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VERSIÓN AL ESPAÑOL: MARTHA SÁNCHEZ LLAMBÍÊ
Por supuesto que Əsomos unoƐ, como los dedos de una mano, pero
cada dedo es diferente y tiene un propósito único y singular. Sólo
porque Əel dedo que señalaƐ se convierte en el más activo no significa
que toda la mano está hecha de dedos que apuntan. En el mismo
contexto, sólo porque una especie de humanos en particular -en este
planeta- se comporta como si su agenda fuera lo única que tiene
importancia, no significa que esto sea cierto. Nuestro predicamento
actual es que toda la mano está evolucionando, y los dedos que no
captan este cambio ni participan conscientemente en él, sin importar
cuán importante piensan que son, se caerán y se convertirán en una
especie extinta. Ê
Algunas veces las experiencias que bañan las playas de este planeta
están oscuras, no tienen corazón, y traen con ellas especies que viven
en engaños destructivos, como una infestación de parásitos. Sabemos
que no tiene objeto luchar contra el océano cuando esas mareas rojas
se levantan y barren a través de esta tierra, sofocando todo y a todos
a su paso. Tal experiencia es una expresión de Dios también para
nosotros. No tenemos que comprender ƌpor quéƍ para saber esto. Así
que observamos, paciente y calladamente, durante miles de años, de
ser necesario. Sabemos que todas las mareas suben a la playa, pero
también retroceden. Este es ese tiempo. No hay nada que
necesitemos hacer por ahora más que permitir que los eventos
externos del mundo inhumano tomen su curso. La marea de la
ignorancia y la arrogancia sobre la que fluye está consumiéndose
ahora sobre la playa, devorándose a si misma en su propio conflicto
auto encendido. Ê
Cada ser humano que cree que puede encontrar un lugar seguro al
controlar sus circunstancias externas va a recibir un enorme impacto.
El clima y las condiciones geográficas sobre la Tierra son las fuerzas
de avanzada de esta transformación y están demostrando, cada vez
más, la futilidad de cualquier resistencia. La especie inhumana que
cree que el dinero, el poder, la identidad religiosa o la posición política
pueden cambiar algo y pueden hacer la diferencia, está a punto de
quedar horrorizada. La única condición que puede hacer alguna
diferencia ahora es la condición del corazó n. Nuestro corazón no
miente, sin importar cuanto nos atrincheremos física y mentalmente
de nuestra conciencia de él. Ê
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