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De la Asamblea Nacional.
Presente.
Nosotros los abajo firmantes, conscientes de las expresiones de desagrados por tan
lamentable situación, hemos queridos hacernos presentes antes lo que aquí estamos
reflexionando, aupando por lo cual hemos acudidos a las redes sociales con el fin, de
presentarle a su consideración a la brevedad posible de un listado de firmantes que se
acogerían a estas, nuestras observaciones y demandas.
La presente nota es buena para hacerle llegar un ejemplar del documento que un grupo
de Organizaciones Civiles y Ciudadanos elaboraron para transmitirle a la Fracción
Parlamentaria Democrática de nuestra Asamblea Nacional el sentir y preocupación del
Colectivo Nacional por el colapso del Estado de Derecho y la limitación, cada vez más
acentuada y asfixiante, de los Derechos Civiles, Económicos y Políticos, impuesta por el
régimen.
Debemos confiar en que Ustedes, lucharan por la Libertad, sumaran sus esfuerzos en la
dirección señalada en el documento, para que entre todos hagamos posible el cambio del
caudillo comunista por las instituciones y la voluntad totalitaria del jefe político por el
mandato de la ley, como lo prescribe y nos lo ordena la Constitución.
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Señor Diputado; el régimen comunista nos está empujando hacia una confrontación
fratricida, no lo permitan, lleven a sus electores con su ejemplo a la solución egipcia.
Atentamente
Congreso Federal
Foro de Caracas
Fundación Orión.
Expresión Ciudadana.
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El DESCONOCIMIENTO DE LA
LEGISLACION PRODUCIDA POR LA
RECIEN FENECIDA ASAMBLEA NACIONAL
Y EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA,
QUE CONTRARIEN LOS VALORES,
PRINCIPIOS Y GARANTIAS
DEMOCRATICAS o MENGÜEN LOS
DERECHOS HUMANOS Y QUE FRACTURE
LA ESTRUCTURA ORGÁNICA DEL
ESTADO
Los firmantes del presente documento, convencidos como estamos que el gobierno
totalitario encabezado por Hugo Chávez Frías, se propone la liquidación planificada y
paulatina del sistema democrático y su substitución por un régimen comunista al estilo
Castro-cubano, hemos tomado la iniciativa de plantear a Uds., algunas inquietudes y
puntos de reflexión, a la vez que sugerimos la adopción de una conducta política que
creemos es la opción correcta, en el convencimiento de que en lo substancial de ellas
traducimos las preocupaciones del mayoritario sector democrático nacional.
Para facilitar la mejor comprensión del propósito que nos anima, esquemáticamente
vamos a exponer su contenido:
De manera sucinta podemos decir que la estructura orgánica republicana venezolana está
concebida en la constitución de 1999, en dos (2) planos integrados: A) Un plano horizontal
que comprende la totalidad de las funciones del Estado, discriminadas en cinco Poderes:
Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral. B) Un plano vertical, que atiende al
criterio de la división política territorial y descentralización, expresado en: Estados
(gobernación y consejos legislativos), Municipios (Alcaldías, Consejo Municipal y Juntas
Parroquiales, ésta eliminada recientemente de facto), Dependencias Federales y dos
Distritos Capitales, uno, como asiento de la Capital de la República. En el año 2007 un
referéndum desechó la propuesta del Ejecutivo para modificar la estructura orgánica del
estado, así como de prorrogar indefinidamente el período constitucional para el ejercicio
de algunos cargos públicos de elección popular. Esa determinación fue tomada por el
pueblo en ejercicio de su condición soberana. Esta decisión clara y sensata de la
comunidad nacional, debe prevalecer sobre las conveniencias y autoritatismo que animen
a intereses políticos e ideológicos, personales o grupales.
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El articulo siete (7) del Texto Constitucional establece con rigor axiológico que ¨´ La
Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las
personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución´´,
mandato que no deja margen para la duda ni para la interpretación, y al categorizar a la
Constitución como una ´´ norma ´´ nos está indicando que todos sus artículos se
relacionan y condicionan entre sí, por lo que la infracción de uno constituye la violación de
todos.
Cada Rama del Poder Público tiene asignadas sus funciones propias, según la
dogmática constitucional de la división y autonomía de los distintos Poderes sometidos, a
la vez, a un deber de mutua colaboración para la realización de los fines del Estado, pero
la línea divisoria para el cumplimiento de la función de cada Órgano es excluyente y
sagrada como igualmente lo es el que cada Poder, ya individualizado no puede ejecutar
actividad o actos para lo cual no haya sido facultado de manera expresa por la norma
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Ahora bien, la Asamblea Nacional, actuando más como partido político que como órgano
legislador, ha dictado una serie de leyes con carácter orgánico que contrarían gravemente
los PRINCIPIOS FUNDAMENTALES sobre los cuales está construido el Estado de
Derecho y el entramado institucional de la República que, entre otros exabruptos, disloca
la vigente y tradicional distribución territorial del Poder y trastoca el reparto de
competencias, afectando medularmente la utilidad, y hasta la existencia de los poderes
Legislativo y Municipal ; y afectando de diversa manera a los otros Poderes. Esto conduce
a un cambio substancial del esquema republicano e institucional, que solo puede
verificarse lícitamente a través de los medios y formas establecidos en el Texto
Constitucional en sus artículos 340 al 346. Es posible que ante este intento (o hecho) de
fracturación orgánica e institucional realizado por vía legislativa estemos ante un colosal
escenario de ´´ concurso real de delitos de TRAICIÓN A LA PATRIA ´´.
A las leyes que de manera general e innominada hemos hecho referencia, habrá que
sumarle las que dicte el Ejecutivo Nacional en uso de la facultad habilitante de que
dispone. Todas esas leyes obedecen a un patrón común: no son instrumentos para
construir un Estado con sentido de permanencia y responsabilidad política y social; son
mecanismos diseñados para el holocausto de una sociedad abierta y para el
trastrocamiento de una cultura y sistema de vida fundados sobre el respeto, la tolerancia
y la convivencia de formas plurales de pensar. Podemos afirmar que en esos
instrumentos normativos, producto de la unidimensionalidad política e ideológica, está la
planificada y segura pérdida de la República y sus instituciones y de la libertad individual y
colectiva. Son instrumentos concebidos para la implantación de la regresión política y el
despotismo como expresión y realidad de gobierno. La vigencia de esas “leyes” y, más
todavía, su injustificable acatamiento comporta una grave alteración del orden
constitucional, y su ejecución una liquidación artera del establecimiento republicano y del
sistema democrático de gobierno. Las “leyes” dictadas a partir del año 2006, ya sea por la
Asamblea Nacional o por el Ejecutivo habilitado son una violación expresa frontal y a
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profundidad del Pacto Social y Político que la comunidad nacional celebró y recogió en el
Texto Constitucional; aceptarlas comportaría una humillación a la condición de ciudadano
y una abdicación de los derechos políticos. Por otra parte es pertinente poner en relieve
que las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional , sin excepción, correspondientes a los
meses de noviembre y diciembre del 2010 y en especial las concernientes al llamado “
Poder Popular” ( Ley Orgánica de Comunas, Ley Orgánica de Participación y Poder
Popular, Ley Orgánica para el Fomento y Desarrollo del Sistema Comunal, Ley Orgánica
de Contraloría Social, Ley Orgánica de Planificación Pública) o leyes para la instauración
y funcionamiento del Estado Comunista, son incompatibles con los principios y valores
establecidos en la Constitución, en la Carta Democrática Interamericana y en los
convenios y tratados internacionales referidos al respeto, observancia y práctica de las
reglas democráticas y de los Derechos Humanos. Esas “leyes” son la cancelación del
Estado de Derecho y el comienzo de un régimen no solamente dictatorial sino totalitario,
salvaje y primitivo operado por un gobierno francamente subversivo y aplicando terrorismo
de estado. Estos adefesios normativos carecen en absoluto de legitimidad constitucional.
Es posible que Chávez se haya propuesto, como lo hizo Fidel Castro destruir la Fuerza
Armada institucional y conformar una fuerza armada que sin mayor preparación por no ser
el resultado de la aplicación de rigurosas normas académicas y burocráticas ( formación
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Con la habilitación legislativa de Chávez surge un hecho incuestionable: cada vez que
exista la necesidad de un instrumento normativo con rango, forma y fuerza de ley para
fortalecer el proyecto totalitario-comunista éste se producirá sin ninguna posibilidad real y
efectiva, de que la Fracción Parlamentaria Democrática pueda controlarlo o evitarlo, ni
siquiera mermarlo o enervarlo en su alcance y efectos.
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arremetida que con efecto cataclísmico sobre la esperanza de vida democrática de los
venezolanos, lleva adelante el gobierno con el paquete de leyes de intención y contenido
totalitaristas, que representan las violaciones constitucionales más groseras, profundas y
recurrentes que un Jefe del Ejecutivo, en cualquiera época de nuestra historia, haya
cometido contra la forma de vida republicana y de los intereses y valores democráticos de
la comunidad nacional. Acabar con esta tragedia y proceder a las reparaciones urgentes,
requiere de un esfuerzo especial que sobrepasa a la acción particular de la Fracción,
razón por la cual ésta debe proceder a solicitar la participación activa de los ciudadanos
por ser ellos, en definitiva, la fuente única y primaria de la cual nacen las instituciones,
convencidos, como debemos estar, que no hay otras instancias internas a las cuales
recurrir. Al respecto es oportuno citar la acendrada convicción del profesor Antonio
Pascuali, quien nos dijo: “la única manera legítima y eficaz de pararle el trote, será la de
cerrar filas alrededor de la Constitución y dar vida a un gobierno sombra que denuncie día
y noche a su violador, en nombre de los 5.688.986 ciudadanos que le ganamos a Chávez
el 26 de septiembre pasado” (Siete Días 12-12-10).
La democracia, más que un sistema de gobierno es, ante todo un derecho de los pueblos,
de las sociedades en esfuerzo sostenido por vivir en tolerancia y alcanzar niveles de vida
cada vez más confortables, dignos y seguros. Es un espacio vital en el cual cada
ciudadano ajusta su conducta a reglas consensuadas y preestablecidas y el Estado, como
instrumento de la sociedad garante de esas relaciones, cumple su mandato con estricto
apego a normas que le establecen sus facultades y limitan con rigor el campo de su
actividad. Este marco en el cual Estado, individuo y sociedad cumplen las funciones que
les son señaladas jurídicamente se denomina “CONSTITUCION”, que es el depositario o
materialización del contenido del pacto social celebrado libre y soberanamente por el
pueblo.
Siendo este el origen y finalidad de nuestra Constitución, sus mandatos imponen fidelidad
absoluta en ejecución y respeto total a su estructura orgánica y al régimen de distribución
y realización de competencias. Cualquiera conducta en contrario, constituye un acto
violatorio, un golpe constitucional.
¿Cuál es el estado actual de la Constitución? Con toda certeza podemos afirmar que
tenemos seis (6) años de vacancia constitucional; acentuada esta vacancia de manera
brutal e irracional a partir del año 2.008 en que principios, valores, derechos e
instituciones que vitalizan y caracterizan el texto constitucional, han sido apartados y
substituidos, progresivamente por construcciones legislativas sin arraigo en nuestra
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El acto de conjura para abolir la Constitución no es que está en marcha; ya fue ejecutado
con el paquete de leyes orgánicas expedidas por la Asamblea Nacional y el Presidente
habilitado que modifican la estructura orgánica y funcional del Estado, creada por el
Constituyente de 1.999; estamos asistiendo a la fase de consolidación, con la substitución
progresiva, planificada, de los elementos estructurales del sistema democrático. El
momento de cancelación definitivo del Estado de Derecho está implícito en el plazo de
vigencia de la Ley Habilitante que, a la vez, marca la fecha para la implantación del
régimen totalitario: el mes de junio del año 2.012. Este será el momento de la liquidación
concreta de lo que queda de estructuras democráticas, cuya ejecución sistemática se
viene realizando de acuerdo a un plan político ideológico; esto es, con fría premeditación
y cálculo implacable y metodizado.
Que defina una conducta unificada acorde con la celeridad que el gobierno imprime a su
propósito de liquidación del Estado de Derecho e entronización de un régimen comunista-
totalitario a imagen y semejanza del castro-comunista. Conducta que origine y señale la
vía apropiada para salir de esta tragedia que ya nos está despojando de la libertad y de la
dignidad, conducta que comporte una responsabilidad que no puede evadir, a menos que
hayamos tenido por dirigentes políticos, encarnados en ustedes, a hábiles diletantes
transformados por la magia mediática en conductores sociales. Ser dirigente político es
estar ennoblecido a la vez que gravado por esta elevada y honrosa condición discernida
por los ciudadanos. Todo indica que este es el momento real para la prueba de los
liderazgos, del coraje y de la responsabilidad. En esta situación límite el pueblo no
concede prórrogas. Las indulgencias con los asesinos de la Constitución y sepultureros
de los Derechos Humanos han caducado para la paciencia ciudadana. “la Constitución ha
de ser asumida con seriedad como norma fundamental”, como lo expresó Monseñor
Ovidio Pérez Morales.
diputados que, guiados por un interés superior a sus legítimos intereses particulares y
partidistas, adoptarán la juiciosa y abnegada conducta que marque el comienzo de la vía
que nos conducirá a desmontar el diabólico proyecto político contenido en las leyes cuya
repudiación y desconocimiento formal solicitamos, porque mientras esto no ocurra,
mientras esas leyes no sean abolidas, no se recuperará la confianza ni la tranquilidad del
País.
Finalmente, concluimos con la cita literal de una luminosa afirmación hecha por Mario
Vargas Llosa, en ocasión de recibir el Premio Nobel de Literatura correspondiente al año
2.010: “la vida se convierte en un infierno cuando la libertad es conculcada por un tirano,
una ideología o una religión”.
Firmas en depósito.