Sunteți pe pagina 1din 21

Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.

RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

Revista ELectrónica de Investigación


y EValuación Educativa

MOTIVACIÓN Y METACOGNICIÓN,
MÁS QUE UNA RELACIÓN
Motivation and metacognition: more than an interrelation
por
Article record Ficha del artículo
Josu Ugartetxeaa
HTML format Formato HTML

Abstract Resumen
The aim of this article is to reflect on the possible relation El propósito de este trabajo es realizar una reflexión de
between metacognition and motivation. Some aspects such partida para analizar la posible relación existente entre
as causality, locus of control or success expectancy can be metacognición y motivación. Aspectos tales como la atri-
conditioned by the metacognitive knowledge of students. bución de la causalidad, la localización del control, el es-
We also establish a parallel between the development of tablecimiento de expectativas de éxito, pueden estar con-
metacognition and the characteristics of the kind of moti- dicionadas por el conocimiento metacognitivo de los
vation in students. We incorporate this parallel with the alumnos. Así mismo, se trata de establecer un paralelismo
learning styles that the students can apply in their studies. entre el desarrollo de la metacognición y el tipo de motivo
que caracteriza a los alumnos, uniéndolo con el estilo de
aprendizaje que puede emplear el alumno en su aprendiza-
je.

Keywords Descriptores
Motivation, cognition, metacognition, achievement Motivación, cognición, metacognción, rendimiento

tegias (Flavell, 1978, 1979, 1982, 1985,


Introducción
1999: Flavell & Wellman, 1977).
La metacognición ha sido, y es uno de los
La metacognición es, por tanto un conoci-
conceptos que han encontrado un puesto im-
miento de segundo grado, cuyo objeto de
portante dentro de la psicología actual, espe-
conocimiento no es otro que el propio cono-
cialmente en la psicología educativa y en la
cimiento. Pero que va más allá, puesto que la
psicopedagogía.
metacognición se implica en el control y la
Uno de los primeros autores que considera regulación de los procesos de conocimiento,
el término, lo define como el conocimiento y en el caso de la educación, entre otros, el
sobre el conocimiento, referido a tres campos proceso del aprendizaje.
primordiales, la persona, la tarea y las estra-

a
Universidad del País Vasco

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 51


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

La pregunta es, si nos centramos en los as- ciente, el cerebro B, el metacognitivo, entra
pectos cognitivos ¿dónde dejamos la motiva- en acción, evitando que el primer cerebro
ción, el afecto u otras variables que intervie- aborde una tarea que es incapaz de solucio-
nen en el procesamiento de la información?. nar. Para ello el cerebro B interactúa con el
ambiente. Este cerebro B está compuesto por
En este artículo queremos considerar la re- módulos diferentes entre los que se encuen-
lación posible que puede establecerse entre tran: la percepción interna, el codificador,
el nivel de conocimiento metacognitivo y la una lista de mensajes, un almacén clasifica-
motivación con la que las personas abordan dor, el decodificador, el evaluador, los algo-
una tarea cognitiva. ritmos genéticos y las acciones internas.
Como podemos apreciar, estos módulos tie-
La posible relación de la metacogni- nen un sentido interno, que organiza la ma-
ción y la motivación. nera por la cual el cerebro A) se relaciona
La metacognición, puede incidir en la mo- con el entorno y establece líneas de opera-
dificabilidad cognitiva (Muir-Broaddus & ciones que simplifican la actividad de cono-
Bjorklund, 1990, Palmet & Goetz, 1988, cimiento.
Pressley, Wood & Woloshyn, 1990 , Siegler, Esta materialización en inteligencia artifi-
1990), es decir en la forma en la que el sujeto cial del funcionamiento metacognitivo es un
adapta su actividad cognitiva a las demandas breve pero útil ejemplo de cómo funciona la
de la tarea, a las condiciones del ámbiente en metacognición. Pero el ser humano es más
el que debe desarrollarla; a la situación per- complejo que la actividad de conocer. En
sonal e histórica del propio sujeto; y al em- esta actividad intervienen factores inicial-
pleo adecuado de las estrategias con las cua- mente paralelos al conocimiento, como son
les puede afrontar el problema (Barrero, los afectos, las emociones y las motivacio-
1993). nes.
En la medida que el niño se hace más El rendimiento intelectual no solo depende
consciente, es decir tiene más claros los con- de aspectos cognitivos. Existen elementos no
tenidos respecto a lo que conoce y a cómo cognitivos, afectivos, que inciden con una
conoce, puede establecer parámetros comu- importancia elevada en tal rendimiento. Za-
nes de actuación, e incluso llegar a evaluar- jonc, (1980; Zajonc, Pietromonaco & Bargh,
los sobre los resultados de sus compañeros y 1982) ya consideró la relación existente entre
es esta comparación la que le sirve como la cognición y el afecto y otros estudios han
elemento de validación de su propia activi- tratado de establecer una relación entre afec-
dad cognitiva (Kruger & Dunning, 1999). tos y esquemas (Fiske, 1982). Pero, como
La metacognición, como conocimiento del educadores nos interesa sobremanera uno de
conocimiento, interviene en el control de los los metacomponentes de la inteligencia con-
actos de conocer. Zhang, Franklin & Das- siderado por Sternberg, (1984, 1985), la mo-
gupta (1997) desarrollaron un prototipo de tivación. Es decir, la causa por la cual es
sofware (el mattie consciente) que trataba de individuo aborda la tarea, y por la que man-
emular la metacognición como un elemento tiene una actividad cognitiva amplia, desti-
que controla y regula la actuación de otro nando recursos a un quehacer definido. No
software dirigido a solucionar cuestiones. vamos a realizar un estudio pormenorizado
Estos autores, diseñaron un modelo complejo de los diferentes conceptos de motivación,
compuesto por dos “cerebros”: Uno destina- aconsejamos, no obstante, la lectura del tra-
do a actuar y otro dirigido a controlar la ac- bajo de Burón (1994). Pero si trataremos de
tuación. Cuando en una determinada acción establecer tres lineas de relación entre la mo-
el cerebro A) con una información insufi- tivación y la metacognición, fundamentadas

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 52


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

en fenómenos como son el estilo atribucional ¿Cómo relacionar la atribución de la


y su influencia en el aprendizaje; las expecta- causalidad y la metacognición?
tivas de éxito, como elemento de enganche al
inicio de cualquier acción de aprendizaje; y Por atribución causal podemos entender
el tipo de motivación que define la actividad aquella interpretación que el individuo reali-
del alumno, diferenciando motivación de za respecto a los elementos que tienen un
logro. Todo ello, unido con la percepción de cierto grado de responsabilidad sobre el re-
las propias capacidades, y la posibilidad de sultado de una acción cognitiva o conducta.
calibrar la actuación personal como referente La atribución sería aquella inferencia que el
metacognitivo. individuo realiza para determinar qué oca-
siona la situación. Su importancia radica en
La unión entre la cognición, la motivación que dependiendo de esta consideración, el
y la metacognición como ejes del rendimien- sujeto va a actuar de una u otra manera, evi-
to intelectual y escolar ha tomado una pre- tando o fomentado esta causa.
sencia importante en la bibliografía psicope-
dagógica (Alonso Tapia, 1996, 1997; Co- La teoría atribucional ha sido desarrollada,
vington, 2000; Haugen, 1989; Martínez & entre otros autores, por Weiner (1972, 1986,
Galán, 2000; Pintrich, 1989; Pintrich & De 1990), atendiendo aspectos como la localiza-
Groot, 1990; Short & Weissberg-Benchell, ción del control (es decir la percepción que
1989). el sujeto posee en torno a qué o quién contro-
la la actividad), la relación entre las fuerza
El fenómeno de la motivación es complejo personales (motivación y capacidad) y am-
y por ello, hemos considerado el desarrollo bientales (atendiendo al nivel de estabilidad)
del tema sobre la base de los motivos apren- a la hora de actuar. Navas, Sampascual &
didos y relacionados con la localización del Castejón (1991), analizaron la evolución del
control, la atribución, y el sentimiento de modelo de Weiner, y consideraron la exis-
autoeficacia, como elementos primeros. tencia de dos momentos en el desarrollo de
esta teoría. En el primero, establecido a lo
Empecemos desde el primer apartado, la
largo de la década de los 70, emplea dos di-
atribución de la causalidad y los estilos de
mensiones, el locus de la causalidad y la es-
atribución.
tabilidad, en 1978 añade la dimensión de la
intencionalidad. De este modo podemos es-
tablecer este esquema:

Lugar de la causa Estabilidad Intencionalidad


Interno Estable Controlable
Externo Inestable No controlable

En un segundo momento, a lo largo de los La importancia de la atribución de la cau-


80, Weiner añade una nueva dimensión la salidad radica en la influencia que ejerce
globalidad versus la especificidad de la atri- sobre el planteamiento de la conducta y del
bución. aprendizaje. El esquema podría ser:

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 53


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

Dependiendo de la atribución que el apren- ción que resulta de su estudio, puede hacer
diz genera en torno a las causas que produ- que el alumno aprenda a ajustar sus atribu-
cen una actuación eficaz o ineficaz, establece ciones sobre las causas que han ocasionado
una serie de conceptos, de expectativas, que el resultado obtenido. La autoobservación le
condiciona la actividad a la hora de iniciar permite una atribución adaptativa, y con ello,
una nueva tarea. posibilita la motivación hacia la tarea.

Cuando un resultado es diferente al espera- El conocimiento metacognitivo y la


do inicialmente, el individuo trata de identi- atribución causal.
ficar la razón del fallo. Si la justificación
hallada presenta las características de inter- La metacognición es el resultado de la au-
nalidad, estabilidad, e incontrolabilidad, el toobservación que el sujeto realiza sobre su
individuo tenderá a evitar la tarea, puesto actuación cognitiva (Burón, 1988, 1993). De
que está fuera de su alcance, o al menos tra- esta manera, el alumno que establece un co-
tar de realizarla tratando de evitar el fracaso; nocimiento metacognitivo lo fundamenta en
es decir motivado a evitar el fracaso más que la observación de su actividad a la hora de
a conseguir el logro. Ambas direcciones se establecer la categoría a la que pertenece la
ajustan al modelo de motivación expresado tarea, las demandas de la misma, su conoci-
por Atkinson (1981). miento previo respecto a este tipo de tareas
relacionados con las pautas a seguir, etc. Es
En cambio, la posibilidad de que el alumno decir, recupera una importante información
llegue a concebir que existen diferentes cau- que le permite ajustar su actuación, previa-
sas posibles al fallo, (por ejemplo en lectura: mente a ejecutarla. Este conocimiento locali-
el texto era farragoso, las letras no estaban za el centro del control sobre la situación en
bien definidas, desconocía el tema de la lec- sí mismo, y en la exacta aplicación de una
tura, etc) y que estas pueden modificarse actividad estratégica que se dirige a solucio-
(puedo consultar a una mayor lo que desco- nar el problema o la tarea planteada.
nozco, voy a ralentizar mi lectura para con-
siderar si comprendo, voy a revisar en un Por ello, al hablar de metacognición esta-
diccionario, trataré de fijarme en aquello que mos considerando el conocimiento tanto de-
conozco, etc) gracias a una actividad perso- clarativo como estratégico que el sujeto po-
nal controlable por el propio actor, favorece see en torno a la actividad a desempeñar.
que el individuo trate de reiniciar la tarea Este conocimiento va a exigir una segunda
abordando los errores desde una perspectiva modalidad de actuación, el control de la eje-
de mejora (Hacker, 1997). Atendiendo aque- cución. No solo se conoce y se aplica lo que
llo que ha hecho mal, empleando nuevas se conoce, sino que se controla la ejecución,
estrategias, redibujando los objetivos, etc. evitando las deficiencias de mediación y de
producción propias de aquellos sujetos me-
En suma, la capacidad para atender a las nos eficaces (Flavell, 1978, 1979; Flavell &
variables que intervienen en la solución de Wellman, 1977)
una tarea, y la opción a analizar la informa-

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 54


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

La orientación metacognitiva debería con- te en el aprendizaje. Esta modificación le


seguir que las explicaciones del éxito o fra- aporta al individuo un nuevo parámetro so-
caso después de la orientación metacognitiva bre el cual medir su propia eficacia, y por
deberían ser: tanto, considerar el concepto de sí mismo
• Internas, puesto que el principal prota- como capaz de abordar la tarea emprendida.
gonista de la acción es el propio actor.
El sentimiento de autoeficacia y la me-
(Hacerlo bien o mal depende de mi capa-
cidad para abordarla de manera adecuada) tacognición.
• Inestables, en función del empleo o no Es importante que el alumno se sienta res-
de las estrategias cognitivas y metacogni- ponsable de su aprendizaje. La metacogni-
tivas apropiadas. (Conozco qué estrategias ción, implica el conocimiento sobre la inci-
debo emplear, puesto que anteriormente dencia de la actividad del alumno en los lo-
me fueron eficaces en este tipo de proble- gros obtenidos, el conocimiento sobre cómo
mas. SI adecúo las estrategias a las de- conoce y cómo controla los actos que emplea
mandas de la tarea podré solucionarla.). en la acción de conocer.
• Controlables, es el propio lector quien
determina y regula su actividad cognitiva. El sentimiento de eficacia personal sobre
(Soy quien define la estrategia a seguir, y los resultados va a permitir engancharse al
controlaré que le aplique efectivamente, alumno (McCombs, 1988) a la tarea. Al fín y
aunque me pueda equivocar no pasa nada, al cabo la autoeficacia no es sino la creencia
puedo evitar los errores si los conozco). sobre las capacidades personales para orga-
• Específicas, en la medida en la que no nizar y ejecutar las fuentes de acción reque-
son generalizables a otras situaciones. rida para dirigir situaciones venideras (Ban-
(Bueno, ho y no me he dado cuenta de los dura, 1986). En la medida que el alumno se
detalles y por esto no he actuado de forma vea capaz de controlar las variables del ren-
adecuada, la siguiente vez deberé atender dimiento se atreverá a realizar una actividad
a un mejor análisis de las demandas de la cognitiva.
tarea).
Bandura, (1977) establece una teoría en
Estas características permitirán que el indi- torno a la autoeficacia y su influencia en la
viduo pueda considerar que tiene el control actividad cognitiva, por la cual sin un senti-
de su actuación cognitiva, de su aprendizaje; miento de eficacia personal, el conocimiento
que aprender eficazmente depende de lo tanto teórico como práctico, es insuficiente
bien, o mal, que emplee sus estrategias y sus (Ver el corto pero completo análisis que rea-
conocimientos; pero sobre todo, que es él liza Burón, 1993). En suma, si el individuo
quien puede mejorar determinando qué ele- no se ve como responsable de su propio
mentos ha empleado ineficazmente para po- aprendizaje ¿para qué va a aprender a apren-
der mejorar en el futuro. der? Si la eficacia del aprendizaje no depen-
Modificar las atribuciones respecto a la de de su propia acción ¿de qué le sirven las
propia intervención como protagonista de la estrategias de aprendizaje? En esta medida
actividad cognitiva emprendida, puede modi- Short & Weissberg-Benchell (1989) hallaron
ficar, así mismo, las expectativas de futuro que aquellos sujetos hábiles en el aprendiza-
éxito, y con ello, alterar la motivación con la je, reconocían su grado de capacitación para
cual el alumno emprende la tarea, la motiva- desempeñar su actividad eficazmente en cada
ción a comprender, a aprender (Pintrich dominio, y de esta manera podían intervenir
1989). Como veremos más tarde, el control y estratégicamente sobre la misma. Esta afir-
su localización tienen una especial importan- mación la han corroborado otros estudios
cia en toda actividad humana, y especialmen- (Biggs, 1985; Garner, 1988; Hacker, 1997,

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 55


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

McCombs, 1988; Palmer & Goetz, 1988; en su actividad, y por ello tenderán a evitar
Pressley, Borkowski & Schneider, 1987) en el fracaso, más que a buscar el éxito, o a me-
suma, incrementaban la autonomía de su jorar en su actividad.
aprendizaje (Groinick, Ryan & Deci,1991).
La perpepción de la eficacia de la propia
Recientemente, un estudio muy interesante acción en el aprendizaje supone que, en pri-
realizado por Kruger & Dunning (1999), mer lugar, el alumno se sienta el protagonista
analizó la capacidad para reconocer el grado del mismo (Alonso Tapia, 1997). Por otro
de habilitación para realizar una tarea, y su lado se debe dar la importancia que posee el
relación con el conocimiento metacognitivo. empleo de estrategias cognitivas, y su regu-
El estudio, entre otros objetivos, trataba de lación directa por el propio alumno(Palmer
identificar si realmente aquellos sujetos con & Goetz, 1988). Por último, conviene que el
mayor conocimiento metacognitivo ajusta- alumno desarrolle la capacidad de análisis en
ban sus expectativas de ejecución en una torno a los factores que intervienen en su
acción, con respecto al nivel que realmente aprendizaje, factores externos, como es la
conseguían. Estos autores establecieron ta- propia tarea, el contexto en el que se desarro-
reas diferentes y valoraron los resultados lla, sus características; factores internos, el
clasificando a los individuos conforme al conocimiento general del propio alumno, el
conocimiento metacognitivo demostrado. conocimiento específico en torno al tema, el
Los resultados indicaron que los sujetos con conocimiento de su estado motivacional, el
menor grado de conocimiento metacognitivo conocimiento estratégico y el control de la
tenían unas expectativas de éxito muy des- ejecución (Pintrich & De Groot, 1990).
ajustadas respecto a las que realmente logra-
ban, y normalmente por encima de los resul- De este modo, la metacognición, como co-
tados reales. En cambio, los sujetos con ma- nocimiento, posibilita la valoración de los
yor conocimiento metacognitivo, ajustaban resultados de la actividad cognitiva. Gracias
con bastante precisión las expectativas con a esta valoración, el alumno puede llegar a
los resultados, aunque estos fueran ligera- modificar sus atribuciones, o ajustarlas,
mente superiores a los esperados. atendiendo en primer lugar la importancia de
su propia actividad, del grado de interven-
En suma, el individuo con mayor conoci- ción del empleo estratégico y de la relevan-
miento metacognitivo ajusta sus expectativas cia del control ejecutivo de las estrategias
a la realidad, mientras que aquellos con un consideradas. En la medida en la que el
grado menor de conocimiento metacognitivo, alumno se hace consciente del papel de estos
esperan obtener ostensiblemente mejores factores, puede reconsiderar su propia efica-
resultados que los reales. El hecho de no cia como lector comprensor, y fomentar la
saber determinar sus capacidades, la dificul- motivación hacia esta actividad.
tad de la tarea, la utilidad de las estrategias a
emplear, y el no controlar la ejecución en la Pero conviene considerar si verdaderamen-
aplicación de esta actividad estratégica esta- te la metacognición puede alterar la motiva-
blece una imagen de sí mismo diferente a la ción.
que realmente cumple.
Aspectos motivacionales de la meta-
Si bien inicialmente esto puede ayudar a cognición.
que el niño se enganche a la tarea
(McCombs, 1988), puesto que sus expectati- En los puntos anteriores hemos apreciado
vas son positivas, la incapacidad para obte- cómo la metacognición puede incidir en la
ner una información ajustada a la realidad, reatribución de la causalidad, en la percep-
hará que estos niños se consideren ineficaces ción del sujeto sobre las razones que produ-
cen el rendimiento. Esta nueva atribución,

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 56


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

producto del conocimiento que el sujeto ob- concepto puede incidir en la actividad del
tiene gracias a la autoobservación referido a individuo. La primera de estas categorías
la tarea, a sí mismo y a las estrategias con las consideraba una teoría incrementadora. Esto
que encara la actividad cognitiva, puede mo- es, el concepto de que la inteligencia como
dificar las razones por las cuales el individuo un repertorio de habilidades potenciables en
aprende. El análisis metacognitivo de la ac- función del esfuerzo, atendiendo al esfuerzo
tuación, puede facilitar que el alumno des- como un mecanismo más que favorece la
arrolle una causalidad interna, estable, espe- inteligencia. La segunda categoría, por co-
cífica y controlable respecto a sus éxitos y ntra, avalaría una teoría de la inteligencia
fracasos, que le permita evolucionar. Esta como una entidad global, estable, definida en
evolución puede incidir en la manera en la función de resultados. Para los que mantie-
que el individuo encara su actividad, y los nen este concepto, cualquier esfuerzo, y acti-
resultados pueden afirmar una modificación vidad supone un riesgo revelador de la baja
motivacional. inteligencia. Si se esfuerza un sujeto es por
que no es lo suficientemente inteligente co-
Para poder explicar este triple influjo entre mo para evitar tamaño trabajo.
motivación, metacognición y cognición, te-
nemos que considerar las relaciones que se En el fondo, estos conceptos conllevan dos
pueden establecer entre los mismos. metas diferentes, dos tipos diferentes de mo-
tivaciones: La teoría incrementadora, se fun-
La asociación entre la motivación y la damenta en aprender, para mejorar la propia
cognición. competencia, es decir, para lograr un mejor
desempeño de la actividad. La teoría global,
Dweck & Elliot (1983), reflexionaron so- en cambio, tiene como meta el resultado,
bre el modo en el que un determinado con- algo concreto que ayude a evitar la aparien-
cepto sobre la inteligencia incidía en el modo cia de fracaso.
de actuar de los alumnos.
Esta teoría implica diferentes actitudes y
De este modo, establecieron una división conceptos en la tarea como los siguientes,
de categorías explicativas en torno a la inte- descritos por los propios autores:
ligencia, y analizaron el modo en el que este

METAS
Meta primordial: el aprendizaje. Meta primordial; los resultados.
Deseo de incrementar la competen- Centrados en el juicio sobre su com-
cia. petencia y capacidad.
Cuestión de entrada ¿Cómo puedo aprender? ¿Puedo lograrlo?
¿Qué aprenderé? ¿Aparentaré ser inteligente?
Atención focalizada en: El proceso El resultado.
El error Es natural y útil para mejorar Es un fallo.
La incertidumbre. Es un reto Es una amenaza.
La tarea consiste en Lograr el máximo de aprendizaje Mejorar la apariencia de inteligencia.
(convirtiéndose en más inteligente).
El individuo busca Información exacta sobre la habilidad. Información lisonjera.
Pautas del aprendizaje. Flexible, a largo plazo y con un cariz Normativo, rígido e inmediato.
personal.
Las expectativas se centran en Enfatizar el esfuerzo. Enfatizar la habilidad presente.
El profesor es Un recurso o un guía Un juez, recompensador o castigador.
La meta tiene un valor Intrínseco, valorando el progreso en la Extrínseco, valorando el juicio exter-
destreza y la actividad. no.

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 57


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

Podemos afirmar que estos autores consi- el propio alumno, su grado de pericia en ta-
deraron dos tipos de motivos: el motivo de reas similares, sus expectativas de éxito, la
logro, y la intención de evitar el fracaso. valoración del esfuerzo y de lo que puede
Como veremos más tarde, estos motivos se lograr; de las estrategias, su adaptación a los
relacionan con una actitud específica en el requisitos de la tarea, su adecuación a las
aprendizaje, y se asocian con una forma de- capacidades propias del alumno, y al modo
terminada de acercamiento hacia la actividad en el que se controla su activación.
académica, o personal. Este desempeño debe realizarse bajo el
Bigss (1985), consideró tres tipos de estilos concepto de que es el propio sujeto quien
de aprendizaje, asociando la motivación, y controla su propio aprendizaje. Es importan-
los tipos de estrategia que el alumno emplea, te esta localización del control, puesto que
señalando tres tipos diferentes de aprendiza- puede condicionar el tipo de motivación que
je: promueva la actuación del alumno. Si el con-
trol es externo, si el alumno solo puede des-
Superficial. La motivación es meramente empeñar lo aprendido sin ningún tipo de aná-
instrumental, con la aspiración de superar lisis, lo que primará será el desempeño co-
una dificultad y evitar el fracaso. Bajo esta rrecto, los resultados. En cambio, si el con-
motivación emplea especialmente activi- trol lo ubica en sí mismo, el alumno puede
dades reproductivas, estáticas y rutinarias, considerar alternativas al desempeño de la
que aseguren resultados. tarea, puede ser creativo y flexible, con lo
Profundo. Con una motivación intrínseca, que la tarea se muestra como un reto para
el interés es lo que motiva a realizar el mejorar.
aprendizaje. Las estrategias son significa-
tivas, tratando de asociar los contenidos El control sobre la actuación.
nuevos con los previamente mantenidos
por el alumno. Al hablar de atribución diferenciábamos en
De logro. Está basado en un concepto de diferentes criterios o niveles, de entre los
competición personal, independiente del cuales la localización del control era un apar-
interés del material, su objetivo es mejo- tado primordial. No obstante en el entorno
rar. Para ello emplea estrategias organiza- académico nos debemos plantear la pregunta
das de aprendizaje. siguiente ¿Qué grado de relación se da entre
la localización interna del control y el rendi-
Estos tipos de aprendizaje han presentado
miento?
unas características específicas en torno al
mantenimiento en el empleo de estrategias, a Burón (1994) analiza la diferente evolu-
la constancia y a la continuidad del aprendi- ción del rendimiento en base al tipo de “lo-
zaje en situaciones difíciles (Palmer & Go- cus de control” que caracteriza al alumno.
etz, 1988). De este modo, un LC interno se asociaría con
un mayor rendimiento en la medida, en la
La teoría respecto a la inteligencia, marca
que el propio rendimiento es una consecuen-
la propia actividad del alumno. Es importan-
cia de la propia actividad. Por ello, al apre-
te que el alumno aprecie que toda actividad
ciar que a una mayor actividad le sigue un
cognitiva tiene una clara función. Que esta
mejor rendimiento, y que esta actividad está
actividad se desempeña con menor o mayor
dirigida por el propio sujeto, el alumno tien-
acierto en función de la actividad y del con-
de a consolidar la importancia de su propia
trol que el sujeto mantenga sobre aspectos
acción para tareas posteriores, y de ese modo
como, las características de la tarea, su con-
imprime un mayor grado de LC interno. En
texto, sus objetivos y metas, su utilidad; la
cambio, si el LC es externo, el alumno no
significatividad que esta tarea presente para
tiene experiencia de la importancia de su

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 58


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

actividad, de su esfuerzo. El esfuerzo es un consolidando como una realidad general e


costo que no es relacionado con el éxito, y inamovible (Soy un incapaz en este tipo de
por ello tiende a remitir o a reducirse. Esto le actividades). El esquema de Burón es un
va a provocar un menor rendimiento, que al círculo que se retroalimenta:
no ser atribuido a su propia acción, se va

En cambio si se da una LC externa:

Potenciar el desarrollo de una LC interna fracaso de los sujetos es la incapacidad para


en los alumnos es uno de los principales fi- atender a la información obtenida de la re-
nes motivantes de la orientación metacogni- troalimentación, a la información obtenida
tiva. EL alumno debe sentirse responsable de de una actividad autoobservadora. Esta aten-
su propio aprendizaje. Desarrollar el cono- ción permite al individuo recolocar el control
cimiento metacognitivo, y específicamente, de lo obtenido en sí mismo, en las activida-
habilitar a los alumnos para establecer pautas des que realiza para ejecutar la actividad
de autoobservación, permiten obtener una cognitiva, y en el control que debe ejercer
información importante sobre dónde y quien sobre la puesta en funcionamiento de estas
controla la acción. estrategias.

En el trabajo de Kruger y Dunning (1999) En comprensión, el alumno, a lo largo del


antes mencionado, los autores quisieron co- programa debe tomar consciencia de la im-
nocer la influencia de una mejora en cono- portancia de sí mismo como sujeto que com-
cimiento metacognitivo sobre el ajuste de las prende (Ugartetxea, 1995). Debe considerar
expectativas. Por ello, instruyeron a un grupo las estrategias y los conocimientos adquiri-
de sujetos de aquellos que habían manifesta- dos para la comprensión, como herramientas
do un bajo nivel de conocimiento metacogni- en sus manos, de las que un buen uso o un
tivo, en habilidades para autoobservarse y mal uso puede provocar una buena o mala
para mejorar este conocimiento metacogniti- comprensión (Barrero, 1993, Martín Nuñez,
vo. Los datos indicaron que, significativa- 1993; Ugartetxea 1995). Es importante que
mente, estos sujetos lograron ajustar sus ex- el fracaso lo aprecie como una oportunidad
pectativas, y mejorar sus logros en las tareas, para reflexionar sobre qué ha hecho mal y
en mayor medida que aquellos no instruidos. cómo solucionarlo. Y sobre todo, que él es el
Estos autores consideran que uno de los fac- único responsable de su comprensión, en la
tores que en mayor medida colaboran en el medida en la que puede hacer un buen o mal

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 59


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

análisis de la labor, en la medida en la que nocimiento sobre la propia capacidad, del


puede considerar de forma idonea o inade- valor de logro para el individuo, y del riesgo
cuada las estrategias a emplear, en la medida y esfuerzo implicado en la consecución del
en la que puede diseñar un buen o un mal logro. En esta línea podríamos presuponer
plan de comprensión, y en la medida en la que aquellos sujeto motivados principalmen-
que controla con mayor o menor rigurosidad te hacia el logro presenten un mayor grado
el desarrollo de esta (Gonzalez Álvarez, de conocimieno metacognitivo.
1993; González Fernández, 1992). La meta-
comprensión le debe ayudar a comprender, La motivación de logro, como un ejemplo
pero también le debe enseñar que esta com- de la motivación intrínseca, puede ser un
prensión depende de cómo actúe él (Ugartet- modelo claro del funcionamiento diferencial
xea, 1997). El esfuerzo debe apreciarse como entre alumnos motivados intrinseca y extrin-
un medio de lograr la comprensión, no como secamente. Alumnos con similares caracte-
un claro exponente de incapacidad (Dweck rísticas y capacidades cognitivas, pero con
& Elliot, 1983). diferente grado de motivación de logro, pre-
sentan diferente rendimiento en las mismas
La importancia de la ubicación del control pruebas (Alonso Tapia, 1984ª, 1984b, 1984c,
queda muy bien reflejada en el fenómeno de 1996).
la motivación de logro
Por partes, la motivación de logro tiene un
La motivación de logro y la metacog- importante grado de relación con el estilo
nición. atribucional, y esta relación se ve con mayor
claridad a medida que los alumnos son de
La motivación de logro es aquel tipo de más edad (Alonso Tapia, 1984a, 1984b). Si
motivación intrínseca, dirigida por estímulos el alumno se aprecia como responsable di-
internos, que aboca al sujeto a la obtención recto de lo realizado, puede continuar en el
de logros máximos (Dweck & Elliot, 1983), intento, puesto que el logro lo relaciona con
atendiendo a la realidad sobre la que va a el esfuerzo que aplica en la tarea. En este
actuar y a su propia capacidad. Raynor, caso el esfuerzo es visto como un medio de
(1981), aporta una ecuación en la que conju- conseguir el resultado y no como una prueba
ga los diferentes elementos que pueden in- de incompetencia. En la medida en la que el
tervenir en la motivación de logro: alumno comprende este concepto, puede
considerar positivo mantener el esfuerzo con
TR = Ms - Mfx (Psx (L-Ps) tal de conseguir el fin previsto. Cuando un
Los componentes de la ecuación son los alumno llega a comprender que para conse-
siguientes: guir el significado del texto debe activar las
estrategias, y que estas le ayudarán a obtener
Tr = Tendencia a la obtención de resulta- lo que persigue, este lector iniciará el costoso
dos. camino de una lectura dirigida y estratégica.
Ms = Motivación a lograr lo éxitos. En cambio, si el alumno no relaciona los
Mf = Motivación a evitar el fracaso. resultados con la aplicación de la estrategia,
Ps = Probabilidad de éxito. con el esfuerzo realizado, este lector atribuirá
L - Ps = Inverso a la probabilidad de éxi- a otras razones, la mayor pericia lectora, ba-
to. sada en un concepto global y estable de inte-
La motivación hacia el logro atiende a dos ligencia, que dificultará mantener un grado
factores importantes como son la apreciación de esfuerzo.
sobre la posibilidad de obtener el resultado
previsto y el valor que tiene el objetivo a
lograr, Es decir, la motivación surge del co-

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 60


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

Para ello es importante que el método de a sus compañeros de cómo ayuda estas es-
“instrucción” permita dos percepciones fun- trategias metacognitivas a la mejor com-
damentales: prensión. Cada alumno debe participar,
Que el alumno se sienta el responsable y sintiéndose un componente de un grupo
controlador del proceso y de los resulta- que se caracteriza por tratar de mejorar
dos. mediante la aplicación de nuevas técnicas.
Que el alumno considere la utilidad y va- Es esencial que el alumno se sienta res-
lor de las estrategias para conseguir el fin ponsable de su actuación. No se trata de
previsto, la comprensión lectora. De este que se apliquen recetas. El orientado debe
modo, el lector mantendrá un esfuerzo aprender estrategias y conocer que estas,
importante, al considerar que de este es- por si mismas no son eficaces. La eficacia
fuerzo puede depender una mejor com- de una estrategia depende de la reflexión
prensión del texto escrito. previa, la planificación, organización, con-
trol de la ejecución y la valoración, que el
Tanto una como otra son elementos esen-
ciales en la orientación metacognitiva. El propio alumno realiza en su lectura. Es
orientado metacognitivamente ha de estable- importante que se relativice la importancia
cer un conocimiento personal sobre la tarea y de la estrategia para potenciar la impor-
sobre su desempeño. De igual modo, este tancia de la actividad personal de cada
orientado debe lograr un conocimiento “pro- orientado. Sólo de esta manera, el alumno
fundo” de las estrategias, de su validez y se sentirá responsable y con ello asegura-
aplicabilidad, con el fín de que sea capaz de remos su continuidad en el empleo de lo
activarlas de una manera autónoma. Este aprendido.
grado de autonomía es también uno de los Como el propio McClelland manifiesta:
elementos que caracterizan a los individuos
con más elevada motivación para el logro. “Los cursos sobre enseñanza de la motiva-
ción de logro mejoran la educación escolar,
McClelland (1976) consideró tres condi- al perfeccionar las habilidades para dirigir la
ciones en la enseñanza dirigida a establecer clase y la vida, más que cambiar directamen-
un mayor grado de motivación de logro: te los niveles de “N Achievement” (Rendi-
El profesor debe captar la atención del miento n)” (Pg 142.)
alumno. Se trata de que el alumno se in- No obstante, el propio McClelland, consi-
terese por lo que le está explicando el pro- deraba la motivación de logro como un pro-
fesor. Para ello, la inmediatez del resulta- ducto del entorno social, por el que la ideo-
do, la asociación de las estrategias con el logía dominante del calvinismo protestante
resultado positivo puede ser un elemento favorecía el desarrollo de una actitud positi-
esencial. Es importante que el alumno va al logro, al individualismo competitivo. Si
considere que el empleo de lo aprendido le consideramos los estudios de Winterbottom
va a ofrendar nuevas posibilidades, mejo- (1953) sobre la influencia de la forma en la
rando su rendimiento comprensor. Tam- que los padres ayudaban a sus hijos a resol-
bién es interesante que el material, las ac- ver una tarea, veremos un claro paralelismo
tividades, la clase y el aula estén dirigidas con características que muestran las actitudes
a apoyar la información y a estimular su de los niños que presentan mayor grado de
aprendizaje. metacognición .
El profesor debe asegurar la participación.
Si queremos que el alumno pueda atribuir Winterbottom (1953) investigó la influen-
los logros a lo aprendido, debe actuar, de- cia que ejercían los padres de aquellos niños
be aplicar lo aprendido, y hacer partícipes que presentaban un alto grado de motivación
de logro, ante la resolución de una tarea. Pa-

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 61


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

ra ello planteó el autor una tarea que debían nitores, más que a sí mismos. Estos padres
ejecutar tanto los niños con alta como con presentaban una dirección autoritaria y res-
baja motivación de logro en presencia de los trictiva, a la par que reprobaban cada vez que
padres/madres. El autor observó que las ma- el niño incumplía sus mandatos. En esta si-
dres de los niños con alta motivación de lo- tuación es el padre quien soluciona el pro-
gro se caracterizaban por una mayor permi- blema, la autopercepción del niño, y su sen-
sividad respecto a la capacidad de respuesta timiento de eficacia es nulo puesto que si
de sus hijos ante el problema. Las madres consigue el objetivo no ha sido él quien de
permitían que sus hijos realizaran las tareas verdad lo ha logrado, sino su padre, un ele-
con mayor creatividad, con mayor libertad y mento ajeno a la situación.
autonomía de actuación, manteniendo una
actitud de apoyo y refuerzo a las iniciativas En suma, este tipo de padres/madres no
de sus pequeños, sin presentarles restriccio- permite que el niño se responsabilice de su
nes ni tratar de dirigir la actividad del niño. actividad cognitiva y posiblemente le gene-
ren una atribución causal externa, en la que
“Mothers who wanted early independence vean los éxitos como fruto de un agente ex-
and little restriction and who reguarded a terno, mientras que los fracasos sean percibi-
good performance whith hugs and kisses had dos como consecuencia de una actuación
sons whose achievement motivations was errónea, o de una incapacidad. Además, la
high” (Winterbottom, 1953.) actitud autoritaria restrictiva mostrada por
los padres de los niños de baja motivación de
Este sentimiento de arropo afectivo, pero logro, favorece las relaciones de dependencia
con un gran componente de refuerzo a la y sumisión, relaciones ajenas a las que man-
actividad personal del niño, puede generar un tenían los padres de niños con alta motiva-
grado mayor de autoconfianza que incite al ción de logro en la interacción con sus hijos.
niño a abordar nuevas tareas y a afrontar las
tareas conocidas desde diferentes perspecti- Kontos (1983), estudió la relación existente
vas. De este modo, el logro de nuevos retos entre las instrucciones que daban las madres
se va convirtiendo en un elemento reforzante de niños de 3 a 5 años y los resultados logra-
en sí. Al mismo tiempo, el niño va adqui- dos por estos niños. Sus actitudes fueron
riendo estrategias de actuación cognitiva muy coincidentes con las actitudes mostradas
autónoma y hábitos de actuación indepen- por las madres del estudio de Winterbottom.
diente. El padre le anima mediante comuni- Así mismo, atendió cómo los niños, a medi-
caciones detipo general que se dirigen a diri- da que reconocían la importancia de las ins-
gir el proceso de pensamiento, más que el trucciones aportadas por sus madres para
proceso de ejecución directa. llegar a solucionar la tarea, pasaban a auto-
rregular su actividad mediante la manifesta-
El mismo autor estudió a aquellos niños de ción personal de las instrucciones que ini-
baja motivación de logro y la interacción que cialmente les dieron sus madres.
mantenían con sus respectivas madres. El
autor observó que estas madres dirigían a los Esta similitud puede establecer una rela-
niños mediante indicaciones concretas, impi- ción entre el desarrollo de la capacidad de
diendo la generación de soluciones espontá- autorregulación de la actividad y la imple-
neas por parte de los propios niños. De esta mentación de un tipo motivacional hacia el
manera el niño no se siente responsable de su logro (Casado Goti, 1998). Conocer cómo se
actuación y no disfruta con ello del reto de puede regular, y reconocer la importancia de
un nuevo acto. Estos niños ausencia no se la propia actividad para el control y regula-
sentian protagonistas de su actividad, y pro- ción puede derivar en una actitud de mejora,
bablemente, atribuirían el logro a sus proge-

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 62


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

de seguridad y con ello, de desafio por lograr tarea, y su interés por realizarla, ambos as-
mayores cotas de satisfacción con su trabajo. pectos se entrelazan para ocasionar una me-
jora en el rendimiento (Biggs, 1988, 1989).
Por el contrario, las actitudes excesivamen- Es decir, la metacognición se puede situar
te proteccionistas y dirigistas en el ámbito de como un fiel en la balanza entre la influencia
la ejecución reducen la capacidad para atri- de la motivación y el influjo ejercido por la
buir los logros a la propia actuación, y con cognición.
ello pueden dificultar que los niños adquie-
ran la noción de la autorregulación de su Vamos a considerar el siguiente modelo es-
propia actividad, reduciendo el rendimiento tablecido por McCombs (1988) sobre el en-
del niño. Otros estudios parecen indicar que trenamiento de habilidades motivacionales
realmente una educación autoritaria provoca (Fig. 1). Parte este autor de la relación esta-
un menor rendimiento intelectual y cognitivo blecida entre a) el control que el sujeto per-
(González Celdrán y compañeros, 1982). cibe sobre la actividad y b) la concepción de
su autoeficacia. La metacognición, como
Con todo, la actitud y la forma en la que fruto de la autoobservación y como regula-
los padres aprecian a los hijos, perciben a los ción metacognitiva, puede posibilitar que el
niños, incide en su capacidad para desarrollar sujeto se replantee la influencia del sistema
un aprendizaje autónomo y autoregulado cognitivo y del sistema afectivo en la reali-
(Groinick, Ryan & Deci, 1991; Okagaki & zación de diferentes tareas. Por ello, en este
Sternberg, 1993) esquema el sistema metacognitivo ejerce su
influjo sobre los sistemas cognitivos y afec-
En el punto siguiente vamos a presentar un
tivos.
modelo de interpretación sobre la relación
entre la motivación, la cognición y la meta- Si Dweck & Elliot (1983) consideraban
cognición, como elementos que intervienen que la motivación era la causante de errores
en el rendimiento. cognitivos en el rendimiento de los alumnos,
y Alonso Tapia (1995, 1996) considera que
La metacognición y su inserción con la es un error cognitivo lo que condicione el
motivación y la cognición para mejo- tipo de motivación, puede, desde este mode-
rar el rendimiento de los alumnos. lo, que ambos estén en lo cierto.
En este momento el análisis realizado so- Como podemos apreciar, en el modelo de
bre la diferenciación entre motivación y cog- McCombs, la información fluye en dos lí-
nición ha de servir para establecer como uno neas, una que nace de las experiencias ante-
influye en el otro y viceversa. Si Dweck & riores del sujeto sobre la tarea; y otra que se
Elliot (1983), consideraban que el tipo de nutre del desarrollo de la actuación y de las
motivación que el sujeto manifiesta puede consecuencias de sus actos. Expectativas y
incidir en el desarrollo de diferentes activi- atribuciones son dos elementos de gran im-
dades cognitivas, como el aprendizaje, en portancia en la motivación. Las expectativas
cambio Alonso Tapia (1995) considera pre- y su influjo se alimentan de las experiencias
cisamente que sería el déficit cognitivo lo anteriores del propio sujeto. El alumno ha
que ocasiona un grado de desmotivación. tenido experiencias anteriores, si estas han
Quizás ambos estén en lo cierto y esta rela- sido satisfactorias, la impresión sobre sus
ción entre motivación y cognición sea ambi- posibilidades serán mejores que si el alumno
valente. Al reflexionar sobre si fue antes el ha tenido experiencias negativas. Estas expe-
huevo o la gallina, hemos de considerar el riencias anteriores van a influir en el inicio y
proceso de aprendizaje. En la medida en la en el enganche a la tarea. Responde a las
que el individuo pueda intervenir en su
aprendizaje y haga consciente las metas, la

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 63


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

preguntas de capacidad y representan las - ¿Mi capacidad me permitirá obtener las


expectativas del éxito. metas previstas?
- ¿Puedo hacer esta tarea? - ¿Soy capaz de lograrlo?

(Figura 1)

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 64


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

El niño está anticipando el resultado ba- lizar esta labor mejoradora, incurriendo una
sándose en las experiencias anteriores. Esta y otra vez en fallos o aciertos de carácter
anticipación condicionará el modo en el que aleatorio.
aborde la tarea, e incluso puede incidir en la - ¡Jo, qué suerte. Me han puesto lo que sa-
huida del niño ante una labor de la que no bía!
espera obtener resultados positivos.
- ¡El profesor me tiene manía!, ¿Para que
- Si no voy a ser capaz, ¿para qué me voy voy a estudiar si me suspenderá igual?
a esforzar?
- ¿Esforzarme?, ¿Y qué tiene que ver esto
- Para lo que voy a lograr, prefiero que con sacar buenas notas si luego tienes un
otro lo haga. mal día y lo echa todo a perder?.
- Ya vale con cumplir, esto no me sirve Estos ejemplos, son comunes justificacio-
para nada, por lo menos que no me digan nes de una y otra actitud. Pero lo importante
nada. es que tanto en unas como en otras, las inter-
Gracias a la memoria de experiencias de pretaciones generan nuevas expectativas, y
aprendizaje anteriores, el alumno asocia a la estas influyen en futuros resultados. Nos
tarea tanto conocimiento como afectos, que encontramos ante un círculo vicioso.
le condicionan a la hora de emprender su La salida a este círculo se centra en la ac-
actividad cognitiva, estableciendo diferentes ción de la metacognición. La información
tipos de metas. que ofrece la autoobservación, permite esta-
Pero la información también fluye desde blecer y ajustar la interpretación sobre lo que
los resultados. Al terminar una lectura el se ha hecho bien o se ha hecho mal. El error
lector puede identificar cómo ha desempeña- de concepto respecto a la tarea, la estimación
do la misma, si ha obtenido los objetivos que inadecuada de las propias capacidades y mo-
trataba de satisfacer, qué apartados ha reali- tivos, la determinación no adaptativa de es-
zado mejor y cuales peor, etc. En la culmina- trategias para acometer la tarea, la falta de
ción de la tarea aparece el fenómeno de la control en la ejecución, son aspectos que el
atribución. La importancia de esta, radica en análisis de la información metacognitiva
que puede favorecer un tipo de afecto. pone de manifiesto. Se trata de que el alum-
Hemos considerado la importancia de la lo- no se encare con lo que hace mal, intentando
calización de la causalidad. Aquel individuo establecer una nueva forma de atribución. De
que considera que las causas de su éxito o igual manera, el aspecto autorregulativo de la
fracaso radican en sí mismo, que son contro- metacognición facilita que el alumno con-
lables tiende a evitar repetir lo fallos, y po- temple cómo el adecuado desempeño de una
tenciar los aciertos. actividad estratégica le permite controlar los
resultados. Esto reincide en la importancia de
- He estudiado poco y no me sabía bien su propia acción como controladora de los
este tema. resultados, y con ello, reajustadora de la lo-
- La próxima vez, volveré a estudiar como calización de la causalidad. Este reajuste
ahora, pues me ha dado resultado. puede incidir en la manera en la que el alum-
no aprende, su estilo de aprendizaje (Prin-
- Si ahora he logrado mejorar con un poco
tich, 1990).
de esfuerzo, mejoraré aún más si le dedico
una mayor atención. El estilo de aprendizaje, la motivación
En cambio, el alumno que hace una inter- y la metacognición.
pretación de la causalidad externa y no con- La unión entre motivación y metacogni-
trolable, por ejemplo la suerte, no puede rea- ción, con el concurso de la cognición, puede

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 65


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

intervenir en el desarrollo de una actividad Así mismo, la presencia de la autoregula-


autónoma de aprendizaje (Okagaki & Stern- ción, parece ser un indicador de determina-
berg, 1993). Es decir, la forma en la que el ción previa de las metas, para organizar la
individuo ejerce su actividad de aprendizaje actividad cognitiva, y obtener los logros pre-
puede venir condicionada por estos tres fac- vistos (Covington, 2000). Cuando Covington
tores. habla de autoregulación se refiere a un
aprendizaje autoregulado, es decir controlado
Parte de esta afirmación la realiza Biggs, al
en la ejecución mediante un nivel superior de
desarrollar su concepto de metaaprendizaje
control. Habla de metacognición.
(Biggs, 1985) como mediador entre los ele-
mentos cognitivos y los motivacionales. El El conocimiento metacognitivo referido a
aprendizaje es una actividad dirigida a la la persona, establece los límites de sus valo-
integración de contenidos y que se realiza res, de aquello a lo que el sujeto da valor.
dinámicamente mediante la aplicación de También aborda el conocimiento en torno a
diferentes estrategias que permiten la inter- las estrategias que posee y a las demandas de
nalización de lo aprendido a diferentes nive- la tarea. De esta manera, el aprendiz puede
les. Desde esta perspectiva la teorías de los establecer una pauta de actuación, basada en
estilos de aprendizaje de Biggs establece tres el esfuerzo esperado que debe realizar, de
modalidades de aprendizaje como vimos acuerdo a los objetivos que desea conseguir.
antes: profundo, superficial, y de logro. Cada Mantener un nivel de esfuerzo importante
uno de estos estilos supone la aplicación de como el que requiere una actividad estratégi-
una serie de estrategias, con el esfuerzo con- ca autoregulada, debe estar apoyado en una
siguiente, en pos de la consecución de dife- expectativa de que esta actividad obtenga los
rentes metas. resultados previstos. De esta manera, los
El establecimiento de estas metas, la moti- estudiantes mantienen un mayor esfuerzo en
vación que ellas sugieren pueden intervenir aquellas asignaturas que consideran más im-
en la profundidad y el esfuerzo con el que portantes para su curriculo universitario
realizan el aprendizaje mediante la aplica- (Gonzalez, Piñeiro, Rodriguez, Suárez &
ción de estrategias adecuadas a los fines. Valle, 1998).
Esta propuesta adolece de una premisa erró- El estilo de aprendizaje, ya sea superficial,
nea, considerar que la aplicación de estrate- profundo o estratégico, se condiciona en gran
gias es siempre consciente. medida por el conocimiento de los objetivos
Biggs, (1989) considera que debe existir que se propone el propio alumno. Esta de-
una relación entre las estrategias empleadas terminación de objetivos es el producto de un
y la motivación para lograr un determinado análisis en torno a las demandas de la tarea, a
tipo de aprendizaje. Lo que surge aquí es el los objetivos personales que el sujeto desea
estilo de aprendizaje estratégico, basado en conseguir, y a la determinación y regulación
el conocimiento de los objetivos de aprendi- de las estrategias cognitivas y metacognitivas
zaje, por parte del alumno, de su grado de que emplea en la realización de la tarea. En
motivación, y de las estrategias cognitivas y suma, el estilo de aprendizaje, la posibilidad
metacognitivas que debe desplegar para ob- de modificar el estilo de aprendizaje en fun-
tenerlo. Varios estudios dentro del estado y ción de los objetivos, puede ser un producto
aplicados a una población universitaria, pa- de la metacognición.
recen establecer esta relación (González,
Piñeiro, Rodriguez, Suárez & Valle, 1998;
Líneas de estudio.
Martínez & Galán, 2000; Valle, González, Hasta ahora, los estudios se han centrado
Gómez, Vieiro, Cuevas & González, 1997). en la población universitaria (González, Pi-
ñeiro, Rodriguez, Suárez & Valle, 1998;

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 66


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

Martínez & Galán, 2000; Valle, González, ciones en el nivel manifiesto de motivación
Gómez, Vieiro, Cuevas & González, 1997), de logro. Estudios de Psicología (17).
quizá motivado por la consideración de que Alonso Tapia, J. (1995). Motivación y
este tipo de alumno ha llegado a obtener un aprendizaje en el aula.: Cómo enseñar a
grado de conocimiento sobre sí mismo, un pensar. Aula XXI, Santillana, Madrid.
nivel de metacognición, mayor, puesto que el Alonso Tapia, J. (1996). Contexto, motiva-
desarrollo metacognitivo es un periodo tardío ción y aprendizaje. En J. Alonso Tapia & E.
del desarrollo intelectual. No obstante, se ha Caturla Fita La motivación en el aula. PPC,
logrado orientar metacognitivamente a niños Madrid
para mejorar sus capacidades ya sea memo- Alonso Tapia, J. (1997). Motivar para el
rísticas, o de comprensión lectora (Barrero, aprendizaje. Teorías y estrategias. EDEBE,
1992, Martín Nuñez, 1993; Ugartetxea, Barcelona.
1995, 1996). Pero sería interesante analizar Atkinsons, J.W. (1981). Thematic appercep-
si la acción educativa puede intervenir ade- tive measurement of motivation in 1959 and
más de en el desarrollo de la metacognición, 1980. EN D’ydewale, G & Lens, W. (eds.)
en la modificación de la motivación. Sería Cognition in human motivation and learn-
postular el análisis contrario. Tratar de modi- ing. Lawrence Erlbaum Ass. New Jersey.
ficar el tipo de motivación sobre la base de Bandura, A. (1977). Self-efficacy: Toward a
una orientación metacognitiva. unifying theory of behavior change. Psy-
La pregunta sería, ¿se podría modificar el chological review. (84), 191-215.
estilo atribucional, el tipo de motivación y el Bandura, A. (1986). Social Foundations of
estilo de aprender, mediante la orientación thought and action: A social cognitive the-
metacognitiva? ory. Prentice Hall, Englewood Cliff, N.J.
Barrero, N. (1994). Programa "OMECOL"
Por otro lado, estamos educando para una (Orientación Metacognitiva de la Compren-
sociedad de la información. Los niños deben sión Lectora). Adaptación para alumnos de
aprender contenidos, pero deben aprender a segunda etapa de E.G.B. y evaluación de
aprender (Blakely & Spence, 1990). Por lo ganancias. Tesis doctoral. U.N.E.D., Ma-
que la adquisición de estrategias de aprendi- drid.
zaje, y sobre todo el desarrollo de un estilo Biggs, J.B. (1985). The role of metalearning
de aprendizaje autoregulado le facilitará el in study processes. British Journal of Edu-
despliegue de sus capacidades en el entorno cational Psychology. (55) 185-212.
de las TICs. Tal razón, justificaría la intro- Biggs, J.B. (1988) The role of metacognition
ducción en el curriculo básico de la meta- in enhacing learning. Australian Journal of
cognición. Education (32), 127-138
Biggs, J.B. (1989) Approaches to the en-
Bibliografía. hancement of tertiary teaching. Higher
Alonso Tapia, J. (1984a): “¿Cómo conseguir Education Research and Development,8 (1),
que Juan realice su tarea?” Algunas ideas 7-25.
generales sobre la motivación de logro y su Burón, J. (1988). La autoobservación (self-
modificación. Infancia y aprendizaje, (26). monitoring) como mecanismo de autocono-
Alonso Tapia, J. (1984b): Atribución de la cimiento y de adaptación. Tesis doctoral.
causalidad y motivación de logro desde una Universidad de Deusto, (microfilm N. 87).
perspectiva evolutiva. Evidencia empírica. Burón, J. (1993). Enseñar a aprender: Intro-
Infancia y aprendizaje, (26). ducción a la metacognición. Mensajero,
Alonso Tapia, J. (1984c) Atribución de la Bilbao.
causalidad y motivación de logro II. Estudio Burón, J (1994). Motivación y aprendizaje.
evolutivo de las influencias de las atribu- Mensajero, Bilbao.

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 67


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

Casado Goti, M. (1998). Metacognición y Doctoral. Universidad Complutense de Ma-


motivación en el aula. Revista de Psicodi- drid, Madrid.
dáctica, (6). González Fernández, A. (1992). Estrategias
Covington, M.V. (2000). Goal, theory, moti- metacognitivas en la lectura. Tesis Docto-
vation and school achievement: an integra- ral. Universidad Complutense de Madrid,
tive review. Annual review of psychology. Madrid.
Dweck, C.S. & Elliot, E.s. (1983). Achieve- González Celdrán y Colab. (1982). Tipo de
ment motivation. En E.M. Hetherington educación que influye en el rendimiento es-
(ed.) Socialization, personality and social colar. Ponencia presentada en el VII Con-
development. Wiley & sons, N.Y. greso de Psicología, Santiago de Composte-
Fiske, S.T. (1982). Schema-triggered affect: la.
Applications to social perception. En M.S. Groinick, W.S., Ryan, R.M. & Deci, E.L.
Clark & S.T. Fiske (eds.). Affect and cogni- (1991). Inner resources for school achieve-
tion. Lawrence Erlbaum Ass., New Jersey. ment. Motivational mediators of children´s
Flavell, J.H. (1978). Metacognitive devel- perceptions of their parents. Journal of
opment. En J.M. Scandura & C.J. Brainerd Educational Psychology, (83) 508-517.
(eds.) Structural/process models of complex Haugen, R. (1989). Motivation and cognition
human behavior. Sifthoff & Noordhoff, encompassed in a unitary model. Scandina-
Netherlands. vian Journal of Educational Research. (33)
Flavell, J.H. (1979). Metacognition and cog- 15-34.
nitive monitoring: A new area of cognitive- Hacker, D. (1997). Metacognitive: definitons
development inquiry. American Psycholo- and empirical founditions. EN D. Hacker,
gist. (34), 906-911. D. Dunlosky, Y A. Graesser (eds.) Meta-
Flavell, J.H. (1982). On cognitive develop- cognition in educational theory and prac-
ment. Child Development. (53) 1-10. tice. Erlbaum, Hillsdale, N.J.
Flavell, J.H. (1985). Cognitive development. Kruger, J. & Dunning, D. (1999). Unskilled
Prentice Hall, New Jersey. and unawareof it: How difficulties in recog-
Flavell, J.H. & Wellman, H.M. (1977). Me- nizing one´s own incompetence lead to in-
tamemory. En R.V. Kail & J.W. Hagen flated self assessments. Journal of personal-
(Eds.). Perspectives on the development of ity and social psychology, (77), 1121-1134.
memory and cognition. Lawrence Erlbaum Kontos S. Adult-child interaction and the
Ass., New Jersey. origins of metacognition. Journal of Educa-
Garner, R. (1988), Verbal report data on tional Research. (77) 43-54.
cognitive and metacognitive strategies. En. MacLelland, D. (1976). ¿Qué efectos tienen
C.E. Weinstein, E.T. Goetz & P.A. Alexan- los cursos sobre la motivación de logro en
der (eds.) Learning and study strategies: el rendimiento escolar?. La Educación hoy.
Issues in assessment, instruction, and (3-4).
evaluation. Academic Press, N.Y. Martín Nuñez, M.C. (1993). Incidencia de
González, R., Piñeiro, I., Rodriguez, S., Suá- las estrategias metacognitivas en el apren-
rez, J.M. Y Valle, A. (1998). Variables mo- dizaje de las ciencias sociales: Un estudio
tivacionales, estratégicas de aprendizaje y con alumnos de 4 y 5 de E.G.B. Tesis Doc-
rendimiento académico en estudiantes uni- toral. U.N.E.D., Madrid.
versitarios: un modelo de relaciones causa- Martínez, J.R. & Galán, F. (2000), Estrate-
les. Revista Española de Orientación y Psi- gias de aprendizaje, motivación y rendi-
copedagogía. 9, (16), 217-229- miento académico en alumnos universita-
González Álvarez, M.C. (1993). Análisis rios. Revista Española de Orientación y
metacognitivo de la comprensión lectora: Psicopedagogía. 11 (19) 35-50.
Un programa de evaluación e intervención McCombs, B.L. (1988). Motivational skill
en alumnos de enseñanza primaria. Tesis training: Combining metacogntive, cogniti-

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 68


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

ve, and affective learning strategies. En G. D’ydewale, G & W. Lens, (1981). Cog-
C.E. Weinstein, E.T. Goetz & P.A. Alexan- nition in human motivation and learning.
der (eds.). Learning and study strategies: Lawrence Erlbaum Ass. New Jersey.
Issues in assessment, instruction, and Short, E.J. & Weissberg-Benchell, J.A.
evaluation. Academic Press, New York. (1989). The triple alliance for learning:
Muir-Broaddus, J.E. & Bjorklund, D.F. Cognition, metacognition and motivation.
(1990). Developmentalñ and individual dif- En C.B. McCormick, G.E. Miller & M.
ferences in childre´s memory strategies: the Pressley. (eds.). Cognitive strategy re-
role of knowledge. En W. Schneider & F.E. search; From basic research to educational
Weinert (eds.) Interactions among apti- application. Springer-Verlag, New York.
tudes, strategies, and knowledge in cogni- Siegler, R.S. (1989). Mechanism of cognitive
tive performance. Springer –Verlag, New development. Annual Review of Psychol-
York. ogy. (40) 353-397.
Navas, L. Sampascual, G & Castejón, J.L. Siegler, R.S. (1990). How content knowl-
(1991). La teoría atribucional de Weiner: edge, strategies and individual differences
Una revisión teórica sobre su evolución. interact to produce strategy choices. En W.
Revista de Orientación Educativa y Voca- Schneider & F.E. Weinert (eds.) Interac-
cional. (2), 9-25. tions among aptitudes, strategies, and
Okagaki,L. & Sternberg, R.J. (1993). Paren- knowledge in cognitive performance.
tal beliefs and children´s school perform- Springer-Verlag, New York.
ance. Child Development, (64) 36-56. Sternberg, R.J. (1984). Macrocomponents
Palmer, D.I. & Goetz, E.T. (1988). Selection and microcomponents of intelligence: Some
and use of study strategies: The role of the proposed loci of mental retardation. En P.H.
studier's beliefs about self and strategies. En Brooks, R. Sperber & C. McCauley (eds.).
C.E. Weinstein, E.T. Goetz & P.A. Alexan- Learning and cognition in metally retarded.
der (eds.). Learning and study strategies: Lawrence Erlbaum Ass., New Jersey.
Issues in assessment, instruction, and Sternberg, R.J. (1985). Beyond IQ: A triar-
evaluation. Academic Press, New York. chic theory of human intelligence. Cam-
Pintrich, P.R. & De Groot, E.V. (1990). Mo- bridge University Press, Cambridge, MA.
tivational and self regulated learning com- Ugartetxea, J.X. (1995) La metacognición y
ponents of classroom performance. Journal la comprensión lectora: Un estudio experi-
of Educational Psychology, (82), 33-40 mental sobre los efectos de la orientación
Pintrich, P. R. (1989). The dynamic interplay metacogntiiva en las capacidades académi-
of student motivation and cognition in the cas e intelectuales, en niños de ciclo medio
college classroom. En C. Ames y M. L. y superior de EGB. Tesis doctoral. EHU-
Maher (Eds.). Advances in motivation and U.P.V.
achievement (vol.6).: JAI Press, Greenwich, Ugartetxea J.X. (1996). La orientación meta-
CT. cognitiva. Un estudio sobre la capacidad
Pressley, M.; Wood, E. Y Woloshyn, V. transferencial de la metacognición y su in-
(1990). Elaborative interrogation and facili- fluencia en el rendimiento intelectual. Re-
tation of fact learning: Why having a know- vista de Psicodidáctica (1), 27-54.
ledge base is one thing and using it is an- Ugartetxea, J.X. (1997). ¿Podemos mejorar
other. En W. Schneider & F. E. Weinert la comprensión lectora?. Resultados de la
(eds.). Interactions among aptitudes, strate- orientación metacognitiva de la compren-
gies, and knowledge in cognitive perform- sión lectora. Revista de Orientación y Psi-
ance. Springer-Verlag, New York. copedagogía. 8 (14),267-285.
Raynord, J.O. (1981). Future orientation and Valle, A., González, R., Gómez, M.L. Viei-
achievement motivation: Toward a theory ro, P. Cuevas, L.M. & González, R.M.
of personality functioning and change. En (1997). Atribuciones causales y enfoque de

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 69


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

aprendizaje en estudiantes universitariios. J.Atkinson (ed.) Motives in fantasy, action


Revista de Orientación y Psicopedagogía, and society. Van Nostrand, Princeton, N.J.
8, (14), 287-298. Zhang, Z., Franklin, S. & Dasgupta, D.
Weiner, B.(1972) Achievement motivation (1997) Metacognition in software agents
and attribution theory. General Learning using classifier systems. Institute for intelli-
press, Morristown, N.J. gent systems, University of Menphis, Te-
Weiner, B. (1986). An atributional theory of nessee.
motivation and emotion.: Springer–Verlag, Zajonc, R.B. (1980). Feeling and thinking:
New York Preferences need no inferences. American
Weiner, B (1990). History of motivational Psychologist., (35), 151-175.
research in education. Journal of educa- Zajonc, R.B.; Pietromonaco, P. & Bargh, J.
tional Psychology. (82), 616-622. (1982).Independence and interaction of af-
Winterbottom, M.R. (1953). The relation of fect and cognition. En M,.S. Clark y S.T.
need for achievement of learning experi- Fiske (eds.) Affect and Cognition. New Jer-
ences in independence and mastery. En sey, LEA,

ARTICLE RECORD / FICHA DEL ARTÍCULO

Reference / Ugartetxea, J. ((2001). Motivación y metacognición, más que una relación. RELIEVE, vol. 7, n. 2.
Referencia Consultado en www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm en (poner fecha).
Title / Motivación y metacognición, más que una relación [Motivation and metacognition: more than an
Título interrelation]

Authors / Autores Josu Ugartetxea


Review / Revista Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa (RELIEVE), v. 7, n.2
ISSN 1134-4032
The aim of this article is to reflect on the possible relation between metacognition and motivation.
Some aspects such as causality, locus of control or success expectancy can be conditioned by the
metacognitive knowledge of students. We also establish a parallel between the development of meta-
cognition and the characteristics of the kind of motivation in students. We incorporate this parallel
with the learning styles that the students can apply in their studies.
Abstract /
El propósito de este trabajo es realizar una reflexión de partida para analizar la posible relación exis-
Resumen tente entre metacognición y motivación. Aspectos tales como la atribución de la causalidad, la locali-
zación del control, el establecimiento de expectativas de éxito, pueden estar condicionadas por el co-
nocimiento metacognitivo de los alumnos. Así mismo, se trata de establecer un paralelismo entre el
desarrollo de la metacognición y el tipo de motivo que caracteriza a los alumnos, uniéndolo con el
estilo de aprendizaje que puede emplear el alumno en su aprendizaje.
Keywords / Motivation, cognition, metacognition, achievement
Descriptores Motivación, cognición, metacognición, rendimiento
Institution / Universidad del País Vasco (España)
Institución
Publication site/
http://www.uv.es/RELIEVE
Dirección
Language / Spanish (Title, abstract and keywords in English )
Idioma

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 70


Ugartetxea. J. (2001). Motivación y metacognición, más que una relación.
RELIEVE, v. 7, n. 2, p. 51-71. http://www.uv.es/RELIEVE/v7n2/RELIEVEv7n2_1.htm

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa


(RELIEVE)
[ ISSN: 1134-4032 ]
© Copyright, RELIEVE. Reproduction and distribution of this articles it is authorized if the content is no modified
and their origin is indicated (RELIEVE Journal, volume, number and electronic address of the document).
© Copyright, RELIEVE. Se autoriza la reproducción y distribución de este artículo siempre que no se modifique el
contenido y se indique su origen (RELIEVE, volumen, número y dirección electrónica del documento).

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa [ www.uv.es/RELIEVE ] pag. 71

S-ar putea să vă placă și