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Revista TORO #1 Septiembre/08

DE LA VIDA COMO NOMBRE


NOMB RE DEL SER Preguntemos, por ejemplo, qué es el ser sexuado,
Alain Badiou o sexual. Imposible de eso construir la intuición si
se parte de la identificación del hombre, o de lo
Traducción: Dominique Kahanoff masculino; pero tampoco si se parte, aunque más
no fuese como excepción o como mella, del ser
femenino, de la interioridad supuesta de una
Sostenemos que Deleuze está siempre en feminitud. Lo que es necesario, es venir al punto
diagonal de sus propias distinciones. Como todo de inflexión donde se embrollan, en una topología
gran filósofo, la maquinaria de las oposiciones que se bifurca, el devenir-mujer del hombre y la
categoriales, él no la monta más que para territorialidad masculina de la mujer. El hombre
determinar el punto que se sustrae, la línea de no es pensable más que como actualización de su
fuga que absorbe sus aparentes extremidades. Es virtualidad femenina. Mejor aún: no es pensable
el sentido profundo de una máxima metódica más que en el punto donde es inasignable a la
sobre la cual él no cesa de insistir: tomar las cosas masculinidad; porque su virtualidad femenina es
por el medio; no intentar encontrar desde un ella misma línea de fuga de una territorialidad
principio uno de los extremos, y de ir, luego, hacia masculina. De modo que nosotros pensamos el
el otro. No. Agarrar el medio, porque, entonces, el ser sexual cuando estamos en la indiscernibilidad
sentido del recorrido no está fijado según un entre un movimiento de feminización y un
principio de orden, o de sucesión; está fijado por suspenso de masculinización, que intercambian
la metamorfosis inestable que actualiza una de sus sus energías en lo indiscernible.
extremidades en aquella que es aparentemente la Diremos también: el ser sexual, pensado según su
más disjunta. Es esto que se podría llamar el ser, según la activación modal de su ser, no está
método anti-cartesiano. Hay una filosofía no sexuado, no es tampoco sexual, si entendemos por
cartesiana de Deleuze, como hay un teatro no «sexual» un repertorio de propiedades.
aristotélico de Brecht. Cualquiera que sea ese repertorio, y mismo si lo
Allí donde Descartes fija negativamente y complicamos al infinito, el ser sexual no es
reflexivamente la primera certeza de una cadena intuible más que en su mitad inasignable e
de razones, Deleuze agarra afirmativamente e indiscernible de todas las propiedades que las
impersonalmente el medio de una línea de fuga. metamorfosea las unas en las otras.
Allí donde Descartes salta a la garantía exterior de Que el ser no tenga ninguna propiedad es
sus referencias por la discontinuidad del gran una vieja tesis. Pero la renovación por Deleuze de
Otro, Deleuze intuye con una velocidad infinita la esta tesis es que el ser es la neutralización activa
continuidad de las metamorfosis, el intercambio de las propiedades por la virtualización
micro-económico del pequeño mismo y de su inseparada de la separación actual de esas
otro, o el intercambio macro-económico del propiedades.
pequeño otro y de su gran mismo. Que el ser sea la im-propiedad es también
Es, en realidad, la diferencial contra el una vieja tesis; es exactamente eso que Platon
álgebra. quiere decir cuando afirma que el Bien, que es el
Pero esta oposición metódica es una nombre del ser, no es una idea. Porque toda idea
oposición ontológica. Se trata de sustituir al orden es el ser-actual de una propiedad, y el Bien no
categorial y reflexivo de las certezas, la topología indica ninguna propiedad, siendo esto a partir de
fina de las inversiones, de las reversiones y de las lo cual toda propiedad, toda idea, viene a la
conmutaciones. Se trata que en cada punto el ser potencia de la partición que ella instituye.
distribuye a los entes el mismo sentido. Pero Deleuze transforma el tema de la
Tal es la exhortación de la ontología impropiedad del ser. Porque Deleuze piensa que
deleuziana: Que el Ser no sea plegado a ninguna en Platón, la impropiedad trans-ideal del Bien
categoría, a ninguna disposición fija de su sigue siendo aún una propiedad, la propiedad
partición inmanente. El Ser es univoco por eso trascendente de lo impropio por excelencia.
que los entes, no están jamás repartidos y ¿Cómo pensar que el ser es impropiedad sin que
clasificados por analogías equívocas. así se le asigne una suerte de sobre-propiedad

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trascendente? ¿Cómo evitar que lo impropio no pensar la desviación moviente como movimiento
sea al fin más que lo propio del ser? El camino del ser mismo, el cual no es ni virtualización, ni
que toma es eso que él nombra la univocidad, o la actualización, pero, aún una vez más, el medio
inmanencia. Es la misma cosa. Deleuze me indiscernible de los dos, el movimiento de los dos
escribió un día, en letra mayúscula: «inmanencia movimientos, la eternidad móvil donde se anudan
= univocidad». Pero ¿de qué se trata? Se trata de dos tiempos que divergen.
que la impropiedad del ser no sea otra cosa que la Y es además la razón por la cual el ser es
defección de las propiedades por su neutro. Porque su potencia es metamorfosear
virtualización; y que inversamente las como eterno retorno de lo mismo, eso que se
propiedades de lo ente no sean otra cosa que el presenta como partición categorial, sustraerse
simulacro Terminal de su actualización. Entonces, afirmativamente a las disyunciones que él efectúa
el ser es de-propiación de lo propio de la sin descanso. El ser es modalización por el medio
propiedad, pero también apropiación de su de eso que parece estar distribuido. Tampoco se
propia impropiedad. Lo que quiere decir que es el deja pensar en ninguna distribución.
movimiento de dos movimientos, o más bien: el Es el sentido deleuziano profundo del
movimiento neutro del Todo tal como en él enunciado de Nietzsche: más allá del Bien y el
mismo adviene la partición de los entes según lo Mal. El Bien y el Mal son aquí la proyección
indivisible, o lo indiscernible, del movimiento moral, o genealógica de no importa que partición
que los desune. categorial. Se podría decir, y Deleuze dice: del
Es la razón fundamental por la cual el ser otro lado de lo Uno y lo Múltiple, del otro lado de
merece el nombre de Vida. Nosotros planteamos la identidad y la diferencia, del otro lado del
allí una verdadera pregunta. ¿Por qué el ser, como tiempo y la eternidad. Y sobre todo: del otro lado
univocidad o inmanencia, debe llamarse «Vida»? de lo Verdadero y lo Falso. Pero «del otro lado
¿Por qué el ser como potencia es «potente vida de» no significa evidentemente ni una síntesis, ni
inorgánica que encierra el mundo»? El nombre un tercer término trascendente. Pero «del otro
del ser es, en filosofía, una decisión crucial. lado de» quiere decir: en el medio; allí donde, en
Recapitula el pensamiento. Incluso el nombre el intercambiador en red rizomática de la
«ser», si es elegido como nombre del ser, virtualización y de la actualización, el ser es eso
envuelve una decisión que no es en modo alguno que activa la esencial falsedad de lo verdadero y
tautológica, como se lo ve en Heidegger. Y desde virtualiza la verdad de lo falso; el ser es eso que
luego, todo nombre del ser declina a continuación hace venir la secreta bondad, la infernal bondad
las nominaciones que él induce. Así para del Mal, y es eso que despliega el maleficio
Heidegger del movimiento giratorio que envuelve terrible del Bien.
y desplaza Sein, Da-sein, y, al final del trayecto, Y será aún pobre e inexacto decir que la
Ereignis. O para mi propia cuenta, la serie neutralidad del Ser es de no identificarse ni al
disjunta que pasa de múltiple a vacío, de vacío a bien, ni al mal; ni a lo falso, ni a lo verdadero. Este
infinito, y, al final del trayecto, de infinito a «ni…ni» deja escapar el «y…y» de la
acontecimiento. metamorfosis. Porque el ser es el devenir falso de
¿Qué es lo que en Deleuze prende el lo verdadero, el devenir verdadero de lo falso, y es
pensamiento del ser a su nombre nietzschiano, la luego neutro de ser y verdadero y falso.
vida? Esto, que el ser debe evaluarse como Pero el «y…y» es él mismo todavía
potencia, pero como potencia impersonal, o demasiado pobre, es todavía demasiado
neutra. categorial.
Es potencia, ya que él es rigurosamente Deleuze, nosotros lo sabemos, aborrece la
coextensivo a la actualización de lo virtual y a la Lógica; el giro lingüístico y lógico de la filosofía al
virtualización de lo actual; o aún a la impropiación comienzo de este siglo era para él una gran
de lo propio, y a la propiación de lo impropio. O desgracia. El potente mundo anglo-americano de
aún a la disyunción desatante de los entes Melville y de Whitehead mortificado por la rumia
múltiples, y a la Relación, que define el Todo. Y analítica era para Deleuze un espectáculo
que en este «y», en esta conjunción, hay que deprimente.

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La lógica no es jamás, desde Aristóteles, liviana, haber dicho que la filosofía de Deleuze
más que la escritura de las categorías, el triunfo de implicaba una concepción ascética del
la propiedad contra la impropiedad. Habría que pensamiento; que ella se oponía a la
extraer de la univocidad deleuziana otra lógica; espontaneidad; que ella exigía una firme ruptura
una lógica donde, respecto a las distribuciones con las exhortaciones del Yo.
categoriales, nosotros no podemos contentarnos Preguntemos entonces: ¿qué pensamiento
con las conexiones usuales. El y…y, el o bien…o puede justamente estar, en la construcción de sus
bien, el ni…ni: todo esto extenúa, dilapida, la intuiciones, a la altura de la neutralidad del ser?
potente neutralidad del ser. Habría que pensar ¿Cómo venir al punto de intercambio y de
una sobre-imposición moviente del y, del o y del desviación de los movimientos, al punto
ni, porque entonces se podría decir: el ser es impersonal, inasignable, indiscernible? ¿Cómo
neutro, de eso que toda conjunción es una disolver las pretensiones cerradas de nuestro ser-
disyunción, y de eso que toda negación es una actual en el gran circuito integral de lo virtual?
afirmación. Deleuze es al menos tan consecuente
Este conector de neutralidad, este y-o-ni, como Nietzsche. Ahora bien Nietzsche sabe que es
Deleuze lo ha nombrado síntesis disyuntiva. Y hay necesario afirmarlo todo, que el Mediodía
que decir: el ser, como potencia neutra, merece el dionisíaco no deja ninguna parcela de la Tierra
nombre de Vida porque es, como la relación, el y- fuera de su activación pensante. Para Nietzsche,
o-ni, la síntesis disyuntiva. O aún también, el en cuanto embargadas en el núcleo de potencia
análisis conjuntivo, el o-y-ni. La vida es en efecto que re-afirma su llegada, todas las figuras de la
especificante e individuante, ella separa y desata; fuerza son integrables a Dionisio, que allí se
pero todo tanto ella incorpora, virtualiza y une. La desarticula y se recompone en esa risa cuyos
vida es el nombre del ser-neutro según su lógica dioses están muertos. Nietzsche sabe que el
divergente, según el y-o-ni. Ella es la neutralidad nombre «Vida» nombra la igualdad integral del
creadora que permanece en el medio de la síntesis ser. Y Deleuze afirma con él que el ser es la
disyuntiva y del análisis conjuntivo. igualdad misma.
Por esta razón Deleuze es el que efectúa el ¿Cómo la neutralidad no categorial podría
pensamiento más profundo de una idea capital de ella ser desigual? No por eso, Nietzsche se
Nietzsche. Nietzsche subraya que la vida es pronuncia menos por el aristocratisismo, en el
productora de las desviaciones de valor, ella es pensamiento, por la supereminencia de los
potencia evaluante y divergencia activa. Pero en fuertes, eso que puede parecer paradójico. Sin
ella misma, es inevaluable y neutra. El valor de la embargo, ¿quién o qué es fuerte? Es fuerte aquel
vida, dice Nietzsche, no puede ser evaluado. Lo que afirma integralmente la igualdad del ser,
que significa además: no hay vida de la vida; pues débil aquel que permanece desigualmente en esta
no es más que desde el punto de una vida que igualdad, aquel que mutila y abstrae la alegre
algún ente es evaluable. Es eso, la univocidad: no neutralidad de la vida. Pero así concebida, la
hay ser del ser. Y si la palabra «vida» conviene fuerza de ninguna manera cae por su propio peso,
como nombre de esta univocidad, es a partir de la fuerza es concentración y esfuerzo,
esta evidencia que no podría haber vida de la vida. despojamiento de todas las categorías bajo las
De la vida no hay más que el movimiento, él cuales nosotros construimos el abrigo opaco de
mismo pensable como entre-dos de los nuestra actualidad, de nuestra individualidad, de
movimientos de la actualización y de la nuestro yo (moi). «¡Sobriedad, sobriedad!» , está
virtualización. Es por lo cual que la potencia del dicho en Mil Mesetas. Sobriedad, porque la
ser, que es el ser mismo, es neutra, impersonal, opulencia espontánea, la irrisoria confianza en
inasignable, indiscernible. Y es a esas im- eso que somos, nos categoriza en una región
propiedades agrupadas que conviene el nombre pobre y asignada del ser. Si, ascesis, estoicismo,
de vida. porque para pensar es necesario darse los medios
Hace poco tiempo que salió mi pequeño de dejar atrás nuestros límites, de ir hasta al final
ensayo sobre Deleuze, pero ya comienzan a de eso que nosotros podemos. Ascesis, porque la
reprocharme, como una paradoja insostenible y vida nos constituye y nos juzga «según una

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jerarquía que considera las cosas y los seres desde lo virtual en lo actual, para lo nómada en lo
el punto de vista de la potencia». Ser digno de la sedentario, para el eterno retorno en el azar, para
vida inorgánica es también no demorarse la Memoria en la materia; sintéticamente: eso que
demasiado en la satisfacción de los órganos. El hace signo para lo Abierto en lo Cerrado.
nómada es aquel que sabe no beber cuando tiene ¿Sería yo fiel a Deleuze si no dijera aquí
sed, continuar debajo del sol cuando desearía mi reticencia, mi resistencia? Estoy convencido
dormir, acostarse solitario sobre el suelo que nada hace signo, y que de mantener el
desértico cuando él sueña con el abrazo y con estigma, aunque más no fuese en el colmo de su
alfombras. El pensamiento nómada está de disminución, de su diferencial ínfima, Deleuze
acuerdo con la neutralidad de la vida y con la concede aún demasiado a alguna hermenéutica de
metamorfosis por el ejercicio resistente donde se lo visible.
abandona eso que se es. En Nietzsche, es notoria que la teoría del
El «devenir quien eres» de Nietzsche signo es circular. Así Zaratustra debe identificarse
debe entenderse: no sos más que eso que como su propio precursor, aquel que es en las
devienes. Pero para venir allí donde la fuerza calles el gallo cuyo canto anuncia su propia
impersonal del Afuera activa ese devenir, hay que llegada. Eso que hace signo para el superhombre
negociarse a sí-mismo como síntesis disyuntiva, es el superhombre mismo, o el superhombre no
como análisis conjuntivo, separarse y disolverse. es más que el signo en el hombre de la llegada del
Aquellos que lo hacen son los fuertes. Así se superhombre, entre el acontecimiento y su
alumbra que la gran salud se gana en la anuncio, no se puede distinguir. Zaratustra es el
enfermedad, que hace de la salud una afirmación signo de Zaratustra. La locura de Nietzsche es
y una metamorfosis, no un estado y una venir en ese punto de indiscernibilidad donde
satisfacción; o que el héroe de la palabra flexible, para, según su anuncio, romper en dos la historia
aquel por quien habla la vida indiscernible, sea el del mundo, hay que estrellarse a sí-mismo, ya que
héroe de Beckett, agotado, destrozado, cabeza que el solo signo de la «gran política», donde el
chorrea lágrimas plantadas en el serrín de una mundo se estrella, es esa pobre singularidad que
jarra. ¿Y rehusaríamos decir que el pensamiento, bajo el nombre de Nietzsche, errando solitario y
el pensamiento-vida, es un ascesis? desconocido en las calles de Turín, declara su
Hay en verdad en el pensamiento de inminencia.
Deleuze un terrible dolor, que es la condición Pero Deleuze, como Nietzsche, debe
anti-dialéctica de la alegría, que es simultáneamente marcar en los entes actuales,
adelgazamiento de sí para que el ser decline por cerrados y disjuntos, su co-pertenencia a la gran
su boca y sus manos su único clamor. totalidad virtual; y también anular esa marca de tal
El nombre del ser es la vida solo para suerte que la neutralidad del ser no se encuentra
aquel que no toma la vida por un don o un tesoro, distribuida en categorías. Es necesario que el
o por una supervivencia, sino por un pensamiento cierre lleve el signo para lo abierto, haga en él-
que vuelve allí donde toda categoría entra en mismo signo para lo abierto. Si no ¿cómo
desfallecimiento. Toda vida está desnuda. Toda alumbrar que pensamos? ¿Cómo comprender
vida es descarnadura, renuncia a tomar los que estemos algunas veces obligados a quitar la
hábitos, a los códigos y a los órganos; no es que cerca de nuestra actualidad? El signo de lo
uno se dirija hacia el agujero negro nihilista. Pero abierto, o de la totalidad, es que ningún cierre es
al contrario para mantenerse en el punto donde se completo. Como lo dice Deleuze «el juntos es
intercambian actualización y virtualización; para siempre mantenido abierto en alguna parte, como
ser un creador, es decir eso que Deleuze llama un por un hilo tenue que lo ata al resto del universo».
«autómata purificado», una superficie cada vez Este hilo, por más tenue que sea, es un hilo de
más porosa a la modalización impersonal del ser. Ariadna. Él concentra el optimismo ontológico de
¿Dónde está, entonces, la dificultad? Yo Deleuze. Por más disjuntos y cerrados que pueden
diré que ella está, como para Nietzsche, en la ser los entes actuales, un delgado estigma, en
teoría del signo, de eso-que-hace-signo. Eso que ellos, guía el pensamiento hacia la vida total que
hace signo para lo impersonal en lo personal, para los disponen. Sin lo cual no tendríamos, ya que

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nada puede jamás comenzar absolutamente, lo inteligible, hace retorno en lo microscópico,


ninguna chance de pensar lo cerrado según lo cuando la indiscernibilidad de los componentes
abierto, o a partir de su virtualidad. de lo ente lo gira equívocamente, ya sea hacia la
Pero es necesario también que no haya síntesis disyuntiva de la vida, ya sea hacia el
signo, que nada por sí mismo haga signo. Porque análisis conjuntivo de la relación.
si no el ser no sería más unívoco. Estaría el Se puede decir también: Deleuze monta
sentido del ser según el ser, o en tanto que ser, y el un equipo fenomenológico inmenso, virtuoso,
sentido del ser según el signo del ser. Por eso ramificado, para poder escribir la ecuación
Deleuze, cuando habla de objetos, debe ontológica: ser = acontecimiento. Pero en el punto
simultáneamente afirmar que tienen una parte más ínfimo de eso que este aparato captura, se
real y una parte virtual; pero que esas dos partes reencuentra, precisamente, que eso que del ser es
son indiscernibles. De suerte que la parte virtual su ser no es nunca acontecimiento, de modo que
del objeto, que es precisamente su abertura, eso el ser permanece equívoco.
que le hace signo hacia la Totalidad, no es Por eso, instruyéndome junto a este genio,
verdaderamente un signo, porque no se puede pensé tener que decir que el múltiple puro, forma
discernir su función de signo de esa a propósito genérica del ser, no acoge jamás en sí mismo al
de lo cual ella hace signo. En realidad, el punto de acontecimiento como su componente virtual;
abertura de los conjuntos cerrados es menos aún pero que al contrario el acontecimiento le adviene
que un hilo tenue. Es un componente a la vez por una suplementación rara e incalculable.
enteramente tomado en la cerca, y sin embargo, Hubo que para esto sacrificar el Todo,
enteramente abierto, sin que el pensamiento sacrificar la Vida, sacrificar el gran animal
pueda separar esas dos influencias, y por cósmico del cual Deleuze encanta la superficie. La
consecuencia sin que ella pueda jamás aislar el topología general del pensamiento ya no es
signo. entonces, como él lo declaraba «carnal o vital».
Así como Nietzsche, Deleuze, para Ella es tomada en las redes cruzadas de la
mantener el postulado de univocidad, que matemática severa, como decía Lautréamont, y del
condiciona que el ser tenga por nombre la Vida, poema estelar, como habría dicho Mallarmé.
debe plantear que toda cosa es, en un sentido En el fondo, de los dos grandes lanzadores
oscuro, como un signo de ella-misma; no de ella- de dados de finales del siglo XIX, Nietzsche y
misma en tanto que ella-misma, sino de ella- Mallarmé, cada uno ha elegido el suyo. Queda que
misma en tanto que simulacro provisorio, o nos es universalmente común la gran pasión
modalidad precaria, de la potencia del Todo. filosófica del juego. Sí, se trata de eso, lo digo de
Pero si una cosa es signo de ella-misma, y una vez por todas: pensar, es arrojar los dados.
su dimensión de signo es indiscernible de su ser,
es indistinto decir: Todo es Vida, y decir: Todo es
signo.
El nombre del ser será la Vida, si se lo
piensa del lado de la unívoca potencia del sentido.
El nombre del ser será Relación, si se lo piensa del
lado de la equívoca distribución universal de los
signos.
Los entes ellos-mismos serán
enteramente disjuntos y sin proporción, si son
traídos de nuevo al ser como vida inorgánica.
Serán enteramente unidos y consonantes, si se los
vuelve a traer al ser como relación.
Creo que así el equívoco es re-instalado en
el corazón mismo del ser. Quizá la distribución
categorial, desechada de las grandes
clasificaciones macroscópicas, como lo sensible y

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