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2.

VULNERABILIDAD Y ADAPTACIÓN

115
116
INTRODUCCIÓN

2.1. VULNERABILIDAD ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO


2.1.1. VULNERABILIDAD HIDROMETEOROLÓGICA
2.1.2. IMPACTOS EN TERRITORIO NACIONAL

2.2. ADAPTACIÓN ANTE LOS IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO


2.2.1. DEFINICIÓN, FORMULACIÓN E IMPLEMENTACIÓN DE MEDIDAS DE ADAPTACIÓN
2.2.1.1. MECANISMOS FINANCIEROS

2.2.2. ACCIONES VINCULADAS CON EL DESARROLLO DE CAPACIDADES DE ADAPTACIÓN

2.2.3. HACIA UNA ESTRATEGIA NACIONAL DE ADAPTACIÓN


2.2.3.1. CONSTRUYENDO CAPACIDADES
2.2.3.2. METEOROLOGÍA E HIDROLOGÍA
2.2.3.3. ASENTAMIENTOS HUMANOS
2.2.3.4. BIODIVERSIDAD Y SERVICIOS AMBIENTALES DE LOS ECOSISTEMAS
2.2.3.5. AGRICULTURA Y GANADERÍA

2.2.4. LÍNEAS DE ACCIÓN PARA UNA ESTRATEGIA NACIONAL DE ADAPTACIÓN

117
2. VULNERABILIDAD Y ADAPTACIÓN

INTRODUCCIÓN
De acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés),
La vulnerabilidad ante el cambio climático depende por un lado, de la forma, la magnitud y la
velocidad con la que ocurran los cambios derivados del calentamiento global1 y, por otro, de la
capacidad de los sistemas humanos y naturales para ajustarse a ellos. Dependerá entonces de las
condiciones locales, las formas de ocupación del territorio y de cómo evolucionan los procesos
económicos que en él se desarrollan.
La adaptación ante el cambio climático se define como la capacidad de los sistemas humanos y
naturales para ajustarse, espontánea u ordenadamente, a los impactos climáticos adversos, así como
para aprovechar las oportunidades que deriven de los cambios que se presenten. Las capacidades de
adaptación, en la medida en que se desarrollen apropiadamente, reducirán efectivamente la
vulnerabilidad. Para ser efectivas, tanto las estrategias de mitigación como las de adaptación exigen
modificaciones de gran alcance en los procesos de desarrollo, en los patrones dominantes de uso
intensivo de los recursos de la Tierra —aguas, suelos, recursos biológicos, fuentes de energía,
servicios ambientales de los ecosistemas—, las prácticas de producción y los hábitos de consumo.

Gráfico 2.1 Catástrofes naturales mayores durante 2005

650 grandes pérdidas por catástrofes naturales durante 2005. La talla del círculo indica el grado del daño. Los colores indican las causas;
rojo: geológicas; verde: hidrometeorológicas; azul: inundaciones; amarillo: altas temperaturas, deslizamientos de tierras y avalanchas.
FUENTE: Munich Re Group 2006. http://www.munichre.com/assets/PDF/georisks/04772_world_map_en.pdf

Durante 2005 se registraron 650 grandes catástrofes naturales con impactos sobre poblaciones
humanas (Gráfico 2.1), resultando en pérdida de vidas y de bienes materiales así como costos
financieros por pagos de las aseguradoras implicadas. Se trata de información producida por el
Munich Re Group, una de las grandes compañías internacionales que ofrecen seguros por riesgos ante
desastres naturales y una de las pioneras en ofrecer seguros ante algunos de los impactos que ya se

1
IPCC, 2001. Climate Change 2001: Third Assessment Report. Working Group II: Impacts, Adaptation and Vulnerability. IPCC, Ginebra.

118
reconocen como del cambio climático2. Los seis principales desastres originados por catástrofes
naturales en 2005 tuvieron un alto costo en pérdidas de vidas humanas, costos materiales y sumas por
más de 80 mil millones de dólares pagadas por las aseguradoras (Tabla 2.1).

TABLA 2.1. Pérdidas por los seis mayores eventos catastróficos de origen natural en 2005
Pagos de seguros -
Fechas Lugar Evento Pérdidas humanas Pérdidas - millones USD
millones USD
24/07-05/08 India Inundación 1,150 5,000 770
25-30/08 EEUU Huracán Katrina 1,322 126,000 60,000
20-24/09 EEUU Huracán Rita 10 16,000 11,000
02-05/10 América Central Huracán Stan 840 3,000 100
08/10 Pakistán, India Sismo 88,000 5,200 -
19-24/10 México, EEUU, Caribe Huracán Wilma 42 18,000 10,500
FUENTE: Munich Re Group 2006. http://www.munichre.com/assets/PDF/georisks/04772_world_map_en.pdf

Las compañías aseguradoras han empezado a reconocer que la intensificación de catástrofes


hidrometeorológicas en diversas partes del mundo está vinculada al calentamiento global3 y, por
consiguiente, a encarecer los precios de sus pólizas. Los impactos reconocidos se relacionan con
eventos hidrometeorológicos extremos como lluvias torrenciales, huracanes y temperaturas extremas;
inviernos benignos con menos nieve, mayores precipitaciones y mayor riesgo de inundaciones; y
veranos más secos y calientes, con menos lluvia y mayores riesgos de sequías extremas.

Gráfico 2.2 Zonas de riesgo ante desastres naturales en América Latina

Las zonas más obscuras indican mayor frecuencia e intensidad de ciclones (en verde) o mayor riesgo por sismos (del amarillo al rojo).
FUENTE: Munich Re Group, World Map of Natural Hazards: http://www.munichre.com/

El IPCC pronostica un incremento paulatino, pero imparable, de la temperatura media mundial así
como del nivel del mar en el curso de este siglo, debido al calentamiento global (Tabla 2.2 y Gráfico
I.5). La Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés) informa que durante

2
Munich Re Group, 2006. Perspectives. Today’s ideas for tomorrow world: http://www.munichre.com/assets/PDF/georisks/04772_world_map_en.pdf
3
Íbid.

119
2005 se observó una ampliación de las anomalías térmicas; sequías más prolongadas en algunas
regiones pero mayores lluvias e inundaciones en otras; huracanes de intensidad récord; mayor
adelgazamiento de la capa antártica de ozono e intensificación del derretimiento de hielo polar4. Las
cifras estimadas para estas variables incluyen rangos previsibles de variación, mínimos y máximos,
pero todas indican una tendencia a la alza.

TABLA 2.2 Diversas estimaciones de elevación de temperatura y nivel del mar


Incremento de la temperatura media Elevación del
Fuente
2000-2100 nivel del mar 2000-2100
3.0 °C 0.60 m IPCC, 1990
1.5 – 5.5 °C EPA, 1990
0.8 – 3.5 °C 0.15 – 0.95 m IPCC, 1996
1.4 - 5.8 °C 0.09 – 0.88 m IPCC, 2001
5.5 °C Jones et al., 2003
2.4 – 5.4 °C Murphy et el., 2004
1.9 – 11.5 °C Stainforth et al., 2005

La región de América Latina y el Caribe (ALC) es muy heterogénea en términos de clima, de


diversidad de ecosistemas y de tradiciones culturales, aunque no así en los patrones dominantes de
ocupación del territorio. La presión del crecimiento demográfico en el uso del suelo y en el cambio de
uso del suelo constituye una de las más importantes fuerzas conductoras del deterioro ambiental.
Debido a que los patrones climáticos son muy complejos —resultan de interacciones entre corrientes
oceánicas y atmosféricas con la topografía así como con la dinámica de cambio de la cobertura
vegetal—, las estimaciones sobre la vulnerabilidad de ALC ante el cambio climático no son todavía
muy precisas, pero está claro que los ecosistemas, las poblaciones de especies silvestres de
distribución restringida, los recursos hídricos, la producción agropecuaria, los recursos forestales, los
asentamientos humanos, las zonas costeras, así como la salud humana, se cuentan entre los
componentes más vulnerables.
Entre los fenómenos recientes atribuibles al cambio climático en ALC pueden mencionarse: la
intensificación de la Zona Anticiclónica del Atlántico Sur; el desplazamiento hacia el sur de los
vientos alisios subtropicales de América del Sur; el derretimiento y retroceso de los glaciares en los
Andes; así como cambios en la distribución y abundancia de la precipitación anual5.
En México se registra un incremento en la precipitación media anual en la zona noroeste y un
aumento en la frecuencia y severidad de las sequías que afectan a buena parte del país (Ibíd.); se
observa asimismo un incremento en el número de depresiones tropicales en la región caribeña y del
Golfo de México, así como una intensificación en la fuerza de los huracanes; la temporada de
huracanes 2004 fue la tercera más activa desde 1950 y la temporada de 2005 la más activa jamás
registrada.

4
http://www.wmo.ch/web/Press/Press743_E1.doc
5
IPCC, 2001a. Op. Cit.

120
Mientras algunos estudios demuestran una tendencia de largo plazo con menor precipitación anual en
la región del Golfo de México6, otros indican que no es posible todavía precisar tendencias de largo
plazo aunque sí reconozcan la intensificación de los hidrometeoros extremos como uno de los
resultados ya atribuibles al calentamiento global7.

Otras fluctuaciones climáticas (como la oscilación del Sur «El Niño-La Niña»8) podrán intensificarse
y acrecentar las anomalías sobre territorio latinoamericano, contribuyendo a incrementar la exposición
al riesgo de asentamientos humanos e infraestructuras ante los impactos adversos del cambio
climático. Al respecto se cuenta con claras evidencias de una tendencia de incremento de las
precipitaciones invernales y descenso de las veraniegas, lo que acrecienta la incidencia de incendios
forestales en la región caribeña de México y Centroamérica. Los más recientes eventos de El Niño han
incrementado la vulnerabilidad de ecosistemas que albergan especies de interés comercial,
disminuyendo la abundancia, disponibilidad y accesibilidad de estas especies y disminuyendo la
productividad de actividades como la pesca, la producción agropecuaria y la silvicultura.

Para disponer de información más precisa, clara, confiable y oportuna sobre los impactos del cambio
climático en nuestro territorio, se requieren más estudios, modelos y datos duros del clima a escalas
continental, nacional y regional. En este sentido, es urgente que México desarrolle una base nacional
de datos geofísicos, principalmente atmosféricos y oceánicos, consultable en tiempo real y accesible a
todo público a fin de fortalecer la toma de decisiones en la materia.

Hoy día está fuera de toda duda9 que el cambio climático tendrá impactos adversos sobre las
poblaciones y las actividades económicas; sólo existe incertidumbre sobre cuándo, a qué ritmo y con
qué magnitud estos impactos previsibles tendrán lugar, lo que hace muy compleja la formulación de
políticas públicas de adaptación ante el calentamiento global. Esto es de gran importancia, pues la
magnitud de los impactos dependerá de la elasticidad (sensibilidad y potencial de ajuste) de los
sistemas expuestos a riesgo. Sin embargo, hace falta mayor conocimiento científico sobre algunos
procesos ecológicos claves que determinarán el comportamiento de los ecosistemas naturales,
especialmente sobre sus capacidades de carga, sus capacidades de renovación y su resistencia ante
invasiones de especies exóticas como resultado del cambio climático (Ibíd.).

No obstante las relativas limitaciones de la información científica y técnica disponible, México debe
iniciar urgentemente la formulación de políticas y la concertación de esfuerzos para desarrollar
capacidades de respuesta, nacionales y locales, ante los impactos previsibles del cambio climático. Se
trata de un problema de seguridad estratégica nacional que tiene que ver con la seguridad de las
personas y de sus bienes materiales y culturales, con la integridad de los ecosistemas y sus servicios
ambientales, con la integridad de las infraestructuras de generación y distribución de energía, de
comunicación, de servicios urbanos e industriales y, en general, con la seguridad de los asentamientos
humanos, muchos de los cuales se encuentran en zonas ya expuestas a riesgos de desastres naturales.

6
Scientific American 2005. Warmer climate produces less rain: http://www.sciam.com/article.cfm?articleID=000F1DAA-280A-1350-
A80A83414B7F0000&sc=I100322
7
IPCC, 2001a. Op. Cit. y Pew Centre, 2005. Hurricanes and global warming: http://www.pewclimate.org/hurricanes.cfm
8
Magaña et al.. 2004. Consecuencias presentes y futuras de la variabilidad y el cambio climático en México. En: Martínez, J. & A. Fernández (comp)
Cambio Climático: una visión desde México. pp. 203-213.
9
IPCC, 2001a. Op. Cit.

121
Además, la pobreza agudiza la vulnerabilidad ante el cambio climático. Con los niveles de
desigualdad imperantes en México, los riesgos derivados del calentamiento global se acumulan a los
derivados de la inequidad prevaleciente en el acceso a bienes públicos y a servicios ambientales de los
ecosistemas, pues el 64% de los hogares viven con menos de 4 salarios mínimos equivalentes y el
86.8% con menos de 8 (Tabla 2.3).

TABLA 2.3 Distribución porcentual de los hogares por rangos de salarios mínimos equivalentes
Año 1992 1996 2000 2002 2004
Total 17 819 414 20 467 038 23 484 752 24 650 169 25 845 081
Hasta 2 S.M. 34.4 45.2 36.4 34.6 31.7
Más de 2 y hasta 4 S.M. 30.5 30.4 30.4 30.9 32.3
Más de 4 y hasta 8 S.M. 21.8 16.5 20.3 22.1 22.8
Más de 8 y hasta 14 S.M. 8.0 5.1 7.9 8.1 8.9
Más de 14 S.M. 5.3 2.8 5.0 4.4 4.3
S.M. = salario mínimo equivalente. El Total indica número de hogares considerados.
FUENTE: portal Web del INEGI - http://www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/rutinas/ept.asp?t=ming02&c=3314

En un mundo así, todo desarrollo económico y social que no se planifique bajo un enfoque de
ordenamiento territorial, o planeación de la evolución espacial de la economía y los asentamientos
humanos, tiene altas probabilidades de incrementar —en vez de reducir— la vulnerabilidad. Es
necesario fomentar la transversalidad de las políticas públicas con una perspectiva de planeación
espacial de la economía, coordinar acciones entre los tres órdenes de gobierno y hacer converger
esfuerzos con la iniciativa privada, las organizaciones de la sociedad civil y las academias de
investigación. Es urgente desarrollar capacidades locales de planeación, prevención y respuesta, así
como capacidades sectoriales y corporativas. El marco regulatorio deberá revisarse con objeto de
eliminar o modificar las reglas que propician emisiones o incrementan la vulnerabilidad.

La fracción f del Artículo 4.1 de la CMNUCC establece que todas las Partes deben:
«Tomar en cuenta, en la medida de lo posible, las consideraciones relativas al cambio climático en sus
políticas y medidas sociales, económicas y ambientales pertinentes y emplear métodos apropiados, por
ejemplo evaluaciones del impacto, formulados y determinados al nivel nacional con miras a reducir al
mínimo los efectos adversos en la economía, la salud pública y la calidad del medio ambiente, de los
proyectos o medidas emprendidas por las Partes para mitigar el cambio climático o adaptarse a él.»

Por consiguiente, diseñar, construir y desarrollar capacidades nacionales de adaptación debe ser
reconocido como una componente indispensable y urgente de la planeación del desarrollo. Los riesgos
asociados al cambio climático vulneran el potencial de desarrollo del país; por ello, es importante que
toda iniciativa de desarrollo socioeconómico considere explícitamente los riesgos asociados con el
cambio climático y reconozca que la base última de sustentación de la vida está constituida por los
ecosistemas y sus capacidades de renovar servicios ambientales para la economía (agua limpia, suelos
productivos, aire respirable, materias primas, digestión de emisiones y desechos, etc.).

122
2.1. VULNERABILIDAD ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO

2.1.1. VULNERABILIDAD HIDROMETEOROLÓGICA


Por su ubicación geográfica en latitudes intertropicales cruzadas por el Trópico de Cáncer, los
impactos de fenómenos climáticos extremos constituyen una amenaza constante en la historia de
México. Los impactos adversos y sus secuelas derivan de huracanes, lluvias torrenciales, heladas,
sequías, inundaciones, ondas de calor o de frío, así como de altibajos de la radiación solar y de la
humedad en suelos y atmósfera. Estos impactos frenan temporalmente, o incluso hacen retroceder, el
desarrollo socioeconómico en las regiones afectadas, ya que contribuyen a acrecentar la degradación
de tierras y la pérdida de suelos productivos, cuya situación actual es alarmante en más de la mitad de
las entidades federativas (Gráfico 2.1.1).

Gráfico 2.1.1 Vulnerabilidad a la degradación de tierras y a la desertificación en México

FUENTE: INE 200410. Debido a las características físico-geográficas y socioeconómicas, no solamente las zonas áridas
son vulnerables; 96.98% del país es susceptible a afectaciones por al menos alguno de los procesos de degradación de
tierras, 48.93% es de vulnerabilidad moderada y 48.05% de vulnerabilidad alta.

Entre las secuelas más comunes se observan:


• Pérdidas en zonas de cultivo y de agostadero;
• Daños estructurales en zonas urbanas y grandes infraestructuras por inundaciones;
• Pérdida de suelos por deslaves y erosión en zonas con pendientes pronunciadas;
• Incremento de las tasas de morbilidad (enfermedades respiratorias y gastrointestinales);
• Pérdida de vidas humanas.

10
Oropeza, O. 2004. Evaluación de la vulnerabilidad a la desertificación. En: Martínez, J. & A. Fernández (comp) Cambio Climático: una visión desde
México. Fig. 1, p. 309.

123
Durante las últimas dos décadas del siglo veinte México sufrió alrededor de 75 grandes desastres, que
tuvieron como efectos directos poco más de 10 mil pérdidas humanas, cientos de miles de
damnificados y daños directos por casi 9 mil 600 millones de dólares (Tabla 2.1.1). Además, los
costos derivados por efectos indirectos, como la interrupción del flujo de bienes y servicios, se
estiman en no menos de 795 millones de dólares —sin considerar daños a ecosistemas y pérdida de
capital natural. Los costos estimados totales ascienden a casi 10 mil 400 millones de dólares.

TABLA 2.1.1 Pérdidas humanas y daños materiales por desastres de origen natural 1980-1999
millones de dólares
Pérdidas
Tipo de fenómeno Daños directos Daños indirectos Total
humanas
Hidrometeorológicos 2,767 $ 4,402 $ 145 $ 4,547
Geológicos 6,097 $ 4,044 $ 516 $ 4,560
Químicos y ambientales 1,250 $ 1,150 $ 134 $ 1,283
TOTAL 10,114 $ 9,596 $ 795 $ 10,391
FUENTE: Bitrán, D. 2001. Características del impacto socioeconómico de los principales desastres ocurridos en
México en el periodo 1980-1999. CENAPRED, México. Pág. 10.

Gráfico 2.1.2 Zonas y grados de vulnerabilidad de México ante huracanes

FUENTE: CENAPRED 2001. Diagnóstico de Peligros e Identificación de Riesgos de Desastres en México.


Atlas Nacional de Riesgos de la República Mexicana. Pág. 128.

Si se analiza la información de los años recientes, se observa una tendencia creciente de los costos
asociados a los impactos de fenómenos meteorológicos extremos sobre territorio mexicano,
particularmente cuando suceden grandes huracanes. Sólo por Isidore y Kenna en 2002 y Stan y Wilma
en 2005 los daños documentados superan los 4 mil millones de dólares (Tabla 2.1.2).

124
TABLA 2.1.2 Pérdidas humanas y daños materiales por impactos hidrometeorológicos 2000-2004
millones de pesos
Año Pérdidas humanas Daños directos Daños indirectos Total
2000 n.d. 1,484 536 2,020
2001 163 n.d. n.d. 2,417
2002 123 n.d. n.d. 10,717*/
2003 35 (1,731) (1,505) 3,930
2004 41 n.d. n.d. 321.1
2005 n.d. n.d. n.d. >30,000**/
FUENTE: CENAPRED/SEGOB 2001, 2002, 2003, 2004, 2005. Impacto socioeconómico de los principales desastres
ocurridos en la República Mexicana en 2000; Ibíd. 2001; Ibíd. 2002; Ibíd. 2003; Ibíd. 2004. México.
*/ En 2002, sólo los huracanes Isidore y Kenna provocaron daños por casi 9 mil y más de 1 mil 200 millones de pesos.
**/ En 2005, los huracanes Stan y Wilma provocaron daños por más de 30 mil millones de pesos.

En estas cifras se puede apreciar cierta tendencia hacia la alza en los costos de los daños materiales
provocados por estos eventos. Si se toma en cuenta que la devastación causada por los huracanes Stan
y Wilma durante 2005 suman por lo menos 3 mil millones de dólares, esta tendencia a la alza se
confirma.

Otras cifras relacionadas con los eventos hidrometeorológicos extremos son11:


1. Alrededor de 20 millones de personas habitan áreas vulnerables al impacto de huracanes
(alrededor de 800 mil km2 del país);
2. Anualmente se producen daños por 270 millones de dólares en promedio, debido a la erosión
de los márgenes de los ríos;
3. Cada año las presas pierden 1.1 billones de metros cúbicos de capacidad de almacenaje debido
al asolvamiento por sedimentos derivados de la erosión de suelos en pendientes deforestadas;
4. Cada año se tienen que dragar alrededor de 300 millones de metros cúbicos en ríos y puertos.

Con el calentamiento global se incrementarán los riesgos de exposición a fenómenos


hidrometeorológicos extremos. El registro histórico indica que los años más cálidos han ocurrido
durante los últimos 20 años; 2005 es el año más cálido registrado, 1998 el segundo, 2003 el tercero,
2004 el cuarto y 2002 el quinto año más cálido registrado12 (Gráfico I.2). Las altas temperaturas de
1998 incrementaron el número y la intensidad de los incendios forestales en México, que sumaron
más de 14 mil y cerca de un millón de hectáreas afectadas13, Gráfico 1.2.6). Estos daños, difíciles de
cuantificar, se estiman en no menos de 1 mil 600 millones de dólares.

Las consecuencias de estos desastres sobre las principales variables macroeconómicas empiezan a ser
significativas, ya que la fracción asegurada de la población y de las infraestructuras es muy reducida y
apenas se inicia el desarrollo de instrumentos financieros para proteger a las personas y sus bienes
frente a estos riesgos. Esto constituye otro aspecto de la vulnerabilidad de México ante el cambio
climático, que debe ser considerada por las políticas públicas de protección civil y de acción climática.

11
SEGOB, 2001. Programa Nacional de Protección Civil 2001-2006. Secretaría de Gobernación, México.
12
NASA, 2006. http://www.nasa.gov/vision/earth/environment/2005_warmest.html
13
SEMARNAT-CONAFOR, 2005. Gerencia de incendios forestales, CONAFOR, México.

125
2.1.2. IMPACTOS EN TERRITORIO NACIONAL
De acuerdo con estudios recientes, la Tabla 2.1.3 resume los impactos previsibles que el fenómeno del
cambio climático tendrá en territorio mexicano.

TABLA 2.1.3 Impactos previsibles del cambio climático en México

Sector o área Impactos previsibles


• Modificación de los regímenes de precipitación
• Mayor intensidad de eventos hidrometeorológicos extremos (huracanes y ciclones tropicales,
inundaciones, sequías, oscilación del Sur «El Niño-La Niña», etc.)
• Incremento de escurrimientos superficiales y deslizamientos en algunas regiones
Meteorología e
• Mayores tasas de asolvamiento en presas y embalses debido a mayores escurrimientos y
Hidrología14
mayores cargas de sedimentos en ríos
• Intrusión de agua salada en acuíferos costeros por la elevación del nivel del mar
• Reducción drástica en la disponibilidad de agua por habitante en algunas regiones (D.F., Estado
de México, Guanajuato, Jalisco)
• Modificación de regiones ecológicas, migración de ecosistemas a mayores latitudes y altitudes
• Transformación de hábitats a tasas que excederán sus capacidades naturales de adaptación
• Extinción probable de bosques de coníferas y praderas de alta montaña y cambios importantes
en al menos el 50% de los demás tipos de ecosistemas
Ecosistemas, • Reducción drástica de zonas de distribución de otros bosques de coníferas y encinos, así como
biodiversidad y bosques mesófilos de montaña
sus servicios • Mayor incidencia de incendios forestales
ambientales15, 16, • Pérdida de humedales que constituyen hábitats para especies migratorias
17, 18, 19
• Disminución en la abundancia de poblaciones de flora y fauna silvestres
• Incremento de la tasa de extinción, particularmente especies de distribución restringida
• Invasión de especies exóticas, que modificarán estructuras tróficas y eliminarán especies nativas
• Disminución de las capacidades de renovación de servicios ambientales de los ecosistemas
• Reducción de la producción de madera, celulosa y papel derivados de bosques de coníferas
• Incremento del deterioro y pérdida de suelos y avance de la desertificación en alrededor de 48%
Degradación de
del país
tierras20
• Incremento de las tasas de erosión hídrica y de la incidencia de deslaves en zonas montañosas
• Disminución neta de la superficie apta para cultivar maíz de temporal y posible erosión de la
agro-biodiversidad del maíz
• Reducción de los rendimientos de cultivos de maíz en algunas regiones
• Reducción de la superficie apta para la ganadería extensiva en el centro y norte del país debido a
Agricultura y
mayor aridez, sequías más agudas y degradación de tierras
ganadería21 22
• Riesgo incremental de siniestros causados por eventos hidrometeorológicos extremos en zonas
productivas (sequías, inundaciones, huracanes)
• Expansión de plagas y pestes por el cambio de condiciones ambientales
• Deterioro consiguiente de los niveles de bienestar de la población rural

14
Mendoza et al. 2004. Vulnerabilidad en el recurso agua de las zonas hidrológicas de México ante el Cambio Climático Global. En: Martínez, J. & A.
Fernández (compiladores) Cambio Climático: una visión desde México.
15
16
Villers y Trejo. 2004. Evaluación de la vulnerabilidad de los ecosistemas forestales. En: íbid.
17
Arriaga y Gómez, 2004. Posibles efectos del cambio climático en algunos componentes de la biodiversidad de México. En: íbid.
Goldammer y Price. 1998. Potencial impacts of climate change on FIRE regimes in the tropics based on Magic and GISS-GCM Derived Lightening
Model. Climate Change 39: 273-296.
18
19
Villers y Trejo. 1998. Impact of climate change on Mexican forests and Natural Protected Areas. Global Environmental Change, Vol.8(2): 141-157.
20
Townsend Peterson et al. 2002. Future projections for Mexican faunas Ander climate change scenarios. Nature, 416: 626-629.
INE, 1995. Estudio de País: México ante el cambio climático. Informe Técnico. U.S. Country Studies Program Support for Climate Change Studies y
Ce
21
ntro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM, México.
22
Conde et al 2004. Impactos del cambio climático en la agricultura en México. En: Martínez, J. & A.Fernández, op. cit.
Magaña et al. 1997. Assessment of current and future regional climate scenarios. Climate Research 9: 107-114.

126
• Modificaciones en la distribución de las especies marinas de interés comercial y de la
disponibilidad de recursos pesqueros, por cambios de temperatura y en las corrientes oceánicas
• Afectación de arrecifes coralinos (con incremento de tasas de extinción), manglares, humedales,
playas y zonas bajas, por elevación del nivel del mar
• Erosión de playas por mareas altas, tormentas y huracanes
Zonas costeras23
• Riesgos incrementales de afectaciones a infraestructuras costeras; reducción del valor de
inmuebles e infraestructuras urbanas
• Costos incrementales de las pólizas de aseguradoras
• Afectación a la piscicultura en zonas costeras y humedales
• Disminución de ingresos del sector turismo en las zonas costeras afectadas
• Riesgos incrementales de daños a infraestructuras urbanas, a las personas y a sus bienes
• Magnificación de las «islas de calor» en las ciudades (por carpeta asfáltica e inmuebles)
Asentamientos • Riesgos incrementales de inundaciones y de sobrecarga en redes de alcantarillado
humanos24 • Riesgos incrementales de inundaciones en zonas costeras y ribereñas
(Gráfico 2.1.3) • Riesgos incrementales de deslaves y deslizamientos de tierra en zonas de pendientes
• Mayor contaminación atmosférica en cuencas urbanas
• Costos incrementales de las pólizas de aseguradoras
• Incremento y redistribución de enfermedades transmitidas por vectores como los mosquitos
(paludismo, dengue, etcétera)
Salud pública8 • Mayor incidencia de enfermedades infecciosas relacionadas con la calidad del agua (cólera,
tifoidea, etcétera)
• Incremento de la morbilidad y la mortalidad por ondas de calor y deshidratación
• Reducción de la capacidad de generación hidroeléctrica, debido a alteraciones en las
precipitaciones y a mayor asolvamiento de presas y embalses
• Ampliación de la demanda de energía eléctrica en horas pico debida al incremento en el uso de
sistemas de climatización
• Incremento en los costos de producción petrolera y de generación de energía eléctrica por la
Energía25 valorización económica de las emisiones de GEI a la atmósfera
• Riesgos incrementales de afectación a infraestructuras petroleras y petroquímicas por eventos
hidrometeorológicos extremos, sobre todo en las costas del Golfo de México
• Deterioro de torres y cables de transmisión eléctrica por eventos hidrometeorológicos extremos
• Incremento de precios al consumidor
• Daños a grandes infraestructuras (caminos, puentes, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, torres y
cableado de comunicación, etc.) por inundaciones y vientos asociados a eventos meteorológicos
Transporte y
extremos
Comunicaciones • Perturbación del transporte (especialmente aéreo y marítimo) por eventos meteorológicos
extremos y por mayor incidencia de neblinas y lluvias torrenciales
• Costos incrementales para el buen desempeño ambiental en instalaciones industriales
• Costos incrementales de las pólizas de aseguradoras
Industria10 • Escasez e incertidumbre en el suministro de agua
• Disminución de la captura de divisas e ingresos por turismo, particularmente en zonas costeras
• Deterioro de las condiciones de trabajo en diversos sectores

23
Gallegos, A. 2004. Clima oceánico: los mares mexicanos. En: Martínez, J. & A. Fernández (compiladores) op. cit.
24
Aguilar. 2004. Los asentamientos humanos y el cambio climático global. Ibíd.
25
Sánchez-Salazar, M. T. 2004. Evaluación de la vulnerabilidad en zonas industriales. Íbid.

127
Gráfico 2.1.3 Impactos y vulnerabilidad en asentamientos humanos

Fuente: Aguilar, 200426. Fig. 1., p. 274.

En suma, prácticamente no existe un sólo sector de la economía, población, o región del país que
quede liberada de los impactos adversos previsibles del cambio climático. Los riesgos son
incrementales para la seguridad de asentamientos humanos (Gráfico 2.1.3) e infraestructuras, la
industria turística costera es especialmente vulnerable, la salud pública, la producción de alimentos
básicos, la disponibilidad y calidad del agua, la integridad de los ecosistemas, las infraestructuras de
explotación petrolera, la generación y el suministro de energía.
Los impactos potenciales son entonces de carácter social, económico y ambiental y podrán adquirir
dimensiones significativas en cuanto al grado en que frenen el desarrollo del país y de sus diversas
regiones en un futuro próximo27.

26
Aguilar, A.G. 2004. Op. Cit.
27
INE/SEMARNAT, 1997. México: Primera Comunicación Nacional ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
México.

128
2.2. ADAPTACIÓN ANTE LOS IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

2.2.1. DEFINICIÓN, FORMULACIÓN E IMPLEMENTACIÓN


DE MEDIDAS DE ADAPTACIÓN
La adaptación es el asunto central en el tema del calentamiento global. Se relaciona directamente con
el desarrollo de capacidades preventivas y de respuesta ante los impactos adversos previsibles del
cambio climático, para lo cual es indispensable identificar los tipos y grados de vulnerabilidad de los
diversos sectores, infraestructuras y regiones. Algunos sistemas naturales y socioeconómicos podrán
desarrollar autónomamente adaptaciones ante estos impactos, dentro de los límites que su propia
flexibilidad estructural y operativa les permitan pero, en general, las adaptaciones de mayor alcance
tendrán que ser diseñadas, planificadas e instrumentadas ex profeso (Gráfico 2.2.1), pues la mayor
parte de los cambios, ajustes y modificaciones que requerirán estos sistemas para adaptarse no forman
parte de sus capacidades naturales de respuesta.
La adaptación es la estrategia global de respuesta28 de los sistemas humanos ante el cambio climático.

Gráfico 2.2.1 La adaptación ante los efectos adversos previsibles del cambio climático

28
De acuerdo con el Modelo PER (Presión-Estado-Respuesta: OECD 2003. OECD Environmental Indicators. Development, Measurement and Use.
Paris: http://www.oecd.org/dataoecd/7/47/24993546.pdf), que la OCDE utiliza para su monitoreo ambiental y para la evaluación periódica del
desempeño ambiental de sus miembros. Aquí se trata de la “Respuesta” de los sistemas humanos ante los impactos adversos del cambio climático, en
términos de capacidades de adaptación.

129
La adaptación comprende dos categorías de respuesta ante el cambio climático:
¾ Reactivas, o respuesta automática de los sistemas ante los impactos del cambio climático; y
¾ Anticipatorias, o respuesta planificada en la que los investigadores identifican y estudian los
impactos y sus riesgos, los expertos traducen los conocimientos científicos y tecnológicos
como información comprensible para los tomadores de decisiones y éstos formulan políticas y
medios de implementación.
Ambos tipos de adaptación serían necesarios como respuesta ante los impactos del cambio climático.
No obstante, son las estrategias y políticas anticipatorias de adaptación, sobre todo aquéllas diseñadas
para el largo plazo y no las estrategias reactivas de corto plazo (Gráfico 2.2.2), las que tendrán
mayores posibilidades de prevenir los efectos más dañinos de los impactos y mantener la viabilidad
del crecimiento económico de los sectores y las regiones más vulnerables. La gráfica a continuación
presenta algunos ejemplos.

Gráfico 2.2.2 Tipos genéricos de adaptaciones ante los impactos del cambio climático

En este sentido, muchas de las acciones que se pueden emprender en el marco de una respuesta
anticipatoria de adaptación ante el cambio climático, tendrán importantes co-beneficios. Por ejemplo,
la conservación y restauración de los ecosistemas naturales y el establecimiento de corredores
biológicos entre manchones de vegetación conservada para incrementar la elasticidad de los
ecosistemas y permitir la migración de especies a zonas de mayor aptitud climática, permitiría atender
simultáneamente diversos problemas ambientales planteados en las agendas de combate a la
desertificación, protección de la biodiversidad y desarrollo social. O bien el desarrollo de sistemas de
tratamiento y reutilización del aguas usadas en zonas urbanas, lo que reduciría la vulnerabilidad de la
población ante la escasez del vital líquido y permitiría frenar la extracción del agua de acuíferos
actualmente sobreexplotados.

130
La formulación e implementación de estrategias y políticas anticipatorias de adaptación para reducir la
vulnerabilidad de los sectores y regiones más susceptibles, constituirá una importante contribución
para que el desarrollo nacional sea sustentable, además que generará ahorros sustanciales al evitar
costos de reparaciones y ajustes posteriores. Estimaciones de la Organización Meteorológica Mundial
(OMM) señalan que la prevención tiene un costo seis veces menor al de la respuesta a una
emergencia29, es decir, la inacción en el presente implica multiplicar costos pagaderos en el futuro.
Los expertos sugieren un paquete de estrategias de adaptación al cambio climático que, en un nivel
muy general deben considerar30:
• Fortalecer el diseño de las infraestructuras e inversiones más vulnerables a los cambios en las
condiciones climáticas;
• Incrementar la flexibilidad de los sistemas humanos más vulnerables, mediante ajustes a
mediano plazo que respondan al cambio climático con nuevos sistemas y diseños;
• Fortalecer la capacidad de ajuste de los ecosistemas más vulnerables, mediante la reducción de
fuentes de presión no climáticas y el establecimiento de corredores biológicos que faciliten la
dispersión y migración de especies;
• Frenar y revertir las fuerzas conductoras que incrementan la exposición al riesgo ante los
efectos adversos del cambio climático, removiendo los incentivos para el desarrollo urbano y
de infraestructuras en las zonas susceptibles (costas, zonas inundables, zonas áridas, etcétera);
• Mejorar el estado de preparación social y capacidad de respuesta ante los efectos del cambio
climático, mediante el desarrollo de una conciencia pública sobre el tema, el reforzamiento de
sistemas de alerta temprana, desarrollo de capacidades de respuesta, etcétera.
A un nivel de mayor resolución, el IPCC31 plantea que las estrategias y políticas anticipatorias de
adaptación deben considerar:
• Rendir beneficios económicos, ambientales o sociales en el corto plazo (contribuir al
desarrollo sustentable);
• Dirigirse a los temas de mayor prioridad, como los impactos irreversibles del cambio climático
(extinción de especies), la planeación a largo plazo (desarrollo de infraestructuras), o la
reversión de las actuales tendencias negativas (deforestación, urbanización desordenada y en
zonas de riesgo, etcétera);
• Orientarse hacia las mejores ventanas de oportunidad, como la revisión y ajuste de los actuales
planes gubernamentales de desarrollo, de protección ambiental, de construcción de
infraestructuras, de investigación y desarrollo tecnológico, etcétera;
• Factibilidad, es decir no tener fuertes restricciones institucionales o socio-culturales, ni
barreras financieras o tecnológicas;
• Consistencia y complementariedad con las medidas de adaptación o mitigación en otras áreas.

29
Citado en: Magaña Rueda, V.O. 2005. Evaluación de modelos y construcción de capacidades para la evaluación de la vulnerabilidad al cambio
climático. 3er Informe (Final) del Proyecto. SEMARNAT/INE, México. p.2.
30
Klein, RJT & RSJ Tol, 1997. Adaptation to Climate Change: Options and Technologies: An overview paper. Institute for Environmental Studies,
Free University, Amsterdam: UNFCCC Secretariat Technical Paper.
31
IPCC, 2001a. Climate Change 2001: Third Assessment Report. Working Group II: Impacts, Adaptation and Vulnerability.

131
Además de estas recomendaciones queda claro que, para los países en desarrollo como es el caso de
México, una de las más significativas restricciones para adoptar medidas de adaptación ante el cambio
climático es su costo. Ante ello, es necesario asegurar que, en primera instancia, las medidas
adoptadas sean del tipo “no regrets”, es decir, que su implementación provea beneficios en el corto
plazo y a bajo costo, o incluso que genere ahorros económicos superiores a su costo inicial.
Pero como las medidas para el mediano y largo plazos implican costos mayores, como es el caso del
diseño y construcción de más apropiadas y menos vulnerables infraestructuras, es indispensable la
creación de mecanismos financieros internacionales para que los países en desarrollo puedan realizar
los estudios preliminares necesarios y desarrollar las capacidades técnicas e institucionales necesarias.
Este esfuerzo financiero, para que fructifique, deberá ser acompañado por mecanismos de
transferencia de tecnología desde los países industrializados.

2.2.1.1. MECANISMOS FINANCIEROS


El Artículo 11 de la Convención define un mecanismo financiero apropiado y durante la cuarta
Conferencia de las Partes (COP-4, en Buenos Aires, Argentina, 1998) se designó al Fondo para el
Medio Ambiente Mundial (Global Environment Facility o GEF, por sus siglas en inglés), como la
entidad operativa de dicho mecanismo. Posteriormente, durante la COP-10 en diciembre 2004
(también en Buenos Aires), se decidió avanzar más en esta materia y se aprobó el Programa de
Trabajo de Buenos Aires sobre Medidas de Adaptación y Respuesta, a fin de reforzar las decisiones
anteriores y fortalecer el desarrollo de los mecanismos y los compromisos establecidos.
Los fondos y otros mecanismos financieros emergentes que pueden ser utilizados para cubrir los
costos para la gestión integral de riesgos climáticos, así como para la adaptación ante el cambio
climático, provienen del GEF o del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo).
• Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF)
™ Programa de Auto-evaluación de Capacidades Nacionales para la implementación de las
Convenciones de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, Cambio Climático y Combate a
la Desertificación. Uno de los principales objetivos de este proyecto es el establecimiento de
sinergias, o mecanismos de convergencia de esfuerzos entre diversos sectores.
™ Prioridad Estratégica: Conducción de un Enfoque Operacional a la Adaptación, para
proyectos piloto y de demostración.
™ Programa de Pequeñas Donaciones.
™ Fondo Especial para el Cambio Climático y Fondo para los Países Menos Desarrollados,
para la creación de capacidades de adaptación, transferencia de tecnología y proyectos
sectoriales en energía, transporte, industria, agricultura, recursos forestales, manejo de
residuos y diversificación económica32.
™ Fondo de Adaptación. Establecido por los Acuerdos de Marrakech para apoyar proyectos y
programas de adaptación; activo a partir de la ratificación del Protocolo de Kioto.
™ Otros Programas Operacionales. Aunque no enfocados a apoyar específicamente proyectos
de adaptación, ofrecen apoyo adicional a ciertos proyectos en la materia (como el OP-12,
sobre Manejo Integrado de Ecosistemas, o el OP-15, sobre Manejo Sustentable de Tierras).

32
http://unfccc.int/cooperation_and_support/funding/special_climate_change_fund/items/2602.php

132
• Fondos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
™ Oficina de Prevención y Recuperación de Crisis. Mediante su Unidad de Reducción de
Desastres provee apoyo financiero a acciones de reducción de riesgos en los planes integrales
de desarrollo sustentable, así como para la capacitación de personal técnico.
™ Programa de Acceso a la Comunidad 2015. Recursos para el desarrollo de capacidades33. El
PNUD apoyó al Gobierno de México para realizar un “Diálogo Internacional sobre Políticas
en Materia de Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático”, en Zacatecas, junio 2003.

2.2.2. ACCIONES VINCULADAS CON EL DESARROLLO DE


CAPACIDADES DE ADAPTACIÓN
En el mundo existen valiosas experiencias que pueden ser consideradas en la formulación de las
estrategias mexicanas de acción climática (Tabla 2.2.1). En este capítulo se pasa revista a las
capacidades existentes en México en materia de adaptación y respuesta ante la variabilidad climática y
sus secuelas y se identifican las capacidades que con mayor urgencia deben desarrollarse ante el
cambio climático.
La tarea estratégica fundamental en el desarrollo de capacidades de adaptación ante el cambio
climático es la investigación científica, indispensable para identificar, cuantificar y diseñar protocolos
de monitoreo de la vulnerabilidad de los diversos sectores y regiones ante el fenómeno, para definir
los umbrales críticos de la sensibilidad de los sistemas socio-económicos y naturales expuestos, pero
también para identificar las oportunidades que los entornos cambiantes pueden ofrecer.
La investigación científica y los conocimientos que de ella derivan son indispensables para que los
tomadores de decisiones integren criterios de sustentabilidad ambiental en las políticas públicas de sus
respectivas áreas de competencia. También es indispensable traducir los conocimientos científicos en
información comprensible y aplicable al diseño de políticas públicas, lo cual es una tarea central del
Instituto Nacional de Ecología (INE) de la SEMARNAT, que conduce y fomenta la investigación
nacional que se realiza en la materia.

TABLA 2.2.1 Algunas acciones vinculadas con la adaptación, en diversos países

Sector o
Acciones
rubro
• Establecimiento y mantenimiento de porcentajes mínimos de cubierta arbórea en tierras de uso
agropecuario, para proteger la capacidad de los ecosistemas de ofrecer servicios ambientales
Ecosistemas, • Establecimiento de corredores biológicos entre áreas naturales protegidas y áreas de vegetación natural
conservada, para permitir la migración de especies y propágulos a zonas climáticamente más aptas
biodiversidad
• Prevención de invasiones, control y erradicación de especies invasoras
y sus servicios • Prevención y control de incendios forestales
ambientales • Reducción de la contaminación orgánica (especialmente nitratos) en ecosistemas acuáticos, para evitar la
eutrofización (que se potencia con el ascenso de la temperatura) y conservar hábitats, biodiversidad
(incluyendo especies de importancia comercial) y calidad del agua
• Manejo integral de cuencas hidrológicas y planicies inundables
• Restauración de ecosistemas prioritarios para dar soporte al manejo integral de cuencas, regular la
Meteorología
hidrología y mantener (o reconstituir) barreras naturales como dunas costeras, humedales, manglares,
e hidrología vegetación riparia y de galería, ciénegas, etc.
• Incrementar la capacidad de almacenamiento en presas de cuencas altas y medianas, para mejorar el abasto

33
Girot PO, 2003. Hacia un enfoque de manejo integral del riesgo para enfrentar el cambio climático y la reducción de desastres. En: Diálogo
internacional sobre políticas en materia de vulnerabilidad y adaptación al cambio climático: Hacia una agenda común para países en desarrollo.
Zacatecas, México, junio 17 y 18 2003. Memorias. México, pp. 58-61.

133
para uso humano y de riego; controlar el volumen del agua en los ríos y reducir los riesgos de
escurrimientos destructivos e inundaciones cuenca abajo
• Construir infraestructuras para potenciar la recarga de acuíferos
• Captura y almacenamiento de agua de lluvia
• Protección y conservación de suelos en zonas de cultivo de ladera, mediante la construcción y
mantenimiento de terrazas, semiterrazas, arado en contorno, cultivo de conservación, uso de cultivos
perennes en camellones, etcétera
Erosión y
• Siembra de cultivos y variedades con bajos requerimientos de agua
desertificación • Diversificación y reconversión de productos
• Mejorar prácticas de cultivo (fechas de siembra, técnicas de arado, riego, fertilización, etcétera)
• Rehabilitación y conservación de agostaderos (sistemas silvo-pastoriles, fomento al “Manejo Holístico34”,
manejo integral del ganado y de recursos forrajeros, etcétera)
• Captura y almacenamiento de agua de lluvia con métodos tradicionales (pequeños embalses, jagüeyes,
sistemas de canales, terrazas y semi-terrazas, etcétera)
• Uso del agua servida (secundaria)
• Riego por goteo y sistemas tecnificados similares
• Uso de especies de raíces profundas, perennes, con bajos requerimientos de agua y tolerantes a la sal,
etcétera
• Rotación de cultivos y otros métodos relacionados
• Desarrollo de variedades mejor adaptadas a los cambios en las condiciones del suelo
• Almacenamiento preventivo de granos y alimentos para compensar cosechas magras
• Cultivo de conservación (sin uso del arado)
• Diversificación de especies y variedades de cultivos y ganado
• Ajustes en los coeficientes de agostadero, cambios de ubicación de abrevaderos, cambios de regímenes de
pastoreo y manejo de hatos, fomento al “Manejo Holístico”, utilización de especies y/o razas alternativas de
Agricultura, ganado.
ganadería y • Manejo de escorrentía (usada desde la antigüedad en África y Medio Oriente). Utilizada en el Desierto de
forestería Negev posibilita cosechas en áreas con precipitaciones de sólo 100 mm/año y, recientemente aplicada en
Israel, Libia, Túnez y otros países, mejora los rendimientos de cultivos básicos, forrajeros y de árboles
frutales35.
• Prácticas agrícolas ancestrales con genotipos y cultivos tradicionales en zonas de montaña, para mantener la
agricultura tradicional de ladera y conservar hábitats y capital genético de los cultivos tradicionales y
comerciales.
• Mejorar prácticas agrícolas (fechas de siembra, técnicas de arado, riego, fertilización, rotación de cultivos,
intensidad de producción, etcétera) para ajustarse a las nuevas condiciones de las temporadas de
producción36
• Cambios en la distribución de tierras cultivadas y de pastoreo
• Remover incentivos económicos que distorsionan el mercado de insumos y productos, o que frenan los
cambios estructurales requeridos
• Estrategias eficaces de riesgo compartido (políticas públicas de seguridad ante siniestros, respaldadas por
aseguradoras y re-aseguradoras privadas y públicas, nacionales o internacionales)37
• Construir sistemas de defensa (diques e infraestructuras de defensa costera) ante inundaciones y mareas
altas en zonas costeras urbanizadas o con parques industriales e infraestructuras de importancia estratégica
(petrolera, petroquímica, ductos de conducción, etcétera)
• Restaurar y conservar ecosistemas que constituyen barreras naturales (dunas costeras, humedales,
Zonas costeras manglares, etcétera), que amortiguan impactos de ciclones, huracanes, mareas altas, inundaciones
y marinas • Efectuar obras para la protección y conservación de playas que propicien la acreción de arenas y gravas por
la acción de las mareas y las olas
• Retirar asentamientos humanos de las zonas más vulnerables a inundaciones o a mareas altas, para los
cuales la construcción de sistemas de defensa resulta muy costosa o inviable
• Fomentar la acuacultura sustentable, para incrementar la oferta, compensar las pérdidas de pesquerías

34
Savory, 2006. Manejo Holístico: Un nuevo marco metodológico para la toma de decisiones. SEMARNAT-INE-Fondo Mexicano para el fomento del
Manejo Holístico. México.
35
Anaya Garduño, M. 2003. La desertificación en México: lineamientos estratégicos para su prevención y control. En: Diálogo Internacional sobre
Políticas en Materia de Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático: Hacia una agenda común para países en desarrollo. Zacatecas, México junio
17 y 18 2003. Memorias. México, pp. 49-58.
36
Kurukulasuriya, 2004. Climate change and agricultura – impacts and adaptations. En: Mathur A et al (editores) An adaptation mosaic: a simple of the
emerging World Bank work on climate change adaptation (Final Draft). The World Bank Global Climate Change Team. p. 86.
37
Gurenko, 2004. Building effective catastrophe insurance programs at the country level: A risk management perspective. En: Mathur A. et al. Op. Cit.

134
afectadas por el cambio climático y promover la repoblación de especies silvestres
• Planear y ajustar la actividad pesquera para que reconozca los cambios en la distribución natural
(permanentes y/o temporales) de las especies de interés comercial, su accesibilidad y abundancia relativa,
para lograr rendimientos sostenibles, conservar las pesquerías tradicionales y aprovechar especies
alternativas de manera sustentable
• Desarrollar estudios que permitan identificar los cambios que están ocurriendo en el territorio nacional,
propiciados por el cambio climático, y sus efectos en los asentamientos humanos
• Continuar el desarrollo de los “Atlas de Riesgos” para todas las ciudades e incorporar en los planes y
programas de desarrollo urbano acciones concretas de adaptación
• Incorporar criterios preventivos ante el cambio climático en el diseño de los ordenamientos territoriales para
el desarrollo urbano
• Mejorar sistemas de alerta temprana de eventos meteorológicos extremos
• Construir obras de amortiguamiento para disminuir la exposición de las poblaciones al riesgo de daños por
fenómenos meteorológicos atípicos
• Reubicar familias asentadas en áreas de riesgo e instrumentar acciones coercitivas y penales para frenar el
crecimiento urbano irregular
Asentamientos • Identificar e inventariar los suelos aptos para constituir reservas territoriales y diseñar mecanismos que
humanos incrementen la oferta de suelo habilitado para la población con menores ingresos
• Mejorar la capacidad de respuesta ante desastres (planeación de acciones de evacuación en regiones
vulnerables; diseño de programas de atención expedita y eficaz a damnificados)
• Fortalecer la coordinación interinstitucional y entre los tres órdenes de gobierno a fin de que las inversiones
en infraestructura y equipamiento urbano consideren los efectos del cambio climático
• Incrementar la capacidad y la eficiencia de las redes de drenaje
• Adecuar códigos de construcción y ajustar la infraestructura existente para mejorar el equilibrio térmico de
los inmuebles, captar agua de lluvia para usos no potables, reciclar agua para usos diversos e incrementar la
resistencia a vientos huracanados
• Estrategias eficaces de riesgo compartido (políticas públicas de seguros gubernamentales en caso de daños
materiales extensivos, respaldados por aseguradoras y re-aseguradoras privadas y públicas, nacionales e
internacionales)38
• Reforestar zonas urbanas para proveer sombra y amortiguar el incremento de la temperatura
• Asignar más recursos para atención médica básica y monitoreo de índices de morbilidad en zonas
Salud pública susceptibles a enfermedades infecciosas y por vectores
• Mejorar sistemas de aislamiento, ventilación y control de temperatura en viviendas para reducir morbilidad
y mortalidad por deshidratación durante ondas de calor
• Fomentar el desarrollo de las ramas de actividad menos vulnerables
Economía • Incentivar (con apoyos financieros u otros) los ajustes necesarios en los sectores más vulnerables y de
importancia estratégica nacional, para que desarrollen capacidades de adaptación.
• Construir o convertir (“retrofit”) edificios para mejorar su eficiencia energética y su equilibrio térmico,
mejorar la ventilación de viviendas.
Energía • Fomentar el desarrollo de plantas de generación eléctrica con base en fuentes de energía renovables para
reducir la dependencia de combustibles fósiles y para aprovechar las condiciones territoriales de mayor
incidencia solar, viento, oleaje, etc.
• Potenciar los programas de Industria Limpia y fortalecer el cumplimiento de de la legislación
Industria • Incorporar sistemas de aislamiento, ventilación, filtración de aire y de aire acondicionado, en instalaciones
con tecnologías de punta y en la industria alimentaria
• Mejorar las infraestructuras de transporte, para facilitar la evacuación en situaciones de desastre así como
Transporte para amortiguar perturbación de ecosistemas y fragmentación de poblaciones silvestres

38
Gurenko, 2004. Op. Cit.

135
2.2.3. HACIA UNA ESTRATEGIA NACIONAL DE ADAPTACIÓN
Por razones históricas, la apropiación y el uso del suelo en México se han dado sin que un
ordenamiento territorial forme parte de las políticas de Estado y bajo condiciones de gran inequidad
en el acceso a las tierras y sus recursos. La falta de ordenamiento y la gran desigualdad han dado lugar
a un patrón de ocupación del territorio en el que muchas poblaciones e infraestructuras quedaron
asentadas en zonas de alto riesgo. Actualmente, el crecimiento de la mancha urbana continúa
avanzando hacia zonas de riesgo en diversos puntos del territorio nacional, particularmente en las
zonas costeras.
Los efectos del cambio climático intensificarán la vulnerabilidad en muchas zonas ya expuestas al
riesgo y la inaugurarán en otras que todavía no lo están. El desafío consiste en desarrollar a tiempo las
capacidades necesarias para diseñar, planificar y ejecutar estrategias de adaptación ante los efectos
adversos, previsibles, del cambio climático.
Sabiendo que los efectos adversos del cambio climático afectarán de manera desigual y combinada a
todos los sectores productivos y a todas las regiones, el desarrollo de estrategias nacionales de
adaptación requiere que el actual sistema nacional de planeación del desarrollo incorpore la dimensión
de la evolución espacial de la economía, es decir, de cómo ampliarán la utilización del territorio y sus
recursos las actividades económicas y el crecimiento de los asentamientos humanos. Se requiere
desarrollar capacidades específicas desde el nivel de mandos federales superiores hasta el de
autoridades municipales.
Actualmente, la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático constituye el más importante espacio
institucional para la identificación de oportunidades y la formulación de políticas de adaptación. Por
otra parte, las agendas de transversalidad para el desarrollo sustentable39 se posicionan asimismo
como un eficaz instrumento para promover el desarrollo de capacidades en la materia.

2.2.3.1. CONSTRUYENDO CAPACIDADES

La Conferencia de las Partes (COP) de la CMNUCC reconoce como prioritario avanzar en el proceso
de creación de capacidades para la adaptación. Los países menos desarrollados están diseñando
Programas de Acción de Adaptación Nacional (NAPA, por sus siglas en inglés), para identificar sus
más urgentes necesidades de adaptación. Muchos países están llevando a cabo evaluaciones de
vulnerabilidad y adaptación dentro de la Etapa I de Adaptación dentro de sus Comunicaciones
Nacionales Iniciales. Con Centro América y Cuba, México participa actualmente en un proyecto
piloto40 de preparación para la Etapa II de Adaptación. El INE coordina este proyecto piloto con el
apoyo del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.
Habida cuenta que a la fecha no existen estudios de adaptación a nivel nacional, se consideró la
conveniencia de realizar el primero en alguna entidad federativa representativa y luego extrapolar los
resultados para formular una estrategia de adaptación a nivel nacional. El proyecto analiza las
capacidades de adaptación al cambio climático, en los casos específicos de los sectores agua,
agricultura y bosques del estado de Tlaxcala, que puede ser considerado como representativo de gran
parte del país. Se pondrán a prueba estrategias de adaptación para el sector agua considerando los

39
Programa Anual de Trabajo 2005, prioridades y metas; sector medio ambiente y recursos naturales. Puede consultarse en línea:
http://portal.semarnat.gob.mx/programas/pt/pt2005.pdf
40
Fomento de las capacidades para la etapa II de adaptación al cambio climático en Centro América, México y Cuba. Plan Nacional de México.

136
principales usuarios: agrícola, urbano, industrial y de servicios. El estudio en curso pretende inducir
una cultura de reconocimiento y reducción de la vulnerabilidad, así como de adaptación ante el
calentamiento global, entre tomadores de decisiones y actores clave de los diversos sectores de
actividad económica.
Los resultados esperados del proyecto son los siguientes:
• Realizar un Taller para evaluar la viabilidad de incorporar estrategias de adaptación en el
marco de los Programas Sectoriales de desarrollo, así como un documento que identifique las
oportunidades para incorporar esta materia en el Plan Nacional de Desarrollo.
• Formular los elementos para una Estrategia Nacional de Adaptación, que incluya políticas y
medidas para los sistemas seleccionados.
• Revisar estos elementos poniéndolos a consideración de los expertos en políticas sectoriales y
generar un Plan de Trabajo en materia de reducción de vulnerabilidad y opciones de
adaptación.

El Gobierno de México ha promovido activamente el diálogo internacional sobre la adaptación. En


junio 2003 convocó a un Taller, en Zacatecas, para iniciar el debate sobre la magnitud del problema,
identificar medidas de respuesta y promover el reconocimiento de la vulnerabilidad —y no sólo la
mitigación— como prioridad en el marco de la CMNUCC. Entonces México propuso dos
componentes esenciales:
• Posicionar la vulnerabilidad y la adaptación como prioridades en el debate internacional sobre
el cambio climático.
• Atraer la atención de los tomadores de decisiones, a todos los niveles, para que incorporen la
vulnerabilidad en sus agendas.

Debido a su alta exposición a impactos hidrometeorológicos extremos, desde la segunda mitad del
siglo XX México emprendió el desarrollo de capacidades de alerta temprana, sistemas de prevención
y respuesta ante estos eventos. Se trata de un capital de capacidades asociadas a la variabilidad
climática, que reducen la vulnerabilidad ante los fenómenos hidrometeorológicos típicos, pero que
constituyen una plataforma para construir capacidades específicas que respondan a los impactos
adversos previsibles del calentamiento global. Entre las áreas temáticas prioritarias para el desarrollo
de capacidades de adaptación ante el cambio climático, sobresalen: meteorología e hidrología;
biodiversidad y servicios ambientales de los ecosistemas, asentamientos humanos y agricultura y
ganadería. A continuación se revisa la capacidad actual instalada o en desarrollo y se plantean algunas
capacidades a desarrollar.

2.2.3.2. METEOROLOGÍA E HIDROLOGÍA


a CAPACIDAD INSTALADA
Servicio Meteorológico Nacional
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), órgano de la Comisión Nacional del Agua
(CNA/SEMARNAT), es el encargado de generar y proporcionar información sobre el estado del tiempo a
escala nacional y local. Sus objetivos se centran en la vigilancia continua de la dinámica atmosférica,
a fin de identificar los fenómenos meteorológicos que puedan producir impactos adversos sobre la
población y las infraestructuras. El SMN también realiza el acopio de la información climatológica
nacional.

137
Sus principales funciones son:
• Mantener informado al Sistema Nacional de Protección Civil de las condiciones
meteorológicas que puedan afectar a la población y a sus bienes;
• Proporcionar al público información meteorológica y climatológica;
• Difundir al público boletines y avisos de las condiciones del tiempo, especialmente durante la
época de ciclones, de mayo a noviembre;
• Realizar estudios climatológicos o meteorológicos;
• Concentrar, revisar, depurar y ordenar la información, generando el Banco Nacional de Datos
Climatológicos, para información pública.

Para llevar a cabo sus funciones el SMN cuenta con la siguiente infraestructura de observación:
• Red sinóptica de superficie, integrada por 72 observatorios meteorológicos para transmisión en
tiempo real de la información de las condiciones atmosféricas;
• Red sinóptica de altura, integrada por 15 estaciones de radiosondeo, para observación de las
capas altas de la atmósfera por medio de globos;
• Red de estaciones meteorológicas automáticas (EMAS), integrada por 94 estaciones de
observación y transmisión en tiempo real de la información sobre las condiciones
atmosféricas;
• Red de radares meteorológicos, integrada desde 1993 por 12 radares distribuidos en el
territorio nacional, que cubren casi la totalidad del país;
• Estación terrena receptora de imágenes de satélite (GOES-10 y GOES-12), recibe imágenes en
cinco diferentes bandas, una visible, tres infrarrojas y una de vapor de agua, cada 30 minutos,
con cobertura de la región meteorológica número IV (México, Canadá, Estados Unidos,
Centro América y el Caribe).

b CAPACIDADES POR DESARROLLAR


Sistema de Alerta Temprana ante El Niño / Oscilación del sur
Este proyecto está a cargo de la Organización Meteorológica Mundial (WMO) y del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), como apoyo a países latinoamericanos. La CNA expresó su
interés en la implementación de este sistema de alerta temprana ante El Niño/Oscilación del Sur
(SAT-ENOS) y lo amplió como un sistema de información sobre condiciones climáticas extremas
potenciales y en el curso de los próximos meses se iniciará su uso. La información climática incluirá
diagnósticos y pronósticos estacionales del clima, a partir de los cuales podrán formularse estrategias
de adaptación ante impactos climáticos adversos.

Proyecto de Programa de Modelación del Clima en México


La construcción de un Programa de Modelación del Clima, como parte de un sistema nacional de
información climática (propuesto por la OMM en 2002), permitirá reducir costos de eventos
climáticos extremos. Para ello se requiere el desarrollo de capacidades científicas, técnicas y
materiales, así como un programa nacional de capacitación para el uso de esta información climática.
El desarrollo e implementación de un Programa de esta naturaleza requiere41:

41
A partir de: Magaña Rueda, V. O. 2005. Evaluación de modelos y construcción de capacidades para la evaluación de la vulnerabilidad al cambio
climático. 3° informe (Final) del Proyecto. SEMARNAT/INE, México.

138
™ Construir y desarrollar capacidades en los sectores:
o académico, para desarrollar productos que satisfagan las necesidades de los investigadores;
o gobierno, para traducir la información científica en información comprensible para los
tomadores de decisiones e integren criterios de sustentabilidad en las políticas públicas;
o de usuarios, para amplificar su percepción del fenómeno y mejorar las capacidades de
respuesta de la población en general.
™ Considerar los fenómenos cuyos impactos son de mayor intensidad (El Niño, sequías,
inundaciones, huracanes, etc.) en la construcción de escenarios de cambio climático, dirigidos a
estimación de riesgo.
™ Identificar y definir los modelos más adecuados y construir las bases de datos necesarias.
™ Establecer los sistemas de evaluación y utilización de las predicciones.

Se trata de desarrollar modelos de predicción climática que permitan generar información específica
para sectores o ramas de actividad económica, de tal modo que los usuarios puedan planear medidas
de ajuste o de contingencia ante eventos climáticos adversos. Algunos modelos de este tipo
desarrollados en México (Tabla 2.2.2) ofrecen buenas predicciones aunque requieren reducir el grado
de incertidumbre de sus pronósticos.

TABLA 2.2.2 Algunas experiencias de adaptación en diversos países

Fuente: Magaña Rueda, 2005, Tabla 4., p. 13.

Adaptación al Cambio Climático en Hermosillo, Sonora, estudio de caso


Esta es una de las primeras iniciativas formales en México, en materia de adaptación al cambio
climático. Su principal objetivo consiste en diseñar mecanismos de convergencia de esfuerzos entre
autoridades y actores clave en los temas de agua y vivienda, a fin de desarrollar medidas de
adaptación a condiciones climáticas extremas. Con el apoyo financiero de la División de Programas
Globales de la Agencia de Protección al Ambiente de los Estados Unidos (USEPA) y la participación
del INE, el proyecto fue desarrollado por la empresa Stratus Consulting, Inc., la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y el Colegio de Sonora y abordó los problemas del agua en el entorno
de la ciudad de Hermosillo, identificando las siguientes prioridades de adaptación:

139
1. Cultura de responsabilidad en el uso del agua. Dirigida especialmente a usuarios, entre otros
medios propone la instalación de aparatos ahorradores de agua en los hogares;
2. Eficiencia en el consumo de agua y energía en las viviendas urbanas. Diseño adecuado de
casas-habitación en zonas áridas y calientes, para disminuir el consumo de agua y energía;
3. Modernización de la gestión ante eventos hidrometeorológicos extremos. Identifica opciones
instrumentales, como la captura y el almacenamiento de agua de lluvia y escurrimientos, para
lo cual propone una metodología.

El análisis realizado permite seleccionar y establecer prioridades (Tabla 2.2.3) de las opciones en
términos de eficacia, plazo, costo y viabilidad de resultados.

TABLA 2.2.3 Opciones prioritarias para el desarrollo de prioridades de adaptación*


Materiales de
Clima Cultura del agua Captura de agua
construcción
Actual 1 2 3
Escenario 1: seco y
2 3 1
caliente
Escenario 2: lluvioso
1 2 3
y caliente
Resultados del estudio de caso: Adaptación al Cambio Climático en Hermosillo, Sonora.

En otras dos entidades federativas se han iniciado trabajos orientados a definir estrategias de
adaptación al cambio climático: Tamaulipas y el Distrito Federal. Un importante hallazgo de este
estudio es que muchas de las soluciones actuales ante los problemas inmediatos del agua, la
agricultura y los bosques constituyen una plataforma para el desarrollo de soluciones ante los
problemas futuros del cambio climático.

2.2.3.3. ASENTAMIENTOS HUMANOS


a CAPACIDAD INSTALADA
Sistema Nacional de Protección Civil
En México, ante un desastre de origen natural o humano, la Secretaría de Gobernación a través del
Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), asegura y coordina la salvaguarda de la población,
sus bienes y su entorno. El SINAPROC es una estructura institucional transversal entre dependencias y
entidades del gobierno federal con autoridades estatales y municipales, así como con organizaciones
sociales, académicas y del sector privado, cuyo objeto es coordinar acciones para proteger a la
población ante la eventualidad de desastres.42
Para el cumplimiento de sus objetivos, el SINAPROC cuenta con los siguientes instrumentos:
• El CENAPRED (Centro Nacional de Prevención de Desastres). Encargado de la prevención y
alerta temprana a la población y a las autoridades en caso de riesgo frente a contingencias de
origen natural o antrópico, así como de promover una cultura ciudadana de prevención.
• El FONDEN (Fondo de Desastres Naturales). Instrumento financiero que apoya la atención de
contingencias y la recuperación, frente a impactos adversos de fenómenos naturales.

42
http://www.proteccioncivil.gob.mx/Portal/PtMain.php?nIdHeader=2&nIdPanel=5&nIdFooter=22

140
• La RNBC (Red Nacional de Brigadistas Comunitarios). Instrumento operativo para la
capacitación, preparación y organización de estructuras de respuesta y refugio ante desastres.

Un instrumento básico del SINAPROC es el Atlas Nacional de Riesgos de la República Mexicana (o


«Diagnóstico de Peligros e Identificación de Riesgos de Desastres en México»). Publicado en 2001
por la Coordinación General de Protección Civil, integra la cartografía de las zonas de mayor riesgo
ante dichos fenómenos, con base en información histórica sobre inundaciones (Gráfico 2.2.3), sequías,
sismos y demás desastres naturales.

Gráfico 2.2.3 Mapa de riesgos por inundaciones en México

Fuente: SEGOB y CENAPRED, 2001, Diagnóstico de Peligros e Identificación de Riesgos de Desastres en México:
Atlas Nacional de Riesgos, México, p. 141

Con recursos del FONDEN, el SINAPROC brinda orientación, asesoría y apoyos logísticos y materiales a
la población en caso de contingencias. El CENAPRED tiene instalados Sistemas de Alerta Hidro-
Meteorológica en ciudades de seis entidades federativas (Acapulco, Monterrey, Tijuana, Villahermosa
y Motozintla y Tapachula en Chiapas). Estos sistemas están integrados por estaciones que envían por
telemetría información crítica a un puesto central de registro, el cual la procesa, la mide y, cuando las
cifras rebasan ciertos umbrales de impacto, activa alarmas para que las autoridades responsables de la
protección civil entren en acción. Con el apoyo del FONDEN se pone en movimiento la RNBC.

141
Programa Hábitat y desarrollo de Atlas de Riesgos
Desde 2003 la SEDESOL inició el desarrollo de este programa, cuyo objetivo es reducir la exposición al
riesgo de desastres en las ciudades y zonas más vulnerables del país. En 2004 integró criterios de
mejoramiento ambiental y, a partir de 2006, se le denomina Prevención de Riesgos y Mejoramiento
Ambiental. Este instrumento permite a la SEDESOL promover y apoyar el desarrollo de proyectos para
la identificación de peligros y la planeación territorial, de modo que la población asentada en zonas de
riesgo, con el apoyo de las autoridades responsables del orden de gobierno que corresponda,
desarrollen mecanismos de prevención y respuesta ante desastres.
Entre los resultados destaca la elaboración de más de 20 nuevos Atlas de Riesgos que, sumados a los
Atlas de peligros naturales elaborados anteriormente, hacen que casi la mitad de las ciudades de
nuestro Sistema Urbano Nacional (SUN, alrededor de 350 localidades de 15 mil o más habitantes)
cuenten con él.
El Centro de Estudios para el Desarrollo Alternativo (CEDA) ha apoyado el desarrollo de esta
capacidad con un estudio técnico, Marco estratégico para la Gestión del Riesgo de Desastre, GRD,
en México, a fin de facilitar que las instancias ejecutoras, especialmente las municipales, puedan
establecer lineamientos para la incorporación del concepto GRD en el diseño de sus estrategias de
prevención y mitigación.
La SEDESOL publicó una Guía Metodológica para la elaboración de Atlas de Peligros Naturales, a
escala ciudad, para identificar y delimitar zonas de riesgo ante fenómenos hidrometeorológicos,
reconocer en qué grado de exposición se encuentran y orientar el desarrollo urbano bajo criterios de
seguridad y protección civil para la población, sus bienes y las infraestructuras urbanas.
En el marco del CENAPRED, la realización del Atlas Nacional de Riesgos de la Republica Mexicana ha
sido posible con la colaboración del Instituto de Geografía de la UNAM, que apoya el diseño,
construcción, desarrollo e instrumentación del Sistema de Información Geográfica para la
Identificación de Riesgos (SIGIR). Este Sistema ordena la información integrada en los Atlas de
Peligros Naturales a escala urbana (realizados durante 2004 y 2005), a fin de hacerlos compatibles con
criterios de información cartográfica de otras dependencias de la Administración Publica Federal.
Entre otros instrumentos de soporte destacan los programas emergentes de vivienda e infraestructura
urbana, para apoyar a la población que sufre impactos de desastres, y las reservas territoriales para
amortiguar el crecimiento de la mancha urbana.

b CAPACIDADES POR DESARROLLAR


Atlas de Riesgo
En tanto casi la mitad de las ciudades de más de 15 mil habitantes cuentan con Atlas de Riesgo, a
nivel municipal apenas el 1% de los municipios cuenta con ellos, por lo que es necesario multiplicar
esfuerzos en la materia.
Programa nacional de reubicaciones
Un segmento de la población se encuentra asentada en zonas de riesgo, sean éstas inundables, sujetas
a deslizamientos de tierras, planicies costeras situadas en trayectorias de huracanes, etcétera.
Considerando que el cambio climático intensificará muchos de los impactos adversos de estos
meteoros extremos y que la elevación del nivel del mar afectará muchas planicies costeras, es
necesario iniciar la construcción de un programa nacional de reubicaciones. Un programa que anticipe

142
el retiro de poblaciones actualmente situadas en zonas de riesgo, antes que los impactos del
calentamiento global intensifiquen su vulnerabilidad. Un programa de esta naturaleza tiene que
fundarse en la voluntad de las comunidades locales que, asentadas en zonas de riesgo o alto riesgo,
decidan conjuntar esfuerzos con autoridades de los tres órdenes de gobierno para pilotear las
reubicaciones que resulten necesarias.

2.2.3.4. BIODIVERSIDAD Y SERVICIOS AMBIENTALES DE LOS ECOSISTEMAS


De acuerdo con las previsiones de los especialistas, las concentraciones de GEI en la atmósfera al
menos se duplicarán durante las próximas décadas, por lo que las repercusiones en los ecosistemas
forestales del país serán dramáticas. En general en las plantas, a mayor temperatura mayor la tasa de
crecimiento y la captura de carbono, pero también mayor la respiración y más emisiones de CO2 por
transpiración, que se incrementan entre 10 a 30% por cada grado Celsius de incremento en la
temperatura, por lo que en los ecosistemas estables, de zonas templadas sobretodo, se incrementarán
las emisiones netas de CO2. También, a mayor temperatura mayor la tasa de invasión de especies
exóticas, una de las grandes amenazas para la estabilidad de las cadenas tróficas en los ecosistemas.
Se espera que los cambios pronosticados en los regímenes de precipitación, propiciarán que vastas
áreas del territorio nacional queden más expuestas que en la actualidad a sequías más severas así
como a procesos de desertificación43. Dado que la desertificación es el resultado de un conjunto de
procesos tanto de origen natural como antrópico, frenarla requiere estrategias de adaptación que
modifiquen los patrones dominantes de aprovechamiento de la tierra y los recursos naturales, como la
ganadería extensiva de pastoreo continuo, el aprovechamiento irracional de especies no maderables de
matorrales, el uso insustentable del agua, etcétera.
Las fronteras de los diversos tipos de comunidades vegetales que se encuentran en territorio nacional
se modificarán, pues las especies que las componen migrarán hacia mayores latitudes o altitudes para
compensar el incremento en temperaturas medias. Las modificaciones en los regímenes de
precipitación también propiciarán migraciones en diversos sentidos. Las porciones más sureñas de
ciertas comunidades vegetales podrían terminar en condición de comunidades fósiles. Ciertas especies
de depredadores enfrentarán escasez de alimento debido a la modificación en los periodos
reproductivos de las especies que les sirven de alimento. Las poblaciones de muchas especies
migratorias sufrirán colapsos debido a estos cambios en cadenas tróficas, pues la migración se dispara
en función de foto-periodos no de estaciones del año. Las especies endémicas se cuentan entre las más
vulnerables, ya que su supervivencia depende de condiciones ecológicas locales y únicas. Se verán
seriamente afectados muchos anfibios y peces, los bosques mesófilos de montaña o bosques de niebla
y las comunidades arrecifales.
Por consiguiente, el cambio climático afectará la abundancia, la distribución o incluso la presencia de
muchas especies y ciertos tipos de ecosistemas en el país. La Tabla 2.2.4 resume los resultados
esperados bajo tres diferentes modelos de circulación general, en cuanto a la superficie potencial (es
decir, la que existiría de manera natural, sin ningún impacto antropogénico) de los principales tipos de
vegetación de México.

43
INE 1995, op. cit. Hernández Cerda M. & G. Valdez Madero, 2004, Sequía meteorológica, En: Martínez J & Fernández A. op. cit. Oropeza Orozco,
O. 2004, Evaluación de la vulnerabilidad a la desertificación, Ibíd..

143
TABLA 2.2.4 Cambios netos esperados en la superficie potencial de la vegetación en México

Tipo de vegetación Potencial actual Modelo 1 Modelo 2 Modelo3


Selva perennifolia 9.91 8.64 (-) 8.51 (-) 16.22 (+)
Selva caducifolia 24.28 24.74 (~) 25.22 (+) 28.77 (+)
Bosque mesófilo de montaña 2.10 0.26 (-) 0.54 (-) 1.3 (-)
Bosque de coníferas y encinos 6.36 3.91 (-) 3.65 (-) 3.92 (-)
Bosque de coníferas (zona fría) 2.31 0 (-) 0 (-) 0 (-)
Selva espinosa 11.00 19.67 (+) 18.10 (+) 18.38 (+)
Matorral xerófilo 39.54 42.14 (+) 43.99 (+) 31.38 (-)
Pastizal 4.72 0.63 (-) 0 (-) 0 (-)
FUENTE: Villers, L. e I. Trejo 2004, op. cit. Cuadro 2., p. 245, de acuerdo con tres modelos de circulación general.

A estos pronósticos habría que añadir la presión actual y potencial de las actividades humanas, que
perturba la estabilidad de los ecosistemas forestales y afecta su distribución, limitando las capacidades
adaptativas (migración, comportamiento reproductivo, periodos de crecimiento y de reproducción,
etcétera) de muchas especies de flora, fauna, hongos y microorganismos (especialmente del suelo) que
integran estos ecosistemas. Así, los impactos adversos del cambio climático se acumularán a la
presión de una población que continuará creciendo hasta 2030 por lo menos y que incrementará su
demanda de recursos y servicios ambientales de los ecosistemas.
Estos dos factores combinados podrían llevar a la reducción drástica de la cobertura de algunos tipos
de vegetación e inclusive amenazar la permanencia en México de ciertos ecosistemas, lo que acelerará
procesos de extinción que ya están en curso. Se puede suponer que las áreas que se encuentran
alteradas y que serán más afectadas por el cambio climático, disminuirán notablemente su capacidad
de ajuste para enfrentar los cambios, por lo que su probabilidad de desaparición se incrementa
significativamente44. Los mismos autores45 vaticinan un impacto negativo muy significativo en los
bosques de coníferas del país, sobre todo en los estados madereros más importantes (Chihuahua,
Durango, Jalisco y Michoacán).
En el contexto del cambio climático, los ecosistemas forestales ofrecen servicios de mitigación de
emisiones (captura de carbono), así como de protección y amortiguamiento ante embates de
fenómenos hidrometeorológicos extremos. En este sentido, la protección de los ecosistemas forestales
y de la cobertura vegetal en general, constituye una acción prioritaria de toda estrategia de acción
climática, por lo que se abren muchas ventanas de oportunidad para establecer sinergias con otros
ámbitos de la gestión ambiental, especialmente la protección de la biodiversidad (Convenio de las
Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica, CNUDB) y el combate contra la desertificación y la
degradación de tierras (Convención de las Naciones Unidas de Combate a la Desertificación,
CNUCD).
Las estrategias de protección de los ecosistemas forestales pueden ser diferentes, dependiendo si se
trata de bosques templados o selvas tropicales, del grado de perturbación o deterioro en que se
encuentren, de los usos productivos que se llevan a cabo y de los impactos adversos previsibles del
cambio climático en cada región del país. En este sentido, las acciones de adaptación que se deben
poner en marcha para proteger los ecosistemas forestales de México ante el cambio climático, podrían
no ser exactamente las mismas entre bosques y selvas.

44
Villers, L & I. Trejo, op. cit.
45
Villers, L & I Trejo, 1998. Impact of climate change on Mexican forests and Natural Protected Areas. Global Env. Change, Vol.8(2): 141-157.

144
a CAPACIDAD INSTALADA
Investigación y desarrollo tecnológico
La investigación y el desarrollo tecnológico en el sector forestal es responsabilidad fundamental del
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas, Forestales y Pecuarias (INIFAP) el cual,
dentro de su programa de investigación forestal y de validación y apoyo a la transferencia de
tecnología, desarrolla el proyecto: Manejo y conservación de especies forestales en el trópico seco;
que generará conocimientos para identificar áreas propicias para la producción sustentable, estimar el
potencial de aprovechamiento de especies vegetales de la selva baja caducifolia, así como reconocer
patrones migratorios y de modificación de comunidades vegetales con el ascenso de las temperaturas.

b CAPACIDADES POR DESARROLLAR


Investigación y desarrollo tecnológico
No obstante todavía escasos, los estudios efectuados sobre los posibles impactos del cambio climático
en los ecosistemas forestales, así como en el sector forestal como un todo, demuestran que las
comunidades vegetales del país son muy sensibles ante las modificaciones climáticas que resultarán
debido al calentamiento global. Sin embargo, los resultados de estos estudios presentan altos rangos
de incertidumbre. Por consiguiente, una línea prioritaria de investigación para el sector forestal
consiste en reducir la incertidumbre de la información disponible y de las bases de datos, así como
desarrollar y aplicar nuevos modelos que contribuyan a generar información más precisa para la toma
de decisiones. Otra línea prioritaria consiste en llevar a cabo estudios especiales para ecosistemas y
regiones del país ya identificados en estudios anteriores como extremadamente vulnerables al cambio
climático.
En otra escala, también son necesarios estudios sobre el comportamiento de ciertas especies de flora,
especialmente arbóreas y otras consideradas clave en el funcionamiento de los ecosistemas, así como
de fauna, especialmente especies polinizadoras o depredadoras naturales de plagas de cultivares,
especies vectores de enfermedades, o especies depredadoras de semillas y frutos que constituyen
plagas. Estos estudios deben producir conocimientos sobre la capacidad de respuesta y adaptación
micro-evolutiva de estas especies ante los impactos adversos del calentamiento global, ya que el
destino de los ecosistemas es resultado de las capacidades adaptativas de los individuos de las
especies que lo componen, no el comportamiento del ecosistema como un todo. Los resultados de
estos estudios podrían ser utilizados no sólo en la planificación de estrategias de adaptación sino
también de mitigación46.

Las líneas prioritarias de investigación debieran concentrar su atención en:


™ Especies en peligro de extinción;
™ Especies endémicas;
™ Fenología de especies dominantes en ecosistemas forestales;
™ Dinámica de procesos de sucesión ecológica;
™ Estrategias demográficas, variabilidad genética y micro-evolución de especies prioritarias;
™ Posible modificación de los actuales límites geográficos de algunas Áreas Naturales
Protegidas; y
™ Restauración ecológica.

46
Arriaga L & L Gómez, 2004. Posibles efectos del cambio climático en algunos componentes de la biodiversidad de México. En: Martínez J &
Fernández A, op. cit.

145
Educación y cultura climática-ambiental
En relación con la protección de la integridad de los ecosistemas47 y sus servicios ambientales48, es
indispensable lanzar una permanente campaña nacional de sensibilización pública, con información
simplificada y comprensible, así como incorporar esta dimensión en todas las estructuras curriculares
de universidades y centros de educación superior del país, a fin que los nuevos profesionistas, de todas
las disciplinas, reconozcan los impactos ambientales que tiene el ejercicio de su profesión y
reconozcan cómo mitigarlos.

2.2.3.5. AGRICULTURA Y GANADERÍA

Diversos modelos permiten identificar los impactos del cambio climático en la agricultura y la
ganadería en territorio nacional. Cada modelo ofrece resultados distintos dependiendo de los criterios
empleados, las características de las aplicaciones o los supuestos conceptuales, entre otros factores.
Pero todos ellos coinciden en que el principal impacto del cambio climático en territorio mexicano
será sobre la estacionalidad de las lluvias y la disponibilidad de humedad en los suelos, factores
determinantes para todos los ecosistemas naturales, los agroecosistemas y los aprovechamientos
forestales49. Durante los últimos años el país ha registrado temporadas de lluvias y sequías cada vez
más marcadas e intensas, así como eventos hidrometeorológicos de gran intensidad, que en unas
cuantas horas o días descargan enormes volúmenes de agua en regiones relativamente circunscritas.
Todo esto parece indicar que los pronósticos de los modelos son correctos y que los primeros efectos
del calentamiento global ya comienzan a sentirse en México.
A la luz de estos pronósticos, entre las más importantes estrategias de acción climática que debe
aplicar el sector agropecuario sobresale el desarrollo e implementación de un sistema de monitoreo
del clima, especialmente diseñado para los productores, de tal modo que puedan ajustar sus planes y
prácticas de producción, sean éstas anuales o de temporada, en función de la variabilidad climática y
las condiciones extremas que lleguen a presentarse.
Deben asimismo desarrollarse estrategias para la conservación de suelos, la captación y conservación
del agua, la reforestación en las zonas agropecuarias marginales, el establecimiento de corredores
biológicos y la restauración ecológica. Todo ello propicia el incremento de biomasa vegetal y de
carbono almacenado en tejidos vegetales, provee nichos ecológicos para la vida silvestre —de
especial importancia para conservar especies polinizadoras de cultivos o depredadoras de plagas— y
corredores para reconectar poblaciones silvestres fragmentadas, ofrece sombra y rompevientos para
personas, cultivos o ganado, y protege la provisión de servicios ambientales estratégicos, como la
disponibilidad y calidad del agua, la disponibilidad y calidad de suelos, y el mantenimiento de
barreras o zonas de amortiguamiento en casos de desastres50.

47
De los cinco objetivos de la Estrategia Ambiental de la OCDE para la primera década del siglo XXI, el primero es: «asegurar la integridad de los
ecosistemas». En virtud de que México es miembro de la OCDE, este objetivo forma parte de nuestros compromisos internacionales.
48
Millennieum Ecosystems Assessment, 2005. Ecosystems and Human Well-being: Synthesis. Island Press, Washington, DC.
49
CONAZA/UACH, 2005. Escenarios climatológicos de la República Mexicana ante el Cambio Climático. Tomo I. Comisión Nacional de Zonas Áridas
y Universidad Autónoma de Chapingo. México.
50
CONAZA/UACH, 2005. Op. cit.

146
a CAPACIDAD INSTALADA
Red de estaciones agro-climáticas
El descuido que por muchos años sufrió la red meteorológica nacional ocasionó la perdida de
información de gran valor e imposibilitó la provisión de información adecuada, en tiempo y forma,
para los sectores productivos. Para resolver este problema, la SAGARPA, en colaboración con los
gobiernos estatales, construye una Red de estaciones agro-climáticas automatizadas que permitirá
acceder, en tiempo real, a la información climática y a las bases de datos. Con ella, los productores
agropecuarios podrán tomar oportunamente decisiones adecuadas para proteger sus cultivos ante la
ocurrencia de impactos climáticos adversos, así como mejorar sus prácticas productivas.
Buena parte de la productividad agrícola radica en la disponibilidad y oportunidad de la información
meteorológica. En los Estados Unidos o Europa se encuentran bien documentados los beneficios de
las estaciones meteorológicas automatizadas. La agricultura de alta competitividad requiere
información en tiempo real y de acceso continuo, con una frecuencia de al menos cada 15 minutos.
Las variables más solicitadas son: temperatura, precipitación, viento, humedad relativa, presión
barométrica y radiación solar. Las tendencias del día y el reporte de máximos y mínimos registrados
cada 24 horas, representan información esencial para el productor.
El valor de otras variables se obtiene mediante estimaciones, como la acumulación de unidades-calor,
horas-frío, temperatura de punto de rocío, duración de heladas e indicadores de la presencia de plagas
o enfermedades. Quizá la variable calculada de mayor importancia —para la cual se han adaptado los
sensores de las estaciones— es la evapotranspiración. Conociendo la tasa de evapotranspiración puede
estimarse la lámina de riego51 como función del coeficiente del cultivo durante la estación de
crecimiento.
Con el establecimiento de esta red de estaciones en los estados se espera:
™ Acceso inmediato a la información en línea, en tiempo real, los 365 días del año;
™ Construir y disponer de una base de datos para fines agropecuarios y de protección civil;
™ Consolidar los pronósticos climáticos para la agricultura (boletines);
™ Precisar la caracterización agro-climática del país;
™ Proteger a las personas y sus bienes ante eventos climáticos adversos (huracanes, tormentas,
inundaciones, heladas, granizadas, sequías, ventarrones, frentes fríos, plagas, etcétera);
™ Iniciar los cultivos en la época más oportuna;
™ Identificar las zonas más aptas para la producción;
™ Elegir el momento más oportuno para aplicar los insumos para la producción (riego,
fertilizantes, pesticidas, etcétera);
™ Proveer información que apoye el desarrollo de nuevas tecnologías;
™ Poder predecir las cosechas.

Esta red de estaciones proporcionará asimismo datos sobre la distribución regional de los daños
resultantes de impactos climáticos, para que los Fondos de Contingencia entren en acción y puedan
asegurarse los cultivos (mediante primas cuyo precio se establezca en función del riesgo climático),
así como información necesaria para la protección civil.

51
La «lámina de riego» es la cantidad de agua, en mm, que se aplica a un cultivo para satisfacer sus necesidades fisiológicas durante todo el ciclo
vegetativo. Dependiendo del tipo de cultivo, cada mm de lámina de riego corresponde aproximadamente a un volumen de 10 m3/ha.

147
La instalación de la Red Nacional de Estaciones Agro-Climáticas da prioridad a las regiones agrícolas
y ganaderas más importantes para la producción nacional y a las entidades federativas bajo mayor
riesgo. Se está dando prioridad también a la conclusión de las redes parciales preexistentes en algunos
estados, así como a la inversión y operación compartida entre los estados y la federación (cada uno
50% de la inversión).
Durante 2005, se concluyeron las estaciones de los estados de Aguascalientes, Guanajuato, Hidalgo,
Jalisco, Puebla, Sonora, y Zacatecas. Actualmente están en curso de instalación las redes de
Chihuahua, Coahuila y Nuevo León y, al finalizar 2006, se concluirán las redes de Baja California
Sur, Campeche, Colima, Durango, Michoacán, Morelos, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala
y Veracruz. De esta manera, 21 de las 32 entidades federativas contarán con esta capacidad52.

Adaptación en zonas áridas y semiáridas


La Comisión Nacional de Zonas Áridas (CONAZA), con apoyo de la Universidad Autónoma de
Chapingo (UACH), ha generado una serie de datos y cartografías sobre las zonas áridas y semiáridas
del país, capacidades de almacenamiento de agua (función de la textura y la profundidad del suelo) y
la disponibilidad hídrica para las plantas. Esta información ha sido producida utilizando modelos de
impactos potenciales del cambio climático en nuestro país, en conjunto con una herramienta
desarrollada en Europa durante los años noventa que ahora es empleada en todas las zonas áridas del
mundo bajo los auspicios de la CMNUCC53).
Este estudio ofrece una caracterización y clasificación general de las zonas áridas, semiáridas y
subhúmedas de México, así como su potencial agrícola de temporal (Tabla 2.2.5). La información
permite identificar los sistemas de producción primaria expuestos alto riesgo en estas zonas, de modo
que puedan ser sustituidos por otros sistemas con características más sustentables, acordes con la
vocación y las capacidades de carga de estos ecosistemas. Además, esta información puede
fundamentar la planificación de sistemas de gestión y producción integrales en dichas zonas, con lo
que se avanza en el desarrollo de capacidades de adaptación ante el riesgo de mayor desertificación
por el cambio climático.

TABLA 2.2.5 Potencial agrícola de temporal en diversos climas en México

CARACTERÍSTICAS
CLIMA
POTENCIAL* COSECHAS TEMPORAL
Árido Muy bajo 1 de cada 10 Muy errático
Semiárido seco Bajo 2 de cada 10 Muy errático
Semiárido normal Bajo 3-4 de cada 10 Errático
Semiárido ligero Medio 5-6 de cada 10 Parcialmente establecido
Subhúmedo normal Medio 7-8 de cada 10 Establecido
Subhúmedo ligero Alto Más de 8 de cada 10 Establecido
* No se contemplan sistemas de producción bajo riego FUENTE: CONAZA/UACH, 2005.

Tomando en cuenta estos factores, la CONAZA trabaja cinco vertientes principales para asegurar el
desarrollo sustentable de las zonas áridas de México:

52
SAGARPA-INIFAP, 2005. Red Nacional de Estaciones Agroclimáticas, mayo 2005. Presentación ante los gobernadores de los Estados. Disponible en el
sitio Web: www.conago.org.mx/reuniones/documentos/2005-05-27/ReddeEstacionesAgroclimaticas.pdf
53
metodología Thornwaite modificada, versión III

148
™ Modelos de sistemas de captura pluvial para actividades agropecuarias y forestales;
™ Reconversión productiva para el aprovechamiento sustentable de flora y fauna nativas de las
zonas áridas y semiáridas, incluyendo actividades cinegéticas bajo un enfoque holístico que
parte de la conservación del hábitat y de los recursos hidrológicos;
™ Control de la desertificación mediante la re-vegetación con especies nativas y la
implementación de prácticas de manejo y conservación de suelos y aguas;
™ Capacitación para la producción sustentable en las zonas áridas, con énfasis en el valor
agregado a los productos agropecuarios y forestales;
™ Obras de infraestructura productiva en zonas de alto riesgo ante siniestros climáticos.

Fondo de apoyo a productores rurales afectados por contingencias climatológicas


El Fondo de Apoyo a Productores Rurales Afectados por Contingencias Climatológicas (FAPRACC)
funciona como una póliza de seguro, autorizando y fondeando compensaciones monetarias por
hectárea, cabeza de ganado, tipo de cultivo, embarcación pesquera, etcétera, que haya sido afectada
por estas contingencias. Estos apoyos están dirigidos a productores primarios sin posibilidades
económicas para contratar seguros por sí mismos. Actualmente, el FAPRACC cuenta con 300
millones de pesos anuales, cifra que resultará insuficiente en los próximos años en la medida que las
situaciones de contingencia se incrementen por efectos del cambio climático.

Alianza para el campo


Dentro del Programa de Alianza para el Campo, la CNA tiene cuatro programas:
™ Programa de Rehabilitación y Modernización de los Distritos de Riego. Su objetivo es
incrementar la eficiencia del uso del agua en la producción agrícola, a través de la
rehabilitación y modernización de canales, drenes y plantas de bombeo.
™ Programa de Desarrollo Parcelario. Adquisición y rehabilitación de maquinaria y
equipamiento de talleres, para que las Asociaciones Civiles de Usuarios (ACU) aseguren la
conservación de la infraestructura hidroagrícola.
™ Programa de Uso Pleno de la Infraestructura Hidroagrícola. Para la rehabilitación de unidades
de riego con aprovechamiento de agua superficial.
™ Programa de Uso Eficiente del Agua y la Energía Eléctrica. Para la rehabilitación de los
sistemas de bombeo de agua subterránea.

La tecnificación del riego es esencial en estos cuatro programas, ya que con ello se logra incrementar
la productividad de las áreas agropecuarias irrigadas, con base en proyectos que incluyen la
rehabilitación de pozos y equipos de bombeo, así como la instalación de sistemas tecnificados de
riego.

Agricultura bajo ambiente controlado


En diversos estados de la República y con una inversión de 19.6 millones de pesos, se reconvirtieron
38ha con la construcción y tecnificación de invernaderos. El objetivo consiste en alentar la
productividad mediante una agricultura intensiva con riego de alta tecnología, que incluye sistemas
hidropónicos y técnicas de producción orgánica. Estas tecnologías permiten duplicar y, en algunos
casos incluso triplicar, los volúmenes de la producción agrícola.

149
Programa de Investigación y Transferencia de Tecnología
Apoya el desarrollo y la validación de biotecnologías que mejor se ajusten a la problemática de las
regiones y a las necesidades de los productores, de acuerdo con el potencial local y regional. Esto, a
fin de promover la sanidad, la inocuidad y la calidad de la producción agrícola, así como incrementar
la rentabilidad del sector agroalimentario. A la fecha, el programa ha generado y validado
biotecnologías para los principales granos básicos con adaptabilidad a diversas regiones del país,
como el frijol pinto-mestizo resistente a la roya y tolerante a la sequía.

Alianza Contigo
En el marco de esta Alianza se apoya el desarrollo de diversos proyectos.
™ Manejo integral del suelo y el agua.
™ Programa de fomento a la productividad.
™ Fomento al reordenamiento de la producción.
™ Programa de reconversión productiva en zonas con sequía recurrente.
™ Programa de energía renovable para la agricultura.

Investigación y transferencia de tecnología


La investigación y la transferencia de tecnología en el sector agropecuario y forestal están a cargo del
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Su misión consiste
en generar conocimientos científicos e innovaciones tecnológicas así como promover su transferencia,
bajo un enfoque que integra desde el productor primario hasta el consumidor final, de tal modo que
contribuya a la productividad, la competitividad, la equidad y la sustentabilidad de los sectores
forestal, agrícola y pecuario.
Entre los proyectos en operación, destacan los siguientes:
™ Mejoramiento de sistemas agroforestales mediante parcelas multi-estrato. Este proyecto
estudia la mejor combinación de especies forestales con otras especies asociadas, como
frutales y condimentos. Los resultados se enfocan a reducir el abandono del campo y el
deterioro de los recursos naturales causado por el método tradicional de roza, tumba y quema.
™ Desarrollo de híbridos del maíz, tolerantes a diversos tipos de estrés, mediante el empleo de
herramientas biotecnológicas.

Entre los estudios en curso, destacan los que se realizan en Tlaxcala:


™ Proyecto de información climática de mediano plazo para productores. Este proyecto permitió
contar con información oportuna sobre el comportamiento de la precipitación pluvial, para que
los productores de temporal pudieran tomar mejores decisiones sobre qué producir y cómo.
Con base en la información disponible los productores han decidido cambios de cultivo
oportunamente gracias a lo cual obtuvieron buenas cosechas y salvaron de la sequía a sus
animales de corral.
™ Programa Estatal de apoyo a la construcción de invernaderos. Los apoyos al sector
agropecuario de Tlaxcala incluyen fondos para la construcción de invernaderos, por lo que este
programa permite “escapar” a algunos de los efectos directos del cambio climático en el
campo. Su éxito podría indicar el camino a muchas otras regiones del país.

150
b CAPACIDADES POR INSTALAR

Plan de Acción Contra la Desertificación


En 1994, a través de la SEDESOL, México presentó a las Naciones Unidas un Plan de Acción Contra la
Desertificación (PACD), cuya formulación fue coordinada por la Comisión Nacional de Zonas Áridas
y el Colegio de Postgraduados.
Los objetivos específicos de este plan son los siguientes:
™ Incorporar los programas de lucha contra la desertificación en los programas estatales de
desarrollo y en la planificación ecológica nacional, mediante las disposiciones financieras e
instituciones pertinentes;
™ Fortalecer la base de conocimientos y elaborar sistemas de información y observación
permanente, en las regiones propensas a la desertificación y a la sequía, incluyendo aspectos
económicos y sociales;
™ Combatir la degradación de suelos intensificando actividades de conservación de aguas y
tierras, así como reforestación y forestación, entre otras;
™ Elaborar y reforzar programas integrales para la erradicación de la pobreza, así como para la
promoción de sistemas alternativos en las zonas afectadas por la desertificación;
™ Formular programas para mitigar los efectos de la sequía, en los que se incluyan esquemas de
auto-ayuda para las zonas propensas; y
™ Promover la participación social y la educación para el medio ambiente, con especial atención
a la prevención y control de la desertificación y a las actividades para hacer frente a los efectos
de sequías.

Este Plan nunca fue completamente implementado, pero constituye un valioso instrumento que
requiere actualizarse, pues contiene muchas líneas de acción contra la desertificación rescatables para
la acción climática.

2.2.4. LÍNEAS DE ACCIÓN PARA UNA ESTRATEGIA NACIONAL DE ADAPTACIÓN


La constitución de la CICC abrió cauce a un proceso interinstitucional, transversal, orientado a
integrar criterios de acción climática en las políticas públicas sectoriales. Se trata de un proceso
nacional, amplio e incluyente, de construcción de consensos, gubernamentales, corporativos y
sociales, para desarrollar capacidades de mitigación de emisiones de GEI y de adaptación ante los
efectos adversos del cambio climático. La CICC acordó la creación de un nuevo Grupo de Trabajo
sobre Adaptación ante el cambio climático (GT-ADAPT), el cual, bajo la coordinación del INE,
iniciará funciones en breve orientado por las siguientes líneas de acción:
1. Posicionar la actual capacidad de respuesta ante los impactos tradicionales de la actual
variabilidad climática, como plataforma para el desarrollo de capacidades de adaptación ante los
efectos previsibles del cambio climático futuro.
2. Dar prioridad al desarrollo de capacidades de respuesta ante los eventos hidrometeorológicos
extremos.
3. Desarrollar y fomentar la aplicación y uso de sistemas de alerta temprana ante huracanes, heladas,
sequías, incendios, etcétera.

151
4. Construir bases de datos geofísicos (atmosféricos y oceánicos, principalmente), fortalecer sistemas
adecuados de monitoreo del clima y del nivel del mar así como sistemas de información pública
fácilmente accesible.
5. Fomentar la investigación en las áreas relevantes para la comprensión del cambio climático,
considerando investigación interdisciplinaria (climatología, oceanografía, geología, ecología y
evolución, ingenierías, arquitectura, medicina, sociología, economía, comunicación y educación,
etc.).
6. Impulsar el desarrollo de un Programa Nacional de Modelación del Clima, para unir los esfuerzos
de todos los investigadores a nivel nacional que trabajen en el tema.
7. Actualizar escenarios regionales como consecuencia del cambio climático y continuar con la
formulación de los Atlas de Riesgo (a escalas nacional, regional y local).
8. Difundir información sobre los riesgos presentes y previsibles, para que la población mejore su
percepción y comprensión del fenómeno y su capacidad de respuesta. Integrar esta información en
todos los niveles de educación formal; incorporar cursos sobre los grandes problemas ambientales
en los currícula de universidades y centros de educación superior.
9. Sensibilizar a los servidores públicos, especialmente los mandos superiores, para que incorporen
la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático en sus planes de desarrollo municipal, estatal
y federal.
10. Incorporar criterios de adaptación ante el cambio climático en las políticas públicas.
11. Fomentar el desarrollo de redes y enlaces operativos entre autoridades de los tres órdenes de
gobierno, a fin de fortalecer las capacidades de evacuación y protección civil en casos de desastre.
12. Desarrollar capacidades nacionales y regionales para la planeación de la evolución espacial del
desarrollo económico y social, con criterios ecológicos.
13. Identificar oportunidades para convergencia de esfuerzos intersectoriales (sinergias y
transversalidad), especialmente en relación con temas de protección a la integridad de los
ecosistemas y sus servicios ambientales.
14. Modificar prácticas de construcción, para mejorar la eficiencia energética, reducir emisiones y
adecuarse a los impactos negativos del clima. Modificar prácticas de construcción de
infraestructura crítica, como las energéticas y de comunicaciones y transportes, así como
hospitales y escuelas —para adecuarlas a su función de refugios y albergues en casos de desastres.
15. Fortalecer los programas de conservación de suelos y captación de agua de lluvia en las zonas
agrícolas de temporal, pecuarias y forestales. Fomentar el uso del suelo en función de su aptitud.
16. Involucrar a todos los actores sociales, para que las comunidades tomen el problema en sus manos.
Tomar en cuenta experiencias tradicionales de adaptación de comunidades y pueblos indígenas.
17. Adecuar el marco normativo/regulatorio a las necesidades de adaptación al cambio climático.
18. Potenciar la obtención de recursos financieros nacionales e internacionales.
19. Desarrollar un sistema de monitoreo, evaluación, corrección en su caso y reporte, de las acciones
incluidas en la estrategia nacional de acción climática, particularmente en el tema de adaptación.

152
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155
156
ACRÓNIMOS

AND Autoridad Nacional Designada


ANP Áreas Naturales Protegidas
APF Administración Pública Federal
BANCOMEXT Banco Mexicano de Comercio Exterior
BNE Balance Nacional Energético
C4 Consejo Consultivo de Cambio Climático
CENAPRED Centro Nacional para la Prevención de Desastres
CFE Comisión Federal de Electricidad
CH4 Metano
CICC Comisión Intersecretarial de Cambio Climático
CMM Centro Mario Molina para Estudios Estratégicos sobre Energía y Medio Ambiente
CMNUCC Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
CO2 Bióxido de carbono
CO2e Emisiones de GEI expresadas en unidades de potencial de calentamiento
equivalente al CO2
COMEGEI Grupo de Trabajo de la CICC denominado Comité Mexicano para Proyectos de
Reducción de Emisiones y de Captura de Gases de Efecto Invernadero
CONACYT Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
CONAE Comisión Nacional de Ahorro de Energía
CONAFOR Comisión Nacional Forestal
CONAPO Consejo Nacional de Población
CONAZA Comisión Nacional de Zonas Áridas
EE UU Estados Unidos de América
ENAC Estrategia Nacional de Acción Climática
FAO Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
FIDE Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica
FIFONAFE Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal
FOMECAR Fondo Mexicano de Carbono
FORMAR Programa de Fomento y Organización en Materia Agraria y Rural
FSC Consejo de Administración Forestal (por sus siglas en inglés)
Gas LP Gas licuado propano
GEI Gases de efecto invernadero (gases termo-activos)
GT-ADAPT Grupo de Trabajo de la CICC para Adaptación ante el Cambio Climático
GT-ENAC Grupo de Trabajo de la CICC para la Estrategia Nacional de Acción Climática
GT-INT Grupo de Trabajo de la CICC para Negociaciones Internacionales
HFC Hidrofluorocarbonos
IEA Agencia Internacional de Energía (por sus siglas en inglés)
IMP Instituto Mexicano del Petróleo
INE Instituto Nacional de Ecología
INEGEI Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero
INEGI Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
INIFAP Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias
IPCC Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (por sus siglas en inglés)

157
JBIC Banco Japonés para la Cooperación Internacional (por sus siglas en inglés)
JE Junta Ejecutiva del MDL del Protocolo de Kioto
LAFRE Ley para el Aprovechamiento de las Fuentes Renovables de Energía (en revisión
por el Senado)
LSPEE Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica
MDL Mecanismo para un Desarrollo Limpio
MFS Manejo Forestal Sustentable
N2O Óxido nitroso
OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
OMM Organización Meteorológica Mundial
PEF 2025 Programa Estratégico Forestal 2025
PEMEX Petróleos Mexicanos
PEMEX-PEP PEMEX Exploración y Producción
PFC Perfluorocarbonos
PIASRE Programa Interinstitucional de Agricultura Sustentable y Reconversión Productiva
en Zonas de Siniestralidad Recurrente
PIB Producto Interno Bruto
PJ Petajoules
PMC Programa Mexicano de Carbono
ppm Partes por millón, para expresar en este caso la concentración de diversos gases en
la atmósfera terrestre
PROCAMPO Programa de Apoyos Directos al Campo
PROCEDE Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos
PROCOREF Programa de Conservación y Restauración de Ecosistemas Forestales
PRODEFOR Programa de Desarrollo Forestal
PRODEPLAN Programa de Plantaciones Forestales Comerciales
PRODERS Programa de Desarrollo Regional Sustentable
PROFEPA Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
RCE Reducciones Certificadas de Emisiones
RSU Residuos sólidos urbanos
SAGARPA Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
SCT Secretaría de Comunicaciones y Transportes
SE Secretaría de Economía
SEDESOL Secretaría de Desarrollo Social
SEMARNAT Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
SENER Secretaría de Energía
SF6 Hexa-fluoruro de azufre
SHCP Secretaría de Hacienda y Crédito Público
SRE Secretaría de Relaciones Exteriores
TCN Tercera Comunicación Nacional (de México a la CMNUCC)
TIE Tercer Informe de Evaluación del IPCC
UMA Unidades de Manejo para la conservación de la vida silvestre
USCUSS Uso de Suelo, Cambio de Uso de Suelo y Silvicultura (equivalente a LULUCF en
inglés)
WBCSD Consejo Mundial Empresarial para el Desarrollo Sustentable (por sus siglas en
inglés)
WRI Instituto de Recursos Mundiales (por sus siglas en inglés)

158
Consejo Consultivo de Cambio Climático
Órgano Permanente de Consulta de la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático

DR. MARIO MOLINA PASQUEL


PRESIDENTE DEL CONSEJO
DIRECTOR DEL CENTRO «MARIO MOLINA» PARA ESTUDIOS ESTRATÉGICOS SOBRE ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
DR. CARLOS GAY GARCÍA
SECRETARIO DEL CONSEJO
DIRECTOR DEL CENTRO DE CIENCIAS DE LA ATMÓSFERA, UNAM

MTRO. GUSTAVO ALANÍS ORTEGA


PRESIDENTE DEL CENTRO MEXICANO DE DERECHO AMBIENTAL (CEMDA)
DR. FRANCISCO BARNÉS DE CASTRO
COMISIONADO EN LA COMISIÓN REGULADORA DE ENERGÍA (CRE)
ING. MIGUEL BENEDETTO ALEXANDERSON
DIRECTOR GENERAL DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE LA INDUSTRIA QUÍMICA (ANIQ)
DRA. CECILIA CONDE
INVESTIGADORA DEL CENTRO DE CIENCIAS DE LA ATMÓSFERA, UNAM Y MIEMBRO DEL IPCC
DR. EDMUNDO DE ALBA ALCARAZ
VICEPRESIDENTE DEL GRUPO II DEL IPCC
DR. BERNARDUS DE JONG
INVESTIGADOR DEL COLEGIO DE LA FRONTERA SUR
DR. JORGE ETCHEVERS
INVESTIGADOR DEL COLEGIO DE POSGRADUADOS
ING. LORENZO GONZÁLEZ-MERLA
PRESIDENTE DE LA CÁMARA NACIONAL DE LA INDUSTRIA DEL HIERRO Y EL ACERO (CANACERO)
DR. BORIS GRAIZBORD
COORDINADOR DEL PROGRAMA DE ESTUDIOS AVANZADOS Y MEDIO AMBIENTE DEL COLMEX
ING. JUAN JOSÉ GUERRA ABUD
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE PRODUCTORES DE AUTOBUSES, CAMIONES Y TRACTOCAMIONES (ANPACT)
ING. MIGUEL LADRÓN DE GUEVARA
REPRESENTANTE DE LA COPARMEX

DR. ALFONSO LARQUÉ SAAVEDRA


DIRECTOR GENERAL DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA DE YUCATÁN (CICY)
ING. JAIME LOMELÍN GUILLÉN
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ESTUDIOS DEL SECTOR PRIVADO PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE (CESPEDES)
DR. VÍCTOR MAGAÑA RUEDA
INVESTIGADOR DEL CENTRO DE CIENCIAS DE LA ATMÓSFERA, UNAM
ING. TIRSO MARTÍNEZ ANGHEBEN
PRESIDENTE DE LA CÁMARA NACIONAL DE AUTOTRANSPORTE DE CARGA (CANACAR)
DR. RAFAEL MARTÍNEZ BLANCO
CONSEJO NACIONAL CONSULTIVO PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE
ING. CARLOS MENA BRITO
DIRECTOR EJECUTIVO DEL CENTRO «MARIO MOLINA»
ING. FERNANDO RODRÍGUEZ CAMACHO
PRESIDENTE DE LA CÁMARA NACIONAL DE PASAJE Y TURISMO (CANAPAT)
DRA. PATRICIA ROMERO LANKAO
COORDINADORA DEL DEPARTAMENTO DE POLÍTICA Y CULTURA, UAM-X
ING. CARLOS SANDOVAL OLVERA
PRESIDENTE DELEGACIÓN DF DEL CONSEJO NACIONAL DE INDUSTRIALES ECOLOGISTAS
ING. ALEJANDRO SOSA REYES
DIRECTOR EJECUTIVO DE LA INICIATIVA GEMI

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