicar la
Palabra de Dios (Lc 11,28). No basta decir “¡Señor, Señor!” Lo importante no es decir
unas bonitas palabras sobre Dios, sino hacer la voluntad del Padre y ser una revelación
de su amor y de su presencia en el mundo.
• Quien escucha y practica la palabra construye la casa sobre roca. La solidez no viene
de la casa en sí, sino del terreno, de la roca. ¿Qué significa la roca? Es la experiencia del
amor de Dios revelado en Jesús (Rom 8,31-39). Hay personas que practican la palabra
para poder merecer el amor de Dios. Pero el amor no se compra, ni se merece (Cnt
8,7). El amor de Dios se recibe gratuitamente. Ponemos en práctica la Palabra no para
merecer el amor, sino para decir gracias por el amor recibido. He aquí la buena tierra, la
roca, que da seguridad a la casa. ¡La verdadera seguridad viene de la certeza del amor
de Dios! Es la roca que sostiene en los momentos de dificultad y de tormenta.
• El evangelista termina el Sermón del Monte (Mt 7,27-28) diciendo que la multitud
queda admirada por la enseñanza de Jesús, ya que “enseñaba con autoridad y no como
los escribas". El resultado de la enseñanza de Jesús es la conciencia crítica de la gente
ante las autoridades religiosas de la época. Admirada y agradecida, la gente aprueba las
preciosas enseñanzas de Jesús, que son diversas.
www.santaclaradeestella.es
2. La firmeza de la experiencia
2.1 Cristo nos habla también de firmeza, con la conocida imagen de las dos casas, una
sobre roca y otra sobre arena. La casa sobre la roca corresponde a aquel que ha puesto
en práctica la palabra: un hecho que cabe destacar, porque la solidez no proviene aquí
de un sentimiento o de una valoración subjetiva sino de la experiencia que al parecer
dan solamente las obras. Conoce la verdad de la palabra quien ha puesto a prueba la
palabra.
2.2 ¿Qué amenaza a estas casas? Vientos y crecidas. Su rostro particular o su nombre
propio será diferente en la vida de cada uno de nosotros, pero lo que debe quedarnos
claro es que nuestra existencia como cristianos recibirá amenazas. No existe algo así
como una "pacífica posesión" de la vida de la gracia. Ser de Dios y soportar torrentes y
tempestades es una misma cosa en esta tierra.
3. Encontrar firmeza
3.1 Volvamos a Isaías. Hay júbilo en sus palabras. Ha encontrado firmeza. La ciudad es
fuerte, está guarnecida por Dios. Es una experiencia grata que tiene su plenitud en
aquel que no cambia, porque es Roca Perpetua. Volver a Dios que no cambia; volver a
Dios y saber que él siempre está ahí, que su amor es indeclinable, que su misericordia
no conoce ocaso. ¡Qué dulce este mensaje para el alma que peregrina!
3.2 Es lo que sentimos al celebrar la Eucaristía o al adorar el misterio de Jesús en el
altar y en el sagrario. Cuando hemos tenido oportunidad de viajar miles de kilómetros y
de pronto encontramos una iglesia católica, y tímidos nos acercamos al sagrario, ¡qué
grato y qué reconfortante es saber que allí está el mismo Jesús que nos despidió cuando
salíamos de viaje! Él nos despide y Él nos aguarda. Así será también, por su bondad, a
la hora de nuestra muerte: él, en su viático nos despide, él en su gloria nos acoge.
www.elmisericordioso.me-Pildorasdefe.net
Las enseñanzas de Jesus en el Sermon de la montaña son como rocas graníticas, y ellas
mismas constituyen un monte elevado: tras haberlo contemplado, ¿que decidimos? «El
que escucha estas palabras mías y las pone en práctica pone la sólida roca de la
voluntad de Dios como fundamento de su propia existencia, y quien hace la voluntad de
Dios permanece para siempre (cf. 1 Jn 2,17). Si nuestra elección es sencilla y clara, si
somos capaces de renovarla cada dia, en las circunstancias ordinarias, no deberemos
temer las inevitables tempestades de la vida: la hora en la que constatemos nuestra
precariedad extrema será, al mismo tiempo, la hora de gracia en la que podrá hacerse
más intensa la experiencia de la fidelidad del Padre que nos sostiene y conforta,
haciéndonos saborear en lo íntimo cosas buenas precisamente allí donde los hombres y
las situaciones parecen ofrecer únicamente el cáliz de la amargura. Vivir el Evangelio, o
más bien esforzarnos por vivirlo superándonos siempre a nosotros mismos y nuestros
propios intereses, es una elección contracorriente; Jesus no se hace ilusiones («..Son
pocos los que...o»), pero tampoco nos desilusiona: «Pedid, y recibiréis; buscad, y
encontrareis; llamad, y os abrirán» Su promesa abarca no solo el tiempo presente, sino
también la eternidad. Nosotros, que hemos escuchado sus palabras, debemos decidir si
las tenemos en cuenta. El mismo Señor nos presenta una rápida síntesis: «Todo cuanto
queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos». Ojala los
hermanos puedan recoger frutos buenos y abundantes de nuestra vida, una vida que se
haya vuelto auténticamente profética por la adhesión a la Palabra de Jesus.
www.catholic
Una respuesta muy concreta. "La voluntad de Dios". Esto es algo que a menudo
escuchamos pero que desgraciadamente su sentido muchas veces se ha ido
difuminando.
Cumplir la voluntad de Dios no es obligarme a hacer lo que más cuesta…, lo último que
quiero hacer. No es una imposición, no es un "servicio social" al cual estoy sometido…
Muy al contrario, es un camino de amor.
Un camino que el Dios que tanto nos ama nos va señalando. Un camino que Él conoce
mucho mejor que nosotros pues tiene una visión infinitamente más grande.
Seguir la voluntad de Dios es, al mismo tiempo, ir descubriéndose a sí mismo pues es en
el seguimiento de lo que Dios nos pide donde encontramos sentido, donde encontramos
plenitud, aunque a veces las dificultades que este seguimiento conlleva nos nuble la
belleza del camino.
Seguir la voluntad de Dios es una respuesta muy concreta de amor hacia Dios; es una
confirmación sólida en la fe; es construir la propia vida sobre una roca, la cual, nada ni
nadie podrá destruir.
• Los animo a renovar la confianza en el Señor y a salir sin miedo, a dar testimonio de la
alegría del Evangelio, que hace felices a muchos. Que esta confianza en el Señor,
renovada cada día en el encuentro con Él en la oración y en los sacramentos, los ayude
también a estar abiertos al discernimiento, para examinar la propia vida, buscando
hacer la voluntad de Dios en todas sus actividades y proyectos. (Homilía de S.S.
Francisco, 22 de junio de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con
Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees
que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Intentar tomar un tiempo para hacer un examen de conciencia buscando escuchar
atentamente lo que Dios quiere de mí en este día.
www.BibliaStraubinger
21. Entendamos bien lo que significa hacer su voluntad. Si buscamos, por ejemplo, que
un hombre no le robe a otro, para que la sociedad ande bien, y no para que se cumpla la
voluntad de Dios, no podemos decir que nuestra actitud es cristiana. Ese descuido de la
fe sobrenatural nos muestra que hay una manera atea de cumplir los mandamientos sin
rendir a Dios el homenaje de reconocimiento y obediencia, que es lo que Él exige.
¡Cuántas veces los hombres que el mundo llama honrados, suelen cumplir uno u otro
precepto moral por puras razones humanas sin darse cuenta de que el primero y mayor
de los mandamientos es amar a Dios con todo nuestro ser!
http://www.ciudadredonda.org
El Señor nos pide que le oigamos y hagamos lo que dice. Así, no basta oír, sino que hay
que hacer lo que nos dice. Nuestra es la religión del amor. En el amor, las palabras no
bastan. Llega un momento que estas tienen que manifestarse con hechos prácticos,
concretos.
Todo lo que nos manda el Señor es amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo
como a nosotros mismos. Debemos imprimir este mandato y ponerlo en un lugar visible
de modo tal que todos los días y a cada rato lo veamos.
No hay mayor secreto para alcanzar la vida eterna que amar. Eso es todo lo que nos
manda el Señor. Si lo hemos oído, no resta nada más que ponerlo en práctica. ¿Por qué
no lo hacemos? Hay que pasar de las declaraciones, de la poesía a los hechos.
Ésta es tarea de todos los días. 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año, tal
como se promocionan muchos servicios. En el cristianismo, en el amor, no hay horario,
ni descanso, ni privacidad, ni vacaciones. ¿Amas o no amas? Todo el tiempo y sin
condiciones.
¡Ese es el amor! No la “historia de amor” que protagonizó un Ministro peruano con una
chica 15 años menor que él, por la que dejó a su esposa e hijos, la llevó de asesora y a
los 4 días la ascendió al máximo cargo, dice que por amor.
¡Ese no es amor! ¡Es un capricho, un gusto, pero no es amor! La palabra amor está muy
manoseada, por eso ha perdido su sabor. Cuando tenemos dudas respecto al amor,
debemos ver la cruz de Cristo. Allí tenemos el mejor ejemplo de amor.
El amor, para ser tal, tiene que ser gratuito. Quiere decir que uno tiene que amar,
darse, sin condiciones. Así nos amó Dios antes que naciéramos. Él nos ha amado
siempre y no por ningún mérito nuestro, sino porque esa ha sido Su voluntad.
No confundamos, entonces el amor, con el gusto, el capricho, la pasión o la atracción
sexual. Mucho menos con la cópula. Eso de “hacer el amor” es un disparate total. El
amor no es una práctica física, sino una forma de vida que demanda entrega y renuncia.
El que oye estos mandatos del Señor y los pone en práctica, es el hombre prudente.
Nada ni nadie podrán obligarlo a faltar o traicionar al amor. El amor no tiene límites.
Leamos lo que dice Corintios 13 respecto al amor y esforcémonos en ponerlo en práctica
cada día
Oremos: Padre Santo, te pedimos tu Gracia para entender la fuerza extraordinaria y
sobre natural del amor, que debe ser el cimiento de la familia y la sociedad. Que
procuremos la felicidad plena que solo puede dar el amor…Te lo pedimos por nuestro
Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los
siglos de los siglos…Amén. Roguemos al Señor… Te lo pedimos Señor.
http://www.caminando-con-jesus.org
*********************************************************************
✞ ✞ ✞ Profesión de Fe
3 LITURGIA EUCARISTICA
Sacerdote: Orad hermanos para que este sacrificio, mío y vuestro, sea
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Todos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria
de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. (→ Este es el
Compendio de la Misa)
*** Se llevan al altar los dones; el pan y el vino. *** Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro
espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios
nuestro. *** Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado.
• Señor, recibe los dones que te presentamos en la memoria de san Francisco Javier, y
concédenos que, así como él llegó a tierras lejanas impulsado por el deseo de la
salvación de los hombres, también nosotros, dando testimonio eficaz del Evangelio,
sintamos la urgencia de llegar a ti con todos los hermanos. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
• Señor Dios nuestro: Acepta este pan y este cáliz como signos de que, con tu Hijo,
deseamos fiarnos de ti y contar siempre contigo. Danos el Espíritu de tu mismo Hijo,
para que no seamos arrastrados por cualquier novedad o moda pasajera. Guarda,
profundamente arraigadas en ti, nuestra fe, confianza y esperanza, y ayúdanos a vivir
en consecuencia movidos siempre por tu amor; por medio de Jesucristo nuestro Señor.
a) Acción de gracias
El Señor esté con vosotros. R/ Y con tu espíritu. Levantemos el corazón R/ Lo tenemos
levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/ Es justo y necesario.
Prefacio I de Adviento. Las dos venidas de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Quien, al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de
redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación eterna, para que
cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su
obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos
alcanzar.
• Gracias Buen Jesús por este llamado a la conversión, que me permite disponer mejor
mi corazón para tu venida esta Navidad. Al estar mi vida fundada sobre Ti, Roca sólida,
estaré confiado y seguro en el cumplimiento de tu Plan de Amor. Amén.
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Por eso, con los ángeles y arcángeles, tronos y dominaciones, y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
b) Santo: con esta aclamación toda la asamblea, uniéndose a las jerarquías celestiales, canta o recita
las alabanzas a Dios.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu
gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el
cielo.
c) Epíclesis Se implora el poder divino para que los dones se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de
Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la comunión sea para salvación de quienes
la reciban.
Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por
Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas
todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin
mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que
santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera
que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que
nos mandó celebrar estos misterios.
d) Narración de la institución y consagración. Con las palabras y gestos de Cristo, se
realiza el sacrificio que él mismo instituyó en la última cena. Momento más solemne de la Misa; es la
transubstanciación: pan y vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de
Cristo. Dios se hace presente ante nosotros con todo su amor. ¡Bendito Jesus en el Santísimo sacramento
del Altar!
Porque Él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y dando gracias te
bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman todos de él,
porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes".
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dando gracias te bendijo, y lo pasó a
sus discípulos, diciendo: "Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi
Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por
muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía".
e) Anámnesis. La Iglesia, al cumplir este encargo que, a través de los Apóstoles, recibió de Cristo
Señor, realiza el memorial del mismo Cristo, su Reactualización, recordando principalmente su
bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y la ascensión al cielo.
Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia, en el
domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida
inmortal. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el
mundo.
A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor
nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
Padre eterno, te ofrecemos la Preciosísima Sangre de Jesús, con todas las
Misas celebradas en el mundo en éste día, por las benditas Almas del
Purgatorio. Y Concédeles, Señor, el descanso eterno y brille para ellas la luz
perpetua. Amén.
h) Doxología final. Se expresa la glorificación de Dios y se concluye y confirma con el amen del
pueblo.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del
Espíritu Santo, todo Honor y toda Gloria por los siglos de los siglos. Amén
✞ ✞ ✞ Rito de la comunión
Significa "común unión". Al acercarnos a comulgar, además de recibir a Jesús dentro de nosotros y de
abrazarlo con tanto amor y alegría, nos unimos a toda la Iglesia en esa misma alegría y amor.
a) Introducción al Padrenuestro
Con las palabras de Jesús nuestro Señor oremos al Padre de todos para que su reino venga a cada
persona de la tierra.
• Oremos a nuestro Padre misericordioso nos conceda la gracia de edificar nuestra vida
en roca segura; en Cristo Jesús y su Palabra de Vida eterna .
• Unidos en el amor de Cristo, por el Espíritu Santo que hemos recibido, dirijámonos al
Padre con la oración que el Señor nos enseñó:
R/ Padre nuestro…por fuerte que sean los vientos
b) Rito de la Paz
Los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda la familia humana y se expresan
mutuamente la caridad antes de participar de un mismo pan.
Líbranos, Señor.
Líbranos, Señor de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para que
ayudados por tu misericordia, vivamos libres de pecado y protegidos de toda
perturbación, y aguardando la venida gloriosa de Jesucristo, nuestra esperanza.
R. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya
bastará para sanarme.
c) El gesto de la fracción del pan: Significa que nosotros, que somos muchos, en la comunión
de un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo (1 Co 10,17)
• Oh, Dios, que tus sacramentos enciendan en nosotros aquella ardiente caridad que
inflamó a san Francisco Javier por la salvación de las almas, concédenos que, viviendo
más dignamente nuestra vocación, consigamos con él la recompensa prometida a los
buenos servidores. Por Jesucristo, nuestro Señor.
• Señor Dios nuestro: Gracias por hablarnos con las palabras y obras de tu Hijo, y por
fortalecernos con su cuerpo y con su sangre. Danos la sabiduría de una fe tranquila y
sólida que nos haga vivir coherentemente como creemos y que nos mueva a apoyarnos
y ayudarnos unos a otros mientras caminamos juntos hacia ti. Y que podamos dar un
poco de solidez y certeza a los que, entre nosotros, vacilan y buscan sinceramente. Te lo
pedimos por Cristo nuestro Señor.
4 RITO DE CONCLUSION
Consta de saludo, bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea, para que
cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.
✞ ✞ ✞ Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos
de los siglos. R/ Amén.
¡Cristo, Rey nuestro! R/ ¡Venga tu Reino!
Consagración a María
Pide la intercesión de María rezando esta oración:
Madre del Redentor, Virgen fecunda puerta del Cielo siempre abierta, estrella del mar
ven a librar al pueblo que tropieza y se quiere levantar. Ante la admiración de cielo y
tierra, engendraste a tu Santo Creador, y permanecés siempre Virgen, recibe el saludo
del ángel Gabriel y ten piedad de nosotros pecadores.
✞ ✞ ✞ Bendición
Hermanos: Construyamos nuestra casa sobre roca. Edifiquemos nuestra vida sobre el
Señor y su Evangelio, y nunca nos sentiremos decepcionados, ya que Dios nos ama y
está con nosotros.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre
nosotros y permanezca para siempre.
R/ Amén.
Pueden ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.
✞ ✞ ✞ Abba Padre, gracias te doy por enseñarme a Cristo histórico. Y ahora, por tu gracia
y Espíritu Santo concédeme fortalecer la fe, para caminar con Cristo, por Cristo y en
Cristo, ya no histórico, sino Pan vivo bajado del cielo.
«Tú eres Cristo, el Hijo de Dios Vivo» Mt 16, 16
OTRAS LECTURAS
Catena Aurea: comentarios de los Padres de la Iglesia por versículos
1. San Jerónimo
21. Así como había dicho antes que aun los que llevan el vestido de la buena vida no
deben ser recibidos si hay maldad en sus enseñanzas, así ahora dice, por el contrario,
que no debe oírse a los que, enseñando buena doctrina, la destruyen con sus malas
obras. Una y otra cosa es necesaria a los que sirven al Señor: que las obras se prueben
con las palabras y las palabras con las obras. Y por ello añade: “No todo el que me dice
Señor, Señor…”
Es costumbre en la Sagrada Escritura el tomar los dichos por los hechos, según cuya
interpretación dice el Apóstol: “Confiesan que conocen a Dios, pero lo niegan con los
hechos” (Tit 1,16).
26-27. Toda predicación de los herejes se funda en arena movediza, que no puede
hacerse compacta, y así se desmorona.
2. San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 24,1
21. En estas palabras parece que se dirige especialmente a los judíos, que ponen toda
su atención en los dogmas. Por ello San Pablo los denuncia, diciéndoles en la segunda
carta a los Romanos (Rom 2,17): “Si, pues, te llamas judío y descansas en la ley…”
No dijo: “El que hace mi voluntad”, sino “la del Padre”, porque, entre tanto, era
conveniente decir esto para acomodarse a la ignorancia de aquéllos; mas ya por esto les
insinuó ocultamente aquello: “No es otra la voluntad del Hijo que la del Padre”.
24. Como había de haber algunos que admirarían lo que había dicho Jesús, pero que no
harían ostensible con obras esa admiración, previniéndoles, los aterra, diciendo: “Pues
todo aquel que oye estas mis palabras y las cumple, comparado será a un varón sabio”.
6. Rábano
27. También puede entenderse por ruina grande lo que Jesucristo habrá de decir a
aquellos que lo oyen y no obran: “Id al fuego eterno” (Mt 25,41).
1. San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia, Sermón 179, 8-9; PL 38, 970
Poned en práctica la Palabra, no os contentéis con escucharla, eso sería engañaros.
No os confundáis, hermanos, si habéis venido con diligencia a escuchar la palabra sin
poner en práctica lo que oís. Pensad bien en ello; si bueno es escuchar la palabra, es
mucho mejor ponerla en práctica. Si no la escuchas, si no practicas lo que has oído, no
construyes nada. Si la oyes y no la pones en práctica, construyes una ruina… escuchar y
poner en práctica, es construir sobre roca. Y el solo hecho de escuchar, es construir.
En cuanto al que escucha estas palabras continua el Señor, y no las pone en práctica, es
semejante al insensato que construye su casa. También él construye, pero ¿qué
construye? Construye su casa pero dado que no pone en práctica lo que oye, tiene buen
oído, pero construye sobre arena…
Puede que alguien me diga: “¿Para qué escuchar lo que no tengo la intención de
cumplir? ¿Ya que construiré una ruina si escucho sin ponerlo en práctica, no es más
seguro no escuchar nada?”. En este mundo, la lluvia, los vientos, los torrentes no cesan.
¿No es mejor construir sobre roca para que cuando vengan los torrentes, no te
arrastren?… Sin protección y sin el menor tejado, vas a ser irremediablemente abatido,
arrastrado, sumergido.
Reflexiona pues sobre el partido que vas a tomar. Es malo no escuchar, es malo
escuchar sin actuar, resulta que hay que escuchar y poner en práctica. Sed personas
que “ponen en práctica la Palabra, y no se contentan sólo con escucharla”; lo contrario
sería engañarse.
2. Bienaventurado John Henry Newman (1801-1890), Sermón «Ver», PPS vol.
4, n°22
Para entrar en el Reino de los cielos…, hay que hacer la voluntad de mi Padre.
Año tras año, el tiempo pasa en silencio; la venida de Cristo está cada vez más cercana.
¡Sí solamente, como él se acerca a la tierra, pudiéramos nosotros acercarnos al cielo!
¡Oh, hermanos míos, pedidle que os dé el coraje para buscarlo con sinceridad! Pedidle
que permanezcáis ardientes… Pedidle para que él os conceda eso que la Escritura llama
«un corazón bueno y honrado» o «un corazón perfecto» (Lc 8,15; Ps 100,2), y, sin
esperar, comenzar de inmediato a obedecerle con el mejor corazón que tiene. Cualquier
obediencia es mejor que nada.
Tenéis que buscar su rostro (Sal 27,8), la obediencia es la única manera de buscarlo.
Todos vuestros deberes de estado son obediencia… Hacer lo que él pide, es obedecerle,
y obedecerlo, es acercarse a él. Todo acto de obediencia nos acerca a él que no está
lejos, aunque lo parezca, sino muy cerquita de este marco material.
La tierra y el cielo no son más que un velo entre él y nosotros. Llegará el día en que se
desgarrará el velo, y se nos mostrará. Y entonces, según como lo hayamos esperado, se
nos recompensará. Si lo hemos olvidado, no nos conocerá.
Sin embargo, “Dichosos los siervos a quienes el Señor, cuando venga, los encuentre
velando» (Lc 12,37)… ¡esta es la parte de cada uno de nosotros! Es difícil lograrlo, pero
más lamentable no conseguirlo. La vida es corta, la muerte es segura, y el mundo
venidero es eterno.
5. Vida de san Francisco de Asís llamada «de Perusa» (siglo XIV), §102
La roca de la humildad y de la pobreza.
Desde el principio de su conversión, el bienaventurado Francisco, prudente como era,
quería, con la ayuda de Dios, establecer, sólidamente y a la vez, él mismo y su casa, es
decir, su Orden de Hermanos menores, sobre una roca sólida, a saber, sobre la muy
grande humildad y la muy grande pobreza del Hijo de Dios.
Sobre una profunda humildad: porque desde el principio, cuando los hermanos
empezaban a multiplicarse, les prescribió residir en los hospicios para servir a los
leprosos. En aquel momento, cuando los postulantes se presentaban, fueran nobles o
plebeyos, les advertía que tendrían que servir a los leprosos y residir en sus hospitales.
Sobre una muy gran pobreza: en efecto, dijo en su Regla que los hermanos debían
habitar en sus casas «como extranjeros y peregrinos, y que no debían desear nada de lo
que está bajo el cielo», si no era la santa pobreza, gracias a la cual el Señor les llenará
de alimentos corporales y de virtudes, lo cual les servirá como herencia para la otra
vida, el cielo.
También para él mismo, Francisco escogió este fundamento de una humildad perfecta y
una perfecta pobreza; si bien es cierto que fue un gran personaje en la Iglesia de Dios,
por una opción libre quiso mantenerse en la última hilera, no sólo en la Iglesia sino
también entre los hermanos.