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La DC frente a la Revolución /
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La Junta Nacional del Partido Demócrata Cris tiano cele-
brada el 12 y 13 de diciembre de 1970 aprobó el relevo en la
cúpula partidaria y Tos senadores Narciso lrureta y Osvaldo
Olguín fueron elegidos presidente y primer vicepresidente,
respectivamente. En su informe como timonel saliente, que
fue aprobado por unanimidad, Benjamín Prado expresó s.u
orgullo por el comportamiento de la DC en las difíciles se-
manas posteriores a la elección presid::;ci;;'.i e incluso señaló ~
~

que tal conducta había evitado «una guerra civil mucho más
dolorosa y sangrienta que la de 1891». El centro del debate
fue la posición que debían adoptar ante el nuevo gobierno,
una decisión que el senador Prado calificó de ~ruci_!J para
el destino del país: «De lo que haga o no haga la Democra-
cia Cris tiana puede depender en una medida importante el
rumbo que tome la sociedad chilena. (... ) Creemo5 que en
esta situación no hay cabida para la oposición de tipo tradi-
cional y que el mayor desafío que la DC ha enfr enta do en
su historia es probablemente este de la definición correcta
de la estrategia que se debe adoptar frente a un régimen
socialista que surge».

101 Corvalán Márquez, Lu1s, · abita


• Del. "'nntic -r
lismo al neoliberalismo en Chi-
7 79
le, Santiago de Chile, Sudamericana, lOOl, PP· s- •
81
Además , remarcó que representaban la única alternativa
---. a la iz_gui~c!a y trazó una raya divisor~ nítida frente alP anido ...
Nacional, cuyo obituario quiso rubricar: «~ derecha políti~
~ no sobrevivió al alessandrismo. Envuelta eñ efterror que ellos
t .:.{ mismos sembraron, sus dirigentes se dispersaron sin acertar~

una estrategia~J\lgunos buscaron derechamente el gole_e de


Estado y hoy enfrentan las consecuencias judiciales de sufra-
caso. Otros jugaron sus cartás a la segunda vu_Elta; también
perdieron». Éxpuso una crítica durísima del programa de
Alessandri, que definió como una «amenaza» de carácter «re-
vanchista» de los grandes empresarios y latifundistas. «Eran
los mismos que dejaron anualmente 500.000 niños sin escue-
la ni educación» y que «durante décadas mantuvieron al cam-
pesinado en la explotación y la ignominia». «Eran los mismos
c}ue entregar on nuestras riquezas básicas a los intereses ex-
- ~

tranjeros con el pr~texto de la falta de capitales». Al mismo


tiempo, señaló que, si en el futuro resurgían «las tentativas de
{ / los sectores fascistas», encontrarían en el PDC «a sus más te-
naces e_implacables adversarios~>. Ante la nueva etapa abierta
con el triunfo de Salvador Allende, puso en valor que la can-
didatura de Tomic se había inspirado en un mensaje nítido:
«Somos la izquierda cristiana, distinta a la izquierda marxis-
ta». ~Representó el primer esfuerzo oficialmente hecho por
nuestro partido en definirse en la izquierda del es___pectro po-
lítico chileno (...) definiéndose categóricamente por la liqui-
dación del capitalismo y a favor de desatar un proceso muy
intenso y profundo de transformaciones en la economía, en
12
la estructura política, en la vida social y cultural de Chile» º •

102
Discurso consultado en el Repositorio Digital Archivo Patricio Aylwin
Azócar, en Archivopatricioaylwin.cl, <http://www.archivopatricioayl
win.cl/handle/123456789/6579>.
En el debate, Eduardo Frei tomó la palabra para llamar
a la un ig ad del partido y remarcó la importanci a del perio-
do histórico que se abría en el país, con un tono ciertamente :;_
d~amático: <<Nunca ha sido mayor nuestra responsabil idad. ~
Ni siquiera cuando ejercíamos el pod er y teníamos en nues-
tras manos la conducción de la República. D epend~ n gran
medida de nosotros la suerte de la nación . S(!a1lamos-, es ~
casi cierta la pérdida de los valores esenciales que consti- /4.),
tuyen la propia razón de ser del partido y del hombre mis-
__,
103
mo» . Andrés Zaldí_yar encarnó la posición de su núcleo ~
más próximo y abogó por plantear una oeosición a ultran-
za~ nte el carácter totalitario que asignaba al proyecto de
la up104.
Sin embargo, la resolución adoptada el 15 de diciembre
por el Consejo Nacional del PDC, tras la celebración de
la Junta Nacional, se ajustó principalme nte al discurso de
BeEjamín P~ do y al voto expuesto por el senador Renán
Fuentealba: «El proceso de cambios que puso en marcha ~
la DC en I 9<ii dd>e seguir adelante. Nosotros lo impul- ~
- -- .,
saremos desde la oposicióÍl. Enfrentarem os al gobierno del ✓ :
presidente Salvador AlleE de en forma objetiva y limpia. /
N,os guiaremos, para juzgar sus proposicion es y la acción
de su gobierno, por d programa que ofrecimos al país en la
reciente campaña presidencial. Apoyaremo s y mejoraremo s ~
aquellas iniciativas que sirvan al progreso económico y el ~
mejoramien to de las condiciones de vida de los trabajado- C~-.
res. Con la misma claridad, haremos valer nuestras discre- !/
pancias cuando nuestra concepción de la democracia o del ~
<~
103
104
Moulian y Guerra, p. 219.
Corva)án Márquez, Luis, Los partidos políticos y el golpe del 11 de sep-
--
)

tiembrt, Santiago de Chile, CESOC, 2000, p. 64.


desarrollo económico y social nos lleve a rechazar iniciativas
o la conducta del gobierno» 105 •
Tres días después, el presidente Allende recibió en La
Moneda a lrureta y Olguín para abordar algunos proyec-
tos pendientes (presupuestos, reajustes e inamovilidad de
los funcionarios públicos), en un encuentro calificado como
muy cordial por el nuevo presidente de la Democracia Cris-
tiana. En aquellas semanas, su revista teórica, Política y Espí-
ritu (dirigida po.r Jaime Castillo Velasco), definió a Salvador
._, Allende como «un hombre de convicciones democráticas,
de ideas sinceramente populares y dispuesto a mantener en
el nivel correspondiente .la dignidad del país» 1º6 •
El 22 de diciembre, en la sesión del Congreso Pleno que
ratificó la reforma constitucional del Estatuto de Garantías
Democráticas, el senador Narciso Irureta intervino en repre-
sentación del PDC y expresó su convencimiento de que era
posible «continuar, profundizar y consolidar, dentro de la li-
bertad, los cambios que la gran mayoría del pueblo chileno
estima necesarios para liquidar el atraso, la miseria y la depen- ,
ciencia externa y crear ~ a sociedad que asegure al e ueblo el
pleno acceso al poder, al bienestar y a la cultura». Ciertamente,
llamó la atención sobre varios aspectos que les preocupaban,
como las ocupaciones de tierras en la provincia de Cautín o
las críticas de algunos diarios oficialistas a Frei, pero también
se esforzó por remarcar: \<No deseamos por ningún motivo
107
crear ab,ismos insalvabl~s ent~e gobierno y oposició__n» •

105 Polltica y Espíritu, n.º 318, Santiago de Chile, diciembre de 1970,


pp. 46-48.
106
Política y Espíritu, n.º 3 18, Santiago de Chile, diciembre de 1970,
pp. 3-4.
107
Instituto de &tudios Políticos, 1970-1973. La lucha por la Juridicidad en
Chile, tomo 1, Santiago de Chile, Editorial del Pacifico, 1974, PP· 1O1-105.
,, \ r.
"~ l~\.\r·
A mediad os de enero, el PDC rechazó de manera ta-
jante las propue stas de Jarp~ de conform ar una alianza y
consen suar un candid ato común para la elección senatorial
de abril. «No aceptam os particip ar en ningún frente cívi-
co ni político con los partido s de derecha», señaló Irureta.
«Podemos tener coincid encias con ellos, pero no aceptamos
ir en un fardo común , ya que te_n emos nuestra propia per-
sonalidad». Y anunci ó la candid atura de Andrés Zaldívar.
<<-N uestra conduc
___ frente
ta__ __ gobiern
al ...=:_ ___o del
__ señor
-- Allende
- -- es
determ inada por las coinci4 e~ cias o discrepanc,Las que los
actos de dicho gobiern o tengan con nt}estro~ rinc!.e.Íos y
nu~stros program as. Estamo s en la línea de la plena defensa
de los princip ios democr áticos, de la legitim idad del gobier- c .,_

no del señor Allende y del rechaw de cualqui er intento de


alterar el orden constitucional» º •
1 8

No obstant e, en enero de 1971 tomó cuerpo la primera


9iscrepancia relevante con el gobiern o, cuando la DC anun- ~
ció su oposici ón frontal al proyect o de ley para la creación de ~ ¿_

«tribunales vecinales» propue sto por la UP. Su princip al ar- , 7.:


tífice, el subsecr etario de Justicia José _Antoni o Viera-Gallo, <

ha explicado que la intenci ón era que la admini stración de


justicia llegara tambié n a los sectores populares y para ello
plantea ron hacerlo a través de unos tribunales que tendría n
competencias solo en mat~ ias ci!_iles y de ~ nor cuantía,
«como eran antigua mente los juzgados de delegación o los
juzgados de paz». Aquel proyecto, inspirado en experiencias
similares de la Cuba revolucionaria pero tambié n de EsJados f't
Unidos, fue financi ado por la Fundac ión Ford, se preparó
~ ~T.. apoyo del Centro lnterdiscip linario d~ Desarrollo

ios El Mercurio, Santiago de Chile, 21 de enero de 197 1, p. 24.


Urban o de la Universidad Católi ca y contab a con el apoyo
109
prelim inar de algtl;o s diputa dos 4emoc ratacr istjano s •

Sin embargo, el 25 de enero la direcc ión del PDC anun-


ció que sus parlamentarios votarí an en contra porqu e con-
sidera ban que at_entaba contra el Est~a do de_Qe r~ ho, que
requería de un Poder Judicial «jerár quicam ente estructura-
do e independiente» 110 • Prevaleció una mirad a _ideologizada,
característica de un period o de politiz ación extrema, que
apreciaba en estos organismos «una institu ción de la dicta-
dura del proletariado», en palabras de Mouli an y Garretón,
y no la contin uación de las políticas de «prom oción po-
pulan> puestas en march a por la admin istraci ón Freí entre
1964 y 1970 111 • Finalmente, la UP retiró aquel proyecto del
Congr eso Nacional.
Desde luego, el discurso de los sectores más radicaliza-
) dos de la coalición gubern ament al tampo co contri buía a un
posible entend imien to entre el .g obiern o y la DC. Así, en la
resolución política del XXIII Congr eso del Partid o Socialis-
ta, celebrado en La Serena a fines de enero de 1971 y que
eligió al senado r Carlos Altam irano como nuevo secretario
I
general, leemos: «En los mome ntos actuales, la burg!!_esí~
se agrupa alrededor de la Demo cracia Cristia na y secun-
dariam ente alrededor del PN y la Demo cracia Radical. La
¿ llamad a "Izquierda _de la D~", con su perma nencia en ese
(

109
Arancibia Clavel (2006), pp. 340-341.
110
Decl~ración consultada en el Repositorio Digital Archivo Patricio
Aylwm Azócar, en Archivopatricioaylwin.cl, <http:/ /www.archivopa-
( tricioaylwin.cl/handle/ I 234567 89/6513>.
7""' 111 Moulian, Tomás Y Garretón, Manuel Antonio , Andlisis coyuntural Y
proceso político. Las fases del conflicto en Chile: 1970-1973, San José
(Costa Rica), Editorial Universitaria Centroa merican a 1978, PP·
34-35. ,
partido y con su indecisión, está s~rviendo de biombo a la
derecha y a los sectores reaccionarios que participan en la
gran ~pjuración contra ei gobierno del camarada Salvador
Allende y contra los trabajadores. Solo una política de trans- ~
formaciones profundas y d~ aceleración creciente del proce- T '
so revolucionario obligará a una definición a los grupos de ~,
trabajadores democristianos» 112 • ::

El 13 de febrero, el diputado ~uis Maira publicó en


el diario más leído del país entonces, Clarín, una extensa
reflexión sobre la coyuntura política113 • Su artículo empe-
zaba citando el aviso publicado por el PN en varios diarios,
encabezado por esta exhortación: . «Póngase firme junto a
un partido firme». «El texto no puede ser más oportuno y
esclarecedor. Tiene especialmente un valor explicativo para
los militantes y adherentes de la DC. Frente al mito de la
acción ,conjunta viene a señalarles que la derecha concibe
una oposición frente al gobierno de Allende cuya dureza
llega hasta las últimas consecuencias». Y remarcó la apuesta
indisimulada del Partido Nacional por e! tremar la oposi-
~ión al Ejecutivo y polarizar el país: «Cuando la derecha
ofrece una oposición firme y se dispone a cambiar golpe por
golpe con el gobierno de la·Unidad Popular, está haciendo
precisamente lo que corresponde a un movimiento de su
naturaleza. Los nacionales advierten que los cambios de es-
tructuras que el presidente Allende se propone impulsar en
el sector bancario, en la agricultura o en el cobre lesionan de
una m'!!?-era directa y decisiva sus intereses. (... ) Es obvio: si

112
Parías, Víctor, La izquierda chilena (1969-1973). Documentos para el
estudio de su linea estratégica, tomo 1, Santiago de Chile, Centro de
Estudios Públicos, 2000, pp. 619-622.
113
Artículo reproducido por la revista del PDC, Política y Espíritu, n. 0
319, Santiago de Chile, marzo de 1971, pp. 35-38.
mañana este enfrentamiento-~'duro" produce como resulta-

-- - -
do el caos o la ·crisis institucional y se instala en Chile una
- -
dictadura, la derecha objetivamente no habrá_perdido nada.
Al contr~io, habrá eliminado muchos de los "riesgos" q~e
se cernían sobre el estatus re~privilegios __gue s:S miembros
han conseguido a través de muchos años».
A continuación, expuso una larga reflexión acerca del
papel que entonces le correspondía a su fuerza política,
cuyo programa electoral de 1970 también propugnó trans- ~
formaciones profundas y contaba con una base social en la
que predominaban las clases medias y los diferentes secto-
res populares (obreros, campesinos y pobladores). «A un
partido como el De!lló~rata Cristiano, si quiere ser leal
a su justifi?,ción histórica, se le impone entonces la ne-
cesidad de realizar una op~sición completamente inde-
pendiente y cualitativamente distinta de la que realiza la
~e~ a. La suya deberá ser una oposición progresista que
no eluda las coincidencias esenciales con el programa de
la UP, que vele por la normalidad institucional del país y
que sea capaz de proyectar sus críticas y sus discrepancias
con el gobierno en la base social y ojalá en el seno mismo t.
de las organizaciones representativas de los trabajadores». '
Alertó, ya entonces, de que una alianza con la derecha solo
~ beneficiaría a esta y minaría la credibilidad de la DC entre
las clases populares.
Por otra parte, desde muy temprano la Democracia
C ristiana censuró que la política económica del gobierno
apuntaba hacia la «colectivización de la economía nacio-
nal». Inicialmente, f~rmuló algunas críticas a las _expropia-
cionestde industrias, pero sobre todo criticó el enfoque que
le otorgó a la Reforma Agraria y la r_enuncia del Ejecutivo,
que disolvió el Grupo Móvilde Carabineros, a reprimir e

88
impedir las tomas de fun4~spor la fuerza. En su comentario
editorial deÍ número de marzo de 1971, Política y Espíritu
señaló que el PDC estaba «virando» progresivamente desde
«una posición abierta y de buena voluntad hasta una actitud
firme y cada vez más vigorosa». En esta evolución pesaba,
-
decisivamente, la salida de centenares de militantes demo-
cratacristianos de la estructura del gobierno, presentada
como una muestra de sectarismo de la UP, pero que era lo
habitual cuando el ~jecutivo cambiaba de signo político.
No obstante, la alianza con la derecha aún era inconcebible
y, en referencia a las propuestas formuladas por Jarpa en
enero, esta revista remarcó: «La_idea no podría prose_erar.
Sería ofrecer una coalición demasiado contradictoría» 114 •
Quien mantenía inalterados sus prejuicios acerca de
la evolución del país era Eduardo Frei. El 19 de marzo de
1971, un aerograma de la embajada de Portugal en Chile
informó al Ministerio de Asuntos Exteriores luso que el em-
bajador brasileño, António da Cámara Canto (un furibun-
do anticomunista), había dialogado unos días antes con «un
gran amigo suyo», Frei, quien le manifestó su «desánimo» y
su «pesimismo» sobre la situación política y económica del
país y, aoemás, se confe~ó «culpable» por haber entregado
el poder a «los marxistas». El expresidente auguró que el
resultado del gobierno de la UP sería «una guerra civil con
un gran baño de sangre» 11 5•
En los días previos a las elecciones del 4 de abril, Frei
reapareció en público en varias oportunidades para formu-
lar una c~ ica durísima a la política económica del gobierno

11 4
Política y Espíritu, n.º 319, Santiago de Chile, mano de 197 1, PP· 5-9.
115
Archivo Diplomático del Ministerio de Negocios Extranjeros de Por-
tugal. Caja S3E37P2-35105, 1971. Carpeta 326,20 processo geral.
ti on ar la s pa ut as de la di re cc ió n de su
y, au nq ue si n cu es
m ar zo en V iñ a de l M ar se ña ló : «D ebemos
pa rt id o, el 29 de
_bla de sa ly a& ió n, de be m os se r un ve r-
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da de ro g m in o_pa ra ~.

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nacionalizaci6n de la gr an
zación de la R ef or m a Agraria.

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