El Salvador demostró por medio del ejemplo lo que significa
ministrar cuando servía con el amor que tenía por Su Padre y por cada persona Él amó, enseñó, oró, dio consuelo y bendijo a los que lo rodeaban, invitando a todos a que lo siguieran .Cuando los miembros de la Iglesia ministran, ellos procuran con espíritu de oración servir como Él lo haría, para “consolar a los que necesitan de consuelo”, “velar siempre por los miembros de la iglesia, y estar con ellos y fortalecerlos”, “visitar la casa de todos los miembros” y ayudar a todos a llegar a ser verdaderos discípulos de Jesucristo.
Todas las personas que hemos sido bautizados hemos hecho el
convenio de ministrar a los que necesitan de consuelo.
Liahona marzo 1958 élder Sterling Sill dijo
La necesidad más grande en la naturaleza humana es la
necesidad de Dios. La segunda es la de ser apreciado, amado y ayudado por nuestros semejantes. Por lo tanto, el primer gran mandamiento se refiere, naturalmente, a nuestra relación con Dios, y el segundo gran mandamiento fue dado para cumplir con nuestra necesidad de los demás. -MANERA PARA UNA MEJOR MINISTRACION A GUARDAR EL DIA DE REPOSO 1 Extender a la gente con quien trabajamos una invitación personal y amable a ser activa en la Iglesia 2 Extender una invitación a las actividades frecuentemente. Muy pocas veces puede lograrse mucho con una sola invitación 3 Cuando los invitados aceptan nuestra invitación a ser activos y asistir a la Iglesia, debemos estar preparados para darles algo digno, incluyendo un sentimiento digno de amor puro Si invitamos a alguien a nuestro hogar y luego lo ignoramos, probablemente nos resultará muy difícil hacerlo volver
Podemos mejorar el número de asistentes a la Iglesia siendo
más amistosos. Usualmente no vamos a donde no somos invitados o donde nos sentimos extraños Ya voy,” pero no lo hacemos. Es muy fácil dar servicio con los labios para descargar nuestra responsabilidad, orar por la gente y luego olvidarla. Pero el verdadero discípulo de Cristo es el que toma la iniciativa y cumple con la obra. Él es un “hacedor” de la palabra, y no tan solo un oidor.
BENDICIONES A MINISTRAY Y GUARDAR LOS
MANDAMIENTOS
Tener la compañía del verdadero espíritu,
Tener pensamientos justos vivir una vida digna. Muchos de nuestros problemas más serios en el mundo podrían solucionarse inmediatamente si pudiésemos aprender realmente a ser “hacedores” poniendo en práctica los mandamientos debemos tener en cuenta que muchas personas se encuentran inactivas en la Iglesia no porque no crean en la doctrina sino por causa de alguna ofensa real o imaginaria o porque han sentido que no se les aprecia o se les quiere
Quiero yo amar a todos,
pues yo tengo Tu amor Mi deseo es servirte; pido que me des valor. Quiero amar a los demás; Señor, yo te seguiré10..
Hermanos debemos recordar que la verdadera ministración se realiza
uno por uno, siendo el amor la fuerza motivadora. ¡El valor, el mérito y la maravilla de la verdadera ministración es que realmente cambia vidas!
El Salvador es nuestro ejemplo en todo, no solo en lo que debemos
hacer sino en por qué debemos hacerlo8. “Su vida en la tierra fue [una] invitación a nosotros para elevar nuestra visión un poco más, olvidar nuestros propios problemas y tender una mano de ayuda a los demás”
Al aceptar la oportunidad de ministrar de todo corazón a nuestras
hermanas y hermanos, tenemos la bendición de ser más espiritualmente puros, de estar más en armonía con la voluntad de Dios, y ser más capaces de comprender Su plan para ayudar a todos a regresar a Él.
Con alegría doy mi testimonio personal de que estos cambios
reveladores son inspirados por Dios y que, al abrazarlos con corazones dispuestos, estaremos mejor preparados para recibir a Su Hijo, Jesucristo, a Su venida. Estaremos más cerca de convertirnos en un pueblo de Sion y sentiremos un gran gozo con aquellos a quienes hemos ayudado a lo largo del camino del discipulado.