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Universidad Nacional de Catamarca

Facultad de Humanidades

Departamento Historia

Título del proyecto:


La familia Vera de Los Llanos:
Estudio sobre su origen (La Rioja, Siglo XVIII)

Carrera: Licenciatura en Historia

Cátedra: Seminario de Metodología de la Investigación Histórica

Equipo de Cátedra:

- Titular: Mgter. María del Valle Barrionuevo


- Integrantes: Mgter. Walter Rearte,
Alumna Cecilia Álvarez
Estudiante: Franco Rainero Frogel

Matrícula: 1845

Año: 2019
La familia Vera de Los Llanos:
Aportes sobre su origen (La Rioja, Siglo XVIII)

Introducción:

Poco es lo que sabemos en la actualidad sobre las familias coloniales riojanas, y


salvando contadas excepciones, es poco también lo que se ha escrito al respecto. En esta
ocasión pretendemos tratar sobre una de estas familias, bastante conocida pero que ha sido
escasamente estudiada hasta el momento, nos referimos a la familia Vera. Cuando
hablamos de los Vera, aludimos a uno de los más antiguos linajes que pobló la región de
Los Llanos riojanos a comienzos del siglo XVIII, siendo hoy uno de los apellidos más
difundidos en dicha región y en la provincia en general, y que cuenta entre sus
descendientes con distinguidas personalidades históricas como políticos; abogados;
militares; educacionistas; médicos; escritores; etc.

Los Vera, hasta donde se sabía, fueron un linaje de origen español asentado en Los
Llanos de La Rioja desde principios del siglo XVIII, desde donde se irán dispersando por
toda la provincia y el país. Sin embargo, a medida que avanzábamos en la investigación nos
encontramos con documentos que nombran personas con el apellido Vera siendo
distinguidos en la categoría étnico-social de mulatos y mestizos, lo que desde luego no
encajaba con el conocimiento previo que creíamos tener sobre dicha familia, y que nos
llevó a hacernos dos preguntas que son el punto de partida de nuestra investigación: ¿éstas
personas pertenecían al mismo linaje que estudiamos? En cuyo caso ¿Por qué aparecen
incluidas en estratos sociales inferiores siendo que sus ancestros inmediatos eran de
conocido origen hispano? A la primera incógnita debemos responder con un rotundo sí,
pues creemos haber logrado comprobar que los Vera españoles, y los Vera mulatos
descienden de un mismo tronco común; y la segunda duda planteada amerita llevar a cabo
un análisis profundo sobre los orígenes mismos de la familia para poder explicar este
desvarío, todo ello nos ha llevado a sospechar que este linaje padeció un mestizaje en algún
punto de su cadena genealógica, esto significó que algunas ramas de su descendencia
portaran la estampa de mulatos/mestizos. Vamos a intentar exponer claramente estas
cuestiones en el presente trabajo.

Aportes previos:

Al momento en que nació nuestro interés por esta familia y comenzamos la


investigación, teníamos fijados algunos tópicos como ciertos e irrefutables como ya se dijo.
Dos de ellos son las más importantes que deben ser retomados y replanteados, o al menos
ser puestos en tela de juicio: en primera instancia, el presunto origen español del linaje, esta
cuestión ha generado confusiones desde que se vinculó a los Vera de La Rioja con los Vera
y Aragón, haciéndolos descender del Rey don Sancho de Aragón [Calvo, 1936] todo lo que
luego se ha demostrado ser falso, sobre ello nos ilustra Jorge Vera Ortiz en un interesante
artículo donde explica que el origen de la familia que nos ocupa debe hallarse en los Vera
Muxica, particularmente en la persona de don Francisco de Vera Muxica, vecino de
Córdoba, encomendero de Ischillin y que fuera Teniente Gobernador de dicha ciudad [Vera
Ortiz, 2015]. En ambos casos se insinúa a los Vera unos antecedentes familiares de ilustres
conquistadores que les atribuiría un preclaro origen español, asunto este que debe ser
revisado, ya que la noble estirpe de los Vera parece difusa y poco clara como veremos. En
segundo lugar, se había afirmado que el genearca1 de la familia era el Capitán don Juan
Antonio de Vera y Bustamante, siendo el antepasado común de todos los Vera de La Rioja
[Torres Vera, 2011], sin embargo esto es otro punto que creo ya no puede ser sostenido en
vista de los nuevos hallazgos que se expondrán a continuación.

La cuestión de los orígenes:

Para poder inmiscuirnos en este linaje de comienzos del siglo XVIII y exponer
claramente las hipótesis que se tienen sobre su posible origen, necesariamente debimos
recurrir al método genealógico con el objeto de reconstruir la trama familiar de los Vera.
Como vimos, el primer Vera que aparece en Los Llanos es don Juan Antonio Vera y
Bustamante nacido alrededor del año 1700, no se sabe dónde nació ni quiénes fueron sus
padres. Sin embargo, coincidimos con Vera Ortiz cuando supone casi con seguridad que
1
Un genearca es la cabeza o jefe de un linaje, en este caso el primero que portó el apellido en La Rioja y lo
legó a sus descendientes.
este Vera y Bustamante, feudatario en Los Llanos, probado antepasado de ilustres
personalidades riojanas, y que además fue siempre nombrado con el tratamiento distintivo
de “don” (dato no menos importante que nos da a entender que pertenecía a una ilustre
familia), no descendiera de alguna manera de don Francisco de Vera Muxica y Bustamante.
Pero ¿quién era este último y por qué hacemos hincapié en su persona? Pues bien, el alférez
don Francisco de Vera Muxica y Bustamante fue un encomendero, militar, cabildante que
ostentó el cargo de Teniente Gobernador de Córdoba, nacido allí en 1617, hijo del hidalgo
español don García de Vera Muxica (descendiente a su vez del ilustre conquistador de las
Islas Canarias don Pedro de Vera y Mendoza) y de doña Juana de Bustamante, igualmente
hija del conquistador español don Jerónimo de Bustamante [Lascano Colodrero, 1969], con
esto queremos significar la distinguida prosapia del mencionado alférez, quien podría ser
antepasado de los Vera riojanos2. Pero llegados a este punto nos encontramos con un
problema, o más bien con un vacío generacional, pues aunque vinculemos al riojano don
Juan Antonio con el cordobés don Francisco, este de ninguna manera podría ser padre de
aquel, puesto que sabemos que don Francisco de Vera Muxica falleció antes del año 1691
(año en que quedó vacante la encomienda de Ischillin de la que era titular) mientras que
don Juan Antonio Vera habría nacido hacia el 1700, es decir que podría ser su abuelo. Se
conoce el testamento de don Francisco de Vera Muxica y Bustamante donde reconoce no
haberse casado y tener hijos 3 naturales, aunque Vera Ortiz le adjudica la paternidad de un
cuarto, don Diego de Vera Muxica nacido en 1648, vecino de La Rioja y morador del Valle
de Catamarca, presente en la fundación de Catamarca por Mate de Luna en 1683. Este
señor, Diego de Vera Muxica, estaría más cercano a ser el padre de Juan Antonio Vera y
Bustamante, pero sabiendo que aquel se había radicado en Catamarca donde finalmente
falleció, complica la confirmación de nuestra hipótesis por la distancia geográfica en que se
desenvolvieron ambas personas.

Don Juan Antonio de Vera y Bustamante, cuya filiación sigue siendo un misterio, se
asentó en la Estancia de La Huerta, en la Costa Baja de Los Llanos. Se casó con doña
Alejandra de Vergara, vínculo matrimonial que es importante destacar, puesto que las
tierras de La Huerta eran propiedad de los Vergara, lo que nos puede hacer pensar que don

2
La portación de los apellidos “Vera y Bustamante” tanto en don Francisco como en don Juan Antonio apunta
directamente a aceptar ese vínculo.
Juan Antonio Vera Bustamante se trasladó allí luego de su matrimonio, de hecho creemos
que adquirió el tratamiento de don por su ventajoso vínculo matrimonial. Su esposa era hija
del alférez don Francisco Plácido de Vergara3 (aunque desconocemos la identidad de su
madre), hijo este a su vez de don Miguel Gerónimo Ágreda de Vergara, quien había
comprado bastas tierras por toda la región de Los Llanos donde dejó una amplia
descendencia. Doña Alejandra Vergara tuvo tres hermanos, todos ellos vinculados
matrimonialmente con distinguidas familias de Los Llanos, lo que confirma una elevada
posición de los Vergara en la sociedad colonial riojana. ¿Pero qué sucede con el abolengo
de los Vera? Aunque haya indicios sobre la presunta filiación de don Juan Antonio Vera y
Bustamante, todavía no estamos en condiciones de afirmar nada, lo cierto es que su enlace
con doña Alejandra Vergara fue bastante conveniente, dado que pasó a ser un importante
estanciero y criador en Los Llanos, administrando buena parte de las tierras de su suegro.
Conocemos nueve hijos del matrimonio que llegaron a la edad adulta, y todos ellos
igualmente fueron casados con personas pertenecientes a notables familias de Los Llanos,
como los Sánchez de Valderrama; los Ávila y Barrionuevo; los Romero de Orihuela, entre
otras4.

Un pleito con don Nicolás Peñaloza:

Centremos nuestra atención en uno de los hijos del matrimonio Vera-Vergara; don
Francisco de Vera y Bustamante, nacido en La Huerta por 1739 y fallecido en Malanzán en
1784, fue uno de los hijos que se trasladaron a la Costa Alta de Los Llanos, donde contrajo
matrimonio hacia 1760 con doña Ana María Ávila y Contreras, descendiente por línea
paterna de los primeros españoles que poblaron Los Llanos a mediados del siglo XVII. Al
igual que su padre, tuvo nueve hijos que dejaron amplia descendencia. En el padrón de La
Santa Cruzada de La Rioja del año 1767, aparece junto a su esposa, con quien tenía

3
Don Francisco Plácido de Vergara era hermano de don Domingo Calixto de Vergara, vecino fundador de
Catamarca, este estaba casado con doña Catalina de Vera y Maidana quien era nada menos que hija del
mencionado don Diego de Vera Muxica. Este vínculo familiar es de vital importancia en nuestra investigación
sobre el origen de los Vera, dado que podría confirmar la hipótesis de que Diego de Vera Muxica sería el
padre de Juan Antonio Vera y Bustamante, ya que doña Alejandra de Vergara era sobrina de don Domingo
Calixto de Vergara, ambos casados con quienes pensamos podrían ser hermanos, es decir ella con don Juan
Antonio y él con doña Catalina de Vera respectivamente.
4
Una excepción al caso fue una de las hijas del matrimonio, Rafaela de Vera y Bustamante, quien contrajo
matrimonio con Pedro Peñaloza, hijo de una familia mulata de ciervos de los Peñaloza, de quienes heredaron
el apellido.
entonces cinco hijos y fueron anotados como españoles. Doña Ana María falleció hacia
1775 quedando don Francisco viudo y a cargo de varios hijos.

Es en este momento cuando don Francisco de Vera y Bustamante inicia un juicio 5


contra don Nicolás Peñaloza6 por el maltrato recibido por parte de este a su persona por
haber seducido a una de sus hijas. El caso gira en torno a la negativa de don Nicolás de
permitir el matrimonio de su hija con Vera, al parecer porque este era racialmente inferior a
su pretendida, lo que provocaría un matrimonio desigual en perjuicio del padre de la novia,
quien ya tenía un largo historial de pleitos que demuestran lo celoso que era de su estirpe y
su posición étnica y social7. Nada dice el documento sobre los antepasados de Vera pero
claramente la causa como dijimos, no podía ser otra que la desigualdad entre los
contrayentes, el expediente en ese sentido es bastante revelador. Así, con motivo de una de
las imputaciones que Vera formulara contra Peñaloza, su defensor le pregunta si presumía
de su nobleza como los Peñaloza. No pudiendo Vera dar una explicación clara, su abogado
le leyó una cita de Aristóteles que decía “ser la nobleza nombre preclaro de los
progenitores y mayores” y otra de Anicio Boecio “…la alabanza de los méritos de los
padres”. Quedando don Francisco Vera perplejo ante estas citas y sin saber si podía
presumir de la nobleza de sus antecesores, su supuesto defensor confiesa no culparlo y dice
“…el haber remitido a silencio las impersonalidades que usan con usted los señores
Peñalozas, si ni [Vd. mismo] se fía de los méritos de sus padres, ni sabe dar razón si
fueron claros sus progenitores o no”. A lo que Vera contesta imponentemente alegando que
Peñaloza no sólo ignoraba la jurisprudencia sino también la historia, y le dice que:

“...porque si entendiera de historia supiera que an habido muchos


(y aún ahora los hay) que si muy ruin y enfermos en su origen, se
an lebantado a hombrearse con las familias más realzadas, y a sido,
porque an sabido desmentir con la virtud y el balor de sus
corazones aquella bajeza en que fueron concebidos”

5
El expediente completo de dicho juicio se encuentra en el “Archivo General de la Nación (AGN) - División
Colonia, Intendencia de Córdoba, Legajo 17 [Sala IX, 6-1-5]
6
Quien fue el abuelo paterno del caudillo Ángel Vicente (Chacho) Peñaloza.
7
Se conocen otros conflictos que tuvo don Nicolás Peñaloza con lugareños de los Llanos a quienes él
consideraba socialmente inferiores tales como José Antonio Medina, Francisco Vera y Bustamante e incluso
su propia nuera, Úrsula Rivero casada con su hijo Juan Esteban.
Esta es una magnífica noción de Vera sobre la nobleza adquirida sobre la heredada,
reforzando su idea con claros ejemplos:

“Alejandro para hacer a Aldolomino rey de los Sidonios [Fenicia];


Tarquino Prisco, fue hijo de un Mercader llamado Marato; Servio
Tulio, de una esclava; el Aguelo de Augusto, fué platero, el
Bisabuelo Sastre; Justino Traxano porquerizo, luego Baquero, y
luego emperador; Agatocles rey de Cicilia fue hijo de un ollero con
otros muchos de que están bien abastecidas las Istorias”.

Como se ve, Vera demuestra un inusitado conocimiento de la historia antigua en su


defensa, Saguier, quien trabaja con este documento, supone que atrás de todo esto podría
hallarse la mano de don Andrés Ortiz de Ocampo Isfrán, ilustrada figura riojana del siglo
XVIII a quien el autor supone que pariente del litigante [Saguier, 1990], y que ahora
sabemos que era nada menos que el consuegro de don Francisco Vera, por haberse casado
doña Tomasina Vera, hija de este con don Vicente Miguel Ortiz de Ocampo, hijo de aquel
[Serrano Redonnet, 1997]. Este pleito iniciado por Vera contra Peñaloza es bastante
ilustrativo a este propósito ¿qué nos demuestra este juicio? En principio, que don Francisco
Vera y Bustamante, pese ostentar un doble apellido, un importante cargo como Alcalde de
la Santa Hermandad y su tratamiento distintivo de don, no era capaz de demostrar la
hidalguía de sus antepasados, y más bien prefería hablar de su nobleza adquirida. ¿No
conocía acaso Vera a sus antepasados? ¿O prefería no mencionarlos? No lo sabemos con
seguridad, pero lo cierto es que Peñaloza sí los conocía, por lo que se oponía tan
fervientemente a ese matrimonio. Todo esto nos hace dudar del lustre de los Vera.

Pese a todo esto, la familia de los Vera y Bustamante seguirán vinculándose


directamente con otras familias notables riojanas, de los hijos de don Francisco Vera y
Bustamante descienden distinguidas figuras de la historia provincial, por ejemplo: una de
sus hijas, la mencionada Tomasina Vera por su matrimonio con Vicente Miguel Ortiz de
Ocampo, se vinculó con esta eximia familia colonial, su marido era hijo del llamado “noble
bastardo” don Andrés de Ortiz de Ocampo Isfran y además, fue primo de don Francisco
Antonio Ortiz de Ocampo, primer general de la nación y primer gobernador de La Rioja
autónoma; otro de los hijos de don Francisco fue don Bernabé Vera, casado en Malanzán
con doña María Faustina Sánchez, quienes tuvieron un único hijo llamado José María
Vera, importante estanciero de Los Llanos [de la Fuente: 2014, p.43], padre a su vez del
Cnel. Ricardo Vera, quien luchó contra las montoneras riojanas, y recordado por haber sido
quien convenció al Chacho Peñaloza de entregarse a Irrazábal quien luego lo mataría; y
finalmente nombremos a don José Vera, de quien descienden nada menos que tres
gobernadores de La Rioja.

Un caso aparte: Pedro de Vera

Hemos hablado hasta aquí sobre los Vera y Bustamante, pero volquemos ahora
nuestra atención hacia una persona que parece haber sido olvidada por los genealogistas
que de alguna manera trataron sobre esta familia: nos referimos a Pedro de Vera.

Pedro de Vera pareciera ser un personaje casi mítico para los que alguna vez oyeron
de él, su nombre está directamente vinculado con la historia y la fe de Polco, un pueblo
perdido en el corazón de los Llanos de La Rioja. Transcribimos a continuación un relato
recogido por el historiador Nicandro Vera con el fin de acercarnos a la persona de Pedro de
Vera:

“La Capilla de Polco es una de las tantas realizaciones a que ha


llevado fervorosamente la fe cristiana. Flota en ella un velo de
misterio y de leyenda. Se dice que en tiempos ya remotos, un
vecino de la vieja aldea, Pedro de Vera, había prometido a la
Virgen del Rosario levantarle una capilla si les daba más agua
[…]. Por milagros de la fe o enigmas de la naturaleza, no pasó
mucho tiempo hasta que […] aflorara un pequeño manantial […].
El promesante al ver que el milagro se había producido, empezó la
construcción de la capilla prometida a la Virgen, que no pudo ver
terminada porque la muerte lo sorprendió antes de finalizar la
obra […], pero la modesta construcción fue llevada a feliz término
por Agustín Corzo, vecino también de Polco” [Vera, 1955, pp.51-
52]
Nos encontramos con este interesante relato cuando investigábamos a la familia
Corzo de Polco, por ello sabemos que Pedro de Vera estaba casado con Francisca Toledo,
quien tras enviudar de Vera casó nuevamente con Agustín Corzo. 8 Fechamos entonces la
vida de Pedro de Vera entre 1710 y 1750 aproximadamente. También conocemos otra
versión de este relato, allí se menciona a un arriero santiagueño (cuyo nombre no
trascendió) que iba de paso por Polco y que suplicó a la Virgen por agua para su ganado,
Pedro de Vera habría sido entonces quien recibió la imagen y levantó la capilla9.

La localidad de Polco fue un antiguo pueblo de indios convertido en encomienda


desde la fundación de La Rioja, durante todo el siglo XVII los indios de Polco tuvieron una
serie de encomenderos hasta comienzos del siglo XVIII, cuando la encomienda desaparece
dividiéndose en varias estancias contiguas. Algunos historiadores han afirmado que Pedro
de Vera y Agustín Corzo (nombrados en el relato anterior) fueron los últimos
encomenderos de Polco [Corzo, 1991 y Quinteros 2003], aunque esto ahora nos parece
poco probable por motivos que veremos más adelante. Lo cierto es que Pedro de Vera
aparece ya en Polco como el supuesto constructor de la capilla del pueblo a mediados del
siglo XVIII, pero aquí es preciso detenernos para plantearnos algunas incógnitas al
respecto. ¿Quién es Pedro de Vera? ¿Qué tiene que ver con los Vera y Bustamante? En
principio hay que decir que no conocemos muchos documentos que mencionen a Pedro de
Vera y a su descendencia, pero los pocos que tenemos bastaron para reconstruir su
genealogía y animarnos a sacar algunas conclusiones sobre su persona.

Hasta aquí sabemos que Pedro de Vera nació por el año 1710, se afirma que fue
encomendero de Polco, vivió y murió allí mismo, fue el presunto constructor de la capilla
del pueblo, estaba casado con Francisca Toledo y debió fallecer hacia 1750. A esto
agreguemos que tuvo al menos tres hijos conocidos, y lo más importante, toda su
descendencia fue siempre anotada en los padrones y documentos parroquiales
indistintamente como mulatos o mestizos. Esto último parecía ser algo irrelevante en un
principio, pues habíamos pensado en la posibilidad de que estos Vera mulatos, podrían
haber sido criados o esclavos de los Vera y Bustamante españoles, pero no tenemos
8
Franco Frogel - Los Corzo: origen y descendencia en Los Llanos (La Rioja, Siglo XVIII) [inédito]
9
Todavía hoy se cuenta esa historia en Polco, de hecho existe una ermita en el lugar donde supuestamente
sucedió el milagro, allí se colocó un cartel de madera que lleva escrito ese relato con la versión que incluye al
arriero santiagueño.
constancia documental de que estos hayan tenido personas a su servicio 10. No obstante,
recientemente hemos encontrado un importante documento que echa luz sobre la identidad
de Pedro de Vera, se trata de un expediente matrimonial del año 1828 11, allí se presenta
Juan de la Cruz Vera solicitando la dispensa eclesiástica para contraer matrimonio con
María del Rosario Vera, ambos contrayentes se encontraban impedidos para casarse por su
parentesco de consanguinidad en cuarto grado, según dicta la legislación canónica (hoy
diríamos que eran primos terceros). En dicho expediente se muestra cuál era el parentesco
en cuestión, y he aquí una interesante sorpresa (que incluye al mismo tiempo otro
problema), sus bisabuelos eran hermanos entre sí: Juan de la Cruz Vera era bisnieto de
Pedro de Vera, el supuesto constructor de la Capilla de Polco, mientras que María del
Rosario Vera era bisnieta de… ¿María Vera?

¿Quién es esta María Vera? La mención de su persona en el citado documento


rompe con la estructura genealógica que tenemos de los Vera, pues sabíamos María del
Rosario Vera era bisnieta de don Juan Antonio de Vera y Bustamante y no de esta María
Vera. Revisemos su línea genealógica paterna para disipar las dudas:

a) María del Rosario Vera: Nació probablemente en Soto, Pcia. de Córdoba hacia
1810 y contrajo matrimonio con su pariente Juan de la Cruz Vera el 10/05/1828 12,
era hija legítima de don Juan Esteban Vera y Bustamante y de doña Petrona
Paredes, también llamada Petrona Barrionuevo, natural de Córdoba13.
b) Don Juan Esteban Vera y Bustamante : Nacido en La Huerta en 1784, hijo de
don Juan Evangelista Vera y Bustamante y de doña Teresa Eduarda Romero,
fue casado en la Villa de Soto, con doña Petrona Paredes el 22/08/1809 14, desde
donde regresaron a Los Llanos asentándose en las Cortaderas, cerca de Polco.
c) Don Juan Evangelista Vera y Bustamante: Nació en La Huerta en 174315,
hijo legítimo de don Juan Antonio Vera y Bustamante y de doña Alejandra

10
Ello se desprende de la información que brindan los padrones levantados en Los Llanos en 1767 y 1795, allí
identificamos perfectamente a los Vera y Bustamante y en ningún caso figuran con criados o esclavos.
11
Aporte del señor Víctor Hugo Bustamante. Dicho expediente se encuentra en los libros de información
matrimonial del Curato de Tama, los cuales reposan en el archivo del Arzobispado de Córdoba.
12
Curato de Tama - Libro III-IV de Matrimonios, p.19
13
Los Barrionuevo del Norte de Traslasierra (Siglo XVIII) [inédito]
14
Íbidem
15
Padrón eclesiástico de Los Llanos de la Rioja 1795 (Archivo Histórico de la Pcia de Córdoba)
Vergara16, contrajo matrimonio allí hacia 1762 con doña Teresa Eduarda
Romero (probablemente descendiente de los “Romero de Orihuela”), fue
Capitán de Milicias de Los Llanos y falleció el 27/10/1820 siendo
enterrado en la Capilla de Olta17.
d) Don Juan Antonio Vera y Bustamante : de quien ya hemos hablado
antes, nació por 1700, estuvo casado con doña Alejandra Vergara y
falleció luego del 1767.
Confirmamos entonces que María del Rosario Vera era bisnieta de Juan Antonio
Vera y Bustamante y no de María Vera. Sin embargo, todavía para confundirnos más,
encontramos a una María Vera empadronada en Polco en 1767 estando ésta casada con
Pedro Mercado y ambos anotados como mestizos, no obstante descartamos que pueda
tratarse de su homónima nombrada en el citado expediente, pues María Vera (de Mercado)
creemos fue una hija de Pedro de Vera. A la vista de todo esto, creemos que la
consignación de una María Vera, (quien casi seguramente nunca existió) como bisabuela
de María del Rosario Vera debe tratarse nada más que de un error, sus bisabuelos paternos-
paternos no son otros que don Juan Antonio Vera y Bustamante y doña Alejandra Vergara.
Aclarada esta cuestión, sabemos entonces que Pedro de Vera, resultó ser nada
menos que un hermano de don Juan Antonio Vera y Bustamante. Pero aún si quedara
alguna duda al respecto, pensemos en que ambos eran contemporáneos, tenían casi la
misma edad, eran quizás los únicos que portaron el apellido Vera en Los Llanos a
comienzos del siglo XVIII, y mientras uno vivió en Polco, el otro hacía lo propio en La
Huerta, estancias separadas por unos 20 km en la Costa Baja de Los Llanos, con todo, sería
difícil creer que ambos no tuvieran nada que ver.

¿Un matrimonio desigual?


Sabiendo ahora esto, debemos intentar dar una respuesta a una incógnita
fundamental en todo este entramado ¿Por qué uno era mulato y otro era español? 18 La
16
Fue empadronado en 1767 en La Huerta junto a su padre, su esposa y algunos de sus hermanos en la misma
estancia.
17
Curato de Tama - Libro I de Defunciones, p. 72.
18
Sobre esto podríamos proponer varias conjeturas, tales como que ambos eran medio hermanos, y la
identidad de alguna de sus madres (suponiendo que fuera el caso) definiría su condición social, o bien que uno
fuera un hijo adoptivo o bastardo, y así muchas otras posibilidades que, al no constar en la documentación que
manejamos simplemente no lo tenemos en cuenta de momento.
respuesta deberíamos buscarla en sus respectivos enlaces matrimoniales. Ya hemos
hablado de doña Alejandra Vergara, esposa de Juan Antonio Vera y Bustamante y del
prestigio social o capital simbólico del que gozaba su familia, siendo un linaje español y
con bastas tierras en Los Llanos. ¿Pero qué sabemos de Francisca Toledo, esposa de Pedro
de Vera? Un interesante trabajo realizado por el Consejo Federal de Inversiones sobre las
mercedes de tierras de Los Llanos (1964) nos proporciona vital información sobre quién
fue Francisca Toledo. Dicho trabajo sugiere que a comienzos del siglo XVIII la
encomienda de Polco se dividió, quedando al sur la estancia de Diego de Arroyo (quien
fuera el primer encomendero) y al norte la estancia de Polco, de la cual Francisca Toledo
fue la propietaria, siendo consignados allí sus dos matrimonios con sus respectivos
herederos [C.F.I, 1964] No sabemos cómo es que Francisca Toledo llegó a ser propietaria
de las tierras de Polco, desconocemos si fue por herencia o por compra, sólo tenemos por
cierto que el último propietario de la merced de Polco fue don Tomás Gómez Camarga en
1695 (poco antes de producirse la división de las tierras), además tampoco sabemos
quiénes fueron sus padres, lo cierto es que Francisca Toledo fue siempre tenida por mestiza
y jamás se le dio el tratamiento distintivo de doña.
En esta instancia creemos poder dar una posible respuesta a esta cuestión. Ya no
pensamos que los hermanos Vera hayan sido, español uno y mulato el otro así nada más,
sino que seguramente fueron forasteros de dudoso abolengo que llegaron a Los Llanos en
las primeras décadas del siglo XVIII, donde formaron sus familias y levantaron sus
hogares, justamente en las tierras que pertenecían a sus esposas, lo cual refuerza la idea de
que eran foráneos que carecían de propiedades en la región. Pero el nudo se encuentra
precisamente en quiénes eran sus esposas y en el peso que tenían sus familias en la
sociedad colonial riojana. Como vimos, doña Alejandra Vergara, la esposa de Juan
Antonio Vera y Bustamante, era de conocida familia española, que entroncaba con los
primeros conquistadores de La Rioja y que poseían además muchas tierras por toda la
región, sumamos a esto el hecho de que su marido se había iniciado en la carrera de las
armas19, llegando a ser Capitán de milicias, lo cual seguramente le dio cierto mérito
personal. Mientras que por su parte, Pedro de Vera contrajo matrimonio con Francisca

19
Incluso podríamos decir que su motivación a seguir la carrera de las armas se debió de alguna manera a la
influencia de su suegro, el entonces Alférez don Francisco Plácido de Vergara.
Toledo en Polco, quien si bien fue la propietaria de la estancia, no pertenecía a ninguna
familia distinguida, por lo que tanto ella, su esposo e hijos, pasaron toda su vida siendo
unos pastores iletrados sin mayor trascendencia. Entonces, podemos constatar que don
Juan Antonio Vera y Bustamante logró un ascenso social gracias a un matrimonio
ventajoso, y por qué no también, por sus méritos militares (ascenso este que no borró su
confuso pasado familiar, y que ha quedado muy claro en el momento en que Peñaloza
rechazó el matrimonio de su hija con don Francisco Vera y Bustamante), mientras que por
otro lado, Pedro de Vera conservó su condición de mestizo que legó a todos sus
descendientes.

Conclusión
Llegados a este punto, podemos afirmar sin vacilación que, pese a algunos vacíos
que han quedado latentes, hemos logrado aproximarnos bastante a la comprensión de la
trama familiar de los Vera, su presunto origen y desenvolvimiento social en Los Llanos
riojanos. Una familia que ha participado en los dos extremos de la sociedad colonial, con
su rama mestiza/mulata y su rama española, pero que son en fin, fruto de un entramado de
relaciones y estrategias que definieron el lugar que ocuparía cada uno en este complicado
escenario social.
En primer lugar, debemos rechazar forzosamente la cuestión del genearca de esta
familia, pues hemos demostrado claramente que no puede ser don Juan Antonio Vera y
Bustamante ya que como vimos, este tuvo un hermano: Pedro de Vera, quien también dejó
amplia descendencia en Los Llanos, en ese sentido ya no podemos hablar de un genearca,
dado que desconocemos la identidad de su padre y porque seguramente, este nunca vivió
en los Llanos.
Por otra parte, dejamos abiertas las puertas a la cuestión del noble linaje de esta
familia, y sin rechazar lo sugerido por Vera Ortiz sobre la directa vinculación con los Vera
Muxica (a lo que adherimos), pensamos que son dos los motivos viables por los que,
llegados a Los Llanos, los Vera no gozaron de un alto prestigio social. Primero, por un
posible mestizaje que pudo darse en la familia, recordemos que al desconocer la identidad,
lugar de origen y conexión exacta con los Vera Muxica, se vuelve perfectamente posible
que los Vera riojanos tengan algún ancestro no español que ignoramos, aunque esto es
poco probable y nos inclinamos más hacia un segundo motivo. Aún si rechazáramos la
idea de mestizaje, el hecho de que ambos hermanos Vera hayan llegado a Los Llanos desde
lejos (tal vez desde otra provincia, presumiblemente Córdoba o Catamarca), sugiere que
eran unos forasteros desconocidos, que dejaron en su tierra natal su noble estirpe por lo que
no habrían sido incluidos entre las familias de feudatarios españoles de La Rioja,
simplemente porque eran unos desconocidos.
Entonces decimos que los Vera, mestizos o desconocidos, llegaron a Los Llanos de
La Rioja en las primeras décadas del siglo XVIII, sin ningún tipo de capital simbólico ni
material, y allí fue donde uno logró acomodarse en el estrato social español mientras que
otro no, siendo ambos iniciadores de un gran linaje cuya sangre se halla hoy distribuido por
todas partes de los Llanos riojanos, siendo el apellido Vera en la actualidad uno de los más
comunes de la región y de la provincia en general. Quizás aquel el viejo relato del
desconocido arriero santiagueño que llegó a Polco, donde trajo la imagen de la Virgen del
Rosario, no sea tan distinto a la verdad histórica del origen de los Vera que hemos
desandado en este breve trabajo.

Fuentes
Archivo del Arzobispado de la Provincia de Córdoba
- Libros sacramentales del Curato de Tama (Consultados en familysearch.org)
- Padrón de la Santa Cruzada de la Rioja y su jurisdicción, año 1767. (Publicado por
Luz Ocampo)
- Expediente matrimonial de J. C. Vera con M. R. Vera, 1828 (cortesía de don Víctor
Hugo Bustamante).
Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba
- Matrícula eclesiástica de la jurisdicción de Los Llanos de La Rioja, año 1795.
(Publicado por Oliver Muro)
- Padrón de la ciudad de La Rioja, año 1814.
Archivo General de la Nación
- División Colonia, Intendencia de Córdoba, Legajo 17 [Sala IX, 6-1-5] don
Francisco Vera y Bustamante contra don Nicolás Peñaloza (Citado por Eduardo R.
Saguier)

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