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VERSIÓN AL ESPAÑOL: MARTHA SÁNCHEZ LLAMBÍÊ

¿QUÉ TAN GRANDES SOMOS? ¿QUÉ TAN EXPANSIVOS PODEMOS


PERMITIRNOS SER? ¿DE DÓNDE NOS ESTAMOS SOSTENIENDO? ¿QUÉ
TANTO ABARCA NUESTRA VISIÓN Y QUÉ TAN ATRÁS QUEREMOS IR
CON LA INTENCIÓN DE AMPLIAR NUESTRA CONCIENCIA? ¿CON
QUIENES Y CON QUÉ NOS ESTAMOS IDENTIFICANDO EN ESTOS
MOMENTOS?Ê

Estas son preguntas importantes que debemos hacernos porque


nuestras respuestas determinan las especies a las que pertenecemos.
Si, usted leyó correctamente: ƌlas especiesƐ. Es una ilusión pensar que
todos los seres humanos son de la misma especie. Sólo porque un
cierto grupo en este planeta corre desbocado, comportándose como si
su presencia resultara ser la única que tiene consecuencia no significa
que esto seaos así. verdad. No significa: estos somos todos. Es un
grave error estar transfigurado por tal espectáculo de arrogancia
externa y asumir que todos som Nuestra auténtica identidad se
expande más allá de nuestra apariencia, de nuestro comportamiento y
nuestras circunstancias de vida actuales. Ê

Por supuesto que Əsomos unoƐ, como los dedos de una mano, pero
cada dedo es diferente y tiene un propósito único y singular. Sólo
porque Əel dedo que señalaƐ se convierte en el más activo no significa
que toda la mano está hecha de dedos que apuntan. En el mismo
contexto, sólo porque una especie de humanos en particular -en este
planeta- se comporta como si su agenda fuera lo única que tiene
importancia, no significa que esto sea cierto. Nuestro predicamento
actual es que toda la mano está evolucionando, y los dedos que no
captan este cambio ni participan conscientemente en él, sin importar
cuán importante piensan que son, se caerán y se convertirán en una
especie extinta. Ê

Tendríamos que ser ciegos, sordos y mudos , y estar viviendo


simultáneamente en total negación, para no darnos cuenta que hemos
iniciado una experiencia de transformación planetaria irreversible; o
tendríamos que estar tan obsesionados en nosotros mismos, tan
involucrados y engañados, que hayamos quemado las retinas de
nuestra percepción, de nuestra previsión y nuestra introspección.
Aunque todavía es posible para la mayoría de nosotros comportarnos
como si nada estuviera cambiando, como si todo estuviera siendo
sostenido en su lugar, los crecient es cambios en el mundo natural
continúan retando esta postura. El comportamiento del mundo
natural no puede ser escondido o controlado. Incluso la transmisión
de noticias selectivas y los paquetes de los medios ya no son
eficientes porque Əel clima está e n todas partesƐ. El clima ahora
diariamente refleja una creciente transformación aun cuando
continuamos fingiendo que no estamos conscientes de ello. El mundo
natural no será un cómplice para apuntalar nuestras pequeñas
agendas. No podemos sobornarlo o traficar con él porque es un
devoto discípulo en el sendero en el que destruye las ilusiones
provenientes de la arrogancia de la humanidad. Ê

Muchos de nosotros hemos esperado pacientemente la llegada de este


momento en el tiempo. Hemos vivido quietamente, oc ultos durante
cientos de años, con nuestro ojo interno fijo sobre el horizonte
interior, sabiendo que este amanecer llegaría para volver a
despertarnos de la reactividad a la responsabilidad. Hemos observado
cómo los animales humanos sin corazón corrían f renéticamente,
clamando inteligencia y pretendiendo que el universo podía ser
consumido, controlado y violado bajo agendas de producción -en-
línea. Ahora ya sabemos: este reino de la inconsciencia pasará al
igual que una estación cambia y da paso a la otra . Ê
Nosotros, que calladamente observamos este espectáculo externo,
somos de una especie diferente, tenemos forma humana pero no
somos inhumanos. Somos humanos en nuestra forma. Ê

Hemos observado incluso cuando nuestros propios hermanos y


hermanas han sido llevados hacia esta auto -decepción, olvidándose
totalmente de ellos mismos y uniéndose a la avanzada de esta locura.
Ninguno hemos sido inmunes a esta resonancia; cada uno de
nosotros, en algún momento de nuestras muchas vidas recientes, se
ha deslizado hacia un sueño inconsciente y se ha comportado como si
algo real pudiera ganarse al dividir la tierra en parcelas para beneficio
propio. Todos hemos tenido nuestros momentos de ser consumidos
por la idea hipnótica que sólo estamos aquí Əpara ganar y tomarƐ. En
algún momento todos hemos resbalado tontamente en la creencia de
que Dios puede ser colocado en nuestra nómina de sueldos.
Afortunadamente, un grupo de nosotros hemos permanecido
despiertos al pasar por estas eras oscuras para mantener encendidos
los faros de la conciencia, y no compramos esas ilusiones de grandeza.
Ahora, por fin, nos encontramos en la orilla de esta noche oscura, el
momento más frío antes del amanecer, cuando la única tibieza que
nos puede sostener debe emanar del interior de nuestro propio
corazón. Ahora nos estamos acercando al corazón de este asunto. Ê

Nosotros, los que estamos en este planeta, con frecuencia hablamos


de extraterrestres; seres que supuestamente provienen de otras
galaxias o dimensiones. Miramos Əallá fueraƐ buscando naves,
vehículos, respuestas, salvadores y rescatadores. En nuestra
desesperada búsqueda hacia el exterior siempre se nos muestra lo
que pensamos que estamos buscando, pero nunca lo que en verdad
anhelamos: nosotros mismos. Ê

Todos nosotros ya estamos aquí. Ê


Hemos estado aquí por tanto tiempo que la historia humana
inhumana no puede contener el punto de nuestro origen. Somos
conciencia. Sabemos acerca de las mareas en el tiempo y los ciclos del
universo. Trabajamos dentro de las corrientes universales y no en un
estado de separación de ellas. El cambio en nuestras estaciones va
más allá de los ciclos de tres meses: honramos ciclos de 13,000 años,
ciclos de 26,000 años y hasta marcos de tiempo mucho mayores que
estos. No estamos unidos por un cuerpo físico que dura menos de 100
años; estamos alineados con la conciencia de la inmortalidad que no
tiene inicio ni fin. Hemos visto muchas especies arrogantes llegar y
desaparecer. Hemos sido ellas. Como las mareas en el océano,
sabemos que todas las experiencias baña n las playas y se retraen,
suben y bajan. Ê

Algunas veces las experiencias que bañan las playas de este planeta
están oscuras, no tienen corazón, y traen con ellas especies que viven
en engaños destructivos, como una infestación de parásitos. Sabemos
que no tiene objeto luchar contra el océano cuando esas mareas rojas
se levantan y barren a través de esta tierra, sofocando todo y a todos
a su paso. Tal experiencia es una expresión de Dios también para
nosotros. No tenemos que comprender ƌpor quéƍ para saber esto. Así
que observamos, paciente y calladamente, durante miles de años, de
ser necesario. Sabemos que todas las mareas suben a la playa, pero
también retroceden. Este es ese tiempo. No hay nada que
necesitemos hacer por ahora más que permitir que los eventos
externos del mundo inhumano tomen su curso. La marea de la
ignorancia y la arrogancia sobre la que fluye está consumiéndose
ahora sobre la playa, devorándose a si misma en su propio conflicto
auto encendido. Ê

Callada y compasivamente sonreímos a a quellos que buscan Əsalvar al


mundoƐ. ¿Por qué querría alguien salvar a la arrogancia y a la
ignorancia, y cualquier cosa construida sobre los cimientos de tal
intento, a menos que uno fuera arrogante e ignorante? Estamos
agradecidos de poder permitir que este mundo muera. Estamos
agradecidos conforme observamos el caos elevarse para devorar el
caos. Estamos agradecidos de dejar que esta frecuencia de
insensibilidad inconsciente se neutralice a si misma. Esta era de
ausencia del corazón, esta era de cont rol y de anestesia mental ya
terminó. Ni siquiera las armas más poderosas pueden representar
una defensa contra los inevitables movimientos hacia fuera de estas
mareas del tiempo. Lo sabemos. Muchos mundos inhumanos como
este han llegado a esta Tierra y se han convertido en polvo que se
lleva el viento. Siempre parten y la Tierra permanece. Aquellos que
se aferran a estas arrogantes formas sufren la separación de sus
piernas y se desangran hasta morir. Tratar de salvar un mundo como
este es como tratar de poner una bandita curativa (parches llamados
band-aid) sobre una pierna amputada. Ê

No existe ningún bunker lo suficientemente profundo en donde


podamos escondernos de la condición de nuestro propio corazón, y no
existe ningún lugar sobre la Tierra lo suficientemente remoto que nos
permita escapar de las consecuencias de nuestros pensamientos,
palabras y obras acumuladas. Así es como la marea baña la playa y se
lleva con ella toda la arrogancia, toda la ignorancia; desata todo el
impacto no comprometido de Əla ley de la consecuenciaƐ. Ê

Aquí no hay ƏjuezƐ sobre ninguno de nosotros sino las consecuencias


de nuestros pensamientos, palabras y obras acumuladas. La única
forma de permanecer a flote a medida que las aguas de la
transformación cubren al mundo es enfrentarnos a nosotros mismos,
honestamente, y tomar completa responsabilidad sobre la calidad de
nuestra experiencia. Toda la aflicción, enojo y miedo que hemos
sembrado en nuestra experiencia está grabado como un tatuaje en
nuestro propio corazón. Solamente al tomar responsabilidad para esta
condición energética y teniendo la voluntad de sentirla en toda su
extensión seremos sanados por ella, transformados por ella y
liberados a través de ella. Ê

Ahora, más que nunca, si no volvemos nuestra atención


conscientemente hacia el interior y sentimos la auténtica condición de
nuestro propio corazón, inconscientemente manifestamos un reflejo
de nuestra aflicción, nuestro enojo y nuestro miedo en el mundo que
nos rodea. Si entonces interactuamos hacia el exterior con este
reflejo, nuestro estado físico queda destruido por el conflicto que le
sigue, de manera creciente, y que nuestras desilusiones nutren. Sin
una forma física no podemos anclar nuestra conciencia para facilitar
la ascensión hacia la conciencia vibra cional. Si perdemos nuestro
cuerpo perdemos el barco. Ê

Aquellos que están listos y deseosos de hacer la transición hacia la


conciencia vibracional saben que no existe una manera de pasar por
encima o alrededor de las cosas; solamente existe una, y es pasar Əa
travésƐ. Todo lo que hemos resistido, juzgado, menospreciado,
malinterpretado, manipulado y visto como menos que divino, menos
que Dios, nos va a dar de lleno ahora para confrontarnos. Si
continuamos aferrándonos a nuestras ilusiones, estas
manifestaciones se nos presentarán como demoníacas y nos
sentiremos impulsados, a través de nuestro miedo, a entablar batalla
con ellas. Esta es una batalla que no podremos ganar. Las astillas de
vidrio que hacen erupción al romper un espejo causan laceraciones
fatales. Si, en cambio, elegimos percibir todos los retos que nos llegan
como deliberadas oportunidades para liberar nuestras ilusiones y
vencer nuestras decepciones, entonces todos los obstáculos se
revelan como divinos, como orquestados por ángeles y como p ortales
que nos llevan hacia el azoro de una conciencia de la eternidad. Ê

Nuestra única opción está entre el drama y el Dharma. Ê


Ahora mismo podemos ver este escenario desenvolviéndose en el
microcosmos de nuestras vidas personales y el macrocosmos de todo
el espectro político y religioso. Los miembros de una familia se miran
unos a otros y ven recuerdos danzantes del pasado, y de manera
reactiva atacan, no uno al otro, sino a una sombra de su pasado no -
integrado. Las religiones ahora se miran unas a las otras y ven
recuerdos danzantes de su pasado, y de manera reactiva atacan no
unas a las otras sino a una sombra de su pasado no-integrado. Los
países ahora se miran unos a los otros y ven recuerdos danzantes del
pasado y de manera reactiva no se atacan unos a los otros sino a una
sombra de su pasado no -integrado. La reacción siempre nutre más
confusión, más desequilibrio y auto destr ucción. Todos los que entran
en este duelo externo reactivo con una memoria no -integrada, en vez
de procesarla internamente de manera consciente, encienden el caos
auto destructivo. Empero, todos los que abracen de manera
responsable el reflejo externo de una memoria no-integrada, como
una lumbrera hacia la conciencia del momento presente, conocen
experiencias de una escalada exponencial de dicha, abundancia y
salud. Ê

A partir de este punto, la escalada de nuestra experiencia personal, en


una o en otra dirección, se acelera. Es decir, entramos a un conflicto
que va en aumento o a una total calma. Ê

Toda una especie de humanos inhumanos está a punto de morir, como


una plaga que está siendo erradicada, como un dedo inútil que se cae
de una mano en evolución. Este procedimiento de desecho, esta
extinción deliberada, desafía a todas las fuerzas armadas, a toda la
brillantez médica y toda maniobra política. Este momento de
transición es más grande que los cimientos sobre los cuales la
conciencia-de-la-mortalidad ha construido su imperio. Esta ola de
energía transformadora no consulta nuestros planes, nuestras
agendas, nuestras cuentas bancarias, nuestras proyecciones y
supersticiones religiosas. Dios está llegando y Dios no presta atención
a las cosas que creemos .Ê

La luz no discrimina cuando se impone a la oscuridad; trata a la


oscuridad como si no fuera visible porque, en el momento de la
verdad, cuando vemos la escena completa, no lo es. Ê

Cada ser humano que cree que puede encontrar un lugar seguro al
controlar sus circunstancias externas va a recibir un enorme impacto.
El clima y las condiciones geográficas sobre la Tierra son las fuerzas
de avanzada de esta transformación y están demostrando, cada vez
más, la futilidad de cualquier resistencia. La especie inhumana que
cree que el dinero, el poder, la identidad religiosa o la posición política
pueden cambiar algo y pueden hacer la diferencia, está a punto de
quedar horrorizada. La única condición que puede hacer alguna
diferencia ahora es la condición del corazó n. Nuestro corazón no
miente, sin importar cuanto nos atrincheremos física y mentalmente
de nuestra conciencia de él. Ê

No causes miedo, pero sí siente el miedo. Ê

No provoques enojo, pero sí siente el enojo. Ê

No lastimes a otra persona, pero sí siente el do lor.Ê

Ninguna cantidad de gimnasia mental nos rescata de los dientes sobre


los cuales giran las ruedas de nuestro universo. Esta es la Kali Yuga; la
era de la consecuencia. Este pasaje a la experiencia es una invitación,
una oportunidad para todos los que s e conocen a sí mismos como
auténticos guardianes de la conciencia -de-la-inmortalidad para que
den un paso al frente y de manera silenciosa, callada y comprometida
atiendan su trabajo interno. Este es nuestro tiempo. Este tiempo
interno es la verdadera invasión de lo que aparece como algo
extraterrestre al mundo inhumano arrogante que está muriendo.
Nadie puede detenernos porque nadie puede detener lo que no puede
percibir. Hemos observado pacientemente entre bambalinas a medida
que este drama se ha desarrollado al punto en el que toda su energía
se ha agotado por su mismo intento auto destructivo. Nadie puede
siquiera comprender lo que estamos haciendo a menos que acepte
participar. Este no es asunto de nadie, sino nuestro. Dentro de
nuestro nivel de responsabilidad personal invocamos una auténtica
liberación para todos los que creen en algo más auténtico que la
frecuencia de ƏobtenerƐ. Nosotros no nos preocupamos por el
creciente caos externo. Los cambios y sacudidas geográficas, las
condiciones climatológicas cambiantes y la ascendente zozobra civil,
todo ello nos está apoyando. Abrazamos todo esto con una profunda
gratitud. Apreciamos este caos como un devoto barredor aprecia su
escoba. No tenemos que Əsalvar a este mundoƐ. Resulta absurdo
querer salvar un mundo así. Dejémoslo morir. Dejémoslo ser
sacrificado en nombre del deseo de erradicar la ignorancia, la
arrogancia y el egoísmo. Dejemos que todos aquellos que son
impulsados por la avaricia, por el deseo de ƏobtenerƐ y por el impulso
de Əacumular por el hecho de acumularƐ corran hacia los fuegos que
sus mismos comportamientos encienden. No hay necesidad de
apresurarnos hacia esas flamas para rescatar a nadie.. El fuego de la
transformación es nuestro amigo; sus flamas representan la
consecuencia de no ser sensibles a la consecuencia. Ê

Esta es la belleza inherente de este momento: no necesitamos Əhacer


nadaƐ.Ê

Nuestras especies de humanos humanitarios saben que todo lo que


necesitamos nos es dado. Es recibido a través de sostener un estado
del ser; estar aquí, ahora, consciente, alerta y responsable. No
estamos confinados por las limitaciones de algún calendario religioso
incoherente. Habrá años por delante de confusión y caos que barrerán
el planeta, de un extremo al otro, como si fuera una enorme escoba.
Nosotros aplaudimos esto. Parecerá como si todo se hubiera perdido
para aquellos que se aferran a aquello que no puede ser conservado.
Nosotros no compramos ilusiones de ƏterminacionesƐ. Ê

Este planeta siempre resulta vencedor y florece en toda su Gloria una


vez que el polvo se asienta. De la misma manera una vez más
volveremos a despertar en la conciencia de la inmortalidad y en su
resonancia de Əninguna clase de dificultadƐ. A través de esta
resonancia retorna el jardín. La risa surgirá de Nuevo de entre las
ruinas de la marea roja. Los niños volverán a nacer en un mundo en el
cual son amados por lo que son y no por lo que se espera que sean un
día. Los alimentos de nuevo serán nuestra medicina y toda actividad
será nuestra dicha. De nuevo todo se revelará como Dios y Dios como
un todo. La visión es inevitable ya que también es una marea que
fluye adentro y afuera. Ahora es el tiempo de fluir hacia dentro
nuevamente. Ê

Este es el momento de mayor reto para todos aquellos que han


esperado por largo tiempo a que retorne la marea de la conciencia
humana. Ésta ya está subiendo de nuevo y el caos creciente está
señalando la protuberancia de sus corrientes. Ahora debemos montar
esas corrientes con la certidumbre de nuestras visiones internas.
Ahora debemos ser más grandes de lo que nos han hecho creer que
somos. Ahora debemos sentir cómo tanto nuestro pasado eterno y
nuestro futuro ilimitado se estiran en todas direcciones. Ahora, con
gracia, debemos dar un paso interior para no permanecer en el
conflicto exterior. Ê

No debemos tomar partido, sino poner atención a nuestro interior. Ê

El único lugar seguro se localiza en la quietud de un corazón


equilibrado. Ê


  
 
 


     
   





    

  
   

   
    
 

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