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Conceptos Clave
❍ Los requerimientos básicos de hábitat para el venado cola blanca son:
alimento, cobertura, espacio, y agua.
❍ Una de las claves para el manejo de hábitat es la identificación de los fac-
tores limitantes y sus niveles óptimos para la supervivencia, crecimiento,
y reproducción.
❍ Existe diferencia en la utilización del hábitat por hembras y machos,
por lo cual, es necesario considerar su manejo como si fueran especies
diferentes.
Perspectiva y Objetivos
El manejo de hábitat para venado cola blanca debería basarse en teorías cien-
tíficas aceptadas (Joyce 1993; Fulbright 1996). En los ranchos se utilizan es-
tas teorías científicas para predecir resultados de prácticas de manejo; ya que
el resultado de una práctica determinada puede variar dependiendo de am-
biente. Los resultados de la aplicación de prácticas de manejo basados en teo-
rías desarrolladas en ambientes húmedos pueden variar dramáticamente en
ambientes semiáridos. Los involucrados en la toma de decisiones deben en-
tender la teoría básica de una práctica de manejo para poder realizar ajustes a
condiciones o necesidades diferentes o bién para conocer cuando una práctica
no es factible de utilizar en un ambiente determinado o situación geográfica.
Los objetivos de este libro son: (1) proveer a los lectores con los fundamentos
de la teoría ecológica en la que se basa el manejo de hábitat; (2) discutir las he-
rramientas disponibles para los ambientes semiáridos, dentro del contexto
de las teorías ecológicas en las que se encuentran basadas; (3) interrelacionar
conceptos clásicos de ecología con manejo de pastizales y fauna silvestre. El
enfoque principal de esta publicación son los ecosistemas semiáridos de Okl-
ahoma, Texas, y Norte de México. Sin embargo, muchos conceptos básicos que
se presentan pueden aplicarse a otros ecosistemas utilizados por el venado cola
blanca. Esta obra va dirigida a productores interesados en mejorar el hábitat
para venado cola blanca; manejadores de pastizales, fauna silvestre, o recur-
sos naturales; estudiantes de licenciatura que estén involucrados en alguna
carrera relacionada con el manejo de los recursos naturales; ecólogos intere-
sados en la aplicación de la teoría y los principios ecológicos básicos al manejo
aplicado.
Hábitat
El hábitat es el lugar donde vive un organismo que se interrelaciona con otros
organismos. Un programa adecuado de manejo de venado cola blanca es sinó-
nimo de un buen manejo de hábitat. Las necesidades básicas del venado cola
blanca son alimento, cobertura, espacio, y agua (fig. 1.1). El concepto de hábitat
y la terminología asociada fue revisado por Hall, Krausman, y Morrison (1997).
Estos autores definieron el hábitat como “los recursos y condiciones presentes
en un área donde se mantiene una población—lo cual incluye su sobrevivencia
y reproducción” (p. 175). El hábitat es específico de una especie; por ejemplo, un
buen hábitat para venado cola blanca podría ser un hábitat pobre para venado
bura (Hall, Krausman, y Morrison 1997; Krausman 2002). Por otro lado Hall y
colaboradores definieron calidad de hábitat como “la capacidad del ambiente
para proveer condiciones apropiadas para la persistencia de un individuo y de
la población” (p. 178).
En algunos casos se enfocan los esfuerzos a resolver una de las necesidades
de hábitat del venado cola blanca como puede ser el alimento, sin considerar
apropiadamente la importancia de otras necesidades básicas como cobertura.
Esto puede resultar en un desbalance del hábitat lo cual, trae como consecuen-
Figura 1.1. Las necesidades básicas del hábitat para venado cola blanca son alimento,
cobertura, espacio, y agua.
Precipitación
La variación climática en Oklahoma, Texas, y el Norte de México ocurre en
gradientes de este a oeste y de norte a sur (figs. 1.2, y 1.3). El promedio anual de
precipitación decrece de este a Oeste (fig. 1.2). La evapotranspiración, el poten-
cial de pérdida de agua a través de las plantas y el suelo se incrementa de este
a oeste. En consecuencia, las zonas climáticas varían de húmedas en el este a
áridas en el oeste (fig. 1.3). El decremento en la precipitación y el aumento de
la evapotranspiracion en un gradiente de este a oeste ocasionan cambios en la
vegetación que van de la región de bosques de pino a los matorrales desérticos
de Trans-Pecos en Texas y el norte de México (fig. 1.4).
Agostaderos, este libro se concentra en las zonas bioclimáticas áridas,
semiáridas y subtropicales secas, las cuales, se conocen como tierras secas
(Ffolliott et al. 2003). El índice entre la precipitación anual y la evapotranspi-
ración potencial varía de 0.05 a menos de 0.2 en zonas áridas, de 0.2 a menos
de 0.45 en zonas semiáridas, y de 0.45 a menos de 0.65 en zonas subtropica-
les secas (fig. 1.3; United Nations Environmental Program 1992; Le Houérou
Figura 1.2. El promedio anual de precipitación (cm) declina del este al oeste en
Oklahoma y Texas. Los datos climáticos fueron cortesía del Spatial Climate Analysis
Service, Oregon State University, Corvallis (http://www.ocs.orst.edu/prism); cartografía
por Eric J. Redecker.
1996). Estas áreas en Texas y Oklahoma incluyen los tipos de vegetación que se
encuentran en las regiones de Cross Timbers and Prairies, Edwards Plateau,
High Plains, Rolling Plains, South Texas Plains, Trans-Pecos, y el oeste de las
Gulf Praires and Marshes (fig 1.4). Los tipos de vegetación de las regiones de
los Cross Timbers y el oeste de las Gulf Prairies and Marshes son la frontera
entre la zona semiárida en el oeste y la zona seca subhúmeda. La vegetación de
las regiones del Edwards Plateau y Tans Pecos se considera árida. Los agosta-
deros son áreas secas que no son susceptibles de cultivo y están dominados por
vegetación herbácea, arbustiva ó bosques abiertos.
El potencial de producción de forraje y el crecimiento de las plantas es más
restringido conforme el clima cambia de subhúmedo a semiárido y a árido de
este a oeste en esta región. Los cambios en la capacidad de producción de fo-
rraje pueden afectar la productividad potencial de las poblaciones de venado,
sin embargo, existen numerosos factores que complican la relación entre la
productividad del venado cola blanca y el promedio anual de precipitación. Por
ejemplo, contrario a lo que se esperaba, la sobrevivencia de cervatos en Texas se
redujo al incrementarse el promedio anual de precipitación (Ginnett y Young
2000). El reclutamiento de crías es el número de crías nacidas que sobrevive
y se agrega a la población cada año y se expresa como la relación de crías y
Temperatura
El promedio anual de temperatura y la duración de la temporada de creci-
miento se incrementan de norte a sur en esta región (fig. 1.4). El promedio de
duración de la temporada libre de heladas varia de 150 a 210 días en el norte
2. El apéndice 2 contiene las conversiones del sistema métrico decimal al sistema Ingles.
Tipo de Forrajes
Las plantas consumidas por el venado cola blanca se pueden clasificar en las
categorías generales de ramoneo, herbáceas, zacates, falsos zacates, líquenes,
frutos, semillas, y suculentas. El ramoneo incluye las hojas y rebrotes tiernos de
plantas arbustivas, estas incluyen plantas semileñosas como son; el girasolillo
y manzanilla del monte (fig. 1.5). En comparación con los árboles que presen-
tan un solo tallo principal, los arbustos son de menor tamaño y con frecuencia
tienen tallos múltiples que crecen de yemas basales y subterráneas (fig. 1.6).
Las herbáceas poseen nervaduras entrelazadas, con frecuencia de hojas an-
cha y con tallos no leñosos o flexibles. Ejemplos de plantas herbáceas o hierbas
son hierba del pollo y la cobija de indio (fig. 1.7). Los zacates son plantas her-
báceas con tallos no leñosos, poseen hojas con nervaduras paralelas y flores en
forma de espigas. Los falsos zacates son similares a los zacates y pertenecen
al la familia de las ciperáceas que presentan tallos triangulares. Los líquenes
son una combinación de hongos y algas que se clasifican en crustáceos, escua-
mulosos, foliáceos , y fruticulosos. Los líquenes crustáceos se desarrollan en
Figura 1.5. Manzanilla del monte (izquierda) y girasolillo (derecha) son herbáceas sufrutes-
centes consumidas por el venado cola blanca. Las herbáceas sufrutecentes tienen un tallo
leñoso solo en la base con el resto de las ramas poco lignificadas. Fotografías © Timothy
E. Fulbright.
Figura 1.6. Los arbustos (derecha) son de porte mas bajo que los árboles (izquierda) y tienen
tallos múltiples que se originan en la base comparados con los tallos únicos de los árboles.
Fotografías © Timothy E. Fulbright.
Figura 1.7. La hierba de pollo es una herbácea perenne de alta gustocidad para el venado
cola blanca. Fotografía © Timothy E. Fulbright.
Figura 1.8. Las vainas de mesquite (arriba) y frutos de granjeno son ejemplo de frutos
silvestres consumidos por el venado cola blanca. Fotografía © Timothy E. Fulbright.
Figura 1.9. El nopal (arriba) y la yuca (abajo) son ejemplos de plantas suculentas. El nopal
es un componente importante de las dietas de venado cola blanca durante el verano. Las
hojas de yuca son tambien consumidas por el venado cola blanca. Fotografía © Timothy E.
Fulbright.
decrece durante el verano (fig. 1.11). A medida que el calor y la escasez de hu-
medad limitan la cantidad de herbáceas disponibles, el ramoneo se convierte
en el constituyente principal de la dieta de los venados. Durante el verano, el
ramoneo podría constituir casi en su totalidad la dieta de venados en hábitats
semi-áridos. Se puede decir que, el ramoneo frecuentemente funciona como un
puente entre períodos de escasez de humedad o de altas temperaturas cuando
la disponibilidad de herbáceas es limitada.
En ambientes más áridos tales como el oeste de la región de los South Texas
Plains, las herbáceas pueden constituir solamente una pequeña fracción de la
dieta de los venados durante el verano (fig. 1.10). En áreas de mayor precipitación
las herbáceas podrían dominar las dietas del venado a través del año (fig. 1.11).
El consumo de herbáceas por venado en relación con el ramoneo podría incre-
mentarse al final del otoño y en el invierno, a menos que el invierno sea inusual-
mente frío y seco. En hábitats más templados en Oklahoma, el norte de Texas, y
la región del Edward’s Plateau en Texas la tendencia del consumo de herbáceas
es inversa y los venados consumen un mayor porcentaje de herbáceas durante el
verano y dependen fuertemente del ramoneo durante el invierno (fig. 1.12; Gee
et al. 1991; Burke 2003). El venado cola blanca de las Serranias del Carmen en la
región de Tans-Pecos en Texas consumió más herbáceas durante el verano que
en otras estaciones del año (fig. 1.13; Krausman y Ables 1981).
Figura 1.10. Las herbáceas típicamente constituyen un porcentaje importante de las dietas
de venado cola blanca en la región de los South Texas Plains; mientras que el venado
incrementa el consumo de ramoneo y cactáceas en relación con las herbáceas conforme la
abundancia y de las herbáceas anuales y la productividad y palatabilidad de las herbáceas
perennes declina durante el verano. Adaptado de Arnold y Drawe (1979).
Figura 1.11. Tendencia temporal de las dietas por clase de forraje en el Welder Wildlife
Refuge en la región de las Gulf Prairies and Marshes. Las herbaceas podrian dominar las
dietas de venado cola blanca a través del año en áreas de mayor precipitación tales como el
Welder Wildlife Refuge, el cual recibe 89.9 cm de precipitación anual. Adaptado de Drawe
y Box (1968).
Figura 1.12. Tendencia temporal de la composición botánica de las dietas de venado cola
blanca por clase de forraje en la región de los Cross Timbers and Prairies y los Rolling
Plains en Texas. En Oklahoma y el norte de Texas el venado consume un porcentaje mas
alto de herbáceas durante el verano comparado con otras estaciones del año. Adaptado de
Gee et al. (1991) y Burke (2003).
Figura 1.13. Cambios estaciónales en composición botánica de las dietas del venado cola
blanca por clase de forraje en la regiones de Edwards Plateau y Trans-Pecos en Texas. Adap-
tado de Krausman y Ables (1981) y Waid et al. (1984).
Tipos de Cobertura
La cobertura puede clasificarse en cobertura de descanso, sesteo, protección, y
térmica. El tamaño de las áreas utilizadas como cobertura de descanso o ses-
teo deben comprender varias hectáreas con cobertura densa (Inglis et al. 1986).
La cobertura de protección o escondite, es aquella en la que el animal se siente
a salvo de humanos y depredadores. Los machos adultos en el oeste del sur
de Texas prefieren áreas con una densa cobertura de protección (Pollock et al.
1994). La preferencia de áreas con cobertura de protección varia dependiendo
del sexo, la estación, y la edad. En el Welder Wildlife Refuge en el sur de Texas,
Kie y Bowyer (1999) encontraron que las hembras paridas prefieren áreas con
mayor densidad de arbustos que los machos (fig. 1.14). Durante la temporada
de cacería, el venado evita los espacios abiertos y se moviliza a hábitats con
cobertura densa y realiza la mayor parte de sus movimientos durante la noche
(Kilgo, Labisky, y Fritzen 1998).
La cobertura térmica sirve de protección al venado cuando las temperatu-
ras son extremas. La sombra que proveen las copas de los árboles altos puede
ser muy importante para la termoregulación de los venados, particularmente
Figura 1.14. Las hembras con cría utilizan áreas con vegetación mas densa que los machos.
Fotografía © Timothy E. Fulbright.
Figura 1.15. Durante el verano, los venados se mantienen en descanso bajo la sombra de la
vegetación arbustiva la mayor parte del día para evitar el calor. Fotografía © Timothy E.
Fulbright.
Figura 1.17. Los requerimientos de cobertura arbustiva para el venado cola blanca varían
dependiendo de la hora del día, sexo y edad, y la estación del año.
mientos de cobertura para el venado cola blanca también dependen de los atri-
butos estructurales de la vegetación tales como altura de las plantas leñosas,
composición de la comunidad vegetal, disturbio de la vegetación y topografía
del terreno. Para complicar más la situación, los requerimientos de cobertura
arbustiva para el venado cola blanca podrían variar con la hora del día, sexo,
edad de los venados y la estación del año (fig. 1.17).
La literatura disponible sobre los requerimientos de cobertura arbustiva
para el venado cola blanca es insuficiente. En las regiones de Trans-Pecos, los
Rolling Plains, y los High Plains de Texas, los requerimientos de cobertura
arbustiva promediaron 43 en áreas con bajas densidades de población, com-
parado con 63 para áreas con altas densidades de venado (Wiggers y Beasom
1986). Estos resultados sugieren que alrededor de 60 de cobertura arbustiva
y 40 de cobertura herbácea sería el ideal para el venado cola blanca. Sin em-
bargo, mogotes con mayor cobertura arbustiva tienden a ser la parte del agos-
tadero más utilizada por el venado, dependiendo del sexo y la estación del año.
Por ejemplo, Pollock et al. (1994) evaluó el uso del hábitat por venados cola
blanca adultos en cuadrantes de 2.25 ha de extensión al oeste de la región de
los South Texas Plains. Los adultos machos prefirieron áreas con más de 85
de cobertura arbustiva y alta riqueza de especies leñosas. La riqueza de especies
es número de especies/unidad de área. En contraste, los machos en el Welder
Wildlife Refuge, en los casos en los que las herbáceas eran abundantes prefi-
rieron hábitats con menos de 27 de cobertura arbustiva. En el sur de Texas la
Figura 1.18. Relación entre cobertura de arbustivas y densidad de venado cola blanca
durante el verano en el oeste del sur de Texas. Adaptado de Steuter y Wright (1980).
Figura 1.19. La cobertura óptima para sitios de descanso de las crías de venado cola blanca
consiste de una asociación de cobertura de arbustivas con zacates de porte medio y alto.
Fotografía © Timothy E. Fulbright.
escasas y las altas temperaturas del verano hacen difícil para el venado el man-
tenimiento del balance energético.
En hábitats semi-áridos una proporción de 60 de cobertura arbustiva y un
40 de cobertura herbácea podría ser lo más deseable, sin embargo, áreas de ve-
getación arbustiva muy densa y con alta diversidad de especies son un compo-
nente extremadamente importante en el hábitat y deberían encontrarse disper-
sas uniformemente en el agostadero de tal manera que el venado tuviera acceso
a una o más áreas con cobertura arbustiva 85 a 100. En hábitats más húmedos
se requieren áreas con cobertura arbustiva densa (34 a 55) especialmente du-
rante la temporada de parición y cuando la densidad de población es alta.
La cobertura óptima de los sitios de descanso para los cervatos consiste de
vegetación arbustiva combinada con zacates de porte medio y alto (fig. 1.19).
Los cervatos seleccionan sitios de descanso con cobertura de protección más
densa que la existente en el área alrededor y la mitad de estos sitios se encuen-
tran cerca de la vegetación arbustiva (Hyde, DeYoung y Garza 1987). Resulta-
dos similares se han encontrado en Iowa, donde los cervatos escogieron sitios
de descanso con mayor cobertura arbustiva y menos herbáceas de porte bajo y
enredaderas que en las áreas adyacentes (Huegel, Dahlgren, y Gladfelter 1986).
Los cervatos no utilizan las áreas que han sido pastoreadas severamente por
ganado doméstico como sitios de descanso (Garner, Powell, y Morrison 1979).
La cobertura alta de especies arbóreas podría reducir la temperatura superfi-
cial del suelo y favorecer la sobrevivencia de cervatos. Los pastos de porte alto
pueden proteger a los cervatos de las altas temperaturas además de proveer co-
bertura de protección donde estos pueden esconderse.
Espacio
Todos los organismos necesitan un área para vivir. El conocimiento de las ne-
cesidades de espacio del venado cola blanca es fundamental para el manejo
Espacio Utilizable
El espacio utilizable es la porción del hábitat que es ó puede ser utilizado por Requerimientos de
el venado cola blanca. No todo el espacio en el agostadero es útil como hábitat Hábitat para el Venado
para el venado. Ejemplos de espacio que no es útil incluye caminos, praderas de Cola Blanca
zacate bermuda sin vegetación arbustiva, áreas de cultivo, y áreas recubiertas
con caliche alrededor de pozos petroleros. Las áreas de espacio utilizable po-
drían estar aisladas de otras áreas utilizables por terrenos dedicados a la agri-
cultura u otras barreras naturales lo cual, constituye lo que se conoce como
fragmentación del hábitat. Las áreas aisladas de hábitat que no son aprovecha-
das por el venado no deberían considerarse espacio utilizable. La planeación
del manejo no debería considerar estas áreas no aprovechables como espacio
utilizable en los cálculos de capacidad de carga.
y hembras tendió a ser más pequeño durante la corrida comparado con otras
épocas del año (Inglis et al. 1986; Hyde 1987). El mayor tamaño del ámbito hoga-
reño de los machos durante la temporada de empadre podría deberse a la bús-
queda de hembras en celo. En el norte de México los ámbitos hogareños se in-
crementaron durante la estación reproductiva para hembras y machos y los de
menor tamaño correspondieron a hembras lactantes (Gallina y Gutierrez 1998).
Los ámbitos hogareños y la movilidad de las hembras con una densidad de po-
blación baja resultaron mayores antes del inicio de la temporada de empadre y
durante y después finalizar la estación reproductiva (Labisky y Fritzen 1998).
Las hembras se separan de otros animales antes del parto y establecen
ámbitos hogareños exclusivos para criar los cervatos (Ozoga, Verme, y Bienz
1982; Schwede, Henrichs, y McShea 1993). Las hembras muestran un comporta-
miento territorial por las primeras 4 a 6 semanas después del parto y expulsan
otros venados de su ámbito hogareño, el cual incluye prácticamente todos los
sitios de reposo y descanso de las crías. Las hembras se aíslan aún de sus pro-
pias crías de años anteriores mostrándose cada vez más agresivas seconforme
se acerca el parto. En base a la investigación desarrollada en Michigan, los ám-
bitos hogareños de los cervatos y sus madres podrían incrementarse conforme
aumenta la edad de las crías (Ozoga y Verme 1986). Los ámbitos hogareños de
los cervatos nacidos de madres maduras (de más de 4 años) variaron de 5.9 ha
en las primeras 2 semanas de vida a 16.2 ha entre las 10 y 12 semanas de edad.
Los ámbitos hogareños de las hembras maduras variaron de 10.8 ha del naci-
miento de las crías a 2 semanas después del parto hasta 18.9 ha a las 10 a 12 se-
manas de edad de las crías. En la región de los South Texas Plains los ámbitos
hogareños de cervatos que perdieron a su madre fueron más pequeños (191 ha)
comparados con los que se mantuvieron con la madre (314 ha) (Giuliano et al.
1999). El ámbito hogareño de cervatos hembras y machos fue similar.
La productividad del hábitat influencía los ámbitos hogareños parcialmente
debido a la necesidad de los venados de una área más grande para llenar sus
requerimientos de forraje en hábitats de baja productividad. Los ámbitos ho-
gareños son más grandes en hábitats semiáridos que en hábitats sub-húmedos
secos. En áreas de 51 cm de promedio anual de precipitación en el oeste de la
región de los South Texas Plains, los ámbitos hogareños fueron el doble de ta-
maño que en áreas de 76 cm precipitación en la región de las Gulf Prairies and
Marshes en Texas (Inglis et al. 1986) (cuadro 1.2). En Nuevo León, México, los
ámbitos hogareños fueron aproximadamente 20 más pequeños para hembras
Agua
Las necesidades de agua del venado cola blanca varían considerablemente de-
pendiendo de factores tales como la temperatura ambiente, la suculencia de la
vegetación, y el estado fisiológico del venado. La información disponible sobre
las necesidades de agua para el venado es incipiente. Sauer (1984) sugirió que en
climas templados el consumo de agua por el venado es de 2 a 3 veces del volu-
men de materia seca que consumen. El consumo de agua ad libitum (a libre
acceso) se incrementó con el aumento en la relación de guajillo seco que con-
tiene algunos compuestos secundarios, y con alfalfa seca molida en las dietas
de machos adultos (Campbell 1999). El consumo diario de agua fue de 6.7, 6.2,
5.4, y 4.4 litros con 0, 25, 50, y 75 de guajillo, respectivamente. El consumo
mínimo y máximo estimado de agua en Jalisco, México fue de 1.9 a 3.9 litros
por venado adulto, 1.4 a 1.7 litros por venado juvenil, y 0.8 a 1.7 litros por cervato
(Mandujano et al. 1996). En contraste, las hembras de venado bura en Arizona
requieren de 5.0 a 5.5 litros de agua en un período de 24 horas (Hervert y Kraus-
man 1986). Los venados reducen el consumo de materia seca cuando el con-
sumo de agua se restringe a 33 de su consumo a libre acceso (Lautier, Dailey,
y Brown 1988).
En la región de las Gulf Prairies and Marshes en Texas, los venados bebie-
ron más frecuentemente durante el verano que durante las temporadas más
frescas del año (Michael 1967). Las hembras gestantes consumieron agua con
más frecuencia durante la gestación y lactación que durante el resto del año.
Prasad y Guthery (1986) reportaron un mayor uso de las fuentes de agua por el
venado durante el verano y otoño que durante el invierno y la primavera. Los
venados utilizaron las fuentes de agua durante las primeras dos horas del día
después de la salida del sol y una hora y media antes de la puesta del sol; no se
realizaron observaciones del uso del agua durante la noche o durante el día.
Los venados permanecieron bebiendo durante 75 a 110 segundos.
El venado obtiene agua de la humedad contenida en la vegetación y pueden
sobrevivir por largos períodos de tiempo sin agua superficial sí la disponibili-
Figura 1.20. El hábitat para venado cola blanca en la serranía de Maderas del Carmen en el
norte de México. La distribución del venado cola blanca en esta región esta estrechamente
asociada con la disponibilidad de agua superficial. Fotografía © Timothy E. Fulbright.