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Bases del hecho arquitectónico

El hecho arquitectónico

Pablo Chico, parafraseando a Renato de Fusco, menciona que el “Hecho Arquitectónico” no se


reduce al objeto arquitectónico mismo – es decir, no solo se trata de la construcción del edificio
– sino que también se trata de ciertos factores alrededor del objeto, que es muy importante
considerar para poder tener una completa comprensión de la obra y del hecho arquitectónico.
Estos factores o situaciones muy importantes alrededor de una obra arquitectónica son las
siguientes:

1. La demanda social en cuestión:

Dicha demanda representa una serie de actividades sociales, ideológicas, económicas,


intelectuales, etcétera; que dieron lugar a una obra arquitectónica con características
específicas. Podemos ejemplificar lo anterior pensando en cómo sería el edificio de una
universidad en un país socialista durante la segunda guerra mundial y como sería el
mismo edificio actualmente en Londres. La demanda social delimita las características
del objeto arquitectónico.

2. El medio ambiente natural y cultural.

El autor del artículo menciona el condicionamiento del objeto arquitectónico por su


medio ambiente natural y cultural, y la existencia de una interacción entre ambos. Lo
anterior nos explica una correspondencia entre la cultura que existe alrededor de cierto
objeto arquitectónico, sea esto refiriéndose a la civilización, al país o al grupo social
donde se encuentra ubicado el objeto arquitectónico o también las situaciones
geográficas, climáticas y meteorológicas del sitio.

3. La paternidad de la obra.

Lo anterior se refiere al artista o creador responsable de la obra, aunque también puede


ser muy influyente la persona quien financie dicho proyecto, ya que en el proceso de
desarrollo y ejecución de la obra comúnmente las opiniones de quienes son responsables
de financiar un proyecto tienen mucha influencia. Es bueno saber que la paternidad de la
obra puede corresponder a uno o más creadores, y que sea uno solo o sean varios, cada
uno tiene una motivación e intenciones personales en la hora del desarrollo y realización
de la idea, por esto es muy importante conocer más acerca de la biografía, ideas e
influencias de cada artista. Por último, tenemos que muchos arquitectos opinan que cada
obra arquitectónica tiene un mensaje que comunica, aunque algunos piensan que no es
así, en este caso mencionaremos que para conocer una obra arquitectónica y los aspectos
relativos a su paternidad, también es necesario cual es la caracterización social de quien
emite el mensaje dentro de la obra, es decir, es necesario saber la postura y orientación
social de quien es el creador de la obra, de esta manera tendremos una concepción más
clara de si es que existe un mensaje en cada obra arquitectónica, y si fuera así, nos sería
más evidente entenderlo.

4. La ubicación tipológica del objeto arquitectónico.

Aunque lo anterior suene a algo complejo o incomprensible no es así, veamos. Para


conocer la ubicación tipológica del objeto arquitectónico necesitamos conocer la
situación de la arquitectura de ese mismo momento donde dicho objeto arquitectónico fue
creado, de esta manera podremos saber qué tipos de estructuras, formas, materiales,
sistemas constructivos, tipos de edificios existentes, y muchos más aspectos de la
arquitectura de ese mismo momento cuando el objeto de estudio fue creado que nos
ayudarán a entender donde está ubicado, a donde pertenece nuestro objeto arquitectónico
y por qué.

5. La acción de edificar.

Familiarizarnos con los procedimientos, los sistemas y el proceso constructivo de la obra


es un factor más que nos ayuda a su mejor comprensión, incluso el conocimiento de los
materiales empleados, su procedencia, la manera de su producción y obtención así como
sus características son una serie de datos adicionales que nos siguen “hablando” y dando
mayor información acerca de una obra arquitectónica. Sin esto, no podríamos
comprender su verdadero valor e importancia.

6. El uso del objeto arquitectónico.

Finalmente, y más importante, para conocer una obra arquitectónica necesitamos conocer
cuál es su verdadera interacción con el hombre, es decir, como es el uso que este le da a
la obra y como la obra permite que el hombre pueda hacer un uso eficiente de ella. El
propósito de todo objeto arquitectónico es ofrecer un espacio para el desempeño de
algunas funciones dadas y conocidas, en otras palabras, una obra arquitectónica no podría
existir si no existiera la necesidad de llevar a cabo una serie de actividades dentro de ella.

En este punto es muy importante observar las respuestas del objeto ante las expectativas
del usuario, y las respuestas del usuario ante las características del objeto, esto es
importante considerarlo ya que si no existe una verdadera correspondencia entre las
expectativas del usuario y las características del objeto, el usuario y la comunidad en
general podría llegar a un extremo de intervenirlo, remodelarlo, modificarlo, deteriorarlo
por no contar con las características necesarias para un tipo de uso y actividad, o incluso
poder llegar hasta demolerlo.

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