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México, D.F.

2 de marzo de 2011

Lic. Omeheira López Reyna


Titular de la Unidad para la Promoción y
Defensa de los Derechos Humanos
de la Secretaría de Gobernación
Presente

Con respecto a su oficio CIPSTP/ST/138/11, me permito comentarle lo


siguiente:

1. La carta pública dirigida al C. Presidente de la República y al C.


Secretario de Gobernación solicitándole la derogación del Programa
Nacional para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, no busca
descalificar el proceso jurídico y formal mediante el cual fue
construido.

2. Los argumentos para solicitar la derogación de tal programa


encuentran sustento en un conjunto de argumentos de carácter
teórico y técnico, que hacen evidentes las enormes inconsistencias y
errores contenidos en él.

3. Las y los firmantes no solicitamos participar en las reuniones que


lleva a cabo la Comisión Intersecretarial para Prevenir y Sancionar la
Trata de Personas, en el entendido de que sólo los integrantes
formales de dicha Comisión tienen derecho a voz y voto, por lo que
nuestra asistencia a este tipo de sesiones sería de carácter
meramente testimonial.

4. A pesar de lo anterior, se ha hecho llegar su atenta invitación a


quienes signamos el desplegado, en el entendido de que en función
de las prioridades y agendas de las organizaciones y de los
académicos, definirán con plena autonomía asistir o no a la Sesión a
la que Usted hace referencia en su oficio.

5. Tenemos claridad de que se llevó a cabo un taller de trabajo el día


12 de mayo de 2010; sin embargo, asumimos que del hecho de que
hayan asistido organizaciones de la sociedad civil a dicho evento
organizado por la FEVIMTRA, no se deriva que los contenidos del
Programa Nacional sean adecuados y se apeguen a los criterios
elementales de las metodologías que existen en la formulación de
políticas públicas y sistemas de planeación, aún en el marco de la
Ley General de Planeación.
6. Lamentamos la negativa del Gobierno Federal a nuestra petición,
sobre todo considerando que su argumento se basa estrictamente en
consideraciones técnico-jurídicas, que no guardan ninguna relación
con los argumentos que hemos vertido en torno a los contenidos del
Programa Nacional y sus evidentes inconsistencias, errores y
omisiones.

Ha sido la sociedad civil quien ha solicitado el diálogo con el Gobierno


Federal; y ante la tajante respuesta que da a nuestra petición, la cual
plantea un NO como respuesta a priori, más allá de los argumentos,
asumimos que nuestra responsabilidad se limita a enterarle de nuestras
propuestas.

Por lo anterior, le enviamos un texto que contiene los elementos que


deben tomarse en cuenta, a juicio de quienes signamos el comunicado
inicial dirigido al C. Presidente de la República.

Respetuosamente,

Patricia Olamendi, Mario Luis Fuentes, Lydia Cacho, Lucía Melgar,


Sulima García Falconi, Nadia Sierra, Rosa María Flores, Isabel Jiménez
Maldonado, Mariela Castro Flores, Alejandra Rojas.

Promujer, A.C., CEIDAS, Centro Fray Julián de Garcés, A.C. (Tlaxcala),


AQUESEX, A.C. (Querétaro), Instituto de Formación de Justicia y
Derechos Humanos, S.C., Mujeres por una Binacionalidad Digna, A.C.
(Zacatecas), Red Ciudadana Feminista de México (13 entidades de la
República Mexicana), Ciudadanos por Querétaro, Asociación Sinaloense
de Universitarias, A.C., Grupo de Mujeres de San Cristóbal de las Casas,
A.C., Red de Abogad@s por la Defensa de la Reproducción Elegida
(RADAR 4º), Fundación Familia y Pareja, A.C., Instituto de Investigación
y Estudio de Niños, Niñas y Adolescentes (REHILETE, A.C.).
Propuesta para un nuevo Programa Nacional para Prevenir y
Sancionar la Trata de Personas

02 de marzo de 2011.

C. Lic. Felipe Calderón Hinojosa


Presidente Constitucional de los
Estados Unidos Mexicanos

C. Lic. Francisco Blake Mora


Secretario de Gobernación

A la Opinión Pública

En seguimiento al desplegado que presentamos el día 26 de enero de este año, y


ante el cual recibimos una respuesta negativa, una vez más les hacemos un
respetuoso exhorto a Derogar el Programa Nacional para Prevenir y Sancionar la
Trata de Personas y a convocar a un verdadero diálogo nacional con las
Organizaciones de la Sociedad Civil a fin de construir un documento que incluya
los siguientes componentes:

1. Un Diagnóstico Nacional sobre las Condiciones en las que se Desarrolla la


trata de personas en México.

Planteamos que el Diagnóstico debe ser el punto de partida del Programa


Nacional, y no uno de sus objetivos. Para realizarlo, consideramos que, dada la
complejidad del tema, es indispensable convocar a un panel de expertos que
coadyuven con las autoridades del Gobierno a construir la metodología de
elaboración, definición de contenidos y precisión de los alcances de este
componente.

2. Construcción de los objetivos y metas en función de los resultados del


diagnóstico.

Sin evidencia, ningún programa puede definir con claridad su población objetivo;
sus metas programáticas y los ámbitos territoriales de intervención, si no parte de
un diagnóstico adecuado. El propio CONEVAL, dependencia del Gobierno
Federal, ha hecho hincapié en todas sus evaluaciones sobre la importancia de
tener una clara definición de los objetivos, metas, población a la que se busca
atender y el problema que se intenta solucionar. De todo esto carece el actual
Programa Nacional.

3. Definición precisa de las responsabilidades institucionales.

Es de fundamental importancia definir qué estrategias y lineas de acción son


responsabilidad de qué instituciones para evitar que el Programa Nacional se
convierta en una simple suma de actividades que se vienen desarrollando como
resultado inercial de las metas institucionales ya planteadas en el marco de
estrategias del Gobierno.

4. Definición de montos presupuestales claros.

Ningún Programa Nacional puede funcionar si no se tiene claridad de los recursos


y capacidades institucionales con las que se cuenta. Es de fundamental
importancia revisar las estructuras presupuestales de las entidades que habrán de
intervenir en la ejecución del Programa Nacional, a fin de garantizar el adecuado
cumplimiento de los objetivos y las metas; de cumplir con los criterios de
transparencia y rendición de cuentas a que está obligado el Gobierno, así como
para evaluar el desarrollo y alcances de las acciones que se desarrollen.

5. Construcción de estrategias para la atención de quienes primordialmente


son víctimas de la trata de personas.

Si bien el programa es de aplicación general en el país, dadas las características


identificadas hasta ahora en torno a la trata de personas, es preciso que se
establezcan criterios y líneas generales de acción para la prevención del delito de
la trata, por entidad federativa y municipios, con especial énfasis en las personas
que primordialmente son víctimas de trata de personas, como lo son: mujeres,
niñas, niños y migrantes; así como estrategias específicas para la identificación,
protección y reintegración de las víctimas del delito.

6. Definición de criterios elementales para la generación de infraestructura y


formación de personal especializado.

El Programa Nacional que hace falta construir debe incorporar lineamientos y


definiciones de inversión para garantizar un proyecto de mediano y largo plazo
que considere la construcción de la infraestructura requerida para el adecuado
combate al crimen de la trata de personas y la protección y reintegración de sus
víctimas (construcción de albergues, centros especializados de atención y
seguimiento a terapias; centros de entrenamiento y rehabilitación laboral, etc.).
También es indispensable establecer medidas encaminadas a la formación de
personal especializado en procesos de intervención, que van desde la
identificación y rescate de las víctimas; pasando por el procesamiento judicial de
los casos, hasta los complejos procesos de reintegración y rehabilitación.

7. Generación de conocimiento

El nuevo Programa Nacional debe incluir definiciones precisas en torno a los


recursos que se destinarán para continuar fomentando la generación de
metodologías de estudio que permitan comprender de mejor manera al delito de la
trata de personas, sus características y consecuencias tanto para las víctimas
como a nivel social; y por otro lado, establecer las líneas de convergencia y
alianza para construir de manera conjunta con universidades e instituciones de
educación superior, así como centros autónomos de generación de conocimiento,
proyectos de investigación de corto, mediano y largo plazo en materia de trata de
personas y temas asociados. Por su parte la Federación con las entidades
federativas deberán de generar   un sistema de información, cartografía y bases de
datos desglosados por sexo, edad, sector y región para conocer la magnitud del
problema.

8. Fortalecimiento de la sociedad civil

Ante la evidencia de que en este tema en particular ha sido la sociedad civil


organizada la que en mayor medida ha contribuido a la prevención y combate al
delito de la trata de personas, el nuevo Programa Nacional debe incorporar
lineamientos para la asignación de recursos y otras estrategias de adecuado
fomento a las actividades que realiza la sociedad civil en esta materia.

9. Coordinación y concertación

El nuevo programa debe incluir criterios específicos que permitan una adecuada
concertación y coordinación entre los distintos órdenes y niveles de gobierno. Para
ello será preciso convenir con las entidades federativas la definición de
presupuestos e infraestructura para avanzar de manera conjunta en la adecuada
prevención y erradicación de la trata de personas.

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