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ISOS
TASI
A CURSO:
Geología Aplicada
DOCENTE:
MSc. Perez Canchanya Job
TEMA:
Isostasia
ESTUDIANTE:
Quispe Paitan Ever Edison
CÓDIGO: 2018200387E
SEMESTRE: V
Índice
Índice 1
Resumen 2
Introducción 3
Objetivos 4
Objetivos Generales 4
Objetivos Específicos 4
Marco Teórico 5
1.1. Definición 5
1.2. Historia 5
2. Modelos Isostáticos 6
3. Comportamiento Climático 1
5. El Factor Antrópico 1
Conclusiones 14
Bibliografía 15
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Resumen
2
Introducción
3
Objetivos
Objetivos Generales
El objetivo de este informe de investigación es realizar un estudio de la isostasia y el
efecto de importancia que genera en la diversidad de proyectos que se realizan en los
diferentes lugares de nuestro planeta, dado que la isostasia tiene mucho que ver con el
estudio de la corteza terrestre; lugar sobre el cual se realiza la construcción de los
diferentes edificaciones y para ello es necesario saber el comportamiento y las
propiedades de la corteza terrestre en el ámbito de sismos y movimientos de placas
tectónicas.
Objetivos Específicos
El objetivo específico es el estudio del grado de importancia de la isostasia en los
proyectos de construcción sobre la corteza terrestre, desde los que se realizan en lugares
con alto grado de efectos sísmicos como en lugares donde con un grado mínimo a estos
efectos sísmicos.
Marco Teórico
Definición
La isostasia es el proceso mediante el cual la elevación de la superficie terrestre varía en
respuesta a cambios de densidad en profundidad y/o cargas superficiales, con el fin de
homogeneizar la presión de un área considerada (Dorman y Lewis, 1970). El término
isostasia procede del griego “iso” y “stasis” que se puede traducir como “estado de
equilibrio”, y describe la condición por la que la corteza terrestre y el manto se
compensan, en ausencia de fuerzas perturbadoras. Este término fue introducido por
primera vez en 1882 (Duton), aunque se tiene constancia de que algunas cuestiones
concernientes al equilibrio de la corteza terrestre fueron estudiadas desde los tiempos
del Renacimiento, como así lo demuestran escritos del ingeniero, artista y humanista
Leonardo da Vinci (1452-1519), aunque sin embargo no fue hasta casi 200 años
después, tras realizar los primeros intentos de determinar con precisión la forma de la
Tierra, que fue posible determinar el estado de equilibrio de las montañas (Watts, 2001).
Historia
Esta teoría de la isostasia, hasta finales del S XIX, era solo una conjetura que no se
podía probar mediante observaciones geológicas y cuya demostración vino de manos de
la geodesia. En 1889 J. F. Hayford estudió el efecto del terreno local en la
determinación del geoide y el hecho de corregir las posiciones astronómicas por el
efecto gravitacional de la topografía local, lo que le supuso una enorme carga de trabajo
al tener que calcular el efecto de la topografía por encima y por debajo del nivel del mar
en un radio de algunos cientos de kilómetros del punto de observación. Esta corrección
del terreno mejoró sustancialmente los resultados en sus trabajos geodésicos, sin 40
embargo se percató de que los ajustes podían haber sido considerablemente mejores si
hubiera asumido que la topografía estaba de alguna manera compensada
isostáticamente, aunque sin decantarse por ninguna de las teorías existentes hasta el
momento.
Para tal compensación se desarrollaron dos teorías casi al mismo tiempo por Airy,
astrónomo Real y director del observatorio de Greenwich, en 1855 y Pratt, Licenciado
en Matemáticas en Cambridge y archidiácono de la iglesia anglicana de Calcuta, en
1859. Sus hipótesis tienen en común la compensación del exceso de masa de las
montañas por encima del nivel del mar con una región menos densa (raíz) por debajo
del nivel del mar, pero difieren en la manera de adquisición de tal compensación. En el
modelo de Airy, cuando la compensación isostática está completa, la deficiencia de
masas de la raíz es igual al exceso de carga en la superficie. A una cierta profundidad de
compensación la presión ejercida por toda la columna vertical cortical situada por
encima es entonces igual. La presión es entonces hidrostática, como si el interior actuara
igual que un fluido. Por tanto, la compensación isostática es equivalente a aplicar el
principio de Arquímedes en la
superposición de capas de la Tierra. El modelo de Pratt asume, como Airy, que las
masas en cada columna son iguales, pero a una profundidad de compensación constante;
así lo que debe diferir para cada columna es la densidad en vez de la expansión o
contracción de la base de las columnas. Los primeros mapas isostáticos tienen su origen
en la geodesia debido al interés por intentar verificar la existencia del principio de la
isostasia y las leyes y detalles que regulaban tal proceso.
Actualmente los estudios en esa línea de investigación siguen su curso intentando
verificar el mecanismo de compensación isostática más adecuado para una zona
determinada. A continuación, se destacan estos y otros modelos que intentan explicar el
comportamiento isostático en la litosfera.
Modelos Isostáticos
Modelo de Airy-Heiskanen
Se basa en la idea de que las montañas tienen raíces y que la corteza es más ligera que el
manto. Airy propuso el modelo y Heiskanen, entre 1924 y 1938 le dio una formulación
precisa para fines geodésicos y lo aplicó extensivamente.
El argumento de Airy se basa en la conjetura de que la corteza terrestre reposa sobre una
capa fluida de mayor densidad, a la que se refirió como “lava” (Watts, 2001),
comparando el estado de la corteza sobre la lava a bloques de madera de distinto tamaño
flotando sobre el agua.
Las montañas tienen un exceso de masa sobre el geoide, que es compensado por una
corteza que se hunde a más profundidad dentro del manto, por lo que el total de las
masas en una columna vertical es igual tanto si la columna está bajo una montaña como
si no. El resultado es que el efecto gravitacional desde la raíz casi cancelará el efecto de
la montaña con la anomalía Bouguer.
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Modelo de Vening Meinesz
Más conocido como modelo de isostasia regional o flexión litosférica, este modelo fue
propuesto en la década de 1950 a partir de estudios que Vening Meinesz realiza en el
Himalaya que mostraban una raíz cortical menor de lo que predecía la teoría de Airy.
Según este modelo, la litosfera actúa como una placa elástica y su rigidez inherente
distribuye las cargas topográficas sobre una región, en lugar de hacerlo por columnas.
Cuando un sólido elástico se somete a un esfuerzo de compresión, según una cierta
dirección, aparecen fracturas de esfuerzo cortante simétricas con la dirección citada,
formando con ella un ángulo que teóricamente debe de ser de 45º, más si en vez de ser
perfectamente elástico el material tiene una cierta plasticidad, entonces el ángulo entre
la tensión principal de compresión y las fracturas debidas a los esfuerzos constantes
principales aumenta, y puede llegar a ser de unos 55º, dependiendo del mayor o menor
grado de plasticidad (Reig, 1958). Ahora bien, según el geofísico holandés F. A. Vening
Meinesz, la corteza, a partir de poca profundidad relativa, se comporta como un material
sólido con cierta plasticidad, lo que unido a las consideraciones que acabamos de
exponer hacen esperar que un sistema conjugado de fallas, debido al esfuerzo cortante
por la acción de una fuerza principal de compresión, deben formar con ésta un ángulo
aproximadamente de 55º y ser simétricas respecto de la dirección principal, con lo que
el ángulo entre las fracturas será del orden de 110º con ligeras variaciones, según el
grado de plasticidad de la corteza. Este razonamiento dio origen a la teoría isostática
que actualmente lleva su nombre.
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El modelo de Vening Meinesz, más realista que el de Airy-heiskanen y Pratt-hayford,
propone un comportamiento regional para el ajuste isostático de la litosfera
introduciendo el concepto del parámetro lo grado de regionalidad –la distancia a la cual
la flexión es cero-. En este modelo la litosfera responde de manera flexural para
soportar las cargas topográficas. Por su sentido físico, la hipótesis de Vening Meinesz es
análoga a la de Airy: la corteza terrestre de densidad constante y de espesor variable se
halla en estado de equilibrio hidrostático con respecto al sustrato.
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Comportamiento Climático
El clima ha sido siempre un determinante del paisaje, de sus formas erosivas o de
acumulación y de todo lo implantado en función de sus particularidades.
Cada clima, según el agente dominante, elabora sus propias formas del terreno las que
son privativas de ese ciclo. Por ejemplo: solo encontraremos desiertos en climas áridos
o glaciares dentro de un sistema que los posibilite. Ahora bien, si se operara un cambio
climático con aumento de la temperatura como el que se anuncia que está ocurriendo y
que el mismo se profundizará si no hacemos algo por mejorar las condiciones
ambientales a futuro, los mantos continentales de hielo tenderán a disminuir su
superficie y posteriormente a desaparecer. Las montañas liberadas de esta carga,
actuarán como los cubos de hielo del ejemplo e isostáticamente se elevarán
proporcionalmente a la carga de la cual se liberaron. En otros casos, por ejemplo: las
costas de emersión, acumularán detritos marinos en el límite de la pleamar que
posteriormente conformarán cadenas de médanos litorales, este volumen generará una
carga adicional, la playa pesará más y para equilibrarse isostáticamente, se hundirá
proporcionalmente al peso del volumen sedimentado.
Todo lo ocurrido en cuanto a erosión o sedimentación no pasa desapercibido al
comportamiento isostático, a ese equilibrio sutil que nos resulta difícil advertir pero que
sin embargo existe y ocurre.
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Comportamiento Climático
Los tiempos geológicos anteriores solo muestran el comportamiento del planeta frente a
lo natural, frente a sus propias descompensaciones y el modo como la tierra supo
superarlos volviendo a su natural equilibrio.
Hoy, aparece un actor principalísimo: el hombre, este ser inteligente y travieso está
jugando con su vida, igual que el equilibrista que camina sobre un cable, es más con sus
ocurrencias afecta, negativamente, la supervivencia de la especie y con ella cualquier
otra forma de existencia sobre la faz de la tierra.
Los emprendimientos antrópicos han hecho un uso irracional de los recursos naturales
llegando al agotamiento de muchos de ellos; a contaminar enormes superficies como las
afectadas por los derrames de petróleo en el mar Caribe o en la Amazonia Ecuatoriana;
la devastación de la selva amazónica uno de los escasos pulmones que posee nuestro
planeta; a la afectación de los glaciares de los ámbitos andinos a consecuencia de la
megaminería en Perú, Bolivia, Chile y Argentina; el envenenamiento de cuencas
hídricas superficiales y subterráneas, el caso más paradigmático es el de nuestro
Riachuelo en la provincia de Buenos Aires; el accidente de la industria química en
Bophal, India; el desastre de Chernobil en la antigua URSS, actual Ucrania, las
consecuencias del tsunami sobre las centrales nucleares de Fucushima en Japón.
Lo mencionado podría ampliarse de modo indefinido a poco que se indague más
profundamente en la problemática. Nos sorprendería advertir como nuestra casa, la
tierra, soporta tanta ignominia, sin embargo, desconocemos cual será su respuesta en un
futuro próximo y si ello no generará un holocausto biológico del que el hombre, como
humanidad descree por estar embriagado por un sentimiento de autosuficiencia.
La ciencia geológica dentro de una de sus ramas, la Sismologiía ha debido establecer
una división entre lo que es la sismicidad natural -temblores de tierra producidos
exclusivamente por el acomodamiento de los bloques corticales- y la sismicidad
inducida -producto de las acciones humanas que afectan el equilibrio de la corteza
terrestre y que se vienen transformando en una amenaza cuyas consecuencias se
desconocen.
La Respuesta Isostática Frente a la Agresión Antrópica
Regresando al eje principal de este trabajo se puede asegurar que el comportamiento
isostático del planeta varía en función de las realizaciones humanas, por pequeñas que
se consideren, frente a la portentosidad de la cubierta superficial de la tierra y como los
ejemplos no solo son válidos sino también ilustrativos, algunos de ellos servirán para
advertir como se somete a la corteza a descompensaciones reiteradas y cuál es la
respuesta de ésta.
Se tomarán como base aspectos significativos del quehacer y sus consecuencias, los que
se mencionan aquí no son los únicos, sin embargo, se consideran los más importantes.
La construcción de grandes embalses
La acumulación de agua en un determinado sitio, trae aparejada una carga
adicional, -la del volumen de agua-; la corteza debe compensarlo pues su
equilibrio dejó de ser tal.
La zona comienza a experimentar fenómenos sísmicos de variada intensidad. El
emplazamiento de la presa de Yaciretá sufrió hace algún tiempo 10 de
noviembre de 2009, un sismo que sobresaltó a los pobladores de la villa y los de
Ituzaingó - Corrientes, que no estaban acostumbrados a este tipo de fenómenos.
La explotación extrema de los hidrocarburos del subsuelo
La zona del Lago Maracaibo en Venezuela ha sido sometida durante muchos
años, a una explotación hidrocarburífera muy intensa, la resultante ha generado
el asentamiento de las capas sedimentarias pertenecientes a la roca almacén por
desaparición del "crudo" de los poros; los municipios costeros al lago: Cabimas,
Ciudad Ojeda, Bachaquero y Lagunillas se han debido proteger de las
inundaciones del lago, con la construcción de albardones artificiales porque
topográficamente éste se encuentra a un nivel superior al del llano circundante.
Las explosiones de la megaminería
Miles de toneladas de explosivos son empleadas diariamente en las voladuras
programadas en los mega emprendimientos mineros.
La efectividad de la voladura para una buena rotura de la roca, depende de la
secuencia miento en milisegundos que se planifique. Con esto se consigue una
amplificación de la onda vibratoria, pero lo que es bueno para ciertas cosas, es
malo para otras. Las ondas recorren los bloques con el comportamiento
semiesférico propio de la Física del estado sólido.
Los bloques inestables y las fallas activas serán campos propicios para la
producción de movimientos telúricos tendientes a la recomposición isostática.
La contaminación desde los "diques de colas" de la megaminería
Esta es una amenaza permanente por infiltración, de líquidos, hacia capas
subterráneas cuando no existe impermeabilización de la cubeta o no se ha
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colocado la cubierta geotextil correspondiente; otro aspecto puede ser el rebalse
del dique a consecuencia de lluvias en la zona o por el pasaje de ondas sísmicas,
incluso con rotura de los muros de contención. Lo expuesto tiene confirmación
en los diques de colas de la mina de uranio de Los Gigantes, Córdoba,
abandonada sin remediación, hace más de veinte años, por la empresa Sanchez
Granel.
Las aguas ácidas contaminan las nacientes de los arroyos "Cajón" y "Cambuche"
afluentes de ríos aportantes al embalse de San Roque. Otro caso similar es el del
dique de colas de la mina de uranio de Sierra Pintada, Mendoza, donde una
porción de éste es parte del cauce del arroyo "El Tigre", aportante al dique "Los
Reyunos".
En los dos casos mencionados se está en presencia de zonas sísmicas y por lo
tanto, inestables de por sí.
La isostasia y el fracking
Los sismos ocurridos, hace poco, en la localidad de Las Heras, Pcia. de Santa
Cruz, uno de ellos superior a 5 en la escala Richter, ha puesto una señal de alerta
sobre las vinculaciones explicitadas por el subtítulo.
Las Heras es una localidad que no reconoce fenómenos sísmicos con
anterioridad a los aquí mencionados. Lo que preocupa es que esto sobreviene a
posteriori de la perforación de pozos para fracking o el acondicionamiento de
alguno de ellos para transformarlo de explotación convencional a no
convencional.
El sistema inyecta agua a presión extrema para abrir poros y grietas en la roca
madre, con fines de obtener el shale oil o el shale gas. Es decir, se está
incorporando carga adicional a la formación geológica, por lo tanto, la corteza
terrestre deberá compensar, en algún momento y en algún lugar, el desequilibrio
producido. Téngase en cuenta que en los últimos tiempos se han perforado más
de 2.000.000 de pozos no convencionales, que los mismos han contaminado
acuíferos subterráneos y que se desconocen las consecuencias futuras que
sobrevendrán con esta práctica a la que varios países y otros tantos estados se
oponen decididamente.
Conclusiones
La isostasia por sus múltiples modelos es parte de los datos que deben tener en
un elevado grado de consideración, antes de iniciar la realización de los diversos
proyectos de construcción debido a la variedad de lugares con diferentes
propiedades en la corteza terrestre.
Las diferencias entre los distintos modelos deben ser achacadas en primer lugar,
y como ya se ha dicho, a las diferentes hipótesis con que trabajan los diferentes
modelos. En nuestro caso ha de tenerse en cuenta que además partimos de la
hipótesis de equilibrio isostático perfecto, lo que no ocurre en todos los lugares.
La diferencia de datos puede ser debida también a la variación lateral de la
densidad del manto. Esta variación de densidad se puede conocer a partir de los
datos gravimétricos de alta longitud de onda, si la estructura de la densidad y el
espesor de la corteza se conocen con cierto grado de confianza.
También el movimiento tectónico y otros fenómenos geofísicos afectan a la
anomalía isostática gravitacional, por lo que las mayores diferencias entre ambos
modelos pueden ser debidas a zonas descompensadas isostáticamente, que se
pueden traducir, en ocasiones, con zonas inestables con el correspondiente
riesgo sísmico.
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Bibliografía