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Carlos A. Giraldo A.

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Contemporanea

LA SENTENCIA DE ANAXIMANDRO
De Martín Heidegger

 ¿Según Heidegger cuál es el sentido más apropiado de la sentencia de


Anaximandro?
A mi juicio el sentido más apropiado de la sentencia de Anaximandro es el que
reconstruye en el texto Heidegger 1, ello a razón de que por lo menos en apariencia
parece tener una apropiada reelaboración dónde se experimenta con ella, tiene
muy presente la historia del pensamiento como lo haría Hegel (cosa que el mismo
Heidegger resalta de su par). Heidegger ha hecho un análisis muy minucioso de la
sentencia a tal punto de pasar por su filtro a cada palabra en su lengua original a
fin de acercarse lo más próximo posible a su sentido autentico con su traducción a
la lengua germana. Sin embargo, advierte el mismo autor que no hay que dejarse
persuadir de traducción alguna en virtud de alguna autoridad -como sería el caso
presente-, pues la creencia que sustentaría nuestro convencimiento no guarda
relación alguna con el pensar que nos invita la sentencia.
Heidegger en su traducción propuesta ha reducido la sentencia que según él
consta de dos frases a sólo una, la segunda, puesto que la segunda expresa en
qué forma la frase que le antecede es tal y como se dice, en otras palabras, es
explicativa. Heidegger (2000) afirma:
Dice cómo ἐόντα, lo presente, en su calidad de ese que mora un tiempo en
cada caso, es liberado en el des-acuerdo desatento y cómo, en tanto que
eso así presente, repara el desacuerdo, desde el momento en que deja que
tengan lugar el acuerdo y la atención mutua. Este dejar que tenga lugar es
el modo en el que lo que mora un tiempo en cada caso se demora y así se
presenta como presente. (p. 269).
El alemán parece jugar o dejarse guiar por la sentencia si tenemos presente que el
tema que hace “suprimir” la mayor parte de los elementos de la primera sentencia
(excepto las tres últimas palabras) es la presencia de lo presente. ¿cómo es esto?
Dado que la primera frase hace referencia a los ὅντα, los entes, la segunda frase
sólo puede referirse a lo presente de los entes en cuestión, a los que se refiere la
sentencia en su actualidad. La segunda frase suple el espacio que deberá llenar la
primera frase al nombrar la propia presencia, la segunda frase está siempre a la
espera de que la presencia se determine como tal, como presente. Este es mi
resumen superfluo del por qué se comprimió la traducción de la sentencia más
laureada, la de Nietzsche, sin ahondar en la evaluación que hace Heidegger de
cada uno de los términos que la componen.
1
“...κατὰ τὸ χρεών διδόναι γὰρ αὐτὰ δίκην καὶ τίσιν ἀλλήλοις τῆς ἀδικίας. [… a lo largo del uso; en efecto,
dejan que tenga lugar acuerdo y atención mutua (en la reparación) del des-acuerdo]”. (Heidegger, 2000, p.
276).
Ahora, mencionar aquí los límites de las otras interpretaciones de la sentencia me
parece un trabajo arduo que demanda un despliegue esquemático que me resulta
complejo, razón por la cual trataré de englobar los errores que suelen aflorar en
las traducciones según el examen del uso de la lengua de la traducción que hace
el autor.
1. No tenemos claro, y por ello ni bien fundado lo que pensamos nosotros
mismos en el uso de las palabras de nuestra propia lengua.
2. Pasa lo mismo con lo que queremos decir y su correcta correspondencia en
relación con la lengua (y cultura) originaria.
3. Tampoco tenemos bien fundamentado ni claro el alcance de cada término
pensados desde el pensar del autor y cultura originaria.
4. Hay una imposibilidad2 natural de emprender un examen de las cosas
mencionadas para corroborar una acertada correspondencia o hasta qué
medida es certera.
Bibliografía
 Heidegger, M. (2000). La sentencia de Anaximandro. Caminos de
bosque, 239-277.

2
Prefiero sustituir el termino por el sustituir el término, por el de barrera si se quiere atenuar el “impacto”
con el que se puede leer la palabra.

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