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Y la poesía te seguirá
Como un intérprete acezante alucinado.
(Rodolfo Hinostroza. Consejero del Lobo)
En las breves líneas siguientes lo que se pretende es análizar algunos versos de un poeta de
la Generación del 60: Rodolfo Hinostroza. Lo que se desea a continuación es esbozar en líneas
generales las constantes en la poesía de Hinostroza, su enunciación y sus temas recurrentes. Para
ello simplemenete tomaremos como partida un solo poema de este autor, que será el centro de
nuestro estudio, y sacaremos de ahi cada uno de los enunciados.
El poema que se va a analizar se denomina “Los huesos de mi padre”, poema que no se haya
ubicado en su libro “Contranatura” ni en “Consejero del lobo”. Es un poema independiente
publicado virtualemente por el mismo autor, por consiguiente es dificil saber en que periodo lo
compuso, en que año, puesto que no se especifica. Para evitar dificultades en su búsqueda.
Adjuntaremos al trabajo una copia del mencinado poema.
Notando la dificultad de ubicación de este poema dentro de la poética de Hinostroza, vemos
necesario hacer un estudio inmanentista, tomando como referencia única el mismo texto. Por lo
tanto preferimos obviar escenas biográficas o anecdóticas para contrastar los versos. El poema en
nuestras líneas será un ente autónomo del cual extraeremos las ideas que se nos muestran.
Una de las líneas por donde avanzará nuestro trabajo es la idea de la marginalidad, presente
en más de un “personaje”1 analizando en cada uno de ellos como es plasmada, deteniendonos
notablemenete en la historia del padre, mirándola como una tragedia inevitable, llegando como es
lógico a la presencia del personaje fracasado dentro de la poesía de Hinostroza
Esperando simplemente con este estudio abrir un camino más hacia la poesía de Rodolfo
Hinostroza, lo único que podemos decir para terminar es que la poesía de Hinostroza está
notablemenete cargada de la realidad, y del mundo.
__________________________
(1) Debido a lo conversacional del poema empleo el término personaje, no como un realizador de acciones dentro
del mismo, sino como alguien a quien se hace referencia por un ente enunciador.
ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE UN POEMA DE RODOLFO
HINOSTROZA: “Los huesos de mi padre”
I. EL POEMA “Los Huesos de mi padre” :
Como ya se hizo mención, el poema no aparece en ninguna de las ediciones de Rodolfo
Hinostroza, pertenece a una publicación independiente, quizás poe eso el interés que motiva a la
redaccion de las siguientes líneas.
El poema nos fue mostrado en forma virtual en la red. En una página que adjunto a
continuación (www.desco.org.pe/publicaciones/qh/qh/qh114rh.htm)
Para inciar nuestro estudio procedemos primero a mostrar el poema para luego proceder al
análisis.
LOS HUESOS DE MI PADRE
Serán éstos los 206 aristocráticos huesos de mi padre?
Todos completos, con su maxilar inferior, su frontal,
sus falangetas, su astrágalo,
su vomer, sus clavículas?
No se habrán confundido
en la Fosa Común
con los de un vagabundo
de esos que abundan en las calles de Lima,
y mueren sin un grito? Cómo voy a confiar
en que sean éstos los huesos de mi querido padre,
don Octavio, Tachito,
si en la Fosa Común donde lo echaron
puede ocurrirle cualquier cosa
a los huesos de uno?
Su hermano, tío Reynaldo había jurado
encontrar a mi padre, y recorrió toda esta Lima a pie
durante un año, para hallar a mi padre, el poeta,
que se había perdido en la ciudad,
como suele ocurrirles a los ancianos y a los locos.
Todos los días salía, después del desayuno,
a buscar al hermano mayor,
a aquel poeta provinciano,
talentoso, desgraciado y perdido
por los barrios de Lima. Llevaba
una vieja foto de mi padre, amarillenta,
donde aparecía con su pelo muy blanco,
sus ojillos brillantes de inteligencia, sus mejillas fláccidas
labradas por años de inútiles batallas
contra lo que él llamaba su destino adverso
cuando se hallaba de un ánimo blasfemo,
dispuesto a enrostrarle a un Dios
en el que no creía,
sus contínuos fracasos.
La boca grande, elocuente.
La frente alta y despejada. Con un terno marrón, creo,
a rayitas. Esa imagen debió corresponder
a una época feliz, tal vez la de Huaraz,
cuando estábamos todos juntos, mi hermana
mi madre y yo, mucho antes
del divorcio.
Reynaldo la mostraba
a la gente, los interrogaba venciendo
su enorme timidez: «¿Ha visto a este hombre?»
indesmayablemente a pie,
tío de a pie como un remoto soldado de una guerra perdida,
raso, humilde, cumplido,
indagando en los parques, en los hospitales,
en las estaciones de autobus,
en los mercados,
pues quería encontrarlo,
esa era la misión que se había impuesto
antes que la muerte se lo lleve.
Pero la muerte se llevó primero a tío Reynaldo
de un cáncer al estómago,
pero mi padre lo había precedido en el último rumbo,
y no fué sino mucho más tarde que mi hermana
al fin encontró a mi padre
en una Fosa Común del cementerio de Miraflores
donde sus huesos misteriosamente habían venido a dar
porque nadie había reclamado su cadáver.
La muerte
que con callado pie todo lo iguala
lo había sorprendido en un asilo municipal
donde llevan a los locos que vagan por las calles de Lima
y había muerto, enloquecido y solo,
él, Octavio, Tachito, el poeta, el hermano mayor
que había nacido en cuna de oro.
Siempre pensé que moriría rodeado
como Maese Manrique
de sus hijos, hermanos y criados
reconciliado con su terco destino
y cesaría la angustia
la loca angustia que desorbitaba sus ojos
porque no quería morir como un fracasado
y su muerte le cerraría para siempre
las puertas de La Gloria.
No reposó un instante en vida
acechando a la suerte en todos los caminos,
en todos los concursos,
esperando un cambio del destino
un premio, algo definitivo
que sacase su nombre del anonimato
y le diese la paz. Ya no soñaba con el Premio Nobel,
sino con la publicación de sus poemas
que eran profundamente hermosos
y cada día más bellos
cuanto más desgraciada era su vida.
Se sentía en deuda
con nosotros sus hijos,
y los recuerdos de nuestra infancia feliz lo atormentaban
hasta hacerlo sangrar
como un patriarca loco que ha perdido
el paraíso inadvertidamente
por una mala mano en el Tresillo
un mal consejo, o una debilidad de temple
inconfesable.
Entonces quería estar solo, huía
de la familia, se confundía
en Lima entre los vagabundos, le aterraba
y le atraía como un destino escrito
la mendicidad al final del camino. No aceptaba
el rol que todos querían para él:
el del abuelo sabio y respetado
que mora y aconseja en el hogar de su hija: prefirió
seguir en la batalla hasta el final,
irse a la calle
esperando un milagro.
Sus despojos
fueron a dar a la Fosa Común,
hasta que el proceso
de putrefacción termine, en cosa de siete años
y sus huesos, mondos, nos fueran entregados
en una caja de zapatos, con una etiqueta identificatoria.
Ahora reposan en el Cementerio del Angel
en una de esas fúnebres bibliotecas de huesos
a pocos bloques de donde mi madre duerme su sueño eterno.
La muerte, piadosamente,
ha acercado los huesos de dos seres que la vida separó,
y sus nombres han vuelto a aproximarse
en el silencio de este camposanto
como cuando se vieron por primera vez
y se amaron.
En ocasiones
mi hermana y yo llevamos flores,
a un sepulcro y el otro,
y todavía sufrimos por su amor desgraciado,
que sin embargo dió maravillosos frutos.
Rodolfo Hinostroza
II. SITUACIÓN COMUNICATIVA DEL POEMA:
Algo llamativo del poema es su coloquialidad y estilo conversacional. Es decir, el poema se
nos presenta como una ancedota o un suceso “narrado” por un hijo cuyo nombre no se especifica.
No se especifica a quien se dirige el enunciador, si es un monólogo, un mensaje hacia una segunda
persona, etc
Sin embargo de todas formas se puede decir que existe un enunciador y un enunciatario, debido a
que estamos en un díalogo: Segun Yuri Lotman
“El arte (...) realiza una conexión entre el emisor y receptor, el hecho de que en
determinados casos ambos puedan coincidir en una misma persona no cambia nada, del
mismo modo que un hombre que habla solo une en sí al locutor y auditor.”
(Yuri Lotman. El arte como Lenguaje)3
Por consiguiente, de todas formas, el poema se nos presenta como diálogo con una gran
carga semántica, la cual nos interesa para nuestro análisis. Es decir, se puede tratar de un locutor
que enuncia una duda y una historia a un alocutario que puede ser él mismo.
Basándonos en condicionamientos previos, debemos tener en cuenta cosas que quizás ya sean
obvias para muchos, pero jamás está de más mencionarlas.
● El autor y el enunciador no son la misma persona.
● Los hechos plasmados en el poema no necesariamente son sucesos reales ni mucho
menos presentes en la vida del autor.
Si no tenemos en cuenta estas dos pequeñas consideraciones podemos caer en una crítica
demasiado parcial y biografista. A continuación presentamos un esquema en el cual mostramos la
situación comunicativa de la misma obra.
________________
(3) En; Yuri M. Lotman, Estructura del texto artístico, Madrid, Istmo, 1982, pp. 1746
Los huesos de mi padre
Los huesos
Autor Autor Locutor de mi padre Locutario Léctor Léctor
Real implícito (Octavio) implícito Real
● Es lógico que el autor real es Rodolfo Hinostroza, poeta Peruano de la llamada Generación
del 60, autor de dos poemarios “Consejero de Lobo” (1965) y “Contranatura” (1991).
Hombre espacio temporal, sujeto al paso del tiempo y al cambio de mentalidad.
● El autor implícito es Rodolfo Hinostroza en un momento determiando. Es el autor modelo,
aquel que compuso el poema en una etapa de su historia (que lastimosamente no lo
conocemos con exactitud), con una mentalidad e intereses determiandos.
● El Locutor es el hijo que Octavio que plasma la historia o relato de su padre, aquel que va a
mostrar la pena y angustia de su padre en los últimos momentos, y la lucha que va a ejercer el
mismo contra su destino.
● El Locutario no se especifica bien dentro del mismo poema, no se sabe si es una segunda
persona o el mismo locutor dialogando consigo mismo.
● Finalemente el Léctor implícito es aquel hacia quien fue compuesto el poema, un léctor
modelo en el cual pensó el autor para hacer la obra. En cambio el léctor real es cualquiera de
nosotros que tenemos la oportunidad de encarar el poema.
III. ESTRUCTURA Y SEGMENTACIÓN DEL POEMA:
Para un mejor estudio debemos dividir el poema en ciertos bloque narrativos, para esto nos
basaremos en las estrofas del mismo poema.
Cada una con una mentalidad determinada y una intención explícita.
1. Serán éstos los 206 aristocráticos huesos de mi padre?
Bloque confromado por los versos inciales. Esta estrofa se caracteriza por mostrar la duda
del hijo ante los restos del padre.
EL poema inicia con una pregunta o duda
Serán éstos los 206 aristocráticos huesos de mi padre?
Lo cual como es lógico nos genera una serie de dudas, de las cuales algunas de ellas se
borran con los versos siguientes. Además nos introduce un elemento de estrato social
“aristocrático”; menciona al padre dentro de un nivel social.
El locutor intenta hacer persistir el estrato social incluso despues de la muerte, obvia el tópico
consolidado en la edad media ya como “Igualdad ante la muerte” es por ello que se niega a aceptar
en un inicio que se traten de los 206 aristocráticos huesos de su padre
Nótese también otra característica del mismo poema: la enumeración; como se ve, en la obra
emplea el número 206, pero además como veremos en los versos sigueintes, esta enumeración va de
la mano de una descripción detallada
Todos completos, con su maxilar inferior, su frontal,
sus falangetas, su astrágalo,
su vomer, sus clavículas?
Es notorio el afán del poema por enumerar los huesos, como reafirmando la idea de
“aistocráticos”, resaltando la presencia de la airstocracia no en el ser humano, sino en cada uno de
sus huesos. Para luego dar cavida a un pequeño ejemplo de su duda introduciendo de esta forma el
elemeneto de marginalidad dentro del mismo poema:
No se habrán confundido
en la Fosa Común
con los de un vagabundo
de esos que abundan en las calles de Lima,
y mueren sin un grito? Cómo voy a confiar
en que sean éstos los huesos de mi querido padre,
don Octavio, Tachito,
si en la Fosa Común donde lo echaron
puede ocurrirle cualquier cosa
a los huesos de uno?
He ahi el origen de la duda del enunciador. Primero nos manifiesta la presencia de su padre
dentro de una fosa común. Nótese que no hay un afán total por contarnos directamente lo que
sucedio, al aperecer el poema mas se asemeja a un conjunto de ideas que se van hilvanando. Luego
de manifestar el elemento de la “fosa común”, introduce lo marginal con la mencion de los
vagabunndo en de la ciudad de Lima, consiguiendo de este forma, primero ubicar el poema en un
espacio determiando, y luego hacernos recordar o conocer (depende del estrato y la información) lo
que pasa allá afuera. Además no podemos dejar escapar otro elemento importante, la enunciación
del hijo sobre el padre: lo llama Octavio, para luego introducir la coloquialidad al denominarlo
“Tachito” elemento de cotidianeidad, de seguro el nombre con el que se le conocia en familia o con
el que el hijo denominava a su propio padre. Este indicio de términos coloquiales nos sumergen
ante la idea a que el enunciador evoca con nostalgia al difunto padre (idea que se reafirmará
posteriormenete) lo cual nos daría la idea de subjetividad y parcialidad dentro de los versos.
Si hay algo que nos deja este primer bloque de versos es: un conjunto de dudas, que se irán
saciando conforme avancemos con los versos. Es por ello la afirmacion sobre el locutor y su afan de
no contar una historia de manera secuencial, sino plasmar una serie de dudas, angustias, ideas e ir
hilvanándolas en cada uno de los versos.
2. Reynaldo, soldado de una guerra perdida
El siguiente bloque, mas extenso que el anterior, posee iunclusive una pausa o un elemento
intermedio como veremos a continuación. Inicia con las mención del hermano de su padre, Tío
Reynaldo, como lo llamaba el locutor seguramente (continuando con la coloquialidad).
Mostrándonos la fiera lucha de su tío por buscar al padre:
hermano, tío Reynaldo había jurado
encontrar a mi padre, y recorrió toda esta Lima a pie
durante un año, para hallar a mi padre, el poeta,
que se había perdido en la ciudad,
como suele ocurrirles a los ancianos y a los locos.
Todos los días salía, después del desayuno,
a buscar al hermano mayor,
a aquel poeta provinciano,
talentoso, desgraciado y perdido
por los barrios de Lima...
Inicia el verso con la promesa de un hermano menor que dedica lo que queda de vida en
buscar a “aquel poeta provinciano”. Nótese la calificación de Octavio, Poeta, lo cual no nos alude
mucho pero servirá para entender versos posteriores. Lo que si es rescatable es la idea de
provinciano que nos alude entonces a la presencia de migraciones, por consiguiente la anterior idea
de aristocrásticos habrá pertenecido a una época en provincias.
Al manifestar que su hermano recorrió toda Lima a pie durante un año, manifiesta que la busqueda
llegó a su fin, lo cual aludiría a Victoria, pero eso lo veremos en el bloque siguiente.
En el mismo párrafo podemos notar nuevamente el ejemplo de marginalidad que introduce para
graficar mejor lo que pasó su padre
como suele ocurrirles a los ancianos y a los locos
Al hablar también de poeta talentoso se nos introduce la duda de si es en verdad un poeta
talentoso o son la subjetividad y los sentimientos del hijo los que enuncian ese calificativo a su
padre.
En los versos siguientes se nota que el enunciador hace una pausa en la cual procede a describir la
foto que lleva el tío para buscar al padre, dándonos nuevamente la idea de subjetividad, debido a la
nostalgia en que evocas aquellas épocas.
... Llevaba
una vieja foto de mi padre, amarillenta,
donde aparecía con su pelo muy blanco,
sus ojillos brillantes de inteligencia, sus mejillas fláccidas
labradas por años de inútiles batallas
contra lo que él llamaba su destino adverso
cuando se hallaba de un ánimo blasfemo,
dispuesto a enrostrarle a un Dios
en el que no creía,
sus contínuos fracasos.
La boca grande, elocuente.
La frente alta y despejada. Con un terno marrón, creo,
a rayitas. Esa imagen debió corresponder
a una época feliz, tal vez la de Huaraz,
cuando estábamos todos juntos, mi hermana
mi madre y yo, mucho antes
del divorcio.
Es notorio que inicia con una descripción material de la fotografía para pasar a una
evocación sentimental. Cabe rescatar la frase “vieja foto (...) amarillenta” lo que nos alude a tiempo
pasado, en el cual su padre, como lo dice, ya posee el cabello blanco; es decir nos muestra que el
padre ya posee una muy avanzada edad.
Luego cuando posterioemente menciona sus rasgos formados por “años de inútiles batallas”
nos da el indicio del fracaso dentro de la figura de su padre, sin explicarnos totalmente lo sucedido.
Lo cual lo reafirma al mencionar su ansia de enrostrarle a Dios sus continuos fracasos e inclusive a
su denominación de “destino adverso”.
Nos ubica en la idea de un hombre que se extravió precisamente en lo más duro de su vida. En una
época donde las calamidades son constantes. Pero asi mismo el hijo evoca con nostalgia la época de
la foto, de la cual no recuerda muy bien, e intuye debiera pertenecer a una “época feliz en Huaraz”.
Esto reafirma nuestra intuición interior, la del poeta provinciano, el cual ara un hombre poderoso y
aristocrático en provincia pero que en la capital al parecer pierde aquel status. Para luego aludirnos
a otro factor que tendrá que ver con la infelicidad: “EL divorcio”. Idea que deja en el aire para luego
continuar con el relato de tío Reynaldo.
Reynaldo la mostraba
a la gente, los interrogaba venciendo
su enorme timidez: «¿Ha visto a este hombre?»
indesmayablemente a pie,
tío de a pie como un remoto soldado de una guerra perdida,
raso, humilde, cumplido,
indagando en los parques, en los hospitales,
en las estaciones de autobus,
en los mercados,
pues quería encontrarlo,
esa era la misión que se había impuesto
antes que la muerte se lo lleve.
El relato ahora corresponde nuevamente a tío Reynaldo más que a Tachito u Octavio. Donde
un verso alude el significado de la búsqueda “soldado de una guerra perdida” a travez del cual ya
nos da la idea de el fin de su búsqueda de todo un año.
Manifiesta el sacrificio de Reynaldo, su fiera lucha contra la sociedad contra sus propios temores
con tal de cumplir su propia promesa, la de encontrar al hermano mayor. Nótese otra vez la
enumeración del poeta al mencionar: “parques, hospitales, estaciones de autobus y mercados”.
La cual sirve para afianzar la idea de esfuerzo en la búsqueda, “Pues quería encontrarlo” ya que era
una misión que debía cumplir antes de que la muerte se lo lleve.
3. Al fin encontró a mi padre en una Fosa Común del cementerio de Miraflores
Luego de sumergirnos en un ambiente casi épico sobre la fiera lucha de tío Reynaldo por
hallar al padre como última voluntad, nos introduce directamente, en forma sobria y fría el final de
esa búsqueda, búsqueda que duró un año como lo mencionó líneas antes:
Pero la muerte se llevó primero a tío Reynaldo
de un cáncer al estómago,
pero mi padre lo había precedido en el último rumbo,
Es decir, fracasó. Nótese la gana de describir paso a paso, detallar su itinerario y su lucha
para luego plasmar su derrota. La marginalidad deja de pertenecerle a los locos y vagabundos,
tambien se sumergen en las demás personas. E inclusive su muerte fue sumergida en un total
fracaso, ya que no sabia que su propio hermano se le adelantó en su úultimo rumbo, es decir, “jamás
hubisese salido victorioso tío Reynaldo” era un destino ya escrito.
Pero, de todas maneras ocurre el Hallazgo:
y no fué sino mucho más tarde que mi hermana
al fin encontró a mi padre
en una Fosa Común del cementerio de Miraflores
donde sus huesos misteriosamente habían venido a dar
porque nadie había reclamado su cadáver.
Reitera lo mismo, el fracaso de un sujeto que no se imaginaria estaba sumergido dentro de la
marginalidad. Nótese que el hallazgo por parte de la hermana, es decir, una seudo victoria, no es
descrita con mayores detalles, simplemenete toma dos líneas contarlo; no se sabe si hubo esfuerzo o
lucha de por medio, a diferencia de el caso de tío Reynaldo. Aparentemenete da a notar que hay un
mayor interés por describir lo marginal y las derrotas.
4. La muerte que con callado pie todo lo iguala...
Es estas breves líneas lo que se muestra es la manera en que el padre termino en la fosa común.
La muerte
que con callado pie todo lo iguala
lo había sorprendido en un asilo municipal
donde llevan a los locos que vagan por las calles de Lima
y había muerto, enloquecido y solo
Nótese el contraste entre el ansia del hijo en el primer verso del poema por atribuir a su
padre el calificativo de “aristocrático” y ahora la conciencia que toma de la igualdad ante la muerte,
lo cual generará conflicto.
Esta estrofa incia con la alusión a la igualdad ante la muerte. Para luego mostar cómo fue que llegó
a aquella igualdad, a sumergirse en ese mundo en que como dirán mas adelante, jamás lo había
imaginado.
Posteriormente introduce de nuevo el ejemplo de marginalidad ( como ya notaremos, es una
constante dentro de sus versos), al decir que el asilo donde su padre es un lugar donde llevan a los
locos que vagan por las calles de Lima. Por lo visto no quiere aceptar que su padre era un vago que
recorrió las calles de Lima, es por ello que lo alude tan indirectamente. Es por ello que incia su pena
y duda
él, Octavio, Tachito, el poeta, el hermano mayor
que había nacido en cuna de oro.
Siempre pensé que moriría rodeado
como Maese Manrique
de sus hijos, hermanos y criados
reconciliado con su terco destino
y cesaría la angustia
la loca angustia que desorbitaba sus ojos
El discurso anterior le pertenece a un hijo que está sorprendido ante el final de la vida de su
padre. Vuelve a constrastar la idea de igualdad ante la muerte con “la cuna de oro” de su padre. Por
consiguiente aperece su rechazo a aceptar la relaidad al afirmar que siempre pensó que moriría
rodeado de gente. Alude a un Maese Manrique, no se específica quien pudo ser, pero se trata de
alguien que murió rodeado por su familia y criados, alguien aristocrático con un final feliz.
Prototipo de muerte que el hijo hubiese deseado para su padre.
Es cierto que el apellido manrique nos sumerge directamente en la idea elegiaca del poeta
Español que precisamente manifestaba la fugacidad de la vida y la igualdad ante la muerte, el
mismo que compone para gloria de su padre; puede tambien funcionar comno un elemeneo que nos
permite trasladarnos a ciertas ideas e introducirlas dentro del mismo poema.
Vuelve a hacer alusión a la constante lucha de su vida al mencionar que pensó que moriría
“reconciliado con su negro destino” lo cual pondría fin a la angustia. Estas ideas sirven para
reafirmar las especulaciones hechas anteriormente. Pero, introduce un elemento nuevo, el cual
modulara las ideas de los párrafos del siguiente bloque:
porque no quería morir como un fracasado
y su muerte le cerraría para siempre
las puertas de La Gloria.
Tachito, Octavio, su padre era un hombre que tenía un objetivo en su via “Evitar la muerte
de fracasado”. Para él la vida es una oportunidad a través de la cual se puede lograr abrir las puertas
de la gloria e incluso conseguir una llamada vida eterna de fama (a la cual tambié se alude en
algunos versos de Jorge Manrique).
Entonces estamos ante el relato de alguien que siempre quiso conseguir gloria pero que sin embargo
la vida le fue adversa.
No reposó un instante en vida
acechando a la suerte en todos los caminos,
en todos los concursos,
esperando un cambio del destino
un premio, algo definitivo
que sacase su nombre del anonimato
y le diese la paz...
que eran profundamente hermosos
y cada día más bellos
cuanto más desgraciada era su vida.
Nos dibuja a través de los versos a un hombre que se arriesgó a luchar contra su propio
destino. Su vida trágica al final debido a que no soprotó su destino, intentó lichar contra lo
inexorable. En este párrafo introduce la idea liberada en versos anteriores “el poeta provinciano”
Buscó una luz una esperanza un concurso para evitar morir como fracasado. La Gloria que busca
este hombre es la de “sacar su nombre del anonimato”. Luego de tanta lucha se presenta como
alguien ya resignado
Ya no soñaba con el Premio Nobel,
sino con la publicación de sus poemas
Resignado pero no conformista, no aspira a mucho, pero aspira a algo. Para luego introducir
un calificativo a sus poemas que bien podría estar lleno de subejitividad de hijo deseoso de recordar
al padre.
que eran profundamente hermosos
y cada día más bellos
cuanto más desgraciada era su vida
Nótese el verso final, los poemas eran más bellos mediante más desgraciada era su vida. Lo
cual nos centra en el tipo de poeta que era tachito, que bien podría ser un poeta elegiaco inspirado
en sus propias desgracias, sentimental, triste y nostálgico (lo cual no creemos) y la otra, un poeta
social, luchador, que mientras mas fuerte es el destino, más levanta la cara y se la enrostra a las
calamidades.
A nuestro parecer más se asemeja la segunda categoría lo cual se reafirmará con la rebeldía de este
poeta presente en el bloque siguiente.
5. Tachito, patriarca que no aceptaba el rol que todos tenían para él
En este bloque pretenderá el enunciador sumerginos en escenas familiares y la constante lucha de
Octavio por cambiar su destino. Nos mostrará los sentimientos que aterraban a Octavio y el origen
de su soledad y caída.
Se sentía en deuda
con nosotros sus hijos,
y los recuerdos de nuestra infancia feliz lo atormentaban
hasta hacerlo sangrar
Si bien es cierto el verso anterior es un poco confuso o considerado inclusive contradictorio,
debido a que si está en deuda con ellos, sus hijos, porque sus recuerdos felices lo atormentan. En
este caso también poseemos dos alternativas. La primera, que la infancia de los hijos fue feliz pero
en ausencia del padre, vivieron felices, pero felices sin él, recordemos la alusión a divorcio que se
hizo en líneas atrás (esta alternativa nos parece la menos acertada) La degunda, es aquella de que la
infancia fue feliz, hermosa, con su padre, pero que aquella felicidad se perdió, que sucedió algo, una
desgracia que afectó a todos, desgracias por la cual se siente responsable Ocatvio, es por ello que se
sinete en deuda, no les dio lo que el quería. Nuevamente esta segunda idea es la más aceptable
debido a los versos posteriores
como un patriarca loco que ha perdido
el paraíso inadvertidamente
por una mala mano en el Tresillo
un mal consejo, o una debilidad de temple
inconfesable.
Nos da a entender que este patriarca ha perdido su paraiso, su felcidad, su aristocracia de
forma indvertida. Luego aparece una suerte de posibilidades que intuye el enunciador, pero termina
con el verso “inconfesable”, es decir, jamás dijo que fue lo que pasó; lo cual nos vuelve a recordar
la subjetividad del enunciador y sus limitaciones, él no lo sabe todo, no conoce los secretos del
padre, y por cierto no sabe como pensaba este. Es decir, gran parte del poema está compuesto en
base a intuiciones del hijo pensando en el padre.
Entonces quería estar solo, huía
de la familia, se confundía
en Lima entre los vagabundos, le aterraba
y le atraía como un destino escrito
la mendicidad al final del camino. ...
Como mencionamos líneas antes, Octavio se resigna pero no es conformista, se niega a
aceptar su destino, a morir sin gloria, siente que una muerte de fracaso es una muerte sin Gloria y
un desperdicio de vida. Además el sentirse responsable de aquellos problemas lo atormentaban,
porque no lo afectaban a él sólo sino a su familia. Inclusive se puede intuir que el divorcio se
originó debido a eso. Ya que al mencionar antes la época feliz, mencionó justamente que sucedió
antes del divorcio. Como un límite.
Luego se introdujo en la marginalidad, entre los vagabundos pero con miedo de aquella
mendicidad que ve como final, auqlla muerte sin gloria.
...No aceptaba
el rol que todos querían para él:
el del abuelo sabio y respetado
que mora y aconseja en el hogar de su hija: prefirió
seguir en la batalla hasta el final,
irse a la calle
esperando un milagro.
Sin embargo siguió con su lucha, su pelea, intentando si bien es cierto por un instante
cambiar su destino. Un milagro. Quiere ser reconocido, pero no a nivel familiar, siente que en la
vida familiar no puede estar tranquilo debido al remordimiento que lo hace sangrar. Es por ello el
afán a soledad, el aislamiento con un pequeño sentimiento de esperanza.
Nótese otra vez el ansia de mostar la lucha rigida de Octavio por cambiar su destino, un poeta con
un futuro incierto y un pasado tenebroso, un tipo que todo en su vida se presenta en forma de
tragedia pero que no se resigna y sale a las calles a buscar su milagro.
6. Sus huesos nos fueron entregados en una caja de zapatos...
Como en el caso de tío Reynaldo, luego de introducir un cierto tono épico, lo que le sigue es
un frascaso. Nos motiva a los lectores a imaginar la lucha de aquel hombre con el destino adverso,
con aquella luz de esperanza y aquel milagro que busca. Pero, nos lo hace caer, fracasar, perder.
Sus despojos
fueron a dar a la Fosa Común,
hasta que el proceso
de putrefacción termine, en cosa de siete años
Octavio fracasó, cosa que ya sabiamos pero no consierábamos, es decir, la descripción
anterior de su lucha hace pensar que el destino pudo ser cambiado, que pudo lograr algo, hace nacer
cierta esperanza en el lector. Para luego mostrar en forma breve, conciza, fría, sin nostalgia de hijo.
Inclusive manifiesta el timpo aproximado en que estuvo ahi (7 años de putrefacción)
Él un tipo que lucho para no morir como fracasado, termina en una fosa común, sin fama ni gloria.
y sus huesos, mondos, nos fueran entregados
en una caja de zapatos, con una etiqueta identificatoria.
Sus huesos, como los de cualquier vagabundo que habrá dado a parar en aquella fosa común
le son entregados sin ningún reconocimiento.
7. La muerte, piadosamente, ha acercado a dos seres que la vida separó.
Aparece dentro del poema también la idea de la necesidad de la muerte simbólica, el deber
de los hijos de hacer que se sienta su muerte, el llorar la muerte, asi hayan pasando siete años.
Ahora reposan en el Cementerio del Angel
en una de esas fúnebres bibliotecas de huesos
a pocos bloques de donde mi madre duerme su sueño eterno.
El hijo nostálgico, ya con su padre cerca, en aquella biblioteca de huesos. Otra vez el hijo aflora los
sentientos al mostrarnos a la madre muerta cerca al padre.
Reafirmamos la idea de la separación producto del declive social, debido a que el hijo da a entender
que el padre no tuvo intensión del divorcio, sino la vida fue la que los separó.
La muerte, piadosamente,
ha acercado los huesos de dos seres que la vida separó,
y sus nombres han vuelto a aproximarse
Una suerte de reconciliación con la vida, aquella que le dió a golpes y le quitó lo suyo,
paradojicamente lo ha vuelto a acercar a la mujer que en otro tiempo amo.
en el silencio de este camposanto
como cuando se vieron por primera vez
y se amaron.
Evoca el hijo ya con sentimiento a sus padres unidos, la imagen de la familia completa,
imagen que perdió al terminar su infancia.
8. Sin embargo dío maravillosos frutos
Para concluir con esta suerte de homenaje al padre que murió derrotado por la vida misma el
hijo afirma aun su recuerdo hacia éste. La necesidad de recordar y llorarlo (sentirlo muerto) aflora
nuevamente en el poema, acompañado de una intensión por rescatar algo bueno de ese matrimonio:
Los hijos.
En ocasiones
mi hermana y yo llevamos flores,
a un sepulcro y el otro,
y todavía sufrimos por su amor desgraciado,
que sin embargo dió maravillosos frutos.
Es lógico pensar que los furos a los que se aluden son necesariamente los hijos. A pesar que
la vida les causa infortunios, e inclusive la felicidad se separó de sus vidas, ellos jamás guardaron
sentmiento de odio o rechazo hacia el patriarca que siempre se sintió culpable de la caida de esa
familia.
IV. CONCLUSIONES
Luego de habe recorrido línea a línea el poema, sólo nos queda decir que todo está dicho. El
poema habla por sí mismo, como mencionamos al inicio, basándonos en el mismo poema podemos
notar ideas como:
● La necesidad de alcanzar Gloria (salir del anonimato) y no morir como fracasdo
● El elemento de marginalidad se ve como ajeno hasta que uno se introduce en él, lo cual cuesta
creer. Como pasó con Octavio. Es por ello el cuestionamiento del hijo
● El ansia por describir las fieras luchas, la epicidad del hombre ante su destino para luego tornarlo
tragedia en un segundo. En el poema las peripecias son descritas de manera conciza y rápida
● Las historias mostradas, tando la de Reynaldo como la de Octavio, son historias de personas que
no se rindieron pero si fueron vencidos y están siendo homenajeados por un tercero, el
enunciador.
El poema en sí se presenta como un conjunto de escenas y pensamientos que nos sirven para
mostrar el sentimiento del hijno ante los huesos de un padre que no imaginaba muerto y mucho
menos en esas condiciones. Un tipo que cayó de la peor manera y que jamás se rindió. Un
verdadero homenaje al padre.
Un homenaje a alguien que lucho siempre por la vida eterna de fama, la cual aparentemenete el hijo
trata de darle en el poema, puesto que es en este poema en donde por fin su nombre salió del
anonimato. El nombre de aquel poeta provinciano Octavio o Tachito, el cual, mientra más trágican
era su vida, era mejor su poesia.
NOMBRE: Luis Daniel Manrino Ubillús
CÓDIGO: 02030312