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26 :ev 6 al 12 de marzo de 2011

por las diócesis FAJARDO-HUMACAO

Configurarnos con Cristo:


fuente de nuestra mayor identidad
S.E.R. MONS. Eusebio Ramos Morales esencial e indispensable y son intrínsecamente des-
ordenados (Declaración sobre algunas cuestiones de
Obispo de Fajardo-Humacao
ética sexual, Congregación Doctrina de la Fe, 1975).
•Estamos llamados a la vida, y sólo se genera y se
“Todo lo que Cristo vivió hace que podamos vi- trasmite la vida , en la unión esponsal. En el designio
virlo en Él y que Él lo viva en nosotros. ‘El Hijo de divino, la unión de hombre y mujer es la única unión
Dios con su encarnación se ha unido en cierto modo capaz de dar vida. Luego, sólo en la relación conyu-
con todo hombre’ (GS 22,2). gal puede ser moralmente recto el uso de la facultad
Estamos llamados a ser más que una sola cosa sexual. “Por consiguiente, una persona que se com-
con Él; nos hace comulgar en cuanto miembros de porta de manera homosexual, obra inmoralmente”.
su Cuerpo en lo que Él vivió en su carne por nosotros “Optar por una actividad sexual con una persona del
y como modelo nuestro…”, CC 521. mismo sexo equivale a anular el rico simbolismo y el
significado, para no hablar de los fines, del designio
Configurarnos con Jesús, el Verbo de Dios en-
del Creador en relación con la realidad sexual. La ac-
carnado, “ser una sola cosa con Él”, comulgar con su
tividad homosexual no expresa una unión comple-
Palabra, con lo que Él nos revela y hace, con lo que
mentaria, capaz de trasmitir la vida, y por lo tanto,
Él nos manda, ahí estriba nuestra mayor identidad
contradice la vocación a una existencia vivida en esa
como seres humanos. ¡Que pena que tan modernos
forma de autodonación… Esto no significa que las
y comunicativos que nos consideramos hoy, no ha-
personas homosexuales no sean a menudo genero-
llamos descubierto la oferta de vida, de identidad y
sas y no se donen a sí mismas, pero cuando se empe-
de plenitud que brota de nuestro Señor Jesucristo!
ñan en un actividad homosexual refuerzan dentro de
Nuestra identidad hay que buscarla en Dios, ellas una inclinación sexual desordenada, en sí mis-
Creador de la Vida. Reconocemos el drama de do- ma, caracterizada por la autocomplacencia”, Ibid 7.
lor y sufrimiento que provoca la homosexualidad en
•A pesar de las presiones de diversos grupos, de la
tantas personas, pero esta realidad no puede des-
legislación civil que se impulsa actualmente, no se
viarnos de la verdadera identidad humana y la lla-
puede aceptar ni legitimar la actividad homosexual
mada a la plenitud, que Dios pide al hombre y a la
como si no fuera desordenada en sí misma. No hay
mujer.
aquí una injusta discriminación como se pretende
“Dios en su infinita sabiduría y en su amor om- hacer creer. Se trata de defender la libertad y la dig-
nipotente, llama a la existencia como reflejo de su nidad humana, pero en su justa perspectiva. De-
bondad. Crea al hombre a su imagen y semejanza trás se impone una ideología materialista que niega
como varón y hembra. Los seres humanos, por con- la naturaleza trascendente de la persona humana,
siguiente, son creaturas de Dios, llamadas a reflejar, como la vocación sobrenatural de todo individuo.
en la complementariedad de los sexos, la unidad in-
•También, con firmeza deploramos que “las personas
terna del Creador. Ellos realizan esta tarea de mane-
homosexuales hayan sido y sean todavía objeto de
ra singular, cuando cooperan con Él en la trasmisión
expresiones malévolas y de acciones violentas. Tales
de la vida, mediante la recíproca donación esponsal”,
comportamientos merecen la condena de los Pasto-
(Carta a los Obispos de la Iglesia Católica, Congre-
res de la Iglesia, dondequiera que se verifiquen. Re-
gación para la Doctrina de la Fe, 1 de octubre de
velan una falta de respeto por los demás, que lesiona
1986.)
unos principios elementales sobre los que se basa
Cuando “se suplanta la armonía originaria en- una sana convivencia. La dignidad propia de toda
tre Creador y las creaturas, la grave desviación de la persona siempre tiene que ser respetada en las pa-
idolatría ha conducido a toda clase de excesos en el labras, en las acciones y en las legislaciones, Ibid 10.
campo moral”, Ibid. 6.
Con esta doctrina eclesial de trasfondo, invi-
A la luz de este Documento, ante la realidad pal- tamos a estos hermanos y a todas las persona a
pable de la homosexualidad, que cobra mayor reso- buscar su identidad plena en la configuración con
nancia hoy, señalamos la doctrina consistente de la Cristo Jesús. Sólo Él nos revela nuestra verdadera
Iglesia, según la cuál: identidad. En su amor somos reconciliados y fortale-
•La realidad de la homosexualidad, “con sus dimen- cidos para desplegar nuestras capacidades. A pesar
siones y con sus efectos sobre la sociedad y sobre de las miserias humanas, que todos tenemos, Él es el
la vida eclesial, es un problema que concierne pro- Camino, la Verdad y la Vida”. Configuremos nuestras
piamente a la preocupación pastoral de la Iglesia”, existencias con la de Él y nuestras vidas encontrarán
Ibid 2. su verdadero sentido y su verdadera vocación. A
pesar del sufrimiento y dolor que, a todos nos lle-
•Hay que distinguir entre la condición o tendencia ga de una u otra forma, experimentaremos la vida
homosexual y actos homosexuales. Los actos homo- nueva que nos llena de alegría y de esperanza.
sexuales, como tales, “están privados de su finalidad

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