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Caracterización de las evidencias culturales, restos óseos aborígenes y de fauna extinguida

en la localidad de Guayos, Sancti-Spíritus, Cuba.

Autores:

Santiago F. Silva García (1)


Abel Hernández Muñoz (2)
María B. Cruz Martín (3)
Ileana Valdés Rodríguez (4)

(1) Licenciado en Física y Astronomía


Arqueólogo aficionado
(2) Licenciado en Biología
(3) Licenciada en Biología
(4) Técnica en bibliotecología

RESUMEN.- A través del estudio del material humano y faunístico, así como de otros
elementos culturales colectados en una cueva de sierra Gabino, Guayos, provincia Sancti-
Spíritus; se analizan los nexos existentes entre estas evidencias arqueológicas y paleontológicas.
El descubrimiento y reporte de restos de mamíferos extinguidos de la fauna pleistocénica y de
aborígenes cubanos en el municipio Cabaiguán constituye un importante aporte al conocimiento
faunístico, cultural e histórico de esta localidad.

*Manuscrito aprobado en sesión científica el 28/09/95.


Agradecimientos.-

-Al Dr. Manuel Rivero de la Calle, por su valiosa información y constante apoyo a nuestras
actividades.
-A Roberty Hernández y Osmany Rodríguez; funcionarios del CITMA y espeleólogos ambos,
por poner en nuestras manos las primeras evidencias colectadas en sierra Gabino.
-A los miembros del Grupo CAONAO, que participaron en los trabajos de campo.
INTRODUCCIÓN.-

A finales del Pleistoceno -hace 6000 o 7000 años, aproximadamente- se extinguieron


gradualmente el reducto de los componentes de la fauna autóctona cubana.
Aquella fauna tenía características muy peculiares. Entre las aves diurnas reinaba un águila
enorme (Aguila borrasi Arredondo), una de las más grandes de todos los tiempos. De noche,
otros gigantes depredadores pululaban en la floresta. Varias lechuzas gigantes (Tito noeli
Arredondo, Tito riveroi Arredondo) y búhos enormes (Ornimegalonix oteri Arredondo, O.
acevedoi Arredondo).
Otros gigantes fósiles fueron Megalocnus rodens Leidy, desdentados gravígrados semejantes a
un oso negro, aunque con el cráneo más estrecho. Se alimentaban de retoños vegetales, al igual
que otros representantes de la misma familia, que convivieron con aquel. Se trata de Mesocnus,
que tenían la talla de un perro robusto, Microcnus del tamaño de un gato y varios otros del
mismo tamaño y aún tan pequeños como un ratón (1).

A la llegada de los primeros grupos de aborígenes se encontraron con esta escasa población de
animales que había logrado, probablemente, soportar la inestabilidad del clima debido a las
glaciaciones pleistocénicas e incorporándola a la dieta, colaboraron indirectamente a su
extinción.

Hasta hace apenas algunos años, el hallazgo de restos óseos de perezosos cubanos extinguidos
constituía un suceso en extremo poco frecuente; ya sea en estado natural o fósil.
El primer descubrimiento de este tipo lo realiza Felipe Poey en 1861, en los baños de Ciego
Montero, cerca de Cienfuegos. El hallazgo correspondía a una mandíbula fósil.
No se producen nuevos reportes hasta fines de la primera década del siglo XX. En esta ocasión el
descubrimiento se efectúa por parte del Dr. Carlos de la Torre, de nuevo en el mismo lugar y en
una casimba de la sierra de Jatibonico; ésta última en la actual provincia de Sancti-Spirítus. Los
restos óseos pertenecían a Megalocnus y otras especies de perezosos.
El arqueólogo norteamericano M.R. Harrington (1919) descubre en un abrigo rocoso de Portales,
Pinar del Río, huesos del extinguido perezoso ligados con restos de dieta, implementos o
artefactos líticos y restos humanos.
En la década del 40, el propietario del balneario San José del Lago, Mayajigua, provincia Sancti-
Spíritus, encuentra restos óseos humanos y de Megalocnus en las excavaciones realizadasa por él
en el referido lugar.
Los hallazgos de restos óseos de estos desdentados, asociados con restos humanos continúan
produciéndose; comprobándose de esta manera que el arribo de nuestros primeros aborígenes al
archipiélago cubano se produce en fechas más tempranas de lo que se pensaba.
En julio de 1995 se colectan en la localidad de Guayos, municipio Cabaiguán, provincia Sancti-
Spíritus, restos óseos aborígenes y de fauna pleistocénica; acontecimiento esté trascendental en
dicho territorio.
El Dr. Manuel Rivero de la Calle, eminente entropólogo cubano, al tener noticias del
descubrimiento; expresa lo siguiente:
-”Realmente no me hubiera imaginado la existencia en dicha elevación de restos humanos
y de desdentados en un sitio que visité siendo joven ... en el lugar había recogido restos
paleontológicos, pero fueron de rudistas ...” (Rivero, comunicación personal).

Esta investigación persigue entre otros fines, interpretar a partir de las evidencias colectadas, los
aspectos socioculturales relativos al grupo humano asentado en el área objeto de estudio; así
como elevar el nivel de conocimiento científico, cultural e histórico de la localidad.

MATERIALES Y MÉTODOS

-Las evidencias, tanto arqueológicas como paleontológicas, se colectaron por medio de una
paciente labor de rescate. Se tamizaron los sedimentos terrígenos que se lograron escurrirse a
través de las diaclazas y grietas presentes en ciertos sectores del salón principal de la cueva,
lugar éste donde yacía “in situ” el cúmulo total de las evidencias antes de efectuarse los trabajos
de acondicionamiento de la espelunca para fines de la defensa civil.
-Antes de colocarse en las bolsas para su transportación, se realizó una selección previa del
material en tres grupos: restos óseos, material lítico y dieta.
-Se confeccionó el croquis de la cueva, centrando sólo el interés en el salón principal.
Conjuntamente se efectuaron los trabajos espeleométricos, genéticos, bioespeleológicos e
hidrológicos imprescindibles.
-A 3,20 m. de la entrada de la cueva, junto a la pared derecha y entre dos grandes clastros, se
decidió practicar una pequeña cala de 0,50 m. x 0,50 m., con el objetivo de conocer si aún
quedaba algún área no alterada con evidencias que permitieran corroborar si se estaba en
presencia de dos acontecimientos (presencia humana y de fauna pleistocénica) que se produjeron
en etapas cronológicas diferentes o simultáneas. Los resultados fueron positivos, por lo que se
paralizaron estas labores hasta obtener el permiso correspondiente para llevar a cabo
excavaciones arqueológicas controladas en este sector.
-Luego del traslado del material, se procedió a su limpieza y catalogación.
-Se hace una nueva selección de evidencias; diferenciándose los restos óseos en humanos y
faunísticos. El material lítico se procesó de manera parecida: sílex y piedra en volumen.
-Finalmente la dieta se agrupó de la siguiente manera: pinzas de jaibas, hemimandíbulas y
huesos de jutías, y moluscos.
-En la identificación de cada uno de los restos óseos humanos se consultaron tanto bibliografía
especializada, como también el criterio de algunos especialistas en esta materia.
-Con el empleo del estereoscopio se logró identificar taxonómicamente los géneros de las jutías,
presentes en la dieta. Este análisis parte de la observación del primer molar de las
hemimandíbulas, por su cara lingual.
-Los restos óseos de fauna pleistocénica se identificaron utilizando para ello huesos fósiles de
otros ejemplares descubiertos y estudiados con anterioridad; apoyándonos en la Anatomía
Comparada.
-Por no existir una industria de piedra tallada definida, debido al reducido número de piezas
retocadas o herramientas, sólo se efectuó el estudio tipológico del material de sílex.
-Se confeccionaron tablas que permiten apreciar y diferenciar con mayor claridad la magnitud y
características del material estudiado.
-Finalmente, se realiza la ubicación y localización de la sierra y la cueva; para ello se empleó la
hoja cartográfica correspondiente y la brújula, orientando ambos en el terreno.

ÁREA DE ESTUDIO

Ubicación.-
La cueva La Tinaja se encuentra ubicada en el cerro cársico residual denominado sierra Gabino,
que se halla a 1,5 km. al SW del poblado de Guayos, en el municipio Cabaiguán, provincia
Sancti-Spíritus.

Relieve.-
La sierra, donde se abre la cueva, está constituida por calizas que se elevan en forma de un cerro
cársico residual, con alturas que van desde 100 m. hasta 150 m. s. n. m. La cueva La TInaja se
desarrolla a los 100 m. sobre el nivel del mar.
El relieve de Gabino es cársico cupular, caracterizándose por formas abruptas, con paredes
escarpadas y una cima que tiende a ser ligeramente redondeada. Su superficie está cubierta por
un campo de lapiés con agudas aristas y muchas veces profundas acanaladuras.
En el cerro se observan otras formas cársicas como son las dolinas de pequeño tamaño,
casimbas, diaclasas de distención, carsolitos y cuevas.

Geología.-
La cueva se desarrolla en calizas con un contenido faunal alto en foraminíferos. Su color varía
entre el blanco y el crema, generalmente y su matriz posee un aspecto micrítico. Estos
sedimentos corresponden a la sección alta de la Formación Isabel, que datan del Cretásico
Superior (Maestrichtiano). Sus estratos yacen verticalmente con un rumbo NW-SE de sus capas.
Es característica la presencia de un intenso agrietamiento con sistemas de grietas en varias
direcciones, fenómeno que ha permitido la carsificación hipógea del macizo. La posición
tectónica de este último es muy controvertida y tal parece que se trata de un cuerpo alóctono.
Los estratos son gruesos, masivos y forman un cuerpo monoclinal.

Clima.-
Se corresponde con el de la región climática del tipo II (llanuras y alturas con humedecimiento
estacional relativamente estable, alta evaporación y altas temperaturas) y subtipo 4 del mapa 55
(Regionalización Climática General), escala 1:2 000 000. hoja VI, 4.4 del Nuevo Atlas Nacional
de Cuba.

Hidrografía.-
El cerro es bordeado por su ladera norte por el arroyo Guayos, una cuenca superficial pobre pero
permanente, que suministra agua a la fauna silvestre y debió servir de fuente de abasto a los
aborígenes.

Suelos.-
Los suelos, donde los hay, son pardos con carbonatos típicos; mostrando una apariencia
homogénea y donde están ausentes aparece el lenar desnudo.

Vegetación.-
La vegetación original ha sido muy modificada por la tala, observándose restos de bosques
semidecíduos sobre roca caliza, alternando con manigua secundaria y pastos.

Faunación.-
En Gabino se encuentra una fauna residual mesófila, que es representativa del zoocomplejo de
bosques semidecíduos; la cual se caracteriza por ocupar las regiones pedregosas y las áreas de
calizas con manifestaciones cársicas en las llanuras. Es un tipo relativamente rico respecto a las
especies animales endémicas y muy localizadas. Es abundante en moluscos terrestres, hormigas,
termites, mariposas, gusanos, legartijas, aves insectívoras y murciélagos. Las jutías se encuentran
frecuentemente.

Cueva La Tinaja.-
Esta espelunca, espeleométricamente, es una cueva; constituida por un sistema de solapas,
originadas por grietas horizontales, que en un determinado momento de su desarrollo se
interconectaron (coalescieron) entre sí a diferentes niveles. Este fenómeno crea la hipótesis de
que la cueva pudo haber tenido un origen freático con una postrior influencia vadosa y clástica,
en la etapa más tardía.
Es necesario destacar que este antro en la actualidad se encuentra en un estado de senitud
genética.
En las entradas que dan acceso a las solapas, que a su vez dieron lugar a la cueva; yacen grandes
clastos, desprendidos del alero de éstas, en algún momento del desarrollo intenso de la
carsificación en el maciso.
El piso de la cueva está cubierto por sedimentos arcillosos pardos, procedentes del exterior,
depositados por las aguas pluviales durante el Cuaternario. Por su aspecto parecen pertenecer al
Pleistoceno. Desde el punto de vista hidrogeológico la cueva es inactiva y por su morfología se
infiere que su antigua forma de conducción era predominantemente horizontal, teniendo en
cuenta su disposición espacial.
Espeleoclimáticamente hablando, se trata de una cueva abierta con un intercambio intenso de
materia y energía con el exterior..
Su espeleofauna no es rica, observándose algunos elementos de la artropofauna cavernícola, una
especie de reptil de hábitos petrícolas (Anelis lucius) y algunos ejemplares de murciélagos de
hábitos fruteros (Artibeus jamaicensis).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Restos humanos.-
El estado de conservación de la mayoría de los restos óseos humanos es bueno, en ello debió
influir las condiciones de la cueva; así como la alcalinidad del suelo donde yacía el esqueleto. Al
parecer lo cubría también una gruesa capa de cenizas, lo cual se infiere debido a que se logró
rescatar varios huesos del piso en un sector donde se alteraban sólo los estratos superiores.
En realidad, el enterramiento se efectuó a poca profundidad, según se observa por la línea o
huella del nivel del piso, presente a lo largo del extremo inferior de la pared derecha de la cueva.
Se detectó un fragmento de radio perteneciente al antebrazo derecho con huellas o incisiones
transversales a la altura de la protuberancia, cerca de la cabeza del hueso. Esto sugiere la
posibilidad de que haya sido roído el hueso por algún roedor con posterioridad a la muerte del
individuo.
Algunas vértebras y fragmentos de huesos largos muestran residuos de colorante rojo (hematita);
lo cual hace pensar en la existencia de determinadas prácticas funerarias mágico-religiosas. Este
fenómeno de huesos pintados ha sido observado por Álvarez Conde (1960) en los residuarios de
cueva La Jutía, Fomento y en cuevas de la costa norte del este de La Habana, cuestión esta
comprobada en más de una oportunidad en restos óseos humanos exhumados en cuevas de esta
última región (2).
Resulta imposible, por el momento, expresar de manera definitoria acerca de la posición en que
debió colocarse el esqueleto, por las causas referidas con anterioridad en esta investigación; sin
embargo, no cabe la menor duda que .la categoría que le confiere es el de enterramiento
secundario, teniendo en cuenta los criterios antes expuestos.
Con relación al sexo, la estatura y la edad, el estado de fragmentación de los huesos más
importantes para estos fines no permiten la obtención de dicha información.

La dieta.-
Los restos alimenticios, diseminados en toda la superficie de la cueva, consisten
fundamentalmente en huesos de mamíferos, pinzas de crustáceos y conchas de moluscos.
Dentro de los mamíferos se logró identificar dos géneros de jutías ya extinguidas: Geocapromys
y Boromys; además del género Capromys, del cual existen varias especies en la actualidad.
Son abundantes dentro del cúmulo total de restos alimenticios las pinzas de jaibas (Callinette sp.)
y de cangrejo azul (Cardisoma guanhumi).
Es difícil determinar, en cuanto a los moluscos, si la presencia de los gasterópodos terrestres
Zachrysia sp. y Farsimil sp. en la cueva está vinculada a la dieta o responde realmente a un
fenómeno natural de arrastre a través de colectores pluviales. Sin embargo, se debe significar que
existe cierta abundancia relativa, al menos del primero.
Del análisis faunístico de la dieta se infiere, en sentido general, que las actividades
subsistenciales del grupo aborigen que habitó la cueva La Tinaja se centraban fundamentalmente
en la caza y la recolección, entre otras.

Fauna extinguida.-
En el análisis o estudio de la dieta se hizo referencia a dos géneros de jutías que formaron parte
de la alimentación del grupo asentado en la cueva: Geocapromys y Boromys. Restos óseos de
ejem`plares de los referidos géneros fueron reportados en sitios arqueológicos ubicados en otras
zonas del territorio de Cabaiguán por Silva y Álvarez (1985); estas son: Tres Palmas, La Aurora
y Neiva Viejo.
Se colectó una hemimandíbula, también de jutía, pero de la especie Capromys arredondoi,
descrita por Varona (1984) como correspondiente al Pleistoceno Superior de Cuba,
En cuanto a los grandes mamíferos, se localizaron las siguientes evidencias: un incisivo, cuatro
garras y un fragmento de costilla; todas ellas en buen estado de conservación y no fosilizadas.
Han sido identificadas como pertenecientes a Megalocnus rodens Leidy, el cual tenía un tamaño
aproximado de metro y medio, con un peso que debía corresponder aproximadamente de 200 a
300 Kg. (3).
En la provincia de Sancti-Spíritus se ha reportado el descubrimiento de restos óseos de
Megalocnus rodens Leidy en varias localidades, cuestión esta que pudiera ir en aumento a partir
del estudio más profundo de áreas con iguales o semejantes características.

Piedra tallada.-
Sólo se pudieron rescatar siete preformas y tres herramientas (raspador, raedera y lasca con
retoque ventral), todas ellas concebidas en lascas de mediana a pequeñas dimensiones.
Las características dimensionales y tipológicas de las herramientas de sílex no permiten, ante
todo, expresar una correspondencia entre estas herramientas y la fauna pleistocénica. En
resumen, no hay elementos que corroboren asociación entre la fauna extinguida y los restos
aborígenes presentes también en la cueva. No obstante, la aplicación del Método de colágeno a
una muestra de restos humanos posibilitaría conocer, al menos, en que período o etapa
cronológica la cueva fue habitada por el grupo humano.

Otras evidencias.-
Como en los restantes sitios arqueológicos del territorio de Cabaiguán, aquí se evidencia el
empleo de la hematita, material tintóreo de color rojo, que debió ser utilizado en esta ocasión no
sólo en la decoración corporal y como protección contra plagas de insectos, sino además, para
teñir los huesos humanos. Esto último se infiere (su empleo) por la presencia de un fragmento
irregular o amorfo del referido mineral ferroso entre las evidencias arqueológicas.
Se colectó un guijarro de forma ovoidal con huellas de trabajo, que indican traseológicamente
que debió ser utilizado en la función de majar, aunque las huellas no son muy significativas. Otro
artefacto interesante resultó ser una delgada laja de roca sedimentaria en cuyo perímetro se
denota una muesca, provocada por el uso probable en el alisado o descortezado de maderas.

CONCLUSIONES

-La cueva La Tinaja, según la evidencias culturales estudiadas, puede ser clasificada como cueva
habitacional-funeraria.

-Los restos óseos humanos corresponden a un sólo individuo; ya que ninguno de los huesos se
repite.

-Los restos óseos humanos corresponden a un individuo de la raza mongoloide, a la cual


pertenecen nuestros amerindios, lo que resulta del análisis de un incisivo con la característica de
diente en forma de pala, además de las evidencias culturales asociadas.

-La presencia de huesos teñidos de rojo posibilita afirmar que estamos en presencia de un
enterramiento secundario y que ello forma parte, posiblemente, de un ritual funerario con
características mágico-religiosas.

-.El hallazgo de restos humanos aborígenes en sierra Gabino constituye un hecho de trascendente
importancia, por ser el primer reporte de este tipo en el municipio de Cabaiguán.

-La existencia de restos óseos de Megalocnus rodens, Capromys arredondoi y otros de fauna
extinguida pleistocénica le confieren a esta cueva gran importancia paleontológica.

-Los resultados de esta investigación amplían, profundizan y enriquecen en la historia local el


Período de la Comunidades Aborígenes del territorio de Cabaiguán.

RECOMENDACIONES

-Continuar los trabajos de campo en las nuevas áreas no alteradas de la cueva, que permitan
establecer cronológicamente la asociación o no de entre las evidencias humanas y la fauna
pleistocénica.

-Elevar a la Dirección Provincial de Patrimonio la necesidad de que se proteja la cueva, dada su


gran importancia para el patrimonio cultural del territorio.
REFERENCIA

(1)-Iturralde-Vinent, Manuel A. (1988): Naturaleza geológica de Cuba, editorial Científico-


Técnica, pp. 110-112, Ciudad de La Habana, Cuba.
(2)- Martínez Gabino, Aida (1988): Presencia aborigen en cuevas de la costa norte del este de La
Habana, en Anuario de Arqueología, editorial Academia, p. 143, La Habana, Cuba.
(3)- Dacal MOure, Ramón y M. Rivero de la Calle (1986): Arqueología aborigen de Cuba,
editorial Gente Nueva, p. 51, Ciudad de La Habana, Cuba.

BIBLIOGRAFÍA

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Dacal Moure, Ramón y M. Rivero de la Calle (1986): Arqueología aborigen de Cuba, editorial
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Harrington, M. R. (1935): Cuba antes de Colón, tomo I, Cultural S. A., La Habana, Cuba.

Herrera Fritot, René (1962): Nociones prácticas de Osteología Humana, Departamento de


Antropología, Academia de Ciencias, La Habana, Cuba.

Iturralde-Vinent, Manuel (1988): Naturaleza geológica de Cuba, editorial Científico-Técnica,


Ciudad de La Habana, Cuba.

Pino, Milton y Nilecta Catellanos (1985): Acerca de la asociación de perezosos cubanos


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Academia de Ciencias, La Habna, Cuba.

Rivero de la Calle, Manuel (1966): Las culturas aborígenes de Cuba, editorial Universitaria, La
Habana, Cuba.

____________________ (1985): Nociones de Anatomía Humana aplicadas a la Arqueología,


editorial Cientifico-Técnica, Ciudad de La Habana, Cuba.
Schumacher, Gert-Horst (1988): Odontografía. Anatomía de la superficie dental, editorial
Científico-Técnica, Ciudad de La Habana, Cuba.

Silva García, Santiago y colaboradores (1991): Período de las comunidades aborígenes. Primera
versión de la historia local del municipio Cabaiguán (inédito).

Sinelnikov, R. D. (1984): Atlas de Anatomía Humana, tomo I, editorial Mir, Moscú.

Varona, Luis S. (1984): Nueva especie fósil de Capromys (Rodentia Capromyidae) del
Pleistoceno Superior de Cuba, en Poeyana, nº 285, Instituto de Zoología, Academia de Ciencias,
La Habana, Cuba.

____________ (1984): Otra especie fósil de Capromys (Rodentia Capromyidae), en Poeyana, nº


286, Instituto de Zoología, Academia de Ciencias, La Habana, Cuba.

Zamora Martín, Eugenio (1980): Pequeño diccionario de términos biológicos, editorial


Científico-Técnica, Ciudad de La Habana, Cuba.

Colectivo de autores (1988): Anuario de Arqueología, editorial Academia, La Habana, Cuba.


ANEXO.-

Tabla # 1.- Material arqueológico y paleontológico colectado durante las actividades de rescate
en el sitio habitacional-funerario cueva La Tinaja, Guayos.

1.- Restos óseos humanos...................................................................................... 64


2.- Restos óseos fauna extinguida.......................................................................... 15
3.- Restos óseos fauna sin identificar especie........................................................ 25
4.- Herramientas de sílex....................................................................................... 03
5.- Preformas en lasca............................................................................................. 15
6.- Artefactos en piedra en volumen...................................................................... 02
7.- Material tintóreo (hematita)............................................................................... 01
8.- Restos alimenticios.............................................................................................87

Observaciones: - Las cantidades vienen expresadas en unidades (se incluyen fragmentos).


- Las hemomandíbulas de jutías de especies extinguidas (Geocapromys y
Boromys) están incluidas además dentro de los restos alimenticios, por ser géneros identificados
en la composición de la dieta en un número considerable de sitios arqueológicos del país.
- El mineral tintóreo es el único elemento colectado ligado a la superestructura de
este grupo humano.-

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