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Lo primero que hay que afirmar es que la verdad del ser de las cosas y el que sean
inteligibles depende en primer lugar de la coincidencia con la idea arquetipo que las ha
creado. Y esto es lo que hace que las cosas puedan ser entendidas por otras inteligencias
que no las han creado. Ahora bien, en Dios, que es quien ha diseñado las cosas,
creándolas, la relación del ser a la inteligencia es perfecta, y la verdad del ser de una
cosa encuentra su fundamento y origen en Dios -Verdad increada-, que la ha creado. En
definitiva, la verdad del ser deriva de una Inteligencia que es la de Dios, y así está
abierta toda otra inteligencia creada por Dios. Por eso se habla de una relación esencial
a la inteligencia que las ha hecho, o sea la de Dios; y una relación accidental a las
inteligencias que las conocen.
El que los seres sean inteligible es debido, en primer lugar, a que existe un Ser
Supremo que le corresponde ser la Verdad Suprema y la infinita inteligibilidad, es decir,
ese ser supremo, que nosotros llamamos Dios, es la fuente originaria de la
inteligibilidad de los seres, pues Dios es el que las ha hecho, y en Él está la idea
arquetipo que le ha dado su origen y su inteligibilidad. Por lo tanto, la inteligibilidad
que poseen los seres deriva de la Inteligencia del que las ha creado, Dios; y a partir de
eso, puede ser entendida por cualquier otra inteligencia creada.
Solo Dios puede conocer con su Inteligencia perfectamente el ser de las cosas, pues
Él es su creador y Él es el que las conoce perfectamente. Incluso en el caso de los seres
con inteligencia (el hombre), Dios los conoce mejor de lo que se conocen a sí mismo.
Ahora bien, el hombre es un ser inteligente, porque Dios le ha dado esa capacidad, sin
embargo, a él no le es fácil, y a veces imposible, aprehender perfectamente el sentido de
las cosas y de los acontecimientos, en este sentido, las criaturas expresan o participan
del misterio de Dios. En definitiva, las criaturas expresan el misterio de Dios porque en
ellas está presente la huella de su Creador, Dios, que es Misterio para toda otra
inteligencia.