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CONSEJO EDITORIAL
II
Criminogénesis
Núm. 6, Febrero 2010
Índice
PRESENTACIÓN
Alejandro Carlos Espinosa 11-13
NOTA INTRODUCTORIA
Ruth Villanueva Castilleja 15-16
El Nuevo Delito Contra la Libertad de Expresión
Una Reforma Incompleta
Luis Raúl González Pérez 18-22
El mobbing o acoso moral y el derecho penal
José Miguel Compañy Catalá 23-49
La reforma al artículo 16 constitucional en torno
a la comprobación del delito
Prof. H.C. Dr. Enrique Díaz Aranda ´ 51-82
Consideraciones en torno a la prescripción de los delitos
de defraudación fiscal y su equiparable
Rubén Durán Miranda 84-100
La Procedencia del hábeas corpus en el marco del
procedimiento de acusación constitucional peruano
Christian Donayre Montesinos 101-116
Auto de vinculación a proceso
Javier Dondé Matute 117-132
Origen del Juez Ejecutor de Sentencia en la Legislación
Mexicana
Eduardo Adolfo Oropeza Villavicencio 134-154
El Juez de ejecución penal o vigilancia penitenciaria.
Una fi gura nueva en el sistema jurídico mexicano
Emma Mendoza Bremauntz 155-189
III
Criminología de la Posmodernidad
Una Lectura de Derecho Penal Regional
Alejandro Carlos Espinosa 193-227
Violencia en la ancianidad
Celín Pérez Nájera 229-248
Criminología psicoanalítica, conductual y del desarrollo
Wael Hikal 249-269
La investigación de desapariciones forzadas en México;
discordancias con la Justicia Internacional mostradas
frente al caso de Rosendo Radilla
Sergio Méndez Silva 273-286
Seguridad pública y seguridad nacional en México
Wilfrido Robledo Madrid 287-298
El neonaticidio y sus posibles causas
María Laura Quiñones Urquiza 301-305
Litigación Oral y Práctica Forense Penal.
Carlos Faustino Natarén Nandayapa y Beatriz Eugenia
Ramírez Saavedra
David Cienfuegos Salgado 309-311
Guía de Estudio de Derecho Penal. Gerardo Armando
Urosa Ramírez
Xul-Ha Tzin Díaz Esquivel 313-314
Derecho Procesal Penal Militar. Alejandro Carlos Espinosa
Angel González Morales 315-318
Derecho Penal del Enemigo. Eduardo Martínez Bastida
Alejandro Carlos Espinosa 319-321
La Cárcel Desde Adentro. Entre la Reinserción Social del
Semejante y la Anulación del Enemigo. Gerardo Saúl
Palacios Pámanes
Ruth Villanueva C. 323-324
Teatro Penitenciario. Ruth Villanueva Castilleja
Alejandro Carlos Espinosa 325-328
IV
Núm. 6, Febrero 2010
ISSN: 1870-9524
Publicado por
Criminogenesis
Gómez Farías 102, Desp. 1 Col. Del
Carmen Coyoacán, México, D.F.
C.P. 04100.
Tel/Fax: 01 (55) 5659-3647
contacto@criminogenesis.com
http://www.criminogenesis.com
V
VI
Presentación
11
12
13
15
16
Derecho
Penal
Luis Raúl González Pérez
El Nuevo Delito Contra la Libertad de Expresión
Una Reforma Incompleta
17
1
Abogado General de la Universidad Nacional Autónoma de México
19
20
21
22
RESUMEN
ABSTRACT
The 14th November 2008 draft bill of reform of the Spanish Penal Code includes
mobbing as a crime in its article 173.1. Although it is a frequent behaviour at work
place, authors have rarely wrotten about it. We take advantage of the draft bill to
study in deep that crime and also to criticize the wrong government’s legislative
technique.
1
Fiscal Provincial de Barcelona, España
23
AP Anteproyecto
CP Código Penal
24
I. Introducción
25
4 COMPAÑY CATALÁ, José Miguel y BASAULI HERRERO, Emilio “El dopaje deportivo: aspectos laborales y penales”.
RMF (Revista del Ministerio Fiscal), nº 13, Madrid, 2005.
5 COMPAÑY CATALÁ, José Miguel y BASAULI HERRERO, Emilio “El tipo penal (art. 44)”, en MILLÁN GARRIDO,
Antonio (Coord.) Comentarios a la Ley Orgánica de Protección de la Salud y de Lucha contra el Dopaje en el Deporte,
Barcelona, 2007, pp. 419 a 451.
6 Ello sin profundizar en lo lamentable del cambio de legislación a nivel reglamentaria a golpe de petición olímpica.
7 Proposición de Ley del Grupo Parlamentario Socialista 122/000158 en la que se proponía su inclusión como art. 314 bis
en el Título de los delitos contra los derechos de los trabajadores.
8 Ampliamente al respecto MIR PUIG, Carlos “El mobbing desde la perspectiva penal, social y administrativa”, Estudios
de Derecho Judicial, nº 94, Madrid, 2006, pp. 310 a 320.
9 PÉREZ MACHÍO Mobbing p. 21.
26
10
PIÑUEL Y ZABALA, Iñaki Mobbing. Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo. Santander, 2001, p. 51.
11
PÉREZ MACHÍO supra, pp. 35 a 38 y 52.
12
LEYMANN, H. Mobbing la persécution au travail. París, 1996.
13
Sorprendente al respecto el AAP de la Rioja de 12 de abril de 2005 (ponente Santiesteban Ruiz) que señala expresamente
que el tiempo en el que se lleven a cabo los actos vejatorios no tiene que ser excesivamente largo.
14
En contra también STRUCK, Dieter Schulssfolgerungen aus Grudsatzurteilen zu Mobbing. Frankfurt Am Main, 2003,
p. 253 que dice que lo determinante no reside en dicho objetivo, sino más bien en la específica relación que une al autor
con la víctima y MIR PUIG El mobbing p. 185. A favor, teóricamente según la Exposición de Motivos, de la tipificación
del mobbing en la función pública el Anteproyecto de LO de Reforma del CP de 14 de noviembre de 2008, aunque como
siempre con redacción confusa (casi inexistente) que generará problemas interpretativos.
27
28
19
GÓMEZ POMAR, Fernando y ORTIZ DE URBINA GIMENO, Íñigo Chantaje e intimidación: un análisis jurídico-
económico. Madrid, 2005, pp. 159 y 160.
20
PÉREZ MACHÍO, Mobbing pp. 94 y ss. y JUANES PECES, Ángel El fenómeno del mobbing en el ámbito castrense en
MIR PUIG (Coord.) El mobbing pp. 265 a 272.
29
El bien jurídico es una categoría dogmática que ha perdido fuelle en los últimos
tiempos. O en palabras de Roxin, la premisa según la cual el fin de toda amenaza
penal debe ser la prevención de lesiones de bienes jurídicos ha ido siendo objeto
de cada vez más numerosas críticas21. Así, me puedo mostrar de acuerdo, al menos
de manera parcial, con algunas modernas tendencias que vienen a señalar que, una
vez establecido un delito, no resulta difícil establecer qué bien jurídico protege.
El asunto requiere un estudio algo más amplio.
Tradicionalmente, y entiendo que hay argumentos jurídicos para seguir crey-
endo en su vigencia, se afirmaba, como hace Roxin, que hay muchas razones para
pensar que el legislador actual, aunque goce de legitimidad democrática, no puede
incriminar algo sólo porque no le guste22.
En cambio, existen otros importantes autores de la doctrina alemana, que
sostienen opiniones contrarias.
Así, Hirsch23 entiende que el concepto de bien jurídico como entidad pre-
existente a la labor del legislador “no existe”, de modo que: “el concepto de
21
ROXIN, Claus ¿Es la protección de bienes jurídicos una finalidad del Derecho Penal? en HEFENDEHL, Roland (Ed.)
La teoría del bien jurídico. Barcelona- Madrid, 2007, p. 445.
22
ROXIN ¿Es la protección p. 443.
23
HIRSCH, Hans Joachim citado por ROXIN ¿Es la protección... p. 445.
30
bien jurídico no ofrece un enfoque apto para la limitación inmanente del Derecho
penal”.
Stratenwerth24, por su parte, remite a las múltiples y diversas definiciones
de bien jurídico existentes en la literatura y de ahí concluye que “conseguir una
completa definición material del bien jurídico” se parece a lograr “la cuadratura
del círculo”; o sea: es imposible. Yendo más allá, defiende la opinión de que la
razón por la que se crea un tipo no es la protección de bienes jurídicos, sino lo
indeseable de la conducta. Debería “reconocerse que lo decisivo a la hora de que-
rer mantener una norma o, en sentido contrario, de no querer en absoluto que se
dé una conducta, es la posición de la sociedad reconocida por el parlamento.”25
Roxin, se muestra de acuerdo con Stratenwerth en que acerca de qué sea un
bien jurídico hay tantas y tan distintas opiniones que sólo se puede discutir con
sentido sobre este tema si previamente se aclara qué es lo que uno mismo entiende
por bien jurídico y de dónde infiere la limitación del derecho penal a la protección
de bienes jurídicos26. Así, para Roxin, en un Estado democrático de Derecho, las
normas penales sólo pueden perseguir la finalidad de asegurar a los ciudadanos
una coexistencia libre y pacífica garantizando al tiempo el respeto de todos los
derechos humanos27. Ello le lleva a definir los bienes jurídicos como realidades
o fines que son necesarios para una vida social libre y segura que garantice los
derechos humanos y fundamentales del individuo, o para el funcionamiento del
sistema estatal erigido para la consecución de tal fin28.
Pese a las críticas expuestas, en cuanto a mí respecta, sigo siendo partidario
del concepto de bien jurídico. Sigue convenciéndome más que modernas posturas
un Derecho Penal concebido a la manera en la que lo hace Mir Puig29. Es decir, un
Derecho Penal protector de bienes jurídicos, entendiendo los mismos como valores
nacidos del consenso30. Creo que el citado autor, entiende además tal elemento no
a la manera de Stratenwerth como mayoría parlamentaria, sino como una especie
de cuasiunanimidad que deje sólo fuera del consenso opiniones marginales, siendo
o constituyendo los bienes jurídicos un límite al propio legislador.
24
STRATENWERTH, Günther La criminalización en los delitos contra bienes jurídicos colectivos en HEFENDEHL,
Roland (Ed.) La teoría del bien, supra, pp. 365 a 382. Una muy interesante clasificación de las citadas definiciones y
conceptos sobre bien jurídico en POLAINO NAVARRETE, Miguel “Protección de bienes jurídicos y confirmación de la
vigencia de la norma: ¿Dos funciones excluyentes?”, Cuadernos de Derecho Criminal (CDC), febrero de 2008, pp. 17 a 39.
25
STRATENWERTH supra, p. 299
26
ROXIN supra, p. 446.
27
ROXIN, supra, p. 447.
28
ROXIN ¿Es la protección p. 449.
29
MIR PUIG, Santiago Derecho Penal Parte General. Barcelona, 2001, pp. 91 a 94.
30
Aunque me parece que deberían siempre los citados valores respetar como límite mínimo la Declaración Universal
de Derechos Humanos de 1948, es decir, no me parece válido un consenso, por amplio que sea, que no respete dichos
derechos humanos.
31
31
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María Aproximación al derecho penal contemporáneo. Barcelona, 1992, p. 268.
32
32
PÉREZ MACHÍO Mobbing p. 131.
33
PÉREZ MACHÍO supra, p. 142. Entiendo que es un argumento muy débil. Como la doctrina extranjera, creo que, pre-
cisamente la existencia de relación laboral (o funcionarial) es lo que define el delito. Si no se da en una relación laboral o
funcionarial, será, en su caso, otro delito, pero, no será un delito de mobbing.
34
MORALES GARCÍA, Óscar y FERNÁNDEZ PALMA, Rosa “Estudio sobre la relevancia jurídico penal del mobbing”,
Iuris, nº 82, 2004, p. 23.
35
PURCALLA BONILLA, Miguel Ángel “Tratamiento jurídico del mobbing y de otros riesgos psicosociales”, La Ley,
nº 6087, 2004, p. 5.
33
b) Toma de postura.
Aunque no está claro que el derecho al trabajo en determinadas condiciones
o a las vacaciones, horarios, salarios o promoción profesional sean derechos
humanos, parece claro al menos, que sí son, conforme antes definía, parte del
sistema legislativo en que los derechos humanos del ciudadano se asientan. Es
decir, no hay dignidad humana o derecho a la libertad y a la vida o acceso en
36
VILLEGAS FERNÁNDEZ, Jesús Manuel “Teoría Penal del acoso moral: mobbing, bullying y blockbusting”, Boletín
de Información del Ministerio de Justicia, nºs 1997 y 1998, Madrid, 2005, p. 3711.
37
MIR PUIG El mobbing p. 207 y VILLEGAS FERNÁNDEZ Teoría Penal p. 3518.
38
GIMBERNAT ORDEIG, Enrique señala en “La insoportable gravedad del Código Penal (I)”, Diario El Mundo, de 22
de enero de 2009 como “(...)los políticos descubrieron hace tiempo que en el Derecho penal - más precisamente: en el
endurecimiento del derecho penal- había una gran cantera de votos.”
34
Para el análisis de este apartado creo que hay que partir primero de las dos
únicas referencias legislativas existentes, el art. 222-33-2 del CP francés y el art.
del AP de reforma del CP español de 14 de noviembre 2008. Tras examinar am-
bas, será el momento de pronunciarse sobre si otra opción sería dogmáticamente
preferible y sobre los posibles olvidos, omisiones o errores técnicos de ambos tipos.
39
De acuerdo con NIETO GARCÍA, Ángel “El acoso moral en el trabajo y el acoso sexual como manifestaciones del
ataque a la dignidad humana”, Diario La Ley, (nº 6956), 29 Mayo de 2008, cuando señala que: “La identificación de estas
conductas debe practicarse en el lugar de trabajo o como consecuencia de la relación laboral, revistiendo forma horizontal,
entre compañeros, o vertical, jerarquizada en línea descendente o ascendente, según se pretenda respectivamente provocar
situaciones de aislamiento, denigrar o desprenderse de subordinados o jefes.”
40
A favor expresamente de su incorporación en dicho lugar el AAP de Álava de 28 de octubre de 2006 (ponente Tapia Parreño).
35
41
COMPAÑY CATALÁ y BASAULI HERRERO El tipo penal p. 432.
36
otro u otros. Desde ese punto de vista, no aportaría nada al tipo, sino que sería
una consecuencia lógica y por tanto, no exigible, sin que quepa tampoco como ya
se hacía al comentar la necesidad de lesiones, hacer residir el delito en la mayor
o menor sensibilidad de los integrantes del lugar de trabajo en el que se produce
el hostigamiento al compañero.
De otro lado, el hecho de que el delito produzca la degradación de las condicio-
nes de trabajo de modo natural y lógico o la reiteración de actos hostiles hubiera
debido producirla, o fuera el objetivo doloso del sujeto activo, aproxima en cierto
modo y como sostengo dicho delito al del art. 311 CP.
En el mismo, no se otorgan a los trabajadores ab initio las condiciones laborales
constitucional, legal, convencional o contractualmente reconocidas. En cambio,
parece que, en el supuesto típico del mobbing lo que ocurre es que, dichas condi-
ciones que sí ha reconocido el empresario o la administración, son destruidas a
posteriori por alguno de los integrantes de la empresa, por los cargos públicos con
poder de decisión organizativa del personal del Estado o por otros funcionarios
con el consentimiento de dichos cargos públicos.
Por último hay que plantearse la cuestión de la susceptibilidad de lesionar la
dignidad, la integridad física o psíquica o la posibilidad de comprometer el futuro
profesional o en la terminología del prelegislador español la causación natural de
sentimientos de humillación.
Con anterioridad, ponía de manifiesto como no me mostraba de acuerdo con
la necesidad de que el acoso produjera lesiones para la tipificación delictiva del
mismo. Pero, parece que al menos una de las dos consecuencias debe producirse.
O se producen lesiones42 ó se considera que se ha atacado gravemente la dignidad
de la persona con los actos hostiles o ambas cosas.
Para Pérez Machío, lo determinante sería el clima y la atmósfera de degradación
y humillación personal soportado por la figura del trabajador acosado.43
Mir Puig, por su parte, señala cómo es un delito que necesita de un resultado
consistente en la causación de sentimientos de humillación, a la vista del especta-
dor u hombre medio situado en el lugar de la víctima, aspecto objetivo al que no
puede renunciarse, sin mengua de la seguridad jurídica44.
No parece en cambio que se pueda proteger dentro del ámbito del derecho
penal sin quebrantar sus principios básicos conductas no gravemente at-
entatorias de la dignidad personal, conductas puntuales, conductas que no
42
Físicas, que son las en principio más fácilmente objetivables en materia probatoria o psíquicas. Las lesiones psíquicas
quedarían, como también se ha puesto de manifiesto, en un término intermedio entre la dureza o intensidad del hostiga-
miento y la capacidad de resistencia de la víctima, o cuestión a determinar jurisprudencialmente, pudiendo servir de guía
la jurisprudencia ya existente sobre el art. 173.1 CP (SSTC 120 y 137/1990 de 27 de junio y de 19 de julio respectivamente
y SSTS de 18 de febrero de 1997, 2 de marzo de 1998 ó 22 de noviembre de 2005 entre otras).
43
PÉREZ MACHÍO Mobbing p. 39.
44
MIR PUIG El mobbing p. 187. La cursiva es del propio autor. La STS de 8 de mayo de 2002 añade la causación de
sentimientos de terror, angustia o envilecimiento.
37
45
In extenso sobre si el delito del art. 311 CP es o no especial y sobre la posibilidad de aplicación al mismo de las cláusulas
de extensión de autoría de los arts. 31 y 318 CP, V. MORALES GARCÍA Mobbing ¿Un hecho p. 411, nota a pie de p. 5.
46
MORALES GARCÍA Mobbing ¿Un hecho, pp. 433 y 434.
38
A) Dolo e imprudencia
47
En contra PÉREZ MACHÍO Mobbing p. 151 que sostiene que los compañeros pueden ser autores del delito en todo caso.
48
PÉREZ MACHÍO supra, p. 152.
49
PÉREZ MACHÍO Mobbing, p. 152. Art.176 CP “Se impondrán las penas establecidas en los artículos procedentes a la
autoridad o funcionario que, faltando a los deberes de su cargo, permitiere que otras personas ejecuten los hechos previstos
en ellos”. Conociendo la técnica legislativa del legislador español no sería de extrañar que no se apercibiera de este artí-
culo y al colocar el mobbing donde pretende, se dé la paradoja de que quepa la persecución del mobbing omisivo de los
funcionarios públicos, pero no de los trabajadores.
50
MIR PUIG, El mobbing p. 187. De nuevo la cursiva es suya. Me adhiero al criterio de la doctrina mayoritaria, aunque
sostenga que tiene otro bien jurídico y que debería tipificarse de manera distinta.
39
40
B) El error
De acuerdo con la que entiendo como la doctrina más sólida sobre la materia,
se tiene que analizar en este apartado la posibilidad de la concurrencia en el delito
que estudio del error de tipo, pues coincido con dicha doctrina en que el mismo
lo que elimina es el dolo, habida cuenta que el dolo integra el tipo objetivo como
conocimiento de los hechos típicos descritos en el mismo.
No obstante, me limitaré a establecer las consideraciones que considero nec-
esarias llevar a cabo sobre el error en general y el estudio concreto también de
manera amplia del mismo con relación al tipo de previsible legislación sobre el
delito de mobbing.
Sintéticamente y sin entrar a desarrollar el error sobre circunstancias modifi-
cativas de la responsabilidad criminal, cabría definir el error de tipo como aquél
en el que incurre alguien que desconoce alguno de los elementos de hecho o de
derecho típicos, ya sean por tanto elementos descriptivos o normativos. Es decir,
desconoce cualquier elemento del tipo y por ello actúa de manera equivocada,
frente al error de prohibición en el que el autor no ignora dichos elementos pero
sí que llevar a cabo los mismos esté prohibido por la ley penal.
Dentro del error de tipo, debe distinguirse entre error vencible o invencible.
Respecto al primero como señala Mir Puig52, debe ser considerado como una
especie de error por imprudencia, habida cuenta que se piensa que atendidas las
circunstancias del autor y del hecho éste pudo evitar su comisión (es decir, con el
debido cuidado no se hubiera errado).
El segundo será aquél inevitable en todo caso por mucho cuidado que el autor
ponga en su obrar.
El error vencible vendrá por tanto castigado como imprudencia, lo que en
el sistema de crimina culposa vigente en el derecho penal español, equivaldrá
muchas veces a considerar que quedará impune mientras que el error invencible
quedará impune en todo caso.
51
Parcialmente de acuerdo con MIR PUIG El mobbing p. 187, cuando señala que el resultado debe medirse a los ojos del
espectador imparcial hombre medio colocado en el lugar de la víctima y que ello es un elemento objetivo irrenunciable sin
grave merma de la seguridad jurídica.
52
MIR PUIG Derecho Penal p.254.
41
V. CONSUMACIÓN
Siguiendo en este punto una vez más a Mir Puig53, dentro de los delitos de peli-
gro, cabe diferenciar entre delitos de peligro concreto y delitos de peligro abstracto.
En los primeros, ha estado a punto o muy próxima a producirse la lesión del
bien jurídico protegido (se exige un “resultado” de peligro), mientras que en los se-
gundos la sanción se impone porque normal o estadísticamente dichas conductas
producen un peligro. Es decir, esta segunda clase de delitos, deben ser sancionados
a menos que de antemano esté excluido el peligro sin que quepa en ningún caso
remitir la cuestión a la fiabilidad del autor, pues entonces se cometerían muchos
de estos delitos en la confianza de que el resultado no se iba a producir.
Es decir, en el caso del delito de mobbing, el bien jurídico protegido derecho de
los trabajadores y funcionarios a desempeñar su trabajo sin acoso grave contrario
53
MIR PUIG Derecho Penal pp. 208 y ss.
42
VI. CONCURSOS
54
VILLEGAS FERNÁNDEZ Teoría penal pp. 3524 y 3525.
55
COMPAÑY CATALÁ y BASAULI HERRERO El tipo penal pp. 445 y 446.
43
56
En contra AAP de Ávila de 10 de enero de 2005 (ponente Villalain Ruiz) que propone la aplicación conjunta de ambos
artículos.
44
45
VIII. JURISPRUDENCIA
AUDIENCIAS PROVINCIALES
TRIBUNAL SUPREMO
58
MIR PUIG El mobbing p. 218.
46
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
47
48
PURCALLA BONILLA, Miguel Ángel “Tratamiento jurídico del mobbing y de otros riesgos
psicosociales”, La Ley, nº 6087, 2004, p. 5
REBOLLO VARGAS, R. “Los delitos contra la integridad moral y la tipificación del acoso
psicológico u hostilidad en el proyecto de código penal [de 2006 scil.]”, Anuario de Ciencias
Penales y Jurisprudencia Penal (ACPJP), Madrid, 2007, p. 227
ROJAS CHÁVEZ, Armando Mario “El acoso o mobbing laboral”, en Revista de derecho:
División de Ciencias Jurídicas de la Universidad del Norte, nº 24, Barranquilla, 2005, pp.
230 a 245.
ROXIN, Claus ¿Es la protección de bienes jurídicos una finalidad del Derecho Penal? en HE-
FENDEHL, Roland (Ed.) La teoría del bien jurídico. Barcelona- Madrid, Marcial Pons 2007
(edición española a cargo de Alcácer Guirao, Martín Lorenzo y Ortiz de Urbina Gimeno)
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María Aproximación al derecho penal contemporáneo. Barcelona,
1992
STRUCK, Dieter Schulssfolgerungen aus Grudsatzurteilen zu Mobbing. Frankfurt Am
Main, Peter Lang, 2003
TRUJILLO FLORES, Mara Maricela y VALDERRÁBANO ALMEGUA, María de la Luz
“Mobbing: historia, causas, efectos y propuesta de un modelo para las organizaciones
mexicanas”, en Innovar: revista de ciencias administrativas y sociales, vol. 17, nº 29, México
DF, 2007, pp. 71 a 92
VELÁZQUEZ FERNÁNDEZ, Manuel “El tratamiento jurídico legal de la violencia en el
trabajo”, en Jurisprudencia Argentina, (nº 1). Buenos Aires, 2005, pp. 89 a 96
VILLEGAS FERNÁNDEZ, Jesús Manuel “Teoría Penal del acoso moral: mobbing, bullying
y blockbusting”, Boletín de Información del Ministerio de Justicia, nºs 1997 y 1998, Madrid,
2005, p. 3711.
ZARAGOZA TEULER, Vicenta Ángeles “Dignidad, mobbing y derecho laboral”, en www.
lexjuridica.com (última visita 19 de septiembre de 2009)
49
1
Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, profesor de la
Facultad de Derecho y Doctor en Derecho por la División de Estudios de Posgrado de la de la UNAM.
51
Para poder realizar una correcta interpretación de una norma, se debe atender
a sus antecedentes históricos.
A. ANTECEDENTES
52
53
54
3
D.O.F. 3 de febrero de 1983.
55
4
D.O.F. 3 de septiembre de 1993.
5
D.O.F. 3 de septiembre de 1993.
56
6
Sobre esta problemática me he ocupado largamente en mi libro Dolo… al cual remito al lector.
7
Artículo 16.- Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de man-
damiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento.
No podrá librarse orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia, acusación o querella de
un hecho determinado que la ley señale como delito, sancionado cuando menos con pena privativa de libertad y existan
datos que acrediten los elementos que integran el tipo penal y la probable responsabilidad del indiciado.
D.O.F. 3 de julio de 1996.
57
58
59
B. LA REFORMA DE 2008
60
11
Dictamen págs.. 3 y 4.
61
62
63
12
Ello se puede apreciar en la siguiente tesis jurisprudencial:
Registro No. 921142 Localización: Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Apéndice (actualización 2002) Tomo I, Const.,
P.R. SCJN Página: 290 Tesis: 70 Tesis Aislada Materia(s): Constitucional
El numeral 7o. de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada no contraviene el artículo 133 constitucional, pues sólo
instituye la supletoriedad de las disposiciones de los Códigos Penal Federal y Federal de Procedimientos Penales, así como
de las legislaciones que establezcan las normas sobre ejecución de penas y medidas de seguridad e, incluso, las comprendidas
en leyes especiales; por tanto, la supletoriedad indicada no atenta en contra del principio de supremacía constitucional, del
que no se infiere ninguna jerarquía entre las leyes emanadas del Congreso de la Unión.
Amparo en revisión 173/2001.-25 de junio de 2002.-Once votos.-Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.-Secretario:
Alberto Miguel Ruiz Matías.
Amparo en revisión 444/2001.-25 de junio de 2002.-Once votos.-Ponente: José Vicente Aguinaco Alemán.-Secretaria:
Martha Yolanda García Verduzco.
Amparo en revisión 446/2001.-25 de junio de 2002.-Once votos.-Ponente: Juan Díaz Romero.-Secretario: Gonzalo Ar-
redondo Jiménez.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI, julio de 2002, página 7, Pleno, tesis P.
XXVII/2002.
64
Luego entonces, debido a la larga tradición de las figuras cuerpo del delito y
probable responsabilidad, los legisladores pueden mantenerlas en los códigos
adjetivos con la finalidad de orientar al Ministerio Público y la policía sobre los
indicios que les pueden llevar a considerar la existencia de un hecho relevante para
el Derecho penal que se debe investigar y que bastará con sospechas o indicios
sobre la probable responsabilidad del indiciado y que será durante la investigación
y el procedimiento cuando deberán allegarse de prueba plenas para ofrecerlas en
la audiencia del juicio oral como soporte de la acusación.
Después de esclarecer la base constitucional del cuerpo del delito y la prob-
able responsabilidad y su función, queda al descubierto que lo verdaderamente
importante en este aparente conflicto de normas, gira en torno a la procedencia
de la privación de la libertad sea preventiva (detención, orden de aprehensión
o prisión preventiva) o definitiva (sentencia condenatoria) pues debemos tomar
en cuenta que el principio rector es la protección de la libertad como Derecho
fundamental en el nuevo proceso penal acusatorio incorporado a la CPEUM.
65
A. LA DOCTRINA NACIONAL
13
Cfr. RIVERA SILVA, Manuel. “Apuntes sobre el cuerpo del delito” en Criminalia. México D.F. Año VIII. No. 1, 1º de
Septiembre. 1942. Pág. 27; ACERO, Julio, Procedimiento Penal, pág. 95; GONZÁLEZ BUSTAMANTE, Juan José, Prin-
cipios… págs. 159-160; DE PINA VARA, Rafael. 25Diccionario de Derecho. Pág. 206. Cabe aclarar que aunque la edición
aquí citada data de 1996, el criterio emitido por el autor viene desde la primera edición de 1965; CASACOV BELAUS,
Gustavo “Cuerpo del delito” en Diccionario Jurídico Mexicano… pág. 786; DÍAZ DE LEÓN, Marco Antonio. Código
Federal de Procedimientos Penales comentado. págs.. 158- 159: VERGARA ROJAS, Gonzalo Antonio y BACA RIVERA,
Arturo. “La inconstitucionalidad en las legislaciones estatales penales que equiparan a los elementos del tipo penal con el
concepto de cuerpo del delito y la resultante responsabilidad para juicio político” en Revista de la Facultad de Derecho.
Mérida, Yucatán. México. No. 15 Mayo-Agosto. 1994. Pág. 43; GONZÁLEZ QUINTANILLA, José Arturo, Derecho Penal...
pág. 545; MARTÍNEZ Y MARTÍNEZ, Salvador. El cuerpo del delito… págs.87, 88 y 96; OJEDA BOHÓRQUEZ, Ricardo.
“Cuerpo del delito, ¿en sentencia?... Pág. 40; ALVAREZ ALVAREZ, Rodolfo, comprobación del cuerpo del delito como
requisito del art. 16 constitucional para librar orden de aprehensión, en: http://www.universidadabierta.edu.mx/Biblio/A/
Alvarez%20Rodolfo-Comprobacion%20delito.htm, 24 de abril de 2004.
66
entonces hay una asociación tan estrecha entre el cuerpo del delito y el tipo penal
que con el tiempo se le llegó identificar y sustituir por este último.14 Con este ra-
zonamiento faltaba determinar cuáles eran los elementos del tipo y ello dependió
de la sistemática que cada autor seguía, recordemos que:
1) Para el sistema clásico sólo los elementos objetivos.15
2)Para el sistema neoclásico, los objetivos, los normativos y los subjetivos
específicos.16
3) Para el sistema final, los objetivos, los normativos y los subjetivos que
17
incluyen tanto el dolo como la culpa y los subjetivos específicos,
4) Para el funcionalismo serán los del finalismo más los criterios de im-
putación normativa del resultado a la conducta.
En efecto, la relación tan estrecha entre cuerpo del delito y tipo penal, nos llevó
a muchos a confundir el primero con el segundo y, a partir de este mal entendido,
pretendí interpretar al cuerpo del delito aplicando la concepción del tipo en la
teoría funcionalista y consideré que la referencia a los elementos normativos en
el cuerpo del delito nos permitía utilizar fundadamente la teoría de la imputación
normativa del resultado a la conducta, lo cual dejé plasmado en los siguientes
términos:
Tradicionalmente se ha considerado que los tipos penales no siempre re-
quieren de elementos normativos. De ahí que el legislador mexicano sólo
se refiera a dichos elementos para integrar el cuerpo del delito cuando la
conducta-típica lo requiera, es decir, cuando hayan quedado plasmados
en el tipo de manera expresa. No obstante, desde nuestro punto de vista
los elementos normativos también sirven para delimitar el alcance de la
descripción plasmada por el legislador en los elementos objetivos, de ahí que
la interrelación entre ambos elementos requiere de un análisis conjunto…
El fundamento legal para la aplicación de la teoría de la imputación
normativa del resultado a la conducta lo encontramos en el artículo 168
del Código Federal de Procedimientos Penales, el cual señala que para
la integración del cuerpo del delito se deberá atender a los elementos
normativos cuando el tipo así lo requiere. Con esta expresión no sólo
se debe atender a los elementos normativos expresos en el tipo, pues el
14
SILVA SILVA, Jorge Alberto. Derecho procesal penal… ESP. PÁGS. 319-319; COLÍN SÁNCHEZ, Guillermo, Derecho
Mexicano de Procedimientos Penales, 18ª edición de 1999. Pág. 379; MEZA FONSECA, Emma. “Aplicación de la juris-
prudencia en torno al cuerpo del delito” … Págs. 63 y 64.;
15
En este sentido: FRANCO SODI, Carlos. El procedimiento penal mexicano… Esp. págs. 238-255; JIMÉNEZ HUERTA,
Mariano. “Corpus delicti y tipo penal. pág. 244; GARRIDO, Luis. “Un cruzado de la dogmática” esp. págs.. 245 - 247;
16
Así: GARCÍA RAMÍREZ, Sergio, Curso de Derecho Procesal Penal, 5ª edición…. Págs. 468-469; MANCERA ESPI-
NOSA, Miguel Ángel. ¿Elementos del tipo penal o cuerpo del delito? PLASCENCIA VILLANUEVA, Raúl, Teoría del
Delito. pág. 89Pág. 13.
17
UROSA RAMIREZ, Gerardo Armando. “Consideraciones críticas… Págs. 212-213.
67
B. LA DOCTRINA INTERNACIONAL
18
BERMÚDEZ MOLINA, Estuardo Mario. Del cuerpo del delito a los elementos del tipo. Págs. 86 y 87; CARRERA
DOMÍNGUEZ, José Guadalupe. “Cuerpo del delito” Págs.22-23.
19
ARMENTA DEU, Teresa. Lecciones… págs. 130-131.
20
OLIVA SANTOS, Andrés de la, et al. Derecho procesal… pág.330.
68
21
ESCRICHE, Joaquín. Diccionario razonado… pág. 588
22
JIMÉNEZ ASENJO, Enrique. Derecho procesal penal… págs. 443-444.
69
70
29
http://nuevo.westlaw.es/wles/app/search/template?tid=jurisprudencia
30
http://nuevo.westlaw.es/wles/app/search/template?tid=jurisprudencia
71
72
35
NUÑEZ VÁSQUEZ, J. Cristóbal. Tratado del proceso penal … págs.. 31-32.
36
En CUELLAR CRUZ, Rigoberto, et. al. Derecho procesal penal de Honduras … Págs. 305-306.
73
74
75
76
IV. CONCLUSIÓN
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79
80
81
82
municipio de Madrid provincia de Madrid. para la homologación de suspensión cautelar de la misma, independientemente de su postenor
una pantalla. fabricada por ,«Teca Electric & Machinery Ca. Ud.». en su anulación, en su caso. y sin perjuicio de las responsabilidades legales que
instalación industrial ubicada en Taoyuan (Taíwan). de ello pudieran derivarse.
Resultando Que por el interesado se ha presentado la documentación
exigida por la legislación vigente que afecta al producto cuya homologa- Caracterfsticas comunes a lodas las marcas y modelos
ción solicita y que el Laboratorio «CTC Servicios ElectromeCánicos., Primera: Descripción: Diagonal del tubo-pantalla. Unidades: Pulga-
Sociedad Anénirna». mediame dictamen con clave numero 2522-M- das.
IE/l. v la Entidad colaboradora «Tecnos Garantía de Calidad. Sociedad Segunda: Descripción: Presentación en pantalla.
Anóníma». por certificado de clave TMSDITECOIAOI (TP), han hecho Tercera: Descripción: Coloración de pantalla.
constar respectivamente que los modelos presentados cumplen todas las
especiticaciones actualmente establecidas por el Real Decreto Valor de las caractensúcas para cada marca y modelo
1250/1985. de 19 de junio. y Orden del Ministerio de Industria y Energía Marca «Wang», modelo MüN-I403.
de 23 de diciembre de 1985,
Esta Dirección General. de acuerdo con lo establecido en la referida Características:
disposición, ha acordado homologar los citados productos, con la Primera: 14.
contraseña de homologación GPA-ü601, y fecha de caducidad el día 24 Segunda: Alfanumérica.
de julio de 1991, definiendo como características técnicas para cada Tercera: Monocroma.
marca v tioo homolo~o, las Que se indican a continuación, debiendo
el interesado presentar. en su caso, los certificados de conformidad de El titular de esta Resolución presentará, dentro del periodo fijado
la producción antes del día 24 de julio de 1990. para someterse al control y seguimiento de la producción. declaración en
Esta homologación se efectuará en relación con la disposición que se la que haga constar que .en la f~bricación de ~ichos product?s, los
cita. y por tanto el producto deberá cumplir cualquier otro Reglamento sistemas de control de cahdad uuhzados se mantlenen, como mmlmo,
o Disposición que le sea aplicable. en las mismas condiciones que en el momento de la homologación.
El incumplimiento de cualquiera de las condiciones fundamentales
en las que se basa la concesión de esta homologación dará lugar a la Lo que se hace público para gen~ conocimiento. . '
suspensLÓn cautelar de la misma, independientemente de su posterior Madrid. 24 de julio de 1989.-La DIrectora general, RegIna ReV11la
anulación.. en su caso, y sin perjuicio de las responsabilidades legales que Pedreira.
de ello pudieran derivarse.
Características comunes a todas las marcas y modelos 21319 RESOLUC¡ON de 24 de julio de 1989, de la Dirección
General de Polltica Tecno[ógica, por la que se homologan
Primera:. Descripción: Diagonal del tubo-pantaUa. Unidades: Pulga· dos lectores magnéticos. marca ((Amper», modelos magne--
das. lógrafo SL-1O/7 y magnetógrafo SL-10/13, fábricados por
Segunda: Descripción: Presentación en pantalla «Amper, Sociedad Anónima». en su instalación industrial
Tercera: Descripción: Coloración de pantalla. ubicada en Madrid (España).
Valor de las caraetensticas para cada marca y modelo Recibida en la Dirección General de Política Tecnoló~ca la solicitud
Mar<a «Quadratn», modelo MS-1422. presentada por «Amper, Sociedad Anónima», con domIcilio social en
calle Torrelaguna, 75, municipio de Madrid, provincia de Madrid, para
Características: la homologación de das lectores magnéticos, fabricados por «Amper.
Primera: 14. Sociedad anónima», en su instalación industrial ubicada en Madrid
Segunda: Alfanumérica/gráfica. (Esp;uia);
Tercera: Policroma. Resultando que por el interesado se ha presentado la documentación
El titular de esta Resolución presentará dentro del periodo fijado exigida por la legislación vigente que afecta al producto cuya homologa·
para someterse al control y seguimiento de la producción. declaración en ción solicita, y que el Laboratorio «CTC Servicios Electromecánicos,
la que haga constar que. en la fabricación de dichos productos, los Sociedad Anónima», mediante dictamen con clave 233j~M-IE, y la
sistemas de control de calidad utilizados se mantienen, como mínimo, Entidad colaboradora «Tecnas Garantía de Calidad. Sociedad Anó-
en las mismas condiciones que en el momento de la homologación. nima», por certificado de clave TMAMRSMM-02 (LM), han hecho
constar, respectivamente, que los modelos presentadas cumplen todas
Lo que se hace público para general conocimiento. las especificaciones actualmente establecidas por el Real Decreto
Madrid. 24 de julio de 1989.-La Directora general. Regina Revilla 2297/1985. de 8 de noviembre,
Pedreira. Esta Dirección General. de acuerdo con lo establecido en la referida
disposición, ha acordado homologar los citados productos con la
contraseña de homologación GMA~12, y fecha de caducidad el día 24
21318 RESOLUCION de 24 de julio de 1989, de la Dirección
General de Política Tecnológica, por la que se homologa
de julio de 1991, definiendo como caraeteristicas técnicas para cada
marca y tipo homologado las que se indican a continuacián, debiendo
una pantalla marca «Wang», modelo MON·]403, fabri· el interesado presentar, en su caso, les certificados de coiÚormidad de
cada por «Wang !.Abarataries Ud.», en su instalación la producción antes del día 24 de julio de 1990.
.,industrial ubicada en Taoyuan Hsien (Taiwan). Esta homologación se efectúa en relación con la disposición que se
cita y, por tanto, el producto deberá cumplir cualquier otro Reglamento
Recibida en la Dirección General de Politica Tecnológica la solicitud o disposídón que le sea aplicable.
presentada por «Wang España, Sociedad AnóDÍma», con domicilio El incumplimiento de cualesquiera de las condiciones fundamentales
social en autopista Barajas, kilómetro 13, municipio de Madrid, en las que se basa la concesión de esta homologación dará lugar a [a
provincia de Madrid. para la homologación de una pantalla. fabricada suspensión cautelar de la misma, independientemente de su posterior
por «Wang Laboratories Ltd.», en su instalación industrial ubicada en anulación, en su caso, y sin perjuicio de las responsabilidades legales que
Taoyuan Hsien (Taiwan). de ello pudieran derivarse.
Resultando que por el interesado se ha presentado la documentación
exigida por la legislación vigente que afecta al producto cuya homologa- Caracteristicas comunes a todas las marcas y modelos
ción solicita. y que el Laboratorio Central Oficial de Electrotecnia, Primera. Descripción: Función.
mediante dictamen con clave 89064016, y la Entidad colaboradora Segun4a Descripción: Tipo de caracteres.
«Norcontrol, Sociedad Anónima., por certificado de clave NM~WAN4 Tercera. Descripción: Velocidad de marcado mínima y lectura.
lA·Ol, han hecho constar, respectivamente, que los modelos presentados Unidades: Caraeteres/S mm/S.
cumplen todas las especificaciones actualmente establecidas por el Real
Decreto 1250/1985, de 19 de junio, y Orden del Ministerio de Industria Valor de las caracten'sticas para cada marca y modelo
y Energía de 23 de diciembre de 1985,
Esta Dirección General, de acuerdo con lo establecido en la referida Marca «Ampero, modelo magnetógra[o SL-lOf7.
disposición, ha acordado homologar los citados productos, con la Caracteristicas:
contraseña de homologación GPA-0607, y fecha de caducidad el día 24 Primera: Lector.
de julio de 1991, definiendo como características técnicas para cada Segunda: Alfanumérico.
marca y tipo homologado las que se indican a continuación, debiendo Tercera: 1.200.
el interesado presentar, en su caso, los certificados de conformidad de
la producción antes del día 24 de julio de 1990. Marca «Amper», modelo magnetógrafo SL~IO/13.
Esta homologación se efectúa en relación 'con la disposición que se Características:
cita, y por tanto el producto deberá cumplir cualquier otro Reglamento
o disposición que le..sea aplicable. Primera: Lector.
El incumplimiento de cualquiera de las condiciones fundamentales Segunda: Alfanumérico.
en las que se basa la concesión de esta homologación dará lugar a la Tercera: 1.200.
Ai, iN,. . ,
CHRISTIAN DONAYRE MONTESINOS
LA PROCEDENCIA DEL HÁBEAS CORPUS EN EL MARCO DEL PROCEDIMIENTO DE ACUSACIÓN CONSTITUCIONAL
PERUANO
I. INTRODUCCIÓN
El artículo 10º del Código Penal establece que la ley penal se aplica con igual-
dad, sin perjuicio de las prerrogativas que por razón de la función o el cargo se
reconocen a ciertas personas, las mismas que deberán estar taxativamente pre-
vistas en las leyes o tratados internacionales. Dichas prerrogativas se refieren a
la inviolabilidad, la inmunidad y el antejuicio, las mismas que vienen a ser un
atributo a una persona no por su condición de tal sino por las altas funciones que
ejerce o por el importante cargo que ostenta. Entre las consecuencias que traen
consigo está la posibilidad de excluirlos de la competencia penal, su sometimiento
a procedimientos particulares -como es lo que ocurre con el antejuicio- e incluso
eximirlos de penas1.
Ahora bien, en la medida en que dichas prerrogativas -tal como las ha
entendido el Tribunal Constitucional peruano- buscan cautelar el ejercicio
adecuado de las altas funciones públicas, de modo que se evite, entre otras
* Ha sido Profesor Titular de Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actualmente se desem-
peña como Profesor a tiempo completo de su especialidad en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y es Profesor
Asociado de la Academia de la Magistratura (Escuela Judicial peruana).
1
BRAMONT ARIAS, Luis y BRAMONT-ARIAS TORRES, Luis Alberto. Código penal anotado. Segunda edición. Lima:
San Marcos, 1998, p. 175-158.
101
102
103
104
105
106
107
108
109
110
dicha acepción, a nuestro parecer, podamos considerar casos en donde los fun-
cionarios cometan delitos comunes, en el supuesto de que lesionen precisamente
bienes jurídicos de carácter común o general, o de función, de acuerdo con los
alcances antes descritos .
Una vez precisado lo anterior, debemos entender que, según lo establecido
en el artículo 99º de la Constitución, el antejuicio procede siempre que el alto
funcionario cometa el delito en el ejercicio de las funciones públicas que le son
propias, muy independientemente de si la conducta delictiva configura un delito
común o de función. De lo contrario, es decir, si se llegase a equiparar el delito de
función con el delito en el ejercicio de las funciones, caeríamos en la cuenta, por
ejemplo, que el antejuicio procedería si bien para acusar a los altos funcionarios
que allí se contemplan, pero sólo por conductas delictivas como las recogidas entre
los artículos 376º al 401º del Código Penal, que es en donde se recogen los delitos
que pueden ser cometidos por funcionarios públicos , precisamente atendiendo
a las especiales funciones que ostentan .
111
1.Antecedentes.
112
113
114
V. CONCLUSIONES
115
116
Introducción
117
118
6
Ibidem, págs. 23 - 25.
7
Ibidem., págs. 33 - 34. En Estados Unidos hay una equiparación entre el debido proceso (Due Process of Law) y el sistema
“adversarial”. En el mismo sentido véase Fermín Ramírez Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
20 de junio de 2005. Serie C No. 126, parr. 66. La Convención no acoge un sistema procesal penal en particular. Deja a
los Estados en libertad para determinar el que consideren preferible, siempre que respeten las garantías establecidas en la
propia Convención, en el Derecho interno, en otros tratados internacionales aplicables, en las normas consuetudinarias y
en las disposiciones imperativas de Derecho internacional.
8
Véase Acosta Calderón vs. Ecuador, Sentencia de 24 de junio de 2005, Serie C., No. 129, parr. 70. El Estado está obligado
a comprobar su dicho en cada parte del proceso, inclusive al buscar imponer la prisión preventiva.
119
9
Véase ORDEN DE APREHENSIÓN. PARA SU DEBIDA MOTIVACIÓN DEBE SEÑALAR EL LUGAR, TIEMPO
Y CIRCUNSTANCIAS DE EJECUCIÓN DEL DELITO QUE SE IMPUTA AL ACUSADO, Registro No. 173237.
10
Véase Convención Americana de Derechos Humanos, art. 8(2) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
art. 14 (2).
120
121
12
Código Modelo, art. 186.
13
Ibidem, art. 293.
14
Ibidem, art. 186 (1)(a).
15
Ibidem., art. 303 (1).
122
agente ministerial ya comprobó los elementos necesarios para que el juez libre la
orden de aprehensión. Además, estos elementos de prueba fueron aportados ex
parte, es decir sin la intervención del acusado y su defensa. Así las cosas, le cor-
responde a la defensa aportar elementos que desvirtúen las pruebas inicialmente
presentadas por el Ministerio Público y, en su caso, comprobar una excluyente de
incriminación. En ambos casos queda claro que se está obligando, en esta etapa,
a la defensa a probar para lograr desvirtuar el dicho del órgano acusador, para
evitar que se dicte el AVP.
Aunque no queda claro como se resolvería el tema de la escala probatoria, es
importante hacer una aclaración. La orden de aprehensión se dicta ex parte, pues
el juez solamente toma en cuenta los medios de prueba aportados por el órgano
acusador. Sin embargo, al dictar el AVP ya se le da participación a la defensa. En
este punto, es importante indicar que en los procesos penales acusatorios no
parece haber inconveniente en que los umbrales probatorios no se eleven en esta
etapa procesal, resultando suficiente que en la práctica se le otorgue a la defensa
la oportunidad de controvertir los elementos probatorios aportados por el Min-
isterio Público.16
Volviendo al tema de los grados de convicción y la reforma, se puede argu-
mentar que la legislación secundaria está sujeta a las limitaciones previstas en la
Constitución Federal, la cual prevé requisitos idénticos para el libramiento de la
orden de aprehensión y el AVP. Sin embargo, existen dos opciones posibles para
las legislaciones que implementen la reforma constitucional.
Una posible opción es darle contenido a la frase “lugar, tiempo y circunstancias
de ejecución”. Esta es la única diferencia palpable entre ambas resoluciones que se
desprende del texto constitucional, pues, como ya se vio, se menciona en el caso
del AVP pero no se prevé para la orden de aprehensión.17
Otra opción es darle contenido distinto según la etapa procesal en la que se
encuentre. Los términos empleados pueden tener un significado para efectos de
librar una orden de aprehensión y otra para la emisión del AVP. Un ejemplo de
esto se encuentra en otro sistema acusatorio, el estadounidense .18En ese sistema
penal se requiere causa probable (probable cause) para librar una orden de ar-
resto (arrest warrant) como en la audiencia preliminar (preliminary hearing). Las
diferencias radican en su propósito y consecuencias. En el caso del arresto, el fiscal
busca tener a la persona detenida mientras inicia su acusación. En el caso de la
audiencia preliminar lo que se busca es tener una base fáctica para iniciar el proceso
penal.19 Los objetivos hacen que el nivel probatorio para cada uno sea diferente.
16
Este es el caso en el sistema de los Estados Unidos véase Cammack, Mark E y Garland, Norman M, Advanced Criminal
Procedure, 2nd Edition, Thomson/West, 2006, págs. 60 - 63.
17
Véase Código Modelo, art. 305 (1)(d). En este artículo, el cual expresa los requisitos que debe tener todo AVP se mencionan
estos elementos, pero no se exploran debidamente, pues no se les da contenido.
18
El sistema procesal penal de Estados Unidos es un modelo a seguir en América Latina y Europa, sobre este punto y la
importancia de este sistema procesal como modelo véase Gómez Colomer, Juan Luis, op. cit, págs,. 37 - 83.
19
Véase Allen, Ronald J, et al, Constitutional Criminal Procedure, Aspen Law & Business, 3ª Edición, pág. 14
123
20
Idem.
21
Véase Cammack, Mark E, Garland, Norman M, op. cit., págs. 60 - 63.
124
22
Esta fue la intención del Constituyente de 1917. Véase Marván Laborde, “Nueva Edición del Diario de Debates del
Congreso Constituyente de 1916 - 1917, México, Poder Judicial de la Federación, 2005, Tomo I, pág. 844. “Esta reforma
es conveniente, porque evita que el procesado pudiera quedar sin los elementos necesarios de defensa, si en el curso de la
causa se cambiara intempestivamente la acusación que originó.”
125
126
28
Reglas de Procedimiento y Prueba, Regla 121 (3).
29
Estatuto de Roma, art. 61 (5).
30
De conformidad con la reforma penal del 2008 esta función la desarrolla el juez de control (artículo 16, párrafo 1), por
lo que es posible trazar una analogía con la Sala de Cuestiones Preliminares.
31
Prosecutor v. Lubanga, ICC-01/04-01/06, Pre-Trial Chamber I, Decision on the Confirmation of Charges, 29 January 2007.
127
32
Ibidem., párr. 37. Traducción del autor.
33
Ibidem., párr. 39. Traducción del autor.
34
Idem. También véase el caso Suárez Rosero vs. Ecuador, Sentencia del 12 de noviembre de 1997, Serie C. No. 35, párr.
45. Aunque la Corte Interamericana de Derechos Humanos no ha estudiado estos asuntos ha dado a entender que los indicios
y sospechas no bastan para fundamentar la detención de una persona, mucho menos para iniciar un proceso en su contra.
35
Prosecutor v. Lubanga, op.cit., párrs. 62 - 94.
36
Véase Estatuto de Roma, art. 32 (1).
37
Prosecutor v. Lubanga, op.cit., párr. 316.
128
38
“Beyond a reasonable doubt” en Black´s Law Dictionary, New York, 1997.
39
El artículo 57(3) prevé una serie de medidas que pueden tomar las Sala de Cuestiones Preliminares durante la investig-
ación para controlar las funciones del Fiscal. Estas son medidas más inmediatas, pero que de ninguna manera excluyen la
posibilidad de ejercer dicha vigilancia en la etapa de confirmación de cargos.
129
40
Código Modelo, exposición de motivos, pág. li.
41
En este mismo sentido véase Convención Americana de Derechos Humanos
42
Convención Americana de Derechos Humanos, art. 7(5).
43
Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No.
135, párr. 207. Citas omitidas.
130
131
132
Derecho
Ejecutivo Penal
Eduardo Adolfo Oropeza Villavicencio
Origen del Juez Ejecutor de Sentencia en la
Legislación Mexicana
133
I.-Introducción:
135
2
Levinton, Norberto. Historia y Arquitectura. La Cárcel en las Misiones Jesuíticas (1609-1768)
3
Escriche Joaquín. Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia, Madrid, 1873, pp.1382-1383.
4
Antecedente del Derecho peninsular y colonial hispanoamericano, la Real Pragmática de los Reyes Católicos incluida
en la Novísima Recopilación, Libro XII, Título XXXIX, que atribuía a los jueces una función inspectora, referida a las
visitas a las prisiones”
5
Para acabar con estas atrocidades carcelarias se expidieron Cédulas Reales el 20 de mayo 1609, el 12 de noviembre de
1621 y el 13 de julio de 1627 con el objeto de evitar dichos abusos, estas reglamentaciones muy severas, el Cabildo de
la Ciudad de México atendiendo las quejas habidas constantemente en los obrajes de paños, los oidores reales realizaron
visitas a los obrajes de Coyoacán, mismas que iniciaron en 1661 y concluyeron en 1751, “Juntasen toda la gente libre y
esclava y también a los indios aprisionados quedándose solo su merced y el escribano, preguntando a cada uno de por sí
y mediante Gerónimo Carrillo intérprete del Juzgado del Estado y debajo de juramento que hicieron prometieron decir
verdad, siendo interrogados digan sus nombres y porqué causa están aprisionados en dicho obraje, si se les hacen malos
tratamientos, vejaciones y molestias, dándoles excesivos tequios y faltando el sustento cotidiano para que con libertad y
sin temor alguno digan y declaren lo que en este particular supieren para proveer lo conveniente y que fuere de justicia.
136
137
138
19
Prohibición de la corrección de azotes en escuelas y colegios. Decreto de 17 de agosto de 1813. Abolición de la pena de
azotes: se prohíbe usar de este y otros castigos con los indios. I. Se declara abolido la peno de azotes en todo el territorio
de lo monarquía española. Decreto de 8 de Setiembre de 1813.
20
Decreto de 22 de abril de 1811.-Abolición de la tortura, y de los apremios, y prohibición de otras prácticas aflictivas. Las
cortes generales y extraordinarias, con la absoluta unanimidad y conformidad de todos los votos, decreta: Queda abolido
para siempre el tormento en todos los dominios de la monarquía española, y la práctica introducida de afligir y molestar a
los reos por los que ilegal y abusivamente llamaban apremios; y prohíben los que se conocían con el nombre de esposos,
perrillos, calabozos extraordinarios, y otros, cualquiera que fuese su denominación y uso sin que ningún juez, tribunal ni
juzgado, por privilegiado que sea, pueda mandar ni imponer la tortura, ni usar de los insinuados apremios bajo de respon-
sabilidad, y la pena, por el mismo hecho de mandarlo, de ser destituidos los jueces de su empleo y dignidad, cuyo crimen
podrá perseguirse por acción popular, derogando desde luego cualesquiera ordenanzas, ley, órdenes y disposiciones que se
hayan dado y publicado en contrario.
21
Decreto de 24 de enero de 1812.-Abolición de la pena de horca. Las cortes generales y extraordinarias, atendiendo á que
ya tienen sancionado en la constitución política de la monarquía, que ninguna pena ha de ser trascendental á la familia del
que la sufre y queriendo al mismo tiempo que el suplicio de los delincuentes no ofrezca un espectáculo demasiado repug-
nante á la humanidad y al carácter generoso de la nación española, han venido en decretar como por el presente decretan:
Que desde ahora quede abolida la pena de horca, substituyéndose la de garrote para los reos que sean condenados á muerte.
22
Decreto de 9 de octubre de 1812.
139
23
Decreto. Cádiz 22 de diciembre de 1812.
24
Real Cédula de S. M. D. Fernando VII, dada en Madrid el 25 de julio de 1814.
25
Real Orden publicada en la Gaceta de México núm. 1148, tomo VIII, del Jueves 2 de octubre de 1816.
26
Publicada en la Gaceta de México número 133, tomo XI. Martes 3 de octubre de 1820.
27
Dada en Madrid, 12 de octubre de 1820.
140
141
142
La visita a los reos por los Magistrados del Tribunal es una fase del proceso
penal y una de las funciones del “Juez de Sentencia” al judicializar la fase de eje-
cución penal, creando los tribunales de ejecución de la pena, dependiente del
Poder Judicial y dándoles facultades de control y vigilancia en la aplicación cor-
recta de las penas privativas de libertad y de las medidas de seguridad. En México
esta tradición nunca se perdió y está normativizado en el Tribunal Superior de
Justicia del Distrito Federal.35
33
Bases para el Reglamento de la Suprema Corte de Justicia, de 14 de febrero de 1826.
34
El Código Penal que promulgó el Congreso Constitucional del Estado de Chihuahua, el 11 de agosto de 1827. CAPÍTULO
XII. De la indemnización a los inocentes.
35
Artículo 32.- Son facultades del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal en Pleno: XV. Acordar la realización
de visitas periódicas a las instituciones del sistema penitenciario del Distrito Federal, para entrevistarse con los individuos
sujetos a proceso y conocer las condiciones bajo las cuales se están llevando los procesos penales.
143
tenían de pagar una tarifa por su liberación, con este impuesto surgen “las cotas”
al interior de las cárceles.40 Mientras se perfeccionaba el régimen penitenciario
36
Ley.-Arreglo provisional de Justicia en los Tribunales y Juzgados del fuero Común. Mayo 23 de 1837 “Los tribunales
superiores con asistencia del presidente y de todos los ministros y fiscales, harán en las capitales de sus respectivos Depar-
tamentos, y en los días señalados por las leyes, visita general de cárceles, extendiéndola á cualesquiera sitios en que haya
presos sujetos á la jurisdicción ordinaria; y de su resultado remitirán certificación al gobierno, para que la haga publicar, y
pueda tomar las providencias que correspondan en uso de sus facultades. A estas visitas asistirán sin voto, interpolados con
los magistrados del tribunal, después del más antiguo, dos individuos del Ayuntamiento, á quien se avisará con anticipación
la hora señalada, para que nombre los que hayan de concurrir.”
37
Septiembre 6 de 1837.-Reglamento para el gobierno interior de la Suprema Corte Marcial.
38
Enero 27 de 1840.-Ley.-Sobre reformas de las cárceles.
39
Febrero 12 de 1840.--Arancel de los honorarios y derechos judiciales que se han de cobrar.
40
Febrero 26 de 1842.-Decreto del gobierno.-Gracia otorgada á los reos que tomaron parte en la revolución por la regen-
eración política.
144
41
Septiembre 6 de 1843 “Organización de las Cortes Marciales A las visitas semanarias de reos, concurrirán dos minis-
tros, uno militar, que será el presidente, y otro letrado; uno de los fiscales y un secretario, todos por turno. A las generales
concurrirán todos los ministros de la Corte marcial, acompañados de los individuos que elijan el ayuntamiento, los dos
fiscales y los secretarios de las Salas. Los auditores ó asesores de los juzgados militares y fiscales de las causas, concur-
rirán precisamente á todas las visitas de semana, y los comandantes generales y demás jueces del fuero lo harán sin excusa
alguna á las generales, concurriendo todos á la Sala de audiencia, para acompañar la visita. El comandante general, cuando
concurra á las visitas, se incorporará en el tribunal entre sus miembros.”
42
Decreto del 2 de octubre de 1843. El Reglamento de la Cárcel de la ex-Acordada de México. Para el establecimiento de
talleres de oficios y artes se celebró un Convenio entre el supremo gobierno de la República; y los Sres. D. José Sánchez
Feijoó y D. Pedro Tello de Meneses. Los talleres serán para hombres los siguientes: sastrería, carpintería, y zapatería; para
mujeres, lavado y costura.
43
Octubre 7 de 1848.-Decreto-Para que el gobierno haga construir penitenciarías en el Distrito y Territorios. Reglamento
del Presidente don José Joaquín de Herrera.
145
Estaba encargada á uno de los regidores, el cual era inspector de todas las
prisiones existentes en la capital. La Comisión de cárceles, con sujeción al Gobi-
erno Supremo por medio del Distrito, tenía á su cargo la policía y disciplina de
las prisiones, ejerciendo las facultades que dio á la junta inspectora del ramo el
reglamento de 27 de Junio de 1844.46
44
Decreto de Congreso de fecha Octubre 7 de 1848. Para que el gobierno haga construir penitenciarías en el Distrito y
Territorios.
45
Octubre 8 de 1848.-Convocatoria.-Sobre las condiciones para la construcción de una penitenciaría en el Distrito federal.
46
Mayo 2 de 18S3.-Decreto del Gobierno.-Ordenanza provisional del ayuntamiento de México.
47
Mayo 30 de 1853.-Decreto del Gobierno.-Sobre Administración de justicia. La primera sala hará las visitas generales
de cárceles los días y términos que previenen las leyes: á estas visitas concurran también, el despacho de los ministros
supernumerarios, si no tuvieren que asistir a las salas. La misma sala practicará por medio de dos de sus ministros: que se
turnarán comenzando por los menos antiguos, la visita semanaria en el día que lo estime por conveniente, para esta visita
turnarán también los ministros supernumerarios que no estuvieren, ocupado en el despacho de las salas, Para la visita
semanaria no turnará el presidente.
146
147
148
50
El Código Penal de 1871. De las Prisiones, Capítulo Único. De las visitas, del Art. 667 al Art. 677.
149
150
Art. l. Quince días antes de que termine cualquiera condena de prisión ordina-
ria ó de reclusión en establecimiento de corrección penal impuesta por dos años
ó más, el encargado de la prisión ó reclusión comunicará por escrito á la junta
de vigilancia de cárceles, que está para terminar la expresada condena, acompa-
ñándole un informe sobre la conducta que el reo haya observado en la prisión ó
reclusión, teniendo presente lo dispuesto en la parte del art. 72 del Código penal.
52
“El apando, nos dice: La cárcel se convierte en la forma más evidente del poder, el encierro, el castigo corporal, son
elementos represores de ese oscuro poder que se extiende del individuo a la sociedad. La cárcel se convierte, así, en sím-
bolo de la cárcel-ciudad, de la cárcel-mundo. Revueltas nos explica: “Escojo la cárcel como ambiente, es decir, ambiente
simbólico. Porque la cárcel no es sino un compendio, una condensación de las sociedades. Las rejas para mí, las rejas de
El apando, son las rejas de la ciudad, y las rejas del país y las rejas del mundo. La cárcel no es más que un reflejo conden-
sado de la sociedad.” Pérez Miranda Gabriel Cuerpo, poder y prisión: un acercamiento a El apando, de José Revueltas.
53
Ley Transitoria de 7 de diciembre de 1871. Artículo 24.-”El gobierno reglamentará los artículos que preceden y la libertad
preparatoria, así como todos los artículos del Código Penal que lo requieran para facilitar su ejecución y designará las
atribuciones y remuneración de la tesorería municipal por las nuevas obligaciones que esta ley le impone, del inspector
de bebidas y comestibles, y del secretario de la junta de Vigilancia.”
151
54
Agosto 23 de 1877. Reglamento de los artículos 71, 72 Y 73 del Código Penal.
152
XX.- Conclusiones.
55
Noviembre 19 de 1880.-Decreto del Gobierno.-Reglamento de la Junta de Vigilancia de Cárceles. CAPÍTULO VI De la
calificación mensual de la conducta de los reos.
56
Noviembre 19 de 1880.-Decreto del Gobierno.-Reglamento de la Junta de Vigilancia de Cárceles. CAPÍTULO VI De la
calificación mensual de la conducta de los reos.
57
“La ejecución de la sentencia es todo acto encaminado a dar plena efectividad a lo reconocido en la resolución judicial
(sentencia penal).”
153
VII.-Bibliografía
154
* Catedrática por oposición en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro fundador
de la Sociedad Mexicana de Criminología, www.emmamendozab@hotmail.com
155
156
1
Garrido, Juan Antonio, JUEZ DE EJECUCIÓN PENAL. (en línea) Costa Rica, 17-X-04, en www.enj,org 20 de Octubre
de 2009.
157
158
159
160
161
162
Vale hacer aquí la referencia expresa a la idea de los principios jurídicos, dis-
cutida y dinámica por su propia naturaleza evolutiva, comentando la acepción
que para los fines de esta exposición, utilizamos, para una mayor claridad de las
metas y lo que entendemos por la función y características del Juez de Vigilancia
de la Ejecución Penal así como de esta misma y los principios específicos que han
de regir su normatividad.
Ha de quedar claro también que partimos de los Principios Generales del
Derecho y de los específicos del Derecho penal, después de los cuales y con el
163
ya señalé no ser este el espacio adecuado para profundizar en su estudio. Este prin-
cipio deriva de la máxima latina de nullum crimen, nulla poena sine lege máxima
fundamental de cualquier Estado Democrático de Derecho que debe prever en su
legislación penal la determinación del delito y la pena aplicable a este, de manera
previa a la comisión del hecho a ser juzgado y sancionado, reconociendo a la Ley
como autoridad ante la cual su mismo poder debe someterse.
Se tiene que aceptar que a pesar de las declaraciones oficiales, México se en-
cuentra aún muy lejano a la concepción verdadera del Estado de Derecho, menos
todavía del Estado Democrático de Derecho. Pero existe una fundada esperanza
de alcanzarlo, porque formalmente y a nivel legislativo y teórico, cada día nos
acercamos más a él.
La justificación de la necesidad del reconocimiento del Principio de Legalidad
como fundamental de todo sistema jurídico penal, tiene como antecedente una
larga historia de abusos y manipulaciones, de venganzas o de obtención de ben-
eficios que llegó a los límites en que solo la obediencia de las leyes podía acotarlos
y por ello fue reconocido mundialmente aún cuando no de manera uniforme, por
el impulso de las ideas de la Ilustración y como resultado del triunfo de la Revo-
lución Francesa; e ingresa a todo sistema jurídico para el control de los abusos
gubernamentales mediante el imperio de la Ley.
Luego nadie podrá ser sancionado si no es por la comisión de hechos previstos
con anterioridad en la legislación como delitos, ni le podrá ser aplicada ninguna
pena que no esté igualmente prevista en la ley como consecuencia de dicho delito,
previsión precisa y existente de manera anterior a la comisión del hecho delictuoso.
La misma garantía de legalidad impone que la sentencia se ejecute de con-
formidad con lo prescrito en la ley y que los derechos de los sancionados no se
restrinjan más allá de lo instituido en la sentencia.
En la realidad, se tiene conciencia de las condiciones de desorden e in-
cumplimiento de las sentencias en sus términos y fines, de la corrupción y
abandono que sufren los sentenciados, de la situación que priva en la mayoría
de las cárceles que por diferentes motivos, las han convertido en unos sitios de
horror que no de preparación, reeducación y readaptación para su reinserción
en la sociedad, como se expresa en la exposición de motivos de la Reforma Penal
Constitucional de 2008 de México.
Para modificar esta situación en los establecimientos penitenciarios, es por lo
que hace mucho tiempo se ha decidido judicializar la ejecución de la pena, pro-
porcionando una opción de defensa legal a los internos frente a los posibles abusos
a que son con frecuencia sometidos, salvaguardando siempre la invariabilidad de
la cosa juzgada, con los ajustes que la misma legislación permita, llevados a cabo
mediante un proceso contradictorio y ordenado por un juez del mismo nivel y
calidad del que determinó la aplicación de la pena.
165
166
En los términos de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Trata-
miento de los Reclusos que dio origen a la formalización de la existencia del
Derecho Penitenciario, podemos encontrar los primeros principios reconocidos
como específicos de este y observar que en algunos otros países, como por ejemplo
República Dominicana, se han incluido en su normatividad; no solo el principio
de legalidad como rector de la ejecución penal, sino además otros que podemos
enunciar y que son indispensables para que la ejecución de las penas, muy es-
pecialmente la pena de prisión, cumpla con los fines propuestos en un Estado
Democrático de Derecho, moderno y preocupado realmente por enfrentar el delito.
Hago referencia entre otros, a un interesante trabajo que sobre el tema realizó
un Juez de Ejecución Penal de la lejana Catamarca en la Argentina cuyos estudios y
experiencia personal confirman en mucho mi pensamiento, un tanto preocupado
por la reciente experiencia de mi estimado alumno de Especialidad cuyo examen
comenté líneas arriba.
167
5
Guillamondegui, Luis Raúl, LOS PRINCIPIOS RECTORES DE LA EJECUCIÓN PENAL., en Rev. De Derecho Penal
y Procesal Penal no. 12, agosto, 2005, Lexis Nexis, p. 1104-1118, Buenos Aires, Ar. y en Rev. Pensamiento Penal y Crimi-
nológico, no. 10, Mediterránea, Córdoba, Ar., 104-138.
6
Cesano, José Daniel, LOS OBJETIVOS CONSTITUCIONALES DE LA EJECUCIÓN PENAL. citado por Guillamondegui,
en LOS PRINCIPIOS RECTORES…op. Cit. p..4.
168
7
Idem.
169
170
8
Citado por Guillamondegui, Luis Raúl, PRINCIPIOS RECTORES…op. cit., p.11.
171
172
9
De la Fuente, Javier E. y Salduna, Mariana, EJECUCIÓN PENAL, REFORMA DE LOS ARTÍCULOS 13,14 Y 15 DEL
Código Penal, en REFORMAS PENALES, citado por Guillamondegui, op. cit. p.14.
10
Zaffaroni, Plagia y Slokar, DERECHO PENAL. PARTE GENERAL. Buenos Aires, Ediar, 2000, p. 125, en Guillamon-
degui, op.cit. P. 15.
11
Mir Puig, Santiago, DERECHO PENAL. PARTE GENERAL., 7ª.ed., B. de F., Buenos Aires, 2004, p.123, citado en
Guillamondegui, op. cit. p.16.
173
174
175
12
Curso del Centro de Capacitación y Orientación Jurídica sobre Antecedentes del Juez de la Ejecución de la pena en el
Código Procesal Penal de República Dominicana. En línea, 12 de mayo de 2009.
176
177
178
15
Idem.
179
180
181
18
Niño, Luis Fernando. EL JUEZ DE EJECUCIÓN. EL NUEVO PROCESO PENAL VENEZOLANO. XXII Jornadas J.M.
Domínguez Escobar. Instituto de Estudios Jurídicos del Estado de Lara, Ven. 1998.
19
Citado por Niño Luis Fernando, op. Cit. P.248.
20
Idem, p. 260.
182
Dejaremos para otra ocasión el comentario sobre los problemas efectivos con
los cuales se enfrentan estos Jueces frente a las actitudes gubernamentales que
podemos resumir en la imposibilidad de cumplir con sus indicaciones ante la
falta de presupuesto, de personal capacitado y pagado adecuadamente, la inex-
istencia de trabajo para todos los internos que es condición para la obtención de
disminución de la pena, la inexistencia de centros comunitarios en donde puedan
alojar a los liberados para establecimientos abiertos.
Y además, los jueces han manifestado las actitudes del personal administrativo
que con frecuencia realiza actos de corrupción, como la alteración de las Con-
stancias de Trabajo, la resistencia de los administrativos a entregar a los Jueces
el reconocimiento como autoridad en el interior porque dicen que les ocasiona
perdida de respeto de los internos, retrasos en la presentación de los informes
técnicos lo que ocasiona retrasos en el otorgamiento de libertades anticipadas.
Todo lo mencionado se explica con fundamento en la encuesta realizada con
los Jueces de la zona del Zulia y solo lo mencionamos a manera de ejemplo de los
problemas que se tienen que enfrentar por estos Magistrados, imaginando las
resistencias por los intereses creados y conociendo las terribles condiciones en
que se encuentran nuestros reclusorios, podemos imaginarnos también lo que
los enemigos de la judicialización de la ejecución penal argumentarán sobre los
fracasos iniciales y los problemas que tendrán que enfrentar los magistrados, si
es que se aprueba su creación, además de que el proyecto ya aprobado en Comis-
iones, que vamos a comentar brevemente, reserva aún demasiadas facultades
exclusivamente a la Secretaría de Seguridad Pública, respecto a la ejecución de
diferentes penas y concede pocas al Juez de ejecución, en el nivel federal, lo cual
seguramente repercutirá en las Entidades Federativas.
21
Esta Ley ha sido sustituida por la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública de 2 de enero de 2009.
183
184
185
186
CONCLUSIONES.
187
188
189
Criminología
191
Criminología de la posmodernidad
Una lectura de derecho penal regional
193
5
El Derecho Penal del Enemigo, considera cancelada la calidad de persona y por ende los derechos de aquél, que incluso en
un tipo penal genérico o abierto, encuadre en la conducta tipificada en la Ley Penal y que por ese hecho será criminalizado
con una lógica diferente e incluso sometido a procesos investigatorios regulados ahora ya por la Constitución para ese tipo
de casos, tales como arraigos, intervenciones telefónicas y otras medidas.
6
Precisamente la Reforma Constitucional del 18 de junio de 2008, versa sobre seguridad y justicia al modificar sustancial-
mente los artículos 14, 16, 17, 18, 19, 20, 21 y 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Sin pretender
interpretar la reforma baste decir que transforma la función de la policía en el sistema de justicia penal, crea nuevos jueces
dentro del Poder Judicial y diseña un sistema de justicia integral para adolescentes, con matices francamente de Derecho Penal.
7
La cúpula del poder se integra por los varones del dinero (empresarios de alto nivel), políticos de altos vuelos capaces de
tomar importantes decisiones públicas, los altos jerarcas religiosos, militares de elevados rangos con capacidad de tomar
determinaciones por ser factor real de poder, importantes grupos de intelectuales con influencia pública y los orquestadores
del funcionamiento de la industria del delito en todas sus variables.
8
Sería al menos inocente tratar de esconder la utilización con fines políticos del Derecho Penal, tentación altamente riesgosa
desde siempre frecuentemente recurrida por eficaz y reivindicante en el terreno electoral.
9
La política pública más defendida y que ha merecido las mayores inversiones en la administración de Felipe Calderón
Hinojosa, es la de guerra contra la delincuencia organizada.
194
10
Es de fundamental importancia ocuparse de las causas seriamente, sin desatender los actuales efectos de la criminalidad
que nos colocan en un estado de inseguridad pública, jurídica, política, nacional y de Estado.
11
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas o CEPAL establece que el 40.6 %
de la población vive en condiciones de pobreza y de ellos el 16% lo hace en la indigencia, por lo que de acuerdo con el
pensamiento de Sandra Lorenzana, en la voz Posmodernidad, del Diccionario de Estudios Culturales Latinoamericanos que
este segmento poblacional esté conviviendo con algunos de los hombres más ricos del planeta; territororios de tiempos
diversos y deseos (des)encontrados, pensar la relación modernidad / Posmodernidad trasciende los límites de lo teórico
académico y se instala en el espacio de lo político.
12
Diccionario de Estudios Culturales Latinoamericanos/ coordinación de Mónica Szurmuk y Robert McKee Irwin P228,
México: Siglo XX1 Editores: Instituto Mora, 2009.
13
Ha habido un cambio, según dicen los globalistas, del gobierno convencional a la gobernanza global, del Estado moderno
al sistema de múltiples niveles de poder y autoridad, de los sistemas de comunicación y económicos nacionales relativamente
aislados a sistemas más compleja y variadamente entreverados en el ámbito regional y en el global. Cfr.Globalización /
Antiglobalización, sobre la reconstrucción del orden mundial, David Held y Anthony Mc Grew, P 139, Colección Estado
y Sociedad 109, Barcelona, 2003.
195
14
La propia Sandra Lorenzano estima que la modernidad constituye una visión global del mundo, del yo, de la realidad
organizada en cuatro proyectos fundamentales: un proyecto emancipador que consiste en la secularización; un proyecto
expansivo a través del cual busca expandir el conocimiento y la posesión de la naturaleza; un proyecto renovador que
implica la búsqueda de mejoramiento e innovación permanentes;y un proyecto democratizador vinculado sobre todo a la
educación y a la difusión de los saberes.
15
La palabra globalización, en voz de Rebecca E Biron, se refiere generalmente a los procesos a través de los cuales las
economías y las culturas en todas partes del planeta llegan a ser más interdependientes. Actualmente el término global-
ización describe un aumento vertiginoso del comercio inter y transnacional, que combinado con una preferencia por las
políticas del mercado libre por encima de las protecciones de las economías locales o nacionales, busca la expansión de
una sola economía capitalista con impacto planetario. Este proceso depende de los rápidos avances en las tecnologías
comunicativas, mientras que a la vez los produce. Tales avances facilitan la transferencia electrónica del capital al igual
que de la información. Además, se aumenta la transferencia de bienes y personas alrededor del mundo. En este sentido,
la globalización condensa el tiempo y el espacio, achicando el mundo por acelerar el tiempo necesario para que la gente
interactúe, sin importar su ubicación geográfica.
16
La simulación en el crimen y su combate no ha dejado a salvo a los responsables de enfrentarla, así lo demuestran los
bastamente documentados montajes que fueron publicados por revistas de circulación nacional y reconocidos por las
autoridades de policía de supuestas escenas del crimen y liberación de las víctimas de secuestro a cargo de la policía, tales
son el caso del entrenador de un prestigioso equipo de fut-bol y el de una ciudadana francesa, este último caso provocó una
publicación sobre los hechos en su país.
196
197
198
modo que la suma de ambas cargas puede ser un buen comienzo para enfrentar
una voraz y expansiva criminalidad en la posmodernidad.
Que exista un régimen constitucional especial para la delincuencia organizada
no sólo es comprensible sino necesario, se requieren como les han llamado en el
discurso oficial, “herramientas” tanto jurídicas como fácticas, para desmantelar
las bien construidas organizaciones criminales, el límite para que exista asepsia en
las investigaciones y en los juicios, es que exista profesionalismo25 y deontología
en los diversos segmentos del sistema o régimen de excepción.
El nuevo modelo de seguridad y justicia presentado constitucionalmente en
junio de 2008, es de proporciones aún no digeridas en su totalidad por políticos,
académicos, funcionarios, actores del sistema de justicia penal, agentes del Min-
isterios Público, defensores de oficio, peritos, policías investigadores, jueces y el
propio sistema penitenciario; y menos aún por los destinatarios de la norma, que
confundidos, han sido “subidos a un tobogán acuático”, donde es prácticamente
imposible reflexionar y están terminando por aceptar la cancelación de sus ga-
rantías y derechos a cambio de los esfuerzos estaduales por controlar la insegu-
ridad pública; la idea de dar seguridad a los ciudadanos como gesto generoso del
Estado, es más bien una obligación constitucional fundamental; quizá el punto
a dilucidar estribe medularmente en que todo se ha dejado en manos policíacas
y secundariamente se atienden las garantías sociales y la corrupción. Cuidar las
causas de la antisocialidad es como educar a alguien, de modo que pretender
reprimir sin atender y educar respectivamente, frente a la conducta desviada es
meramente justificante, más no implica un verdadero compromiso.
Nuestro sistema de justicia penal está diseñado para abogados, excepción
hecha del subsistema policial que puede apartarse ligeramente, tanto en
temas de prevención y de investigación, aunque con la reforma al artículo
21 constitucional, se antoja que la nueva policía capaz de investigar domine
las garantías judiciales y procesales más elementales. Por su parte también
el artículo18 Constitucional incluyó en la reforma al juez de ejecución en el
26
modelo de reinserción social los ministerios públicos, los jueces y magistra-
dos responsables de aplicar la ley, lo cual cierra el espacio de participación a
otros expertos de las ciencias penales como lo son criminólogos27, criminalistas
y médicos forenses, qué decir del alejamiento de los sociólogos, antropólo-
gos, psicólogos, economistas, urbanistas, trabajadores sociales, expertos en
25
De acuerdo con Ernesto Canales Santos, la profesionalización policial debe ser evaluada por organismos independientes
especializados. Cfr. Diccionario Crítico el Derecho Penal a Juicio p. 662, Edición, INACIPE
26
Actualmente la Secretaría de Seguridad Pública Federal cuenta con el Órgano Administrativo Desconcentrado de Pre-
vención y Readaptación Social, organismo que deberá adecuarse a la reforma al artículo 18 Constitucional del 18 de junio
de 2008, que se refiere ya a reincersión social a través del sistema progresivo técnico.
27
En la práctica el criminólogo es un invitado al proceso penal con funciones muy específicas y limitadas, su dictamen
puede o no ser, en su caso, determinante en la resolución final del juzgador.
199
200
32
Se trata de figuras delictivas indeterminadas, reprimidas con penas elevadas, que admiten cualquier forma delictiva. Ej.
Al que de cualquier manera...Al respecto ha argumentado que la necesaria utilización del idioma y sus restricciones obliga
a que en algunos casos no pueda lograrse el mismo nivel de precisión en la descripción de la conducta típica. A través
de la historia se han utilizado con el objeto de poder encarcelar a los opositores políticos o tienen ideologías diferentes.
33
Los tipos penales en blanco indican la sanción sin describir de manera completa la hipótesis conductual, remiten a otra
disposición jurídica o a instrumentos de menor rango jurídico normativo, que incluso puede llegar a ser de tipo reglamen-
tario, cuya redacción, esto es el enunciado normativo de que se trate pasa por diseño normativo a constituir parte del tipo
penal en esta modalidad.
34
Es simplemente conducirse conforme lo ordena la ley, con apego a sus mandatos por convicción de que eso produce
35
Se trata de un problema repartido, la salud pública reconoce cuatro millones de adictos, una mitad corresponde a salud
pública, se entiende como patología, y otra a seguridad pública por involucrar posesión, transporte y venta de la droga.
(prácticas de narcomenudeo). Sin olvidar la vinculada con consumo de alcohol.
36
Todas las personas somos susceptibles de cometer delitos, tratándose de los dolosos se incrementa la posibilidad en el
supuesto de encontrarnos en estado de emoción violenta y los culposos juegan una vinculación más azarosa, en las tareas
diarias, manejar por ejemplo, es común que violemos ciertos deberes de cuidado o seamos imprudentes o no previsores
de ciertas posibles consecuencias que potencialmente pueden violar o poner en peligro bienes jurídicos tutelados por el
Derecho Penal.
37
Es de estimarse de acuerdo con los criterios de expertos de la guerra que estas son entre iguales, por lo que el Estado no
debiera consolidar el concepto estratégico para la exterminación del fenómeno por no ser su igual, el Estado siempre debe
ser superior, pensar inversamente es ponderar la posibilidad de su progresivo debilitamiento.
38
El concepto narcotráfico implica una connotación más sociológica que jurídica, se trata en realidad de la comisión de
delitos contra la salud previstos en el Código Penal Federal y de los que en muchos casos igualmente se ocupa la Ley
Federal contra la Delincuencia Organizada.
201
39
Herrera Herrera, César, Criminología, Editorial Dikinson. P 297, Madrid, 2001.
40
La personalidad para Giacomo Canepa es clave para la investigación criminologíca, pues tal concepto asume una posición
central. Se trata de un concepto dinámico desde donde han de examinarse sus componentes biológicos, psicológicos y
socioculturales con el fin de descubrir, metodologica o fenomenológicamente, los factores múltiples de la conducta.
202
203
204
A)Trata de Personas
205
54
Cfr. Revista Mexicana de Justicia, Los nuevos desafios de la PGR, Número 4, P. 105, México, 2004.
55
En voz de Rodger D Garner, Director de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID/
México, la trata de personas es un delito que atenta contra dos de los tesoros más preciados del ser humano: la libertad y
la dignidad. Es responsabilidad de la sociedad, las instituciones y los gobiernos... Las víctimas de este delito merecen toda
nuestra atención y nuestro esfuerzo para proteger íntegramente sus derechos y reparar el daño que han sufrido. Cfr. La
Legislación Penal Mexicana en Materia de Trata de Personas y los Delitos Relacionados, USAID, primera edición, nota
introductoria, México, 2009.
56
Dentro de los sistemas de apreciación sobre el fenómeno de la prostitución, destacan: el reglamentarista (da reglas y pone
límites a su ejercicio) prohibicionista (la ve como un delito y criminaliza todas las prácticas relacionadas) y el abolicionista
( la ve como un derecho de las personas y permite su libre ejercicio y elimina la trata de personas)
206
57
Captación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas...
58
La amenaza o uso de la fuerza, coacción, rapto, fraude, engaño, abuso de poder, vulnerabilidad, la concesión o recepción de
pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación...
59
Esa explotación, incluirá como mínimo, la explotación de la sexualidad ajena u otras formas de explotación sexual, los
trabajos o servicios forzados, la esclavitud o la práctica análoga a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
60
Chihuahua, Guerrero, Estado de México, Morelos, Oaxaca, Sonora y Zacatecas.
61
Aguascalientes, Baja California, Campeche, Coahuila, Colima, Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Puebla,
Quintana Roo, San Luis Potosí, y Tlaxcala.
207
B) Robo de vehículos
62
Hidalgo, Querétaro, Sinaloa, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
63
Baja California Sur, Chiapas, Durango, Nayarit, Nuevo León, y Tamaulipas.
64
En efecto existen algunos delitos que pueden ser o no de bagatela que la autoridad en la fase de investigación estima
como irresolubles.
65
Desde la 3a Reunión Regional del Programa Nacional para Combatir el Robo de Vehículos, Zona Centro-Occidente, el
30 de marzo de 2004, fiscales y directivos de las procuradurías de las zonas coincidieron en proponer como mínimo en la
denuncia para fines de registro de las bases de datos, número de placas, nombre y datos de localización del denunciante, fecha,
número de control asignado, entidad, número de averiguación previa y en su caso de juzgado, sin que ello se haya consolidado.
66
En la XIV Conferencia Nacional de Procuración de Justicia se creó el Comité Técnico de Policía Judicial y/o Ministerial
que entre otros temas atendería este como prioritario.
208
67
Existen problemas prácticos sobre los que se puede legislar en las normas oficiales que impidan lamentables confusiones
como el caso de los números de motores duplicados por N.M. que repite cada 5 años, al menos hasta el 2004.
68
Las experiencias con retenes y las llamadas volantas móviles, también se asocian con la deseada corrupción, abuso y
extorsión, lo que refleja que parte del problema está en la profesionalización policial
69
Identificar un vehículo tiene sus particularidades, existen las llamadas clonaciones muy bien realizadas, e igualmente
localizar un (clavo), escondite natural o diseñado para transportar generalmente droga en los vehículos, requiere cursos
especializados que en este último caso los mejores capacitadores son los policías experimentados en el segmento con
mayor tiempo de servicios.
209
70
Sin embargo, importantes mandos de policía de hace décadas son los que continúan al frente de las organizaciones, se trata
de grupos de policía, control e inteligencia, cuasi inquebrantables de personajes, que conociendo “las tripas del modelo”,
saltan de una corporación o dependencia del sistema político o penal, del orden y la disciplina a otra, manteniendo consigo
la información y por ende el poder y el control, en una lógica de compromisos recíprocos. El reto de legalidad institucional,
también es de grandes proporciones. No es raro identificar que ex funcionarios funden empresas de seguridad, de sistemas
de localización satelital, e incluso provean de información a la autoridad en turno, a cambio de beneficios encubiertos.
71
La coordinación de presuntos desaparecidos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, responsable de integrar las
quejas por desaparición forzada ha dado escasos resultados a través de su existencia.
210
211
Turismo sexual
75
Se entiende que pertenecen a la generación nini, aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan, que son altamente depresivos
y se encuentran desorientados, por lo que su proclividad para ser victimizados, o bien para agregarse a los victimarios es
muy alta, por que esto además se asocia a la falsa expectativa que a través de las rutas de la delincuencia se pueden alcanzar
los niveles de bienestar ordenados por la globalización y así garantizar el “éxito”.
212
213
D)Narcomenudeo
79
Cfr. El laberinto de la violencia, causas, tipos y efectos pgs. 199 y 200, Barcelona.
80
Al narcomenudeo se le ha estimado como un fenómeno delictivo de crecimiento exponencial, que lleva aparejada la
comisión de delitos conexos generalmente violentos, lo cual trastoca el desarrollo armónico de las comunidades; en conse-
cuencia, representa un problema de seguridad nacional al poner en riesgo a la población en su conjunto fundamentalmente
a la de menor edad que por sus características resulta ser la más vulnerable.
81
Se entiende por delincuencia organizada de acuerdo con la definición adoptada por INTERPOL en 1988, toda asociación
o grupo de personas que se dedican a una actividad ilícita permanente cuyo objetivo es sacar aprovechamiento sin tomar en
cuenta las fronteras nacionales. Concepto de Anthoni, Serge y Daniel Ripoll en El Combate Contra el Crimen Organizado
en Francia y en la Unión Europea, México, PGR, 1996, P. 19 citado por Luis Alonso Bruccet, Revista Mexicana de Justicia,
Num. 4 de la Procuraduría General de la República, México, 2002, P. 21
214
215
84
Artículo 194 .- Se impondrá prisión de 10 a 25 años y de 100 hasta 500 días multa al que :
fracc.1.- produzca, transporte, trafique, comercie, suministre aun gratuitamente o prescriba alguno de los narcóticos (previsto
en el Art.237, 245 fracc. primera segunda y tercera y 248 de la ley general de salud) sin la autorización correspondiente a
que se refiere la Ley General de Salud.
85
Carlos Espinosa, Alejandro, Narcomenudeo: Un análisis dogmático y social de su problemática en México, en Revista
Mexicana de Justicia, los nuevos desafíos de la PGR Sexta Época, num. 15, p.163.
86
Gómez Mont Guadalupe, Los costos sociales del narcomenudeo en Revista Mexicana de Justicia, citada up supra.
87
Cfr p.151 Misma revista.
216
venta, el suministro y el consumo de las drogas, mas aún si esto pudiera significar
un cierto modus vivendi y de falso reconocimiento entre el segmento poblacional
de jóvenes en los que se desarrollen al asociar el consumo con las modas y la música.
Lozano Tovar al respecto afirma: La política criminal se manifiesta en pura y
simple represión social, incongruente con los propósitos de prevenir o reprimir el
delito que se le atribuye, en contradicción con las garantías de los gobernados en
el estado de derecho y la falta de formas eficaces de reprimir y prevenir la conducta
del delincuente88
Los intentos desde las políticas de seguridad pública la justicia penal para
enfrentar el fenómeno del narcomenudeo muestran ser cortos frente a las dimen-
siones del problema, se ha transitado por Agencias Mixtas del Ministerio Público
para la Atención del Narcomenudeo por Unidades Mixtas para la Atención del
Narcomenudeo y otras figuras con escaso éxito, lo que nos demuestra que el
flagelo social tan preocupante en la posmodernidad tiene su solución o al menos
su tratamiento y control desde otras perspectivas del servicio público y la admin-
istración. Debemos partir de otra plataforma para enderezar acciones, sin aban-
donar esfuerzos e inercias, con compromiso de respeto a los derechos humanos.
Desde la mira de la educación en valores y la creación de matrículas en las
universidades, el empleo, la salud, la vivienda y el desarrollo de las personas es
como merece visualizarse el problema, dicho en palabras muy sencillas si quere-
mos reducir el fenómeno debemos buscar a toda costa brindar oportunidades de
desarrollo a las nuevas generaciones y no etiquetarlos y criminalizarlos cada vez
a más pronta edad, aunque en el discurso de la ley se enuncie un nuevo modelo
de justicia integral para adolescentes; cuando bien conocemos desde la óptica de
la Sociología Criminal, que las condiciones son las generadoras y facilitadoras de
este tipo de jóvenes con perfil antisocial o delictivo, muchas veces ignorantes,
desorientados y desmotivados, alejados del progreso y la superación personal.
E)Terrorismo
88
Lozano Tovar, Eduardo, Política Criminológíca Integral, Universidad Autónoma de Tlaxcala, p.20, México, 2002.
217
218
219
92
De acuerdo con Jorge Nader Kuri, la investigación para la prevención es en sí misma investigación.
93
TestaFerrero (del latín testa - ferro, cabeza de hierro) m. persona que presta su nombre en un contrato, pretensión o negocio
que en realidad es de otra persona.
94
Revista Mexicana de Justicia, Los nuevos desafios de la PGR, Sexta Época, Número 7, Moisés Moreno Hernández , La
transformación del Derecho Procesal Penal en México, P. 66 y 67, Procuraduría General de la República , México, 2004.
220
95
Tales delitos son: terrorismo, terrorismo internacional, contra la salud, falsificación o alteración de moneda, operaciones
con recursos de procedencia ilícita, acopio y tráfico de armas, tráfico de indocumentados, trafico de órganos, corrupción de
personas menores, pornografía de personas menores, turismo sexual de menores, lenocinio de menores y tráfico de menores,
en estos casos, deben ser personas menores de 18 años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el
significado del hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo. Además contempla los de secuestro y asalto
y trata de personas.
96
Cfr. Revista Mexicana de Justicia, Los Nuevos Desafios de la PGR, Número 7, José Luis Santiago Vasconcelos, P176,
Procuraduría General de la República, México.
221
El Derecho Penal del Enemigo por más justificaciones que se den en la posmo-
dernidad o en cualquier momento y por verídico y necesario que aparentemente
se exige en momentos de emergencia, debe ser rechazado, no puede admitirse, se
trata de un perverso discurso que puede alcanzar un alto sentido de utilitarismo99
y ser aplicado en contra del que sea, es claro que rompe los principios fundamen-
tales del Derecho Penal, y más aún con el pensamiento universalmente defendido
de igualdad y humanidad en los bienes jurídicos; por lo que de acuerdo con el
propio Carlos Parma: Hay que declararse enemigo del Derecho Penal del Enemigo.
Debo decir antes de cerrar estas líneas, que los derechos humanos no como
discurso, ni como ideal, sino como una legítima aspiración de los hombres, no
deben desaparecer de la esencia de las normas, nulificarlos en la esencia de la ley
equivale a aceptar que el control ha triunfado de una vez y para siempre sobre el
97
Jakobs, Günter Fundamentos del Derecho Penal p238, Buenos Aires, 1996
98
Cfr Parma , Carlos, Derecho penal posmoderno p, 24 , Ara editores ,Perú, 2005
99
En el plano de la metaética, no dice nada acerca de cómo debemos actuar ni sobre qué acciones sean moralmente rectas u
obligatorias y cuáles no; nos dice solamente cómo han de entenderse ciertos términos de una manera especial. Nos dice que
la expresión moralmente recta debe entenderse como “acción que lleva a las mejores consecuencias” Cfr. Voz utilitarismo
p.1608 (Guliano Pontara) Coordinación Norberto Bobbio, Diccionario de Política, Editorial Siglo XXI, México, 2007.
222
100
Parma Carlos, Derecho Penal Posmoderno, Ara Editores, P, 15 y 16, Perú, 2005.
223
101
En este sentido existe una aparente contradicción entre la garantía de igualdad y las conductas delictuosas organizadas,
entre el daño social causado y los derechos de las personas, por lo que la posición de los organismos y organizaciones al
respecto son blandengues y optan por hacer mutis y de este modo no salir mal librados discursivamente de las lógicas del
poder y el control, mismas que, como el canto de las sirenas, parecen haberlos seducido
102
El ser hermano, circunstancialmente amigo, conocido o tener algún vínculo de cualquier naturaleza, o tal vez ser familiar,
de una persona investigada o procesada por un delito de delincuencia organizada hace altamente proclive la selección de
enemigos por el aparato policial, muchas veces deliberadamente y algunas otras de manera justificante frente al ejercicio de su
función constitucional . Lo que parecen no advertir los organismos autónomos y en muchos casos a las organizaciones civiles,
por ser impopular y oponerse a su acompañamiento, prestigio y posicionamiento en el espectro del Estado y sus discursos.
103
Artículo 21C La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público y a las policías, las cuales actuarán bajo
la conducción y mando de aquél en el ejercicio de esta función.
104
El Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, justificó ayer la actuación de las fuerzas armadas en la guerra
contra el narcotráfico, al señalar que tanto elementos de la Secretaría de la Defensa como de Marina, actúan “bajo una
gran tensión” , por lo “que algunas veces son acusados de violaciones de derechos humanos”...”no estamos para tolerar
violaciones y excesos, la autoridad se justifica y se explica en el cumplimiento de la ley, pero tampoco vamos a ser ingenuos
para darle cauce institucional a aquellas acusaciones que no tengan sustento.” Cfr. El Financiero, Sección Internacional,
P. 23, del 8 de marzo de 2010 (Roxana González García)
105
Formulada por el gobierno, debe expresar la estrategia a seguir ante cada una de las amenazas o conflictos en el que el
país puede verse envuelto. Cfr. Diccionario militar estratégico y político, de Fernando de Borenque y Morencos, P. 132,
voz, política militar, Madrid, 1981.
106
Dicha política pública fue anunciada en enero de 2006 por el Ejecutivo Federal.
224
225
226
227
Violencia en la ancianidad
Celín Pérez Nájera.1
RESUMEN
El presente trabajo está motivado por la existencia del fenómeno de la vio-
lencia sobre los ancianos en el entorno de la familia cubana, analizando en este
caso el grupo de riesgo victimal constituido por las personas de la tercera edad,
grupo etareo que ha crecido aceleradamente debido al aumento de longevidad
de nuestra población.
Se ha realizado un estudio de más de veinte autores sobre las definiciones
conceptuales de la violencia, sus manifestaciones, la relación víctima- victimario,
un pequeño análisis de cómo valorar ésta victimización desde la afectación directa
del flagelo en su doble concepción genérica.
Se utilizaron diversos métodos tales como: el histórico-lógico, analítico-
sintético, inductivo-deductivo, teórico- jurídico y sociológico mediante lo cual
pretendemos que sirva para proporcionar un material bibliográfico actualizado
sobre ésta temática, mediante el cual se puedan trazar estrategias que permitan
disminuir este fenómeno, con la implementación de acciones de carácter preven-
tivo y diferenciado en muchos hogares.
SUMMARY
229
INTRODUCCIÓN
La violencia es un fenómeno tan antiguo como lo es el propio surgimiento del
hombre, desde la comunidad primitiva existieron las primeras manifestaciones
con el objetivo de luchar por la supervivencia o el poder, esto demuestra que
nos encontramos ante un problema de una extraordinaria magnitud que abarca
múltiples perspectivas y en consecuencia requiere de respuestas también multi-
disciplinarias. Con el desarrollo de la sociedad comenzaron a realizarse estudios
sobre el impacto de la violencia y su conceptualización, su análisis ha sido objeto
de múltiples investigaciones en diferentes áreas del conocimiento tales como la
Sociología, Psiquiatría, Psicología, Criminología, entre otras.
La violencia contra los ancianos es el objeto concreto en el cual encaminaremos
la investigación, este tema en los últimos años ha venido dando evidencias de
un notablemente crecimiento ya sea por la falta de conciencia y de educación al
respecto de los miembros del hogar, el abuso a personas con limitaciones, la no
sistematización de acciones de divulgación y la falta de actividades de prevención
que deben fomentarse en la comunidad y en específico en la familia. Su incidencia
social es evidente y el esfuerzo por combatirla cada vez es más intenso y solidario,
aunque todavía insuficiente.
Aunque se han efectuado numerosos estudios con profundidad sobre la vio-
lencia en relación a la mujer y los niños, como grupos más victimizados, contamos
con un sector poblacional al que no se le ha prestado toda la atención necesaria,
nos referimos a los ancianos, a pesar de que existen escasos estudios al respecto,
en nuestro criterio este tema aún no recibe toda la prioridad que merece, ni existe
en la sociedad total conciencia de su significación.
La preocupación del hombre por el envejecimiento viene desde su propia ex-
istencia y data desde la comunidad primitiva, donde eran utilizadas las personas
más ancianas para la toma de decisiones y consejos al resto de las familias, con el
desarrollo social estas personas han continuado jugando su rol en la sociedad y
230
231
MÉTODOS:
Con el objetivo de dar cumplimiento a las hipótesis planteadas en nuestra
investigación hemos utilizado como métodos:
Teórico-Lógico: Para analizar el comportamiento y características de la vio-
lencia y la violencia intrafamiliar.
Análisis-Síntesis: Para caracterizar criminológicamente el fenómeno de violen-
cia en la familia con respecto a los ancianos, mediante la búsqueda de información
detallando su comportamiento e incidencia en la sociedad.
Inducción-Deducción: Para caracterizar jurídica y sociológicamente el fenó-
meno de violencia en la familia.
Teórico- Jurídico: define teóricamente los conceptos que manejamos en la
investigación, permitiendo conocer la esencia del problema que se investiga para
conformar y consolidar la parte teórica del trabajo.
Sociológico: se encuentre presente al analizar la relación social, los estudios
de las normas vinculadas al Derecho.
Analizaremos la técnica que vamos a aplicar en el proceso de investigación
con el fin de obtener un nivel de información lo más acertado posible.
Cuestionario: uno de los instrumentos que sirve de guía o ayuda para obtener la
información deseada, sobretodo a escala masiva. El mismo está destinado a obtener
respuestas a las preguntas previamente elaboradas que son significativas para la
investigación social que realiza y se aplica al universo o a la muestra, utilizando
para ello un formulario impreso que los individuos responden por sí mismo.
RESULTADOS:
LA VIOLENCIA Y SU CONCEPCIÓN.
La violencia se encuentra en correspondencia con los valores, normas y
creencias de cada País, época y clase social, los diferentes grados, niveles y con-
cepciones con que se presenta en cada terreno. El origen de la violencia es parte
6
Como autores extranjeros más consultados en la investigación podemos citar: LORENZO MORILLAS CUEVAS, ROSA
DEL OLMO, PAOLO SILVA, ANDREW MORRISON, DAVID MORILLAS FERNÁNDEZ, ANA MARIA MOSQUERA,
LÍA SUSANA DAICHMAN, GERARDO MEIL LANDWERDIN, LUIS FRANCISCO DE JORGE MESAS, HILDA
MARCHIORI, etc.
7
En cuanto autores cubanos más estudiados tenemos: CLOTILDE PROVEYER, LYDIA GUEVARA RAMÍREZ, EDU-
ARDO MARTÍNEZ, NICOLÁS NÚÑEZ, JOSÉ ANTONIO CASTELLANO, etc.
232
de una cuestión cultural, o mejor dicho, tiene sus raíces en los conocimientos,
tradiciones, usos, costumbres y manifestaciones de los pueblos, quizá desde hace
miles de años.
Han sido muchos los tratadistas que han abordado la violencia desde diferen-
tes puntos de vista, por lo cual debemos partir que el término “violencia” es una
traducción del vocablo latino “violencia”,8 derivado de la raíz “violo”, que quiere
decir: atentar, violar. Este sentido alude a una fuerza vital presente en el origen
de la vida.
La violencia es un fenómeno multifacético, de carácter social y contenido am-
plio, puede ser lo mismo doméstica, comunitaria, grupal, social, escolar, laboral
y provoca tales consecuencias en la salud y la vida social, muchas veces sin llegar
a la causa eficiente que lo comenzó.
Para algunos estudiosos del tema la violencia ha sido definida como “cualquier
relación, proceso o condición por la cual un individuo o grupo social viola la inte-
gridad física, psicológica o social de otra persona. Es considerada como el ejercicio
de una fuerza indebida de un sujeto sobre otro, siempre que sea experimentada
9
como negativa”.
La violencia constituye una de las afectaciones más severas que ha venido
azotando a la humanidad. Las distintas formas de expresión individual y colec-
tiva de la violencia, los factores que la originan y las consecuencias sociales que
generan hacen de ella un fenómeno complejo. Se estima que la violencia tiene
un carácter moldeable en función de la dinámica del poder y de la distribución
de los roles y recursos.
La violencia es un medio que debería estar ya desterrado en una sociedad
civilizada, pero sigue aún presente como si fuera el único medio, por el cual unos
pocos hacen oír su voz, mientras que la mayoría, perjudicada, ha de seguir suf-
riendo sus consecuencias. La misma tiende a normalizarse, se hace invisible para
algunos y hasta se llega a pensar que es inexistente. Tenemos que ser conscientes
que cuando se aborda este tema no sólo lo sufre una persona en un momento
determinado, sino que hay que marcar el límite y el rechazo de toda la sociedad,
que no siempre está preparada para enfrentarse a estas situaciones.
Resulta evidente, sin embargo, que el agente de la violencia no se limita siem-
pre al hogar como único espacio, sino que encontramos casos de agresiones en
las calles, los centros de estudio o trabajo y en general los espacios frecuentados
por las víctimas .10
8
Recomendamos analizar a, ANA M MOSQUERA RIAL. Cuerpos marcados violencia doméstica una aproximación desde
la Ley Penal Uruguaya. Disponible en Internet en: http://www.monografias.com/trabajos44/violdomes/violdomesl.shtml.
(Consultada el 7-6-2007), párrafo 1.
9
Véase, Salud y violencia. Plan de acción regional Washington D.C: OPS/ 1994: p.5-10
10
Recomendamos analizar el trabajo que se presenta en CELÍN PÉREZ NÁJERA. Estudio Criminológico de la Violencia
Intrafamiliar ejercida sobre los ancianos en Cuba. En: Tesis presentada en opción al grado de Especialista en Derecho Penal,
Universidad Marta Abreu de las Villas, Febrero 2008, Cuba.
233
11
Sobre éste tema podemos profundizar en las importantes reflexiones que realiza el catedrático de Derecho Penal de la
Universidad de Granada al analizar las múltiples perspectivas y consecuencias de la violencia, podemos tener a vista a,
LORENZO MORILLAS CUEVAS. Valoración de la violencia de género desde la perspectiva del Derecho Penal. En: Revista
Electrónica de Ciencia Penal y Criminológica. 2002. Disponible en Word Wide Web en: http://criminet.ugr.es/recp_04-09.
html. (Consultada el 27-6-2007), párrafo 1.
12
MC PALACIO. La violencia familiar en Manizales. Caldas. Colombia 1993: p.5.
13
MA GROSMAN. Violencia en la familia. Buenos Aires: Editorial Universidad 1992, p. 68.
234
acto. Esta no deja huellas visibles inmediatas, pero sus implicaciones son más
trascendentes.
“Violencia sexual: se le considera a la imposición de actos de orden sexual por
parte de un miembro contra la voluntad de otro. Este tipo de violencia incluye la
violación marital.
“Violencia emocional: se conoce como la falta de respuesta a las necesidades
de contacto afectivo de las personas. Ausencias de contacto corporal, caricias, in-
diferencia a los estados anímicos. Acciones de hostilidad verbal crónica (insultos,
burlas, desprecio o amenazas de abandono).14
“Violencia económica: está encaminada a no cubrir las necesidades básicas de
la personas y ejercer control a través de recursos económicos.15
“Violencia mediante el abandono y la negligencia: dado por la falta de protec-
ción y cuidados físicos de los miembros de la Familia que lo requieran, la falta de
respuesta a las necesidades de contacto afectivo y estimulación cognitiva, falta de
16
atención, descuido en la alimentación y vestuario necesario.
“Violencia social: abarca un amplio espectro de campos (violencia intrafamiliar,
medios de comunicación social, violencia sexual, violencia delincuencial etc.),se
concreta en la agresión maligna o destructiva, puede ser abordado como un
problema de seguridad, con una respuesta represivo-policial o de salud pública.17
“Violencia integral: es el conjunto de todas estos tipos de violencia integrando
como un sistema y se ponen de manifiesto en una misma persona.
Al analizar otros autores encontramos también otros tipos de violencia como
la cotidiana, política, socioeconómica, cultural, delincuencia, entre otras.18 Esto
demuestra la variedad con que se puede presentar estos actos y en los diferentes
escenarios.
Hemos realizado un análisis de las manifestaciones de la violencia que han
sido abordados por diferentes autores, considerándolos como premisa del fenó-
meno que atañe a la sociedad, lo cual evidencia sin lugar a dudas un estudio
de las concepciones de éste mal, la violencia se relaciona en diferentes campos
interdisciplinarios y áreas de investigación, razón por la cual sus estudios han
14
Conceptos de familia. Disponible en Internet en: http://www.monografia.com/trabajos23/la violencia-intrafamiliar/la
violencia intrafamiliar.shtm. (Consultada el 21-6-2007), párrafo 1.
15
ANAI SEVILLA VILLALTA. Causas, efectos y fases de la Violencia Intrafamiliar. Disponible en Internet en: http://www.
monografia.com/trabajos32/la violencia-intrafamiliar/la violencia intrafamiliar.shtm. (Consultada el 18-6-2007), párrafo 2.
16
AA. Vv. Comportamiento de los factores de riesgo en la violencia familiar contra el adulto mayor. Disponible en Internet
en: http://www.F.nosotros/correos.html. (Consultada el 20-6-2007), párrafo 2.
17
Véase para mayor profundidad en el tema: FRANCISCO RODRÍGUEZ. Violencia social: ¿Estilo de vida o estrategias
de sobrevivencia? Disponible en Internet en: http://www.monografia.com/trabajos36/violen-social/violen-social.shtm.
(Consultada el 18-6-2007), párrafo 1.
18
Véase a, AA. Vv. Violencia Familiar. Disponible en Internet en: http://www.monografia.com/trabajos13/mviolfam/
mviolfam.shtm. (Consultada el 21-5-2007), párrafo 9.
235
236
23
AA. Vv. Estilo de vida, Perfil psicológico y demográfico de mujeres maltratadas por su cónyuge, Disponible en Internet
en: http://www.psicologiacientifica.com. (Consultada el 12-5-2007), párrafo 9.
24
Recomendamos analizar a Formas de violencia. Disponible en Internet en: http://www.violenciaintrafamiliar.org/venezuela/
formas.php. (Consultada el 18-6-2007), párrafo 3.
25
Al respecto véase, BILBAO, DESCLEÉ DE BROUWER. Educación para la tolerancia. Programa de Prevención de
conductas agresivas y violentas en el aula. Disponible en Internet en: http://www.fuenta dip.org.ar/novedades-libros1.htm.
(Consultada el 14-6-2007), párrafo 2.
26
Véase, para mayor profundidad, BILBAO, DESCLEÉ DE BROUWER, ob. Cit, p. 3.
237
27
La Teoría de la Actividad Rutinaria (TAR) es una de las principales teorías de la “criminología ambiental” que fue desar-
rollada por los criminólogos Lawrence Cohen y Marcus Felson, quienes han trabajado durante muchos años sobre la teoría
de la prevención del delito. TAR establece que para que un delito ocurra, deben estar presentes 3 elementos que son: un
objetivo conveniente, ausencia de un guardián capaz que pueda prevenir que el delito suceda y existe la presencia de un
probable, y motivado, delincuente.
28
Véase para ampliar el tema a, BILBAO, DESCLEÉ DE BROUWER, ob. cit, p. 4.
238
último período de la vida, éste a su vez está muy relacionado con el envejecimiento
el cual es definido como aquel proceso en el que aparecen todas las manifestaciones
morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas en consecuencia de la acción
del tiempo sobre los seres vivos”.29
Entonces podemos definir que “el término de violencia en la familia sobre los
ancianos es toda aquella acción u omisión desarrollada de forma habitual o con
frecuencia, realizada dentro del ámbito familiar, que conlleve un daño o amenaza
de daño para la salud o el bienestar de una persona mayor”.30
El maltrato hacia los ancianos “es producto de una deformación en nuestra
cultura, que siente que lo viejo es inservible e inútil. De una u otra manera los
viejos son sentidos como estorbos, y como una carga que se debe llevar a cuestas,
además de la familia que hay que sostener. Por ello son generalmente abandonados,
31
segregados y enviados a otros lugares”. La naturaleza del maltrato permite que
la gente no vea, no escuche y no hable sobre estas conductas que son totalmente
contradictorias a nuestro sistema de valores de compasión, ayuda y apoyo moral.
Se pueden valorar tres factores decisivos32 para que el hecho de la victim-
ización de los ancianos esté adquiriendo niveles críticos y se presente como un
tema de profunda preocupación en la mayoría de los países, fundamentalmente
en los más desarrollados:
“Cambio de actitud que las nuevas generaciones han desarrollado frente a los
ancianos.
“Crecimiento de la población de personas mayores.
“Actitud general de las personas mayores, que las hace más susceptibles de
victimización.
Se han tenido que venir trazando políticas sobre la vejez en todos los países,
en primer orden otorgándole a la Familia la responsabilidad que tiene y han
tratado de encontrar formas diferentes que permitan a las personas de esta tercera
edad, seguir viviendo bien e independientemente dentro del seno familiar y en
la sociedad.
Diferentes enfoques podrán ser usados para analizar estas situaciones de crimi-
nalidad violentas contra los ancianos, pero la prevención deberá ser la máxima
de las intervenciones, evitando así que el agresor se sobrecargue y actúe de una
manera aborrecible.
29
AA. Vv. Violencia en pacientes geriátricos. En Revista: Archivo Médico de Camaguey. Disponible en Internet en:
http://www.amc.sld.cu/amc/2002/v6supl2/568.htm. (Consultada el 27-6-2007), párrafo1.
30
TREJO MARTÍNEZ, JANHIL A. Violencia Intrafamiliar, Disponible en Word Wide Web en: http://www.monografia.
com/trabajos41/intra.shtml. (Consultada el 18-6-2007), párrafo 5.
31
Maltrato hacia los ancianos. Disponible en Internet en: http://www.ecovisiones.cl/informacion/maltratoancianos.htm.
(Consultada el 20-6-2007), párrafo 1.
32
Perfil del Agresor. En Revista: Secretaria de Estado de la Mujer. Disponible en Internet en: http://www.sem.gov.do/leyes/
pefilagresor.html. (Consultada el 15-6-2007), párrafo 11.
239
33
Maltrato hacia los ancianos, ob. cit., p.2.
34
Véase esta frase del Dr. MIGUEL VALDÉS MIER en, AA. Vv. Temas de Gerontología. La Habana: Editorial Científico
Técnica; 1996. p.12.
35
Véase a para mayor información sobre la violencia en España a, MORILLAS FERNÁNDEZ, DAVID L. Malos tratos a
personas mayores, ob. cit., p.3.
240
36
Brinda una información más generalizada sobre la violencia intrafamiliar en los ancianos en los EEUU en, AA. Vv.
Comportamiento…, ob. Cit, párrafo 7.
37
Véase en, AA. Vv. Reflexiones sobre el maltrato a los ancianos en la sociedad occidental. En: Revista Cubana Medicina
General Integral; 21(1), Cuba, p.3.
38
Violencia familiar en el Perú. Disponible en Internet en: htpp://www.monografias.com/trabajos33/violencia-familiar-Peru.
shtm. (Consultada el 1-6-2007), párrafo 18.
39
AA. Vv. Comportamiento…, ob. cit., párrafo 3.
40
AA. Vv. Comportamiento.., ob. cit., párrafo 6.
41
MÁRQUEZ HERRERA, AURA M. Consideraciones sobre maltrato y violencia en la vejez. Disponible en Internet en:
http://www.gerontologia.org/portal/information/showInformation.php?idinfo=217.(Consultada el 26-9-2007), párrafo5.
241
DISCUSIÓN:
42
MÁRQUEZ HERRERA, AURA M. Consideraciones…, ob. cit. párrafo 11.
242
RECOMENDACIONES
Partiendo de las conclusiones esenciales a las que hemos arribado como con-
secuencia del estudio teórico y práctico y de la investigación efectuada sobre el
tema que es objeto de este trabajo, entendemos a bien proponer:
1.Desarrollar programas de prevención con el objetivo de conocer las distintas
manifestaciones de la violencia de género y los mecanismos para solicitar ayuda
o efectuar la denuncia.
243
244
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247
248
249
II. Introducción
250
5
Véase VON HENTING, Hans, Psicología Criminal, s.e., s.E. s.l. s.f.
6
Véase NICÉFORO, Alfredo, Criminología, s.e., s.E. s.l. s.f.
7
Véase Catalogo de Criminología, Routledge y Taylor & Francis, Reino Unido, 2008, www.routledge.com/criminology.
8
Cfr. KAGAN, Jerome y HAVEMANN, Ernest, Psicología, una introducción, Trad.: Wael HIKAL, 2ª edición, Harcourt
Brace Jovanovich, EUA, 1972, p.
251
9
HIKAL, Wael, Criminología Psicoanalítica, Conductual y del Desarrollo, Pról. Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, 2ª ed. Elsa
G. De Lazcano, México, 2008, p. 29.
10
Cfr. SORIA VERDE, Miguel Ángel y SÁIZ ROCA, Dolores (coord.) Psicología criminal, Pearson Prentice Hall, España,
2006, p. 29.
11
Cfr. REYES ECHANDÍA, Alfonso, Criminología, 8ª edición, Temis, Bogotá, 1987, p. 17.
252
estudio del sistema de justicia penal, en tanto que dice qué es delito y la forma en
que éste lo produce”12. Por otra parte, de manera muy acertada a la óptica crimi-
nológica, HERNÁNDEZ, NIÑO, RUBIO y SÁENZ definen: “el desarrollo se refiere
a los cambios ocurridos en los seres humanos durante toda su vida. Estos cambios
siguen una frecuencia predecible y son el resultado de los procesos de maduración
biológica y de la interacción del niño con su medio ambiente”13. Y, las ciencias de
la conducta son: “un conjunto de disciplinas que se ocupan principalmente de
la comprensión, predicción y control de la conducta humana, y en especial de
los tipos de conducta que se desarrollan en las relaciones interpersonales. Las
disciplinas que forman parte de las ciencias de la conducta son: la, Antropología,
Pedagogía, Psiquiatría, Psicología y Sociología. Los científicos que trabajan de
forma sistemática y experimental en estas áreas centran su atención en la conducta
humana en la medida en que influye y es influida por el comportamiento de otras
personas. Las ciencias de la conducta se aplican para diagnosticar y predecir la
conducta humana”14.
Expuesto lo anterior, se acerca a un concepto de Criminología del Desarrollo15,
ésta “estudia la evolución de los seres humanos desde el nacimiento hasta la an-
cianidad. Por tratarse de Criminología, ésta estudiará además los problemas que
se presentan en cada etapa del desarrollo para poder determinar qué dificultades
fueron las que influyeron en el sujeto como factores criminógenos para que su con-
ducta se tornara antisocial, y del conocimiento de éstos, realizar la prevención”16.
El crecimiento se explica por medio de etapas del desarrollo, cada una de las
cuales es una fase distinta de la vida caracterizada por un conjunto particular de
capacidades, emociones, motivos o conductas que forman un patrón de comporta-
miento. Una teoría del desarrollo debe reflejar el intento de relacionar los cambios
en el comportamiento con la edad cronológica del sujeto; es decir, las distintas
características conductuales deben estar relacionadas con las etapas específicas
del crecimiento. En cada etapa del desarrollo, habrá tareas que deben cumplirse
para obtener una evolución óptima; de lo contrario, el sujeto mostrará problemas
que iniciarán en su niñez para después irse agravando17.
Después de lo mostrado con anterioridad se puede predecir que la Criminología
12
Cfr. WINSLOW, Robert y ZHANG, Sheldon, Criminología, una perspectiva global, Trad.: Wael HIKAL, Pearson Prentice
Hall, EUA, p. 2
13
Cfr. HERNÁNDEZ MARTÍNEZ, Guillermo, NIÑO LARA, María Eduviges, Et. all., Psicología y desarrollo profesional,
4ª reimpresión, Compañía Editorial Continental, México, 2003, p. 37.
14
Cfr. Microsoft Encarta, “Ciencias de la conducta”, Microsoft Corporation (CD), México, 2006.
15
Véase CASSEL, Elaine y BERNSTEIN, Douglas A., Comportamiento Criminal, 2ª edición, Routledge y Taylor &
Francis, Reino Unido, 2008.
16
Cfr. HIKAL, Wael, Introducción al estudio de la Criminología, Elsa G. De Lazcano, México, p. 140.
17
DICAPRIO, Nicholas S., Teorías de la personalidad, Trad.: JORGE ALBERTO VELÁZQUEZ ARELLANO y ANA
MARÍA PALENCIA GUERRERO, 2ª edición, McGraw-Hill, México, 1989.
253
18
Véase WARD, Tony y MARUNA, Shadd, Rehabilitación, Routledge y Taylor & Francis, Reino Unido, 2008.
19
Cfr. HIKAL, Wael, Op. cit., not. 9, p. 18.
20
Véase SARASON, Irwin y SARASON, Bárbara, Psicología Anormal, el problema de la conducta inadaptada, 7ª edición,
Prentice Hall, México, 1996.
21
Apud. MARCHIORI, Hilda, Criminología: Teorías y pensamientos, Porrúa, México, 2004, pp. 43 - 55.
254
255
22
Véase HIKAL, Wael, Op. cit., not. 9.
23
Cfr. FELDMAN, Robert S., Psicología con aplicaciones para Iberoamérica, 2ª edición, McGraw-Hill, México, 1996, p. 341.
24
Ib.
256
sarrolla sin haber sido influido por su herencia genética. A pesar de ello, el debate
sobre la influencia relativa de los dos factores continúa, con enfoques diferentes
y teorías del desarrollo que hacen hincapié en el ambiente o en la herencia en
mayor o menor grado.
Respecto al aprendizaje, éste es un proceso mediante el cual nuestras experien-
cias producen cambios relativamente permanentes en nuestros sentimientos,
pensamientos y comportamientos. La mayor parte de nuestras capacidades y
habilidades no se desarrollan simplemente como parte del gran plan de la natu-
raleza; a menudo aprendemos a sentir, pensar y comportarnos en formas nuevas
a partir de nuestras observaciones e interacciones con padres y otras personas
importantes en nuestras vidas, así como acontecimientos que experimentamos. El
pensamiento y la resolución de problemas utilizan de lo que hemos aprendido y;
por lo tanto, proporcionan las ocasiones para un nuevo aprendizaje. Las relaciones
entre el aprendizaje y el pensamiento, plantean gran número de problemas a la
investigación criminológica.
Dentro de estos estudios viene la ley de la imitación; por ejemplo, GABRIEL
TARDE quien dice que toda conducta es resultado de la imitación, y de la asoci-
ación diferencial de SUTHERLAND quien opina que ésta consiste en asociarse a
determinados grupos que van de manera distinta a la generalidad aparentemente
normal, entre otros. Esto se relaciona con el aprendizaje que se forma de otras
personas o grupos de personas. Muchos aspectos de la Criminología Conductista
se relacionan con las teorías de aprendizaje debido a que éste es fundamental para
el desarrollo; en contraste, otros enfoques recalcan la influencia de las caracter-
ísticas psicológicas de la persona y su funcionamiento sobre el desarrollo. Estas
teorías destacan el papel de la herencia y la maduración como responsables del
cambio relativo al desarrollo.
Es imprescindible que sobre el conocimiento adecuado de estos factores, se deban
basar las Políticas Criminológicas y de desarrollo social25.
25
KITCHEN, Ted y SCHNEIDER, Richard H., Prevención del crimen y la construcción del ambiente, Routledge y Taylor
& Francis, Reino Unido, 2007.
257
258
31
Hikal, Wael, Op. cit., not. 9, pp. 203 y 204.
32
Véase Recopilación de reglas y normas de las Naciones Unidas en la esfera de la prevención del delito y la justicia penal,
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Viena-Nueva York, 2007.
33
Cfr. BUNGE, Mario, La ciencia, su método y su Filosofía, 24ª reimpresión, Siglo Veinte, Buenos Aires, 2006, p. 19.
259
34
Cfr. PEÑALOZA, Pedro José, Prevención social del delito: Asignatura pendiente, Porrúa, México, 2004, p. 5.
35
Cfr. MORENO GONZÁLEZ, L. Rafael, Notas de un Criminalista, 2ª edición, Porrúa, México, 1996, p. 80.
260
Existen además otros modelos que explican la conducta anormal, pero por falta
de espacio solo se muestran los anteriores37 .
261
262
39
DSM-IV Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, Masson, México, 1995.
263
1. Egocentrismo
Es el sobrevalor exagerado de la propia personalidad, considerada como el centro de
atención de todo momento y situación. El sujeto está preocupado por él y común-
mente indiferente hacia los demás. El egocentrismo se presenta de tres maneras:
1) Egocentrismo intelectual. En el que se exageran los propios pensamientos e
ideas, de forma que no se aceptan las ideas de otras personas. Intenta imponer
a los demás;
2) Egocentrismo afectivo. Es en el que se intenta depositar la atención, el cariño y el
cuidado de los que rodean al sujeto; si no lo logra, se muestra disgustado y celoso; y
3) Egocentrismo social. En éste se busca ser el centro de atención, tener el papel
de estrella y de víctima, el que tiene la autoridad, el líder.
El antisocial es incapaz de juzgar un problema desde un punto de vista distinto
al personal por lo que siempre justifica y racionaliza las consecuencias o los ac-
tos. Cuando realiza un acto que daña y produce víctimas, éste justifica sus actos
diciendo que el victimizado es el causante de lo que le pasó o se justifica diciendo
que sus actos son debidos a lo que él ha sufrido en el pasado.
2. Agresividad
Para TOCAVEN “la agresión constituye una fuerza básica inherente al hombre
264
3. Labilidad
Lábil es aquello que se resbala o se escurre con facilidad. Una persona lábil es poco
estable, poco firme en su carácter. Indica su modo que consiste en ser inestable
respecto a las emociones y a su cambio de pareja, de trabajo, de lugar, etc.
4. Indiferencia afectiva
La indiferencia afectiva es la ausencia de sentimiento, consiste en la distorsión
de expresión de las emociones. También es llamada como aplanamiento afectivo,
falta de emotividad o inhibición de los afectos.
Concluye el tema acertadamente ORELLANA WIARCO apuntando lo siguiente:
“seguramente se habrá advertido que consideramos a la Criminología como un
conjunto de conocimientos que se ocupan de las conductas antisociales, funda-
mentalmente de las señaladas como delitos, así como de los motivos, causas o
factores que inducen al hombre a delinquir”43.
FREUD, señalaba la domesticación del “yo” y del “súper yo”, además del “yo”
como mediador de placeres. Teniendo en cuenta que el delincuente es alguien
40
Cfr. TOCAVÉN GARCÍA, Roberto, Elementos de Criminología Infanto-Juvenil, Porrúa, México, 1991, p. 62.
41
Ib.
42
Cfr. MENDOZA BEIVIDE, Ada Patricia, Psiquiatría para Criminólogos y Criminología para Psiquiatras, Trillas, México,
2006, p. 23.
43
Cfr. ORELLANA WIARCO, Octavio A., Manual de Criminología, 11ª edición, México, 2007, pp. 32 y 33.
265
266
respecto a las escenas donde las conductas agresivas son expuestas en los horarios
donde los niños tienen acceso. Las sociedades que están orientadas hacia el logro
tienen individuos más sanos, adaptados y competitivos. BANDURA, señala que la
demora en la gratificación juega un papel importante ya que implica el posponer
una recompensa inmediata para recibir otra más significativa a largo plazo. Una
buena forma de modelar la conducta de los niños sería que los padres les incul-
caran la demora de la recompensa pero destacando la importancia que esta tiene.
El resumen anterior de autores y teorías es sólo para dejar en el lector el dato y que
éste se dé a la búsqueda de investigar más sobre el tema, no se ha desarrollado
más la teoría de alguno en específico por cuestiones de espacio, lo que hacer un
resumen de cada uno, implicaba dejar fijada una síntesis en el que esto lee, caso
que sucede en los libros que ya se han mencionado en los que sólo se muestra una
reseña de las teorías criminológicas de la personalidad. La bibliografía mostrada
al final, da la guía para que se obtengan más datos del tema, en especial el libro
de título homologo al artículo.
45
ESPINOSA CARLOS, Alejandro, Derecho Militar Mexicano, Porrúa, 3ª edición, México, 2005, p. 313.
267
BUNGE, Mario, La ciencia, su método y su Filosofía, 24ª reimpresión, Siglo Veinte, Buenos Aires,
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268
269
Política
Criminal
Sergio Méndez Silva
La Investigación de Desapariciones Forzadas en México:
Discordancias con la Justicia Internacional Mostrada
Frente al Caso Rosendo Radilla
271
1
Abogado defensor de los derechos humanos, egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM. Fue abogado de la Dirección
Jurídica de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, del Programa de Defensa Integral del
Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” y del Comité 68 Pro Libertades Democráticas. Actualmente es
abogado de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias-México, así como de otras organizaciones sociales, y secretario
de relaciones públicas de la revista jurídica Criminogenesis.
273
274
2
Son aplicables los siguientes criterios judiciales:
No. Registro: 187,433, Tesis aislada, Materia(s): Penal, Novena Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XV, Marzo de 2002, Tesis: VI.2o.P.23 P, Página: 1425. PRIVACIÓN
ILEGAL DE LA LIBERTAD, DELITO DE. CASO EN QUE NO SE CONFIGURA (CÓDIGO PENAL FEDERAL). El
delito de privación ilegal de la libertad previsto y sancionado por el artículo 366, fracción I, inciso b), del Código Penal
275
276
277
3
Para conocer los detalles más importantes de la controversia, consúltese: SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN. La retroactividad en el delito de desaparición forzada de personas y la prescripción en el de privación ilegal de
la libertad, Serie
Decisiones Relevantes, número 20, primera edición, México 2007, pp. 234.
278
279
280
4
Para conocer la intervención de Joan del Alcázar en sus propias palabras, consúltese el siguiente enlace:
http://www.historizarelpasadovivo.cl/es_resultado_textos.php?categoria=Historia+reciente+y+responsabilidad+social&titulo=La+
historia+aplicada%3A+perito+en+el+caso+Pinochet+en+la+Audiencia+Nacional+de+Espa%F1a
281
282
283
284
285
286
Para abordar el tema voy a proponer algunos conceptos básicos que servirán
para explicar el sentido de este artículo.
Seguridad Pública
Para determinar lo que se entiende por seguridad pública y seguridad nacio-
nal, es importante comprender la noción de seguridad. El Diccionario de la Real
Academia2 define seguridad como “cualidad de seguro”, mientras que seguro, en
la misma fuente, es definido como “libre y exento de todo peligro, daño o riesgo”.
En tal sentido, es importante subrayar que a la noción de seguridad le asiste un
aspecto subjetivo referido al sentimiento de una persona de que no tiene peligro, y
un elemento objetivo que se identifica con la ausencia real de peligro. La distinción
anterior no es ociosa, sobre todo si se recuerda que frecuentemente los hechos
públicos “se agravan” o dejan de percibirse por la calidad y cantidad de la infor-
mación o por la actitud de los medios al emitir información no fundada en hechos.
En un primer acercamiento, es conveniente afirmar que la seguridad pública
hace referencia al mantenimiento de la paz y el orden públicos. Se trata de la pro-
tección que se genera a través de los mecanismos de control penal y del manten-
imiento de la paz pública, mediante acciones de prevención y represión de ciertos
delitos y faltas administrativas que la vulneran, y particularmente, a través de los
sistemas de procuración e impartición de justicia y de los sistemas de policías
preventivos. Vale la pena distinguir entre esta noción multívoca y el concepto
de legalidad, pues para algunos especialistas ambos tienen la misma amplitud
semántica, caracterizándolas como: la inviolabilidad del orden jurídico y los
derechos de particulares, instituciones y organismos del Estado.
1
Vicealmirante de la Armada de México, actualmente es titular de la Agencia Federal de Investigación de la Procuraduría
General de la República,
2
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, España, 1994, pág. 1857.
287
288
3
En el siglo XIX existieron regulaciones como la Ley Orgánica de la Guardia de Seguridad, expedida por Ignacio Co-
monfort en 1857, o bien la Ley sobre Policía General del Imperio expedida por Maximiliano de Habsburgo en 1865, que
consideraban funciones sobre departamentos y municipalidades bajo la dirección de prefectos y alcaldes, encomendando
a los primeros las funciones propias de la policía general y a los segundos, bajo la vigilancia de los primeros las que cor-
respondían a la policía municipal.
289
Seguridad Nacional
290
militares no podían seguir siendo considerados en abstracto, sino que debían estar
estrechamente vinculados a las estrategias políticas y económicas de desarrollo
integral y sustentable de las naciones. Lo que planteaba esta circunstancia era la
convivencia de las naciones bajo dos vertientes: conflicto y cooperación. La primera
categoría parte, por lo general, de la opinión de que la seguridad nacional exige
sobre todo un fortalecimiento del poder nacional en situaciones de conflicto, es
decir, que la política de seguridad nacional debe basarse en el supuesto de que una
nación sólo puede estar segura si fortalece su propio poder a expensas de otra o de
otras naciones. Por el contrario, la segunda categoría insiste en que es necesario
reducir el poder nacional y acentuar los esfuerzos por incrementar la cooperación
internacional. Esta tesis mantiene que la política de seguridad nacional debe
basarse en la suposición de que la seguridad de un país aumentará si aumenta la
seguridad de todas las naciones.
En otras palabras, cuando hablamos de seguridad nacional nos estamos re-
firiendo a la capacidad de las naciones para proteger sus valores internos de las
amenazas exteriores, con base en el mejoramiento de su posición en los aspectos
militar, económico y político, según sea el factor de la seguridad nacional al que se
le conceda prioridad. Vale la pena hacer esta mención porque los primeros estudios
sobre seguridad nacional tendían a centrarse en los problemas militares, como
consecuencia de la antigua idea de seguridad nacional estrechamente relacionada
con esos asuntos. Con la globalización como eje rector del nuevo tejido mundial,
ya no sólo los temas militares pueden ser asuntos de seguridad nacional, pues el
concepto amplía su perspectiva aludiendo ahora a cuestiones como el comercio
internacional y la capacidad de regularlo, o la balanza comercial, por comentar
algunos temas lícitos, pero también alude a ilícitos como el tráfico de armas, drogas
y personas, que por su poder económico y de corrupción pueden desestabilizar
a los estados nacionales. El concepto seguridad nacional interviene en todos los
aspectos que tienen que ver en las relaciones internacionales de una nación, y
sólo depende de una escala de prioridades para que algún tema cobre el grado
de asunto de seguridad nacional, por lo que a partir de este concepto se generan
recomendaciones, decisiones políticas y un determinado nivel de expectativa para
proteger y salvaguardar los intereses nacionales.
Para el caso mexicano vale la pena distinguir las apreciaciones conceptuales
en la materia, pues es común referirnos a la seguridad exterior e interior y a la
seguridad nacional como ejes considerados en nuestra norma fundamental.
El binomio seguridad exterior e interior del Estado se emplea en varias ocasio-
nes en nuestra Constitución Política, misma que hasta hace poco tiempo no
usaba la expresión seguridad nacional. En la legislación mexicana hasta 1970
se distinguía entre seguridad interior y exterior de la nación; sin embargo, a
partir de entonces en el Código Penal se adoptó el concepto de delitos contra
la seguridad de la nación. En el mismo sentido, el Plan Nacional de Desarrollo
291
Marco Legal
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294
295
Ante tal panorama la decisión era dejar las cosas como estaban u optar por
el replanteamiento orgánico de la función preventiva, para responder a un diag-
nóstico que aún prevalece:
Primero, en el incumplimiento del Bando de Policía y Buen Gobierno, que es
donde empieza la conciencia cívica del orden público y puede tener éxito cualquier
programa de seguridad basado en cero tolerancia, a fin de que el ciudadano cum-
pla desde la tarea cívica de no tirar basura en la vía pública, por ejemplo, hasta la
coadyuvancia con los órganos de seguridad pública y nacional para denunciar a
los delincuentes.
Segundo, en los órganos policiales preventivos y judiciales, al ser rebasados
en su función disuasiva y persecutoria de los delitos del fuero común, y que por
los índices de impunidad que han alcanzado las organizaciones criminales se han
constituido en emergencia para la seguridad pública.
Tercero, en el sistema de seguridad nacional, al no tener capacidad preventiva
o de inteligencia policial para enfrentar el hampa organizada, por una parte, y
coadyuvar erróneamente con órganos dispuestos para la seguridad nacional en
problemas de seguridad pública, por la otra.
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El narcotráfico y los delitos conexos a él, que por su enorme poder corruptor
infiltra las instituciones policiales y de las Fuerzas Armadas impidiendo la acción
del Estado y desequilibrándolo por su poder económico; el secuestro de alto im-
pacto, que atenta contra la estructura estatal por el móvil económico y político;
el tráfico de armas, que potencia la capacidad criminal y el tráfico de personas
y la secuela que genera con órganos y muerte de personas que por su condición
normalmente son de los más desprotegidos, son asuntos de seguridad pública
que es necesario tener bajo control para coadyuvar con el fortalecimiento de la
seguridad nacional.
En otro sentido, la creación de la PFP respondió a la necesidad de corregir el
despacho de la seguridad pública, dando atención al tema con un cuerpo policial
específicamente preparado, entrenado y profesionalizado en las tareas preventivas,
y no con la participación de las Fuerzas Armadas; se trató de replantear un aspecto
central, pero a la vez básico en las funciones del Estado: que los cuerpos policiales
preventivos mantengan la seguridad pública y que las Fuerzas Armadas protejan
los intereses nacionales y fortalezcan la seguridad nacional. Como sabemos, esta
continúa siendo una asignatura pendiente del Estado mexicano.
Hacia una conclusión
Sabemos que el fenómeno delincuencial en México ha transitado en los últimos
20 hacia modus operandi altamente sofisticados, ha incorporado a sus métodos
desarrollos tecnológicos de punta, ha renovado sus cuadros con sujetos cada
vez más jóvenes, y ha utilizado las inconsistencias de nuestros marcos jurídicos
haciendo usufructo de las habilidades y capacidades de personas formadas en
las Fuerzas Armadas y en las policías federales aprovechando las omisiones y
deficiencias que conocemos en materia de salarios, registros y sistemas de control
de confianza tanto en las corporaciones policiales de los tres niveles de gobierno
como en el Ejército y la Armada de México.
La delincuencia organizada hizo del tráfico de drogas, personas y arma-
mento su nicho de negocio, y permeó su manera de operar, por las circunstancias
económicas, culturales y políticas de nuestro país, hacia los estratos más bajos de
la delincuencia común, con lo que la fortaleció al generar una red que le permitió
incorporar, vía el narcomenudeo, el robo de vehículos y el secuestro, fundamen-
talmente, a delincuentes de baja estofa a la manera de un ejército de reserva.
La delincuencia en México se desarrolló, se perfeccionó e hizo acopio de una
infraestructura humana y financiera compleja y global, y se asentó en comuni-
dades urbanas y rurales encontrando en la ley y en el desorden intersticios no sólo
para actuar sino para convivir en los espacios de la vida pública y privada de los
mexicanos. Sobran ejemplos.
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Criminalística
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RESEÑA NEUROBIOLÓGICA:
1
Diplomada en Criminología y Criminalística (IUPFA) Especializada en la Técnica del Perfil Criminal (Profiling) para la
Investigación y Gestión de Agresores en Serie (UCV- CA) de Argentina
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APROXIMACIÓN PSICOLÓGICA:
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del feto con su madre a través de las emociones. Puede que en estos casos el bebé
muera accidentalmente por infanticidio o sea abandonado en los primeros días
de vida, y de sobrevivir, quizás manifieste síntomas como el deflejo de succión,
es decir una parálisis en la incorporación de alimento durante los primeros días
de vida. Asimismo, no descartamos la posibilidad que padezca afecciones psico-
somáticas o una personalidad psicótica.
La adolescencia esta caracterizada por ser una etapa de Normal Anormalidad,
de ser una estructura cambiante y en continua remodelación no solo fisiológica,
si no también psicológica en busca de una identidad. A su vez dos necesidades
se oponen, primero la separación individuación de los padres para poder asumir
un rol diferente al de la niñez, el adolescente tiene que ir atravesando por dife-
rentes duelos, depresión y angustia por esas perdidas, lo que lo lleva a hacer uso
de diferentes mecanismos de defensa, por eso es que a veces aparecen negando
transitoriamente la vinculación que tienen con las personas, de esta manera
también lo hacen con sus pérdidas, así se los tilda de crueles, fríos e indiferentes.
Esto en el adolescente es algo pasajero, lo característico es un autismo defensivo,
un refugio en el mundo interno, para defenderse de la acción. Existe un manejo
omnipotente de las ideas: piensan, hablan, planifican, porque justamente aún
sienten que actuar les resulta imposible, también se sienten impotentes no solo
en el plano genital si no en relación a sus otras capacidades.
Puede ocurrir que ante un incremento de angustia muy grande, un yo debil-
itado y una predisposición a la impulsividad, aparezcan actos agresivos, o en su
necesidad de hablar sienta que no es escuchado y pase al lenguaje de la acción.
La identidad femenina transita por la Identidad de género que tiene que ver
con el sexo cromosómico, con el sentimiento de pertenencia y con las prerrogativas
que esto puede llegar a tener en lo familiar, cultural o religioso. En la identidad de
rol de género la mujer puede adquirir una actitud sensual que tendrá que ver con
el rol que ella asume en relación al ejercicio de su sexualidad, para la adquisición
de esta identidad reviste importancia que haya podido incorporar de sus modelos
la modalidad vincular y el desempeño de los roles de sus padres. La orientación
psicosexual y su elección de un objeto sexual podrán cimentar la Identidad al rol
materno que será reactivada en el embarazo pero cristalizada en el momento en
el que tenga que desarrollar las actividades que suponen dicho rol.
Del mismo modo se va a llevar a cabo una regresión hacia lo que fue la etapa
de simbiosis con la madre, para por un lado identificarse con la madre y por otro
lado con el feto, esto tiene que resolverse a partir de la primacía de la identidad
con la madre, pero en el caso de patología grave será una fijación de identidad con
el feto, reflejándose con síntomas como hipersomnia, actitudes pueriles o aisla-
miento. Es gracias a esta regresión y toma de contacto con lo que sería la imagen
materna, que se va a poder asumir la identidad del rol maternal.
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EL HALLAZGO
El hallazgo del cadáver del bebé confirma las sospechas de algunas personas, ya
que la joven se encargó de negar rotundamente su estado. Existen casos en los que
esta negación se extiende aun con el trabajo de parto y el alumbramiento, ya que
304
Bibliografía:
CCM II, Second Edition. John E. Douglas, Ann E. Burguess, Allen G. Burgess
and Robert K. Ressler.
SEMIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA, Hugo Marietán Primera Edición 1994
EL SINDROME DE LA ADOLESCENCIA NORMAL, Arminda Averastury y
Mauricio Knobel - Editorial Paidós 1996
VICISITUDES DE LA IDENTIDAD FEMENINA EN LA MATERNIDAD PRE-
COZ, J. Vives
MATERNIDAD Y SEXO, Marie Langer - Paidós 1992
EL PRIMER AÑO DE VIDA DEL NIÑO, René Spitz,- Fondo de Cultura
Económica México 1996
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Recensiones
Litigación Oral y Práctica Forense Penal
De: Carlos Faustino Natarén Nandayapa
Beatriz Eugenia Ramirez Saavedra
Por: David Cienfuegos Salgado
Guía de Estudios de Derecho Penal
De: Gerardo Armando Urosa Ramírez
Por: Xul’Ha Tzin Díaz Esquivel
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En esta obra se incluye una amplia bibliografía temática y una sección de ac-
tividades en donde se ejemplifica cómo deberá construirse y desarrollarse la teoría
del caso, que es el instrumento esencial en el nuevo sistema penal acusatorio.
El índice de la obra ilustra sobre las pretensiones de los autores: La primera
parte, denominada “Bajo el proceso penal mixto tradicional”, contiene los siguien-
tes temas: 1. El procedimiento penal. 2. Sistema de medios de impugnación en
materia penal. 3. El Ministerio Público. 4. Secuencia de tiempos del proceso. 5.
Escritos. La segunda parte, denominada “Hacia el proceso penal acusatorio”, de-
sarrolla las siguientes temáticas: 6. Visión panorámica del nuevo proceso penal
y de sus salidas alternas. 7. Juicios orales y práctica forense. 8. Práctica forense y
las etapas previas al juicio oral. 9. La ejecución de la estrategia de litigación en la
audiencia del juicio oral. 10. La prueba hacia el sistema penal acusatorio. 11. La
construcción de la prueba. 12. Presentación de la prueba en un juicio oral. 13. “Fo-
cos rojos” o actividades de litigación decisivos para el resultado del proceso penal.
No podemos menos que felicitar a los autores que hacen un importante esfuerzo
de reflexión, sobre todo ante el hecho de que la mayoría de normas que habrán
de regular el nuevo modelo acusatorio no han sido dictadas, por lo cual la obra
constituye una aproximación teórica sobre los posibles derroteros que tomará el
legislador, ello a partir de los amplios conocimientos doctrinales de los coautores.
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Teatro Penitenciario
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