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Requerimientos de Hábitat para 

el Venado Cola Blanca

Conceptos Clave 
❍ Los requerimientos básicos de hábitat para el venado cola blanca son:
alimento, cobertura, espacio, y agua.
❍ Una de las claves para el manejo de hábitat es la identificación de los fac-
tores limitantes y sus niveles óptimos para la supervivencia, crecimiento,
y reproducción.
❍ Existe diferencia en la utilización del hábitat por hembras y machos,
por lo cual, es necesario considerar su manejo como si fueran especies
diferentes.

Perspectiva y Objetivos
El manejo de hábitat para venado cola blanca debería basarse en teorías cien-
tíficas aceptadas (Joyce 1993; Fulbright 1996). En los ranchos se utilizan es-
tas teorías científicas para predecir resultados de prácticas de manejo; ya que
el resultado de una práctica determinada puede variar dependiendo de am-
biente. Los resultados de la aplicación de prácticas de manejo basados en teo-
rías desarrolladas en ambientes húmedos pueden variar dramáticamente en
ambientes semiáridos. Los involucrados en la toma de decisiones deben en-
tender la teoría básica de una práctica de manejo para poder realizar ajustes a
condiciones o necesidades diferentes o bién para conocer cuando una práctica
no es factible de utilizar en un ambiente determinado o situación geográfica.
Los objetivos de este libro son: (1) proveer a los lectores con los fundamentos
de la teoría ecológica en la que se basa el manejo de hábitat; (2) discutir las he-
rramientas disponibles para los ambientes semiáridos, dentro del contexto
de las teorías ecológicas en las que se encuentran basadas; (3) interrelacionar
conceptos clásicos de ecología con manejo de pastizales y fauna silvestre. El
enfoque principal de esta publicación son los ecosistemas semiáridos de Okl-
ahoma, Texas, y Norte de México. Sin embargo, muchos conceptos básicos que
se presentan pueden aplicarse a otros ecosistemas utilizados por el venado cola
blanca. Esta obra va dirigida a productores interesados en mejorar el hábitat
para venado cola blanca; manejadores de pastizales, fauna silvestre, o recur-
sos naturales; estudiantes de licenciatura que estén involucrados en alguna
carrera relacionada con el manejo de los recursos naturales; ecólogos intere-
sados en la aplicación de la teoría y los principios ecológicos básicos al manejo
aplicado.

1. Los nombres científicos de plantas y animales pueden encontrarse en el apendice 1.

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El Ganado, el Arado, el Hacha, el Fuego, y el Rifle
Existen tres principios importantes que determinan el manejo adecuado del
 hábitat para venado cola blanca: (1) el hábitat óptimo esta compuesto por un
Capítulo 1 mosaico de vegetación dominada por plantas leñosas, con vegetación herbácea
bién distribuida dentro del agostadero; (2) las áreas que presentan vegetación
diversa responden más apropiadamente a eventos tales como la sequía y por lo
tanto proveen una mejor calidad de hábitat comparadas con áreas de menor
diversidad o monocultivos, y (3) el manejo del hábitat debe permitir al venado
mantener un balance positivo de energía al proveer diversos tipos de alimento
y cobertura térmica.
El objetivo de los capítulos 1 al 4 es establecer los fundamentos en los que
se basan estos principios ecológicos. El entendimiento de los requerimientos
nutricionales y de hábitat del venado cola blanca descritos en los capítulos 1 y
2 es indispensable para el manejo óptimo del hábitat. En el capítulo 3 se expli-
can las teorías ecológicas que constituyen la base del manejo de hábitat para
venado cola blanca y se muestra la forma en que estas teorías se aplican para la
predicción de resultados al utilizar distintas prácticas de manejo. El capítulo 4
se concentra en la determinación del numero de animales que el hábitat puede
soportar lo cual es un factor crítico de manejo que determina la disponibili-
dad de alimento.
Aldo Leopold (1933) en el prefacio de su libro Game Management estableció
“La tesis central del manejo de fauna cinegética es la siguiente: La fauna cine-
gética puede ser restaurada mediante el uso creativo de las mismas herramien-
tas con las cuales ha sido destruida—el hacha, el arado, el ganado, el fuego, y el
rifle. Estas herramientas en tiempos pasados fueron utilizadas en algunos ca-
sos en forma adecuada accidentalmente. Los resultados temporales fueron una
riqueza de fauna mucho mayor de la que los indios americanos jamás tuvieron.
Desde este punto de vista el manejo es decisivo y requiere de ajustes continuos
para alcanzar objetivos específicos.” Las ideas de Leopold con respecto al ma-
nejo del hábitat son tan válidas ahora como lo fueron cuando se escribieron.
El método más efectivo para el manejo de hábitat para venado cola blanca con
frecuencia es el ajuste de la carga de animales domésticos y/o la densidad de
fauna. El uso simbólico del hacha y el arado para realizar el establecimiento
de bancos de proteína, rastreos en el agostadero, y tratamientos mecánicos a la
vegetación son prácticas de manejo de hábitat ampliamente utilizadas en agos-
taderos. La planeación correcta de las prácticas de mejoramiento de hábitat y
su aplicación en las situaciones adecuadas es crítica para garantizar un benefi-
cio económico a largo plazo. Los objetivos de los capítulos 5 al 8 son revisar la
información de vanguardia sobre el uso de las herramientas de Leopold, el ga-
nado, el arado, el hacha, el fuego, y el rifle, y discutir las ventajas y desventajas
de estas prácticas en relación con los tres principios fundamentales del manejo
adecuado del hábitat mencionados al inicio de esta sección.
Los manejadores de fauna silvestre o los propietarios de ranchos con fre-
cuencia parecen tener un deseo innato de realizar “mejoramiento” de hábitat,
sin considerar la productividad en la situación actual. En muchas ocasiones, los
intentos por mejorar el hábitat a través del tiempo resultan más perjudiciales
que benéficos. Un segundo objetivo de los capítulos 5 al 8 de esta publicación
es proporcionar información a los interesados sobre los impactos negativos
que las herramientas mencionadas por Leopold pueden causar en el hábitat y

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en las comunidades vegetales cuando se aplican incorrectamente o en comu-
nidades vegetales que podrían dañarse por la manipulación de la vegetación.
Las comunidades vegetales, son grupos de plantas con características propias y
distintas a otros grupos en base a la combinación específica de las especies en 
la comunidad. Las aseveraciones de Leopold, advierten que las herramientas Requerimientos de
para el manejo de la fauna pueden ser benéficas o destructivas para la fauna y Hábitat para el Venado
su hábitat dependiendo de la forma en la que se utilicen y en muchos casos los Cola Blanca
daños al hábitat pueden ser irreversibles. Los efectos negativos pueden evitarse
si las prácticas de manejo se basan en el entendimiento del hábitat, los reque-
rimientos nutricionales del venado cola blanca y los conceptos ecológicos que
constituyen la base del manejo del hábitat.

Hábitat
El hábitat es el lugar donde vive un organismo que se interrelaciona con otros
organismos. Un programa adecuado de manejo de venado cola blanca es sinó-
nimo de un buen manejo de hábitat. Las necesidades básicas del venado cola
blanca son alimento, cobertura, espacio, y agua (fig. 1.1). El concepto de hábitat
y la terminología asociada fue revisado por Hall, Krausman, y Morrison (1997).
Estos autores definieron el hábitat como “los recursos y condiciones presentes
en un área donde se mantiene una población—lo cual incluye su sobrevivencia
y reproducción” (p. 175). El hábitat es específico de una especie; por ejemplo, un
buen hábitat para venado cola blanca podría ser un hábitat pobre para venado
bura (Hall, Krausman, y Morrison 1997; Krausman 2002). Por otro lado Hall y
colaboradores definieron calidad de hábitat como “la capacidad del ambiente
para proveer condiciones apropiadas para la persistencia de un individuo y de
la población” (p. 178).
En algunos casos se enfocan los esfuerzos a resolver una de las necesidades
de hábitat del venado cola blanca como puede ser el alimento, sin considerar
apropiadamente la importancia de otras necesidades básicas como cobertura.
Esto puede resultar en un desbalance del hábitat lo cual, trae como consecuen-

Figura 1.1. Las necesidades básicas del hábitat para venado cola blanca son alimento,
cobertura, espacio, y agua.

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cia la degradación del mismo y su recuperación podría tomar años. En este
contexto, las estrategias de manejo deberían conceder igual importancia a la
alimentación, cobertura, espacio, y agua. Una de las claves del manejo de há-
 bitat es la identificación de los factores limitantes para la sobrevivencia, cre-
Capítulo 1 cimiento y reproducción en una área específica. El concepto de los factores
limitantes, su efecto en estos parámetros y en la productividad del venado cola
blanca se explican con mayor detalle el capítulo 3. Los hábitats deberían ma-
nejarse para proveer los niveles óptimos del mayor número de factores limi-
tantes posible bajo las condiciones climáticas y edáficas prevalecientes.
Es importante considerar que los machos y las hembras de venado cola
blanca utilizan diferentes tipos de hábitat durante una buena parte del año, por
lo tanto, el enfoque del manejo no debiera limitarse a los venados como trofeo.
Las hembras a través de la reproducción producen los machos que a futuro pu-
dieran transformarse en trofeos y la influencia más importante en la nutrición
de las crías hasta el destete proviene de la madre. Hembras en buena condición
física producen machos con el potencial para transformarse en trofeos por lo
que los hábitats preferidos por las hembras deberían considerarse con igual
importancia a la de los machos en las decisiones de manejo. Un desbalance en
los hábitats para hembras y machos podría ocasionar una reducción en la pro-
ductividad de las hembras y consecuentemente una menor cantidad y calidad
de los machos producidos.

Factores Ambientales que Afectan el Hábitat


El hábitat debe proveer las necesidades básicas para la reproducción y el man-
tenimiento de la una población. La cantidad y calidad del alimento, cobertura,
espacio, y agua deben ser apropiadas para cubrir las necesidades de la pobla-
ción de venado cola blanca y garantizar su estabilidad. Los cambios en con-
diciones ambientales modifican la composición de la dieta, la utilización de
cobertura, espacio y agua por el venado cola blanca. Los factores ambientales
más importantes que afectan estos parámetros incluyen clima, especialmente
cantidad y distribución de la precipitación y temperatura, así como propieda-
des químicas y físicas del suelo.

Precipitación
La variación climática en Oklahoma, Texas, y el Norte de México ocurre en
gradientes de este a oeste y de norte a sur (figs. 1.2, y 1.3). El promedio anual de
precipitación decrece de este a Oeste (fig. 1.2). La evapotranspiración, el poten-
cial de pérdida de agua a través de las plantas y el suelo se incrementa de este
a oeste. En consecuencia, las zonas climáticas varían de húmedas en el este a
áridas en el oeste (fig. 1.3). El decremento en la precipitación y el aumento de
la evapotranspiracion en un gradiente de este a oeste ocasionan cambios en la
vegetación que van de la región de bosques de pino a los matorrales desérticos
de Trans-Pecos en Texas y el norte de México (fig. 1.4).
Agostaderos, este libro se concentra en las zonas bioclimáticas áridas,
semiáridas y subtropicales secas, las cuales, se conocen como tierras secas
(Ffolliott et al. 2003). El índice entre la precipitación anual y la evapotranspi-
ración potencial varía de 0.05 a menos de 0.2 en zonas áridas, de 0.2 a menos
de 0.45 en zonas semiáridas, y de 0.45 a menos de 0.65 en zonas subtropica-
les secas (fig. 1.3; United Nations Environmental Program 1992; Le Houérou

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Requerimientos de
Hábitat para el Venado
Cola Blanca

Figura 1.2. El promedio anual de precipitación (cm) declina del este al oeste en
Oklahoma y Texas. Los datos climáticos fueron cortesía del Spatial Climate Analysis
Service, Oregon State University, Corvallis (http://www.ocs.orst.edu/prism); cartografía
por Eric J. Redecker.

1996). Estas áreas en Texas y Oklahoma incluyen los tipos de vegetación que se
encuentran en las regiones de Cross Timbers and Prairies, Edwards Plateau,
High Plains, Rolling Plains, South Texas Plains, Trans-Pecos, y el oeste de las
Gulf Praires and Marshes (fig 1.4). Los tipos de vegetación de las regiones de
los Cross Timbers y el oeste de las Gulf Prairies and Marshes son la frontera
entre la zona semiárida en el oeste y la zona seca subhúmeda. La vegetación de
las regiones del Edwards Plateau y Tans Pecos se considera árida. Los agosta-
deros son áreas secas que no son susceptibles de cultivo y están dominados por
vegetación herbácea, arbustiva ó bosques abiertos.
El potencial de producción de forraje y el crecimiento de las plantas es más
restringido conforme el clima cambia de subhúmedo a semiárido y a árido de
este a oeste en esta región. Los cambios en la capacidad de producción de fo-
rraje pueden afectar la productividad potencial de las poblaciones de venado,
sin embargo, existen numerosos factores que complican la relación entre la
productividad del venado cola blanca y el promedio anual de precipitación. Por
ejemplo, contrario a lo que se esperaba, la sobrevivencia de cervatos en Texas se
redujo al incrementarse el promedio anual de precipitación (Ginnett y Young
2000). El reclutamiento de crías es el número de crías nacidas que sobrevive
y se agrega a la población cada año y se expresa como la relación de crías y

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Capítulo 1

Figura 1.3. La deficiencia normal de la precipitación (cm) se obtiene sustrayendo el poten-


cial de evapotranspiración del promedio anual de precipitación y se incrementa de este a
oeste en Texas. La mayor deficiencia de precipitación ocurre en el suroeste del sur de Texas.
Adaptado de Texas Agricultural Extension Service, Texas Agricultural Experiment Station
(sin fecha).

hembras adultas. Los autores no encontraron una explicación de la razón fun-


damental de esta relación, sin embargo sugieren que la densidad de venados
no afectó esta relación en virtud de que la región del Edwards Plateau de Texas
tiene la densidad más alta de venados a pesar de que se localiza hacia la parte
árida en el gradiente de precipitación.
Las relaciones entre la sobreviencia de crías y la precipitación de Marzo a
Julio varió dependiendo de la zona (Ginnett y Young 2000). Para la región más
árida localizada al oeste de Texas, la sobrevivencia de crías se incrementó con-
forme aumentó la precipitación de Marzo a Julio, sin embargo, no fue posible
encontrar esta misma relación en la parte central del Estado, mientras que en
el este de Texas la sobrevivencia de crías se redujo con el incremento en las
lluvias de Marzo a Julio.
Existen varias posibilidades para explicar la relación negativa entre la so-
brevivencia de crías y la precipitación de Marzo a Julio (Ginnett y Young 2000).
La abundancia de lluvias puede ocasionar el lavado de nutrientes de las plantas
reduciendo el valor nutricional del forraje para las hembras lactantes, lo cual,

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ocasiona una reducción en la producción de leche, los índices de crecimiento de
las crías, y la salud de hembras y cervatos como resultado de una pobre nutri-
ción. La presencia de hormigas arrieras puede también reducir la sobrevivencia
de cervatos (Allen et al. 1997). En los años lluviosos la presencia de parásitos 
internos y externos puede incrementar la mortalidad de crías (Ginnett y Young Requerimientos de
2000). Otras complicaciones como resultado de la exposición a alta humedad Hábitat para el Venado
podrían también incrementar la mortalidad. Cola Blanca

Temperatura
El promedio anual de temperatura y la duración de la temporada de creci-
miento se incrementan de norte a sur en esta región (fig. 1.4). El promedio de
duración de la temporada libre de heladas varia de 150 a 210 días en el norte

Figura 1.4. Regionalización de la vegetación de Oklahoma y Texas de los Cross Timbers


and Prairies y las Gulf Prairies and Marshes al oeste de la region de Trans-Pecos. Adaptado
de Scifres (1980) y Terrestrial and Marine Ecoregions of the United States por Leonardo
Sotomayor, © The Nature Conservancy, Arlington, Virginia.

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de Oklahoma, a 230 a 260 días en la región del Edwards Plateau en el centro
de Texas y a más de 300 días en el sur de Texas y el Estado de Tamaulipas en
México. La duración de la temporada de crecimiento y las temperaturas máxi-
 mas y mínimas influyen fuertemente el hábitat y las necesidades de mismo
Capítulo 1 para el venado cola blanca. Los árboles y arbustos caudocifolios, permanecen
sin hojas durante el invierno en áreas donde ocurren heladas severas cada año,
lo cual, reduce la disponibilidad de ramoneo verde y la cobertura de protec-
ción y térmica. Solamente algunas especies siempre verdes como el táscate y
el encino mantienen hojas durante el invierno y en el sur de Texas y norte de
México, muchos arbustos pertenecen a esta categoría y solamente pierden las
hojas ocasionalmente cuando ocurren heladas severas (Lonard y Judd 1991).
En hábitats más templados las hierbas perennes se encuentran en dorman-
cia durante el invierno y ocurre una reducción en la disponibilidad de ramo-
neo; en hábitats localizados al norte el invierno se convierte en el período de
mayor restricción nutricional en el año, mientras que el verano es el período de
mayor restricción nutricional durante el año en habitáts del sur. En estos últi-
mos pueden ocurrir excepciones en casos en los que se registra una alta preci-
pitación durante el verano y el valor nutricional del forraje se mantiene.

Características Físicas y Químicas del Suelo


La textura y la fertilidad del suelo afecta fuertemente el potencial de produc-
ción de las plantas y su valor nutricional. La calidad de hábitat que los suelos
pueden soportar es variable. En una zona con precipitación similar existen
suelos con diferente capacidad para mantener la humedad y por lo tanto va-
rían en el tipo de vegetación que pueden sostener para alimento y cobertura.
En la región de los South Texas Plains el venado cola blanca parece preferir
suelos arenosos en comparación con otro tipo de texturas (McMahan y Inglis
1974; Steuter y Wright 1980). La fertilidad del suelo es después de la precipita-
ción el segundo factor en importancia que determina la cantidad de ungulados
que un área puede soportar (Fritz y Duncan 1994). El índice de crecimiento de
hembras y machos cola blanca en Mississippi se incrementó con el aumento en
la fertilidad del suelo (Strickland y Demarais 2000). El tamaño y el índice de
crecimiento de las astas en machos es mayor en suelos de alta fertilidad. El con-
tenido de fósforo del suelo ha sido determinado como el mejor parámetro para
predecir peso corporal de hembras y machos cola blanca de diferentes edades,
los niveles de calcio, magnesio, potasio, pH, y materia orgánica presentaron
una correlación positiva con peso corporal (Jacobson 1984). La circunferencia
y longitud de las astas principales de machos de 1–1/2 años de edad se incre-
menta con el aumento en la cantidad de fósforo, calcio, y potasio del suelo. Las
astas principales son la parte más larga a las cuales se adhieren las puntas.
Diferentes tipos de suelo comúnmente producen comunidades de vegeta-
ción que varían en composición y/o productividad. Con frecuencia los agosta-
deros con diferentes tipos de suelo donde los ámbitos hogareños de los vena-
dos podrían incluir varios tipos de vegetación proporcionan mejor calidad de
hábitat comparados con agostateros con un solo tipo de suelo. En los casos en
los que se tiene una mezcla de tipos de vegetación es más probable que existan
plantas que provean forraje de buena calidad en las distintas temporadas del
año. Por otro lado algunos tipos de vegetación pueden ser muy deseables para
la producción de forraje mientras que otros pueden ser importantes para co-
bertura de protección o térmica.

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Segregación Sexual
Las hembras y los machos adultos de venado cola blanca con frecuencia se en-
cuentran separados y utilizan diferentes hábitats con excepción de la tempo-
rada de apareamiento. El uso del hábitat es tan diferente entre sexos que debe- 
rían manejarse como si fueran especies distintas (Kie y Bowyer 1999; Stewart Requerimientos de
et al. 2003). Estas diferencias en el uso del hábitat podrían ser el resultado del Hábitat para el Venado
tamaño corporal, factores sociales, o estado reproductivo (Kie y Boyer 1999). Cola Blanca
Las causas específicas de la segregación no son claras; sin embargo, se han dis-
cutido diferentes hipótesis en la literatura. Las hipótesis para explicar la segre-
gación sexual entre ungulados pueden clasificarse en 5 categorías generales:
(1) las hembras paridas que utilizan hábitats donde pueden protejerse de los
depredadores independientemente de la calidad del forraje mientras que los
machos seleccionan áreas con forraje con alto valor nutricional; (2) para las
hembras, el valor nutricional del forraje es más importante que la cantidad
de forraje disponible, mientras que para los machos ocurre lo inverso debido
a que tienen un mayor tamaño corporal; (3) las hembras son menos eficientes
para digerir el forraje en comparación con los machos por lo que sus activida-
des difieren drásticamente; (4) la segregación sexual ocurre debido a factores
sociales; y (5) los machos abandonan los hábitats con forrajes de alta calidad
para reducir la competencia con las hembras y asegurar el éxito en la crianza de
los cervatos (Beier y McCullogh 1990; Main y Coblentz 1990; Main et al. 1996;
Ruckstuhl y Nehaus 2000, 2002).
Existen diferencias en tamaño corporal de machos y hembras de venado
cola blanca, las hembras pesan 25 a 40 menos que los machos (Halls 1978),
debido a que los machos son de mayor tamaño el riesgo de depredación es me-
nor que en el caso de las hembras con sus crías (Ruckstuhl y Neuhaus 2000).
Investigaciones realizadas en las Texas Gulf Prairies and Marshes soportan la
hipótesis de que los machos seleccionan áreas con forraje de mayor valor nu-
tricional; mientras que las hembras utilizan áreas donde las crías pueden tener
más protección aún cuando la calidad del forraje sea menor (Kiev y Bowyer
1999). En el este de Texas, la segregación espacial de los sexos fue más marcada
durante la parición a densidades de población moderadas (39 venados/km ) ;
los machos prefirieron habitáts más abiertos con mayor abundancia de forraje
mientras que las hembras utilizaron habitáts con mayor densidad de arbusti-
vas, donde era menor la abundancia de las herbáceas de mayor preferencia. Los
machos presentaron un mayor índice de grasa en el hígado que las hembras, lo
cual, indica un mejor estado nutricional. Posiblemente, las hembras prefirieron
los hábitats con mayor cobertura de arbustivas para protegerse de los depreda-
dores dado que en las áreas más abiertas los cervatos pueden ser encontrados
con mayor facilidad. La selección de hábitats con cobertura más densa evi-
tando las áreas abiertas ha sido reportada por Kie y Bowyer (1999) y en Michi-
gan por Ozoga y Verme (1986). Durante el invierno y la primavera las hembras
tendieron a utilizar los hábitats ocupados por los machos (Kie y Bowyer 1999).
Los cervatos dependen menos de las hembras durante el invierno y la prima-
vera porque son menos susceptibles a la depredación debido a que estan más
grandes y tienen mayor movilidad comparado con cervatos de menor edad.
Barboza y Bowyer (2000) sugieren que la segregación sexual se debe a las
diferencias en el comportamiento ingestivo y digestivo entre machos, hembras

2. El apéndice 2 contiene las conversiones del sistema métrico decimal al sistema Ingles.

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sin cría y hembras lactantes. Su hipótesis gastrocentrica sugiere que los ma-
chos retienen una mayor cantidad de alimento en el rumen que las hembras
sin cría; debido al mayor tamaño del rumen, lo cual, les permite utilizar una
 mayor cantidad de fibra como fuente de energía. La hipótesis predice que las
Capítulo 1 hembras lactantes consumen alimento de mayor valor nutricional y que una
mayor digestión y absorción de nutrimentos ocurre en el post-rumen. Rucks-
tuhl y Neuhaus (2002) indican que la segregación sexual en ungulados ocurre
primordialmente debido a diferencias en la distribución de actividades y riesgo
de depredación entre sexos y consideran que las diferencias en la selección de
forrajes en relación con el tamaño corporal son factores aditivos. La teoría cen-
tral de la hipótesis gastrocentrica y la distribución de actividades es que los
machos digieren mejor forrajes de menor valor nutricional debido al mayor
tamaño del rumen. Sin embargo, en un estudio realizado por Osborn et al.
(2002), los machos cola blanca no fueron más eficientes para digerir forraje de
menor calidad que las hembras lactantes o no lactantes. Por estas razones, las
diferencias en tamaño corporal y eficiencia digestiva entre sexos no explican
totalmente la segregación sexual.
Las hipótesis que involucran factores sociales para explicar la segregación
sexual se basan primordialmente en los factores relacionados con la capacidad
de apareamiento de los machos, particularmente, con el establecimiento de las
jerarquías de dominancia de los machos, el desarrollo de habilidades de pelea
y la localización de hembras para cubrir (Main et al. 1996). El éxito del apa-
reamiento en venado cola blanca está fuertemente influenciado por el tamaño
y simetría de las astas y la jerarquía de dominancia (Maylon y Healy 1994;
McElligott et al. 2001; Kruuk et al. 2002). Verme (1988) expuso la hipótesis de
que los machos requieren hábitats donde puedan visualizar otros machos fá-
cilmente y evaluar continuamente su posición de dominancia jerárquica. Hi-
potéticamente, estos hábitats deberían incluir cobertura de escape que los ma-
chos puedan utilizar sin arriesgarse a dañar las astas en desarrollo. Las astas en
estado de terciopelo son muy sensibles y pueden deformarse como resultado
de lastimaduras durante el desarrollo. Sin embargo, en la región de los South
Texas Plains los machos adultos seleccionan áreas de cobertura densa en lu-
gar de áreas abiertas con mayor visibilidad (Pollock et al. 1994). Los machos
prefirieron áreas de cobertura más densa durante el verano cuando sus astas
estaban en estado de terciopelo que en el otoño e invierno cuando ya tenían
las astas endurecidas (Steuter y Wright 1980). Existe poca información que so-
porta la hipótesis de que los machos abandonan el hábitat de mayor calidad
para reducir la competencia con las hembras y garantizar el éxito de la crianza
(Main y Coblentz 1990).
En la región de las Texas Gulf Prairies and Marshes, las diferencias en los
requerimientos nutricionales y la selección de hábitats por hembras paridas
para minimizar la depredación parece tener el mayor soporte técnico para ex-
plicar la segregación sexual (Kie y Bowyer 1999; Stewart et al. 2003). En gene-
ral, los mamíferos de mayor tamaño requieren una mayor cantidad de nutri-
mentos; sin embargo, dada su talla pueden consumir más alimento, lo cual, en
teoría permite a los machos consumir dietas de menor valor nutricional que las
hembras (Hanley 1982). Aún cuando los machos y las hembras podrían no di-
ferir en eficiencia digestiva, los machos tienen menores requerimientos de pro-
teína y energía por unidad de peso corporal que las hembras particularmente

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durante la gestación y lactancia. Estas diferencias anatómicas ó fisiológicas y
de requerimientos podrían permitir a los machos utilizar una mayor cantidad
de forrajes altos en fibra tal como gramíneas en comparación con las hembras.

Alimentos Requerimientos de
Los venados cola blanca son herbívoros que tienden a consumir una amplia Hábitat para el Venado
variedad de especies vegetativas y partes de plantas que incluyen hojas, tallos, Cola Blanca
frutos, y semillas. Ocasionalmente, los venados cola blanca consumen can-
tidades limitadas de alimentos poco convencionales tales como polluelos de
aves canoras (Pietz 2000).

Tipo de Forrajes
Las plantas consumidas por el venado cola blanca se pueden clasificar en las
categorías generales de ramoneo, herbáceas, zacates, falsos zacates, líquenes,
frutos, semillas, y suculentas. El ramoneo incluye las hojas y rebrotes tiernos de
plantas arbustivas, estas incluyen plantas semileñosas como son; el girasolillo
y manzanilla del monte (fig. 1.5). En comparación con los árboles que presen-
tan un solo tallo principal, los arbustos son de menor tamaño y con frecuencia
tienen tallos múltiples que crecen de yemas basales y subterráneas (fig. 1.6).
Las herbáceas poseen nervaduras entrelazadas, con frecuencia de hojas an-
cha y con tallos no leñosos o flexibles. Ejemplos de plantas herbáceas o hierbas
son hierba del pollo y la cobija de indio (fig. 1.7). Los zacates son plantas her-
báceas con tallos no leñosos, poseen hojas con nervaduras paralelas y flores en
forma de espigas. Los falsos zacates son similares a los zacates y pertenecen
al la familia de las ciperáceas que presentan tallos triangulares. Los líquenes
son una combinación de hongos y algas que se clasifican en crustáceos, escua-
mulosos, foliáceos , y fruticulosos. Los líquenes crustáceos se desarrollan en

Figura 1.5. Manzanilla del monte (izquierda) y girasolillo (derecha) son herbáceas sufrutes-
centes consumidas por el venado cola blanca. Las herbáceas sufrutecentes tienen un tallo
leñoso solo en la base con el resto de las ramas poco lignificadas. Fotografías © Timothy
E. Fulbright.

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
Capítulo 1

Figura 1.6. Los arbustos (derecha) son de porte mas bajo que los árboles (izquierda) y tienen
tallos múltiples que se originan en la base comparados con los tallos únicos de los árboles.
Fotografías © Timothy E. Fulbright.

las rocas y troncos de especies leñosas. Los líquenes escuamulosos, asemejan


grupos de piedras pequeñas y lisas. Los líquenes foliáceos son crecimientos en
forma de hojas que crecen en las rocas y tallos de las plantas leñosas. Los líque-
nes fruticulosos asemejan plantas miniaturas ramificadas y adheridas al sus-
trato tal como los tallos de plantas leñosas. Los frutos y semillas tales como las
vainas de mesquite, bellotas de encino y otras semillas, constituyen una fuente
importante de alimento para el venado cola blanca (fig. 1.8). Las suculentas in-
cluyen cactus y plantas de los géneros Yucca spp., y Agave spp. (fig. 1.9).

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
Requerimientos de
Hábitat para el Venado
Cola Blanca

Figura 1.7. La hierba de pollo es una herbácea perenne de alta gustocidad para el venado
cola blanca. Fotografía © Timothy E. Fulbright.

Figura 1.8. Las vainas de mesquite (arriba) y frutos de granjeno son ejemplo de frutos
silvestres consumidos por el venado cola blanca. Fotografía © Timothy E. Fulbright.

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
Capítulo 1

Figura 1.9. El nopal (arriba) y la yuca (abajo) son ejemplos de plantas suculentas. El nopal
es un componente importante de las dietas de venado cola blanca durante el verano. Las
hojas de yuca son tambien consumidas por el venado cola blanca. Fotografía © Timothy E.
Fulbright.

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Composición de la Dieta
El venado cola blanca tiende a consumir una amplia variedad de alimentos,
ocasionalmente, puede consumir cosas raras tales como polluelos de aves ca- 
noras (Pietz 2000), sin embargo, las plantas constituyen la mayor parte de su Requerimientos de
dieta. En el norte de México, se consideran 51 especies como importantes en Hábitat para el Venado
la dieta del venado cola blanca en los matorrales de la provincia biótica Ta- Cola Blanca
maulipeca (Villarreal 1999). En la costa del Pacifico en el Estado de Jalisco en
un bosque tropical, Mandujano et al. (1996) determinaron que 140 especies de
28 familias constituyeron las dietas de venado cola blanca. Las familias más
importantes encontradas en las dietas fueron: Euphorbiaceae, Leguminoseae,
Convolvulaceae, Malvaceae, y Bigoniaceae.
Aun cuando los venados cola blanca prueban un gran número de plantas
se concentran en algunas especies clave (Murden et al. 1998). En hábitats de
alta diversidad, los venados cola blanca podrían consumir más de 160 especies
diferentes; sin embargo, menos del 10 de estas plantas podrían constituir un
50 de la dieta (Chamrad y Box 1968). En el estado de Durango, México, sola-
mente 18 de 135 plantas consumidas por el venado se encontraron en más de 1
en las dietas analizadas (Gallina 1984). En la región de los South Texas Plains
de 83 plantas identificadas en las dietas, 10 especies constituyeron 53 de las
dietas de los venados (Everitt y Drawe 1974).
El ramoneo y las herbáceas constituyen en base anual la mayor porción de
las dietas del venado cola blanca comparado con otros tipos de forraje (cua-
dro 1.1). Los venados cola blanca tienen una fuerte preferencia por las hierbas
en comparación con el ramoneo y estas por lo general son más digestibles y
tienen un mayor valor nutricional que el ramoneo. La disponibilidad de her-
báceas en el agostadero depende de muchos factores biológicos y ambientales,
particularmente, la estación del año, la cantidad y distribución de la precipita-
ción, y las características físicas y químicas del suelo.
La intensidad de pastoreo con animales domésticos y las prácticas de ma-
nejo de agostaderos tales como el control de arbustivas también afectan la
producción de herbáceas como se tratará en los capítulos 5 y 7. El ramoneo es
menos afectado por períodos de baja precipitación o por la intensidad de pas-
toreo de los animales domésticos y constituye una fuente de forraje más esta-
ble comparado con las herbáceas. Consecuentemente, la cantidad de ramoneo
en las dietas de venados generalmente, varía inversamente con la abundancia
de herbáceas. En hábitats donde las herbáceas se encuentran disponibles la
mayor parte del año, el venado consume mucho menos ramoneo que en hábi-
tats donde las herbáceas son más escasas.
Muchas especies de herbáceas son invernales y su crecimiento ocurre ma-
yormente a finales del otoño, invierno, y/o a principios de la primavera. En
Texas y el norte de México, las herbáceas anuales de invierno que se multipli-
can a partir de semilla y completan su ciclo de vida en un año o menos gene-
ralmente, se encuentran ausentes durante el verano. Durante la temporada de
altas temperaturas y escasez de humedad estas especies sobreviven en el suelo
a través de semilla. La escasez de humedad y las altas temperaturas durante el
verano también reducen la productividad de las herbáceas perennes. Las her-
báceas constituyen un porcentaje significativo de la dieta de los venados du-
rante la primavera; mientras el ramoneo aumenta en relación con las herbáceas
anuales conforme la abundancia, productividad y gustosidad de las herbáceas

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Cuadro 1.1. Promedio anual de composición de la dieta del venado cola blanca por clase
de forraje
Zacates y
 Localidad Ramoneo Herbáceas ciperáceas Frutos Otros
Capítulo 1 Mexico
Nuevo León (4 ranchos) 94 5 1 nr a nr
Nuevo León (Estudio de
pastoreo)
Pastoreo rotacional 59 29 19 nr nr
Pastoreo continuo 73 21 6 nr nr
Durango 85 13 2 nr nr
Oklahoma
Cross timbers and prairies 41 44 13 8 1
Texas
Edwards Plateau (estudio de 56 35 9 nr 4b
control de arbustivas)
Edwards Plateau (comparación 61 31 8 nr nr
con cabras y ovejas)
Gulf Prairies and Marshes
Suelos arcillosos 13 69 18 nr nr
Suelos arenosos 0 92 8 nr nr
Densidad moderada de venado 3 87 10 nr nr
Alta densidad de venado) 3 76 21 nr nr
Rolling Plains 30 28 19 18 4b
Trans-Pecos c 63 14 4 nr 19 b
Fuente: Datos tomados de Drawe y Box (1968); Bryant, Kothmann, Y Merrill (1979); Kie, drawe, y
Scott (1980); Krausman y Ables (1981); Waid, Warren, y Rollings (1984); Gee et al (1991), Gallina (1993);
Ramírez, Quintanilla, y Aranda (1997); Martínez M. et al. (1997); y Burke (2003).
a
No reportado
b
Material no identificable como clase de forraje
c
Venado cola blanca de la serranía del Carmen en el Big Bend National Park. El ramoneo incluye 35% de
arbustivas y 28% de suculentas.

decrece durante el verano (fig. 1.11). A medida que el calor y la escasez de hu-
medad limitan la cantidad de herbáceas disponibles, el ramoneo se convierte
en el constituyente principal de la dieta de los venados. Durante el verano, el
ramoneo podría constituir casi en su totalidad la dieta de venados en hábitats
semi-áridos. Se puede decir que, el ramoneo frecuentemente funciona como un
puente entre períodos de escasez de humedad o de altas temperaturas cuando
la disponibilidad de herbáceas es limitada.
En ambientes más áridos tales como el oeste de la región de los South Texas
Plains, las herbáceas pueden constituir solamente una pequeña fracción de la
dieta de los venados durante el verano (fig. 1.10). En áreas de mayor precipitación
las herbáceas podrían dominar las dietas del venado a través del año (fig. 1.11).
El consumo de herbáceas por venado en relación con el ramoneo podría incre-
mentarse al final del otoño y en el invierno, a menos que el invierno sea inusual-
mente frío y seco. En hábitats más templados en Oklahoma, el norte de Texas, y
la región del Edward’s Plateau en Texas la tendencia del consumo de herbáceas
es inversa y los venados consumen un mayor porcentaje de herbáceas durante el
verano y dependen fuertemente del ramoneo durante el invierno (fig. 1.12; Gee
et al. 1991; Burke 2003). El venado cola blanca de las Serranias del Carmen en la
región de Tans-Pecos en Texas consumió más herbáceas durante el verano que
en otras estaciones del año (fig. 1.13; Krausman y Ables 1981).

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Las herbáceas son más escasas en ambientes áridos y semi-áridos compa-
rados con los hábitats sub-húmedos excepto inmediatamente después de las
lluvias. Las herbáceas anuales con frecuencia son muy abundantes inmediata-
mente después de una lluvia considerable en ambientes áridos y semi-áridos, 
sin embargo, esta abundancia es temporal y desaparecen conforme la disponi- Requerimientos de
bilidad de humedad decrece. Consecuentemente, en promedio durante el año Hábitat para el Venado
las dietas de venado cola blanca en hábitats áridos y semi-áridos tienden a estar Cola Blanca
constituidas primordialmente de ramoneo y suculentas mientras que las herbá-
ceas forman parte importante de las dietas solo por períodos cortos de tiempo.
Por ejemplo, en la reserva de la biosfera “La Michilia” en el estado de Durango
en México los arbustos y árboles constituyeron el 85 de la dieta anual de los
venados cola blanca (Gallina 1993). En las dietas del venado cola blanca de las
montañas del Carmen en el Parque Nacional del Big Bend en la región de Trans-
Pecos Texas, el ramoneo y las suculentas constituyeron el 63 del volumen
(Krausman y Ables 1981).
La producción y abundancia de herbáceas perennes es mayor en ambientes
sub-húmedos donde la precipitación se distribuye más uniformemente a tra-
vés de las estaciones del año. La dieta de venado cola blanca en ambientes más
húmedos en promedio anual, tiende a estar constituida, primordialmente por
herbáceas y el ramoneo constituye una fracción importante de las dietas du-
rante los períodos de baja precipitación, sequía o durante la parte más caliente
del año (fig. 1.11).
Los suelos varían en su capacidad para sostener diferentes comunidades de
herbáceas y su producción de biomasa. La variación en la composición de las
dietas de venado cola blanca de una localidad a otra depende en parte de la
textura del suelo dominante o de las series de suelos. Una serie de suelos es
la unidad básica de clasificación y se basa en el tipo y arreglo de los horizon-
tes de suelo, la textura, color, y otras propiedades. Como un ejemplo de cómo

Figura 1.10. Las herbáceas típicamente constituyen un porcentaje importante de las dietas
de venado cola blanca en la región de los South Texas Plains; mientras que el venado
incrementa el consumo de ramoneo y cactáceas en relación con las herbáceas conforme la
abundancia y de las herbáceas anuales y la productividad y palatabilidad de las herbáceas
perennes declina durante el verano. Adaptado de Arnold y Drawe (1979).

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
Capítulo 1

Figura 1.11. Tendencia temporal de las dietas por clase de forraje en el Welder Wildlife
Refuge en la región de las Gulf Prairies and Marshes. Las herbaceas podrian dominar las
dietas de venado cola blanca a través del año en áreas de mayor precipitación tales como el
Welder Wildlife Refuge, el cual recibe 89.9 cm de precipitación anual. Adaptado de Drawe
y Box (1968).

la proporción relativa de ramoneo y herbáceas en la dieta de los venados cola


blanca puede variar entre tipos de suelo, las dietas del venado cola blanca a
mediados del verano en suelos arcillos pesados en la Welder Wildlife Refuge
en la zona costera de Texas consistieron de 53 herbáceas, 45 ramoneo (in-
cluyendo vainas, bellotas y otras semillas), y 2 zacates, comparado con 70, 22,
y 8 para los mismos componentes, respectivamente, pero en suelos arenosos
(Drawe 1968). En el mismo estudio en suelos arenosos pero a mediados del ve-

A4129.indb 20 1/29/07 9:26:45 AM


rano las dietas estuvieron constituidas por 70 de herbáceas, 22 de ramoneo,
y 8 de zacates.
Aún cuando el ramoneo y las herbáceas con frecuencia son los componentes
dominantes en las dietas de venado cola blanca, en ocasiones en hábitats espe- 
cíficos los líquenes, zacates, suculentas, frutos, y semillas pueden constituir un Requerimientos de
Hábitat para el Venado
Cola Blanca

Figura 1.12. Tendencia temporal de la composición botánica de las dietas de venado cola
blanca por clase de forraje en la región de los Cross Timbers and Prairies y los Rolling
Plains en Texas. En Oklahoma y el norte de Texas el venado consume un porcentaje mas
alto de herbáceas durante el verano comparado con otras estaciones del año. Adaptado de
Gee et al. (1991) y Burke (2003).

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
Capítulo 1

Figura 1.13. Cambios estaciónales en composición botánica de las dietas del venado cola
blanca por clase de forraje en la regiones de Edwards Plateau y Trans-Pecos en Texas. Adap-
tado de Krausman y Ables (1981) y Waid et al. (1984).

alto porcentaje de la dieta. Por lo general los líquenes representan un porcentaje


pequeño de la dieta del venado (Fulbright et al. 1993a). Sin embargo, bajo ciertas
condiciones los líquenes pueden ser componentes importantes de la dieta, por
ejemplo en los casos en los que se realizan aplicaciones de herbicida para el con-
trol de especies arbustivas, esto resulta en un incremento en la colonización de
líquenes en las especies de arbustivas muertas (Fulbright y Garza 1991).

A4129.indb 22 1/29/07 9:26:47 AM


El venado cola blanca puede utilizar fuertemente las suculentas y el rebrote
de zacates después de una lluvia. Las puntas de las hojas en crecimiento son al-
tamente digestibles, sin embargo, los venados no pueden digerir eficientemente
los zacates maduros debido a su anatomía digestiva (Hanley 1982). Durante los 
períodos húmedos cuando las plantas crecen rápidamente, el zacate podría Requerimientos de
constituir más del 40 de la dieta del venado (Meyer, Brown, y Graham 1984). Hábitat para el Venado
El porcentaje de zacates maduros en las dietas del venado cola blanca se incre- Cola Blanca
menta cuando la densidad de población es demasiado alta (Kie y Bowyer 1999;
cuadro 1.1).
Excepto en los períodos en que los zacates y las suculentas crecen rápida-
mente, una alta proporción (más de 20) de zacates en las dietas de venados
indica un sobreuso del hábitat y una pobre nutrición (Kie, Drawe, y Scott 1980).
Los frutos y semillas con frecuencia son muy preferidos por el venado cola
blanca y regularmente son una fuente importante de forraje; sin embargo, su
disponibilidad es estacional. Las vainas de mesquite comúnmente representan
una fuente de forraje muy importante para el venado durante los veranos se-
cos cuando existe baja disponibilidad de otros alimentos. Las bellotas, son de
importancia crítica para la alimentación del venado en áreas como el Edward’s
Plateau en Texas y en los bosques de encino en el sur de Texas (Fulbright y
Garza 1991; Texas Parks and Wildlife Department 1991). En sitios de vegeta-
ción dominados por encino en México las bellotas llegan a constituir un 38
de las dietas de venado cola blanca (Villarreal 1999).
El nopal es una cactácea de importancia estacional en la dieta del venado
cola blanca. Las frutas y pencas de nopal podrían representar casi la mitad de
la dieta de venado cola blanca durante el verano en el oeste de la región de los
South Texas Plains (Arnold y Drawe 1979) (fig. 1.10). El nopal y el muérdago
constituyeron el 65 y 15 de las dietas de invierno del venado cola blanca, res-
pectivamente, en la región de los Rolling Plains en Texas (Quinton y Horejsi
1977). El contenido de nopal en la dieta de venado cola blanca en el norte de
México promedió 35 (Villarreal 1991). El venado también utiliza Yuca y tasa-
jillo (Everitt y Drawe 1974). En la región de Trans-Pecos en Texas, el contenido
de suculentas en las dietas de venado cola blanca de las Serranias del Carmen
vario de 7 del volumen total al final del verano a 49 durante la primavera
(Krausman y Ables 1981).

El Efecto del Sexo y la Edad en la Composición de la Dieta


La composición de la dieta posiblemente este relacionada y puede variar entre
sexos y edades en venado cola blanca. Las diferencias en la composición de la
dieta podrían deberse a la segregación y a la utilización de diferentes hábitats.
El mayor tamaño corporal de los machos comparados con las hembras les po-
dría permitir a los machos una dieta con mayor contenido de fibra, aun cuando
los resultados de pruebas de digestión in vivo sugieren que existe poca diferen-
cia en la eficiencia digestiva entre sexos (Osborn, Ginett, y Cooper 2002).
El traslape en el contenido de las dietas de hembras y machos puede ser
mayor en hábitats manejados apropiadamente. En los casos en los que la den-
sidad de venados es muy alta, el incremento en la competencia entre machos
y hembras podría resultar en diferencias más pronunciadas en la composi-
ción de la dieta. Con densidades de venado moderadas las dietas de hembras
y machos se traslaparon en la región costera de Texas aun cuando los hábitats

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utilizados en la temporada de parición fueron diferentes (Kie y Bowyer 1999).
Sin embargo, cuando la densidad de población fue alta, las dietas de machos
y hembras fueron similares y el contenido de ramoneo y zacates fue más alto
 que el consumo de herbáceas y esta relación fue más pronunciada en los ma-
Capítulo 1 chos. La composición de la dieta de cervatos fue similar a la de los adultos.
Esta similaridad se incrementó conforme la edad de los cervatos avanzó (Kie,
Drawe, y Scott 1980).

Valor de los Forrajes para el Venado


Es necesario considerar que cuando se evalúa el valor de los forrajes para vena-
dos, hipotéticamente, es más importante implementar un manejo que permita
tener una mayor diversidad de plantas que concentrar los esfuerzos en ciertas
plantas de mayor preferencia. Por lo tanto, es necesario ser extremadamente
cuidadoso al categorizar plantas como buenas, regulares, o pobres en base a
su valor forrajero para el venado cola blanca, dado que es más importante la
diversidad. Aún cuando ciertas plantas como la hierba del pollo o el tomatillo
pueden resultar en estudios de composición de la dieta como plantas preferi-
das y plantas como el coyotillo como plantas no preferidas, la realidad es que
el venado utiliza una amplia variedad de especies. El venado cola blanca por lo
general es más capaz de llenar sus requerimientos nutricionales en comunida-
des de plantas nativas con alta diversidad (DelGiudice et al. 1991). En el oeste de
la región de los South Texas Plains, los machos maduros prefieren áreas con 18
a 20 diferentes especies arbustivas. Los venados pueden fácilmente cambiar de
fuentes de forraje conforme a la disponibilidad. El valor de la diversidad para
venado cola blanca podría estribar en el hecho de que una especie de planta
podría ser más nutritiva durante una estación del año; mientras otras podrían
ser más nutritivas en otra época del año. Consecuentemente, entre mayor sea
la variedad de especies de plantas, la posibilidad de encontrar alimento nutri-
tivo en cualquier tiempo del año se incrementa. Además, diferentes especies
arbustivas, podrían producir frutos y semillas en diferentes épocas del año. En
general el ramoneo de mesquite por el venado es mínimo, pero las vainas de
mesquite son de importancia crítica durante el verano. Los encinos producen
bellotas durante el otoño, desde este punto de vista, una mezcla de mezquite
y encino asegura un período prolongado de disponibilidad de frutos y semi-
llas. De la misma forma plantas que nos son ramoneadas o pastoreadas pueden
ser importantes para cobertura o raspaderos para remover el terciopelo de las
astas. El coyotillo puede resultar tóxico para el venado pero su valor como co-
bertura de escape es importante, especialmente durante el invierno debido a
que permanece verde (Taylor et al. 1997).
Otra razón por lo que es importante ser cauteloso cuando se trata de cla-
sificar el valor forrajero de plantas para el venado es el tipo de muestreo que
se realiza en los estudios de composición de dietas. En la mayoría de los ca-
sos los muestreos se realizan en forma estacional, 4 veces al año. El venado
cola blanca podría utilizar intensamente ciertas plantas o partes de una planta
durante solo unas semanas en el año o bajo ciertas condiciones ambientales,
sin embargo, el tipo de muestreo que se realiza puede no detectar las plantas
consumidas en estos períodos. Podría ser el caso que muchas plantas que no se
consideran importantes para el venado no se hayan identificado en las dietas
simplemente porque el muestreo no se realizó en la parte del año donde los

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venados las consumieron o bajo las condiciones ambientales en las que estas
plantas son utilizadas intensamente.
El venado cola blanca puede consumir grandes cantidades de algunas plan-
tas bajo ciertas condiciones ambientales que ocurren esporádicamente tales 
como distribución de la precipitación, determinadas condiciones de tempe- Requerimientos de
ratura o una combinación de ambas. Curiosamente, se ha observado la utili- Hábitat para el Venado
zación intensa de flores de chaparro prieto por venados por breve período de Cola Blanca
tiempo (aproximadamente 2 semanas) durante la primavera. Muchas plantas
anuales efímeras en ambientes secos completan su ciclo de vida en 8 semanas
aproximadamente (Ffolliott et al. 2002), en esta situación, un muestreo reali-
zado cada tres meses podría perder completamente la oportunidad de colectar
muestras cuando el venado está utilizando estas plantas.
Finalmente, es necesario ser cuidadoso al valorar las plantas para el venado
cola blanca en virtud de que los métodos utilizados para determinar la com-
posición de la dieta son imperfectos y podrían no detectar plantas importantes
para el venado, tales como, las flores de nopal que son consumidas por el ve-
nado pero que raramente se detectan en las dietas usando los métodos tradi-
cionales de análisis.

Cobertura del Habitat


En forma general se tiende a dar un mayor énfasis a la disponibilidad de ali-
mento que a la cobertura. Sin embargo, la cobertura es tan crítica para el ve-
nado como lo es la disponibilidad de alimento. Las especies leñosas, suculen-
tas, zacates altos, herbáceas entre otras características topográficas del sitio
como formaciones rocosas y cañones proporcionan cobertura para el venado.
En general, las plantas leñosas son las más importantes para la cobertura de
machos adultos, mientras que los zacates de porte mediano y alto sirven como
cobertura para los cervatos. Los venados cola blanca pueden persistir en hábi-
tats relativamente abiertos; sin embargo, las densidades de población en estas
áreas son de 33 a 50 de las que se encuentran cerca de los matorrales (Inglis
et al. 1986).

Tipos de Cobertura
La cobertura puede clasificarse en cobertura de descanso, sesteo, protección, y
térmica. El tamaño de las áreas utilizadas como cobertura de descanso o ses-
teo deben comprender varias hectáreas con cobertura densa (Inglis et al. 1986).
La cobertura de protección o escondite, es aquella en la que el animal se siente
a salvo de humanos y depredadores. Los machos adultos en el oeste del sur
de Texas prefieren áreas con una densa cobertura de protección (Pollock et al.
1994). La preferencia de áreas con cobertura de protección varia dependiendo
del sexo, la estación, y la edad. En el Welder Wildlife Refuge en el sur de Texas,
Kie y Bowyer (1999) encontraron que las hembras paridas prefieren áreas con
mayor densidad de arbustos que los machos (fig. 1.14). Durante la temporada
de cacería, el venado evita los espacios abiertos y se moviliza a hábitats con
cobertura densa y realiza la mayor parte de sus movimientos durante la noche
(Kilgo, Labisky, y Fritzen 1998).
La cobertura térmica sirve de protección al venado cuando las temperatu-
ras son extremas. La sombra que proveen las copas de los árboles altos puede
ser muy importante para la termoregulación de los venados, particularmente

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
Capítulo 1

Figura 1.14. Las hembras con cría utilizan áreas con vegetación mas densa que los machos.
Fotografía © Timothy E. Fulbright.

Figura 1.15. Durante el verano, los venados se mantienen en descanso bajo la sombra de la
vegetación arbustiva la mayor parte del día para evitar el calor. Fotografía © Timothy E.
Fulbright.

en el verano cuando las temperaturas son elevadas. En estas condiciones, los


venados permanecen en descanso en áreas de sombra densa la mayor parte
del día (fig. 1.15). La vegetación alta que se encuentra en las áreas de drenaje
o derramaderos son muy importantes como cobertura térmica (Inglis et al.
1986). Las temperaturas durante el verano son mucho más bajas en estas áreas
sombreadas que en los espacios abiertos. En el este de Texas, la temperatura
superficial del suelo promedió 61°C en áreas abiertas de pastizal comparado
con 48°C bajo la sombra de los mesquites (Fulbright, Kuti, y Tipton 1995). Las

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áreas sombreadas bajo los árboles permiten a los venados reducir el estrés por
altas temperaturas en el verano y protegerse del frío en el invierno.
Los venados utilizan energía para mantener la temperatura apropiada del
cuerpo cuando la temperatura ambiente es alta o baja. La energía disponible 
en el forraje por lo general, es muy baja durante el verano e invierno. Los ve- Requerimientos de
nados minimizan el gasto energético evitando el estrés por calor o frío mante- Hábitat para el Venado
niendo un balance energético positivo. Cola Blanca

Requerimientos de Cobertura de Arbustivas para el Venado


La cobertura aérea es el porcentaje de suelo cubierto por las copas de árboles
y arbustos visualizadas desde la parte superior de la planta. La definición del
porcentaje óptimo de cobertura aérea de vegetación arbustiva para venado
cola blanca ha sido tema de debate. La cobertura de plantas leñosas es un com-
ponente importante del hábitat del venado desde el punto de vista funcional y
estructural. La vegetación arbustiva influye la capacidad nutricional del hábi-
tat dado que provee ramoneo, frutos y semillas, además de servir como plantas
nodriza para diferentes especies herbáceas importantes en la dieta del venado,
y de cobertura térmica y de protección. El porcentaje óptimo de cobertura de
vegetación arbustiva para el venado cola blanca es difícil de determinar dado
que esta tiene múltiples funciones. La cantidad de vegetación arbustiva reque-
rida por el venado para alimentación versus la cobertura térmica o de protec-
ción no ha sido claramente definida.
Por lo general, los requerimientos de cobertura arbustiva son menores en
hábitats donde la productividad de las herbáceas es mayor y en climás templa-
dos donde no se presentan temperaturas extremosas (fig. 1.16). Los requeri-

Figura 1.16. Relación hipotética entre la cobertura de la vegetación arbustiva y la densidad


de venados en habitáts con alta y baja disponibilidad de herbáceas y promedio anual de
temperaturas calientes. Una mayor cobertura arbustiva es necesaria para el venado en
ambientes mas calientes y baja disponibilidad de herbáceas.

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
Capítulo 1

Figura 1.17. Los requerimientos de cobertura arbustiva para el venado cola blanca varían
dependiendo de la hora del día, sexo y edad, y la estación del año.

mientos de cobertura para el venado cola blanca también dependen de los atri-
butos estructurales de la vegetación tales como altura de las plantas leñosas,
composición de la comunidad vegetal, disturbio de la vegetación y topografía
del terreno. Para complicar más la situación, los requerimientos de cobertura
arbustiva para el venado cola blanca podrían variar con la hora del día, sexo,
edad de los venados y la estación del año (fig. 1.17).
La literatura disponible sobre los requerimientos de cobertura arbustiva
para el venado cola blanca es insuficiente. En las regiones de Trans-Pecos, los
Rolling Plains, y los High Plains de Texas, los requerimientos de cobertura
arbustiva promediaron 43 en áreas con bajas densidades de población, com-
parado con 63 para áreas con altas densidades de venado (Wiggers y Beasom
1986). Estos resultados sugieren que alrededor de 60 de cobertura arbustiva
y 40 de cobertura herbácea sería el ideal para el venado cola blanca. Sin em-
bargo, mogotes con mayor cobertura arbustiva tienden a ser la parte del agos-
tadero más utilizada por el venado, dependiendo del sexo y la estación del año.
Por ejemplo, Pollock et al. (1994) evaluó el uso del hábitat por venados cola
blanca adultos en cuadrantes de 2.25 ha de extensión al oeste de la región de
los South Texas Plains. Los adultos machos prefirieron áreas con más de 85
de cobertura arbustiva y alta riqueza de especies leñosas. La riqueza de especies
es número de especies/unidad de área. En contraste, los machos en el Welder
Wildlife Refuge, en los casos en los que las herbáceas eran abundantes prefi-
rieron hábitats con menos de 27 de cobertura arbustiva. En el sur de Texas la

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cobertura arbustiva es especialmente importante durante el verano, en el oeste
de la región de los South Texas Plains, no existió relación entre la cobertura
arbustiva y la densidad de venado durante el período de noviembre a enero, sin

embargo, durante el verano la densidad de venado se incrementó al aumentar
Requerimientos de
la cobertura arbustiva (fig. 1.18; Steuter y Wright 1980). Las densidades más al-
Hábitat para el Venado
tas de venado durante el verano ocurrieron en áreas con la mayor cobertura
Cola Blanca
arbustiva. Sitios con menos de 50 de cobertura arbustiva fueron utilizados
más intensamente cuando la diversidad de la vegetación fue alta, mientras que
no existió relación entre la diversidad y la intensidad de uso en sitios con más
de 51 de cobertura arbustiva.
Los machos y las hembras podrían concentrar sus actividades en diferentes
hábitats en ciertas temporadas del año. En las densidades moderadas de po-
blación, las hembras paridas utilizaron los hábitats con la más alta cobertura
arbustiva disponible (34 a 55) para evitar depredadores; mientras que los ma-
chos prefirieron hábitats dominados por vegetación herbácea (Kie y Bowyer
1999). En las densidades altas de población las preferencias de cobertura ar-
bustiva cambiaron y machos y hembras utilizaron áreas con mayor cobertura
arbustiva. En el norte de México, los machos prefirieron hábitats más abiertos,
mientras que las hembras utilizaron más las áreas con cobertura arbustiva
densa (Bello, Gallina, y Equiha 2001).
El venado cola blanca prefiere áreas dominadas por vegetación herbácea
para alimentarse, sin embargo, las áreas dominadas por vegetación arbustiva
son un componente crítico del hábitat. La investigación realizada para deter-
minar las necesidades de cobertura arbustiva es insuficiente y se encuentran
disponibles solamente algunas piezas del rompe-cabezas sobre las que se tiene
que especular sobre las necesidades. En base a los resultados discutidos ante-
riormente, las preferencias de cobertura arbustiva por el venado cola blanca
parecen diferir entre los hábitats más húmedos que son altamente producti-
vos en vegetación herbácea y los hábitats semi-áridos donde las herbáceas son

Figura 1.18. Relación entre cobertura de arbustivas y densidad de venado cola blanca
durante el verano en el oeste del sur de Texas. Adaptado de Steuter y Wright (1980).

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
Capítulo 1

Figura 1.19. La cobertura óptima para sitios de descanso de las crías de venado cola blanca
consiste de una asociación de cobertura de arbustivas con zacates de porte medio y alto.
Fotografía © Timothy E. Fulbright.

escasas y las altas temperaturas del verano hacen difícil para el venado el man-
tenimiento del balance energético.
En hábitats semi-áridos una proporción de 60 de cobertura arbustiva y un
40 de cobertura herbácea podría ser lo más deseable, sin embargo, áreas de ve-
getación arbustiva muy densa y con alta diversidad de especies son un compo-
nente extremadamente importante en el hábitat y deberían encontrarse disper-
sas uniformemente en el agostadero de tal manera que el venado tuviera acceso
a una o más áreas con cobertura arbustiva 85 a 100. En hábitats más húmedos
se requieren áreas con cobertura arbustiva densa (34 a 55) especialmente du-
rante la temporada de parición y cuando la densidad de población es alta.
La cobertura óptima de los sitios de descanso para los cervatos consiste de
vegetación arbustiva combinada con zacates de porte medio y alto (fig. 1.19).
Los cervatos seleccionan sitios de descanso con cobertura de protección más
densa que la existente en el área alrededor y la mitad de estos sitios se encuen-
tran cerca de la vegetación arbustiva (Hyde, DeYoung y Garza 1987). Resulta-
dos similares se han encontrado en Iowa, donde los cervatos escogieron sitios
de descanso con mayor cobertura arbustiva y menos herbáceas de porte bajo y
enredaderas que en las áreas adyacentes (Huegel, Dahlgren, y Gladfelter 1986).
Los cervatos no utilizan las áreas que han sido pastoreadas severamente por
ganado doméstico como sitios de descanso (Garner, Powell, y Morrison 1979).
La cobertura alta de especies arbóreas podría reducir la temperatura superfi-
cial del suelo y favorecer la sobrevivencia de cervatos. Los pastos de porte alto
pueden proteger a los cervatos de las altas temperaturas además de proveer co-
bertura de protección donde estos pueden esconderse.

Espacio
Todos los organismos necesitan un área para vivir. El conocimiento de las ne-
cesidades de espacio del venado cola blanca es fundamental para el manejo

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del hábitat. Las poblaciones de venado persisten solamente donde el espacio
utilizable es suficiente.

Espacio Utilizable 
El espacio utilizable es la porción del hábitat que es ó puede ser utilizado por Requerimientos de
el venado cola blanca. No todo el espacio en el agostadero es útil como hábitat Hábitat para el Venado
para el venado. Ejemplos de espacio que no es útil incluye caminos, praderas de Cola Blanca
zacate bermuda sin vegetación arbustiva, áreas de cultivo, y áreas recubiertas
con caliche alrededor de pozos petroleros. Las áreas de espacio utilizable po-
drían estar aisladas de otras áreas utilizables por terrenos dedicados a la agri-
cultura u otras barreras naturales lo cual, constituye lo que se conoce como
fragmentación del hábitat. Las áreas aisladas de hábitat que no son aprovecha-
das por el venado no deberían considerarse espacio utilizable. La planeación
del manejo no debería considerar estas áreas no aprovechables como espacio
utilizable en los cálculos de capacidad de carga.

Preferencia del Venado por Comunidades Vegetales


No todas las comunidades vegetales tienen el mismo valor para el venado cola
blanca. Las comunidades vegetales son grupos de plantas que pueden distin-
guirse de otros grupos por la combinación de especies que las conforman. El
hábitat optimo para el venado cola blanca es aquel que presenta un alto grado
de yuxtaposición de tipos de cobertura distribuidos uniformemente a través
del agostadero, incluyendo áreas abiertas, y cobertura térmica y de protección.
La yuxtaposición se refiere a la proximidad de alimento, cobertura, y agua. En
una situación ideal, la distribución espacial del alimento, cobertura, y agua en
el hábitat debe ser uniforme, no es deseable que las los recursos se encuentren
concentrados en una parte del hábitat. Los agostaderos con áreas abiertas do-
minadas por especies herbáceas y zacates con buena distribución y rodeados
por vegetación arbustiva proveen el hábitat óptimo para el venado cola blanca.
Los venados prefieren los espacios abiertos sin arbustos o casi sin ellos entre
mogotes de arbustivas como áreas de alimentación (Inglis et al. 1986; Stewart,
Fulbright, y Drawe 2000). Los espacios abiertos entre la vegetación arbustiva
son medulares en el hábitat de alimentación nocturna (Inglis et al. 1986). En
las comunidades de matorral espinoso Tamaulipeco que dominan una buena
parte de la región de los South Texas Plains, el tamaño optimo de las áreas
abiertas es aproximadamente 8.1 ha (Naderman 1979) y estos claros debieran
estar rodeados de vegetación arbustiva para proveer cobertura térmica, de pro-
tección, y de descanso, además de corredores que permitan el movimiento se-
guro hacia las áreas de alimentación, descanso y abrevadero.
Las comunidades de vegetación que el venado evita no deberían conside-
rarse al determinar espacio utilizable en una unidad de manejo. McMahan y
Inglis (1974) estudiaron el uso de 12 diferentes comunidades de vegetacion por
el venado cola blanca: matorrales dominados por: chaparro prieto, colubrina,
gobernadora, guajillo, guayacán, y mixtos; derramaderos con: granjeno, palo
blanco, y mezquite; sabana con mezquite, mezquital cerrado, y áreas barbecha-
das. Los derramaderos con mezquite fueron la comunidad de mayor preferencia
independientemente de la estación del año, mientras que las áreas barbechadas
y los derramaderos con granjeno fueron evitadas consistentemente. En el norte
de México, Bello et al. (1998) reportaron que después de la corrida ambos sexos

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prefirieron las áreas de drenaje natural o derramaderos con chaparro prieto y
granjeno, y evitaron las áreas combinadas de mesquite y chaparro prieto.
Las áreas de drenaje natural son hábitats de importancia crítica para el ve-
 nado cola blanca. Las densidades de venado con frecuencia son más altas en
Capítulo 1 hábitats con abundancia de vegetación que en áreas inundables y derramade-
ros (Darr y Klebenow 1975; Beasom, Inglis y Scifres 1982). Los derramaderos
reciben las corrientes de agua de los terrenos circundantes y por lo tanto la ve-
getación es más vigorosa que en las áreas altas. Los drenajes naturales y áreas
inundables temporales reciben el nombre de áreas riparias. La vegetación alta
de las áreas riparias ofrece sitios de alimentación y descanso además de cober-
tura térmica y de protección. En áreas de vegetación escasa en el Big Bend Na-
cional Park, 63 de los sitios de descanso de venado cola blanca de la sierra del
Carmen fueron derramaderos (Krausman y Ables 1981). Las áreas de drenaje
natural sirven además como corredores de movimiento que interconectan las
áreas altas adyacentes.
La preferencia en diferentes comunidades de plantas cambia estacional-
mente. McMahan y Inglis (1974) reportaron que los drenajes con matorrales de
mezquite y guajillo fué la comunidad más preferida durante el verano y otoño,
los drenajes con palo blanco fueron los más preferidos durante el invierno.

El Tamaño del Ambito Hogareño del Venado Cola Blanca


La cantidad de espacio utilizable requerido por el venado cola blanca depende
del sexo, la edad, estación del año, productividad del hábitat, la yuxtaposición
y distribución de los componentes necesarios del hábitat en el agostadero. El
espacio en el que un venado vive y utiliza recibe el nombre de ámbito hoga-
reño. Un venado adulto tiende a utilizar el mismo ámbito hogareño año tras
año (Tierson et al. 1985; Inglis et al. 1986).
Los venados pasan la mayor parte del tiempo dentro de las subdivisiones de
su ámbito hogareño que reciben el nombre de centros de actividad (Inglis et al.
1986). Un venado normalmente tiene varios centros de actividad dentro de su
ámbito hogareño en raras ocasiones hay individuos que tienen solo uno. Los
centros de actividad regularmente sirven como áreas de alimentación, reposo,
o descanso y por lo tanto los venados los visitan en tiempos específicos. En el
norte de México los centros de actividad variaron de 59 a 63 ha (Gallina y Bello
1998). En el sur de Texas variaron de 0.8 a 15 ha (Inglis et al. 1986). Estos pue-
den cambiar dependiendo de las variaciones en la disponibilidad de forraje.
En Nebraska, los venados cola blanca cambiaron sus centros de actividad a 174
m en dirección a los sembradíos de maíz, cuando las plantas estaban en espiga
y jilote, y después de la cosecha los venado cambiaron su centro de actividad a
154 m dentro de la vegetación arbustiva (VerCauteren y Hygnstrom 1998).
En general, los machos cola blanca tienen ámbitos hogareños más grandes
que las hembras (cuadro 1.2). El mayor tamaño corporal de los machos resulta
en una demanda absoluta de forraje mayor que en las hembras, por lo tanto,
los machos requieren de un mayor espacio para llenar sus necesidades (Beier y
McCullough 1990). Por otro lado, el uso de áreas con forraje de menor calidad
que las utilizadas por las hembras durante ciertas estaciones puede resultar en
la necesidad de áreas de mayor tamaño.
El tamaño de los ámbitos hogareños varía de acuerdo a la estación del año.
En 2 estudios realizados en el sur de Texas los ámbitos hogareños de machos

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Cuadro 1.2. Tamaño de los ámbitos hogareños (hectáreas) para venado cola blanca
Localidad Machos Hembras
México
Nuevo León (año seco) 255 271 
Nuevo León (año húmedo) 198 212 Requerimientos de
Texas Hábitat para el Venado
Eastern South Texas Plains 588–1,387 154–381
Western South Texas Plains 264 189
Cola Blanca
Gulf Prairies and Marshes (raiotelemetría) 140 87
Gulf Prairies and Marshes (observación de
venados marcados) ≤219 61
Fuente: Datos tomados de Michael (1965); Inglis, Brown, McMahan, y Hood (1986); Hyde (1987);
y Bello et al. (1998).

y hembras tendió a ser más pequeño durante la corrida comparado con otras
épocas del año (Inglis et al. 1986; Hyde 1987). El mayor tamaño del ámbito hoga-
reño de los machos durante la temporada de empadre podría deberse a la bús-
queda de hembras en celo. En el norte de México los ámbitos hogareños se in-
crementaron durante la estación reproductiva para hembras y machos y los de
menor tamaño correspondieron a hembras lactantes (Gallina y Gutierrez 1998).
Los ámbitos hogareños y la movilidad de las hembras con una densidad de po-
blación baja resultaron mayores antes del inicio de la temporada de empadre y
durante y después finalizar la estación reproductiva (Labisky y Fritzen 1998).
Las hembras se separan de otros animales antes del parto y establecen
ámbitos hogareños exclusivos para criar los cervatos (Ozoga, Verme, y Bienz
1982; Schwede, Henrichs, y McShea 1993). Las hembras muestran un comporta-
miento territorial por las primeras 4 a 6 semanas después del parto y expulsan
otros venados de su ámbito hogareño, el cual incluye prácticamente todos los
sitios de reposo y descanso de las crías. Las hembras se aíslan aún de sus pro-
pias crías de años anteriores mostrándose cada vez más agresivas seconforme
se acerca el parto. En base a la investigación desarrollada en Michigan, los ám-
bitos hogareños de los cervatos y sus madres podrían incrementarse conforme
aumenta la edad de las crías (Ozoga y Verme 1986). Los ámbitos hogareños de
los cervatos nacidos de madres maduras (de más de 4 años) variaron de 5.9 ha
en las primeras 2 semanas de vida a 16.2 ha entre las 10 y 12 semanas de edad.
Los ámbitos hogareños de las hembras maduras variaron de 10.8 ha del naci-
miento de las crías a 2 semanas después del parto hasta 18.9 ha a las 10 a 12 se-
manas de edad de las crías. En la región de los South Texas Plains los ámbitos
hogareños de cervatos que perdieron a su madre fueron más pequeños (191 ha)
comparados con los que se mantuvieron con la madre (314 ha) (Giuliano et al.
1999). El ámbito hogareño de cervatos hembras y machos fue similar.
La productividad del hábitat influencía los ámbitos hogareños parcialmente
debido a la necesidad de los venados de una área más grande para llenar sus
requerimientos de forraje en hábitats de baja productividad. Los ámbitos ho-
gareños son más grandes en hábitats semiáridos que en hábitats sub-húmedos
secos. En áreas de 51 cm de promedio anual de precipitación en el oeste de la
región de los South Texas Plains, los ámbitos hogareños fueron el doble de ta-
maño que en áreas de 76 cm precipitación en la región de las Gulf Prairies and
Marshes en Texas (Inglis et al. 1986) (cuadro 1.2). En Nuevo León, México, los
ámbitos hogareños fueron aproximadamente 20 más pequeños para hembras

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y machos en un año húmedo comparado con un año seco (Bello et al. 1998).
Los ámbitos hogareños pueden ser más grandes en áreas con suelos infértiles
comparado con suelos de mayor fertilidad. El tamaño promedio anual de los
 ámbitos hogareños de hembras se incrementa con el aumento en la densidad
Capítulo 1 de población (Kilpatrick Spohr, y Lima 2001).
Cuando las necesidades básicas del venado se pueden llenar en un área
pequeña, entonces el ámbito hogareño será menor comparado con un hábi-
tat donde las necesidades básicas se encuentran más espaciadas. Los ámbitos
hogareños son más pequeños en hábitats con un alto grado de yuxtaposición
y distribución de las comunidades vegetales, alimento, agua, y cobertura en
virtud de que los venados reúnen sus requerimientos en un área relativamente
más pequeña (Beier y McCullough 1990).

Movimientos del Venado Cola Blanca


En ocasiones los venados deambulan dentro de sus ámbitos hogareños. Estos
movimientos se conocen como viajes (Inglis et al. 1986). Las condiciones del fo-
rraje y la cobertura dentro del ámbito hogareño pueden variar temporalmente
debido a una sequía u otros factores y bajo estas condiciones los venados pue-
den trasladarse para encontrar sitios con mejores condiciones de forraje o co-
bertura que pudieran usar temporalmente. El disturbio causado por humanos
o la escasez de agua puede forzar a los venados a trasladarse a áreas con menos
disturbio y mayor disponibilidad de agua. Cuando los venados permanecen
en la nueva área a donde se han trasladado, esto se conoce como dispersión y
en estos casos los venados no retornan a su ámbito hogareño original.
En una población de venado cola blanca, los machos de menos de 3 años de
edad son los que se dispersan con más frecuencia y los machos de año se dis-
persan más que cualquier categoría de edad o sexo dentro de la población (Nel-
son y Mech 1984), siendo los que pueden separar de sus madres e iniciar viajes
de exploración cuando tienen aproximadamente un año de edad. En el oeste
de las planicies del sur de Texas, la mitad de los machos de año en la población
de venados se dispersaron en promedio 4.25 km de su ámbito hogareño original
(McCoy 2001). Adicionalmente, otro 18 de los machos de año utilizaron su
ámbito hogareño original pero comenzaron a utilizar nuevas áreas a una dis-
tancia de 3.2 a 5.6 km fuera de su ámbito hogareño original. Los machos de año
restantes permanecieron en su ámbito hogareño original. En un hábitat más
productivo en el este de las planicies del sur de Texas, McCoy (2001) encontró
que solamente 26 de los machos de año se dispersaron, 18 utilizaron su ám-
bito hogareño original en combinación con nuevas áreas, y un 56 no se dis-
persó. Los machos de año que se dispersaron viajaron un promedio de 7.9 km
de su ámbito hogareño original, mientras que los que utilizaron una combina-
ción de áreas nuevas con su ámbito hogareño original viajaron de 3.4 a 13.8 km.
En la region de los South Texas Plains, los venados de año de cuatro puntas se
dispersaron más que los aleznillos. Estos resultados sugieren que existe la posi-
bilidad en una unidad de manejo de retener los venados de más bajo potencial
en términos de crecimiento de astas y perder los de mayor potencial. En unida-
des de manejo de menos de 10,117 ha, la mitad de los machos presentes en esa
unidad en el mes de Octubre de su primer año de vida abandonarán la unidad
completamente ó establecerán ámbitos hogareños en unidades de manejo ad-
yacentes (McCoy, Hewitt, y Bryant 2005).

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El porcentaje de dispersión de las hembras es mínimo (Tierson et al. 1985;
Purdue, Smith, y Patton 2000). Por ejemplo, en South Carolina, en base a un
análisis genético solo el 13 hembras en la población de venado cola blanca se
dispersó (Purdue, Smith, y Patton 2000). En Michigan, 20 de las hembras 
entre 9 meses y 2.6 años se dispersaron de 17.6 a 168 km de sus ámbitos hogare- Requerimientos de
ños originales (Nelson y Mech 1992). Hábitat para el Venado
Los cervatos son relativamente sedentarios y se mueven menos de 200 m Cola Blanca
entre sitios consecutivos de descanso durante las primeras 42 semanas de vida
(Ozoga y Verme 1986). El ámbito hogareño promedio durante el día en el su-
reste de Oklahoma fue de 3.3 ha para cervatos de una semana de edad, a 52 ha
para los de 12 semanas de edad (Garner y Morrison 1977).

Segregación Espacial de Sexos


El traslape en el uso de los espacios varia estacionalmente. Por ejemplo en Mi-
chigan, los machos y las hembras compartieron de 56 a 58 del hábitat dispo-
nible a través del año a excepción de la temporada de parición (McCullough,
Hirth, y Newhouse1989). El traslape decreció a 41 durante las pariciones. Los
machos utilizaron los bosques maderables y los pastizales menos que las hem-
bras durante el invierno y la estación reproductiva. Durante el resto del año
ambos sexos utilizaron con frecuencia diferentes áreas dentro del mismo há-
bitat lo cual, redujo el traslape en el uso del espacio durante la mayor parte del
año. En Jalisco, México, las hembras evitaron las áreas de drenaje y prefirieron
las laderas mientras que los machos utilizaron las áreas de drenaje (Sánchez-
Rojas citado por Mandjuano et al. 1996).

La Interrelación del Venado Cola Blanca


con el Venado Bura en el Hábitat
Las poblaciones de venado cola blanca y bura se traslapan en el mismo hábitat
en partes de las regiones de Tans-Pecos, el Oeste del Edwards Plateu, los High
Plains, y los Rolling Plains en Texas (Wiggers y Beasom 1986). El venado cola
blanca parece estar desplazando al venado bura en los hábitats de traslape, po-
siblemente debido a que el incremento de las plantas arbustivas favorece al ve-
nado cola blanca (Wiggers y Beasom 1986).
El porcentaje de cobertura aérea de plantas arbustivas fue el único factor
que diferenció los hábitats con altas densidades de venado bura y cola blanca
en un estudio realizado en Texas y el este de New Mexico (Wiggers y Beasom
1986). La cobertura aérea de arbustivas promedió 63 en áreas de alta densidad
de venado cola blanca comparado con 43 en áreas con alta densidad de venado
bura. El venado cola blanca se favorece a expensas del venado bura cuando la
cobertura aérea de arbustivas se incrementa a más de 50.
El venado cola blanca de las Serranías del Carmen consumió más ramoneo
en las áreas que compartió con venado bura (Krausman 1978). El ramoneo, las
herbáceas, y las suculentas constituyeron 44, 14, y 18, respectivamente, de las
dietas de venado cola blanca en una área sin venado bura, comparado con 31,
15, y 34, respectivamente, en áreas que compartió con venado bura. El venado
bura utilizo pendientes más pronunciadas que el venado cola blanca en el oeste
de la región del Edwars Plateu en Texas (Avey et al. 2003). La cobertura aerea
de arbustos utilizados como sitios de descanso fue mayor para el venado cola
blanca (54) que para venado bura (38). El venado cola blanca utilizó áreas

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con mayor cobertura aérea de arbustivas para el ramoneo (54) comparado
con el venado bura (21).
El incremento en las arbustivas es probablemente más importante en el in-
 cremento del venado cola blanca y el decremento del venado bura que la hibri-
Capítulo 1 dación, aunque tanto los cambios en el hábitat y la hibridación podrían estar
contribuyendo. La cobertura arbustiva puede manipularse para beneficiar una
u otra especie (Avey et al. 2003). Se debe mantener una baja cobertura aérea
de vegetación arbustiva en áreas con pendientes pronunciadas y promover el
crecimiento de las herbáceas para beneficiar ambas especies (Avey et al. 2003).
La cobertura aérea de arbustivas debe ser mayor de un 50 en áreas de drenaje
y debe promoverse el incremento de los zacates.
El traslape de poblaciones de venado cola blanca y bura ha resultado en la
hibridación entre las 2 especies (Stubblefield, Warren, y Murphy 1986; Cathey,
Bickham y Patton 1998). Los híbridos podrían parecerse más a los cola blanca
que a los bura (Carr et al. 1986). En la región de Trans-Pecos en Texas, 2 de 27 ve-
nados de la población de la zona de traslape fueron híbridos (Cathey, Bick ham
y Patton 1998). En la región de los Rolling Plains, 2 de 15 venados examinados
resultaron híbridos (Bradley et al. 2003).

Agua
Las necesidades de agua del venado cola blanca varían considerablemente de-
pendiendo de factores tales como la temperatura ambiente, la suculencia de la
vegetación, y el estado fisiológico del venado. La información disponible sobre
las necesidades de agua para el venado es incipiente. Sauer (1984) sugirió que en
climas templados el consumo de agua por el venado es de 2 a 3 veces del volu-
men de materia seca que consumen. El consumo de agua ad libitum (a libre
acceso) se incrementó con el aumento en la relación de guajillo seco que con-
tiene algunos compuestos secundarios, y con alfalfa seca molida en las dietas
de machos adultos (Campbell 1999). El consumo diario de agua fue de 6.7, 6.2,
5.4, y 4.4 litros con 0, 25, 50, y 75 de guajillo, respectivamente. El consumo
mínimo y máximo estimado de agua en Jalisco, México fue de 1.9 a 3.9 litros
por venado adulto, 1.4 a 1.7 litros por venado juvenil, y 0.8 a 1.7 litros por cervato
(Mandujano et al. 1996). En contraste, las hembras de venado bura en Arizona
requieren de 5.0 a 5.5 litros de agua en un período de 24 horas (Hervert y Kraus-
man 1986). Los venados reducen el consumo de materia seca cuando el con-
sumo de agua se restringe a 33 de su consumo a libre acceso (Lautier, Dailey,
y Brown 1988).
En la región de las Gulf Prairies and Marshes en Texas, los venados bebie-
ron más frecuentemente durante el verano que durante las temporadas más
frescas del año (Michael 1967). Las hembras gestantes consumieron agua con
más frecuencia durante la gestación y lactación que durante el resto del año.
Prasad y Guthery (1986) reportaron un mayor uso de las fuentes de agua por el
venado durante el verano y otoño que durante el invierno y la primavera. Los
venados utilizaron las fuentes de agua durante las primeras dos horas del día
después de la salida del sol y una hora y media antes de la puesta del sol; no se
realizaron observaciones del uso del agua durante la noche o durante el día.
Los venados permanecieron bebiendo durante 75 a 110 segundos.
El venado obtiene agua de la humedad contenida en la vegetación y pueden
sobrevivir por largos períodos de tiempo sin agua superficial sí la disponibili-

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
Requerimientos de
Hábitat para el Venado
Cola Blanca

Figura 1.20. El hábitat para venado cola blanca en la serranía de Maderas del Carmen en el
norte de México. La distribución del venado cola blanca en esta región esta estrechamente
asociada con la disponibilidad de agua superficial. Fotografía © Timothy E. Fulbright.

dad de plantas suculentas es adecuada (Marchinton y Hirth 1984). El ramoneo


por lo general contiene de 45 a 65 de agua, las herbáceas contienen de 70 a
90 y las pencas de nopal 90 (Richardson, sin fecha). El alto consumo de
nopal por el venado durante el verano podría ser el resultado de la necesidad
de agua. Muchos arbustos son caudocifolios y pierden sus hojas durante la se-
quía para reducir la transpiración. Las hojas y rebrotes tiernos de los arbustos
y herbáceas perennes tienden a envejecer durante el verano, mientras que el
nopal retiene el alto contenido de humedad a excepción de los casos de sequías
severas. En la región de Trans-Pecos en Texas, las suculentas pueden constituir
solo el 6 de la dieta de venado cola blanca de la sierra del Carmen que habita
cerca de los nacimientos de agua (Krausman y Ables 1981). En contraste, las
suculentas constituyeron un 70 de la dieta cuando los nacimientos de agua se
secaron por baja precipitación.
El agua superficial es esencial para el venado en hábitats áridos (Rosen-
stock et al. 1999). La distribución del venado cola blanca de las Serranías del
Carmen en la región de Trans-Pecos en Texas está estrechamente relacionada
con la disponibilidad de agua superficial (fig. 1.20; Krausman y Ables 1981). El
venado cola blanca coues en Arizona seleccionó áreas en un radio de 0.4 km
de las fuentes superficiales de agua y evitó las áreas más lejos de 1.2 km del
agua (Rosenstock, Ballard, y Devos 1999).
El venado cola blanca utiliza agua superficial en los hábitats secos de Ok-
lahoma, Texas, y el norte de México, pero no existe información de que el agua
superficial sea esencial (Rosenstock, Ballard, y Devos 1999; Krausman 2002).
Las hembras y machos prefirieron áreas en un radio de 0.8 km del agua en
las Planicies del Sur de Texas (Hyde 1987). Se ha recomendado el desarrollo
de fuentes de agua para venado cola blanca en base a beneficios supuestos.
Por ejemplo, la recomendación para las regiones del Cross Timbers y Prairies
Región en Oklahoma es de un promedio de 1 fuente de agua por cada 130 ha

A4129.indb 37 1/29/07 9:26:54 AM


(Gee et al. 1991). En la región del sur de Texas, se ha recomendado un espacia-
miento entre bebederos de 366 a 549 m (Davis 1990). Sin embargo el desarrollo
de fuentes de agua podría no ser tan benéfico como se presume en el caso de
 ungulados silvestres (Broyles 1995).
Capítulo 1
Resumen
El hábitat ideal para el venado cola blanca en las zonas secas de Oklahoma,
Texas, y el norte de México debe reunir los requerimientos para todas las eda-
des y sexos. Las características del hábitat ideal incluyen: (1) áreas de vegeta-
ción diversa, cobertura arbustiva densa y diversa con una buena distribución a
través del agostadero para proveer el hábitat óptimo para machos y hábitat de
protección para las hembras paridas; (2) áreas densas de nopal y otras suculen-
tas distribuidas en el agostadero, particularmente en el las regiones de South
Texas Plains, y Trans-Pecos en Texas, y el norte de México; (3) áreas con mez-
quites altos con un solo tallo, encinos, palos blancos, y otras especies deseables
para sombra; (4) áreas con zacates de porte medio y alto cerca de la vegetación
arbustiva para echaderos de los cervatos—el mantenimiento de echaderos con
la cobertura apropiada requiere de un manejo adecuado del pastoreo de ga-
nado (capítulo 5); (5) un agostadero compuesto por áreas dominadas por plan-
tas arbustivas bién distribuidas con áreas abiertas con herbáceas y zacates en
diferentes porcentajes dependiendo de la precipitación anual, la composición
de especies en el sitio, la cobertura de arbustivas y su estructura, la topografía
y la cantidad de disturbio humano; (6) áreas abiertas bién distribuidas y yux-
tapuestas con una matriz de arbustivas deberían estar rodeadas por suficiente
vegetación arbustiva para proveer cobertura de protección—las áreas abiertas
pueden crearse mediante el establecimiento de bancos de proteína (capítulo 6)
o manejo de arbustivas (capítulo 7); (7) áreas dominadas por arbustivas que se
encuentren interconectadas para facilitar el movimiento de los venados de las
áreas densas de arbustivas a las áreas abiertas y viceversa; (8) comunidades de
vegetación tales como áreas de drenaje dominadas por mezquite que no estén
fragmentadas (capítulo 3); (9) características importantes del hábitat, inclu-
yendo agua superficial y yuxtapuestas entre sí. El hábitat ideal debería produ-
cir las clases y cantidades de forraje necesarias para llenar los requerimientos
nutricionales del venado.

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