Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
VULNERABILIDAD Y ADAPTACIÓN
115
116
INTRODUCCIÓN
117
2. VULNERABILIDAD Y ADAPTACIÓN
INTRODUCCIÓN
De acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés),
La vulnerabilidad ante el cambio climático depende por un lado, de la forma, la magnitud y la
velocidad con la que ocurran los cambios derivados del calentamiento global1 y, por otro, de la
capacidad de los sistemas humanos y naturales para ajustarse a ellos. Dependerá entonces de las
condiciones locales, las formas de ocupación del territorio y de cómo evolucionan los procesos
económicos que en él se desarrollan.
La adaptación ante el cambio climático se define como la capacidad de los sistemas humanos y
naturales para ajustarse, espontánea u ordenadamente, a los impactos climáticos adversos, así como
para aprovechar las oportunidades que deriven de los cambios que se presenten. Las capacidades de
adaptación, en la medida en que se desarrollen apropiadamente, reducirán efectivamente la
vulnerabilidad. Para ser efectivas, tanto las estrategias de mitigación como las de adaptación exigen
modificaciones de gran alcance en los procesos de desarrollo, en los patrones dominantes de uso
intensivo de los recursos de la Tierra —aguas, suelos, recursos biológicos, fuentes de energía,
servicios ambientales de los ecosistemas—, las prácticas de producción y los hábitos de consumo.
650 grandes pérdidas por catástrofes naturales durante 2005. La talla del círculo indica el grado del daño. Los colores indican las causas;
rojo: geológicas; verde: hidrometeorológicas; azul: inundaciones; amarillo: altas temperaturas, deslizamientos de tierras y avalanchas.
FUENTE: Munich Re Group 2006. http://www.munichre.com/assets/PDF/georisks/04772_world_map_en.pdf
Durante 2005 se registraron 650 grandes catástrofes naturales con impactos sobre poblaciones
humanas (Gráfico 2.1), resultando en pérdida de vidas y de bienes materiales así como costos
financieros por pagos de las aseguradoras implicadas. Se trata de información producida por el
Munich Re Group, una de las grandes compañías internacionales que ofrecen seguros por riesgos ante
desastres naturales y una de las pioneras en ofrecer seguros ante algunos de los impactos que ya se
1
IPCC, 2001. Climate Change 2001: Third Assessment Report. Working Group II: Impacts, Adaptation and Vulnerability. IPCC, Ginebra.
118
reconocen como del cambio climático2. Los seis principales desastres originados por catástrofes
naturales en 2005 tuvieron un alto costo en pérdidas de vidas humanas, costos materiales y sumas por
más de 80 mil millones de dólares pagadas por las aseguradoras (Tabla 2.1).
TABLA 2.1. Pérdidas por los seis mayores eventos catastróficos de origen natural en 2005
Pagos de seguros -
Fechas Lugar Evento Pérdidas humanas Pérdidas - millones USD
millones USD
24/07-05/08 India Inundación 1,150 5,000 770
25-30/08 EEUU Huracán Katrina 1,322 126,000 60,000
20-24/09 EEUU Huracán Rita 10 16,000 11,000
02-05/10 América Central Huracán Stan 840 3,000 100
08/10 Pakistán, India Sismo 88,000 5,200 -
19-24/10 México, EEUU, Caribe Huracán Wilma 42 18,000 10,500
FUENTE: Munich Re Group 2006. http://www.munichre.com/assets/PDF/georisks/04772_world_map_en.pdf
Las zonas más obscuras indican mayor frecuencia e intensidad de ciclones (en verde) o mayor riesgo por sismos (del amarillo al rojo).
FUENTE: Munich Re Group, World Map of Natural Hazards: http://www.munichre.com/
El IPCC pronostica un incremento paulatino, pero imparable, de la temperatura media mundial así
como del nivel del mar en el curso de este siglo, debido al calentamiento global (Tabla 2.2 y Gráfico
I.5). La Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés) informa que durante
2
Munich Re Group, 2006. Perspectives. Today’s ideas for tomorrow world: http://www.munichre.com/assets/PDF/georisks/04772_world_map_en.pdf
3
Íbid.
119
2005 se observó una ampliación de las anomalías térmicas; sequías más prolongadas en algunas
regiones pero mayores lluvias e inundaciones en otras; huracanes de intensidad récord; mayor
adelgazamiento de la capa antártica de ozono e intensificación del derretimiento de hielo polar4. Las
cifras estimadas para estas variables incluyen rangos previsibles de variación, mínimos y máximos,
pero todas indican una tendencia a la alza.
4
http://www.wmo.ch/web/Press/Press743_E1.doc
5
IPCC, 2001a. Op. Cit.
120
Mientras algunos estudios demuestran una tendencia de largo plazo con menor precipitación anual en
la región del Golfo de México6, otros indican que no es posible todavía precisar tendencias de largo
plazo aunque sí reconozcan la intensificación de los hidrometeoros extremos como uno de los
resultados ya atribuibles al calentamiento global7.
Otras fluctuaciones climáticas (como la oscilación del Sur «El Niño-La Niña»8) podrán intensificarse
y acrecentar las anomalías sobre territorio latinoamericano, contribuyendo a incrementar la exposición
al riesgo de asentamientos humanos e infraestructuras ante los impactos adversos del cambio
climático. Al respecto se cuenta con claras evidencias de una tendencia de incremento de las
precipitaciones invernales y descenso de las veraniegas, lo que acrecienta la incidencia de incendios
forestales en la región caribeña de México y Centroamérica. Los más recientes eventos de El Niño han
incrementado la vulnerabilidad de ecosistemas que albergan especies de interés comercial,
disminuyendo la abundancia, disponibilidad y accesibilidad de estas especies y disminuyendo la
productividad de actividades como la pesca, la producción agropecuaria y la silvicultura.
Para disponer de información más precisa, clara, confiable y oportuna sobre los impactos del cambio
climático en nuestro territorio, se requieren más estudios, modelos y datos duros del clima a escalas
continental, nacional y regional. En este sentido, es urgente que México desarrolle una base nacional
de datos geofísicos, principalmente atmosféricos y oceánicos, consultable en tiempo real y accesible a
todo público a fin de fortalecer la toma de decisiones en la materia.
Hoy día está fuera de toda duda9 que el cambio climático tendrá impactos adversos sobre las
poblaciones y las actividades económicas; sólo existe incertidumbre sobre cuándo, a qué ritmo y con
qué magnitud estos impactos previsibles tendrán lugar, lo que hace muy compleja la formulación de
políticas públicas de adaptación ante el calentamiento global. Esto es de gran importancia, pues la
magnitud de los impactos dependerá de la elasticidad (sensibilidad y potencial de ajuste) de los
sistemas expuestos a riesgo. Sin embargo, hace falta mayor conocimiento científico sobre algunos
procesos ecológicos claves que determinarán el comportamiento de los ecosistemas naturales,
especialmente sobre sus capacidades de carga, sus capacidades de renovación y su resistencia ante
invasiones de especies exóticas como resultado del cambio climático (Ibíd.).
No obstante las relativas limitaciones de la información científica y técnica disponible, México debe
iniciar urgentemente la formulación de políticas y la concertación de esfuerzos para desarrollar
capacidades de respuesta, nacionales y locales, ante los impactos previsibles del cambio climático. Se
trata de un problema de seguridad estratégica nacional que tiene que ver con la seguridad de las
personas y de sus bienes materiales y culturales, con la integridad de los ecosistemas y sus servicios
ambientales, con la integridad de las infraestructuras de generación y distribución de energía, de
comunicación, de servicios urbanos e industriales y, en general, con la seguridad de los asentamientos
humanos, muchos de los cuales se encuentran en zonas ya expuestas a riesgos de desastres naturales.
6
Scientific American 2005. Warmer climate produces less rain: http://www.sciam.com/article.cfm?articleID=000F1DAA-280A-1350-
A80A83414B7F0000&sc=I100322
7
IPCC, 2001a. Op. Cit. y Pew Centre, 2005. Hurricanes and global warming: http://www.pewclimate.org/hurricanes.cfm
8
Magaña et al.. 2004. Consecuencias presentes y futuras de la variabilidad y el cambio climático en México. En: Martínez, J. & A. Fernández (comp)
Cambio Climático: una visión desde México. pp. 203-213.
9
IPCC, 2001a. Op. Cit.
121
Además, la pobreza agudiza la vulnerabilidad ante el cambio climático. Con los niveles de
desigualdad imperantes en México, los riesgos derivados del calentamiento global se acumulan a los
derivados de la inequidad prevaleciente en el acceso a bienes públicos y a servicios ambientales de los
ecosistemas, pues el 64% de los hogares viven con menos de 4 salarios mínimos equivalentes y el
86.8% con menos de 8 (Tabla 2.3).
TABLA 2.3 Distribución porcentual de los hogares por rangos de salarios mínimos equivalentes
Año 1992 1996 2000 2002 2004
Total 17 819 414 20 467 038 23 484 752 24 650 169 25 845 081
Hasta 2 S.M. 34.4 45.2 36.4 34.6 31.7
Más de 2 y hasta 4 S.M. 30.5 30.4 30.4 30.9 32.3
Más de 4 y hasta 8 S.M. 21.8 16.5 20.3 22.1 22.8
Más de 8 y hasta 14 S.M. 8.0 5.1 7.9 8.1 8.9
Más de 14 S.M. 5.3 2.8 5.0 4.4 4.3
S.M. = salario mínimo equivalente. El Total indica número de hogares considerados.
FUENTE: portal Web del INEGI - http://www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/rutinas/ept.asp?t=ming02&c=3314
En un mundo así, todo desarrollo económico y social que no se planifique bajo un enfoque de
ordenamiento territorial, o planeación de la evolución espacial de la economía y los asentamientos
humanos, tiene altas probabilidades de incrementar —en vez de reducir— la vulnerabilidad. Es
necesario fomentar la transversalidad de las políticas públicas con una perspectiva de planeación
espacial de la economía, coordinar acciones entre los tres órdenes de gobierno y hacer converger
esfuerzos con la iniciativa privada, las organizaciones de la sociedad civil y las academias de
investigación. Es urgente desarrollar capacidades locales de planeación, prevención y respuesta, así
como capacidades sectoriales y corporativas. El marco regulatorio deberá revisarse con objeto de
eliminar o modificar las reglas que propician emisiones o incrementan la vulnerabilidad.
La fracción f del Artículo 4.1 de la CMNUCC establece que todas las Partes deben:
«Tomar en cuenta, en la medida de lo posible, las consideraciones relativas al cambio climático en sus
políticas y medidas sociales, económicas y ambientales pertinentes y emplear métodos apropiados, por
ejemplo evaluaciones del impacto, formulados y determinados al nivel nacional con miras a reducir al
mínimo los efectos adversos en la economía, la salud pública y la calidad del medio ambiente, de los
proyectos o medidas emprendidas por las Partes para mitigar el cambio climático o adaptarse a él.»
Por consiguiente, diseñar, construir y desarrollar capacidades nacionales de adaptación debe ser
reconocido como una componente indispensable y urgente de la planeación del desarrollo. Los riesgos
asociados al cambio climático vulneran el potencial de desarrollo del país; por ello, es importante que
toda iniciativa de desarrollo socioeconómico considere explícitamente los riesgos asociados con el
cambio climático y reconozca que la base última de sustentación de la vida está constituida por los
ecosistemas y sus capacidades de renovar servicios ambientales para la economía (agua limpia, suelos
productivos, aire respirable, materias primas, digestión de emisiones y desechos, etc.).
122
2.1. VULNERABILIDAD ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO
FUENTE: INE 200410. Debido a las características físico-geográficas y socioeconómicas, no solamente las zonas áridas
son vulnerables; 96.98% del país es susceptible a afectaciones por al menos alguno de los procesos de degradación de
tierras, 48.93% es de vulnerabilidad moderada y 48.05% de vulnerabilidad alta.
10
Oropeza, O. 2004. Evaluación de la vulnerabilidad a la desertificación. En: Martínez, J. & A. Fernández (comp) Cambio Climático: una visión desde
México. Fig. 1, p. 309.
123
Durante las últimas dos décadas del siglo veinte México sufrió alrededor de 75 grandes desastres, que
tuvieron como efectos directos poco más de 10 mil pérdidas humanas, cientos de miles de
damnificados y daños directos por casi 9 mil 600 millones de dólares (Tabla 2.1.1). Además, los
costos derivados por efectos indirectos, como la interrupción del flujo de bienes y servicios, se
estiman en no menos de 795 millones de dólares —sin considerar daños a ecosistemas y pérdida de
capital natural. Los costos estimados totales ascienden a casi 10 mil 400 millones de dólares.
TABLA 2.1.1 Pérdidas humanas y daños materiales por desastres de origen natural 1980-1999
millones de dólares
Pérdidas
Tipo de fenómeno Daños directos Daños indirectos Total
humanas
Hidrometeorológicos 2,767 $ 4,402 $ 145 $ 4,547
Geológicos 6,097 $ 4,044 $ 516 $ 4,560
Químicos y ambientales 1,250 $ 1,150 $ 134 $ 1,283
TOTAL 10,114 $ 9,596 $ 795 $ 10,391
FUENTE: Bitrán, D. 2001. Características del impacto socioeconómico de los principales desastres ocurridos en
México en el periodo 1980-1999. CENAPRED, México. Pág. 10.
Si se analiza la información de los años recientes, se observa una tendencia creciente de los costos
asociados a los impactos de fenómenos meteorológicos extremos sobre territorio mexicano,
particularmente cuando suceden grandes huracanes. Sólo por Isidore y Kenna en 2002 y Stan y Wilma
en 2005 los daños documentados superan los 4 mil millones de dólares (Tabla 2.1.2).
124
TABLA 2.1.2 Pérdidas humanas y daños materiales por impactos hidrometeorológicos 2000-2004
millones de pesos
Año Pérdidas humanas Daños directos Daños indirectos Total
2000 n.d. 1,484 536 2,020
2001 163 n.d. n.d. 2,417
2002 123 n.d. n.d. 10,717*/
2003 35 (1,731) (1,505) 3,930
2004 41 n.d. n.d. 321.1
2005 n.d. n.d. n.d. >30,000**/
FUENTE: CENAPRED/SEGOB 2001, 2002, 2003, 2004, 2005. Impacto socioeconómico de los principales desastres
ocurridos en la República Mexicana en 2000; Ibíd. 2001; Ibíd. 2002; Ibíd. 2003; Ibíd. 2004. México.
*/ En 2002, sólo los huracanes Isidore y Kenna provocaron daños por casi 9 mil y más de 1 mil 200 millones de pesos.
**/ En 2005, los huracanes Stan y Wilma provocaron daños por más de 30 mil millones de pesos.
En estas cifras se puede apreciar cierta tendencia hacia la alza en los costos de los daños materiales
provocados por estos eventos. Si se toma en cuenta que la devastación causada por los huracanes Stan
y Wilma durante 2005 suman por lo menos 3 mil millones de dólares, esta tendencia a la alza se
confirma.
Las consecuencias de estos desastres sobre las principales variables macroeconómicas empiezan a ser
significativas, ya que la fracción asegurada de la población y de las infraestructuras es muy reducida y
apenas se inicia el desarrollo de instrumentos financieros para proteger a las personas y sus bienes
frente a estos riesgos. Esto constituye otro aspecto de la vulnerabilidad de México ante el cambio
climático, que debe ser considerada por las políticas públicas de protección civil y de acción climática.
11
SEGOB, 2001. Programa Nacional de Protección Civil 2001-2006. Secretaría de Gobernación, México.
12
NASA, 2006. http://www.nasa.gov/vision/earth/environment/2005_warmest.html
13
SEMARNAT-CONAFOR, 2005. Gerencia de incendios forestales, CONAFOR, México.
125
2.1.2. IMPACTOS EN TERRITORIO NACIONAL
De acuerdo con estudios recientes, la Tabla 2.1.3 resume los impactos previsibles que el fenómeno del
cambio climático tendrá en territorio mexicano.
14
Mendoza et al. 2004. Vulnerabilidad en el recurso agua de las zonas hidrológicas de México ante el Cambio Climático Global. En: Martínez, J. & A.
Fernández (compiladores) Cambio Climático: una visión desde México.
15
16
Villers y Trejo. 2004. Evaluación de la vulnerabilidad de los ecosistemas forestales. En: íbid.
17
Arriaga y Gómez, 2004. Posibles efectos del cambio climático en algunos componentes de la biodiversidad de México. En: íbid.
Goldammer y Price. 1998. Potencial impacts of climate change on FIRE regimes in the tropics based on Magic and GISS-GCM Derived Lightening
Model. Climate Change 39: 273-296.
18
19
Villers y Trejo. 1998. Impact of climate change on Mexican forests and Natural Protected Areas. Global Environmental Change, Vol.8(2): 141-157.
20
Townsend Peterson et al. 2002. Future projections for Mexican faunas Ander climate change scenarios. Nature, 416: 626-629.
INE, 1995. Estudio de País: México ante el cambio climático. Informe Técnico. U.S. Country Studies Program Support for Climate Change Studies y
Ce
21
ntro de Ciencias de la Atmósfera, UNAM, México.
22
Conde et al 2004. Impactos del cambio climático en la agricultura en México. En: Martínez, J. & A.Fernández, op. cit.
Magaña et al. 1997. Assessment of current and future regional climate scenarios. Climate Research 9: 107-114.
126
• Modificaciones en la distribución de las especies marinas de interés comercial y de la
disponibilidad de recursos pesqueros, por cambios de temperatura y en las corrientes oceánicas
• Afectación de arrecifes coralinos (con incremento de tasas de extinción), manglares, humedales,
playas y zonas bajas, por elevación del nivel del mar
• Erosión de playas por mareas altas, tormentas y huracanes
Zonas costeras23
• Riesgos incrementales de afectaciones a infraestructuras costeras; reducción del valor de
inmuebles e infraestructuras urbanas
• Costos incrementales de las pólizas de aseguradoras
• Afectación a la piscicultura en zonas costeras y humedales
• Disminución de ingresos del sector turismo en las zonas costeras afectadas
• Riesgos incrementales de daños a infraestructuras urbanas, a las personas y a sus bienes
• Magnificación de las «islas de calor» en las ciudades (por carpeta asfáltica e inmuebles)
Asentamientos • Riesgos incrementales de inundaciones y de sobrecarga en redes de alcantarillado
humanos24 • Riesgos incrementales de inundaciones en zonas costeras y ribereñas
(Gráfico 2.1.3) • Riesgos incrementales de deslaves y deslizamientos de tierra en zonas de pendientes
• Mayor contaminación atmosférica en cuencas urbanas
• Costos incrementales de las pólizas de aseguradoras
• Incremento y redistribución de enfermedades transmitidas por vectores como los mosquitos
(paludismo, dengue, etcétera)
Salud pública8 • Mayor incidencia de enfermedades infecciosas relacionadas con la calidad del agua (cólera,
tifoidea, etcétera)
• Incremento de la morbilidad y la mortalidad por ondas de calor y deshidratación
• Reducción de la capacidad de generación hidroeléctrica, debido a alteraciones en las
precipitaciones y a mayor asolvamiento de presas y embalses
• Ampliación de la demanda de energía eléctrica en horas pico debida al incremento en el uso de
sistemas de climatización
• Incremento en los costos de producción petrolera y de generación de energía eléctrica por la
Energía25 valorización económica de las emisiones de GEI a la atmósfera
• Riesgos incrementales de afectación a infraestructuras petroleras y petroquímicas por eventos
hidrometeorológicos extremos, sobre todo en las costas del Golfo de México
• Deterioro de torres y cables de transmisión eléctrica por eventos hidrometeorológicos extremos
• Incremento de precios al consumidor
• Daños a grandes infraestructuras (caminos, puentes, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, torres y
cableado de comunicación, etc.) por inundaciones y vientos asociados a eventos meteorológicos
Transporte y
extremos
Comunicaciones • Perturbación del transporte (especialmente aéreo y marítimo) por eventos meteorológicos
extremos y por mayor incidencia de neblinas y lluvias torrenciales
• Costos incrementales para el buen desempeño ambiental en instalaciones industriales
• Costos incrementales de las pólizas de aseguradoras
Industria10 • Escasez e incertidumbre en el suministro de agua
• Disminución de la captura de divisas e ingresos por turismo, particularmente en zonas costeras
• Deterioro de las condiciones de trabajo en diversos sectores
23
Gallegos, A. 2004. Clima oceánico: los mares mexicanos. En: Martínez, J. & A. Fernández (compiladores) op. cit.
24
Aguilar. 2004. Los asentamientos humanos y el cambio climático global. Ibíd.
25
Sánchez-Salazar, M. T. 2004. Evaluación de la vulnerabilidad en zonas industriales. Íbid.
127
Gráfico 2.1.3 Impactos y vulnerabilidad en asentamientos humanos
En suma, prácticamente no existe un sólo sector de la economía, población, o región del país que
quede liberada de los impactos adversos previsibles del cambio climático. Los riesgos son
incrementales para la seguridad de asentamientos humanos (Gráfico 2.1.3) e infraestructuras, la
industria turística costera es especialmente vulnerable, la salud pública, la producción de alimentos
básicos, la disponibilidad y calidad del agua, la integridad de los ecosistemas, las infraestructuras de
explotación petrolera, la generación y el suministro de energía.
Los impactos potenciales son entonces de carácter social, económico y ambiental y podrán adquirir
dimensiones significativas en cuanto al grado en que frenen el desarrollo del país y de sus diversas
regiones en un futuro próximo27.
26
Aguilar, A.G. 2004. Op. Cit.
27
INE/SEMARNAT, 1997. México: Primera Comunicación Nacional ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
México.
128
2.2. ADAPTACIÓN ANTE LOS IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Gráfico 2.2.1 La adaptación ante los efectos adversos previsibles del cambio climático
28
De acuerdo con el Modelo PER (Presión-Estado-Respuesta: OECD 2003. OECD Environmental Indicators. Development, Measurement and Use.
Paris: http://www.oecd.org/dataoecd/7/47/24993546.pdf), que la OCDE utiliza para su monitoreo ambiental y para la evaluación periódica del
desempeño ambiental de sus miembros. Aquí se trata de la “Respuesta” de los sistemas humanos ante los impactos adversos del cambio climático, en
términos de capacidades de adaptación.
129
La adaptación comprende dos categorías de respuesta ante el cambio climático:
¾ Reactivas, o respuesta automática de los sistemas ante los impactos del cambio climático; y
¾ Anticipatorias, o respuesta planificada en la que los investigadores identifican y estudian los
impactos y sus riesgos, los expertos traducen los conocimientos científicos y tecnológicos
como información comprensible para los tomadores de decisiones y éstos formulan políticas y
medios de implementación.
Ambos tipos de adaptación serían necesarios como respuesta ante los impactos del cambio climático.
No obstante, son las estrategias y políticas anticipatorias de adaptación, sobre todo aquéllas diseñadas
para el largo plazo y no las estrategias reactivas de corto plazo (Gráfico 2.2.2), las que tendrán
mayores posibilidades de prevenir los efectos más dañinos de los impactos y mantener la viabilidad
del crecimiento económico de los sectores y las regiones más vulnerables. La gráfica a continuación
presenta algunos ejemplos.
Gráfico 2.2.2 Tipos genéricos de adaptaciones ante los impactos del cambio climático
En este sentido, muchas de las acciones que se pueden emprender en el marco de una respuesta
anticipatoria de adaptación ante el cambio climático, tendrán importantes co-beneficios. Por ejemplo,
la conservación y restauración de los ecosistemas naturales y el establecimiento de corredores
biológicos entre manchones de vegetación conservada para incrementar la elasticidad de los
ecosistemas y permitir la migración de especies a zonas de mayor aptitud climática, permitiría atender
simultáneamente diversos problemas ambientales planteados en las agendas de combate a la
desertificación, protección de la biodiversidad y desarrollo social. O bien el desarrollo de sistemas de
tratamiento y reutilización del aguas usadas en zonas urbanas, lo que reduciría la vulnerabilidad de la
población ante la escasez del vital líquido y permitiría frenar la extracción del agua de acuíferos
actualmente sobreexplotados.
130
La formulación e implementación de estrategias y políticas anticipatorias de adaptación para reducir la
vulnerabilidad de los sectores y regiones más susceptibles, constituirá una importante contribución
para que el desarrollo nacional sea sustentable, además que generará ahorros sustanciales al evitar
costos de reparaciones y ajustes posteriores. Estimaciones de la Organización Meteorológica Mundial
(OMM) señalan que la prevención tiene un costo seis veces menor al de la respuesta a una
emergencia29, es decir, la inacción en el presente implica multiplicar costos pagaderos en el futuro.
Los expertos sugieren un paquete de estrategias de adaptación al cambio climático que, en un nivel
muy general deben considerar30:
• Fortalecer el diseño de las infraestructuras e inversiones más vulnerables a los cambios en las
condiciones climáticas;
• Incrementar la flexibilidad de los sistemas humanos más vulnerables, mediante ajustes a
mediano plazo que respondan al cambio climático con nuevos sistemas y diseños;
• Fortalecer la capacidad de ajuste de los ecosistemas más vulnerables, mediante la reducción de
fuentes de presión no climáticas y el establecimiento de corredores biológicos que faciliten la
dispersión y migración de especies;
• Frenar y revertir las fuerzas conductoras que incrementan la exposición al riesgo ante los
efectos adversos del cambio climático, removiendo los incentivos para el desarrollo urbano y
de infraestructuras en las zonas susceptibles (costas, zonas inundables, zonas áridas, etcétera);
• Mejorar el estado de preparación social y capacidad de respuesta ante los efectos del cambio
climático, mediante el desarrollo de una conciencia pública sobre el tema, el reforzamiento de
sistemas de alerta temprana, desarrollo de capacidades de respuesta, etcétera.
A un nivel de mayor resolución, el IPCC31 plantea que las estrategias y políticas anticipatorias de
adaptación deben considerar:
• Rendir beneficios económicos, ambientales o sociales en el corto plazo (contribuir al
desarrollo sustentable);
• Dirigirse a los temas de mayor prioridad, como los impactos irreversibles del cambio climático
(extinción de especies), la planeación a largo plazo (desarrollo de infraestructuras), o la
reversión de las actuales tendencias negativas (deforestación, urbanización desordenada y en
zonas de riesgo, etcétera);
• Orientarse hacia las mejores ventanas de oportunidad, como la revisión y ajuste de los actuales
planes gubernamentales de desarrollo, de protección ambiental, de construcción de
infraestructuras, de investigación y desarrollo tecnológico, etcétera;
• Factibilidad, es decir no tener fuertes restricciones institucionales o socio-culturales, ni
barreras financieras o tecnológicas;
• Consistencia y complementariedad con las medidas de adaptación o mitigación en otras áreas.
29
Citado en: Magaña Rueda, V.O. 2005. Evaluación de modelos y construcción de capacidades para la evaluación de la vulnerabilidad al cambio
climático. 3er Informe (Final) del Proyecto. SEMARNAT/INE, México. p.2.
30
Klein, RJT & RSJ Tol, 1997. Adaptation to Climate Change: Options and Technologies: An overview paper. Institute for Environmental Studies,
Free University, Amsterdam: UNFCCC Secretariat Technical Paper.
31
IPCC, 2001a. Climate Change 2001: Third Assessment Report. Working Group II: Impacts, Adaptation and Vulnerability.
131
Además de estas recomendaciones queda claro que, para los países en desarrollo como es el caso de
México, una de las más significativas restricciones para adoptar medidas de adaptación ante el cambio
climático es su costo. Ante ello, es necesario asegurar que, en primera instancia, las medidas
adoptadas sean del tipo “no regrets”, es decir, que su implementación provea beneficios en el corto
plazo y a bajo costo, o incluso que genere ahorros económicos superiores a su costo inicial.
Pero como las medidas para el mediano y largo plazos implican costos mayores, como es el caso del
diseño y construcción de más apropiadas y menos vulnerables infraestructuras, es indispensable la
creación de mecanismos financieros internacionales para que los países en desarrollo puedan realizar
los estudios preliminares necesarios y desarrollar las capacidades técnicas e institucionales necesarias.
Este esfuerzo financiero, para que fructifique, deberá ser acompañado por mecanismos de
transferencia de tecnología desde los países industrializados.
32
http://unfccc.int/cooperation_and_support/funding/special_climate_change_fund/items/2602.php
132
• Fondos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
Oficina de Prevención y Recuperación de Crisis. Mediante su Unidad de Reducción de
Desastres provee apoyo financiero a acciones de reducción de riesgos en los planes integrales
de desarrollo sustentable, así como para la capacitación de personal técnico.
Programa de Acceso a la Comunidad 2015. Recursos para el desarrollo de capacidades33. El
PNUD apoyó al Gobierno de México para realizar un “Diálogo Internacional sobre Políticas
en Materia de Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático”, en Zacatecas, junio 2003.
Sector o
Acciones
rubro
• Establecimiento y mantenimiento de porcentajes mínimos de cubierta arbórea en tierras de uso
agropecuario, para proteger la capacidad de los ecosistemas de ofrecer servicios ambientales
Ecosistemas, • Establecimiento de corredores biológicos entre áreas naturales protegidas y áreas de vegetación natural
conservada, para permitir la migración de especies y propágulos a zonas climáticamente más aptas
biodiversidad
• Prevención de invasiones, control y erradicación de especies invasoras
y sus servicios • Prevención y control de incendios forestales
ambientales • Reducción de la contaminación orgánica (especialmente nitratos) en ecosistemas acuáticos, para evitar la
eutrofización (que se potencia con el ascenso de la temperatura) y conservar hábitats, biodiversidad
(incluyendo especies de importancia comercial) y calidad del agua
• Manejo integral de cuencas hidrológicas y planicies inundables
• Restauración de ecosistemas prioritarios para dar soporte al manejo integral de cuencas, regular la
Meteorología
hidrología y mantener (o reconstituir) barreras naturales como dunas costeras, humedales, manglares,
e hidrología vegetación riparia y de galería, ciénegas, etc.
• Incrementar la capacidad de almacenamiento en presas de cuencas altas y medianas, para mejorar el abasto
33
Girot PO, 2003. Hacia un enfoque de manejo integral del riesgo para enfrentar el cambio climático y la reducción de desastres. En: Diálogo
internacional sobre políticas en materia de vulnerabilidad y adaptación al cambio climático: Hacia una agenda común para países en desarrollo.
Zacatecas, México, junio 17 y 18 2003. Memorias. México, pp. 58-61.
133
para uso humano y de riego; controlar el volumen del agua en los ríos y reducir los riesgos de
escurrimientos destructivos e inundaciones cuenca abajo
• Construir infraestructuras para potenciar la recarga de acuíferos
• Captura y almacenamiento de agua de lluvia
• Protección y conservación de suelos en zonas de cultivo de ladera, mediante la construcción y
mantenimiento de terrazas, semiterrazas, arado en contorno, cultivo de conservación, uso de cultivos
perennes en camellones, etcétera
Erosión y
• Siembra de cultivos y variedades con bajos requerimientos de agua
desertificación • Diversificación y reconversión de productos
• Mejorar prácticas de cultivo (fechas de siembra, técnicas de arado, riego, fertilización, etcétera)
• Rehabilitación y conservación de agostaderos (sistemas silvo-pastoriles, fomento al “Manejo Holístico34”,
manejo integral del ganado y de recursos forrajeros, etcétera)
• Captura y almacenamiento de agua de lluvia con métodos tradicionales (pequeños embalses, jagüeyes,
sistemas de canales, terrazas y semi-terrazas, etcétera)
• Uso del agua servida (secundaria)
• Riego por goteo y sistemas tecnificados similares
• Uso de especies de raíces profundas, perennes, con bajos requerimientos de agua y tolerantes a la sal,
etcétera
• Rotación de cultivos y otros métodos relacionados
• Desarrollo de variedades mejor adaptadas a los cambios en las condiciones del suelo
• Almacenamiento preventivo de granos y alimentos para compensar cosechas magras
• Cultivo de conservación (sin uso del arado)
• Diversificación de especies y variedades de cultivos y ganado
• Ajustes en los coeficientes de agostadero, cambios de ubicación de abrevaderos, cambios de regímenes de
pastoreo y manejo de hatos, fomento al “Manejo Holístico”, utilización de especies y/o razas alternativas de
Agricultura, ganado.
ganadería y • Manejo de escorrentía (usada desde la antigüedad en África y Medio Oriente). Utilizada en el Desierto de
forestería Negev posibilita cosechas en áreas con precipitaciones de sólo 100 mm/año y, recientemente aplicada en
Israel, Libia, Túnez y otros países, mejora los rendimientos de cultivos básicos, forrajeros y de árboles
frutales35.
• Prácticas agrícolas ancestrales con genotipos y cultivos tradicionales en zonas de montaña, para mantener la
agricultura tradicional de ladera y conservar hábitats y capital genético de los cultivos tradicionales y
comerciales.
• Mejorar prácticas agrícolas (fechas de siembra, técnicas de arado, riego, fertilización, rotación de cultivos,
intensidad de producción, etcétera) para ajustarse a las nuevas condiciones de las temporadas de
producción36
• Cambios en la distribución de tierras cultivadas y de pastoreo
• Remover incentivos económicos que distorsionan el mercado de insumos y productos, o que frenan los
cambios estructurales requeridos
• Estrategias eficaces de riesgo compartido (políticas públicas de seguridad ante siniestros, respaldadas por
aseguradoras y re-aseguradoras privadas y públicas, nacionales o internacionales)37
• Construir sistemas de defensa (diques e infraestructuras de defensa costera) ante inundaciones y mareas
altas en zonas costeras urbanizadas o con parques industriales e infraestructuras de importancia estratégica
(petrolera, petroquímica, ductos de conducción, etcétera)
• Restaurar y conservar ecosistemas que constituyen barreras naturales (dunas costeras, humedales,
Zonas costeras manglares, etcétera), que amortiguan impactos de ciclones, huracanes, mareas altas, inundaciones
y marinas • Efectuar obras para la protección y conservación de playas que propicien la acreción de arenas y gravas por
la acción de las mareas y las olas
• Retirar asentamientos humanos de las zonas más vulnerables a inundaciones o a mareas altas, para los
cuales la construcción de sistemas de defensa resulta muy costosa o inviable
• Fomentar la acuacultura sustentable, para incrementar la oferta, compensar las pérdidas de pesquerías
34
Savory, 2006. Manejo Holístico: Un nuevo marco metodológico para la toma de decisiones. SEMARNAT-INE-Fondo Mexicano para el fomento del
Manejo Holístico. México.
35
Anaya Garduño, M. 2003. La desertificación en México: lineamientos estratégicos para su prevención y control. En: Diálogo Internacional sobre
Políticas en Materia de Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático: Hacia una agenda común para países en desarrollo. Zacatecas, México junio
17 y 18 2003. Memorias. México, pp. 49-58.
36
Kurukulasuriya, 2004. Climate change and agricultura – impacts and adaptations. En: Mathur A et al (editores) An adaptation mosaic: a simple of the
emerging World Bank work on climate change adaptation (Final Draft). The World Bank Global Climate Change Team. p. 86.
37
Gurenko, 2004. Building effective catastrophe insurance programs at the country level: A risk management perspective. En: Mathur A. et al. Op. Cit.
134
afectadas por el cambio climático y promover la repoblación de especies silvestres
• Planear y ajustar la actividad pesquera para que reconozca los cambios en la distribución natural
(permanentes y/o temporales) de las especies de interés comercial, su accesibilidad y abundancia relativa,
para lograr rendimientos sostenibles, conservar las pesquerías tradicionales y aprovechar especies
alternativas de manera sustentable
• Desarrollar estudios que permitan identificar los cambios que están ocurriendo en el territorio nacional,
propiciados por el cambio climático, y sus efectos en los asentamientos humanos
• Continuar el desarrollo de los “Atlas de Riesgos” para todas las ciudades e incorporar en los planes y
programas de desarrollo urbano acciones concretas de adaptación
• Incorporar criterios preventivos ante el cambio climático en el diseño de los ordenamientos territoriales para
el desarrollo urbano
• Mejorar sistemas de alerta temprana de eventos meteorológicos extremos
• Construir obras de amortiguamiento para disminuir la exposición de las poblaciones al riesgo de daños por
fenómenos meteorológicos atípicos
• Reubicar familias asentadas en áreas de riesgo e instrumentar acciones coercitivas y penales para frenar el
crecimiento urbano irregular
Asentamientos • Identificar e inventariar los suelos aptos para constituir reservas territoriales y diseñar mecanismos que
humanos incrementen la oferta de suelo habilitado para la población con menores ingresos
• Mejorar la capacidad de respuesta ante desastres (planeación de acciones de evacuación en regiones
vulnerables; diseño de programas de atención expedita y eficaz a damnificados)
• Fortalecer la coordinación interinstitucional y entre los tres órdenes de gobierno a fin de que las inversiones
en infraestructura y equipamiento urbano consideren los efectos del cambio climático
• Incrementar la capacidad y la eficiencia de las redes de drenaje
• Adecuar códigos de construcción y ajustar la infraestructura existente para mejorar el equilibrio térmico de
los inmuebles, captar agua de lluvia para usos no potables, reciclar agua para usos diversos e incrementar la
resistencia a vientos huracanados
• Estrategias eficaces de riesgo compartido (políticas públicas de seguros gubernamentales en caso de daños
materiales extensivos, respaldados por aseguradoras y re-aseguradoras privadas y públicas, nacionales e
internacionales)38
• Reforestar zonas urbanas para proveer sombra y amortiguar el incremento de la temperatura
• Asignar más recursos para atención médica básica y monitoreo de índices de morbilidad en zonas
Salud pública susceptibles a enfermedades infecciosas y por vectores
• Mejorar sistemas de aislamiento, ventilación y control de temperatura en viviendas para reducir morbilidad
y mortalidad por deshidratación durante ondas de calor
• Fomentar el desarrollo de las ramas de actividad menos vulnerables
Economía • Incentivar (con apoyos financieros u otros) los ajustes necesarios en los sectores más vulnerables y de
importancia estratégica nacional, para que desarrollen capacidades de adaptación.
• Construir o convertir (“retrofit”) edificios para mejorar su eficiencia energética y su equilibrio térmico,
mejorar la ventilación de viviendas.
Energía • Fomentar el desarrollo de plantas de generación eléctrica con base en fuentes de energía renovables para
reducir la dependencia de combustibles fósiles y para aprovechar las condiciones territoriales de mayor
incidencia solar, viento, oleaje, etc.
• Potenciar los programas de Industria Limpia y fortalecer el cumplimiento de de la legislación
Industria • Incorporar sistemas de aislamiento, ventilación, filtración de aire y de aire acondicionado, en instalaciones
con tecnologías de punta y en la industria alimentaria
• Mejorar las infraestructuras de transporte, para facilitar la evacuación en situaciones de desastre así como
Transporte para amortiguar perturbación de ecosistemas y fragmentación de poblaciones silvestres
38
Gurenko, 2004. Op. Cit.
135
2.2.3. HACIA UNA ESTRATEGIA NACIONAL DE ADAPTACIÓN
Por razones históricas, la apropiación y el uso del suelo en México se han dado sin que un
ordenamiento territorial forme parte de las políticas de Estado y bajo condiciones de gran inequidad
en el acceso a las tierras y sus recursos. La falta de ordenamiento y la gran desigualdad han dado lugar
a un patrón de ocupación del territorio en el que muchas poblaciones e infraestructuras quedaron
asentadas en zonas de alto riesgo. Actualmente, el crecimiento de la mancha urbana continúa
avanzando hacia zonas de riesgo en diversos puntos del territorio nacional, particularmente en las
zonas costeras.
Los efectos del cambio climático intensificarán la vulnerabilidad en muchas zonas ya expuestas al
riesgo y la inaugurarán en otras que todavía no lo están. El desafío consiste en desarrollar a tiempo las
capacidades necesarias para diseñar, planificar y ejecutar estrategias de adaptación ante los efectos
adversos, previsibles, del cambio climático.
Sabiendo que los efectos adversos del cambio climático afectarán de manera desigual y combinada a
todos los sectores productivos y a todas las regiones, el desarrollo de estrategias nacionales de
adaptación requiere que el actual sistema nacional de planeación del desarrollo incorpore la dimensión
de la evolución espacial de la economía, es decir, de cómo ampliarán la utilización del territorio y sus
recursos las actividades económicas y el crecimiento de los asentamientos humanos. Se requiere
desarrollar capacidades específicas desde el nivel de mandos federales superiores hasta el de
autoridades municipales.
Actualmente, la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático constituye el más importante espacio
institucional para la identificación de oportunidades y la formulación de políticas de adaptación. Por
otra parte, las agendas de transversalidad para el desarrollo sustentable39 se posicionan asimismo
como un eficaz instrumento para promover el desarrollo de capacidades en la materia.
La Conferencia de las Partes (COP) de la CMNUCC reconoce como prioritario avanzar en el proceso
de creación de capacidades para la adaptación. Los países menos desarrollados están diseñando
Programas de Acción de Adaptación Nacional (NAPA, por sus siglas en inglés), para identificar sus
más urgentes necesidades de adaptación. Muchos países están llevando a cabo evaluaciones de
vulnerabilidad y adaptación dentro de la Etapa I de Adaptación dentro de sus Comunicaciones
Nacionales Iniciales. Con Centro América y Cuba, México participa actualmente en un proyecto
piloto40 de preparación para la Etapa II de Adaptación. El INE coordina este proyecto piloto con el
apoyo del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.
Habida cuenta que a la fecha no existen estudios de adaptación a nivel nacional, se consideró la
conveniencia de realizar el primero en alguna entidad federativa representativa y luego extrapolar los
resultados para formular una estrategia de adaptación a nivel nacional. El proyecto analiza las
capacidades de adaptación al cambio climático, en los casos específicos de los sectores agua,
agricultura y bosques del estado de Tlaxcala, que puede ser considerado como representativo de gran
parte del país. Se pondrán a prueba estrategias de adaptación para el sector agua considerando los
39
Programa Anual de Trabajo 2005, prioridades y metas; sector medio ambiente y recursos naturales. Puede consultarse en línea:
http://portal.semarnat.gob.mx/programas/pt/pt2005.pdf
40
Fomento de las capacidades para la etapa II de adaptación al cambio climático en Centro América, México y Cuba. Plan Nacional de México.
136
principales usuarios: agrícola, urbano, industrial y de servicios. El estudio en curso pretende inducir
una cultura de reconocimiento y reducción de la vulnerabilidad, así como de adaptación ante el
calentamiento global, entre tomadores de decisiones y actores clave de los diversos sectores de
actividad económica.
Los resultados esperados del proyecto son los siguientes:
• Realizar un Taller para evaluar la viabilidad de incorporar estrategias de adaptación en el
marco de los Programas Sectoriales de desarrollo, así como un documento que identifique las
oportunidades para incorporar esta materia en el Plan Nacional de Desarrollo.
• Formular los elementos para una Estrategia Nacional de Adaptación, que incluya políticas y
medidas para los sistemas seleccionados.
• Revisar estos elementos poniéndolos a consideración de los expertos en políticas sectoriales y
generar un Plan de Trabajo en materia de reducción de vulnerabilidad y opciones de
adaptación.
Debido a su alta exposición a impactos hidrometeorológicos extremos, desde la segunda mitad del
siglo XX México emprendió el desarrollo de capacidades de alerta temprana, sistemas de prevención
y respuesta ante estos eventos. Se trata de un capital de capacidades asociadas a la variabilidad
climática, que reducen la vulnerabilidad ante los fenómenos hidrometeorológicos típicos, pero que
constituyen una plataforma para construir capacidades específicas que respondan a los impactos
adversos previsibles del calentamiento global. Entre las áreas temáticas prioritarias para el desarrollo
de capacidades de adaptación ante el cambio climático, sobresalen: meteorología e hidrología;
biodiversidad y servicios ambientales de los ecosistemas, asentamientos humanos y agricultura y
ganadería. A continuación se revisa la capacidad actual instalada o en desarrollo y se plantean algunas
capacidades a desarrollar.
137
Sus principales funciones son:
• Mantener informado al Sistema Nacional de Protección Civil de las condiciones
meteorológicas que puedan afectar a la población y a sus bienes;
• Proporcionar al público información meteorológica y climatológica;
• Difundir al público boletines y avisos de las condiciones del tiempo, especialmente durante la
época de ciclones, de mayo a noviembre;
• Realizar estudios climatológicos o meteorológicos;
• Concentrar, revisar, depurar y ordenar la información, generando el Banco Nacional de Datos
Climatológicos, para información pública.
Para llevar a cabo sus funciones el SMN cuenta con la siguiente infraestructura de observación:
• Red sinóptica de superficie, integrada por 72 observatorios meteorológicos para transmisión en
tiempo real de la información de las condiciones atmosféricas;
• Red sinóptica de altura, integrada por 15 estaciones de radiosondeo, para observación de las
capas altas de la atmósfera por medio de globos;
• Red de estaciones meteorológicas automáticas (EMAS), integrada por 94 estaciones de
observación y transmisión en tiempo real de la información sobre las condiciones
atmosféricas;
• Red de radares meteorológicos, integrada desde 1993 por 12 radares distribuidos en el
territorio nacional, que cubren casi la totalidad del país;
• Estación terrena receptora de imágenes de satélite (GOES-10 y GOES-12), recibe imágenes en
cinco diferentes bandas, una visible, tres infrarrojas y una de vapor de agua, cada 30 minutos,
con cobertura de la región meteorológica número IV (México, Canadá, Estados Unidos,
Centro América y el Caribe).
41
A partir de: Magaña Rueda, V. O. 2005. Evaluación de modelos y construcción de capacidades para la evaluación de la vulnerabilidad al cambio
climático. 3° informe (Final) del Proyecto. SEMARNAT/INE, México.
138
Construir y desarrollar capacidades en los sectores:
o académico, para desarrollar productos que satisfagan las necesidades de los investigadores;
o gobierno, para traducir la información científica en información comprensible para los
tomadores de decisiones e integren criterios de sustentabilidad en las políticas públicas;
o de usuarios, para amplificar su percepción del fenómeno y mejorar las capacidades de
respuesta de la población en general.
Considerar los fenómenos cuyos impactos son de mayor intensidad (El Niño, sequías,
inundaciones, huracanes, etc.) en la construcción de escenarios de cambio climático, dirigidos a
estimación de riesgo.
Identificar y definir los modelos más adecuados y construir las bases de datos necesarias.
Establecer los sistemas de evaluación y utilización de las predicciones.
Se trata de desarrollar modelos de predicción climática que permitan generar información específica
para sectores o ramas de actividad económica, de tal modo que los usuarios puedan planear medidas
de ajuste o de contingencia ante eventos climáticos adversos. Algunos modelos de este tipo
desarrollados en México (Tabla 2.2.2) ofrecen buenas predicciones aunque requieren reducir el grado
de incertidumbre de sus pronósticos.
139
1. Cultura de responsabilidad en el uso del agua. Dirigida especialmente a usuarios, entre otros
medios propone la instalación de aparatos ahorradores de agua en los hogares;
2. Eficiencia en el consumo de agua y energía en las viviendas urbanas. Diseño adecuado de
casas-habitación en zonas áridas y calientes, para disminuir el consumo de agua y energía;
3. Modernización de la gestión ante eventos hidrometeorológicos extremos. Identifica opciones
instrumentales, como la captura y el almacenamiento de agua de lluvia y escurrimientos, para
lo cual propone una metodología.
El análisis realizado permite seleccionar y establecer prioridades (Tabla 2.2.3) de las opciones en
términos de eficacia, plazo, costo y viabilidad de resultados.
En otras dos entidades federativas se han iniciado trabajos orientados a definir estrategias de
adaptación al cambio climático: Tamaulipas y el Distrito Federal. Un importante hallazgo de este
estudio es que muchas de las soluciones actuales ante los problemas inmediatos del agua, la
agricultura y los bosques constituyen una plataforma para el desarrollo de soluciones ante los
problemas futuros del cambio climático.
42
http://www.proteccioncivil.gob.mx/Portal/PtMain.php?nIdHeader=2&nIdPanel=5&nIdFooter=22
140
• La RNBC (Red Nacional de Brigadistas Comunitarios). Instrumento operativo para la
capacitación, preparación y organización de estructuras de respuesta y refugio ante desastres.
Fuente: SEGOB y CENAPRED, 2001, Diagnóstico de Peligros e Identificación de Riesgos de Desastres en México:
Atlas Nacional de Riesgos, México, p. 141
Con recursos del FONDEN, el SINAPROC brinda orientación, asesoría y apoyos logísticos y materiales a
la población en caso de contingencias. El CENAPRED tiene instalados Sistemas de Alerta Hidro-
Meteorológica en ciudades de seis entidades federativas (Acapulco, Monterrey, Tijuana, Villahermosa
y Motozintla y Tapachula en Chiapas). Estos sistemas están integrados por estaciones que envían por
telemetría información crítica a un puesto central de registro, el cual la procesa, la mide y, cuando las
cifras rebasan ciertos umbrales de impacto, activa alarmas para que las autoridades responsables de la
protección civil entren en acción. Con el apoyo del FONDEN se pone en movimiento la RNBC.
141
Programa Hábitat y desarrollo de Atlas de Riesgos
Desde 2003 la SEDESOL inició el desarrollo de este programa, cuyo objetivo es reducir la exposición al
riesgo de desastres en las ciudades y zonas más vulnerables del país. En 2004 integró criterios de
mejoramiento ambiental y, a partir de 2006, se le denomina Prevención de Riesgos y Mejoramiento
Ambiental. Este instrumento permite a la SEDESOL promover y apoyar el desarrollo de proyectos para
la identificación de peligros y la planeación territorial, de modo que la población asentada en zonas de
riesgo, con el apoyo de las autoridades responsables del orden de gobierno que corresponda,
desarrollen mecanismos de prevención y respuesta ante desastres.
Entre los resultados destaca la elaboración de más de 20 nuevos Atlas de Riesgos que, sumados a los
Atlas de peligros naturales elaborados anteriormente, hacen que casi la mitad de las ciudades de
nuestro Sistema Urbano Nacional (SUN, alrededor de 350 localidades de 15 mil o más habitantes)
cuenten con él.
El Centro de Estudios para el Desarrollo Alternativo (CEDA) ha apoyado el desarrollo de esta
capacidad con un estudio técnico, Marco estratégico para la Gestión del Riesgo de Desastre, GRD,
en México, a fin de facilitar que las instancias ejecutoras, especialmente las municipales, puedan
establecer lineamientos para la incorporación del concepto GRD en el diseño de sus estrategias de
prevención y mitigación.
La SEDESOL publicó una Guía Metodológica para la elaboración de Atlas de Peligros Naturales, a
escala ciudad, para identificar y delimitar zonas de riesgo ante fenómenos hidrometeorológicos,
reconocer en qué grado de exposición se encuentran y orientar el desarrollo urbano bajo criterios de
seguridad y protección civil para la población, sus bienes y las infraestructuras urbanas.
En el marco del CENAPRED, la realización del Atlas Nacional de Riesgos de la Republica Mexicana ha
sido posible con la colaboración del Instituto de Geografía de la UNAM, que apoya el diseño,
construcción, desarrollo e instrumentación del Sistema de Información Geográfica para la
Identificación de Riesgos (SIGIR). Este Sistema ordena la información integrada en los Atlas de
Peligros Naturales a escala urbana (realizados durante 2004 y 2005), a fin de hacerlos compatibles con
criterios de información cartográfica de otras dependencias de la Administración Publica Federal.
Entre otros instrumentos de soporte destacan los programas emergentes de vivienda e infraestructura
urbana, para apoyar a la población que sufre impactos de desastres, y las reservas territoriales para
amortiguar el crecimiento de la mancha urbana.
142
el retiro de poblaciones actualmente situadas en zonas de riesgo, antes que los impactos del
calentamiento global intensifiquen su vulnerabilidad. Un programa de esta naturaleza tiene que
fundarse en la voluntad de las comunidades locales que, asentadas en zonas de riesgo o alto riesgo,
decidan conjuntar esfuerzos con autoridades de los tres órdenes de gobierno para pilotear las
reubicaciones que resulten necesarias.
43
INE 1995, op. cit. Hernández Cerda M. & G. Valdez Madero, 2004, Sequía meteorológica, En: Martínez J & Fernández A. op. cit. Oropeza Orozco,
O. 2004, Evaluación de la vulnerabilidad a la desertificación, Ibíd..
143
TABLA 2.2.4 Cambios netos esperados en la superficie potencial de la vegetación en México
A estos pronósticos habría que añadir la presión actual y potencial de las actividades humanas, que
perturba la estabilidad de los ecosistemas forestales y afecta su distribución, limitando las capacidades
adaptativas (migración, comportamiento reproductivo, periodos de crecimiento y de reproducción,
etcétera) de muchas especies de flora, fauna, hongos y microorganismos (especialmente del suelo) que
integran estos ecosistemas. Así, los impactos adversos del cambio climático se acumularán a la
presión de una población que continuará creciendo hasta 2030 por lo menos y que incrementará su
demanda de recursos y servicios ambientales de los ecosistemas.
Estos dos factores combinados podrían llevar a la reducción drástica de la cobertura de algunos tipos
de vegetación e inclusive amenazar la permanencia en México de ciertos ecosistemas, lo que acelerará
procesos de extinción que ya están en curso. Se puede suponer que las áreas que se encuentran
alteradas y que serán más afectadas por el cambio climático, disminuirán notablemente su capacidad
de ajuste para enfrentar los cambios, por lo que su probabilidad de desaparición se incrementa
significativamente44. Los mismos autores45 vaticinan un impacto negativo muy significativo en los
bosques de coníferas del país, sobre todo en los estados madereros más importantes (Chihuahua,
Durango, Jalisco y Michoacán).
En el contexto del cambio climático, los ecosistemas forestales ofrecen servicios de mitigación de
emisiones (captura de carbono), así como de protección y amortiguamiento ante embates de
fenómenos hidrometeorológicos extremos. En este sentido, la protección de los ecosistemas forestales
y de la cobertura vegetal en general, constituye una acción prioritaria de toda estrategia de acción
climática, por lo que se abren muchas ventanas de oportunidad para establecer sinergias con otros
ámbitos de la gestión ambiental, especialmente la protección de la biodiversidad (Convenio de las
Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica, CNUDB) y el combate contra la desertificación y la
degradación de tierras (Convención de las Naciones Unidas de Combate a la Desertificación,
CNUCD).
Las estrategias de protección de los ecosistemas forestales pueden ser diferentes, dependiendo si se
trata de bosques templados o selvas tropicales, del grado de perturbación o deterioro en que se
encuentren, de los usos productivos que se llevan a cabo y de los impactos adversos previsibles del
cambio climático en cada región del país. En este sentido, las acciones de adaptación que se deben
poner en marcha para proteger los ecosistemas forestales de México ante el cambio climático, podrían
no ser exactamente las mismas entre bosques y selvas.
44
Villers, L & I. Trejo, op. cit.
45
Villers, L & I Trejo, 1998. Impact of climate change on Mexican forests and Natural Protected Areas. Global Env. Change, Vol.8(2): 141-157.
144
a CAPACIDAD INSTALADA
Investigación y desarrollo tecnológico
La investigación y el desarrollo tecnológico en el sector forestal es responsabilidad fundamental del
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas, Forestales y Pecuarias (INIFAP) el cual,
dentro de su programa de investigación forestal y de validación y apoyo a la transferencia de
tecnología, desarrolla el proyecto: Manejo y conservación de especies forestales en el trópico seco;
que generará conocimientos para identificar áreas propicias para la producción sustentable, estimar el
potencial de aprovechamiento de especies vegetales de la selva baja caducifolia, así como reconocer
patrones migratorios y de modificación de comunidades vegetales con el ascenso de las temperaturas.
46
Arriaga L & L Gómez, 2004. Posibles efectos del cambio climático en algunos componentes de la biodiversidad de México. En: Martínez J &
Fernández A, op. cit.
145
Educación y cultura climática-ambiental
En relación con la protección de la integridad de los ecosistemas47 y sus servicios ambientales48, es
indispensable lanzar una permanente campaña nacional de sensibilización pública, con información
simplificada y comprensible, así como incorporar esta dimensión en todas las estructuras curriculares
de universidades y centros de educación superior del país, a fin que los nuevos profesionistas, de todas
las disciplinas, reconozcan los impactos ambientales que tiene el ejercicio de su profesión y
reconozcan cómo mitigarlos.
Diversos modelos permiten identificar los impactos del cambio climático en la agricultura y la
ganadería en territorio nacional. Cada modelo ofrece resultados distintos dependiendo de los criterios
empleados, las características de las aplicaciones o los supuestos conceptuales, entre otros factores.
Pero todos ellos coinciden en que el principal impacto del cambio climático en territorio mexicano
será sobre la estacionalidad de las lluvias y la disponibilidad de humedad en los suelos, factores
determinantes para todos los ecosistemas naturales, los agroecosistemas y los aprovechamientos
forestales49. Durante los últimos años el país ha registrado temporadas de lluvias y sequías cada vez
más marcadas e intensas, así como eventos hidrometeorológicos de gran intensidad, que en unas
cuantas horas o días descargan enormes volúmenes de agua en regiones relativamente circunscritas.
Todo esto parece indicar que los pronósticos de los modelos son correctos y que los primeros efectos
del calentamiento global ya comienzan a sentirse en México.
A la luz de estos pronósticos, entre las más importantes estrategias de acción climática que debe
aplicar el sector agropecuario sobresale el desarrollo e implementación de un sistema de monitoreo
del clima, especialmente diseñado para los productores, de tal modo que puedan ajustar sus planes y
prácticas de producción, sean éstas anuales o de temporada, en función de la variabilidad climática y
las condiciones extremas que lleguen a presentarse.
Deben asimismo desarrollarse estrategias para la conservación de suelos, la captación y conservación
del agua, la reforestación en las zonas agropecuarias marginales, el establecimiento de corredores
biológicos y la restauración ecológica. Todo ello propicia el incremento de biomasa vegetal y de
carbono almacenado en tejidos vegetales, provee nichos ecológicos para la vida silvestre —de
especial importancia para conservar especies polinizadoras de cultivos o depredadoras de plagas— y
corredores para reconectar poblaciones silvestres fragmentadas, ofrece sombra y rompevientos para
personas, cultivos o ganado, y protege la provisión de servicios ambientales estratégicos, como la
disponibilidad y calidad del agua, la disponibilidad y calidad de suelos, y el mantenimiento de
barreras o zonas de amortiguamiento en casos de desastres50.
47
De los cinco objetivos de la Estrategia Ambiental de la OCDE para la primera década del siglo XXI, el primero es: «asegurar la integridad de los
ecosistemas». En virtud de que México es miembro de la OCDE, este objetivo forma parte de nuestros compromisos internacionales.
48
Millennieum Ecosystems Assessment, 2005. Ecosystems and Human Well-being: Synthesis. Island Press, Washington, DC.
49
CONAZA/UACH, 2005. Escenarios climatológicos de la República Mexicana ante el Cambio Climático. Tomo I. Comisión Nacional de Zonas Áridas
y Universidad Autónoma de Chapingo. México.
50
CONAZA/UACH, 2005. Op. cit.
146
a CAPACIDAD INSTALADA
Red de estaciones agro-climáticas
El descuido que por muchos años sufrió la red meteorológica nacional ocasionó la perdida de
información de gran valor e imposibilitó la provisión de información adecuada, en tiempo y forma,
para los sectores productivos. Para resolver este problema, la SAGARPA, en colaboración con los
gobiernos estatales, construye una Red de estaciones agro-climáticas automatizadas que permitirá
acceder, en tiempo real, a la información climática y a las bases de datos. Con ella, los productores
agropecuarios podrán tomar oportunamente decisiones adecuadas para proteger sus cultivos ante la
ocurrencia de impactos climáticos adversos, así como mejorar sus prácticas productivas.
Buena parte de la productividad agrícola radica en la disponibilidad y oportunidad de la información
meteorológica. En los Estados Unidos o Europa se encuentran bien documentados los beneficios de
las estaciones meteorológicas automatizadas. La agricultura de alta competitividad requiere
información en tiempo real y de acceso continuo, con una frecuencia de al menos cada 15 minutos.
Las variables más solicitadas son: temperatura, precipitación, viento, humedad relativa, presión
barométrica y radiación solar. Las tendencias del día y el reporte de máximos y mínimos registrados
cada 24 horas, representan información esencial para el productor.
El valor de otras variables se obtiene mediante estimaciones, como la acumulación de unidades-calor,
horas-frío, temperatura de punto de rocío, duración de heladas e indicadores de la presencia de plagas
o enfermedades. Quizá la variable calculada de mayor importancia —para la cual se han adaptado los
sensores de las estaciones— es la evapotranspiración. Conociendo la tasa de evapotranspiración puede
estimarse la lámina de riego51 como función del coeficiente del cultivo durante la estación de
crecimiento.
Con el establecimiento de esta red de estaciones en los estados se espera:
Acceso inmediato a la información en línea, en tiempo real, los 365 días del año;
Construir y disponer de una base de datos para fines agropecuarios y de protección civil;
Consolidar los pronósticos climáticos para la agricultura (boletines);
Precisar la caracterización agro-climática del país;
Proteger a las personas y sus bienes ante eventos climáticos adversos (huracanes, tormentas,
inundaciones, heladas, granizadas, sequías, ventarrones, frentes fríos, plagas, etcétera);
Iniciar los cultivos en la época más oportuna;
Identificar las zonas más aptas para la producción;
Elegir el momento más oportuno para aplicar los insumos para la producción (riego,
fertilizantes, pesticidas, etcétera);
Proveer información que apoye el desarrollo de nuevas tecnologías;
Poder predecir las cosechas.
Esta red de estaciones proporcionará asimismo datos sobre la distribución regional de los daños
resultantes de impactos climáticos, para que los Fondos de Contingencia entren en acción y puedan
asegurarse los cultivos (mediante primas cuyo precio se establezca en función del riesgo climático),
así como información necesaria para la protección civil.
51
La «lámina de riego» es la cantidad de agua, en mm, que se aplica a un cultivo para satisfacer sus necesidades fisiológicas durante todo el ciclo
vegetativo. Dependiendo del tipo de cultivo, cada mm de lámina de riego corresponde aproximadamente a un volumen de 10 m3/ha.
147
La instalación de la Red Nacional de Estaciones Agro-Climáticas da prioridad a las regiones agrícolas
y ganaderas más importantes para la producción nacional y a las entidades federativas bajo mayor
riesgo. Se está dando prioridad también a la conclusión de las redes parciales preexistentes en algunos
estados, así como a la inversión y operación compartida entre los estados y la federación (cada uno
50% de la inversión).
Durante 2005, se concluyeron las estaciones de los estados de Aguascalientes, Guanajuato, Hidalgo,
Jalisco, Puebla, Sonora, y Zacatecas. Actualmente están en curso de instalación las redes de
Chihuahua, Coahuila y Nuevo León y, al finalizar 2006, se concluirán las redes de Baja California
Sur, Campeche, Colima, Durango, Michoacán, Morelos, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala
y Veracruz. De esta manera, 21 de las 32 entidades federativas contarán con esta capacidad52.
CARACTERÍSTICAS
CLIMA
POTENCIAL* COSECHAS TEMPORAL
Árido Muy bajo 1 de cada 10 Muy errático
Semiárido seco Bajo 2 de cada 10 Muy errático
Semiárido normal Bajo 3-4 de cada 10 Errático
Semiárido ligero Medio 5-6 de cada 10 Parcialmente establecido
Subhúmedo normal Medio 7-8 de cada 10 Establecido
Subhúmedo ligero Alto Más de 8 de cada 10 Establecido
* No se contemplan sistemas de producción bajo riego FUENTE: CONAZA/UACH, 2005.
Tomando en cuenta estos factores, la CONAZA trabaja cinco vertientes principales para asegurar el
desarrollo sustentable de las zonas áridas de México:
52
SAGARPA-INIFAP, 2005. Red Nacional de Estaciones Agroclimáticas, mayo 2005. Presentación ante los gobernadores de los Estados. Disponible en el
sitio Web: www.conago.org.mx/reuniones/documentos/2005-05-27/ReddeEstacionesAgroclimaticas.pdf
53
metodología Thornwaite modificada, versión III
148
Modelos de sistemas de captura pluvial para actividades agropecuarias y forestales;
Reconversión productiva para el aprovechamiento sustentable de flora y fauna nativas de las
zonas áridas y semiáridas, incluyendo actividades cinegéticas bajo un enfoque holístico que
parte de la conservación del hábitat y de los recursos hidrológicos;
Control de la desertificación mediante la re-vegetación con especies nativas y la
implementación de prácticas de manejo y conservación de suelos y aguas;
Capacitación para la producción sustentable en las zonas áridas, con énfasis en el valor
agregado a los productos agropecuarios y forestales;
Obras de infraestructura productiva en zonas de alto riesgo ante siniestros climáticos.
La tecnificación del riego es esencial en estos cuatro programas, ya que con ello se logra incrementar
la productividad de las áreas agropecuarias irrigadas, con base en proyectos que incluyen la
rehabilitación de pozos y equipos de bombeo, así como la instalación de sistemas tecnificados de
riego.
149
Programa de Investigación y Transferencia de Tecnología
Apoya el desarrollo y la validación de biotecnologías que mejor se ajusten a la problemática de las
regiones y a las necesidades de los productores, de acuerdo con el potencial local y regional. Esto, a
fin de promover la sanidad, la inocuidad y la calidad de la producción agrícola, así como incrementar
la rentabilidad del sector agroalimentario. A la fecha, el programa ha generado y validado
biotecnologías para los principales granos básicos con adaptabilidad a diversas regiones del país,
como el frijol pinto-mestizo resistente a la roya y tolerante a la sequía.
Alianza Contigo
En el marco de esta Alianza se apoya el desarrollo de diversos proyectos.
Manejo integral del suelo y el agua.
Programa de fomento a la productividad.
Fomento al reordenamiento de la producción.
Programa de reconversión productiva en zonas con sequía recurrente.
Programa de energía renovable para la agricultura.
150
b CAPACIDADES POR INSTALAR
Este Plan nunca fue completamente implementado, pero constituye un valioso instrumento que
requiere actualizarse, pues contiene muchas líneas de acción contra la desertificación rescatables para
la acción climática.
151
4. Construir bases de datos geofísicos (atmosféricos y oceánicos, principalmente), fortalecer sistemas
adecuados de monitoreo del clima y del nivel del mar así como sistemas de información pública
fácilmente accesible.
5. Fomentar la investigación en las áreas relevantes para la comprensión del cambio climático,
considerando investigación interdisciplinaria (climatología, oceanografía, geología, ecología y
evolución, ingenierías, arquitectura, medicina, sociología, economía, comunicación y educación,
etc.).
6. Impulsar el desarrollo de un Programa Nacional de Modelación del Clima, para unir los esfuerzos
de todos los investigadores a nivel nacional que trabajen en el tema.
7. Actualizar escenarios regionales como consecuencia del cambio climático y continuar con la
formulación de los Atlas de Riesgo (a escalas nacional, regional y local).
8. Difundir información sobre los riesgos presentes y previsibles, para que la población mejore su
percepción y comprensión del fenómeno y su capacidad de respuesta. Integrar esta información en
todos los niveles de educación formal; incorporar cursos sobre los grandes problemas ambientales
en los currícula de universidades y centros de educación superior.
9. Sensibilizar a los servidores públicos, especialmente los mandos superiores, para que incorporen
la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático en sus planes de desarrollo municipal, estatal
y federal.
10. Incorporar criterios de adaptación ante el cambio climático en las políticas públicas.
11. Fomentar el desarrollo de redes y enlaces operativos entre autoridades de los tres órdenes de
gobierno, a fin de fortalecer las capacidades de evacuación y protección civil en casos de desastre.
12. Desarrollar capacidades nacionales y regionales para la planeación de la evolución espacial del
desarrollo económico y social, con criterios ecológicos.
13. Identificar oportunidades para convergencia de esfuerzos intersectoriales (sinergias y
transversalidad), especialmente en relación con temas de protección a la integridad de los
ecosistemas y sus servicios ambientales.
14. Modificar prácticas de construcción, para mejorar la eficiencia energética, reducir emisiones y
adecuarse a los impactos negativos del clima. Modificar prácticas de construcción de
infraestructura crítica, como las energéticas y de comunicaciones y transportes, así como
hospitales y escuelas —para adecuarlas a su función de refugios y albergues en casos de desastres.
15. Fortalecer los programas de conservación de suelos y captación de agua de lluvia en las zonas
agrícolas de temporal, pecuarias y forestales. Fomentar el uso del suelo en función de su aptitud.
16. Involucrar a todos los actores sociales, para que las comunidades tomen el problema en sus manos.
Tomar en cuenta experiencias tradicionales de adaptación de comunidades y pueblos indígenas.
17. Adecuar el marco normativo/regulatorio a las necesidades de adaptación al cambio climático.
18. Potenciar la obtención de recursos financieros nacionales e internacionales.
19. Desarrollar un sistema de monitoreo, evaluación, corrección en su caso y reporte, de las acciones
incluidas en la estrategia nacional de acción climática, particularmente en el tema de adaptación.
152
Bibliografía VyA
Aguilar, A. G. 2004. Los asentamientos humanos y el cambio climático global. En: Martínez, J. y A.
Fernández Bremauntz (Comps.) Cambio Climático: una visión desde México. SEMARNAT e
INE, México, pp. 267-278.
Arriaga, L. y L. Gómez, 2004. Posibles efectos del cambio climático en algunos componentes de la
biodiversidad de México. En: Martínez, J. y A. Fernández Bremauntz (Comps.) Cambio
Climático: una visión desde México. SEMARNAT e INE, México, pp. 255-265.
CFE, 2005. Historia. http://www.cfe.gob.mx/es/LaEmpresa/queescfe/historia/
CONAZA/UACH, 2005. Escenarios climatológicos de la República Mexicana ante el Cambio
Climático. Tomo I. Comisión Nacional de las Zonas Áridas e Universidad Autónoma de
Chapingo, Chapingo.
Conde, C., R. M. Ferrer, C. Gay y R. Araujo 2004. Impactos del cambio climático en la agricultura de
México. En: Martínez, J. y A. Fernández Bremauntz (Comps.) Cambio Climático: una visión
desde México. SEMARNAT e INE, México, pp. 227-238.
Cuatecontzi, D. H., J. Gasca, U. González y F. Guzmán L-F (2004) Opciones para mitigar las
emisiones de GEI del sector transporte, gráfica 1, p.413. En: Martínez, J. y A. Fernández
Bremauntz (Comps.) Cambio Climático: una visión desde México. SEMARNAT e INE,
México
EPA, 1990. Policy Options for Stabilizing Global Climate: Report to Congress. United States
Environmental Protection Agency (EPA 21P-2003.1 dec.1990. pp.8-9
Gallegos García, A. 2004. Clima oceánico: los mares mexicanos. En: Martínez, J. y A. Fernández
Bremauntz (Comps.) Cambio Climático: una visión desde México. SEMARNAT e INE,
México, pp. 41-51.
Girot, P. O. 2003. Hacia un enfoque de manejo integral d riesgo para enfrentar el cambio climático y
la reducción de desastres. En: Diálogo Internacional sobre Políticas en Materia de
Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático: Hacia una agenda común para países en
desarrollo. Zacatecas, México junio 17 y 18 2003. Memorias. México, pp. 58-61.
Goldammer, J. G. y C. Price 1998. Potential impacts of climate change on fire regimes in the tropics
based on Magic and GISS-GCM Derived Lightening Model. Climate Change 39: 273-296.
Gurenko, E. N. 2004. Building effective catastrophe insurance programs at the country level: A risk
management perspectiva. En: Mathur, A., I. Burton y M. van Aalst (Eds.) An Adaptation
Mosaic: A simple of the emerging World Bank work in Climate Change Adaptation (Final
Draft). The World Bank Global Climate Change Team, pp. 119-133
Hernández Cerda, M. y G. Valdez Madero, 2004. Sequía meteorológica. En: Martínez, J. y A.
Fernández Bremauntz (Comps.) Cambio Climático: una visión desde México. SEMARNAT e
INE, México, pp. 316-325.
INE, 1995. Estudio de País: México ante el cambio climático. Informe Técnico. México: U.S. Country
Studies Program Support for Climate Change Studies, Centro de Estudios de la Atmósfera,
UNAM, México
INE/SEMARNAP, 1997. México: Primera Comunicación Nacionalante la Convención Marco de las
Nacionas Unidas sobre Cambio Climático. México
IPCC, 1990. Climate Change. First Assessment Report, Intergovernmental Panel on Climate Change,
Cambridge University Press, Cambridge
153
IPCC, 1996. Climate Change 1995: The Science of Climate Change. Intergovernmental Panel on
Climate Change, Cambridge University Press, Cambridge
IPCC, 2001. Climate Change 2001. Third Assessment Report. Working Group III: Mitigation.
Intergovernmental Panel on Climate Change,
IPCC, 2001a. Climate Change 2001: Third Assessment Report. Working Group II; Impacts,
Adaptation and Vulnerability. Intergovernmental Panel on Climate Change.
Kurukulasuriya, P. 2004. Climate Change and Agriculture – impacts and Adaptations. En: Mathur, A.,
I. Burton y M. van Aalst (Eds.) An Adaptation Mosaic: A simple of the emerging World Bank
work in Climate Change Adaptation (Final Draft). The World Bank Global Climate Change
Team, 83-98.
Jaramillo, V. J. 2004. El ciclo global del carbono. En: Martínez, J. y A. Fernández Bremauntz
(Comps.) Cambio Climático: una visión desde México. SEMARNAT e INE, México, pp. 77-
85.
Jones, C.D, P. M. Cox, R. L. H. Essery, D. L. Roberts y M. J. Wodgate 2003. Strong carbon cycle
feedbacks in a climate model wit hinteractive CO2 and sulphate aerosols. Geophysical
Research Letters . 30 (mayo): 1479-1482
Jong, de, B. H. J., O. Masera y T. Hernández Tejada 2004. Opciones de captura de carbono en el
sector forestal. En: Martínez, J. y A. Fernández Bremauntz (Comps.) Cambio Climático: una
visión desde México. SEMARNAT e INE, México, pp. 369-380
Klein, R.J.T. y R.S.J. Tol, 1997. Adaptation to Climate Change: Options and Technologies: An
overview paper. Institute for Environmental Studies, Free University, Amsterdam: UNCCC
Secretariat Technical Paper
Laurance, W.F., A.A. Oliveira, S.G. Laurance, R. Condit, H.E.M. Nascimiento, A.C. Sánchez-Thorin,
T.E. Lovejoy, A. Andrade, S. D’Angelo, J.E. Ribeiro y C.W. Dick 2004. Pervasive alteration
of tree communities in undisturbed Amazonian forests. Nature 428: 171-175
Magaña, V., C. Conde, O. Sánchez y C. Gay, 1997. Assessment of current and future regional climate
scenarios. Climate Research 9: 107-114.
Magaña, V., J. M. Mendez, R. Morales y C. Millán 2004. Consecuencias presentes y futuras de la
variabilidad y el cambio climático. En: Martínez, J. y A. Fernández Bremauntz (Comps.)
Cambio Climático: una visión desde México. SEMARNAT e INE, México.
Magaña Rueda, V. O. 2005. Evaluación de modelos y construcción de capacidades para la
evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático. 3° informe (Final) del Proyecto.
SEMARNAT/INE, México.
Masera, O.R., J. Navia, T. Arias y E. Riegelhaupt. 1997. Patrones de Consumo de Leña en Tres
Microregiones de México: Síntesis de Resultados. Proyecto FAO/MEX/TCP/4553(A),
Pátzcuaro Michoacán, México.
Masera, O. y C. Sheinbaum, 2004. Mitigación de emisiones de carbono y prioridades de desarrollo.
En: Martínez, J. y A. Fernández Bremauntz (Comps.) Cambio Climático: una visión desde
México. SEMARNAT e INE, México, pp. 355-368.
Mendoza, V.M., E.E. Villanueva y L. E. Maderey 2004. Vulnerabilidad de las zonas hidrológicas de
México ante el cambio climático. En: Martínez, J. y A. Fernández Bremauntz (Comps.)
Cambio Climático: una visión desde México. SEMARNAT e INE, México, pp. 215-226.
Murphy, J. M. D. M. H. Sexton, D. N. Barnett, G. S. Jones, M. J. Webb, M. Collins y D. A. Stainforth
2004. Quantification of modeling uncertainties in a large ensemble of climate change
simulations. Nature. 430: 768-772.
OMM, 2005. Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2004. OMM. 983.
Organización Meteorológico Mundial, Ginebra, Suiza.
154
Oropeza Orozco, O. 2004. Evaluación de la vulnerabilidad de la desertificación. En: Martínez, J. y A.
Fernández Bremauntz (Comps.) Cambio Climático: una visión desde México. SEMARNAT e
INE, México, pp. 303-313.
Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés). 1996. Directrices
del IPCC para los inventarios nacionales de Gases Efecto de Invernadero. Libro de Trabajo
Versión 2.
Pew Centre 2005 Hurricanes and global warming (http://www.pewclimate.org/hurricanes.cfm)
Ruiz Suárez, L. G. y X. Cruz Núñez, 2004. Los gases de efecto invernadero y sus emisiones en
México, Cuadro 3, p. 115. En: Martínez, J. y A. Fernández Bremauntz (Comps.) Cambio
Climático: una visión desde México. SEMARNAT e INE, México
SAGARPA 2005. Sistema Integral de Información Agroalimentaria y Pesquera
(www.saip.sagarpa.gob.mx)
Sánchez-Salazar, M. T. 2004. Evaluación de la vulnerabilidad en zonas industriales. En: Martínez, J. y
A. Fernández Bremauntz (Comps.) Cambio Climático: una visión desde México. SEMARNAT
e INE, México, pp. 291-302.
Scientific American, 2005. Warmer climate produces less rain. Scientific American.
http://www.sciam.com/article.cfm?articleID=000F1DAA-280A-1350-A80A83414B7F0000&sc=I100322
SAGARPA-INIFAP. 2005. Red Nacional de Estaciones Agroclimáticas, mayo de 2005. Presentación
ante los gobernadores de los estados. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y
Pesca. Disponible en su sitio en la Internet:
http://www.conago.org.mx/reuniones/documentos/ags2005/ReddeEstacionesAgroclimaticas.pdf
Savory, A. 1999. Holistic Management: A new framework for decision making. Segunda edición.
Island Press, Washington, D.C.
SEGOB 2001 Programa Nacional de Protección Civil, 2001-2006. Secretaría de Gobernación,
México
SEMARNAP. 2000. Estrategia Nacional de Acción Climática. INE-SEMARNAP, México
SEMARNAT.2003.Diálogo Internacional sobre políticas en México de materia de vulnerabilidad y
adaptación al cambio climático. Hacia una agenda común para países en desarrollo. México.
SENER, 2001. Fomentará la SENER la realización de proyectos de cogeneración y
minihidroeléctricos. http://www.energia.gob.mx/wb2/Sener/Sene_719_boletin_no_044
SENER, 2005. Energía solar. (http://www.energia.gob.mx/wb2/Sener/Sene_362_solar)
Stainforth, D. A., T. Aina, C. Christensen, M. Collins, N. Faull, D. J. Frame, J. A. Kettleborough, S.
Knight, A. Martin, J. M. Murphy, C. Piani, D. Sexton, L. A. Smith, R. A. Spicer, A. J. Thorpe
y M. R. Allen, 2005. Uncertainty in predictions of the climate response to rising levels of
greenhouse gases. Nature. 433: 403-406.
Townsend Peterson, A., M. A. Ortega-Huerta, J. Bartley, V. Sánchez-Cordero, J. Soberon, R. H.
Buddemeier y D. R. B. Stockwell 2002. Future projections for Mexican faunas under climate
change scenarios. Nature, 416: 626-629.
Villers, L. y I. Trejo 1998. Impact of climate change on Mexican forests and Natural Protected Areas.
Global Environmental Change Vol.8(2): 141-157.
Villers, L. y I. Trejo 2004. Evaluación de la vulnerabilidad en los sistemas forestales. En: Martínez, J.
y A. Fernández Bremauntz (Comps.) Cambio Climático: una visión desde México.
SEMARNAT e INE, México, pp. 239-254.
WBGU, 1998. The accounting of biological sinks and sources under the Kyoto protocol - a step
forwards or backwards for global environmental protection? Informe especial del Consejo
Consultivo Alemán sobre Cambio Climático, Bremerhaven.
(http://www.wbgu.de/wbgu_sn1998_voll_engl.html)
155
156
ACRÓNIMOS
157
JBIC Banco Japonés para la Cooperación Internacional (por sus siglas en inglés)
JE Junta Ejecutiva del MDL del Protocolo de Kioto
LAFRE Ley para el Aprovechamiento de las Fuentes Renovables de Energía (en revisión
por el Senado)
LSPEE Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica
MDL Mecanismo para un Desarrollo Limpio
MFS Manejo Forestal Sustentable
N2O Óxido nitroso
OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
OMM Organización Meteorológica Mundial
PEF 2025 Programa Estratégico Forestal 2025
PEMEX Petróleos Mexicanos
PEMEX-PEP PEMEX Exploración y Producción
PFC Perfluorocarbonos
PIASRE Programa Interinstitucional de Agricultura Sustentable y Reconversión Productiva
en Zonas de Siniestralidad Recurrente
PIB Producto Interno Bruto
PJ Petajoules
PMC Programa Mexicano de Carbono
ppm Partes por millón, para expresar en este caso la concentración de diversos gases en
la atmósfera terrestre
PROCAMPO Programa de Apoyos Directos al Campo
PROCEDE Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos
PROCOREF Programa de Conservación y Restauración de Ecosistemas Forestales
PRODEFOR Programa de Desarrollo Forestal
PRODEPLAN Programa de Plantaciones Forestales Comerciales
PRODERS Programa de Desarrollo Regional Sustentable
PROFEPA Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
RCE Reducciones Certificadas de Emisiones
RSU Residuos sólidos urbanos
SAGARPA Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
SCT Secretaría de Comunicaciones y Transportes
SE Secretaría de Economía
SEDESOL Secretaría de Desarrollo Social
SEMARNAT Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
SENER Secretaría de Energía
SF6 Hexa-fluoruro de azufre
SHCP Secretaría de Hacienda y Crédito Público
SRE Secretaría de Relaciones Exteriores
TCN Tercera Comunicación Nacional (de México a la CMNUCC)
TIE Tercer Informe de Evaluación del IPCC
UMA Unidades de Manejo para la conservación de la vida silvestre
USCUSS Uso de Suelo, Cambio de Uso de Suelo y Silvicultura (equivalente a LULUCF en
inglés)
WBCSD Consejo Mundial Empresarial para el Desarrollo Sustentable (por sus siglas en
inglés)
WRI Instituto de Recursos Mundiales (por sus siglas en inglés)
158
Consejo Consultivo de Cambio Climático
Órgano Permanente de Consulta de la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático
159