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Legalidad del Aborto

El intento de legalización de este tema ha generado controversias entre

sí, que ya poco se ha visto sobre los puntos importantes que surgido

sobre este tema y/o sobres los antecedentes del mismo que

conjuntamente podrían llegar a dar un resultado favorable para poder

legalizar el aborto.

A pesar de las modificaciones introducidas con ocasión de la adopción

del nuevo Código, la severidad de la represión sigue siendo la

característica preponderante de nuestra legislación referente al aborto.

Esta severidad es justificada mediante dos afirmaciones previas:

primero, la necesidad absoluta de proteger toda manifestación de la

vida humana y, segundo, la eficacia intimidante de la pena (prevención

general).

Este tipo de ineficacias de las normas legales que reprimen el aborto

resultan inaplicables, acentuándose así el marcado alejamiento que

existe entre el sistema normativo y la realidad social. Como sucede

también en los demás países, el elevado número de abortos

clandestinos que se practican hacen de las normas sancionadoras del

aborto un puro símbolo que se aplica de manera aislada a alguna mujer

y/o participante que "por puro accidente" tiene la "desgracia de caer en

las redes de la Administración de Justicia", que por ya sabemos que

apela mas a otros tipos de estimulo y no al de la justicia.


La problemática del aborto ha provocado una complicada y larga

discusión sobre su legalidad ya que ha unos a los que en la que basan

sus creencias y convicciones, así mismo del origen de nuestra persona

así como de nuestra supervivencia. Por lo que se nos puede explicar

tanto la militancia política, científica y religiosa no llegan a un acuerdo

mutuo para poder centralizarse sobre el tema y aplicar una ley que

“favorezca” a todos.

Esta pasión puesta en el debate dado a crear dos bandos de una lado los

buenos partidarios que rechazan la represión del aborto, por

considerarlo un crimen contra la vida humana y lo del otro lado los que

está a favor de la no represión y por tanto el aniquilamiento del ser que

aun no nace, últimamente por épocas políticas se ha creado un nuevo

grupo lo que dan al aborto como una condicional en donde la madre

puede decidir si este aborto es terapéutico o no, también como es el

caso de enfermedades prenatales.

Se ha tratado de cuáles son los intereses en conflicto se ha tratado de

comparar, de un lado al feto, como un ser desprovisto de existencia

autónoma y que, no siendo sino un germen no es un ser social (aunque

en algunos aspecto si sea un ser jurídico) y del otro lado; el de la madre,

dotada de un personalidad, inteligencia y voluntad, cuya libertad de

decidir sobre la maternidad y si asume las cargas que esta representa

debería ser un interés que debería ser garantizado jurídicamente


Los numerosos malentendidos y confusiones en que se incurren son

debidos, en un buen número de casos, a la manera incorrecta de

plantear el problema. No debe olvidarse que una cuestión es si la vida

embrionaria constituye un bien jurídico que merece protección y otra si

la pena es el medio adecuado para reprimir los responsables o prevenir

los atentados contra ese bien jurídico (necesidad y conveniencia de

recurrir al derecho penal). Además, se debe ser consciente que del

hecho de considerar como perjudicial tal comportamiento no se deduce

que sea indispensable calificarlo y reprimirlo como hecho delictivo Todo

esfuerzo para encontrar una solución satisfactoria será vano si no se

tienen en cuenta los diversos aspectos del aborto, los diferentes

problemas que condicionan su existencia y evolución.

Hasta ahora en el Perú solo se una norma como legal que data ya desde

el año 1977:

“La legislación peruana en el tema del aborto protege la vida humana

dependiente, es decir, aquella que no tiene la condición de persona. Un ser

concebido pero no nacido, se considera una esperanza de vida intrauterina.

Este concepto entiende que el feto se convierte en persona cuando nace, por

lo que la interrupción del embarazo no está considerada como “delito de

homicidio”.
En la cual solo contempla dentro de la legalidad el aborto terapéutico,

que supone que la mujer ha quedado embarazada por violación o

cuando se detectan deficiencias físicas o psíquicas en el feto.

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