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Desarrollo del Pensamiento Administrativo

ANTECEDENTES
La administración es una actividad que en la actualidad se realiza cotidianamente en todos los ámbitos y
actividades de la vida humana. Desde la antigüedad de la especie humana existió la necesidad de
organizarse para un fin común relacionado, en esa época, con la supervivencia de los individuos integrados
en el grupo y de aprovechar al máximo los recursos con que contaban.
En el devenir histórico y con el surgimiento de nuevas formas de organización, se ha buscado la forma de
lograr mejores resultados y se han sistematizado las aplicaciones de la administración, hasta convertirse en
una ciencia.
Sin embargo, la administración tiene un origen filosófico que hasta la actualidad acuña su teoría e influye
en las prácticas administrativas modernas. Tal es el caso de las aportaciones que hicieron los griegos
durante el período 500-200 a.C., quienes desarrollaron la ética del trabajo, las implicaciones psicológicas
en el trabajo, la universalidad de la administración e iniciaron el método científico para la solución de sus
problemas. A continuación se detallan las aportaciones de los principales filósofos griegos y su influencia
en la actividad profesional de la administración (Witzel, 2014).

APORTACIONES FILOSÓFICAS DE LOS GRIEGOS A LA ADMINISTRACIÓN

Sócrates. Sus aportaciones al conocimiento científico de la administración se deben a los razonamientos


inductivos (mayéutica) como proceso para encontrar una definición universalmente válida.
Señaló que los deberes de los directores, independientemente del campo de su actividad, suelen ser muy
similares; contribuyendo al principio de la universalidad de las funciones administrativas, que refiere que
todos los administradores realizan las mismas funciones básicas.
Actualmente, la universalidad es una característica propia de la administración, pues ésta aplica sus
elementos esenciales en cualquier organismo o sistema que requiere una coordinación sistemática para el
logro de un objetivo planeado.
Por supuesto, el proceso administrativo se adapta a las variantes propias de la naturaleza de la entidad,
pues además de aplicarse en diferentes entidades formales e informales con objetivos distintos, dentro de
una misma organización se aplica en todos los niveles conforme a sus necesidades. Así mismo, aunque la
administración hace uso de los principios y métodos de otras ciencias relacionadas con la eficiencia en el
trabajo, tiene características específicas y se ejerce permanentemente dentro de las organizaciones, en un
proceso continuo de aplicación de todos los instrumentos administrativos.
La universalidad de la administración es evidente cuando se analiza su aplicación en la vida cotidiana de
una sola persona, la cual se relaciona con otras personas y establece interdependencia para el logro se sus
objetivos o de su misión en la vida. Para lograr esto debe existir una claridad sobre este objetivo que se
desea lograr, se debe planear una estrategia a través del establecimiento de las metas clave y actividades
que conducirán al logro de ese objetivo y de la mejor forma; se debe realizar una organización de quienes
realizarán esa actividades y cuándo deben hacerse, es decir, hacer una división del trabajo a realizarse y
determinar con qué recursos se realizarán; velar por que se cumplan estos acuerdos y monitorear que se
realicen conforme a los criterios planeados, de tal forma que éstos sirvan de indicadores para poder evaluar
el cumplimiento de las actividades y corregir lo necesario para asegurar que se está cumpliendo con el
objetivo. Por muy sencillo que éste sea, la administración se convierte en el medio lógico para alcanzarlo.
Por otra parte, Sócrates ejemplificó su concepto de universalidad de la administración haciendo mención
a que sin importar el ámbito, una de las actividades de un director general es escoger bien a sus
subordinados, exigir y obtener un desenvolvimiento satisfactorio de cada uno de ellos, estar dispuesto a
castigar a los incompetentes y a recompensar a los competentes. Lo anterior se basa en un
condicionamiento conductual que en la actualidad se lleva a la práctica en diferentes organizaciones que
al reconocer que los empleados ingresan a las organizaciones por motivos sociales y económicos, han
basado el salario de los empleados en los resultados.
Este argumento se basa en un idea compartida con Platón sobre los valores y principios como resultado de
la necesidad de convivencia y la naturaleza humana son universales, el bien y la verdad son únicos. Sin
embargo, discrepa con el pensamiento político utópico propuesto por Platón, quien proponía la
construcción de una sociedad voluntarista basada en la autorregulación y autoconocimiento por parte de
las personas de tal forma que la educación sirviera para la formación de hombres virtuosos y felices que se
reflejaran en la política, para la creación de un estado justo.

Platón. En el planteamiento platónico la ética y la política eran casi la misma cosa, salvo que una se aplicaba
al hombre y la otra a la sociedad; en su obra “La República” trata sobre la justicia en el contexto de esta
comparación y propone que la estructura del Estado ha de corresponderse con la estructura del alma.

INDIVIDUO JUSTO: ÉTICA ESTADO JUSTO: POLÍTICA


ESTRUCTURA DEL ALMA FUNCIÓN VIRTUD ESTAMENTOS SOCIALES FUNCIÓN
Alma racional Conocer y Gobernar Prudencia Gobernantes (Reyes, Filósofos) Liderazgo
Alma irascible, Actuar bajo el control del
sensible alma racional Fortaleza Militares Seguridad
Actuar bajo el control del Estructura
Alma concupiscible alma racional Templanza Comerciantes económica

Modelo de sociedad y Estado utópicos del pensamiento político de Platón.

La finalidad del Estado consistía en educar a los ciudadanos en la justicia y la virtud, con lo cual conseguirían
la felicidad, mediante la adopción de decisiones morales; bajo la idea de que la verdad y el bien son únicos
e inamovibles y que la virtud es una forma de conocimiento que puede aprenderse. El máximo grado era
la educación para producir reyes y filósofos con la capacidad de gobernar, de tal forma que cuando el sabio
llegase al poder ya no serían necesarias las leyes, porque el sabio adoptará siempre las decisiones
adecuadas, dado que conoce el concepto de justicia.
Este planteamiento utópico difícilmente podría aplicarse en la actualidad, la profesión de la administración
en una entidad exige el establecimiento de un marco de acción en el cual desarrollar el plan estratégico de
la organización, este marco de acción está dado por las políticas que orientan en un principio la toma de
decisiones y el proceder dentro de la organización. Comparando el concepto de estado de Platón con una
empresa (en menor escala), los puestos directivos deben enmarcarse en estas políticas de la empresa
independientemente de sus propios conceptos del bien y la justicia, así mismo, existen estatutos,
reglamentos y procedimientos que deben cumplirse en las actividades operativas y de vigilancia (consejos
de vigilancia) más allá de la vocación, capacidades y habilidades del personal.
Sin embargo, los planteamientos de Platón ponen de relieve la importancia de la ética personal y
profesional de los individuos que conforman una organización, pues más allá de los reglamentos que se
implementen, el ente social está conformado por personas y sus valores morales, así como su vocación y
gusto por desarrollarse en el trabajo y aportar un beneficio a la entidad. El grado de cumplimiento de las
políticas y procedimientos y demás reglamentos que pudieran formularse, dependen del ambiente de
control que exista, la disposición de las personas a alinearse a la misión y objetivos de la entidad, esto es la
base para un adecuado control de la organización y una buena gobernanza y transparencia. Por este
motivo, en la administración existen áreas dedicadas a fomentar el adecuado ambiente de trabajo y
bienestar de los trabajadores y los criterios de selección de personal implican no sólo los conocimientos y
habilidades, sino las actitudes e inteligencia emocional de las personas.
Retomando el modelo de Platón, éste se basa en las aptitudes naturales de los hombres y la justicia consiste
en la realización de las funciones propias de cada grupo y en que cada estamento social sea consecuente
con la virtud que le es propia. Esto exige un autoconocimiento sobre las capacidades, habilidades y vocación
de cada persona, en función de las cuales era educado cada individuo, dando origen a la especialización.
En este contexto Pericles aportó los principios básicos de la administración y de selección de personal.
Actualmente, en el proceso administrativo se considera la división del trabajo de manera armoniosa, de tal
forma que cada persona haga más, mejor y con mayor facilidad una sola actividad o una serie de actividades
dentro de una misma línea de trabajo y conforme a su propia capacidad.

Aristóteles: Para él lo natural era producir bienes para cubrir necesidades limitadas a través del trueque,
más no los deseos ilimitados que fomentaban transacciones con dinero con la finalidad de incurrir en
ganancias económicas.
Estudia la organización del Estado y distingue 3 formas de administración pública: Ejecutivo, legislativo y
judicial.
Clasificó la administración pública en: a)Monarquía: gobierno de uno sólo, b)Aristocracia: Gobierno de la
clase alta y c)Democracia: Gobierno del pueblo

BIBLIOGRAFÍA

Chiavenato, Idalberto. 2006 (7ª edición). Introducción a la teoría general de la administración. Edit.
McGraw-Hill/Interamericana Editores SA de CV, México. Pág. 23-99

Münch, Lourdes y José G. García Martínez. 2012 (9ª edición). Fundamentos de administración. Edit. Trillas,
México. Pág. 261-264.

Witzel, M. (2014). Historia del pensamiento administrativo. México, D.F.: Grupo Editorial Patria.

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