ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN – ESCUELAS DE FAMILIA

2ª SESIÓN – COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA - 16 de febrero de 2011

Comunicarse parece sencillo, es algo que hacemos continuamente.

Consiste en un intercambio de información, dónde existe un emisor, un receptor, un mensaje, un código (idioma,
lenguaje técnico, grupal, … si no sabemos el significado de algunas palabras, haremos una interpretación
incorrecta), un canal (verbal directo, por teléfono, .etc.), y un contexto (situación que engloba a las personas. Es
tan determinante que puede boicotear la conversación y malinterpretarla).
En la comunicación hay dos niveles: el de contenido (mensaje en sí - la información) y de relación (según lo que
nos una a la otra persona, interpretaremos de distinta manera el mensaje. Por ejemplo, una crítica dependiendo de
quién proceda, podrá molestarnos o no).
Podemos ejercerla de una manera simétrica (se caracteriza por la igualdad - de igual a igual) o complementaria
(basada en las diferencias – padre/hijo, médico/paciente).
Estilos comunicativos
• Pasivo: cede a las preferencias de los demás.
• Agresivo: Siempre consigue lo que quiere no respetando a los demás. Considera sus deseos y necesidades
siempre por encima de las de los demás.
• Asertivo: puede conseguir lo que desea y necesita, respetando los derechos de los demás.
Debemos intentar ir incorporando conductas asertivas en nuestra relación, como
- Exponer las cosas claras y abiertamente (hay veces que nos “conocemos tanto”, que la otra persona tiene que
adivinar lo que nos ocurre sin que se lo digamos)
- Hablar sin vacilaciones, sin muletillas, fluidamente.
- Hablar honestamente.
- Tener autocontrol.
- Emitir los mensajes en primera persona. Para que la tensión no crezca es importante decir “yo me siento ___
cuando tú haces ___” o “me pone nervioso/a, que tú hagas ___”, en vez de decir directamente “me sacas de
quicio”.
- Respetar a las demás personas (la otra persona también siente y piensa).
- Utilizar correctamente el lenguaje no verbal, pues puede transmitir confianza (expresión tranquila, mirada a
los ojos, cuerpo relajado, etc.). o por el contrario confusión (gestos desagradables, tono de voz alto, etc.)
Problemas en la comunicación
• En vez de escuchar, muchas veces estamos pensando en lo que vamos a contestar en cuanto la otra
persona acabe.
• La voz alta e impulsiva rompe la comunicación. Si nos atacan, nos defendemos y el diálogo desaparece.
• Las velocidades. Uno habla y reacciona rápida y ágilmente, alterando y estresando al otro, y por el
contrario el otro se desespera ante la lentitud del uno.
Enfocado a los niños
Lo que nos estamos jugando es más importante de lo que pensamos. Los niños se van a relacionar según el hábito
que aprendan.
Los padres no debemos de echar pulsos delante de ellos. Es aconsejable que la pareja negocie las reglas.
Los “iguaderos”. Es una táctica para lograr un buen diálogo (entre niños, adulto/niño, e incluso adulto/adulto).
Consiste en colocar dos sillas, una marcada con una boca y la otra con una oreja, ambas muy grandes. La persona
que se siente dónde la boca grande sabrá que tiene el turno para hablar, la otra persona sabrá que tiene que
escuchar. Después cambiarán sus sitios. En un principio puede hacerse con las sillas y después con unas simples
tarjetas. Finalmente podremos conseguir que el diálogo fluya sereno y respetuoso, simplemente por el hábito
adquirido.