Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Durante este módulo he pensado mucho en los estudiantes con los que trabajo
a diario, algunos de ellos ya transitan (etariamente) por este período de la
adolescencia y los demás indefectiblemente llegaran a ella, pero estamos
preparados para enfrentarnos a sus procesos particulares de desarrollo tanto
como personas, estudiantes, mujeres y hombres sujetos de derecho sin lugar a
dudas. Surge la duda, frente a la capacidad de enfrentar estos cambios desde
mi rol de psicóloga del Proyecto de Integración Escolar del colegio y también
como persona, qué tan bien preparada estoy para ello, desde la perspectiva
emocional como teórica y si generalizo esta reflexión nuestra comunidad,
sociedad y cultura de que manera reciben a estos adolescentes, en qué forma
los preparamos para enfrentarse a la realidad que está más allá del colegio y
sus hogares. Son muchas las interrogantes, que surgen al respecto, por ello
me intereso profundizar (al menos un poco) la reflexión en este tema en
particular, la adolescencia y el déficit intelectual.
Definición de Adolescencia
1
adecuadamente para que el desarrollo del yo se considere satisfactorio. El
desarrollo moral permanece en un nivel convencional (Kohlberg en apunte de
Psicología del Desarrollo Psi. Paula Mora, 2002), siendo sus características
principales apoyar el status quo, hacer lo correcto para complacer a otros y/o
por cumplir con la norma o ley, es decir, aún se aprecia el temor a la autoridad,
aunque es una etapa en la que se revelan constantemente a ella.
2
esperada. Esta nueva conceptualización, elimina las categorías existentes
(leve, moderado, severo y profundo) centrándose en los apoyos que requiere la
persona, graduándolos de acuerdo a la etapa de desarrollo que vive cada
sujeto. Lo primordial es que se basa en un perspectiva multidimensional, que
considera las habilidades intelectuales, conducta adaptativa, participación
interacción y roles sociales, salud y contexto (Luckasson, R. y cols 2002, en
Concepto y Definición de la Deficiencia Mental, Paino, S.).
Estos jóvenes no están ajenos a las problemáticas de los demás, pero dado que
sus capacidades cognitivas están afectadas de manera negativa, es que en
general, se espera que aparezcan mayores conductas de riesgo, como son el
consumo de droga, la iniciación sexual temprana, embarazo, deserción escolar,
etc., por esto es tan relevante que se mantengan dentro del sistema escolar,
3
ya que esto facilitará su posterior inserción en la vida tanto desde la
perspectiva laboral, comunitaria, como relacional y emocional.
Reflexionando
Frente a esta realidad ¿qué decimos? ¿qué hacemos?¿a quién le decimos? ¿qué
obtenemos?...y así siguen las interrogantes que lentamente se van develando
permitiendo la búsqueda de respuestas para dar atención a la persona a la que
nos enfrentamos, pues en la práctica se enfrenta el trabajo con el o la
adolescente que presenta la discapacidad, así como con su familia y en el
mejor de los casos con la comunidad y el entorno en el que se desenvuelve el
joven así como con las comunidades a las que quiere acceder (por ejemplo:
trabajo).
El qué decimos, quizá es lo más simple de resolver, sin olvidar que debe ser
esto hecho en un marco de respeto y confidencialidad, tanto en el diagnóstico
como en el programa que se pretende aplicar para que el joven o la joven
logren sus objetivos tanto personales como laborales. Así, es que necesitamos
conocer los interese de este joven, para obtener información acerca de las
áreas y habilidades que requieren ser reforzadas, cuál es la diferencia con un
joven que no padece dicha discapacidad, que en este proceso quizás se tarde
más tiempo del esperado, que muchas cosas se debe realizar de manera
concreta, para que el joven logre tener en su poder el conocimiento que se
intenta traspasar. No olvidar el importante rol que desempeña la familia en
este desarrollo y por tanto necesita de estar informada y ser parte de este
desafío que enfrenta un miembro de ella.
4
el respeto hacia este como persona se debe mantener ante todo. Este respeto
se debe materializar, en considerarlo un sujeto de derecho, que posee
obligaciones y derechos que procuraremos pueda asumir de la mejor forma
posible. También es necesario dejarles espacios personales (no sólo físicos),
que implique que ellos pueden decidir y elegir en ciertas cuestiones, así como
ser independientes sabiendo las limitaciones de acuerdo a su discapacidad, su
edad y su tratamiento, si se les entrega se espera que su autoestima suela ser
positiva.
Y finalmente ¿qué obtenemos? Tal vez para llegar a los resultados del trabajo
se tardará mucho tiempo, pero la familia y el joven podrán evaluar en
perspectiva la ayuda recibida y la efectividad de esta. Pero sin lugar a dudas,
que se obtiene mucho realizando este pequeño mapa de progreso, ya que
permite planificar y programar las diferentes actividades y tareas a realizar en
los diferentes ámbitos de vida del joven, lo que dará por resultado un proceso
de enseñanza-aprendizaje (más allá del colegio) útil y modificable de acuerdo a
las necesidades personales que se van presentando a lo largo de la vida de
una persona.
Conclusiones
5
Siempre al enfrentarnos a cualquier persona, que pide o requiere ayuda,
mucho más sobretodo si presenta una discapacidad cognitiva, es necesario
preguntarle ¿Qué necesita? ¿Cómo puedo cooperar para que lo logre? ¿Hay
cosas qué debo enseñarle? ¿Cuáles? etc. pero sin lugar a dudas esa primera
pregunta, permitirá que se abran paso las otras interrogantes, para realmente
comenzar a apoyarlo y permitirle la dicha de disfrutar de cada etapa de su vida
como cualquier persona lo puede hacer.
Para los que no han tenido la oportunidad de relacionarse con un joven con
estas características, y por supuesto también para lo que sí lo han hecho tener
en cuenta que: vivimos en una sociedad que de alguna forma acoge a quienes
presentan dificultades ya sea por este discapacidad o por otra causa, pero que
a su vez margina a estas personas, las releva de protagonismo poniéndolas en
segundo plano, no entregándoles su espacio en la justa medida, aún no
sabemos qué hacer, qué decir, cómo actuar, etc. y por esto la mayoría de las
veces se opta por relegar y porque no decirlo por olvidar. Entonces se hace
relevante, mencionar que tanto la discapacidad como la capacidad forman
parte de nuestro ser humano como integralidad.
Bibliografía
Mora, P., Apunte Psicología del Desarrollo, Etapas del Desarrollo y Necesidad,
Universidad de las Américas, (2002)
6
7