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[r,i,r.
:üuu.oJ."
?rrÁ,
) ? c^,,L-t XNrnopuccrów a LIN LrBR'o rNCI-A'srFtrc'AEr-E
'?"r^ 'Ianto la vida como la obra de Juan Luis Martín ez (ry42-t991) tie-
,g*, 7
L.\u^ nen, contradictoriamente, rasgos radicales
y reservados' excéntri-
7\a,(t{yu< cos y nostálgicos. Talvezla contradicción
y la negación
-con
sLis
agenérico titulado La poesia chilena GglB), qLre podría ser llamado extranjeras, cenáculos literarios, editoriales) sc ellcLtcntra la men-
con cautela "objeto poético" o "libro-ob.ieto". Además hay una co- tada "marginalidad" de la vida y obra de Jr-ran Luis Mrtrtíncz-.
lección de poemas y entrevistas diseminadas y editadas bajo el tí- La pregunta adecuada sobreviene entonccs: ¿lc itrtcrcsa a
tulo Poemas del otro (zoo) y una obra plástica de grabados, cajas y esta obra una inscripción social, histórica y literaria? O mrís lricn:
collages de corte dadaísta y pop. Finalmente habría una gran obra ¿qué tipo de inscripción intenta o logra? Por el morlclrto, cs [)()-
inédita que le fue prometido que sería destruida- per- sible asegurar que dentro del brumoso panorama polírico, social
-aunque
manece como tal. Un libro, un libro-objeto y algunos poemas es y literario, La nueua noue la se inserta sigilosa, alusivamente. Por
todo el material que se tiene para dar cuenta de la relación entre ejemplo, en las páginas iniciales del libro aún sin foliar, se en-
poesía y sociedad en la obra de Juan Luis Martínez. cuentra el texto "Dos dedicatorias encontradas por (el autor) en
La combinación de Lrna personalidad que evitó los necesa- un e.iemplar del libro de Miguel Serrano: Antología del verdadero
rios alardes del negocio literario y de una obra inclasificable, fue cuento en Chile"', en e[ cual el abr-rltado título tiene como nota al
suficiente para convertirlo en un poeta estrictamente marginal. pie: "'El clima psicológico que envuelve a Chile es denso y trágico.
Así lo atestigua el crítico Pedro Lastra al incluirlo dentro de una LJna fuerza irresistible tira hacia el abismo e impide que ningún
nómina curiosa de "poetas marginales", como si la poesía misma valor..."'. La alusión recóndita y política que prescinde de fechas y
no fuera suficientemente "marginal". tmbién Enrique Lihn, al de nombres, se encuentra comPensada con un dramatismo y una
reseñar la reimpresión de La nueua nouela, insistió: "Un libro que impotencia que pueden ser elocuentes. Sin embargo, el emplaza-
se inscribió en t977 y ahora en r98t, indudablemente como un miento como nota al pie de un extravagante texto que afirma ser
acto poético marginal, rompiera o no todas las formas tradicio- la copia de las dedicarorias de Miguel serrano (un escritor chileno,
nales de la poesía en Chile" (El circo eru llamas ry7). La escasa ridículamenre esorérico y nazi) al arcano conde de Keyserling en
circulación que ha tenido el libro por decisión del autor, se debe ry19 primero (año en que se desató la Segunda Suerra
mundial), y
también a su elevado costo, lo que, sin embargo ha potenciado el desptrés a Carlos Ugalde en 1949, deja confuso al lector en torno a
aura anómala de este tomo. su importancia. Asimismo, el colofón al final del libro admite en
Por todo esto, el intento de situar este volumen en sus cir- su primera frase: "Este libro fue escriro en viña del Mar entre los
cunstancias, ya sean de escritura, publicación y recepción, ha de- años 1968 y r97t..." (r49), lo cual es una referencia directa al con-
jado a sus intérpretes en una posición desconcertada. Las razones texto de escritura; pero aquellos años abarcan tres gobiernos desde
para este estupor son las esperables: por un lado se tiene el forza- el punto de vista de la conducción política: Eduardo Frei (tg6+-
do congelamiento del espacio público y los derechos ciudadanos, r97o), Salvador Allende $97o-t97) y la dictadura de Augusto Pi-
junto con la imposición de las políticas económicas neoliberales; nochet $97't99o). Por lo tanto, cualquier lectura políticarnente
por otro, las pretensiones formales y herméticamente políticas de simplista se encllentra socavada, o al menos, Puesta en duda'
la neovanguardia a través de la incorporación de la censura, des- Las muchas referencias, sugerencias y juegos de palabras
doblamientos y paranoias con sus áridas e inextricables alegorías. podrían deberse al compromiso del autor, más que Por su época,
Dentro de esta categoría, sin duda, es posible ubicar La nueua no- explícitamente por el lenguaje; más que por los referentes, espe-
uela. E incluso, al interior de la misma neoyanguardia, que a pesar cíficamente por la letra y la imagen impresa' Le interesa, según
de su relativa marginalidad fue aceptada y celebrada en las insti- sus propias palabras: "la aventura en el plano verbal, y la trasgre-
)^ 1^^ lDn,*¿" )el n¡n 6z) Trlan Luis
,---
r55
r54
Lucan rNcóuooo. Po¿sÍe y socrEDAD er.t P.r.nna, Ltt¡N v MenríN¡:z
Jttan Lruis lvlartínez
significar algo intenta que no exista algírn elemento suyo que est¿ En La nueua nouela destaca también la canticlad de collages.
"fuera del texto". QLrizás solo la página en donde se encuentra cl Los diferentes sistemas de significación (fotografías, dibujos, áx-
número de inscripción legal sea la única que se escape, pero cotn() to, diseño en la página) potencian la amplitud semánrica, creando
es únicamente una página, esto también puede significar algo. Esta una inusual interacción del lector semejante a la que propicia la
pretensión de totalidad queda reforzadapor las muchas referencirts experiencia publicitaria, aunque al contrario de ella, esta plétora
y alusiones que las páginas hacen entre sí, por la repetición de imrí- de signos únicamente ayuda a la indeterminación final del senti-
genes y procedimientos gráficos, por la consistencia del estilo y la do. El uso de la imagen parece acercarse a los rendimientos que
reincidencia de ciertos temas. Todos ellos forman series dispersas utiliza el arte plástico, en donde desde los impresionistas al me-
que el lector debe ir persiguiendo. Si bien esto no parece tencr nos, se viene haciendo hincapié en la marerialidad misma de la
nada especial todos los textos al tener implicada o implicar- imagen y la experiencia perceptiva en detrimento de la transmi-
-casi
les una unidad se les busca y encuentra redundancias temáticas y sión de significados.
formales-, las órdenes de moverse entre sus hojas entrc En "Retórica de la imagen" Roland Barthes constata la pa-
-como
la páginas 6¡ y g9 o a través del capítulo "Notas / referencias"-, radoja de que "unos piensan que la imagen es un sisrema de signi-
y las repeticiones certeras a las que se suma su indeterminación ficación muy rudimentario en comparación con la lengua, y oiro.
semántica, hacen de este volumen Lrn caso extremo. A la maner:r que la significación no es capaz de agotar la inefable riqueza de la
cabalística, no solamente todo puede significar en potencia, sino imagen" (rg-lo).Por suerre, Barthes tuvo la genrileza de elaborar
que también todo podría ser relacionado entre sí. sus ideas en "El mensaje fotográfico", de las cuales se reproducen
Esta obra es, entonces, un libro-objeto no solo porque leer, algunas a conrinuación. La diferencia fundamental de la imagen
r¡bservar y moverse por el laberinto de sus páginas sea lo exigido, con el lenguaje consistiría en que la reiación de la primera con lo
sino también porque esta totalización textual y estética hace de él denotado y el referente (o con el significado y el objeto) es análo-
otra cosa que un mero medio de transmisión de signos, frases y ga, mientras que en la segr,rnda es arbitraria. El dibujo de un árbol
estampas. Como ese exclusivo género llamado "libro de artista" con un árbol efectivo manriene cierto parecido: esta es la analo-
(libros hermosos, por lo general manufacturados y de ediciones gía; la relación de la palabra "árbol", en cambio, con un rronco
limitadas), el mismo objeto quiere ser una experiencia estética. con raíces en la tierra y ramas en el aire es totalmente artificial.
El libro-objeto clebe ser escrito pensando en la manera en qlre va La relación de una fotografia con su referente consistiría en una
a ser publicado, y asimismo, debe hacer de su misma fabricación "pura analogía", es decir, en un registro aparentemente objetivo
una escritura. Su estetización, es cierto, a yeces tiende a ser dema- sl ¡¡¡16e- que da cuenra de algo que estuvo ahí,
siado afectada; aunque en este caso no lo es, dado el consistente y -descontande
prescindiendo tanro de un código artificial como de una significa-
modesto uso del blanco y negro. Aun más, La nueua nouela con- ción clara. Por todo esro, la imagen fotográfica es eminenremenre
tiene objetos: un par de anzuelos pegados con una cinta adhesiva, polisémica, aunque al mismo tiempo necesita del lenguaje para
una bandera chilena de papel y un poema aparentemente chino. qLre este le'adhiera un sentido y pueda ser percibida socialmen-
Estos objetos ya no son solo sistemas cle significación lo te. Al leer La nueua nouela, el encuentro con estos dos retratos
-como
serían el lenguaje y la iconografía-, sino que se plantean como de Alice Lidell tomadas por Lewis Carroll produce la sensación
unidades materiales (cosas) que apuntan a la materialidad misma sorpresiva allá de las abstracciones de Barthes- de que el
del libro-objeto. texto altera-más
la percepción de la fotografia, de que se conrradicen
r56 157
-1
t59
1<a
LIurq,:14*'y,'a __J',*4y4r,!l::
Luc¡.n tNcói,tooo. Ponsíl Y socIE'DAD r'¡¡ P¡nru'
45
Gauss, C- Dogdson. F. le Lio¡nais'
46
So«rba Komachi, Yoko Ono, el lao -fhe King, Shen-hsiu' llui-neng' citas (la Primera es de r985):
47
Napo[éon, ]{itler, Cohn-Bendit.
4A
Fan¡omas, Superman.
49
Isabel Holge r Dabadie y Luis Marrínez Villablanca'
de la misma
i0 A. Pizarnik, J. Lezama Lima, M. Serrano, P' Neruda' F Schwartzmann' 52 Un historiador escribió recientemente' al parecer sin.ironía: "Descontando dentro
-M Stevens' N Frye' A- Dtrrero' C' Baudelaire' C' * le olvida incluir a la región en su list¿ de países
5l L. Aragón, T. S. Eliot, E Lihn, N' Parra, América Latina, a Ia gente t':ttti¿tt*fi
deben quedar varias pcr
t^.t.t?.¿, ]. Cortázar, S. Dalí, U. Eco, C' Lévi-Strauss Y sin duda' -i.-bro, de'Occidentc"'(Fernandez-Armesto zoz)'
encont¡at.
11,1
Juatt Lttis Martínez
[.ucen rNcótrtooo. Popsín Y socIEDAD ¡-¡l lhnu'r, LtrtN v M'\tuíNEz
me pertenezca
prlabra, es hacer LIn trabajo, una obra' en la que no
La apropiación, sin embargo, de los cliscttrsos erjcnos' orales o
,-rir-rgun, sola línea casi, árticulando
en un trabaio largo muchos
escritos, ha sido uno de los procedimietrtos básicos de uso en
Chile en los últimos veinte años, del quc nos hct¡os scrvido ya fr"g,r-t.rrtor" (Poemas del otro 8z)'
-
L^ página 46 (vet reproducción) de La nuead
nouela' de
sin más trámites. Lo que tiene de particularmentc in<¡ttietante como el arte poética
L¿t nneua nouela es la proliFeración cle un sujcto rnírltiplc quc
se títLrlo "El oñcio del poeta", átbt ser tomada
y su ubicació.n en la
atomiza en la medida de la discontinuidacl de los nratcriales que dcl libro, al menos por dos razones: su título
(de mala
toma de todas partes y el vacío que así abrc entrc csos congelados p"r,,ilti-, página. É,t tt*to consiste solo en el facsímil En esta
caliclad po, copias) de una carta de Ezra Pouncl'
,*.rit'"s
islotes de sentido.
que sus Cantos no
.r."rp.r"d, misiva Pot"'á explica a un guardián
afirma' entre otras
(Lih¡ ['l circo tn llarnns ry9) ,o, or..rro, ni contienen mensajes secretos y le "sirven
;;, q*" 1". muchas citas contenidas en su obra poética
intentar
p"r, *io.a"r al lector que no nacimos ayer"' Junto con
LaimposibilidadcleprecisareIpuntotleinrcrscccir,lrlclelaslí- _-vía un Pound encar-
neas que constituyen esa trama [que constitttye cl e tnplaz-arnien-
fundamentarse como b,i,l1,,,,, Martínez
su obra a la
to del sujeto en los textos] ..l"do por colaborar con el fascismo- liga además (Aunque
ii..".i", apunta a la relación entre estética y política'
aquello, ., d. .rp.r"r, no implique que
Martínez §ea simpatizante
(t.ihn y Lastra 8)
fascista). Otro e.iemplosignihc"ii'o puede encontrarse en el nom-
de i" .ditorid qut para poder publicarse' ya
Mlttí"ez fundó
Resumiendo: sujeto múltiple, suieto atomizaclo, sLljeto dis- bre
'q-ur-in
gregado. ¿Puede aquello ser llamado toclavía un strjcto? Así como
ruru norcio, complejo y oneroso,volumen' no encontró
nombre que sería
i" id..rtid"d de un esquizofrénico sería establecicla, en última .'.o, .. los editores lot^lt'' Éditio"t' Archivo'
publicara los
instancia, por su cuerPoy su identificación legal, la trnidad de .il¿..tr"¿o para la editorial de una biblioteca que
La nueua nuueld de citas- podría deberse' en caso tomos y manuscritos que atesorara53'.
-dispersión Para tratar del sujeto habría que hacer u-na rápida
.l tt*"
extremo, a dos tapas y un lomo, derechos de autor y un par de Respecto al-sujeto' o
procedimientos formales revisión Para no generar malos entendidos'
los sujetár, l" t.oií" literaria proPone
distinguir t"Ttjl escrito!
Debe estar claro que uno de esos procedimientos consiste y "el autor"' Ei primero
en, como suele ser notado, el bricollage, siendo el bricoleur el que los hablantes o personajt' dt loi textos
con su pasado y sus in-
los produce. claude Lévi-strauss definió el bricollage
*a raiz del viene siendo el hombteie carne y hueso'
inconsciente y su publicidad' inserto
en LIn medio
,,pensamiento salvaje"- como una obra fabricada indiscrimina- tenciones, su
Lo' h"bla"tts poéticos y ficticios' los
drrrr.rr,. con lo que se tiene a mano, con elementos disímiles de social histórico y político'
procedencia incierta, naturales o elaborados, vírgenes o incom-
pl.,or, utilizados o trozados. La obra, entonces, consiste en ia
acumulación y la mezcla de ellos trastocándolos de función. l-a ffinal..CoIecciónarchivo5''que,reuniendoorganismos
estatales e internacionales, #;;;;;;-;;"'
Jito"' d".dott p'í"t' hr publicado múlri-
literatura, qr-rizás, sería un gran bricollage' En r99r le dijo Mar- l"tino"ttricanos clel siglo XX" De más
está
ples, exhaustivos y gruesos t";;;;;'it' editorial' se
tínez a Félix Guattari: "Ahora, mi mayor interés es Ia disolución d" o"o'.libros que comparten su sello
recordar que ni la "lá'itos
""o 'oii)"" 'ipuñ'do
en aquél catálogo internacional'
..-*.^tjt .o.,.*plados
absoluta de la autoría, la anonimia, y el ideal, si puede usarse esa
t63
.fuan Luis Martínez
L.,glll.!gy-o"!.Igryig::s'':f =r,fry"' !'"Y ttigliy¡
'A la relativización de la autoría se añade la relativi-
personajes de los textos, son los sujetos de enunciación que se t[cs-
con astucia:
mediante la presencia de
prenden de la misma escritura. (El sujeto de enunciación zactóndel propio Proceso de anulación
en La nueua
-cortt<r
el del enunciado- se suele sostener, no es unitario en un libro ya
io, p"re"*ris" ("Las esPectativas tsid de recepción
-noitode
ei' 11J)' La palabra "autor"' cada vez
que este, generalmente, se compone de muchos cuasi o intra-clis- Juan Luis Martín
el libro' está puesta entre paréntesis'
cursos, una polifonía de voces). Y entre el escritor y los personajcs ;;" ;p-;" mencionada en fuera la de ser un bricolewr' Incluso '/
se encuentra la figura del autor. Esta figura fue desarrollada por como si su certeza solamente
ya que en cicr-
Michel Foucault en su tex,to "¿Qué 9¡ un autori.ll, y se configuraría h", ,nrror., deformaciones del rlombre del autor' (páginas
;í;ó* su nombre aPafece como
"Jxuar de Dios" 7o' '
tanto en la escritura misma (ei autor implícito) como en la sttttl¿r "cigne" "signe" (cisne y
de los textos que hacen una obra (las relaciones que sostienen los
ii i i¡',¡"rando con las palabt"''t11d" ,y
ia. literari a' Incluso cuando J uan
Iibros entre sí) y las acciones del escritor (sus declaraciones públi- ;ir;;;' ; ll;.,r,r""do p'o
"' "d"'c escribía "(Juan Luis Mar-
iii, rr¿"r.i.r ezHolger fi?^"b" sus libros
cas, sus viajes, etc.). EI nombre del autor representa la marca clc mano afirma-
origen de ciertos papeles que poseen la condición de "obra litcra- ¡^rr»' I "(Juan d.biot Martínez)" y con su propia y el escritor'
los hablantes
ria", que les da cierta unidad a todos ellos, que fterua la nranera ü" .1';,.,.go"de distancias entre el autor'
de un texto literario sin
de leer y valorar su obra, de cómo interpretar a sus personajcs y
H¿i.frlf ío.r.".rlr, al tratar la posibilidad
de un accidente o de una
autor, escribió: "Y si, torno tot"ttuencia
hablantes. El uso de pseudónimo, más extendido en otra épocrr, anónimo' ensegui-
explícita del autor, nos llega un texto
hace notar esta distinción entre literatura y vida, entre letra y lcy. ".i*ír"¿ literario no nos es
A[ inicio cle estas páginas, se esbozó Ia figura reticente clel a" .i ¡".g" is descubrir al autor' El anonimato
en tanto que enigma" (3+o)'
escritor Juan Luis Martínez. Se enumeró someramente su obra y *"i"U[t solo lo aceptamos
se delinearon tan solo los rasgos más notorios de sus textos. [.o
anómalo de su obra requiere detenerse en cuestioncs que en otl'os
casos serían triviales. Por ejemplo, la portada (ver reproducción).
Sobre la imagen de una fotografía con mala resolu-
-ampliada Er saesR. DE LA LECTUR'A' Da I-'s NUEVA NowLA
ción- de unas casas a medio derrumbarse a causa de un terremo-
to, se leen dos nombres: "(Juan Luis Martínez)" y debajo "(Juan de del siglo >oc se liberó sin
Así como un gran sector del arte plástico
Dios Martínez)". Esta información desconcertante se advierte en el sugiere' alude' aca-
lomo, la portadilla y en La poesía cbilena. Como si estos dos nom-
."ip" aa d.bi d. rePresentar' La nueua nouela
so alegoriza, p.ro;"*á' intenta
nombrar lo real' A pesar de.que el
bres representaran Lrno al escritor (Juan Luis Martínez) y el otro al "significar" mencionan ideas' se
la referencia religiosa**, iiUro Jn su totali.lad aspira a -se
autor (Juan de Dios Martínez) elementos-' no van uniendo
puntualizan temas, " t"'"-blá
se
-¡1S¡s5s
este juego sostiene una pluralidacl (Juan Luis{uan de Dios), pero de manera
recuerda que la raíz es la misma (Martínez). Además, sugiere la
i,r, .o.r..p,os, los temas no Parecen ir agrupándo¡e uni-
una lógica' Quizás
coherente, los elementos no muestran 'la
poca importancia de ambos, Ios aísla (cada uno en su propio parén- procedimien-
dad de La ntteua nouelapodría deberse a "un par de
tesis), e intenta negar sus existencias válidas como el origen de la reconoció que él trabajaha,más
tos formales". Juan Luis Martínez
obra (tachado). Los nombres aparecen, de esta forma, doblemente (Poemas del otro
desdeñados, pero así y todo se exhiben en la tapa: un caso aún más
;i.; .;" tos significantes que con los significados
8Z). Sin embargo le hizo t'ot"' Féli* Guattari- habría
extremo hubiera sido evitar cualquier nombre. R. Merino afirrna -to*o
r65
,- ¡
Luc,rn lscóvor¡o. Po¡sÍe y socrEDAI) rN P¡rrnrr, [,¡rrr y M,lnrís¡z Jtnn Luis fVlarthrcz
que acotar que al lidiar con el lengrrajc (nrcdio esencialmente sig- una clesorientación que resiste la interpretación. Esra es una de
nificante), es imposible no trabajar con los .significados. las razones de por qué Ia crítica de La ntrcua ruouela suele expresar
Se puede decir que La Nueua nouch sc rcsiste a Lrna lectura sorpresa por lo singular del libro pero, asimismo, se limita a enu-
definitiva. Se puede argüir ¿r Ur¡rbcrto Eco- que merar esas curiosidades. Es extraño que Martínezhaya afirmado
-recurrienclo
es una "obra abierta", un texto radicalmentc ambigtro y fragmen- que "la lectura de mi trabajo ha sido muy lamentable hasta ahora'
tario que exige del trabajo hermenéutico del lcctor para poder ser (Poemas del otro 85), conociendo el anómalo funcionamiento de
asimilado. Se puede especular a [)clcrrzc y Guatta- su texto. Si el método consiste en el empleo de un procedimiento
ri- que es un tomo "rizomático", -recurricnrlo
vale dccir, clue no tiene un acreditado del cual se sabe el tipo de resultados que se va a tenet
significante que aglutine el libro, que su esrrucrura es descenrrada este libro pone en jaque el método hermenéutico, ya que la lectura
y que no aspira a representar aspecro alguno cle I¿ realidad. Se debe entregarse al laberinto, tolerar regresar al punto de partida,
puede pensar solamente a Dclcuze- que entre el ser incapaz de pronosticar los resultados, borrar las distinciones y
-recurriendo
exceso de significantes y los escasos y fugitivos significados, pasa emparejar las antítesis.
entre medio lo que el francés llamó con rigor esotérico "el senti- En estas páginas, por consiguiente, en vez de negar toda
do". Las menciones a Eco, Deleuze y Guattari pucden, además, posibilidad de interpretación, se intentará hacer un análisis formal
deslumbrar a los incautos, evirar un análisis más ciclic¿rdo y hacer del laberinto; se ensayará rastrear sus figuras, remas y mutaciones
más f;ícil y rápida la rarea. Es posible, cn roclo ceso, (lrle no sea lo hasta fo..nar series para lograr sacar alguna conclusión. A primera
más adecuado para este libro. vista, las series que organizan La nueua nzueld pueden ser de tres-';
Dos citas pueden ayudar en esre caso. L¿ prinrcra es del pro- tipos: a) series formales, b) series de personajes y figuras, y c) series '
pio autor: "lLa nueua nouela) es un libro bast¿rnrc inconsciente, de temas y conceptos. -/
pero a lavez, hay una vigilancia, no sobre la estrtrcttrra, sino sobre Las series formales se hacen parentes en la consistencia retó-
su funcionamiento" (Poemas del otro 8r). La segunda es de Carla rica y visual de las páginas. Por ejemplo, en los capítulos I
-"f{ss-
ti,
ll' Cordua: "Tál variedad de maneras produce un efecro acumulati- puestas a problemas de Jean Thrdieu"- y rr problemas
vo, pero no uno de tipo narrativo o argumenrativo" ("Variedad -"Cinco
para Jean Tárdieu"-, predomina el procedimiento de pregunras
poética de la negaciór" tt). La sobredeterminación semánrica, si y respuestas. En el capítulo 111 de aritmética"- está
bien es complementaria de una pobreza de signific,rdos, se refuer- -"J¿¡s.s
completamente dedicaclo a las sumas, restas, multiplicaciones y
za con la continua repetición, desplazamienro y permutación de divisiones con imágenes, palabras y concepros (ver reproducción).
formas, figuras y temas, las que hacen referencias entre sí. Esta La serie de retratos con sus respectivos comentarios es exrensa y
i reiteración de elementos o ideas no lleva a un desarrollo narrativo se reparte a través de las páginas'a. Cierto diseño de las páginas
o conceptual, sino a una serie de rastros o pistas que el lector va también es recurrente: título, epígrafe, imagen, palabras, notas; y
Íi
reconociendo, familiarizándose con ellas y buscando relaciones. hay textos organizados en enumeracioness5.
Este sería el "funcionamiento" de la estructura basado en la "re-
flexividad inrrarexrual": elemenros dentro del libro que se encade-
nan formando unidades. La se¡ie ¡etratos, muchos de ellos llamaáos"Portmix", se encuentran en las págs. 16,7t,86,98,
ro5, rz8, r4o. Otros ret¡atos se hallan en las págs.27,6o, 65, tt3, tt4, rz4.
La nueua nouela se pfesenta, entonces, como una especie
Págs. r5, 18, 58, 59, 6r, 70, 72, 73, Z+, 18, Z,¡,8r, 83, 87, 89, 90, 92, g+, C6, lg, ro8, ro9, rrr, rrz,
de laberinro semántico: las redundancias y variaciones producen rrt y 1)7.
t66
Juan lttis Martínez
y lvlanríNr:z
Luc¡p. lNcóltooo. PoesÍ¡ Y SoCIEDAD eN P,lrrn-t, L¡¡tN
noaeldT\' la poesía7e y
"Juan Luis Marfínei'76, el 1ibro77, La nueua
Las series de personajes y frguras flue se logran mediantc
la página en blancoso'
la repetición y el desplazamiento son importantes' sobre todo cada uno de estos elementos representa
una serte que es
y
po.q.r. ,..r*.l..t d"r .n parejas: Rimbaud y Marxt6' Beethoven (aunque este listado aspira a ser
y su Ia posible ubicar en La ntteua nouela
Ñapol.ór,", Hitler y Ta.ti" Savichss, Jean Tardieu paclre5e' las series pueden
exhaustivo, no se jacta de eso) ' Hipotéticamente'
nii':- y la vida ad.ritauo, la casa y Ia familia6', la desaparición' la y relevan en cualquier
ser infinitas ya que se tocan' t"iadtt'"t'
pe.secu.ión ylafuga6', el cuadrado y el círculo63' el perro
cle raza
explícita' la alusión se ca-
y punto: si bien una mención es siempre
io*-t...i.t el Gato de Cheshire'a 'Llicia65, entre. otras' inadvertida' Así' Ias conexiones y analo-
cien- i^.r.rt ^por pocler pasar
Las series de temas o conceptos frueden basarse en ideas dttt'"'iadas combinaciones o correspondencias
tíficas, como el espacio y el tiempo66; f,1osóficas67' como
la realidad ;r;;Ñi-,,..t., de transporte' en donde
y sus sistemas de signihcación (el lenguaje, la literatura' [a foto-
?;; i sentido del Metro como medio para armar
'gr^fi^,la "el hombre"6e .; p;ttbl. cambiar de línea y de dirección incluso)inconsciente-
pedagogíaf8; e¡<istenciales, como la vida y o
el afuer{o' la soledad y la un orden. El lector, por lo tanto' va consciente
ánf...,trdo , *, lr-i,.s (el adentro y conceptuales y
o sen- mente encontrando ist"s afinid"d'es -formales'
locura7l, el silencioT2, el inflnito73, la muerte y el más allá)74; la experiencia
"el autor"75' el nombre á. fig,r."r-, las que dan la impresión de ordenar
cillamente en temas autorreflexivos, como
*- ---
de lectura.
es que se pu1{e ir más
i^ conietura de las páginas siguientes
allá de esos tres tt"'dt'""iitttto'
bá'itos; que es posible hallar'
si no una cifra definitiva, al menos
un centro en torno al cual las
i6 Págs. 7, 27,46, 48, 5o, t7, 145, 117 '
difunden; una hiperserie que opera' al
fin' en el plano de
series se
to8-ttt, tlo-t;t. indagación
"rigrrifi.ados"' E'ta pt'edt ser Pro.puesta como una
57
Págs.
t8 Págs. rr3, Í+, n¡ t3z-111. io,
-t;ir*r7o
interPretacióru.7 lectura'
t9 El cap. I y II están <ledicados a Tardicu, 64-65' en los proble*)' d'' cotcoimiet'tto'
a la ciencia' la filosofía' la
Págs.27,16, Sg,6+-65,70,72-1' 79,86, tt1-tt4, 16' t77' Ella se despliega t"tJi"tttt referencias
60
64-65,72,90' t4-rr4' u6-tt7' tzo-tzr' t16-t17' t4z' la tapa y del lenguaje como el estilo
6l la contrataPa'
literatura; a través de procedimientos
Págs. 16, 38,
6l Págs. 16, 59, 6r, 76, 78,8r, 83, 87, 90, 99' ttz' 136' r44 y la contratapa'
(la plétora
6l Págs. 16, ttz-rr7 tz6, rz8, t13, t4z' neutral, el funcionamitttto dt la significación :tTT-
'
palíndromo de "logos") aParece en las págs' 8o-84' r24-r2.5'
r)7
aPuntando a sus límites (el sinsentido)' Lo
61
El Lt-t.rri.. Sogol ("sogol" es
e n la pág'
' ti.") p.irr.ipalmente,
i" p"tt"?ill" y .i .olofá.. Otros perros (p-""o"it nomb¡e ni raza) aparecen que se lleva a. cabo.no
"if.-r,,rí Ei G.to d. 'Ch.rhir. tt las págs' 78' rzl-rz1 y gatos sin identificación en las más notorio de este itinerario consiste en
io i "p"t"..
págs. 17-18, 47, 76-77
'
r17
' t44. solamenteatravésdesustemasyconceptos(significados),sino
del mismo libro como
que también a través del funcionamiento
6t
Págs. 86, io5 Y rz8.
los caps. I, II y IV además de en las págs- 76' 9o' u5-t6' tzz' tz8'
Esp..i"[-ent. e.
Jtf.ri.rr.i" de lectura; es decir' en su nivel performativo'
66
Págs. z7, 13, 57, 6o, 7o, 73' roi' rz\ tt6' tz9' t17 '
Págs. zr, 7r, 86' 98' to¡, 121' t+o, además de las solapas'
V,
69
Págs. zr, 39, 71, 7 6, tt6, tz3. tz6-t27, r29 -11o, r17' 47' 1
Págs. 16, 6o, 61-65, to9' 1t1-Í14' tzl' 76 págs. 4, 2o,77,87,91, rz4-tzt, r47.
Págs. 92, tt6, rz9- 77 Págs. 58, 59,6t' 65' 99'
72
Págs. 89, 92, 95, to8, tz6. 78 Págs. 11, tLz, rlg r47'
73
Págs. ro,rz, 78, ttz, tt4. tz6, r47. -' Págs.9r, 21.92, toz' rt6-tz7'
Págs. 29,3o,36,6o,65,96, tt3' tzt, tzz' tz1, tz6, tz7' uo Págs.49,86,87'
11
Págs. 6, 6t, 9o,84, 92, 91' 99' roz' rzz, tz6, t1o, t45'
169