Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
por los obstáculos presentes en el terreno tales como colinas, edificaciones, vegetación,
etc. No existe un método riguroso que permita estimar el efecto de la enorme variedad
de posibles obstáculos sobre la señal recibida, por lo que nos limitaremos a considerar
cierto tipo de obstáculos que constituyen abstracciones teóricas, y que por lo tanto no
de zonas de Fresnel. Estas nociones nos permitirán suplir las limitaciones de la teorı́a
141
142
posibles obstáculos que puede encontrar una trayectoria radioeléctrica: el modelo del
otros modelos más elaborados como las secuencias de filos de cuchillo y las secuencias
reflexión sobre una tierra plana, introduciendo el concepto del coeficiente de reflexión
y estableciendo diferencias entre reflexión especular y reflexión difusa. Ello nos permi-
tirá apreciar cómo la geometrı́a y las propiedades eléctricas del terreno influencian la
formalmente las consecuencias que sobre la señal recibida tiene la presencia de una
mos estudiar una técnica que nos permita determinar en qué punto de la superficie
reflexión se ve modificado sobre una tierra esférica a través del factor de divergencia.
Para poder analizar los efectos del terreno sobre la propagación de las microondas
es necesario contar con una adecuada representación gráfica del perfil terrestre a lo
largo del vano. Tal representación deberı́a mostrar de manera sencilla la forma y
143
pero su realización práctica está complicada por dos razones: a) Es deseable que
la trayectoria radioeléctrica esté dibujada como una lı́nea recta a pesar de que su
alturas encontradas en un vano tı́pico es mucho más pequeño que la distancia entre
las estaciones, por lo que de usarse una escala ajustada a esta última las alturas del
representa un vano con una distancia de 50 Km sobre una escala de 30 cm, serı́a
necesario que una trayectoria radioeléctrica estuviese a 1000 m de altura para poder
diagrama. Un diagrama con estas caracterı́sticas tendrı́a muy poca o ninguna utilidad
nos servirá como punto de partida para elaborar un diagrama útil para el diseño de
radioenlaces. Debemos notar sin embargo que para poder representar las trayectorias
radioeléctricas como lı́neas rectas, la lı́nea de base con respecto a la que se miden las
elevaciones debe ser un arco de cı́rculo con un radio proporcional al radio efectivo de
dibujarse tal lı́nea de base, la cual representará un arco de cı́rculo máximo1 sobre la
1
Un cı́rculo máximo es aquel que resulta de la intersección de una esfera y un plano que pasa por
el centro de la misma.
144
Sean dos puntos A y B separados una distancia d sobre un arco de cı́rculo corres-
pondiente a una tierra con radio R0 , tal como se aprecia en la Fig. 4.1. Este arco
es la curva de altitud cero o lı́nea de base con respecto a la cual medimos las alturas
tierra. Queremos hallar una expresión para la sagita en función de las distancias d1 y
d2 entre un punto sobre la superficie terrestre y los extremos del vano. Sin embargo,
antes de proseguir es necesario hacer notar que las distancias normalmente cubiertas
por los radioenlaces de microondas son mucho más pequeñas que el radio terrestre; en
consecuencia, la distancia entre dos puntos medida sobre la superficie de una tierra
que une dichos puntos. Por ejemplo, si la distancia entre dos puntos medida sobre la
que: s s
µ ¶2 µ ¶2
2 d d
Q= R0 + = R0 1 − (4.1.1)
2 2R0
Pero la distancia d es mucho menor que el radio terrestre R0 , por lo que mediante un
F0
A f0 B
P R0
Q
R0
d1 d2
d
Figura 4.1: Geometrı́a para el cálculo de la sagita.
rencia entre P y Q:
d1 d2
f0 = P − Q = (4.1.5)
2R0
La sagita máxima F0 ocurrirá para d1 = d2 :
d2
F0 = (4.1.6)
8R0
d1 d2 d2
f= ;F = (4.1.7)
2KR0 8KR0
observamos que una posible alternativa para el dibujo de los perfiles serı́a el usar dos
otra para representar alturas en dirección perpendicular a dicha cuerda. Por ejemplo,
una escala horizontal de 1.5 Km/cm y una escala vertical de 30 m/cm. El diagrama
razón entre las escalas empleadas. En lo sucesivo nos referiremos a tal factor como
S = 50.
superficie de una tierra esférica en un arco de elipse, razón por la cual nos referiremos
Fig. 4.2 representa un vano en el que la distancia entre los extremos ha sido exagerada
En esta figura la superficie de una tierra esférica está representada por el arco de
arco elı́ptico que resulta al expandir la escala en dirección normal a la cuerda ACB.
Hay tres estructuras verticales sobre la superficie de la tierra representadas por los
segmentos AA1 , DD1 y EE1 , y cada una de ellas yace sobre una lı́nea que parte
desde el centro de la tierra O y pasa por sus bases; esto es congruente con el hecho
147
D0 D10 y E 0 E10 . Las proyecciones horizontales de estos segmentos no son afectadas por
son paralelos entre sı́. Para que no ocurra lo primero es necesario que la razón de
altos valores del factor de escala, vanos cortos o que la distancia entre las estructuras
sea pequeña en comparación con el radio de curvatura del perfil, lo cual se cumple
ción. Un posible método serı́a el dibujar punto a punto la lı́nea de base a partir de
origen en el punto C y cuyo eje ‘x’ coincidiese con la recta CB la ecuación del cı́rculo
elipse es 0.98, un valor lo suficientemente cercano a la unidad como para que aquella
149
porción de la elipse por encima de la cuerda AB en la Fig. 4.2 sea muy aproxima-
sin embargo la máxima diferencia entre las alturas proporcionadas por los diagramas
Para encontrar una expresión que nos permita representar un diagrama de arco
los términos de orden superior basándonos en el hecho de que x << (KR0 )2 y l2 <<
hasta los extremos A y B del arco parabólico, las distancias l y x pueden ser expresadas
S:
y = Sf (4.1.13)
que nos sirva de lı́nea de base en la representación de las elevaciones a lo largo del perfil
a lo largo del mismo. Asimismo, sean H y V las dimensiones horizontal y vertical del
expresados en centı́metros. Para ello tengamos en cuenta que la distancia entre el eje
horizontal y el punto más alto del arco parabólico representará el valor de la flecha
máxima F . Por lo tanto es necesario multiplicar (4.1.16) por la razón entre la flecha
de modo que
S d2 F 1 d2
y[m] = (H − x)x = (H − x)x (4.1.18)
2KR0 H 2 SF 2KR0 H 2
Para que la altura y del arco parabólico quede expresada en centı́metros dividimos
S d
y[cm] = (H − x)x (4.1.20)
2KR0 H
Las Figs. 4.3 y 4.4 muestran diagramas de arco parabólico para K = 4/3 y K =
2/3, los cuales pueden utilizarse siempre que la razón de escalas sea un múltiplo entero
152
250, 1000 y 4000 metros para distancias de 60, 120 y 240 kilómetros respectivamente.
misma y que los valores de la sagita a lo largo de la lı́nea de base del diagrama son
mayores para K = 2/3, lo cual es congruente con el hecho de que una reducción en el
153
tal como se mencionó en el Capı́tulo anterior. Se aprecia asimismo que los diagramas
incluyen información relativa al nombre de las estaciones, sus alturas con respecto al
nivel del mar, las alturas de las torres que soportan las antenas y la distancia entre
estaciones.
Los perfiles de los vanos que van a ser representados en los diagramas de arco
principal fuente a partir de la cual son generadas estas tablas son mapas topográficos
de curvas de elevación. La información obtenida a partir de los mapas es por sı́ sola
insuficiente; por lo que debe suplida, corregida o substituida de acuerdo a las obser-
cuales por lo general están elaborados a una escala de 1:250.000 [Lenkurt 1970]. Dichos
mapas pueden servir para determinar las rutas a seguir en cada uno de los vanos y
será necesario utilizar mapas que permitan representar con suficiente exactitud las
elevaciones y distancias a lo largo de los vanos. Por ejemplo, pueden usarse mapas a
Una vez que las posiciones de las estaciones han sido ubicadas en los mapas, se
dibujan lı́neas rectas entre ellas que representando cada uno de los vanos, a lo largo
vanos sobre agua o llanuras bastará con algunos pocos puntos, en tanto que para
terreno accidentado será necesario tomar la elevación al menos cada dos kilómetros.
Posteriormente, en cada punto se estimará la altura utilizando para ello las curvas
de elevación del mapa, lo cual requerirá en muchos casos interpolaciones entre curvas
adyacentes. De esta manera para cada vano se construirá una tabla preliminar de
distancias versus alturas, la cual servirá de guı́a para la posterior inspección sobre el
terreno. En aquellos casos en los que no se cuenta con mapas suficientemente detalla-
dos será necesario realizar un levantamiento topográfico a lo largo de los vanos, el cual
los mapas, la inspección in situ permite constatar la idoneidad de las rutas escogidas
Los siguientes lineamientos dan una idea de las dificultades que cabe esperar de-
óptica de la lı́nea de vista es difı́cil sin la ayuda de medios tales como mástiles
portátiles.
una trayectoria radioeléctrica está asociada a la energı́a que viaja desde el transmisor
energı́a entre ambos, por lo que bajo las suposiciones de la teorı́a de trayectorias no
deberı́a recibirse señal alguna. La experiencia nos demuestra que ello no ocurre ası́,
enlace. La Fig. 4.5 ilustra esta situación. Justo detrás del obstáculo existirá una zona
de penumbra dentro de la cual será posible la recepción, ası́ como una zona de sombra
Tx
Zona de
penumbra Rx
Zona de
Sombra
Huygens, el cual establece que un frente de onda puede considerarse constituido por
la Fig. 4.6, en la que se muestra un frente de onda esférico sobre el que se observan
dores secundarios forman nuevos frentes de ondas esféricos, los cuales al combinarse
originan un nuevo frente de onda asociado a la energı́a radiada originalmente por Tx.
157
Por lo tanto, un frente de onda puede ser reemplazado por los centros de radiación
P1
P2
P3
P4
Tx
P5
entre las antenas transmisora y receptora. Si alguna porción del frente de onda es
158
nuado aún cuando la obstrucción no corte la lı́nea de vista entre las antenas. Más
aún, podemos inferir que este efecto se verá acentuado a medida que la obstrucción
C
B
P
Fn R
T o D d2
d1
La Fig. 4.7 muestra una superficie plana ABCD perpendicular a la lı́nea de vista
T OR entre una antena transmisora T y una antena receptora R, las cuales supondre-
mos isotrópicas. Debajo de dicha lı́nea de vista yace una extensión de terreno con un
ABCD, por lo que de acuerdo al principio de Huygens sobre dicha superficie estarán
mos que las distancias d1 y d2 entre la superficie ABCD y las antenas T y R son lo
suficientemente grandes como para considerar que dicho frente de onda es esencial-
mente plano. El campo recibido en R será entonces la suma de los campos asociados
estará situado a una distancia Fn del punto O. Siendo las antenas isotrópicas, la radia-
Dado que el punto P está más alejado de la antena receptora que el punto O,
que ese mismo campo llegue al punto O. De la misma manera, el campo emitido por
la antena transmisora T , por lo que a medida que la distancia entre los puntos P y
junto de puntos para los que la mencionada diferencia de longitudes sea exactamente
continuación. Examinando la Fig. 4.7 vemos que la diferencia de longitudes entre los
trayectos T P R y T OR será
λ
T P + P R − (d1 + d2 ) = n (4.3.1)
2
y en consecuencia podemos escribir
q q
λ
d1 + Fn + d22 + Fn2 − (d1 + d2 ) = n
2 2 (4.3.2)
2
160
radio corresponde a la distancia entre los puntos P y O, por lo que podemos darnos
cuenta que el lugar geométrico de los puntos que satisfacen la Ec. (4.3.2) es un cı́rculo
centrado en O.
y dado que las distancias d1 y d2 son mucho mayores que el radio de la n-ésima zona
El área encerrada dentro del cı́rculo de radio Fn definirá a la n-ésima zona de Fresnel.
De este modo, la región encerrada dentro del cı́rculo de radio F1 es la 1ra zona de
indirecta T P R es λ/2:
r
λd1 d2
F1 = (4.3.6)
d1 + d2
Podemos obtener una expresión práctica para el radio de la 1ra zona de Fresnel
O
F2
F1
F3
R
Una expresión práctica alternativa cuando la frecuencia está expresada en MHz es:
s
d1 [Km]d2 [Km]
F [m] = 548 (4.3.8)
f [M Hz]d[Km]
En las expresiones anteriores se puede apreciar que el radio de las distintas zonas
1√
Fn(max) = nλd (4.3.9)
2
1√
F1(max) = λd (4.3.10)
2
s
d[Km]
Fn(max)[m] = 8,66 (4.3.11)
f [GHz]
162
s
d[Km]
Fn(max)[m] = 274 (4.3.12)
f [M Hz]
√
Fn = nF1 (4.3.13)
Cuando se representan los cı́rculos que limitan a las distintas zonas de Fresnel a lo
largo de la distancia que separa las antenas transmisora y receptora, se obtienen sóli-
a la 1ra zona de Fresnel está representado en la Fig. 4.9. La sección transversal del
trayecto presentará los cı́rculos concéntricos mostrados en la Fig. 4.8, cada uno de los
Tx F1 Rx
Utilizando la Ec. (4.3.5) podemos demostrar que todas las zonas de Fresnel tienen
la misma área. Para ello notemos que el área Sn cubierta por la n-ésima zona de
λd1 d2
Sn = (4.3.15)
d1 + d2
163
El hecho de que esta última expresión sea independiente de n nos indica que todas
las zonas de Fresnel tienen la misma área. La superficie de cada zona de Fresnel es
zona es poco más o menos la misma. El aporte de cada zona a la intensidad de campo
desfase entre los campos eléctricos producidos por los radiadores elementales presentes
TOR y TPR. En la práctica, las antenas empleadas en los radioenlaces poseen alta
directividad, y por lo general están alineadas de modo tal que los máximos de sus
lóbulos principales coinciden. Debido a ello, el campo incidente sobre ABCD tiene
distancia a O aumenta. Sin embargo, este decrecimiento en la amplitud del campo con
en O.
y DT (θT , φT ) están acompañadas por una desviación de la forma de los frentes de onda
radiados con respecto a los frentes de onda esféricos asociados a las antenas isotrópi-
cas. A su vez, estas desviaciones determinan variaciones en las fases de los campos
que llegan a R, las cuales no pueden ser calculadas en términos de las distancias T OR
y T P R. Por esta razón, el estudio formal de las zonas de Fresnel deberı́a tomar en
164
Por estas razones la Ec. (4.25) y las expresiones desarrolladas a partir de ella son váli-
das únicamente en aquella porción del plano ABCD en la que las directividades de
las antenas son esencialmente constantes. Por otra parte, en la práctica se encuentra
que tal región es lo suficientemente grande como para contener un número importan-
separadas 30 Km, cuya directividad puede considerarse constante en una región en-
de máxima radiación. Esto significa que en la mitad del trayecto existirá una zona
Cada zona de Fresnel está constituida por una gran cantidad de radiadores secun-
secundario aporta al campo recibido entre los lı́mites de cada zona, se encuentra que
E0 j(ωt−βd)
En = (−1)n Kn e (4.3.16)
d
oblicuidad’, el cual está relacionado con el ángulo θ existente entre los segmentos TP
zona de Fresnel al campo neto recibido, la cual será progresivamente menor a medida
T O R
Frente de Onda
La Ec. (4.3.16) nos muestra que las contribuciones de cada zona al campo total
recibido están desfasadas en 180◦ con respecto a sus vecinas, en tanto que sus respec-
libre será
∞
X
Er = En = E1 − E2 + E3 − . . . (4.3.17)
n=1
siendo E1 , E2 , etc. las amplitudes de las contribuciones de cada zona. Debido a que
1
E0 = E1 (4.3.18)
2
La Fig. 4.11 ilustra el resultado anterior: existe un desfase de 180◦ entre los campos
producidos por cada zona de Fresnel, y las magnitudes de los mismos disminuyen a
166
E1
E3
E5
En-1
En-2
E0
E4
E2
medida que aumenta en orden n de cada zona. Como la superficie es casi la misma para
todas las zonas, las contribuciones producidas en el receptor por dos zonas adyacentes
tenderán a cancelarse debido a la diferencia de fase. Sin embargo, a causa del factor
a la primera zona de Fresnel. Si fuese posible construir una pantalla que bloqueara la
radiación proveniente de todas las zonas a excepción de la primera, tal como muestra
la Fig 4.12, el campo recibido serı́a el doble del que se recibe normalmente en el
espacio libre. Por esta razón, en el diseño de un radioenlace es vital procurar que las
ducirá pérdidas en la señal recibida a las que se denomina pérdidas por difracción.
167
F1
2E0
T
nes de los obstáculos que se encuentran en una situación real, permiten cuantificar
de alguna forma las pérdidas de difracción producidas. Estos obstáculos serán el filo
La Fig. 4.13 muestra un filo de cuchillo que bloque parte de los elipsoides de Fresnel
incrementa la altura del filo de cuchillo, el despeje C disminuye hasta que la trayectoria
aumentando la altura del filo de cuchillo el tope del obstáculo estará por encima de la
trayectoria y el despeje será negativo. Para valores positivos del despeje estaremos en
de ocultamiento.
Tx F1
Rx
C
oscila alrededor del valor correspondiente al espacio libre hasta que para despejes
sigue disminuyendo, tal como se muestra en la Fig 4.14, en la cual el despeje ha sido
campo recibido oscila alrededor del valor correspondiente al espacio libre, en tanto que
Puede observase que para un despeje C = 0,6F1 la pérdida producida por el filo
de cuchillo es cero. Todas las normas elaboradas pare calcular el despeje mı́nimo de
5
Perdida con respecto al espacio libre en dB
0
−5
−10
−15
−20
−25
−30
−3 −2 −1 0 1 2 3
C/F1
pérdida total se obtiene determinando la pérdida para cada filo considerando trayec-
torias entre los topes de los obstáculos y cada uno de los terminales del enlace, como
se muestra en la Fig. 4.15, y sumando las pérdidas producidas por cada uno de los
filos de cuchillo [Barclay 1997]. En particular, deben sumarse las pérdidas asociadas
C2
C1
filos de cuchillo. Obstáculos tales como colinas redondeadas pueden ser modelados
este tipo de obstáculos son significativamente mayores que las asociadas a un filo de
q
da R db
J(ν) es la pérdida producida por un filo de cuchillo, usando un valor del parámetro
171
ν dado por s¡
θ
¢¡ θ
¢
θ da + R 2 db + R 2
ν = 2 sen (4.4.2)
2 λd
donde "µ #
¶1/3
da + db πR 1
ρ= + (4.4.4)
da db λ R
Y Q(χ) es la pérdida a lo largo de la superficie de la colina, dada por
T (ρ)
Q(χ) = para − ρ ≤ χ ≤ 0 (4.4.5)
ρ
= 12,5χ para 0 ≤ χ < 4 (4.4.6)
donde
µ ¶1/3 r
πR π
χ= θ≈ νρ si θ ¿ 1 (4.4.8)
λ 2
El tratamiento de una secuencia de colinas redondeadas es similar al dado a una
del enlace. El cálculo de la altura de las antenas para K = 4/3 es un buen proce-
del tiempo; sin embargo, cuando se requiere garantizar valores de disponibilidad del
orden del 99 % se requiere una evaluación más cuidadosa para garantizar el despeje
de la trayectoria.
Condiciones
Muy
de Propaga- Perfectas Ideales Promedio Difı́ciles
difı́ciles
ción
Capas su-
Niebla Capas su-
perficiales,
Sin niebla leve, perficiales,
Atmósfera aparición
Clima o capas su- subrefrac- niebla,
estándar de niebla
perficiales tividad trayecto
a ras de
ocasional sobre agua
tierra
Ubicación Montañas Planicies Costas Costas
Confiabilidad Despeje mı́nimo
0.6F1 , 1.0F1 , 0.6F1 ,
60 a 85 %
K=4/3 K=4/3 K=1
0.6F1 , 1.0F1 , 0.6F1 , 0.3F1 ,
85 a 98 %
K=4/3 K=4/3 K=1 K=2/3
0.6F1 , 1.0F1 , 0.6F1 , 0.3F1 , Rasante,
98 a 99.9 %
K=4/3 K=4/3 K=1 K=2/3 K=1/2
1.0F1 , 0.6F1 , 0.3F1 , Rasante, Rasante,
99.9 a 99.99 %
K=4/3 K=1 K=2/3 K=1/2 K=5/12
Tiempo
Confiabilidad ( %) fuera del Tiempo fuera del aire
aire ( %)
Anual Mensual Diario
0 100 8760 hrs 720 hrs 24 hrs
50 50 4380 hrs 360 hrs 12 hrs
80 20 1752 hrs 144 hrs 4.8 hrs
90 10 876 hrs 72 hrs 2.4 hrs
95 5 438 hrs 36 hrs 1.2 hrs
98 2 175 hrs 14 hrs 29 min
99 1 88 hrs 7 hrs 14 min
99.9 0.1 8.8 hrs 43 min 1.4 min
99.99 0.01 53 min 4.3 min 8.6 s
99.999 0.001 5.3 min 26 s 0.86 seg
Cuadro 4.2: Relación entre confiabilidad del sistema y tiempo fuera del aire.
lace. Dichas ondas pueden producir interferencia destructiva como resultado del de
se produce la reflexión.
móviles dada la baja directividad de las antenas que es necesario utilizar en los móvi-
les; en un radioenlace, sin embargo, las antenas empleadas son por lo común altamente
directivas, por lo que la influencia de aquellas señales que llegan procedentes de di-
incide sobre él dada las pequeñas longitud de onda con las que se opera.
Er = REi (4.6.1)
Dicho coeficiente es una cantidad compleja, que representa el hecho de que la reflexión
afecta tanto la amplitud como la fase de la onda incidente; su valor depende de las
vertical Rv :
E~r = Rh E
~ i = |Rh |ejδh E
~i (4.6.2)
E~r = Rv E
~ i = |Rv |ejδv E
~i (4.6.3)
que E~r representa el campo eléctrico asociado a la onda reflejada, el cual ha sido
este contexto, el término ‘polarización vertical’ significa que el campo eléctrico se halla
un campo eléctrico perpendicular a dicho plano, tal como se observa en la Fig 4.17.
En un sentido estricto, los frentes de onda emitidos por una antena son esféricos,
por lo que el cálculo del coeficiente de reflexión debe tomar en cuenta este hecho. Para
175
E E E E
f f
Plano de Reflexión Plano de Reflexión
un frente de onda esférico los coeficientes de reflexión están dados por [Martinez 1991]
h√ i h√ i
d (2) d (2)
−x dx ln xHkR0 cos φ (x) + x dx ln xHkR0 cos φ (x)
Rh = h√ ix=kR0 h√ ix=kR0 (4.6.4)
d (1) d (1)
−x dx ln xHkR0 cos φ (x) + x dx ln xHkR0 cos φ (x)
x=kR0
h√ i h√ ix=kR0
(2) (2)
d
− x1 dx ln xHkR0 cos φ (x) d
+ x1 dx ln xHkR0 cos φ (x)
x=kR0
Rv = h√ i h√ ix=kR0 (4.6.5)
1 d (1) 1 d (1)
− x dx ln xHkR0 cos φ (x) + x dx ln xHkR0 cos φ (x)
x=kR0 x=kR0
√ (2) √ (1)
en donde xHkR0 cos φ (x) y xHkR0 cos φ (x) son las funciones de Hankel, R0 es el radio
Sin embargo, con la excepción de la incidencia rasante (φ ≈ 0), en todos los casos
sen3 φ
k0 R0 À1 (4.6.7)
cos2 φ
Aplicando esta aproximación a las Ecs. (4.6.4) y (4.6.5) y tomando lı́mites cuando
onda plano:
p
jδh sen φ − n2c − cos2 φ
Rh = |Rh |e = p (4.6.8)
sen φ + n2c − cos2 φ
p
n2c sen φ − n2c − cos2 φ
Rv = |Rv |ejδv = p (4.6.9)
n2c sen φ + n2c − cos2 φ
longitud de onda. Una buena superficie reflectora es enemiga del radioenlace, ya que
reflejada.
relativa ²r del terreno, la frecuencia de una onda electromagnética estará muy por
177
σ
ωT =
²r ²0
De acuerdo a la Ley de Snell, y sabiendo que las propiedades eléctricas del aire son
muy semejantes a las del espacio libre, el ángulo de transmisión θt estará relacionado
ionizados.
En el caso que nos ocupa el ı́ndice de refracción será real y mayor que la unidad,
por lo que las expresiones para los coeficientes de reflexión pueden escribirse como
p
sen φ − n2 − cos2 φ sen(θt − sen θi )
Rh = |Rh |ejδh = p = (4.6.11)
sen φ + n2 − cos2 φ sen(θt + sen θi )
p
jδv n2 sen φ − n2 − cos2 φ tan(θt − sen θi )
Rv = |Rv |e = p = (4.6.12)
n2 sen φ + n2 − cos2 φ tan(θt + sen θi )
y fase δ del coeficiente de reflexión de una superficie dieléctrica para ambas polariza-
reflexión |Rh | nunca se hace cero, mientras que la fase δh siempre es 180◦ . En el caso
de la polarización vertical, |Rv | se anula para un cierto valor del ángulo de incidencia,
δv es de 0◦ .
|Rh|
1
0.8
Magnitud
0.6
0.4
0.2
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
δh
150
Grados
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
Angulo de Incidencia
1
sen2 φB = (4.6.13)
n2 +1
Recordemos que una onda electromagnética con polarización arbitraria puede ser
En consecuencia, si esa onda incide sobre una superficie dieléctrica con un ángulo φB
|Rv|
1
0.8
Magnitud
0.6
0.4
0.2
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
δv
150
Grados
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
Angulo de Incidencia
refracción del terreno será complejo y las expresiones para el coeficiente de reflexión
corresponden a las de las Ecs. (4.6.8) y (4.6.9). En las Figs. 4.20 y 4.21 se muestra
este caso. En el caso de |Rv |, se observa que existe un mı́nimo el cual tiende a cero a
palabras, dicho mı́nimo tenderá a cero a medida que el comportamiento eléctrico del
|Rh|
1
0.8
Magnitud
0.6
0.4
0.2
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
δh
150
Grados
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
Angulo de Incidencia
para todos los valores del ángulo de incidencia, en particular para ángulos de
en enlaces de microondas.
181
|Rv|
1
0.8
Magnitud
0.6
0.4
0.2
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
δv
150
Grados
100
50
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
Angulo de Incidencia
de Brewster φSB , tal como se observa en la Fig. 4.21. Una aproximación para
1
φSB = (4.6.14)
|nc |
situaciones en las que existe interferencia destructiva entre las señales directa y
reflejada.
182
Hasta el momento se ha considerado que una onda plana incide sobre una superficie
R
T
h2
h1
x y
h1
d1c
dr
d
Como muestra la Fig. 4.22, a cada elipsoide de Fresnel se le puede asociar una
zona de reflexión determinada por la intersección del elipsoide respectivo con el plano
183
de reflexión. El conjunto de todas las posibles zonas de reflexión será entonces una
serie de elipses no cofocales. La fase media de la radiación que proviene de cada zona
medida que el orden de la zona aumenta. En este sentido la primera zona de reflexión
para la reflexión es inferior a la de esta zona efectiva de reflexión habrá una importante
El cálculo de las dimensiones ha sido realizado por D. Kerr, y sus resultados son
centro de cada zona de reflexión se encuentra a una distancia dnc del punto transmisor
dada por
2h1 (h1 +h2 )
d1+ nλd
dnc = (4.6.15)
2 1+ (h1 +h2 )2
nλd
su centro de la antena transmisora con la nomenclatura d1c . Es de hacer notar que los
centros de las elipses no coinciden con el punto de reflexión obtenido por considera-
ciones de óptica geométrica, el cual está denotado en la figura como dr . Los semiejes
√ v
u
nλd u 1 + 4hnλd
1 h2
xn = t 2 (4.6.17)
2 1 + (h1 +h2 )
nλd
184
En los párrafos precedentes hemos supuesto que la reflexión se produce sobre una
complejo que en el caso de una tierra plana; sin embargo, puede demostrarse que no
la energı́a reflejada por una superficie esférica diverge en un ángulo sólido más grande
que el que corresponderı́a a una tierra plana, lo que se ilustra en la Fig. 4.23. En dicha
la energı́a proveniente del transmisor y que es reflejada en una tierra plana y en una
será menor que A1 . En consecuencia, el campo eléctrico de una onda reflejada sobre
una tierra esférica tendrá menor magnitud que el correspondiente a una onda reflejada
por una tierra plana. La razón entre ambas magnitudes es precisamente el factor de
divergencia D:
r
E2 (esfera) A1
=D= (4.6.18)
E1 (plano) A2
receptor en un enlace que cubre una distancia d, la expresión resultante para el factor
185
A1, reflexión en
superficie plana
A2, reflexión en
T superficie esférica
h1
f M
d1 d2
d
1
Fdiv = q (4.6.19)
2d1 d2
1+ R0 d sen φ
Re = DRp (4.6.20)
La solución rigurosa a este problema fué desarrollada por Van der Pol y Bremmer.
magnética que incide sobre el mismo será dispersada en direcciones aleatorias, por lo
que el coeficiente de reflexión es inferior al que cabrı́a esperar sobre una tierra lisa.
h1
h2
f M
hm
d1 d2
terreno rugoso; se muestra asimismo un plano que representa la altura media del
Uno de los métodos empleados para cuantificar los efectos de la rugosidad del
terreno es el del criterio de Rayleigh, el cual establece las dimensiones que deben tener
las irregularidades del terreno para que éste pueda considerarse rugoso [Vidal 1984].
longitudes en los trayectos recorridos por cada trayectoria hasta el punto receptor
2π 4πh sen φ
∆δ = β∆r = 2h sen φ = (4.6.21)
λ λ
Al receptor R
A'
A''' B
f
h Dr
f f A''
se puede considerar lisa si ∆δ no excede 90◦ . En otras palabras debe cumplirse que
λ
h< (4.6.22)
8 sen φ
mostradas en la fig. 4.26, se tiene que la condición de tierra lisa se cumple para
λ
H< (4.6.23)
16 sen φ
Esta expresión nos indica que a frecuencias de microondas será en general difı́cil tener
una condición de tierra lisa, lo que implica una reducción de coeficiente de reflexión
188
hm 2H
Frecuencia H máximo
4 GHz 0.5 m
1 GHz 2m
0.5 GHz 4m
0.3 Ghz 7m
efectivo. A manera de ilustración, consideremos un enlace sobre una tierra plana con
una longitud de 20 km y con antenas situadas a una altura de 100 m; en este caso se
tiene que φ = 0,57◦ . El Cuadro 4.3 muestra la máxima altura de las irregularidades
del terreno para poder considerarlo liso en función de la frecuencia de operación del
enlace.
rugosidad Frug
µ ¶
0,6σh sen φ
Frug = exp − (4.6.24)
λ
En esta expresión σh es la desviación estándar de las alturas del terreno con respecto a
la altura media hm , dentro de los lı́mites de la zona iluminada por el primer elipsoide
de Fresnel.
Una variante a esta última expresión establece que el factor de rugosidad está dado
189
correspondiente a una tierra lisa y plana modificado por los factores de divergencia y
rugosidad:
terreno, diversas administraciones y autores han publicado una serie de curvas y tablas
en las que se clasifican distintos tipos de terreno, presentando valores tı́picos de las
de reflexión en cada caso. En los Cuadros 4.4 y 4.5 se muestran las clasificaciones
²r σ (S/m)
Agua de mar 81 5
Tierra buena 25 2 × 10−2
Tierra media 15 5 × 10−3
Tierra mala 4 10−3
tipos de superficie y para la gama de frecuencias comprendida entre 0.01 MHz y 106
MHz [UIT P.527]. La Fig. 4.27 reproduce dichas curvas. Debe mencionarse que la
terrestre, y una antena receptora ubicada a una altura h2 , tal como se aprecia en la
rayos’. El campo eléctrico resultante en la antena receptora será la suma fasorial del
191
reflejada:
ET = Ed + Er (4.7.1)
d1 d2 d p
r0 = T M + M R = + = = d 1 + tan2 φ
cos φ cos φ cos φ
R
r
T
h2
h1
r'
f M f
h1
d1 d2
d
Figura 4.28: Reflexión en una tierra plana.
2h1 h2
∆r = r0 − r = (4.7.2)
d
E 0 j(2πf t−βr)
E= e f (θd ) (4.7.3)
r
nador sin incurrir en un error importante; sin embargo, esta sustitución no puede
podrı́an dar lugar a grandes diferencias de fase β∆r, sobre todo cuando la longitud
E 0 j(2πf t−βr)
Ed = e f (θd ) (4.7.4)
d
distancia recorrida a lo largo de esta trayectoria es r0 , por lo que empleando las mismas
2
√
1 ± x ≈ 1 ± x/2 para x ¿ 1
194
E 0 j(2πf t−βr0 )
Er = e f (θr )|R|ejδ (4.7.5)
d
donde ahora ha sido incluido el efecto del coeficiente de reflexión del terreno y f (θr )
E 0 j(2πf t−βr) £ ¤
E= e f (θd ) + |R|f (θr )e−j(β∆r−δ) (4.7.6)
d
E0 p 2
|E| = f (θd ) + |R|2 f 2 (θr ) + 2|R|f (θd )f (θr ) cos(β∆r − δ) (4.7.7)
d
E0 p
|E| = 1 + |R|2 + 2|R| cos(β∆r − δ) (4.7.8)
d
La Ec. (4.7.9) indica que el campo recibido podrı́a ser el doble del que se tendrı́a
ces que al variarse la distancia y/o la altura de la antena receptora el campo recibido
oscilará alrededor del valor correspondiente al espacio libre. En la Fig. 4.29 se pre-
sentan los valores que toma el campo recibido a medida que la antena receptora es
doble del campo que se recibirı́a en ausencia del terreno. La Fig. 4.30 representa la Ec.
un múltiplo entero de ∆h el valor del campo recibido serı́a cero, en tanto que cuando
h2 es un múltiplo impar de ∆h/2 el valor del campo recibido serı́a como máximo el
doble del que se tendrı́a en el espacio libre. Es importante tener en cuenta que estos
1.4
1.2
|E/E´|
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1 2
Distancia
3.5
2.5
1.5
0.5
0
0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 1.4 1.6 1.8 2
|E/E´|
Si la distancia entre antenas se hace lo suficientemente grande podrı́a ocurrir que las
trayectorias entre las antenas queden bloqueadas por la curvatura terrestre, por lo
que en ese caso la señal recibida sufrirı́a las pérdidas por difracción estudiadas en
una Sección anterior. La discusión precedente ilustra un caso particular del desvane-
radioeléctricas llegan a la antena receptora con una relación de fase tal que el campo
señal recibida. Para vanos cortos (con longitud menor a 10 km) puede considerarse una
tierra esencialmente plana [Briceño, Bendito y Barboza 1982]; por lo que el cálculo de
la posición del punto de reflexión no presenta gran complicación. A tal fin considérese
nuevamente la Fig. 4.28. De acuerdo a la ley de Snell para la reflexión debe cumplirse
que
h1 h2 h2
= = = tan φ
d1 d2 d − d1
h1 d1
d1 = (4.8.1)
h1 + h2
superficie terrestre en el punto M , sobre el cual las antenas tienen alturas equivalentes
h01 y h02 . Debido a que el radio de la tierra R0 es mucho más grande que la distancia d
entre las antenas, podemos considerar que la distancia que separa a las antenas sobre
h01 h0
= 2 (4.8.2)
d1 d2
Teniendo en cuenta que la escala de la Fig. 4.31 está exagerada, la altura de las
R
T r
r1 r2 h 2'
h 1'
f r' f
P P'
M
h1'' h1 h2 h2''
d1 d2
R0 R0
a1 a2
A fines de determinar h001 y h002 examinemos el cı́rculo máximo centrado en (0, −R0 )
x2 + (y + R0 )2 = R02 ⇒ x2 + y 2 + 2R0 y = 0
Despejando y se tiene
q
y = −R0 ± R02 − x2
El doble signo indica los dos posibles valores de y correspondientes a cada valor de
−2R0 = y1 + y2
x (0,0) x
y1
y2
(0, R0)
¾-¾
R0
y1
d21
h001 = − (4.8.5)
2KR0
d2
h002 = − 2 (4.8.6)
2KR0
por debajo del plano tangente a la superficie terrestre. Al examinar estas últimas
200
grado para d1 :
µ ¶
1 3 3d 2 d2
d − d − h1 + h2 − d1 + h1 d = 0 (4.8.8)
KR0 1 2KR0 1 2KR0
De las tres soluciones de la Ec. (4.8.8), sólo una tendrá significado fı́sico y será la
encuentre a altura h sobre el nivel del mar, las alturas de las antenas deberán estar
Tx Rx
h1' h2'
h1 M h2
P P'
h1'' h2''
h d1 d2 h