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ESCUELA NORMAL SUPERIOR DEL ESTADO DE MÉXICO

DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN INICIAL

LICENCIATURA EN ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE LAS MATEMÁTICAS EN


EDUCACIÓN SECUNDARIA

CURSO: TEORÍAS Y MODELOS DE APRENDIZAJE

ENSAYO: ¿HACIA UNA HUMANIDAD SIN HUMANIDADES?

NOMBRE DEL DOCENTE EN FORMACIÓN: GIL MARTÍNEZ JOCELYN

NÚMERO DE LISTA: 8

NOMBRE DE LA TITULAR: FRANCISCO GONZÁLEZ JIMÉNEZ

SEGUNDOSEMESTRE

PRIMERA UNIDAD

CICLO ESCOLAR

2019-2020

TOLUCA, MÉXICO, 09 DE ABRIL DEL 2020


INTRODUCCIÓN

“La educación es valiosa y válida, pero también que es un acto de coraje, un paso al
frente de la valentía humana”.

En este ensayo explicare el quinto capítulo: ¿Hacia una humanidad sin


Humanidades? del libro el “Valor de la Educación” del autor Fernando Savater en el
cual se aborda la importancia de las humanidades en el ámbito escolar, haciendo
énfasis en que no solo se trata de las materias sobre «humanidades», sino que se
trata de la forma en cómo se enseña cualquier materia, esa parte humana.

Nosotros como maestros de educación básica tenemos una labor muy importante,
pues ya que desde la primaria y secundaria se preparan a los estudiantes, pues es
ahí donde los estudiantes adquieren el hábito de estudio además de la inclinación
hacia alguna especialidad para la educación media superior y superior.

El libro, en general, va dirigido a los maestros, ya que la escuela es el lugar donde


los niños pasan más tiempo, y la misión como maestro es formar personas con
valores. Sobre todo, para los estudiantes la escuela es la única opción para poder
mejorar su situación económica, además de que se mantengan lejos de las drogas y
el vandalismo.

Considero que todo aquel que quiere ser docente debe darle una leída a este libro,
pues se tratan aspectos para seguir impartiendo clases con el toque humanista que
se está perdiendo.
DESARROLLO

El libro inicia diciendo que cada época tiene sus terrores, pero a la sociedad no le
aterrorizan verdaderos problemas. En el caso de nuestra época, la educación es un
aspecto que nos debería aterrorizar, porque en los planes de estudio desaparecerán
las humanidades por especialidades técnicas que lo único que le brinda a el
estudiante es la aplicación laboral.

Las humanidades ayudan a desarrolla la capacidad de análisis, la curiosidad, el


razonamiento lógico, la sensibilidad, entre muchas otras, y que es más enriquecedor,
humanamente, que las ciencias experimentales.

Sin embargo, el autor cuando se refiere a las humanidades, no se refiere al título de


las materias, ni a su carácter científico o literario, ya que todos los aprendizajes son
útiles para la formación del estudiante y además que son imprescindibles para los
docentes cuyo futuro depende de ellas, pero lo verdaderamente importantes y hacia
donde se quiere dirigir el autor, es que <<no importan lo que se enseñe con tal de
que despierten la curiosidad y el gusto de aprender, pues de nada sirve enseñar una
ciencia sino se enseña de una forma adecuada, además de que cada docente esta
para un objetivo general y no especializado (Francois de Closets)>>.

Entonces, lo humanista de cada materia se demuestra en la forma en que el docente


la imparte. Se mencionan principalmente a las matemáticas y a la filosofía, pues son
materias que a menudo resultan poco atractivas para los estudiantes, ya sea por: el
maestro incompetentes, que en lugar de atraer hacia el conocimiento, solo lo
expulsa; porque la materia está llena de muchos grupos de nombres o simplemente,
por el lenguaje que muchas veces no es apto para iniciar a los estudiantes. El autor
menciona ejemplos de cómo Lewis Carroll o Martin Gardner estimularon la
imaginación cuando abordaron las matemáticas o libros cono El Mundo de Sofía y Mi
Ética Para Amador que prueban que hay formas de introducir a los estudiantes a la
filosofía.

La humanidad se pierde cuando se da el fenómeno de la pedantería pedagógica. En


un principio, la palabra <<pedante>> no hacía referencia a un término peyorativo,
pues pedante quiere decir <<maestro>>, sin embargo, ahora hace referencia a un
vicio que nace de la vocación de enseñar que está acompañado de un eco maligno
que en casos graves puede esterilizar a la vocación.

Los rasgos de la pedantería son que se exalta el conocimiento propio en vez de


comunicarlo, se hacen ademanes intimidatorios de sabiduría, se centra
puntillosamente en las formalidades académicas, menosprecia la estimulación del
neófito. Confunde. No abre los ojos a casi nadie, pero se los salta a unos cuantos.
Francois de Closets afirma que los antecedentes de la pedantería, es que gran parte
de los maestros fueron alumnos demasiado buenos en la asignatura que ahora
tienen que enseñar. Por eso no son empáticos con los estudiantes que no comparten
su afición y consideran que todo el mundo debería prestar la misma atención a su
disciplina.

Entonces, el profesor que quiere enseñar una asignatura debe de empezar por
transmitir el deseo de aprenderla y no transmitir ese deseo por obligación. Para
despertar el deseo de la curiosidad de los alumnos debe ser estimulado y no
empezar de golpe a explicar los fundamentos teóricos de la materia, ya que el
pedante se dirige a sus alumnos como si estuviese en un congreso, pues su
problema es que no quiere enseñar, sino ser admirado.

Otro aspecto es que, cuando no hay una guía eficaz por parte del maestro, de nada
sirve memorizar formulas y nombres, pues no tendrán ningún significado para el
estudiante, es decir, no hay comprensión por parte del estudiante y por lo tanto se
genera empatía en este. Por eso es una buena opción apoyarse de del humor y
referencias populares a la hora de dar clase, pues antes de aprender a disfrutar los
mejores logros intelectuales hay que aprender a disfrutar intelectualmente.

Lo importante es abrir el apetito cognitivo de estudiante, ser humilde como maestro


enseñando con arte y paciencia para ayudar a los estudiantes a tener un panorama
general de la asignatura.

Entonces la pérdida de la humanidad no tiene relación con que se den más horas de
ciencias que de letras, sino en que no hay que ser indiferente ni bufarse cuando se
hable de una u otra. A pesar de eso, se cree que la deshumanización es por culpa de
los ordenadores, los videojuegos y otros inventos, sin embargo estos son solo
herramientas que surgen con el afán de mejorar nuestros conocimientos y no con el
afán de torturar o exterminar al prójimo, pues si se emplean para tales fechorías, es
culpa de quien las hace y no de las maquinas.

Después se da la explicación de donde viene el termino <<humanista>> que sobre


todo fomenta el respeto racional ya que eso nos hace semejantes a todos y en la
educación se debe dejar la idea en los estudiantes de que la evolución humana es un
proceso que no ha terminado.

Se aborda a la verdad como otro ejemplo de la deshumanización, pues, en la


escuela se sacralizan las opiniones y sobre todo la capacidad de abstracción,
además se cree que la relevancia de una opinión está en quien le pertenece y no en
lo que fundamenta. Sin embargo, la humanización se hace presente cuando
respetamos las opiniones ajenas y sobre todo evitar que cuando nos desmientan un
argumento nos lo tememos como una agresión física. Por lo tanto es importante
aprender a discutir, a refutar y a justificar lo que pensamos, pero también hay que
desarrollar la capacidad de escuchar.

Otro aspecto de la educación humanista es la narrativa, ya que después de la


palabra oral, la voz escrita es más potente para el crecimiento intelectual, pero
algunos creen que retrasar el aprendizaje de la lectura es algo secundario. Pero una
educación humanista fomenta la lectura y la escritura, y sobre todo, como maestros,
no hay que imponerlas como obligación a los estudiantes.
CONCLUSION

Este quinto capítulo me gustó mucho y supongo que todo el libro también tiene un
gran mensaje para todos los docentes y además de que sirve para ver si tenemos
vocación o simplemente nos damos cuenta de que no servimos para esa carrera.

Con este capítulo aprendí que todos los maestros no somos especialistas sino
generales, que no debemos de creernos expertos en la especialidad con la que
salimos de la Normal, más bien, debemos respetar cada especialidad, pues todas
son importantes porque aportan aprendizajes a los estudiantes y como lo dice el
autor en el libro “no importa la materia, sino la forma de enseñarla”.

Como impartir las materias debe ser lo que de verdad nos importe, pues como
maestros, nos debe importar que nuestros estudiantes aprendan y de la mejor
manera, no se trata solo de escupir todo los conocimientos a nuestros alumnos, sino
de que los entiendan y que por lo menos se les quede algo, y porque no, que
seamos ejemplo para nuestros estudiantes.

Todos los maestros somos pedantes al menos en ratos, yo como docente en


formación trato de no hacerlo, siempre trato de ayudar a todo mis compañeros
cuando tiene dudas, pero a veces, si lo admito he llegado a ser pedante, pues no
tengo la paciencia con algunos compañeros cuando no entiende algún tema, este
libro ha cambiado mi visión sobre eso. Ahora, mi compromiso personal es no
rendirme cuando no me sepa darme a entender cuando explique cualquier problema,
no todos aprendemos de la misma forma ni al mismo tiempo y solo por eso nonos
debemos surtir más o menos.

Si nuestros alumnos no entienden un tema es nuestra obligación sacarlos de esa


ignorancia, eso lo aprendí de un maestro, que él nos repetía los temas que no
entendíamos, pero claro siempre y cuando estuviéramos atentos a la clase. Y yo
quiero ser así.

También aprendí que al momento de iniciar una clase, se debe despertar la


curiosidad de los alumnos para que no se les hagan las clases pesadas, siempre hay
opciones para que los estudiantes aprendan, pues de eso depende nuestro éxito
como maestros y no por todos los conocimientos que tengamos.

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