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Propiedades eléctricas
Propiedades Magnéticas
Las propiedades eléctricas definen el comportamiento de los materiales frente a la corriente eléctrica y
a los campos magnéticos respectivamente.
Las propiedades magnéticas se refieren al comportamiento de los materiales con respecto a campos
magnéticos. Los imanes son objetos que generan un campo magnético que atrae a los metales; a esta
fuerza de atracción la denominamos magnetismo.
CONDUCTORES
AISLANTES O DIELECTRICOS
Son aquellos con gran número de electrones en la Banda de Conducción, es decir, con gran facilidad
para conducir la electricidad (gran conductividad). Todos los metales son conductores, unos mejores que
otros.
Son aquellos cuyos electrones están fuertemente ligados al núcleo y por tanto, son incapaces de
desplazarse por el interior y, consecuentemente, conducir. Buenos aislantes son por ejemplo: la mica, la
porcelana, el poliéster; en lo que integran una gran cantidad de materiales cerámicos y materiales
polímeros.
SEMICONDUCTORES
Son materiales poco conductores, pero sus electrones pueden saltar fácilmente de la Banda de Valencia
a la de Conducción, si se les comunica energía exterior. Algunos ejemplos son: el Silicio, el Germanio, el
Arseniuro de Galio; principalmente cerámicos.
CONDUCCIÓN EN POLÍMEROS
CONDUCTIVIDAD EN LOS CERÁMICOS: PROPIEDADES DIELÉCTRICAS
Ferromagnetismo
La mayoría de los materiales cerámicos no son conductores de cargas móviles, por lo que no son
conductores de electricidad. Los materiales cerámicos son usados para la pérdida progresiva de
electricidad de alta frecuencia, aplicados como en microondas y radio transmisores. Los materiales
dieléctricos o aislantes se emplean en los condensadores para separar físicamente sus placas y para
incrementar su capacidad al disminuir el campo eléctrico y por tanto, la diferencia de potencial entre las
mismas.
Las sustancias ferromagnéticas (acero, hierro, cobalto, níquel) son atraídas por los imanes lo que
permite separar fácilmente de las no ferromagnéticas.
Estos son ciertos metales; especialmente aquellos que tienen bajas temperaturas de fusión y son
mecánicamente suaves y de fácil obtención en un alto grado de pureza y libres de esfuerzos mecánicos
internos o residuales, y así exhiben semejanzas en su comportamiento en el estado superconductor.
Estos materiales superconductores reciben el nombre de superconductores Tipo I. En cambio, el
comportamiento de muchas aleaciones y de algunos de los metales impuros es complejo e individual,
particularmente con respecto a la forma cómo resultan afectados en el estado superconductor en
presencia de un campo eléctrico o magnético. Estos superconductores se denominan superconductores
Tipo II.
Existen superconductores cerámicos los cuales son materiales comúnmente denominados como
perovskitas. Las perovskitas son óxidos metálicos que exhiben una razón estequiométrica de 3 átomos
de oxigeno por cada 2 átomos de metal; son también típicamente mezclas de muchos diferentes
metales. Por ejemplo, un caso es el superconductor Y1 Ba2 Cu3 O7, en el cual los metales presentes son
el Itrio, Bario y Cobre. Las perovskitas como material cerámico, comparten muchas propiedades con
otros cerámicos
cuando están sujetos a un campo magnético. Sin embargo, al retirar el campo magnético, la entropía
destruye el alineamiento magnético, que ya no está favorecido energéticamente.
Diamagnetismo
Es una propiedad de los materiales que consiste en repeler los campos magnéticos tanto el polo norte
como el sur. Generalmente, el diamagnetismo se justifica por la circulación de los electrones en los
orbitales doblemente ocupados. Como en un cable de un material conductor, la circulación de los
electrones se produce en el sentido en el que el campo magnético que generan se opone al campo
aplicado, generando una repulsión (efecto Hall). Por este mismo mecanismo, los superconductores
presentan un diamagnetismo extraordinariamente alto.
Materiales diamagnéticos son por ejemplo: bismuto, grafito, plata, agua
EFECTO FOTOVOLTAICO
Publicado en 18 marzo, 2015
Este efecto se fundamenta que cuando la radiación solar incide sobre un material semiconductor,
tratado previamente, los fotones contenidos en la luz solar comunican energía a los electrones del
semiconductor, siendo expulsado del mismo a través de un circuito exterior, estableciéndose así una
corriente eléctrica. El material semiconductor debe de tratarse
previamente, pues de no ser así, la energía cedida por el fotón a los electrones de dicho material se
convertiría en calor. A fin de que la conversión de la energía no sea en calor sino en electricidad, los
materiales semiconductores deben de doparse con elementos como el boro para alterar sus
propiedades intrínsecas que permitan la generación de la corriente eléctrica.
No todos los fotones se comportan del mismo modo en la producción de electricidad por efecto
fotovoltaico. Unas frecuencias son más apropiadas que otras para producir dicho efecto, según los tipos
de materiales semiconductores utilizados. Por este motivo la eficiencia de un determinado material está
en función de la frecuencia de a luz incidente. La Física Cuántica predice una eficiencia máxima
teórica, para la célula a base de silício de un 26%, valor cercano al obtenido en laboratorio. Para la
células comerciales, este valor es más bajo (17- 20 %).
En cualquier caso, aunque en el futuro se alcancen los máximos rendimientos teóricos, solo una
pequeña parte de la energía solar incidente puede convertirse en energía eléctrica. Comparados con los
colectores térmicos, éstos, en condiciones muy favorables, podrían conseguir unos rendimientos
cercanos al 80%.
Piezoelectricidad
Las propiedades eléctricas de los materiales dependen de si son conductores o dieléctricos (aislantes) y
de la naturaleza de los portadores de carga: electrones o iones. Para entender propiedades como la
piezoelectricidad es vital conocer la estructura cristalina de un material. Asimismo, la conductividad
eléctrica ocurre por diferentes mecanismos en una gran variedad de materiales; dicha variación origina
las propiedades eléctricas características de metales, superconductores y semiconductores.
Las propiedades físicas son las que se ponen de manifiesto ante estímulos como la electricidad, la luz, el
calor o la aplicación de fuerzas a un material. Describen características como elasticidad, conductividad
eléctrica o térmica, magnetismo o comportamiento óptico, que por lo general no se alteran por otras
fuerzas que actúan sobre el mismo.
Las propiedades mecánicas son aquellas propiedades de los sólidos que se manifiestan cuando
aplicamos una fuerza. Las propiedades mecánicas de los materiales se refieren a la capacidad de los
mismos de resistir acciones de cargas: las cargas o fuerzas actúan momentáneamente, tienen carácter
de choque.
Hay muchas Propiedades físicas y mecánicas de los materiales, y de algunas de ellas hablaremos a
continuación.
Elasticidad.
Es la propiedad mecánica de ciertos materiales de sufrir deformaciones reversibles cuando se
encuentran sujetos a la acción de fuerzas exteriores y de recuperar la forma original si estas fuerzas
exteriores se eliminan.
resistencia adecuada,
rigidez adecuada,
·Elasticidad lineal:
Sólidos elásticos lineales, en los que tensiones y deformaciones estén relacionadas linealmente
(linealidad material).
Debido a los pequeños desplazamientos y deformaciones a los que son sometidos los cuerpos, se usan
las siguientes simplificaciones y aproximaciones para sistemas estables:
Para determinar la estabilidad de un sistema hay presentar las condiciones de equilibrio para el sistema
deformado.
·Elasticidad no lineal:
El abandono del supuesto de pequeñas deformaciones obliga a usar un tensor deformación no lineal y
no infinitesimal, como en la teoría lineal de la elasticidad donde se usaba el tensor deformación lineal
infinitesimal de Green-Lagrange. Eso complica mucho las ecuaciones de compatibilidad. Además
matemáticamente el problema se complica, porque las ecuaciones resultantes de la anulación de ese
supuesto incluyen fenómenos de no linealidad geométrica (pandeo, abolladura, snap-through,…).
Si además de eso el sólido bajo estudio no es un sólido elástico lineal nos vemos obligados a substituir la
ecuaciones de Lamé-Hooke por otro tipo de ecuaciones constitutivas capaces de dar cuenta de la no
linealidad material. Además de las mencionadas existen otras no linealidades en una teoría de la
elasticidad para grandes deformaciones.
–Plasticidad.
La plasticidad de los materiales está relacionada con cambios irreversibles en esos materiales. A
diferencia del comportamiento elástico que es termodinámicamente reversible, un cuerpo que se
deforma plásticamente experimenta cambios de entropía, como desplazamientos de las dislocaciones.
En el comportamiento plástico parte de la energía mecánica se disipa internamente, en lugar de
transformarse en energía potencial elástica.
En primer lugar en el espacio de tensiones principales se requiere definir la llamada región de tensiones
admisibles, que será un conjunto cerrado (y posiblemente compacto) de dicho espacio de tensiones. La
frontera de dicho conjunto usualmente se denomina superficie de fluencia.
Para puntos del sólido cuyas tensiones principales estén contenidas en el interior de la región de
tensiones admisibles el comportamiento es elástico. Sin embargo, para puntos de la superficie de
fluencia es necesario definir una “regla de flujo” que explicita como aumentarán la deformación plástica
en función de la tasa de aumento de la tensión y otros parámetros internos si se aumenta la solicitación
sobre un material que ha alcanzado su límite de fluencia.
Los modelos de plasticidad imperfecta requerirán la definición de un conjunto de variables internas que
den cuenta del endurecimiento y del desplazamiento de la región de tensiones admisibles a lo largo del
tiempo en función de las tasas de aumento de las otras variables.
La existencia de variables internas como el grado de plastificación (deformación plástica), el
endurecimiento y otras hace que la relación entre tensiones y deformaciones sea más compleja que en
el caso elástico, en particular, dado un nivel de deformación elástica las tensiones no pueden conocerse
a menos que se conozca como han variado las variables internas.
-Dureza.
Es la resistencia de un cuerpo a ser rayado por otro. Opuesta a duro es blando. El diamante es duro
porque es difícil de rayar. Es la capacidad de oponer resistencia a la deformación superficial por uno más
duro.
La dureza es la oposición que ofrecen los materiales a alteraciones como la penetración, la abrasión, el
rayado, la cortadura, las deformaciones permanentes; entre otras. También puede definirse como la
cantidad de energía que absorbe un material ante un esfuerzo antes de romperse o deformarse. Por
ejemplo: la madera puede rayarse con facilidad, esto significa que no tiene mucha dureza, mientras que
el vidrio es mucho más difícil de rayar.
Dureza Brinell: Emplea como punta una bola de acero templado o carburo de wolframio. Para
materiales duros, es poco exacta pero fácil de aplicar. Poco precisa con chapas de menos de 6 mm de
espesor. Estima resistencia a tracción.
Dureza Knoop: Mide la dureza en valores de escala absolutas, y se valoran con la profundidad de
señales grabadas sobre un mineral mediante un utensilio con una punta de diamante al que se le ejerce
una fuerza estándar.
Dureza Rockwell: Se utiliza como punta un cono de diamante (en algunos casos bola de acero). Es la
más extendida, ya que la dureza se obtiene por medición directa y es apto para todo tipo de materiales.
Se suele considerar un ensayo no destructivo por el pequeño tamaño de la huella.
Rockwell superficial: Existe una variante del ensayo, llamada Rockwell superficial, para la
caracterización de piezas muy delgadas, como cuchillas de afeitar o capas de materiales que han
recibido algún tratamiento de endurecimiento superficial.
Fragilidad.
La fragilidad es la cualidad de los objetos y materiales de romperse con facilidad. Aunque técnicamente
la fragilidad se define más propiamente como la capacidad de un material de fracturarse con escasa
deformación. Por el contrario, los materiales dúctiles o tenaces se rompen tras sufrir acusadas
deformaciones, generalmente de tipo deformaciones plásticas. La fragilidad es lo contrario de la
tenacidad y tiene la peculiaridad de absorber relativamente poca energía, a diferencia de la rotura
dúctil.
Si un material se rompe prácticamente sin deformación las componentes del tensor deformación EIJ
resultan pequeñas y la suma anterior resulta en una cantidad relativamente pequeña.
Ejemplos típicos de materiales frágiles son los vidrios comunes (como los de las ventanas, por ejemplo),
algunos minerales cristalinos, los materiales cerámicos y algunos polímeros como el polimetilmetacrilato
(PMMA), el poliestireno (PS), o el poliácidolactico (PLA), entre otros. Es importante mencionar que el
tipo de rotura que ofrece un material (frágil o dúctil) depende de la temperatura. Así mientras algunos
materiales como los plásticos (polietileno, polipropileno u otros termoplásticos) que suelen dar lugar a
roturas dúctiles a temperatura ambiente, por debajo de su temperatura de transición vítrea dan lugar a
roturas frágiles.
Existen otros términos frecuentemente confundidos con la fragilidad que deben ser aclarados:
Por otra parte la dureza no es opuesto a la fragilidad, ya que la dureza es la propiedad de alterar solo la
superficie de un material, que es algo totalmente independiente de si ese material cuando se fractura
tiene o no deformaciones grandes o pequeñas. Como ejemplo podemos citar el diamante que es el
material más duro que existe, pero es extremadamente frágil.
La tenacidad puede estar relacionada con la fragilidad según el módulo de elasticidad, pero en principio
un material puede ser tenaz y poco frágil (como ciertos aceros) y puede ser frágil y nada tenaz (como el
barro cocido).
Un modelo de resistencia de materiales establece una relación entre las fuerzas aplicadas, también
llamadas cargas o acciones, y los esfuerzos y desplazamientos inducidos por ellas. Generalmente las
simplificaciones geométricas y las restricciones impuestas sobre el modo de aplicación de las cargas
hacen que el campo de deformaciones y tensiones sean sencillos de calcular.
Para el diseño mecánico de elementos con geometrías complicadas la resistencia de materiales suele ser
insuficiente y es necesario usar técnicas basadas en la teoría de la elasticidad o la mecánica de sólidos
deformables más generales. Esos problemas planteados en términos de tensiones y deformaciones
pueden entonces ser resueltos de forma muy aproximada con métodos numéricos como el análisis por
elementos finitos.
La teoría de sólidos deformables requiere generalmente trabajar con tensiones y deformaciones. Estas
magnitudes vienen dadas por campos tensoriales definidos sobre dominios tridimensionales que
satisfacen complicadas ecuaciones diferenciales.
Sin embargo, para ciertas geometrías aproximadamente unidimensionales (vigas, pilares, celosías, arcos,
etc.) o bidimensionales (placas y láminas, membranas, etc.) el estudio puede simplificarse y se pueden
analizar mediante el cálculo de esfuerzos internos definidos sobre una línea o una superficie en lugar de
tensiones definidas sobre un dominio tridimensional. Además las deformaciones pueden determinarse
con los esfuerzos internos a través de cierta hipótesis cinemática. En resumen, para esas geometrías
todo el estudio puede reducirse al estudio de magnitudes alternativas a deformaciones y tensiones.
Es una medida de la resistencia que ofrece el material durante el proceso de elongación. Es un ensayo
de gran importancia ya que a menudo los materiales en sus distintas aplicaciones se ven sometidos a
esfuerzos de este tipo.
4 Resistencia al Impacto
Es una medida de la tenacidad del material, es decir la capacidad de la resina de absorber una
determinada tensión sin romperse. La energía requerida para romper la muestra es la suma de las
energías necesarias para deformar, iniciar y propagar la fractura y finalmente empujar los extremos
remanentes.
En la gráfica tensión-deformación, la tenacidad se infiere a partir del área bajo la curva. Un material con
mayor resistencia al impacto presentará una área mayor bajo la curva. Cabe aclarar que en los ensayos
de resistencia al impacto la velocidad de deformación será sensiblemente superior a los ensayos de
rigidez.
Generalmente se determina en forma práctica por dos métodos distintos la resistencia al impacto: IZOD
y Charpy. En ambos casos, el objetivo del ensayo es medir el grado de resistencia de una probeta al
golpe de un péndulo cargado con un determinado peso. El resultado se expresa en término de la energía
cinética consumida por el péndulo para quebrar la muestra. La probeta puede tener entalla o no pero
los valores obtenidos sobre muestras entalladas generalmente son mas precisos puesto que la fractura
que se produce es del tipo frágil y no dúctil.
La diferencia entre IZOD y Charpy consiste en la ubicación de la muestra en el aparato. Mientras que
para IZOD la probeta se ubica perpendicularmente y el péndulo golpea en un extremo, en Charpy la
probeta se ubica horizontalmente y el péndulo golpea en la parte central de la misma.
Fusibilidad: es la facilidad con la que un material puede fundirse (pasar de sólido a líquido o
viceversa). El punto de fusión de un material indica la temperatura en la cuál un material se convierte en
líquido, y depende de la energía requerida para separar sus átomos. La mayoría de los metales de
fundición son aleaciones que funden en un intervalo de temperatura. Los plásticos tienen un rango de
temperatura de trabajo bastante bajo, en cambio el grafito y las aleaciones de metal refractario
presentan las temperaturas de trabajo más elevadas. La tabla de la derecha muestra el punto de fusión
de algunos metales.
Soldabilidad: facilidad de un material para poder soldarse consigo mismo o con otros materiales.
3. de esto, los materiales dieléctricos o aislantes se emplean en los condensadores para separar
físicamente sus placas y para incrementar su capacidad al disminuir el campo eléctrico y por tanto, la
diferencia de potencial entre las mismas.