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JUZGADO QUINCUAGÉSIMO DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCIONES DE

CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DE ÁREA METROPOLITANA DE


CARACAS

CARACAS, 08 DE NOVIEMBRE DE 2007 197º y 148º


Visto que en fecha 28 de septiembre de 2.007 fue recibida de la Unidad de Registro y
Recepción de Documentos, escrito de Solicitud de Sobreseimiento, por el Representante
de la Fiscalía Quincuagésima Séptima del Ministerio Público a Nivel Nacional con
competencia Plena, abogado LUIS ABELARDO VELÁSQUEZ COVA, con motivo a
una Averiguación Penal ORDENADA por la Sala Plena del Tribunal Supremo, en fecha
18 de diciembre de 2.000 a los miembros del extinto Consejo de la Judicatura
Magistrados, ALBERTO PÉREZ MARCANO, CARLOS MORENO BRANDT,
GISELA PARRA MEJIAS, TRINA CALDERA Y ROBERTO DELGADO
SALAZAR, según la narración de hechos y soportes presentados por la víctima DRA
MARIA DEL CARMEN LA RIVA RON, titular de la cédula de identidad No. V-
5535196, en su carácter de Juez Cuadragésima Novena en lo Penal y de Salvaguarda del
Patrimonio Público del Área Metropolitana de Caracas, en denuncia formulada en fecha
03 de julio de 1997, por ante la Sala Plena de la extinta Corte Suprema de Justicia, en
ocasión al montaje de expedientes disciplinarios derivado de múltiples procedimientos
administrativos a fin de causarle grandes perjuicios para excluirla de las filas del Poder
Judicial, donde solicita Medida Cautelar de la Separación de los Cargos de los
Magistrados, a fin de evitar los perjuicios así como el tráfico de cargos de los Jueces en
Venezuela.
Consta que el caso fue resuelto por el hoy Tribunal Supremo de Justicia mediante el
fallo citado, el cual declara la improcedencia. Al respecto, antes de emitir
pronunciamiento, este Juzgado Quincuagésimo de Primera Instancia en Funciones del
Control de ésta Circunscripción Judicial, Observa lo siguiente:

LOS HECHOS PRESENTADOS POR EL MINISTERIO PÚBLICO


El Ministerio Público explana dentro de su narrativa lo siguiente:
“La ciudadana MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, quien se desempeñaba como
Juez Quincuagésima Novena(49º) de Primera Instancia en lo Penal y Salva guarda del
Patrimonio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
fue destituida de su cargo por decisión del Tribunal disciplinario del Consejo de la
Judicatura en fecha 31 de julio de Mil Novecientos Noventa y Siete (1.997), según
expediente 5699-07, iniciado en fecha trece (139 de Febrero de 1997, con ocasión a la
denuncia realizada por el ciudadano Leopoldo Sarría Pérez, en virtud de los errores
inexcusables establecidos por los magistrados del extinto Consejo….” Acto
administrativo en contra del cual la referida ciudadana ejerció RECURSO DE
NULIDAD CON AMPARO CAUTELAR, por ante la Sala Político Administrativo de
la Corte Suprema de Justicia, el cual fue admitido en fecha dieciocho 18 de marzo de
Mil novecientos noventa y ocho (1998), ordenando dicha Sala al Consejo de la
Judicatura, LA RESTITUCIÓN DE LA CIUDADANA MARÍA DEL CARMEN LA
RIVA RON, entre otras….” “….En fecha diez 10 de Julio de mil novecientos noventa y
Siete (1997), la ciudadana MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON interpuso por ante
la Sala Político Administrativa de la Corte Suprema de Justicia, RECURSO DE
ANULACIÓN CONJUNTAMENTE CON AMPARO CONSTITUCIONAL,
solicitando dicha Sala información al Consejo de la Judicatura en cuanto al estado de
dicho procedimiento…..
“…. En fecha diez 10 de diciembre de mil novecientos noventa y ocho (1998), el
Consejo de la Judicatura Absolvió a la mencionada Juez “AL NO EXISTIR PRUEBA
DE QUE LA MISMA HAYA OCURRIDO EN CONDUCTA QUE CONSTITUYA
FALTA DISCIPLINARIA CONFORME A LOS ARTÍCULOS 42, 43 Y 44 DE LA
LEY DE CARRERA JUDICIAL”. El Ministerio Público, en la parte del Derecho III,
señala lo siguiente:
“Analizados detenidamente las actuaciones que conforman la presente investigación y
observadas como han sido las actas que conforman la presente causa, este Despacho
Fiscal observa que los autos que nos ocupan llegaron al conocimiento del Ministerio
Público por la remisión que hiciera el Tribunal Supremo de Justicia en su Sala Plena,
que mediante decisión de fecha trece 13 de diciembre de dos (2.000) dentro del
expediente Nº 97.004, el cual se inicio en razón de la solicitud de apertura de
procedimiento disciplinario a los ciudadanos ALBERTO PÉREZ MARCANO,
CARLOS MORENO BRANDT, ROBERTO DELGADO, TRINA CALDERA Y
GISELA PARRA, magistrados del Consejo de la Judicatura, que realizara la ciudadana
MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, en fecha tres 03 de julio de Mil novecientos
Noventa y Siete (1997). En el contenido de dicha decisión, la cual fue transcrita en el
capítulo anterior, el máximo tribunal declaro NO PROCEDENTE, la solicitud de la ex
Juez, ya que los ciudadanos denunciados “…dejaron de ser magistrados del Consejo de
la Judicatura y por tanto funcionarios sometidos a la potestad disciplinarias sometidos a
la potestad disciplinaria de la Administración” Los hechos presuntamente irregulares
denunciados, en el procedimiento administrativo, en dicha oportunidad por la ciudadana
MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, como imputables a los ex magistrados del
Consejo de la Judicatura, y explanados versan sobre los hechos que le atribuye a los
ciudadanos ex magistrados y por los cuales se considera afectados sus derechos e
intereses y en particular refiere que el ciudadano CARLOS MORENO BRANDT,
ordenó de oficio una Inspección especial en su tribunal, requiriéndole información sobre
las diligencias sumariales practicadas, las medidas cautelares acordadas sobre los bienes
del Depósito Judicial en referencia, y respecto al uso, guarda y custodia de vehículos
entregados al Cuerpo Técnico de Policía Judicial. Igualmente señala, que fue recibida
por los ciudadanos JESÚS CABALLERO ORTIZ Y CARLOS MORENO BRANDT,
instándole este último a que finalizara la averiguación sumaria referente al robo y hurto
de vehículos y remates judiciales, en virtud de que los hechos estaban prescritos, a lo
que dicha Juez se Negó cuestionando el magistrado la labor del tribunal en la
instrucción de dicha causa.
Continua señalando que los resultados de dicha inspección, realizada por el Inspector de
Tribunales Rigoberto González, le fueron favorables, y que sin embargo, fue iniciado un
procedimiento disciplinario en su contra, por parte de los ciudadanos ALBERTO
PÉREZ MARCANO, TRINA CALDERA, GISELA PARRA y CARLOS MORENO
BRANDT, significando que en dicho procedimiento se le violaron los derechos al
debido proceso y a la igualdad. En virtud de todo lo anterior, afirmó que los magistrados
incurrieron en “ABUSO DE FUNCIONES”, al extralimitarse en las mismas solicitando
un juicio penal en su contra sin denuncia previa al Ministerio Público, violando la
disposición inserta en el artículo 29 de la Ley Orgánica que los rige por una parte; y por
la otra es evidente que el magistrado CARLOS MORENO BRANDT, sin merito alguno
que presumiera falta grave, utilizó a la Dirección de Inspección y Vigilancia del
Consejo de la Judicatura para ordenar las Inspección Especial de Oficio, que sirvió de
fundamento para la apertura de un juicio disciplinario. Así mismo, que en relación con
ese mismo caso, los Representantes del Consejo de la Judicatura y el Inspector General
de Tribunales, obstruyeron la investigación e impidieron la comparecencia de los
funcionarios adscritos a la Oficina Distribuidora de Expedientes Penales del Palacio de
Justicia, y que el ciudadano FRANCISCO PEÑA, INSPECTOR GENERAL DE
TRIBUNALES, le informó que los funcionarios requeridos no comparecieron a ese
tribunal “….por ordenes de esa superioridad ..” y la increpo a declarar terminada la
averiguación en contra de la referida Oficina, recordándole su condición de Inspector.
En Primer Lugar, es de resaltar que señala la ciudadana MARÍA DEL CARMEN LA
RIVA RON, una serie de hechos que presuntamente suponen la intromisión de
Magistrados del Consejo de la Judicatura, en específico el Ex Magistrados CARLOS
MORENO BRANDT, con su labor como Juez Instructora Penal, siendo necesario
acotar, en relación con sus dos primeras afirmaciones que, no consta en actas elemento
alguno que acredite lo dicho por la recurrente, puesto que no fue señalado testigo alguno
que se encontrara presente al momento de la reunión que la misma manifiesta haber
sostenido con los Magistrados JESÚS CABALLERO ORTIZ Y CARLOS MORENO
BRANDT, no pudiendo constatarse que esta en efecto se haya llevado a cabo, ni mucho
menos que alguno de los miembros de la Directiva del Consejo de la Judicatura,
tuvieran interés en los casos llevados por ante su tribunal.
En ese mismo orden de ideas, no existe constancia de que los magistrados del Consejo
de la Judicatura, hayan tenido injerencia en la no comparecencia por ante el Tribunal
Cuadragésimo Noveno de Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del
Patrimonio Público del Área Metropolitana de Caracas, de los Funcionarios de la
Oficina Distribuidora de Expediente de dicho Circuito, toda vez que consta en el
expediente, comunicación dirigida a dicho juzgado, por parte de la Jefe de la referida
Oficina, quien manifiesta que la incomparecencia se motivo a una confusión de carácter
interno, por otra parte, se observa que el procedimiento disciplinario que culmino en la
destitución de la ciudadana MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, como Juez
Cuadragésima Novena de Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del
Patrimonio Público del Área Metropolitana de Caracas, no fue iniciado por Inspección
alguna, sino por denuncia interpuesta por el ciudadano LEOPOLDO SARRÍA.
Los hechos explanados por la accionante, en relación con un expediente llevado en su
Tribunal, identificado con el Nº 12.293, siendo que, ordeno a practicar “Una
intervención telefónica” en virtud de las cuales determino que el Tribunal Disciplinario
del Consejo de la Judicatura, a cargo de la ciudadana GIANA MONTA, se estaba
preparando un proceso disciplinario en su contra a los fines de obtener su inhibición que
comunico de tal situación al Magistrado ROBERTO DELGADO, quien le informo que
“nada podría hacer, por cuanto no había merito para dudar de las gestiones llevadas a
cabo por la Juez Sustanciadora del Tribunal Disciplinario que se diera por notificada y
Procediera a inhibirse”. Igualmente señalo, que era de origen delictivo el procedimiento
disciplinario seguido en su contra, pues tenía como finalidad lograr su inhibición y
comprometía la conducta de los Magistrados del Consejo de la Judicatura, por hacer
caso omiso de la advertencia que le hiciera en cuanto a la solicitud de iniciar una
averiguación disciplinaria.
Se observa, sobre los particulares anteriores que en relación con las intervenciones
telefónicas cursante en el expediente, ya hubo pronunciamiento judicial, en el cual se
considero que la misma “No pueden ser consideradas como indicio que permita
demostrar la comisión de delito alguno”, toda vez que únicamente el funcionario
actuante se limita a identificar a las personas que presuntamente intervinieron en las
mismas, sin que medie o exista un reconocimiento de voces que permita afirmar a
ciencia cierta quienes son los interlocutores de esa conversaciones.
Por lo tanto, difícilmente se podían utilizar tales grabaciones como prueba de lo dicho
por la Juez ante el Consejo de la Judicatura, adicionalmente, no puede considerarse que
el procedimiento disciplinario que se inicio en contra de la Juez haya tenido como única
finalidad lograr su inhibición, pues el mismo tuvo su origen en una serie de
irregularidades que señalaban estaban ocurriendo con ocasión a los expedientes bajo su
jurisdicción, y que fueron advertidas por los Tribunales de Alzada, que conocieron de
recursos relacionados con los mismos, siendo aunados a estos señalamientos y con
ocasión al procedimiento disciplinario adelantado en su contra, que resulto destituida la
Juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, por parte del Consejo de la Judicatura,
en decisión revisada por la Sala Político Administrativo de Nulidad, interpuesto por la
ciudadana MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, en contra del Acto de Destitución,
que le impuso el Tribunal Disciplinario del Consejo de la Judicatura, en virtud de
hechos presuntamente tipificados en la Ley Contra la Corrupción, dichas irregularidades
no pudieron acreditarse en las actas procesales.
En este orden de ideas, el Representante del Ministerio Público en otros argumento
esgrimo, al folio Noventa y Dos (92) y siguiente: “En el presente caso se observa que,
aun cuando la ciudadana MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, refiere que con la
Destitución, y consiguiente prohibición de ingresar nuevamente al Poder Judicial, se le
ocasiono un daño o perjuicio, y refiere que los Magistrados del Consejo de la
Judicatura, actuaron en abuso de funciones, taL actuación por parte del referido órgano
no se subsume en la conducta típica descrita en el artículo 67 de la Ley de Salvaguarda
del Patrimonio Público, vigente para la época, ni en ninguna otra norma jurídica penal,
aplicable.
En el presente caso, se evidencia que el extinto Consejo de la Judicatura, mediante
decisión de fecha 31 de Julio de 1997, vista las faltas graves en las que incurrió la
ciudadana MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, quien se desempeñaba para el
momento como Juez Cuadragésimo Novena de Primera Instancia en lo Penal y de
Salvaguarda del Patrimonio Público del Área Metropolitana de Caracas, procedió a
enmarcar su conducta en el supuesto establecido en el artículo 44 ordinal 2 de la Ley de
Carrera Judicial Vigente para el momento de los hechos, procediendo en cumplimiento
de la normativa anteriormente transcrita, a destituirla del cargo, sin embargo; esta
actuación no constituye en ningún caso un abuso de poder, pues dicho Consejo no se
extralimito en el ámbito de su competencia ni de las funciones que le han sido
atribuidas, por el contrario, actuó legalmente, dentro, dentro de los límites de las leyes,
específicamente utilizando como base legal el artículo referido, por otro lado, tampoco
puede establecerse que dicho acto haya sido arbitrario, puesto que el mismo no deriva
de una motivación caprichosa, vengativa o autoritaria de dicho Consejo, ya que se
destituye a la Juez por estricto mandato legal, pues la normativa antes referida ordenaba
la DESTITUCIÓN de los jueces que incurrieran en las causales enumeradas, no
pudiendo ser esta decisión caprichosa o discrecional, sino por el contrario impuesta por
el legislador, a los fines de conservar la disciplina y decoro de los Tribunales, mucho
menos, se acredito en autos ningún animo de lucro, necesario no solo para configurar el
tipo delictivo que el Ministerio Público considero mas ajustado a los hechos expuestos
por la accionante, sino también para materializar el delito de corrupción por ella legado
inicialmente.
El Ministerio Público, ha examinado los señalamientos realizados por la ciudadana
MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, desvirtuándose los mismos en razón de la
información recibida en este Despacho, cursante en autos, concluyendo que los mismos
no constituyen ningún delito contra la corrupción, ni hecho punible alguno, es decir
carece de tipicidad.
Así, considera esta dependencia Fiscal que, los señalamientos de la ciudadana MARÍA
DEL CARMEN LA RIVA RON, constituyen únicamente observaciones u objeciones
de la misma a la actuación de carácter disciplinario del Consejo de la Judicatura con la
cual, evidentemente, se encuentra en desacuerdo por los diferentes motivos que ha
aducido tanto ante la autoridad disciplinaria correspondiente como ante los diferentes
Órganos Jurisdiccionales y del Poder Público, incluyendo el Ministerio Público, los
cuales, sin embargo; aun cuando pudieran constituir causales para la impugnación de la
decisión en referencia, o de las actuaciones que, en general se han llevado a cabo en el
transcurso de dicho procedimiento, no se aprecia la constitución o materialización de
delito alguno, de esta manera se observa, que los hechos expuestos por la ciudadana
MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, no encuadran en el supuesto de hecho de
ninguna norma jurídica, Penal, no constituye delito alguno, pues carecen de uno de sus
elementos constitutivos como condición sine qua non, es decir, la tipicidad, aún cuando
la misma los denomine corrupción, esta calificación no se encuentra ajustada a la
realidad procesal, pues de la Investigación que en este sentido llevo a cabo el Ministerio
Público, no se desprende la comisión de hecho punible alguno; no existen en las
actuaciones elementos de convicción, ni ningún otro delito; y dada que la finalidad del
Proceso Penal, no es otra que el esclarecimiento de la verdad por las vías jurídicas y la
justicia en la aplicación del derecho, tal y como lo establece el artículo 13 del Código
Orgánico Procesal Penal, considera quien aquí suscribe, como Representante de la
Vindicta Publica, y en cumplimiento de sus atribuciones constitucionales y legales, que
lo procedente y ajustado a derecho es solicitar el SOBRESEIMIENTO DE LA
PRESENTE CAUSA, de conformidad con lo previsto en los artículos 108 ordinal 7º y
318 ordinal 2º, ambos del Código Orgánico Procesal Penal, este último establece: (…)
Sobreseimiento. El sobreseimiento procede cuando: 2.- El hecho imputado típico o
concurre una causa de justificación (…).
En fuerza de los razonamientos anteriormente expuestos estas representaciones Fiscales
solicitamos muy respetuosamente a ese Órgano Jurisdiccional se sirva decretar el
SOBRESEIMIENTO DE LA PRESENTE CAUSA PORQUE EL HECHO NO ES
TIPICO, a razón de lo dispuesto en el artículo 318 ordinal 2º en concordancia con lo
estatuido en el artículo 108 ordinal 7º ambos del Código Orgánica Procesal Penal.
Igualmente con la debida consideración estimo se notifique a esta Dependencia Fiscal
del Pronunciamiento a que hubiere lugar, remitiéndose con este escrito, constante de ( )
folios útiles la causa signada bajo el Nº F57-NN-C 178-2006, nomenclatura de este
Despacho Fiscal, la cual cimenta la presente opinión. Por último, le solicitamos muy
respetuosamente, se sirva decretar lo aquí peticionado, sin necesidad de convocar a la
audiencia establecida en el artículo 323 del Código Orgánico Procesal Penal, por cuanto
estimamos no ser necesario debatir los fundamentos de tal solicitud, los cuales se
encuentran debidamente explanados en el presente escrito”. Se deja constancia que la
presente solicitud Fiscal consta de Noventa y Seis (96) folios útiles contentiva de
hechos y derechos, pero que humanamente resulta casi imposible transcribir al texto.
Esta Juzgadora observa, que el caso fue resuelto por el Tribunal Supremo de Justicia
mediante fallo de 18 diciembre del 2000, el cual declara su improcedencia por cuanto
por la entrada en vigencia de la Nueva Constitución fue suprimido el Consejo de la
Judicatura, motivo por el cual no se podía dictar las medidas disciplinarias a los ex
magistrados denunciado por la victima, señalando una detestable mora de la justicia, por
cuanto no fue resuelto en la oportunidad legal por los entonces magistrados de la extinta
Corte Suprema de Justicia, ciudadanos CECILIA SOSA GÓMEZ, HÉCTOR
PARADISI LEÓN, HUMBERTO LA ROCHE, HERMES HARTING. No obstante
observa quien aquí decide que la Sala Plena no ordenó el archivo del expediente, por el
contrario, decide ordenar vista la gravedad de los hechos denunciados por la victima con
sus soportes la remisión del expediente Nº 004-97, al Fiscal General de la República
para el inicio de la investigación de carácter penal, esto lo entiende este Tribunal, que al
haber afectado la tutela judicial efectiva constituye a criterio de este tribunal, una
omisión de la resolución del caso por parte de los magistrados de la extinta Corte
Suprema de Justicia lo que trajo como consecuencia ineludible la instrucción de
diversos procedimientos administrativos, la materialización de la separación cautelar del
cargo de juez de la victima, el llamado a concurso público para la provisión del cargo de
Juez Cuadragésimo Noveno en lo Penal y Salvaguarda del Patrimonio y sus respectivos
suplentes titulares, en fechas 02 de julio de 1997, aún sin sanción disciplinaria,
observando este tribual al respecto que la ciudadana MARÍA DEL CARMEN LA RIVA
RON ostentaba el cargo de juez del referido tribunal mediante concurso de oposición.
En efecto, además observa este Tribunal que del escrito presentado del Fiscal del
Ministerio Público y conforme al expediente Nº 5699-97, la victima fue destituida en
fecha 31 julio de 1997, procedimiento iniciado en fecha 13 de febrero de 1997, por
denuncia realizada por el ciudadano LEOPOLDO SARRIA PÉREZ.
Contra este acto administrativo, la victima ejerce recurso de nulidad con amparo
cautelar ante la Sala Político Administrativa de la hoy suprimida Corte Suprema de
Justicia, el cual fue admitido y declarado con lugar en fecha 14 de agosto de 1998,
ordenando dicha Sala al Consejo de la Judicatura la restitución de la ciudadana MARÍA
DEL CARMEN LA RIVA RON al cargo.
Observa este Tribunal, que en fecha 25 de agosto de 1998, fue designada la ciudadana
MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, ocupar el cargo de Juez Cuadragésima
Quinta en lo Penal y de Salvaguarda del Patrimonio Público de la Circunscripción del
Área Metropolitana de Caracas, mediante fallo antes mencionado en el cual declaró con
lugar el Amparo Constitucional a favor de la víctima y declarando la violación de sus
derechos constitucionales, así como la extralimitación en que incurrieron los
magistrados del extinto Consejo de la Judicatura, ordenándose reputar como inexistente
el acto administrativo dictado en su contra cursante en el expediente Nº 5699-97, la
restitución de todos los derechos a la víctima, por considerar que el Consejo de la
Judicatura destituyó a la Juez en base a criterios judiciales que no son de su
competencia, debido a que nada tienen que ver con la disciplina del Poder Judicial, que
era de la incumbencia del Consejo de la Judicatura, como competencia expresa dada a
ese órgano de vigilancia del Poder Judicial, por la Constitución y la Ley Orgánica del
Consejo de la Judicatura, concluyendo el fallo que se vulneró la independencia y la
estabilidad de la juez recurrente en flagrante violación de sus derechos constitucionales.
Continuando con el análisis, este Tribunal observa, que prosigue el escrito fiscal, donde
alude que el recurso de nulidad interpuesto fue declarado sin lugar por la Sala Político
Administrativa en fecha 29 de junio 1999, “por considerar que el Tribunal Disciplinario
del Consejo de la Judicatura no desbordo con su análisis los limites constitucionales,
conservándose siempre dentro de los linderos disciplinarios….”. Al respecto del legajo
del expediente se observa, que para dictar el fallo la extinta Corte Suprema de Justicia
recorto los lapsos procesales establecidos en la ley para producir el fallo, declarando el
proceso en emergencia.
En fecha 19 de agosto de 1999, apunta la representación fiscal que la ciudadana
MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, presentó ante el seno de la Asamblea
Nacional Constituyente una denuncia contra los Magistrados de la extinta Corte
Suprema de Justicia, CECILIA SOSA GÓMEZ, HERMES HARTING, HÉCTOR
PARADISI LEÓN, en cuyo escrito, este Tribunal, observa, que la victima en la
denuncia admitida por la Asamblea Nacional Constituyente, entre otras cosas expuso;
PRIMERO: La contradicción de los dos fallos emanados de la propia Sala Política
Administrativa; SEGUNDO: El haber recortado los plazos y haber dejado a la victima
en estado de indefensión sin motivación alguna; TERCERO: La naturaleza delictiva de
los procedimientos administrativos y sus respectivas sanciones y medidas cautelares,
por cuanto se actúo de manera dolosa por en el proceso administrativo contenido en el
expediente Nº 5699-97, impugnado por ante la Sala Político Administrativa, motivado
por el acto administrativo dictado por el Consejo de la Judicatura, teniendo en cuenta
que las pruebas para el ejercicio de su defensa se encontraban contenidas en el proceso
sumarial penal distinguido con el Nº 12.293 y que los Magistrados denunciados si
tenían conocimiento de las probanzas que demostraban el carácter delictivo del
procedimiento administrativo mediante el cual fue destituida; CUARTO: Que el
expediente contentivo de las decisiones judiciales objetadas por el Consejo de la
Judicatura, fueron sustanciadas por la hoy derogada Ley Orgánica de Salvaguarda del
Patrimonio Público, que como fueron atrayente impedía una averiguación de nudo
hecho para funcionarios públicos, y que era propia de la legislación ordinaria;
QUINTO: Que tanto el acto administrativo contenido en el expediente Nº 5699-97
como el fallo de fecha 29 de junio de 1.999, aluden a la decisión de la Juez Superior
Novena en lo Penal de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, la
cual sólo conoció de la decisión de los médicos forenses, que según la experticia
practicada por el entonces Cuerpo Técnico de Policía Judicial, consideró estaba forjada,
tal y como se desprende del informe pericial anexo a la denuncia presentada, habiéndose
abrogado la Juez Superior Novena antes referida, el conocimiento de otros hechos que
cursaban por ante otros tribunales, quien dictó una decisión que por su carácter sumario
no podía ser apreciada en su contexto, lo que sin duda alguna favorecía al ciudadano
Héctor Betancourt, razón por el cual el Juzgado Superior Noveno, decide dejar
constancia en el Libro Diario una observación a la Instancia, haciendo alusión a un caos
procesal, utilizado por el procesado HECTOR BETANCOURT, publicándola en
diversos medios de comunicación exponiéndola al escarnio público, evidenciándose de
los autos, que la victima ejerciera un Amparo Constitucional por ante la Sala de
Casación Penal, quien se pronuncia mediante sentencia y ADVIERTE A LA JUEZ
SUPERIOR NOVENA EN LO PENAL, según soportes contenidos en el expediente
060-97 de la mencionada Sala.
Observa este Tribunal, que de existir un caos procesal, la Juez Superior debía haber
repuesto la causa, y no lo hizo, y lo que dio lugar a que se le solicitara a los
representantes del ministerio Público opinión al respecto, quienes consideraron la no
procedencia de la reposición, expresiones que aunado a los aspectos referidos al
Juzgado Superior Noveno en lo Penal, evidenciaron ya se encontraban concertados
según se desprende de las intervenciones telefónicas donde se planificaron los
procedimientos administrativos aperturados a la victima, para sustraerle el conocimiento
de la causa, mediante la inhibición ordenada por el Consejo de la Judicatura; SEXTO:
Se observa que otros jueces decidieron en forma idéntica a los pronunciamiento
formulados la entonces Juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, tal y como se
desprende de los fallos anexos, y jamás fueron objeto de procedimientos
administrativos; séptimo, se observa que el Inspector de Tribunales ciudadano
Guillermo Olivares en el expediente Nº 12293, tuvo acceso a las actas sumariales, por
cuanto la victima al levantar el acta del procedimiento administrativo Nº 5699-97,
aplicó el control difuso, tal y como se desprende del acta de inspección motivo por el
cual, en su informe el representante de la inspectoría, expone que no es de la
competencia del Consejo de la Judicatura, evaluar las decisiones judiciales, razón por la
cual no había meritos para que dicho Organismo, aperturara un procedimiento
disciplinario en contra de la Juez; SÉPTIMO: Se observa, denuncia con sus respectivos
soportes que el Tribunal, fue sacado a concurso antes de su destitución, y provisto,
motivo por el cual no fue restituida al Tribunal Cuadragésimo de Primera Instancia en
lo Penal y de Salvaguarda del Patrimonio del Área Metropolitana de Caracas, sino al
Juzgado Cuadragésimo Quinto de Primera Instancia en lo penal del Área Metropolitana
de Caracas, como se narró precedentemente; OCTAVO: Se observa además del
expediente, de la presente solicitud, que existen denuncias referidas a diversos casos
relacionados con Tráfico de Drogas y Corrupción, y la conexión de personas a quien le
fue dictado Auto de Detención con el Magistrado HERMES HARTING, caso público,
notorio y comunicacional, relacionado con Cuerpo Técnico de Policía Judicial y el
Instituto de Previsión Social Policial, momento que coincide con la decisión donde se le
recortan los plazos y se declara el caso en emergencia para sancionar a la victima con la
destitución del cargo, contenido en el expediente del Consejo de la Judicatura, según
procedimiento administrativo distinguido con el Nº 56997, entre otros casos, que
también públicos, notorio y comunicacionales, que reflejan una descomposición del
Sistema Judicial, relacionados delitos como Drogas, Corrupción y Vehículos, casos
presuntamente articulados con autoridades judiciales, miembros de la fiscalía y
policiales entre otros.
Igualmente del amplio contenido del caso en estudio, se observan que hubo alteraciones
del Libro Diario en la Sala Político Administrativa de la extinta Corte Suprema de
Justicia, con motivo a la publicación de la sentencia de fecha 29 de junio de 1999.
Asimismo se observa, tal y como lo apunta la representación fiscal en su solicitud, que
la Comisión de Reestructuración, declaro sin lugar, la solicitud formulada por la
denunciante en fecha 4 de mayo de 2001, por cuanto: “(…) No tiene potestades
revisoras sobre las facultades jurisdiccionales del juez, por lo que mal podría apreciar
los alegatos de la recurrente (…)”.
La Representación Fiscal alude que: “por otro lado se evidencia que paralelamente a ese
procedimiento, existía otro procedimiento disciplinario iniciado de oficio por la Plenaria
del Consejo de la Judicatura en fecha 12 de junio de 1997”.
En este sentido, este tribunal observa al respecto, que el referido procedimiento
disciplinario fue iniciado a la Juez MARIA DEL CARMEN LA RIVA RON, como se
desprende del expediente Nº 12293, razón por la que el Consejo de la Judicatura ordeno
la inhibición, donde los representantes fiscales actuantes y la Juez MAUREN ROJAS,
mediante acta de inspección dejaron constancia de unas presuntas alteraciones de actas
insertas en los legajos, así como de haber abierto actuaciones sumariales en la sede de la
oficina distribuidora, lo que significa que no fue remitido el expediente sumarial de
manera inmediata al Tribunal Vigésimo Quinto de Primera Instancia en lo Penal y de
Salvaguarda del Patrimonio Público del Área Metropolitana de Caracas, cual
correspondió por sorteo. Este procedimiento administrativo iniciado en contra de la
JUEZ MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON de oficio por el Consejo de la
Judicatura, acordó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su
cargo, motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo ó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su cargo,
motivo por el cual en fecha 10 de julio de 1997, la ciudadana María del Carmen La Riva
Ron interpuso ante la Sala Político Administrativa de la Corte Suprema de Justicia
recurso de anulación conjuntamente con amparo constitucional, razón por la cual la Sala
requiere información al Consejo de la Judicatura y cuando el órgano requerido informa
ya había recaído la destitución sobre la recurrente, según expediente Nº 609897; no
obstante en dicha sentencia a pesar de que se trataba de una medida cautelar asociada a
un acto de mero trámite administrativo, la Sala Político Administrativa deja constancia
de la violación de los derechos constitucionales de la recurrente, según expediente
judicial 13.851, emergiendo del expediente que le fue abierto sin transcurrir un mes otro
procedimiento administrativo por los miembros del Consejo de la Judicatura a quien se
les ordenó la investigación como consta en el expediente distinguido con el Nº 6011-97,
resultando que fecha 19 de diciembre de 1998, el Consejo de la Judicatura absuelve a la
mencionada Juez por cuanto su conducta no constituye falta disciplinaria,
procedimiento administrativo por el cual se le separó de sus funciones, distinguido con
el número 60897, para separarla de sus funciones, mediante la medida cautelar y al
mismo tiempo provisionar el cargo.
También observa este Tribunal, que han sido innumerables los escritos y solicitudes de
la victima contenidos en el presente expediente de la investigación Penal, asignada al
conocimiento a la representación fiscal actuante por la Dirección de Salvaguarda de la
Fiscalía General de la República, con motivo a la remisión y solicitud formulada en el
fallo por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en fecha dieciocho (18) de
diciembre de 2.000, de la denuncia que formulara la victima MARÍA DEL CARMEN
LA RIVA RON, en fecha tres (03) de julio de 1.997, la cual fue declarada improcedente
por no existir el Consejo de la Judicatura, pero ante la gravedad de los hechos para el
montaje no solo de procedimientos administrativos, sino otros que guardan relación con
montajes de expedientes penales, en su agravio, resolvió ordenar su remisión a la
Fiscalía General de la República, sin embargo, también se observa, que la
Representación Fiscal, alude a uno de los escritos suscritos por la victima, y menciona
el artículo 67 de la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, relacionado
con el triple procedimiento de carácter administrativo, y el ocultamiento del expediente
004-97, en la Sala Plena de la suprimida Corte Suprema de Justicia, entre otros
aspectos, encuadrándolo en el mencionado artículo, en la parte in fine de la referida
Ley, de hecho que se remonta al año 1992, en relación con el trafico de cargos de jueces
en Venezuela, en lo que se le causo perjuicio. Al respecto dicho criterio no es
compartido por la Representación Fiscal, lo que a criterio de este Tribunal, constituye la
inobservancia del engranaje de los expedientes contentivos del triple procedimiento
administrativo, con el expediente penal Nº 12.293, la provisión del cargo antes de la
destitución, adminiculada con las transcripciones de las intervenciones telefónicas, la
inhibición planificada para sustraerle el conocimiento de la causa signada antes
mencionada, estimada con fundamento a la observación a la instancia formulada por la
Juez Superior Noveno en lo Penal, a la Juez agraviada, que condujo a la remisión a la
Oficina Distribuidora de Expedientes Penales del Palacio de Justicia, de la causa en
referencia, al respecto, se observa, tal y como lo apunta la Representación Fiscal, en su
solicitud, que la Comisión de Reestructuración del Poder Judicial, declara sin lugar, la
solicitud formulada por la denunciante, en fecha 4 de mayo de 2001, por cuanto: “(…)
No tienes potestades revisoras sobre las facultades jurisdiccionales del juez, por lo que
mal podría apreciar los alegatos de la recurrente (…)”.
La Representación Fiscal alude que: “Por otro lado se evidencia que paralelamente a ese
procedimiento, existía otro procedimiento disciplinario, iniciado de oficio por la
Plenaria del Consejo de la Judicatura, en fecha 12 de Junio de 1997”. Este tribunal
observa al respecto, que el referido procedimiento disciplinario es iniciado cuando la
Juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, se desprende del expediente 12.293, por
cuanto el Consejo de la Judicatura, le había ordenado la inhibición, en virtud de haberle
abierto el procedimiento administrativo, donde Fiscales actuantes y la Juez MAUREN
ROJAS, mediante acta de inspección, dejaron constancia de unas presuntas alteraciones
de actas insertas en los legajos, así como de haber abierto actuaciones sumariales en la
sede de la Oficina Distribuidora de Expedientes Penales del Palacio de Justicia, lo que
significa que no fue remitido el expediente sumarial de manera inmediata al Tribunal
Vigésimo Quinto de Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del Patrimonio
Público del Área Metropolitana de Caracas, al cual correspondió por sorteo. Este
procedimiento administrativo iniciado en contra de la JUEZ MARÍA DEL CARMEN
LA RIVA RON de oficio por el Consejo de la Judicatura, acordó igualmente en esa
misma fecha separarla provisionalmente de su cargo, motivo por el cual en fecha 10 de
julio de 1997, la ciudadana María del Carmen La Riva Ron interpuso ante la Sala
Político Administrativa de la Corte Suprema de Justicia recurso de anulación
conjuntamente con amparo constitucional, razón por la cual la Sala requiere
información al Consejo de la Judicatura y cuando el órgano informa ya había recaído la
destitución sobre la recurrente, según expediente Nº 609897ontentivo; no obstante en
dicha sentencia a pesar de que se trataba de una medida cautelar asociada a un acto de
mero tramite administrativo, la Sala Político Administrativa deja constancia de la
violación de los derechos constitucionales de la recurrente, según expediente judicial
13.851. En ese mes abrieron otro procedimiento administrativo los miembros del
Consejo de la Judicatura distinguido con el Número 6011-97.
En fecha 10 de diciembre de 1998, el Consejo de la Judicatura absuelve a la mencionad
Juez por cuanto su conducta no constituye falta disciplinaria, por el procedimiento
administrativo por el cual se le separó de sus funciones, distinguido con el número
60897, pero mediante el cual se le sustrajo del cargo al separarla de sus funciones,
mediante la medida cautelar y al mismo tiempo provisionar el cargo, sin haber sido
sancionada la victima, de un cargo que obtuvo por concurso público de oposición.
Observa este tribunal, que muchos han sido los escritos y solicitudes de la victima que
rielan en el expediente contentivo de la presente averiguación penal, la cual fue
asignada a la representación fiscal actuante, por la Dirección de Salvaguarda de la
Fiscalía General de la República, con motivo a la remisión y solicitud formulada en el
fallo por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en fecha dieciocho (18) de
diciembre de 2.000, cuando conoció de la denuncia que formulara la victima MARÍA
DEL CARMEN LA RIVA RON, en fecha tres (03) de julio de 1.997, la cual fue
declarada improcedente por no existir el Consejo de la Judicatura, pero ante la gravedad
de los hechos para el montaje no solo de procedimientos administrativos, sino otros que
guardan relación con montajes de expedientes penales, en su agravio, resolvió ordenar
su remisión a la Fiscalía General de la República, refiere la Representación Fiscal, a uno
de los escritos suscritos por la victima, que alude al artículo 67 de la Ley Orgánica de
Salvaguarda del Patrimonio Público, relacionado con el triple procedimiento de carácter
administrativo, y el ocultamiento del expediente 004-97 en la Sala Plena de la suprimida
Corte Suprema de Justicia, entre otros aspectos, que los encuadra, en el artículo 67 parte
in fine de la hoy derogada Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, sin
referirse al engranaje del triple procediendo por el mismo expediente penal Nº 12.293,
la provisión del cargo antes de la destitución, adminiculada con las transcripciones de
las intervenciones telefónicas, la inhibición planificada criminalmente para sustraerle el
conocimiento de la causa signada bajo el número 12.293, la inhibición forzada debido a
los procedimientos administrativos fraguados en contra de la victima que le fueron
ordenados; la resolución criminal estimada con fundamento a la OBSERVACIÓN A
LA INSTANCIA formulada por la Juez Superior Noveno en lo Penal, a la juez
agraviada, hoy victima; que condujo a la remisión a la Oficina Distribuidora de
Expedientes Penales del Palacio de Justicia, al expediente 12.293, por parte de la
entonces juez Cuadragésima de Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del
Patrimonio Público de Caracas, donde Fiscales del ministerio Público, la Juez
MAUREN ROJAS y funcionarios de la Oficina Distribuidora de Expedientes Penales
del Palacio de Justicia, quienes retuvieron el expediente sumario lo abrieron después del
sorteo, siendo que el deber que imponía la función pública era remitirlo en forma
inmediata al juzgado Quincuagésimo Quinto de Primera Instancia en lo Penal y de
Salvaguarda del Patrimonio Público del Área Metropolitana de Caracas, impidiendo que
la juez ejerciera el conocimiento de la causa sumaria por razón de su competencia, por
cuanto se logró la utilidad perseguida como lo era; primero, que no conociera del
expediente sumario; y segundo; provisionar el cargo por cuanto lo sacaron a concurso
antes de su destitución, mediante a medida cautelar innominada, lo cual le causó grave
perjuicio, no solo al destituirla del cargo mediante el procedimiento administrativo
contenido en el expediente 56997, al cual fue agregada otra sanción, como lo es el no
reingreso al Poder Judicial, violatorio del Principio Non Bis in idem, entre otros
mandatos constitucionales , bajo un falso supuesto de Derecho, que demuestra el dolo
en la acción típica continuada delictiva dolosa en agravio de la víctima.
La Representación Fiscal, en su escrito, alude, a los siguientes elementos de convicción:
Acto Administrativo del Consejo de la Judicatura, de fecha 31 de julio de 1.997,
mediante la cual la juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, es sancionada con la
destitución del cargo como Juez Cuadragésima Novena de Primera Instancia en lo Penal
y de Salvaguarda del Patrimonio Público del Área Metropolitana de Caracas, la cual
transcribe en su totalidad; Decisión de fecha once (11) de junio de 1.997, con la
certificación de la JUEZ MAUREEN ROJAS, con motivo al mismo expediente penal
Número 12.293, y otra destitución posterior, que era inejecutable por cuanto había sido
destituida del cargo de juez Cuadragésimo Noveno de Primera Instancia en lo Penal y
de Salvaguarda del Patrimonio Público del Área Metropolitana de Caracas,
(Expedientes Números 6098-97 y 6011-97), contentivos de los otros procedimientos
administrativos, lo cual es considera por este Tribunal, por cuanto PRIMERO: En efecto
la juez había sido destituida; SEGUNDO: La destituyen del cargo de juez, y el mismo
estaba provisto con otra persona, por cuanto fue convocado el concurso antes de la
destitución de la entonces juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, bajo la
circunstancia de su separación cautelar, lo cual no es lógicamente una sanción y de cuyo
procedimiento salió absuelta, con motivo al mismo expediente penal Número 12.293,
mediante la cual la separan de su cargo, cuando ya había recaído la destitución del cargo
en fecha 31 de julio de 1.997; según consta en el Expediente 5699-97, tal y como se
planificó según consta en las mencionadas transcripciones de las intervenciones
telefónicas de las personas que allí se mencionan, entre otras, LEOPOLDO SARRÍA y
DONALDO BERROS, con Fiscales del Ministerio Público; todo ello, adminiculado a la
decisión del trece (13) de marzo de 1.998, emanada del Tribunal Superior de
Salvaguarda del Patrimonio Público, en ponencia de la MAGISTRADA EDITH
CABELLO DE REQUENA, con motivo a la averiguación penal contenida en el
expediente 12.293, donde se confirman y se revocan decisiones dictadas por la entonces
Juez MARIA DEL CARMEN LA RIVA RON, entre ellas, autos de Detención a
LEOPOLDO SARRÍA y LA FISCAL ISABEL SEQUERA; entre otros; decisión del
nueve (09) de octubre de 1.998, emanada del Tribunal Cuadragésimo Noveno de
Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del Patrimonio Público, demuestran que
el procedimiento sumarial, era por Salvaguarda que era el fuero atrayente; la disparidad
entre la decisión del 14 de agosto de 1.998 mediante la cual la Sala Político
Administrativa declaró la violación de derechos constitucionales, aunada a la decisión
del 29 de junio de 1.999, de esa misma Sala de la Corte Suprema de Justicia, la cual
redujo los plazos para contradictoriamente sentencias y paralelamente ocultó la
averiguación disciplinaria cursante ante la Sala Plena distinguida bajo el Nº 004-97;
adminiculada a la Decisión de fecha 04 de mayo de 2001, emanada de la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial, donde no la restituyen al
cargo, por alegatos formales, es decir no de fondo, lo que redunda en el daño perjuicio
causado a la victima MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, entonces Juez
Cuadragésima de Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del Patrimonio
Público. Al respecto se observa, tal y como lo apunta la representación fiscal en su
solicitud, que la Comisión de Reestructuración, declara sin lugar, la solicitud formulada
por la denunciante en fecha 4 de mayo de 2001, por cuanto: “(…) No tienes potestades
revisoras sobre las facultades jurisdiccionales del juez, por lo que mal podría apreciarlos
alegatos de la recurrente (…)”.
La Representación Fiscal alude que: “por otro lado se evidencia que paralelamente a ese
procedimiento, existía otro procedimiento disciplinario iniciado de oficio por la Plenaria
del Consejo de la Judicatura en fecha 12 de junio de 1997”. Este tribunal observa al
respecto, que el referido procedimiento disciplinario es iniciado cuando la Juez MARÍA
DEL CARMEN LA RIVA RON, se desprende del expediente 12293 por cuanto el
Consejo de la Judicatura le había ordenado la inhibición, en virtud de haberle abierto el
procedimiento administrativo, donde Fiscales actuantes y la Juez MAUREN ROJAS,
mediante acta de inspección dejaron constancia de unas presuntas alteraciones de actas
insertas en los legajos, así como de haber abierto actuaciones sumariales en la sede de la
oficina distribuidora, lo que significa que no fue remitido el expediente sumarial de
manera inmediata al Tribunal Vigésimo Quinto de primera instancia en lo penal al cual
correspondió por sorteo. Este procedimiento administrativo iniciado en contra de la
JUEZ MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, de oficio por el Consejo de la
Judicatura acordó igualmente en esa misma fecha separarla provisionalmente de su
cargo, motivo por el cual en fecha 10 de julio de 1997, la ciudadana MARÍA DEL
CARMEN LA RIVA RON, interpuso ante la Sala Político Administrativa de la Corte
Suprema de Justicia recurso de anulación conjuntamente con amparo constitucional,
razón por la cual la Sala requiere información al Consejo de la Judicatura y cuando el
órgano informa ya había recaído la destitución sobre la recurrente, según expediente Nº
6098-97 contentivo; no obstante en dicha sentencia a pesar de que se trataba de una
medida cautelar asociada a un acto de mero tramite administrativo, la Sala Político
Administrativa deja constancia de la violación de los derechos constitucionales de la
recurrente, según expediente judicial 13.851, en ese mes abrieron otro procedimiento
administrativo los miembros del Consejo de la Judicatura distinguido con el Número
6011-97.
En fecha 10 de diciembre de 1998, el Consejo de la Judicatura absuelve a la mencionada
Juez por cuanto su conducta no constituye falta disciplinaria, por el procedimiento
administrativo por el cual se le separó de sus funciones, distinguido con el número
6098-97, pero mediante el cual se le sustrajo del cargo al separarla de sus funciones,
mediante la medida cautelar y al mismo tiempo provisionar al cargo, sin haber sido
sancionada la victima, de un cargo que obtuvo por concurso público de oposición.
Observa este tribunal, que muchos han sido los escritos y solicitudes de la victima que
rielan en el expediente contentivo de la presente averiguación penal , la cual fue
asignada a la representación fiscal actuante, por la Dirección de Salvaguarda de la
Fiscalía General de la República con motivo a la remisión y solicitud formulada en el
fallo por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en fecha dieciocho (18) de
diciembre de 2.000, cuando conoció de la denuncia que formulara la victima MARÍA
DEL CARMEN LA RIVA RON, en fecha tres (03) de julio de 1.997, la cual fue
declarada improcedente por no existir el Consejo de la Judicatura, pero ante la gravedad
de los hechos para el montaje no solo de procedimientos administrativos, sino otros que
guardan relación con montajes de expedientes penales, en su agravio, resolvió ordenar
su remisión a la Fiscalía General de la República.
La Representación fiscal, en su escrito, alude, a los siguientes elementos de convicción:
Acto Administrativo del Consejo de la Judicatura, de fecha 31 de julio de 1.997,
mediante la cual la Juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, es sancionada con la
destitución del cargo como Juez Cuadragésima Novena de Primera Instancia en Lo
Penal y de Salvaguarda del Patrimonio Público de Caracas; la cual transcribe en su
totalidad; Decisión de fecha once (11) de junio de 1.997, con la certificación de la JUEZ
MAUREEN ROJAS, con motivo al mismo expediente penal 12.293; y otra destitución
posterior que era inejecutable por cuanto había sido destituida del cargo de juez 49
Penal (expedientes Nros. 609897 y 601197), contentivos de los otros procedimientos
administrativos, lo cual, es considerado por este Tribunal, por cuanto primero, en efecto
la juez había sido destituida; y segunda; la destituyen del cargo de juez 49 Penal, y el
cargo estaba provisto con otra personas por cuanto fue convocado el concurso antes de
la destitución de las entonces Juez 49 de Primera Instancia en lo Penal, bajo la
circunstancia de su separación cautelar lo cual no es lógicamente una sanción, y de cuyo
procedimiento salió absuelta, con motivo al mismo expediente penal 12.293, mediante
la cual se le destituye cuando ya la habían destituido del cargo en fecha 31 de julio de
1.997; tal y como se planificó según consta en las mencionadas transcripciones de las
intervenciones telefónicas de las personas que allí se mencionan, entre otras, Leopoldo
Sarría y Donaldo Berros con fiscales del Ministerio Público; todo ello, adminiculado a
la cesación del trece (13) de marzo de 1.998, emanada del Tribunal Superior de
Salvaguarda del Patrimonio Público en ponencia de la MAGISTRADA EDITH
CABELLO DE REQUENA, con motivo a la averiguación penal contenida en el
expediente 12.293, donde se confirman y se revocan decisiones dictadas por la entonces
Juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, entre ellas, autos de Detención a
LEOPOLDO SARRIA Y A LA FISCAL ISABEL SEQUERA; entre otros; decisión del
nueve (09) de octubre de 1.998, emanada del Tribunal Cuadragésimo Noveno de
Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del Patrimonio Público, demuestran que
el procedimiento sumarial, era por la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio
Público que era el fuero atrayente; la disparidad entre la decisión del 14 de agosto de
1.998 mediante la cual la Sala Político Administrativa declaró la violación de derechos
constitucionales, aunada a la decisión del 29 de junio de 1.999, de esa misma Sala de la
Corte Suprema de Justicia, la cual redujo los plazos para contradictoriamente sentenciar
y paralelamente ocultó la averiguación disciplinaria cursante ante la Sala Plena
distinguida bajo el Nº 004-97; adminiculada a la Decisión de fecha 04 de mayo
emanada de la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial,
donde no la restituyen al cargo, por alegatos formales, es decir no de fondo, lo que
redunda en el daño perjuicio causado a la victima MARÍA DEL CARMEN LA RIVA
RON, entonces Juez 49º Penal y de Salvaguarda del Patrimonio Público Nº 12.293, por
parte de la entonces Juez Cuadragésima Novena de Primera Instancia en lo Penal y de
Salvaguarda del Patrimonio Público del Área Metropolitana de Caracas, donde se
evidencia que los Representantes del Ministerio Público, la Juez MAUREEN ROJAS y
otros funcionarios de la Oficina Distribuidora de Expedientes Penales del Palacio de
Justicia, retuvieron el expediente sumario Nº 12.293 conforme se desprende del
expediente administrativo Nº 6098-97, aun cuando el deber que imponía la función
pública era remitirlo en forma inmediata al Juzgado Vigésimo Quinto de Primera
Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del Patrimonio Público de esa misma
Circunscripción Judicial, impidiendo el conocimiento de la causa sumaria a la Juez por
razón de su competencia, de esta forma se evidencia se logró la utilidad perseguida
como lo era; PRIMERO: Impedir el conocimiento del expediente sumario; SEGUNDO:
Provisionar el cargo sacado a concurso antes de la destitución de la victima mediante
medida cautelar innominada, que evidencia generó un grave perjuicio, por cuanto le fue
agregada otra sanción, como lo es, su no reingreso al Poder Judicial, violatorio del
Principio Non Bis in Idem, entre otros mandatos constitucionales, contenido bajo un
falso supuesto de Derecho se evidencia dolo en la acción típica continuada delictiva en
agravio de la victima.
DEL DERECHO
En cuanto a la tipificación de conductas, encuadrables en los injustos penales
normativos, observa este Tribunal:
Artículo 1º. - El objeto de la presente Ley es prevenir perseguir y sancionar el
enriquecimiento ilícito y los delitos contra la cosa pública que en ella se determinan, y
hacer efectiva la responsabilidad penal, civil, administrativa y disciplinaria de los
funcionarios y empleados públicos y demás personas que se indican en ella.
Al respecto, como apunta, EUNICE LEON DE VISANI, el objeto de la Ley, tutela un
aspecto objetivo, como es la cosa pública, y un aspecto subjetivo, como lo es la lealtad,
la probidad, la honestidad y la responsabilidades del funcionario público en el ejercicio
de sus funciones, es por ello, que tanto en la Constitución derogada, y ahora, en la
nueva Carta Política se afina la responsabilidad individual de los funcionarios públicos,
cuya piedra angular descansa sobre el artículo 25 fundamentalmente.
El objeto primordial del presente caso, gira en torno a la determinación de una serie de
procedimientos administrativos de naturaleza delictiva, perpetrado por las autoridades
competentes para ello, como lo eran los entonces Magistrados del hoy extinto Consejo
de la Judicatura para causar un grave perjuicio a la victima, e incluso obtener un
beneficio o utilidad. El enrevesado caso, empalma lógicamente con acciones y
actuaciones procesales en la extinta Corte Suprema de Justicia, fundamentalmente, en la
Sala Político Administrativa, Sala Plena y Sala de Casación Penal. El origen del asunto,
se encuentra conexo con el expediente 12.293 procedente del Juzgado Cuadragésimo
Noveno de Primera Instancia en lo Penal y de Salvaguarda del Patrimonio Público del
Área Metropolitana de Caracas, que sirve de fundamento para que el Consejo de la
Judicatura como persona moral, abriera tres procedimientos administrativos a la
entonces Juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, e incluso la separa del cargo
mediante uno de ellos: en ese mismo expediente se encuentra las intervenciones
telefónicas como bien lo apunta y transcribe la representación fiscal, pero además
consta que la Juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, tuvo que inhibirse porque
la obligaron a ello planificadamente, con motivo a la apertura de los procedimientos
administrativos signados bajo el Nº 5699-97, 6098-97 y 6011-97, con respecto al mismo
expediente penal 12.293, donde aparecen las personas indicadas como procesadas,
planificando los procedimientos administrativos delictivos, dejando constancia de que
eso se encontraba planificado según constaba en las intervenciones telefónicas. Dichos
expedientes administrativos, al ser comparados en cuanto a su formación, evidencia que
sus actuaciones habían sido concertadas con anterioridad según el análisis comparativo
con el expediente penal sumarial Nº 12.293, donde incluso planifica el señor
LEOPOLDO SARRIA LLEVAR UN ESCRITO Y UN PERIODICO, que le iban a
quitar el caso, anuncian el procedimiento antes de su apertura; entre otros hallazgos que
se evidencian en el expediente 5699-97, mediante el cual se le destituyó. Se anuncia su
separación mediante la medida cautelar contenida en el expediente administrativo Nº
6098-97, mediante el cual se le sustraer el conocimiento del caso contenido en el
expediente 12.293 y se provee el cargo, por cuanto se saca a concurso antes de la
destitución.
Este Tribunal además observa, que de la comparación entre el expediente penal, donde
riela el informe pericial de examen practicado a los médicos forense estaba alterado,
hecho que constituye una pieza fundamental donde estaba vinculada la Fiscal del
Ministerio Público y del ciudadano LEOPOLDO SARRIA, entre otros, donde resultó
alterado el documento objeto de la experticia, no obstante, la JUEZ NOVENA
SUPERIOR EN LO PENAL; conoce el caso, obvia el documento alterado, conoce de
aspectos procesales no sometidos a su consideración, y ordena hacer una
OBSERVACIÓN A LA INSTANCIA, ampliamente dializada en el Libro respectivo, lo
cual consta también en las intervenciones telefónicas. Se observa, que la naturaleza del
Proceso Penal era de Salvaguarda, al punto que posteriormente conoce el Tribunal
Superior de Salvaguarda del Patrimonio Público, aunado, a que la Juez Novena
Superior, no repuso la causa, como también las averiguaciones ordenadas al ad quo,
luego de que la agraviada se inhibiera del caso por orden de Consejo de la Judicatura,
decidieron igual que ella, es decir, no haber lugar a la formación del sumario. Aunado a
la Advertencia que el hizo a dicha juez la SALA DE CASACIÓN PENAL, aludiendo
incluso a la imputación que le hizo a la victima por abuso de poder, en base a una norma
abrogada desde 1.982, por la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público,
inobservando el dictamen pericial que determinó las alteraciones documentales.
De igual forma se observa, que la Juez Superior Novena en lo Penal, envía la
OBSERVACIÓN A LA INSTANCIA AL Consejo de la Judicatura; el cual es
incorporado al expediente 5699-97, a pesar de haberse formulado una imputación por
abuso de poder en base a la norma derogada, y haber expuesto ante el Inspector de
Tribunales antes de tal remisión, es decir, sin tener conocimiento de la actuación de la
Juez Superior ante el referido órgano, lo que denota una tendencia para procurar la
indefensión a la victima.
Este procedimiento administrativo antes referido, adminiculado con los otros
procedimientos administrativos de fecha 12 y 19 de junio de 1.997, el primero;
distinguido con el Nº 6098-97, mediante el cual se separa a la victima del cargo de juez,
originado por la violación del sumario en la oficina distribuidora de Expedientes
Penales del Palacio de Justicia, cuando el Consejo de la Judicatura le ordena a la Juez
inhibirse del caso, y consta incluso en documento público suscrito por la Juez Maureen
Rojas, constituye otro elemento de convicción de la apertura de procedimientos
administrativos dolosos, en perjuicio de la juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA
RON, a fin de liberar el cargo, lo que representantaza una utilidad para los miembros
del Consejo de la Judicatura, lo cual queda de manifiesto cuando convocaron a concurso
sin haber destituido a la Juez MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, cargo que
obtuvo por Concurso de Oposición Público; y el segundo, el de otra destitución del
mismo cargo, cuando ya había sido destituida, e incluso ya estaba provisto por cuanto
fue sometido a concurso público de oposición, al respecto, dispone la Ley Orgánica de
Salvaguarda del patrimonio Público, lo siguiente:
Artículo 67.- Cualquier funcionario público que por hacer, retardar u omitir algún acto
de sus funciones, o que por efectuar alguno que sea contrario al deber mismo que ellas
impongan, reciba o se haga prometer dinero u otra utilidad, bien por si mismo o
mediante otra persona, para si o para otro, será penado con prisión de tres a siete años y
multa de hasta el cincuenta por ciento del beneficio recibido o prometido. La prisión
será de cuatro a ocho años y la multa de hasta el sesenta por ciento, si la conducta ha
tenido por efecto conferir empleos públicos, subsidios, pensiones u honores, o hacer que
se convenga en contratos relacionados con la administración a la que pertenezca el
funcionario, o favorecer o causar algún perjuicio o daño a alguna de las partes en
procedimiento administrativo o juicio penal, civil o de cualquier otra naturaleza. Si el
responsable de la conducta fuere un juez y de ello resultare una sentencia condenatoria
restrictiva de la libertad, que exceda de seis meses, la pena de prisión será de cinco a
diez años. Con las mismas penas y en sus casos, será castigado quien diere o prometiere
el dinero u otra utilidad indicados en este artículo.

La mencionada disposición se contrae a determinar quienes son los sujetos activos de


una de las modalidades de corrupción impropia, que en este caso exige la norma debe
tratarse de funcionarios públicos con competencia para hacer, retardar u omitir algún
acto de sus funciones, o que por efectuar alguno que sea contrario al deber mismo que
ellas impongan, lo cual constituyen los núcleos del tipo antes aludido, siendo que sin
una de esas conductas típicas es para favorecer o causar algún perjuicio o daño a
algunas de las partes en el procedimiento administrativo, se configura un subtipo
agravado del injusto penal antes aludido, esto quiere decir el sujeto pasivo sobre el cual
recae la acción típica debe habérsele causado algún daño o perjuicio. En el caso que nos
ocupa, es evidente que el procedimiento disciplinario número 56997 y el de junio de ese
mismo año, se dirigieron a sustraer del ámbito de la juez el conocimiento del expediente
penal número 12.293, para beneficiar a una procesada y con ello lograr excluir de las
filas del Poder Judicial a la víctima, y provisionar el cargo, incluso antes de la
destitución de la misma, motivo por el cual éste tribunal considera que si de encuentra
configurado el mencionado delito en contra de la víctima, es decir, la ciudadana
MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON.
Ahora bien en criterio de este Tribunal, la solicitud fiscal de sobreseimiento de la causa,
debe acogerse, por cuanto obviamente que desde 1.999 hasta la presente fecha han
transcurrido mas de cinco (5) años del cese de las funciones de los ex magistrados del
Consejo de la Judicatura y de la extinta Corte Suprema de Justicia, instituciones por
demás suprimidas por la nueva Constitución de 1.999, todo ello a tenor del artículo 102
de la hot derogada Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, debe
declararse la extinción de la acción penal, razón por la cual a tenor del numeral 3ro del
artículo 318, se declarada el sobreseimiento de la causa.
En efecto, lamentablemente, como dijo la Sala Plena en su sentencia de fecha 18 de
Diciembre de 2.000, sigue existiendo una notable mora de la justicia denotada en la falta
de impulso procesal en las actuaciones administrativas por parte de los magistrados que
conformaban el Consejo de la Judicatura, así como de quienes conformaban la Sala
Plena de la suprimida Corte Suprema de Justicia. Pues de haber actuado al emitir
pronunciamiento la tutela judicial hubiera sido efectiva y se hubieran abortado los
procedimientos de naturaleza delictiva. En el presente proceso penal ordenado por la
Sala Plena por el hoy Tribunal Supremo de justicia, a los entonces Magistrados del
Consejo de la Judicatura, no se evidencia mayores actuaciones, siendo sin embargo
suficientes para determinar la perpetración de delitos en contra de la victima, como las
fundamentadas precedentemente, adminiculado todo ello, a las lesiones a su honor y
reputación, desarrolladas con ensañamiento en contra de la profesión, reputación y buen
nombre de la victima, a través del desarrollo de la sanción administrativa y de la
sentencia judicial que la privó del cargo de juez, con grave perjuicio, por lo cual se
exhorta a las autoridades a no reiterar esa conducta que formó parte de la resolución
criminal.
Asimismo, siendo que la mencionada resolución fue una a través de varias acciones, el
delito debe reputarse como continuado a tenor del artículo 99 del Código Penal
Venezolano; no obstante desde 08 de mayo, 12 y 19 de junio de 1.997 los hechos
atribuidos a los miembros del Consejo de la Judicatura, han transcurrido mas de 10
años; y por parte de los hechos atribuidos al los ex Magistrados CECILIA SOSA,
HÉCTOR PARADISSI Y HERMES HARTING, quienes mas que el ocultamiento del
expediente de Sala Plena, fueron cómplices necesarios, pues sin su conducta ante
explanada no se hubiera producido la lesión antijurídica en perjuicio de la víctima; se
observa que desde el 29 de junio de 1.999, han transcurrido en el prior caso a más de 05
años la lesión del cese de las funciones, siendo que ha permanecido en el tiempo la
lesión antijurídica causada a la victima, que evidencia el perjuicio causado a la victima
MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, entonces juez 49 Penal y de Salvaguarda del
Patrimonio Público, por cuanto se evidencia de las actas procesales que recayó una
destitución sobre la ciudadana MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON del cargo de
Juez, a pesar del carácter delictivo y doloso debe declararse la acción penal extinguida y
por tanto prescrita, siendo inoficioso practicar alguna otra actuación, motivo por el cual
el Tribunal estima que esa fuera la razón del Ministerio Público para no practicarse.
Ese carácter delictivo y doloso usado por las autoridades competentes en el ejercicio de
sus funciones, son las que quebrantan el equilibrio ético y moral de las instituciones el
cual puede ser resguardado por las personas naturales que ponen en movimiento a las
personas morales, motivo por el cual, este Tribunal con competencia para ello, declara
la naturaleza delictiva de los procedimientos administrativos por constituir el objeto
material del tipo al que aludía el artículo 67 de la LOSPP, incoados en contra de
MARÍA DEL CARMEN LA RIVA RON, por parte del Consejo de la Judicatura, a la
cual como víctima, como mínimo debe resarcírsele el daño ocasionado hasta la fecha,
con la supresión de la destitución por ser absolutamente nula e inexistente, por tanto
dado su origen fue delictivo y por ende contrario a disposiciones constitucionales y
legales que rigen la materia.
En cuanto, a los hechos referidos por la víctima perpetrados en su contra por los
ciudadanos FREDDY MARTÍNEZ Y MARÍA MERCEDES VERNET, entre otros, de
naturaleza penal incoados en contra de la misma, este Tribunal, no tiene materia que
decidir por cuanto recayó sentencia definitivamente firme, por parte del Tribunal
Séptimo de Juicio del Área Metropolitana de Caracas, tal y como lo alega la víctima y
por notoriedad judicial, que declaró el fraude procesal incoado en su contra, y la
imposibilidad de una nueva prosecución penal en su contra.
Finalmente este tribunal, procede a señalar que uso de la Autonomía e independencia
del Juez establecida en el Código Orgánico Procesal Penal, así como lo señalado
expresamente en el artículo 318 “Sobreseimiento de la Causa”, permite que el
Juzgadora pueda decretar el mismo, pero modificando el Ordinal previo análisis de los
hechos, es por ello que este tribunal estima que lo procedente es decretarlo pero en base
a la extinción de la acción penal, en cuanto a la Prescripción

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