LA VERDAD

Antes de adentrarnos en la explicación de la era postmoderna, es importante que

definamos y meditemos en aquello que llamamos la verdad. ¿Qué queremos decir nosotros
con la simple palabra verdad? Cuando Jesús estuvo delante de Pilato, le dijo: “Tú dices que
yo soy rey. Yo para eso he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la
verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”. Pilatos luego le pregunta: “¿Qué es la
verdad?”

La gran mayoría de personas en el día de hoy no entienden la enorme importancia que

tiene la verdad, pero, ¿de dónde viene éste concepto y por qué es tan básico para todo el
pensamiento humano? Cada idea que tenemos, cada relación que cultivamos, cada creencia
que sostenemos, cada discusión que tenemos, cada conversación en la que nos involucramos
y cada pensamiento que tenemos, presupone que existe la verdad. La idea es un concepto
esencial, sin el cual la mente humana no puede funcionar.

Según Jesús, Él es la verdad, una verdad que hace libre a las personas:

“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32).

“ Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
(Juan 14:6).

Pero nos preguntamos, ¿de qué nos hace libres? Podemos responder según lo que el
apóstol Pablo enseña en Romanos 1, que esa verdad nos hace libres de la mentira y del
engaño. Éste es un texto importantísimo para nuestro estudio, ya que sugiere que en el
mundo existe una lucha entre la verdad y la mentira y de la cual solo Jesús nos puede librar
por medio del evangelio:

“Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está
encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos,
para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la
imagen de Dios”. (2Cor.4:3-4).

La siguiente es una definición simple de lo que significa la verdad, tomada de lo que

enseña la Biblia: La verdad es lo que es coherente con la mente, voluntad, carácter, gloria y
ser de Dios. La verdad es la propia expresión de Dios. Ahora bien, dando por sentado que
sabemos que la verdad existe, vamos a explicar seis características sobre la verdad:

• La verdad existe.
Cualquier negación de que la verdad existe se refuta a sí misma. Si una persona afirma
que la verdad no existe, lo que está declarando es que él cree verdaderamente que la verdad
no existe. Tal declaración es autodestructiva y, por lo tanto, tiene que ser falsa por
necesidad. Una persona que realmente cree eso debería callarse la boca y no afirmar nada
como verdadero.
 • La verdad es inmutable.
La naturaleza misma de la verdad, es imposible que ésta pueda cambiar. Lo que es
verdad hoy, si es verdad, tiene que seguir siendo verdad mañana y siempre.

• La verdad es eterna.
Negar la eternidad de la verdad sería auto contradictorio. Supongamos que digo: en
el día de hoy murió una determinada persona. Dentro de cien años se dirá que hace 100
años esa persona había muerto. Y aun si el mundo dejara de existir y no hubiese nadie que
manejara ese dato, el dato seguiría siendo verdadero.

• La verdad es mental.
La existencia de la verdad presupone la existencia de las mentes. Sin una mente, la
verdad no podría existir, no habría tal cosa como un razonamiento lógico.

• La verdad es superior a la mente humana.

La verdad no puede ser subjetiva e individualista. La verdad, si es verdad, debe ser
universal. La verdad dijimos que es inmutable, la mente humana no lo es. La mente humana
no puede erigirse en juez de la verdad, mas bien es la verdad la que juzga nuestra razón.
Cuando nosotros decimos que una persona está equivocada, estamos juzgando la mente de
esa persona antes de juzgar la verdad, en tal caso la verdad es el parámetro que nos sirve de
estándar para evaluar la mente de esa persona.

Si la verdad y la mente humana fueran iguales, la verdad no pudiera ser eterna e

inmutable ya que la mente humana es finita, mutable y sujeta a error. Por lo tanto, la verdad
debe trascender la razón humana; la verdad debe ser superior a cualquier mente humana
individual asi como a la suma total de todas las mentes humanas. De esto se deduce que
debe haber una mente más alta que la mente humana en la cual reside la verdad.

• La verdad es Dios.
Ya que la verdad es eterna e inmutable, ésta debe existir en una mente eterna e
inmutable, y ya que sólo Dios posee esos atributos, Dios debe ser verdad. Las verdades o
proposiciones que pueden ser conocidas son los pensamientos eternos de Dios.

Cada vez que nosotros los cristianos decimos que tenemos la verdad, que Cristo es el
único camino, se genera una fuerte reacción en la sociedad de hoy en día, de la misma
manera como pasó en otros tiempos. La mayoría de la gente no entiende que la verdad es
exclusiva y no importa en qué ámbito del saber yo esté hablando.

Cada vez que hablamos la verdad, todas las demás posiciones van a quedar excluidas
de inmediato, no importa si eso es en el ámbito de las áreas de la ciencia, como la física, la
astronomía, la biología, la química o en otras áreas de la vida del hombre, como sería el área
moral. Cada vez que hablamos la verdad, todo lo demás es error. Por ejemplo: cuando
afirmamos que la luz viaja a 300.000 Km/seg, esa es la verdad, no una de las verdades, todas
las demás velocidades quedan excluidas inmediatamente, porque esa es la verdad y no
puede ser otra.

La lucha por la verdad comenzó en Génesis. El ser humano es adorador por diseño.
Sabe que Dios existe, pero tiene una visión distorsionada de la verdad. La Biblia nos enseña
que el hombre en su condición natural, en un mayor o menor grado, busca llenar ese vacío
en su ser que solo puede ocupar el único y verdadero Dios. Pero en su afán de búsqueda,
siempre escoge o busca la mentira, ya que está ciego para buscar y conseguir al único y
verdadero Dios. Cornelius Van Til dice que “Dios puede ser amado u odiado, adorado o
despreciado, pero no puede ser ignorado”.