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LA RELEVAI{CIA
COMUNICACION Y PROCESOS COGNITIVOS
Prólogo
a,
es .r.rr.iá p.r"
',r.plicar la comunicación humani y (ei
djth.q. principio..es suficiente por ri "l "rpíi.rlo';i;-il;r;;;;1"á*o
plr" .*eti."r l; i;;"ri¿,
-ir-o
lingüístico y los factorr, .orrt"it""r.r .r, i" i"r.rpr.tLi¿"
¿.1
it"llI{:
los enunciados.
¿.
Y así es como nació el libro:
.1275, Deirdre \flilson publicó
-en
Presuppositions and Non-Trath-Conditional Sámantics prcrupori.io*u y
semántica no veritarivo-condicional),
f ,Dan sp.rbu, p,iuri.o'"nrJi*!rrr,
de rhétoriqle,cognitive, (Rudimentós'de r.rórl" .ogiiti.,a¡,
de su Rethinhing syrnboirism. Fn esros .rru";or,- rtbo, íor-
..".ii"".i¿"
aproximando a la.plagmática (el estudio de los'factores
,r;b;;,
conrext""l.r .n t"
comunicación verbal), pero desde perspectivas diferentes:
Deirdre \flilson
demostraba cómo rtri serie ae ^prótem.i
semánticos
podían resolverse
ryejor a nivel prigmático, y "p"r."remente
ó", sperber d"i;;Jí"-;".
concepción de. las figuras del discurio b"rrá" .r, l" pi"g-áti."-
concebimos el. proyecto de esc¡ibir en unos- po.o, meses
rrrtá*.,
un ensayo
conjunto que debía cubrir, por.ro menos..n .l
distancia entre nuestr", ,.ui..trvas posrclones, y"qp..irfr.gr"-ári.",'1"
mostrar los puntos de
I
I
l
\
p
c
d
I
e
rl
rl
hr
di
m
c0
er
m
ao
t,
in
rc
10
CepÍrulo I
La comunicación
vuelo de los aviones están sujetos a las mismas leyes físicas, estas leyes son com
demasiado generales como para constituir a su vez una teorla de la vgE
locomoción. Le locomoción, por consiguiente, o bien es demasiado Frt
general, o bien no lo es suficientemente como pere ser objeto de una T1
l2
L"/
ffi
ffi
. ffi ruosoros' .tt n"r.t"utu*%"
v¿rruri
1 modelo basrante d-if.r.rrt., q". li"#;;: ";;nl p;ó;:;';;
/ .;;;; ;;i;.d.r.i""rJ..*rjlj,
la produccióy y la
"l .o*'¡.".i#"*:
i"r.qpr.,".iá"?L p*.Urr.
El modelo del código y .t
exisren varias maneras -"a'.ro l]rlLrr"i"l no son incompatibles:
d". .ámbin"rlos. rr" uu"i.."r¿la" po, pragmaristas,
filósofos del lenguaj" y pri.o[*ñt;;; ¿,'r"rrr. rlJ.ilrir", veinte años ha
I' demostrado e"" l
xt*fr
t&
verbal' sin embargo, ,.rel.^ iT:rl"Tffi#l
;;r-ü;.rse que uno de los dos rnoderos
bof j:*:*"1^',:r:::'::_. "" -;;;;rii;ii;d;;,#"nJl er estudio de ra
comunicación en generar., r^
^^virii
una adecuada teorla de la comú"i.".i*
;" t.iü;;r"ffi ;J'r'#;:o;tnJ:
á.ü;^;;rrr*tlr, .l conocido
,Í,irulilT:"t*;,ilfÍ:':.T,?',í:,:.J,T'i:i,"¿TJ:
*.?";,?ifl
Frente a estas posiciones reduccionistas,
nosotros sostenemos que la
co^municación puedi conseguirse
drsrrnros son caminar y.rróhr en^
poi-*.dior;;;;;il; entre sí como
avión.
_É-" **["i;;,""1"
puede conseguirs. .odifi""rrd: -á"r.odifi.*-á" -rn"rir"¡.r,
comunicación
t
produciendo pruebas que. origineá y también
u i.rr.r"rr.i"a."d" ¿ada uno de los
modelos, el del códig9
i
tipo de comunicaJó", "lnr"r*.i"r, *r"rr"lá.J.áT;L'* determinado
¿.,
condición de teorla generar".q;'. ;;.'.levar a ."Jdil" de elros a la
¿. l"'.á-,r;i;;.ió"':;"tiri'irror. Tanto
comunicación codificada como l" ra
a limitaciones de ,^rá.*rr,gr;;r;i;;;
"o-rrri.""i¿i i"r.r""Já sometidas
procesamiento de informació-n, p€ro
acrúan ;
;;;;r'las formas de
"r.¿r,
?r*
para constituir una teorla de la informa.ron.
,r" ¿;J;;generales como
Algunas formas l-ocomoció"..-pg*an la interacción de
* i;;+* ñ mecanismos
ingeni.ri" :;
;LT!1'?,-r:i1:,"ott:'i:'ij:
vez la fisiología la
v T,TI; :,6ro,
incruye
rncruve a ra
Ia
l3
l r,wrm* tuf^ffiW
\I
I
t
I
t4
mensaje señal señal recibida mensaje recibido
destino
ruido
Figura 1
15
Parece que también podría proponerse un modelo
similar pare la
comunicación verbal humana, al como se muestra en
la figura 2: I
¡
t
en
I dif
I em
señal acústica I
hip
recibida
Su
cof
de
tfl bre
cotr
lirt
HABLANTE
con
llan
cff
Figlura 2
caci
estr
m:u
En fuente y .l destino son procesos centrales de
la lar
-este caso, efec
pensamignto, el codificador y el dcscodificador son ápacidaaes ["güisii.ar,
el mensa.¡e es un pensamiento y el,canal es el aire, quJ transporta ina señi lós :
forn
_,, ,Atl?r.
de
el diagrama d:
ll*lgf yV."rr., se inspira en la ie"r,ologí"
las telecomunicaciones, la idea básica es bastante *tig.r", y
originalmerite
se propuso como explicación de la comunicación verbal.
sólá doiejemplos:
Atistóteles afinnó que .,los sonidos hablados son símbolos de l¿s
"*o.iirres
de nuestra almar, gu!_1on, a su vez, ..copias de objetos i."i.r" (Aristóteles,
De in.terpretatione: 43). Dicho .r, ,rrr.-rtros téáinos, q"; l;;
enunciados codifican supuesros. Arnauld y Lancelot, ." * "iil,,rri"
i"t"" sa Gramática
de Port-Royal, describíán el lenguaje como
l6
La idea de que la comunicación se
consigue codificando pensamienros
en torma de sonidos está tan arr.aigade;;
{
difícil considerarla como
i;;ir;i"*"".i¿.".a1 que resulta
I
ttifJi.sis, f ;;-;;"*.r' he.ho. y, sin
""" ¿á l"
embargo, el modelo del cóáigo
,.ru"l
I hipótesis, con méritor ui.-.tr.i;;, "o-;nicación no es sino una
y no ran bien cánocidos defectos.
consis*
*:::r"cipal
comumcar pensamienros, y la ..".i;g ;r .*pli.ru,r* lál'""']".¡"¿os consisuen
hipótesis á9 e_", tor-*áiii.rn es
de explicar cómo lo. .ooríg,r.".-'s., -prirr.ipal una forma
defecto, como discutiremos
tfl o'revemqnte más aderan*,'., quJá.í.rrpriyr*"";;;;rr"
comprensión implica algo más^que insuficiente: ra
la simpl" á.r..¿jiL".ión de una señal
lingüística.
El enfoque semiótico de l¿ comunicación (como
como Io vamos a_llamar lo lamó pierce, y
-r.tiá¿si.o
ry:*r"r;
llamaron saussure y.sus. seguidores),'",
o .rrfq,). (como lo
.rrr" generalización der modero del
cédigo de la comunicación"veiUJ iirñ"¿r
cación' Todorov (rg7r) rir¿" r" ;I*.1 ""*d;i;;'il'o", de comuni-
estudio d:"1" gn sa¡ Agustín, que abordó el
et"*ftica,larógjcl,i"
marco unific¿dor de una t ot' i.
rlt¿¡." y ra heimenéutica dentro der
io; rignor. s..""ri¿rrrba que no sóro
la normal comunicaci¿" r.iu¡-il ilr.pensamienros,
sino también ros
gfectgs poé_ticos de los .rrp"i f" ..-,
*J*tr;¡h:dil#ü';ff :r::*'::.i;:ñ:.:¿i:::üi".,1'#
Desde el punto de üsta semiótico,
la existencia de un código subyacente
es la única explicación posible i.-J;
se consigue ra
'E vv.
comunicación. Así
formulaba esre <axiom"" .t pr¡"Jloio-Vysorrkti-o+v
17
para sordomudos, a ritos simbólicos, a fórmulas de coftesla, ieñales estructunr
militares, etc. Pero es el más importante de todos estos sistemas. generis: el
una ciencia que estud.ie la vida dc ros signos dcntro d.e l¿ sociedad es p.ropiedade
algo concebible... La llamaré semiología (Sauisure 1974: 16).
srn ese suF
sentido.
.. El programa semiótico.-ha sido adoptado con entusiasmo por numerosos
lingüistas, teóricos de la literatura, ps^icólogos, sociólogos y^antropólogos. Sausstrn
La que presenramos a conrinuación is la sanción de ,rttitttiopólogo: o--'
l
que
Daré por..sentado que todasles dimensiones no verbales de la cultura,
neet
como el estilo en el. vestir, el vezedo urbanlstico, la arquitectu.a, los
cort
muebles, la comida, la cocina, la música, los gestos físicos, las actitudes
posrurales, erc., están organizadas en grupos
{ue siguen un determinado Una vez m
modelo, de manera que pueden incorpórar infoniación codificada áe
forma_análoga a los sonidás, hs palabris_y las oraciones de ;
teóricos dc
É;g"; abordar el r
natural. Por consiguiente, doy por sentadó que tiene sentido hablar"de
las regla¡ gramaticales que rigen la forma de- vestir, de la misma forma curso de dic
que_ hablamos de las reglas gramaticeles que rigen los enunciados
del
y llamaron
habla (Leach 1976: tO). embargo, il
en sentido e
La historia reciente de la semiótica ha sido a la vez una historia de pudiera ex¡il
éxito institucional y de quiebra intelectual. por una parre, en la actualidad algo más flu
existen departamentos, insritutos, asociaciones, ;ü;;;;, y revistas de consiguen or
semiótica. Por orra parte, sin embargo, la semiótica "no ha cumplido sus Esre frrc
promesas; en realidaá, sus cimiento, i* sido seriam.na. ,o...r"ios. Con mitos, la lin
esto no pretendemos neg¿r que muchos semiotistas hayan realizado un estos fenóm
trabajo empírico de enorme valor. sin
_embargo, ello nó signific" 1"" .i
predecibles.
ámbito de la semiótica laya resultado proáuctivo,- y ,irr"ho á.rro, determinade
teóricamente sólido; significa simplementé, q,.r. tro ha sido del todo experiencie-
estéril, o que no ha sido aplicado esirictam"rrt.-.r, la prácticat, representacit
'saussure- esperaba.que ..las leyes descubiertas poil" semiología consiguientq
fueran
aplicables a la lingüística, y que éita circunscribieri un área bien jefimitada lejos de le I
dentro de la masa de los hechos antropológicos" (1924: 16). . Lo que debería .garfl
realmente ocurrió fue qye durante los pocbs décenios en que prosperaron produce en I
los.lingüistas estrucruralistas, el progrina semiótico fn. á-.do án serio del código.
y definido_:.on mayg.r detalle..Lingüistas como Hjelmlslev (192g, 1959) y Un semi
Kenneth Pike. (1967) desarrollaron ambicioso, .rq.r.-as tlrminológiéos mejores mod
.
que habían de servir de herramient a para poner en práctic" d'i.ho generativas, l
programa. sin embargo, nunca que asocia n
9e lfegó a descubrir ninguni ley semiótica
significativa, y mucho menos aplicablé a la lingüísti"a. fras r" semánticas d
ir"uri.".ia"
de Syntactic Structures de Noam Chomsky lingüística romó un aplicarse e lt
nuevo.ryTbo y experimentó un desarrollo "n-1957,1a
notablea; p.roii.ho desarrollo como por .it
no le debía nada a la semiótica. A medida que s. f.rJ"onociendo ;;.;i; de forma epn
18
estructura del lenguaje, se hizo cada vez más patente su natur aleza sni
generls:.el supuesto de que todos los sistemas ^de signos deberían
tener
propiedades esrructuralersemejanres se hacía cada ueí"más insostenible. y
srn ese supuesto, en cualquier caso, el programa semiótico no tiene
mucho
sentido.
Saussure hizo una predicción más:
Estudiando los ritos, las costumbres, etc., como si fueran signos, creo
que arr_ojaremos nueva luz sobre los hechos, y pondremos de"refiáve b
necesidad de incluirlos en una ciencia de h sám]iología y de e*plicarlos
con sus leyes (1974:17).
t9
a los ritos, las costumbres y las arres, aunque el enfoque semiótico todavía
no pueda explicarlos adecuadam.ttt., tampo"o ."irt. ningún .rrfoq.r.
alternativo bien desarrollado. por consiguienie, el modelo ¿"1?¿ig. ,ig".
siendo la única explicación disponible dá cómo es posible la comunlic".i]n.
Nosotros vamos a intentar demostrar qne .st" línea de argumentación
no es válida. Es cierto que una lengua es un código qúe empareja
rePresentaciones fonéticas y representaciones semánticasle or".iotrei. Sírt
embargo, existe un vaclo entre la representación semántica de las oraciones
y los pensamientos realmente comunicados por los enunciados. Este vaclo
no se llena con más codificación, sino ittfererrcia. Además, exisre una
"otr
alternativa al modelo del código de la comunicación. La comunicación ha
sido descrita como un p.oceso de reconocimiento inferencial de le
intención del emisor. Vamos a intentar demostrar cómo puede mejorarse
esta descripción y hacer que resulte explicativas
20
lingüísticas de los enunciados y describen una esrrucrura
lingüística
común' la oración, compartida pár toda .rrr" ,.ri. á.-.".rrr.i"aor'qrr"
diferencian tan sólo.po.i.tr ptoiiedades ;ii"gürrri..r. po,
,.
definición, la
represenración semántica de- una oración, tal io-o ,e
l"
gramática generariva, no puede dar cuenta de p.opied"d., "t.ibuiría
úna
,ro lirrjtiir.i"",
:?mo.,.p9t.ej9m¡fo, el momentg y el lug_lr de emlisión d.l - .r,.rrr"'i"J;;i;
identidad del hablante, las intenciónes del"hablante, ;;;:-
La representación semántica de una oración ai.rr. q.r. ver con una
especie de núcleo común de significado que subyace , iodá,
lo, .rr.rrr.i"áo,
de esa oración. Sin embargo,listintos errun"iados d. misma oración
pueden diferir en. su interpretación, y, de hecho, .ro "rr"., l" qr; ,.,J1.-
ocurrir. El estudio de la representáción ,e-árriic" de las áraciones
correspondc a la gramitica; el esiudio de la interpretación de los
.rr.rrr"i"dá,
correspondg a lo- que actualmente se conoce .oriro ..pragmáticarr6.
Como ejemplo, consideremos las oraciones (1)_(3): "
22
que un pensamienro expresado explícihmente debe mantener algún tipo
de correspondencia con la.t pr.rerrl"ción semántica de la oración"emitiá",
los pen-s.amientos transmitidós de forma implícita no están sujetos .rrá
limitación. Consideremos los enunciados (6)'y (7): "
23
serie de
a este tipo de planteamiento. Por ejemplo, un mecanismo pragmático lo menr
podría contener reglas de interpretación como (8) y (9): parte dt
asociadr
(8) Sustituir por <yo> una referencia al habl¿nte. nO SOII
(9) Sustituir por "mañana) una referencia al día posterior al del enunciado.
I
el mens:
Para
Imaginemos a un oyente equipado con dichas reglas, y capaz de reconocer
ProcesCI
que el hablante de (1) es Ana y que la fecha del enunciado es el 3o de
noviembre. Automáticamente podría interpretar que el enunciado (1) (13) (a)
tr¿nsmite el pensamiento de (10):
(b)
(14) [*t
(1) Yo vendré mañana.
(15) Ma
(10) Ana vendrá el 1 de diciembre.
Sin embargo, la mayo ríe de los factores que concurren en la interpre- Q.r. Ma
de (13) ,
24
serie de conclusiones que derivan de form¿
lógica de las
lo menos, estánlaranrt"d", po, l"i--ir-r, . LJ n.
parte de una señal y desembóca en la recuperrciá"
yrocgs, i:.t::;:r;¿:;;
asociado a la señal por un código subyacenie.
d;;; mensaje que es
E'
no son asociadas a sus. premisas por un código, y
gerrer"i, 1", .orr.l.rsiones
el mensaje que transmit-en.
ü;;;;.s no garantizan
Para ilustrar las diferencias entre los procesos
procesos inferenciales, consideremos (1 3)_(1i):
de codificación y los
25
ejemplar del Tirnes" y no que ..Jones ha comprado la editorial que publica
el Times", probablemettt. tespótrderla: ..pori.re l" otra interpr.r""iór, ,ro
puede_ ser cierra", o ^.o-pr",
_ "porque la cuestión e?a si yo iba ,rn
ejemplar del Times". supuesro que yace rras estas "
ergumeniaciones
F,l-
truncadas
.el .Qge los hablantes esta-ble"án ciertas ,ro.-"rrd. veracidad,
informatividad, inteligibilidad, erc., y que intentan comunicar únicamenté
información que. r€sponda a esa serie de normas. Dado que los hablantes
observan sistemáticamente las normas y que los oyentes iistemáticamente
esp€ran de ellos que así lo hagan, es'pásible descarta. irrf.ren"i"l-.rri.
toda una serie de interpretaciones lingülsticamente posibles de cualquier
enunciado concrero, y en consecuencia la tarea de la iomunicación y áe h
comprensión se. hace más fácil. A este mismo tipo de argumentáciones
truncadas, basadas en normas implícitas, apelan loi oyentes-para justificar
su interpreqagipn_ de las expresiones referenciales, de lá tuerzi ilocutiva, de
las figuras del habla y del significado implícito.
Los modernos pragmatistas, inspirados por la obra de Gricez, han
intentado describir de forma más eiplícita eitas normas implícitas de la
comunicación verbal, y demostrar cémo se utilizan en la iomprensión.
Los procesos mentales que intervienen no han sido descritos coi detalle,
pero todos están de acuerdo en que se rrata de procesos infirenciales.
como ya hemos dicho, los procesos inferencial.r rc dif.r.ncian basante
de los procesos_ de descodificación. ¿Quiere eso decir que los pragmatistas
que defienden el modelo del código y, no obstante, descfrben la ioriprensión
en términos inferenciales, están siendo incoherentes? No ,r...r.rü-.rrt",
un proceso inferencial puede utilizerse como parte de un proceso de
descodificación.
. - vamos a emplear un ejemplo artificial para demosrrar cómo la
inferencia puede actuar también co-o descodificación. Imaginemos,a dos
personas que saben (sin que nadie más de los que están a sir alrededor lo
sepa) gu9 la ¿firmación de (19) es cierra, q.re qul.rett hacer saber el uno al
otro si la afirmación de (20) es cierta o no, y que no quieren que los
-
demás presentes se beneficien de la informacióni
Pueden utilizar la regla. inferencial genérica (21) como si fuera una regla de
descodificación, considerar los enunciados' (áz) y (23) como si fi¡eran
señales,. y transmitir asl, empleando estas señiet, ior'*ensajes (z+)
respectivamente:
v (zi
26
(21) Premisa.s; Si p, entonces
e
P
Conclusión: e
(22) si Paco está en Marbelra, me marcharé de la
fiesta.
(23) si Paco está en Marbell", ,ro marcharé á" i"-ii.r."
(24) El -.
hablante se marchará de la fiesta.
(25) El hablante no se marchará de la fiesta.
27
(21) Premisas: Si P, entonces a
P
Conclusión: a
(22) Si Paco esú en Marbella, me march aré de la fiesta.
(23) Si Paco esrá en Marbella, ro me march aré de la fiesra.
(24) El hablanre se marcherá de la fiesta.
(25) El hablante no se marchará de la fiesta.
27
lógicos, tal como los lógicos los describen, permiten derivar de las mismas
premisas un ntimero infinito de conclusiones diferentes. Pero, entonces,
¿cómo puede el oyente inferir exactamenre les conclusiones que el
h¿blante quiere que infiera? Propondremos una solución a esre problema
en los próximos capítulos.
En cualquier caso, como veremos en la próxima sección, la afirmación
de que hablante y oyente pueden limitarse, y de hecho se limitan, a un
conjunto de premisas comunes, resulta mucho más difícil de sostener.
28
un período de aprendizaje, y se mantienen sin cambios entre un enunciado
o inferencia y el enunciado o inferencia siguientes. por el contrario, cada
experiencia nueva se añade a la gama de contextos potenciales. Esto es asl,
de forma decisiva, en la inrerpretación de enunciados, dado que .i
contexto se utiliza para inteqpretar un enunciado concreto generalhente
-que
contiene información derivada de enunciados inmediatamente -precederrtes.
cada nuevo enunciado, aún reposando sobre la misma gramática y las
mismas capacidades inferenciales que los enunciados preceáehtes, requiere
un contexto completamente distinto. Uno de los problemas centrales de
la teorla pragmática consiste en describir de qué forma consigue enconrr¿r
el oyente-, para -cada enunciado concreto, un contexto q* le permite
comprenderlo adecuadamente.
- un lablante que quiera que un enunciado sea interpretado de una
forma determinada también tiéne que esperer, que el oy.trl" sea capaz de
proporcionar un conrexto que permita recuperar dicha interpretación. Un
emparejamiento erróneo enrre el contexro previsto por el hablante'y el
contexto empleado por el oyenre puede dar lugar a un malentendido.
Supong¿mos, por ejemplo, que el h¿blante de (z) no quiera rener sueño,
y por lo tanto quiera aceprar el ofrecimiento de cafZ de su anfitrión,
mientras que éste supone que el hablante no quiere quedarse desvelado, y
por consiguiente interpreta (7) como un rechazo:
29
a distinguir el hablante y el oyente los supuestos que comparren de los
que no? Para ello necesitan establecer supuestos de segundo orden sobre
cuáles son los supuestos de primer orden que comparten; claro que, luego,
más les vale asegurarse de que comparten esos supuestos de segundo
orden, lo que requiere unos supuestos de tercer orden. Algunos pragmatistas
se detienen en este punto (p. ej. Bach y Harnish 1979), y no conceden
ninguna importancia prácrica al hecho de que, en principio, como han
señalado otros (SchifÍer 1972; Clark y Marshall 1981), el mismo problema
vuelva a presentarse para los supuestos de tercer orden, que reclaman
supuestos de cuarto orden, y así hasta el infinito.
Consideremos un ejemplo relevante dentro de la literatura dedicada a
la asignación de referentes:
30
y así indefinidamente. De. igual forma, Luis no sólo
debe saber cuál es en
realidad.la película que echá en el Roxy, r"u., q".
-sino ana sabe cuál es,
y gy. ella sabe que élsabe cuál es,
Lqu; .tt" r"u" q"JZiou. q".iilrl;;
,,1111_::^_1í regresivo
_lndefinidamente.
Esie tipo ¿" d. t¡o
rlrmrtadamente "o"o.iii.r,io
fue identificado- p-or primere vez por Leiis
(1969) como conocirniento cornrtn, y por schiifer
lilzz¡ i" o conocirnimto
mutuoe. La cuestión es-.que si e[ oyente tiene qí. .ra",
recuperar la interpretación- correcta, Ls decir, .q"'eit"
-qrr. seguro de
,r.7 .r, i"
intención del hablante, los elemen.o, á" h inforáaci3r, lorrr.*.ual
utilizada
para interprerar el enunciado no sóro deben ser conocid.;;;;;
h;tñ;;
I p9r el oyente, sino que deben ser muruamente conocidos.
Dentro del marco del modelo del código, el conocimienro muruo
es
una necesidad. Si la única forma d. co*,irrícar un mensaje
.orrrirt. *
codificarlo y.descodificarlo, y si la.inferencia dere-pe;;;iil""
función en
la comunicación verbal, .rrtorr.., el conrexro d.";r;á;i*h
r. .;ñ;;;á;
un enunciado debe limitarse esrrictamenre al conocimienio
conrrario, la inferencia no podría funcionar como un aspecto -.rt.roj d" lo
efectivo de
la descodificación. sin emb-argo, como tr"" ,.nJ"¿. priiii""-ente
todos
los que han tocado el tema, ás difícil im"girrai l" fá,l,;-d. i;;.;:ü;;
el.requisito de un conocimienro muruo .n ,i"_.*p[";;ió" pri".i¿si"r-;i.
adecuada de.la producción.y la comprensión de *"""i.á"'r.
esta hipótesis se verá ineviiablemenle forzado [ág;;i-l-" euiJn "dopt.
.orr.l,rrión de
"
que cuando los seres humanos intentan comunicarse"aspiran
;;
realidad, nunca consiguen. " "lgo il;,
si el conocimiento mutuo es necesario para la comunicación, la
Pregunta que surge inmediatamente es cómó puede determinarse su
il]rTTii; tpe qué forma, exacramente,.distingueri .i rr"¡l""te y el .y.".;
ros conocrmrentos meramente compartidos de los conocimientós
,rerá"d._
ramgnte mutuos? En principio, para poder establecer esta
distinción
tendrían que realizar ina serie lnfinii" de i.;;;;
evidente, es imposible en el lapso de tiempo q". "";;;;ú;.iorres,
,á ,"iál en producir v
entender un enunciado. por consiguiente, incluso r¡ ;"ir"io"-l¡ríi"r*l
mutuamente conocido, no. hay garantlas de que vayan a conseguirlo.
ú
pragmatistas han aiepg.a{o ;ii;"ndo que el
-^-Y::I"t. mutuo no es una realidad,est"'co'clltió;,
conocrmrento sino n un ideal que las persoias se
afanan por
.conseguir porque.... quieren evitar los
que sea posible" (clark y Marshall lggl:2-7). Ahora-"leii;Jid;;;i"-p;;
bien, aunque es cieito
gy: veces les personas exrremen los esfuerzos para .rni", lds malerrterr-
" dichos esfuerzos constituyen la
didos,- excepci3n, ,o i" ,.g1". il ú,
procedirnientos legales, por ejempio, se hace irrr.rrro á-"nr" serio de
determinar "" las partes interesadas:
el conocimiento mutuo entre todas
todas las leyes y los precedenres se hacen públicos, ;.;;;i;;r"r;;il l,,
3t
pruebas legítimas, y sólo la's pruebas legítimas pueden ser tomadas en
consideración, de forme que existe realmente una parcela restringida de
conocimiento mutuo a la que todes las partes pueden recurrir y a cuyos
Iímites deben ceñirse. No hay pruebas de que tales preocupaciones existan
en la conversación normal, por muy seria o muy formal que sea. Se corren
toda clase de riesgos, y se establecen toda clase de buPuestos y conjeturas.
No hay indicios de que se realice ningún esfuerzo por asegurar el
conocimiento mutuo.
Se han invertido muchas energlas en intentar desarrollar una aproxima-
ción al requisito del conocimiento mutuo que pueda defenderse empírica-
mente. Se ha afirmado que, en determinades circunstancias, está justificado
que hablante y oyente den por supuesto que existe un conocimiento
mutuo cu*do no sea posible determinar su existencia de forma
"un
concluyente. Por ejemplo, si dos persones pueden verse la una e la otra
mientras miran una misma cosa, está justificado que den por stntado que
tienen un conocimiento mutuo de esa cosa. Si un determinado hecho es
conocido por todos los miembros de una comunidad, dos Personas que
crean reconocerse reclprocamente como miembros de dicha comunidad
tendrán motivos pera suponer que existe un conocimiento mutuo de ese
hecho. A pesar de todo, en ninguno de estos casos existe certez^ alguna
de que haya un conocimiento mutuo. Distintas Personas pueden mirar un
mismo objeto I, sin.embargo, identificarlo de forma diferente; pueden
atribuir diferentes interpretaciones a una información que hayan recibido
conjuntamente; o pueden no percibir los hechos. En todos estos casos, el
individuo se equivócaría al dx por supuesto el conocimiento mutuo.
En este punto se produce una paradoja. Puesto que el supuesto del
conocimiento mutuo siempre puede ser erróneo, la hipótesis del conoci-
miento mutuo no fuede proporcionar las garantías que constituyen el fin
para que fue formulad¿. Si Luis se puede estar equivocando cuando
i.rpone que Ana y él tienen un conocimiento mutuo del hecho de que la
película q,re pottett en el Roxy es Me siento rejuaenecer, no puede esta.r
seguro de haber comprendido correctamente a qué película se está
refiriendo Ana. El concienzudo pero vano esfuerzo de Luis por determinar
el conocimiento mutuo no le protege, en realidad, del riesgo de caer en un
malentendido. Así que, ¿por qué tomarse tantas molestias?
Aún hay otra paradoja en la idea de que oyente y hablante pue-
dan llegar a suponer con razón, aunque sin certeze absoluta, que tienen
un conocimiento mutuo sobre un hecho determinado. La misma defini-
ción de conocimiento mutuo implica que las personas que comparten
un conocimiento mutuo saben que es así. Si uno no sabe qrrc dispone
de un conocimiento mutuo (de algún hecho, con alguna persona), enton-
ces es que no lo tiene. El conocimiento mutuo tiene que ser seguro, de
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lo contrario no existe- y dado que nunca puede ser seguro, nunca
existe.
Aparentem"rri,. la
.postura de rectificación de quienes defienden la
teorla del código debería ser la de reemprazar.i r.q"iil" del
muruo por el de supuesros *.r..ror^ 'd. .rrá.á, -fr.u"uirrr;ü-É;;;conocimiento
Propuesta' aunque más realista,.plantea un problem"'olrnio.
cuanto más alto sea el orden de los ,,rp.r"rroi Er.g.rr.r"L
de un .rqrr"-" de este tipo
probabilidades hav.de que r."" u.¿"á.;;r.
T:::: cierta que la película
crencra
iü¡; que Luis sepa a
que echan est" noche ,, Mr- riírro ,;j;;;;;
p€ro,. a faha de pruibas .orriirr..rrtes,.
no d"b";¡" ;;;irr. .* seguro de
que Ana dé por supuesto que él lo sáb.,
r;;-h";;;;s de que ella dé
Ilor supuesto que él_ supone que,ella úqg.".. q". Zi ú ;ü;,;;
sucesivamente. El pir--" iup.t.rü ¿"
*"*"ii¿"á, ¿;; ; er de orden más
dto, es el que rcndrla el nivel.de proU"Uitia"J
cabe pregunrarse cómo el hecho á. ,.rtrirrgi, ü: ñ.;;;llii,!lil,i::
.l .orri'.*tJ
mutuos podría asegurar la identidad o qirasi-identidaá " lo, supuesros
requeridas por-el modelo del código.
d. É;;ñ;;
Otro problema que plantea iá hipóteris del conocimiento
que, si bien define una-clase d. .oit.*t mutuo es
os potenciares utirizebres en la
interpretación de enunciados, ;; Í;.
contexro pd"'d. ;á;; se sele"ciona un
concreto ni de la función del conte*.o .r, .t ;;
compresión. Veamos el siguiente .rrrrrr.i"do, ;;;;;;
Q6) Le puefta está abierta.
-gran un
En 1957 Paul Grice publicó aftículo, ..Meening" (El significado), que
h" riáo objeto de un nú-ero de controversias, interpretaciones y
;;iri;;.rt;l E" dicho "ñí",rlo, Grice proponía el siguiente análisis de -quéx
;ü;;fi." q* un individuo H dé a entendir algo-mediante un enunciado
ii;il; á;nciado, ha de interpretarse como referido no sólo a los enun-
;i"d;r forma de conducta comunicativa):
fingüísticos, sino a cualquler
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