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Juan lttis Martínez

Vrf{o, qú^ -Jto, L'-r V^.t {\! z

[r,i,r.
:üuu.oJ."
?rrÁ,
) ? c^,,L-t XNrnopuccrów a LIN LrBR'o rNCI-A'srFtrc'AEr-E

'?"r^ 'Ianto la vida como la obra de Juan Luis Martín ez (ry42-t991) tie-
,g*, 7
L.\u^ nen, contradictoriamente, rasgos radicales
y reservados' excéntri-
7\a,(t{yu< cos y nostálgicos. Talvezla contradicción
y la negación
-con
sLis

,igiorff iriplicaciones lógicas y psicológicas' literariasI-oy potíti-


que se
.^"r_ fuero*los motivos más persistentes de su trabajo.
públicas y publicitarias
suele llamar "la vida literaria", esas tareas
de cómo leer sus letras
que conforman a Lln "autor" y dan señas
anómala' Juan
y ef mismo, ft-re, en este caso, particularmente
" de una extensa
Luis M"rtínez cultivó un perfil bajo a la manera
a medios cle
y sirrg,-,l", performanc'' St' ttth"zo a dar entrevistas
de rnorir; su rcsi-
comunicación, que solo modificó un año antes
clencia en provincia (aunque no lejos
de Santiago); su reticencia a
su figura
,., foaogr"fiado, muestran una constante vigilancia soL're
cle un puña-
piUii."lr"nida de tintes morales y obsesivos' Dentro
irradiar una imagcn
do de declaraciones, afirmó: "Me complace
velada como Poeta; esa noción de existir
y no existir' de ser más
notar' no
lit.rr.io qr. ,."1" (Poemas del otro 6$' IHay que hacer
del parnaso local' cultivó
obstante, que lejos de ser un ermitaño
los testimc¡-
.o., for*riidacl entrañable la amistad' Son muchos
que' al visitarlo' lo
C§, ttt* nios de Poetas, escritores y modestos lectores
.rr.on,rrb"n dispuesto t;""it"' el desatendido arte
de la con-
V.i,f ovotvt-.t-^-,--sv'¿ (, veV f" f-r:ld. "
Li 0''o versación.
Además de poco clistribuida' su obra es
escasa' dispar e rn-
nouela (t977 ' reim'
trigante. El ,.",o ...r,rd es, sin duda, La nueua
de pequeña:I:t:itt]:::
f.!ria" en r985), volumen compuesto,
Lucar r¡qcóNao¡o. Poesín y socrEDAD sN P¡.nx.¡,, Lrr¡N v MenrÍNEz fitan Luis Martínez

agenérico titulado La poesia chilena GglB), qLre podría ser llamado extranjeras, cenáculos literarios, editoriales) sc ellcLtcntra la men-
con cautela "objeto poético" o "libro-ob.ieto". Además hay una co- tada "marginalidad" de la vida y obra de Jr-ran Luis Mrtrtíncz-.
lección de poemas y entrevistas diseminadas y editadas bajo el tí- La pregunta adecuada sobreviene entonccs: ¿lc itrtcrcsa a
tulo Poemas del otro (zoo) y una obra plástica de grabados, cajas y esta obra una inscripción social, histórica y literaria? O mrís lricn:
collages de corte dadaísta y pop. Finalmente habría una gran obra ¿qué tipo de inscripción intenta o logra? Por el morlclrto, cs [)()-
inédita que le fue prometido que sería destruida- per- sible asegurar que dentro del brumoso panorama polírico, social
-aunque
manece como tal. Un libro, un libro-objeto y algunos poemas es y literario, La nueua noue la se inserta sigilosa, alusivamente. Por
todo el material que se tiene para dar cuenta de la relación entre ejemplo, en las páginas iniciales del libro aún sin foliar, se en-
poesía y sociedad en la obra de Juan Luis Martínez. cuentra el texto "Dos dedicatorias encontradas por (el autor) en
La combinación de Lrna personalidad que evitó los necesa- un e.iemplar del libro de Miguel Serrano: Antología del verdadero
rios alardes del negocio literario y de una obra inclasificable, fue cuento en Chile"', en e[ cual el abr-rltado título tiene como nota al
suficiente para convertirlo en un poeta estrictamente marginal. pie: "'El clima psicológico que envuelve a Chile es denso y trágico.
Así lo atestigua el crítico Pedro Lastra al incluirlo dentro de una LJna fuerza irresistible tira hacia el abismo e impide que ningún
nómina curiosa de "poetas marginales", como si la poesía misma valor..."'. La alusión recóndita y política que prescinde de fechas y
no fuera suficientemente "marginal". tmbién Enrique Lihn, al de nombres, se encuentra comPensada con un dramatismo y una
reseñar la reimpresión de La nueua nouela, insistió: "Un libro que impotencia que pueden ser elocuentes. Sin embargo, el emplaza-
se inscribió en t977 y ahora en r98t, indudablemente como un miento como nota al pie de un extravagante texto que afirma ser
acto poético marginal, rompiera o no todas las formas tradicio- la copia de las dedicarorias de Miguel serrano (un escritor chileno,
nales de la poesía en Chile" (El circo eru llamas ry7). La escasa ridículamenre esorérico y nazi) al arcano conde de Keyserling en
circulación que ha tenido el libro por decisión del autor, se debe ry19 primero (año en que se desató la Segunda Suerra
mundial), y
también a su elevado costo, lo que, sin embargo ha potenciado el desptrés a Carlos Ugalde en 1949, deja confuso al lector en torno a
aura anómala de este tomo. su importancia. Asimismo, el colofón al final del libro admite en
Por todo esto, el intento de situar este volumen en sus cir- su primera frase: "Este libro fue escriro en viña del Mar entre los
cunstancias, ya sean de escritura, publicación y recepción, ha de- años 1968 y r97t..." (r49), lo cual es una referencia directa al con-
jado a sus intérpretes en una posición desconcertada. Las razones texto de escritura; pero aquellos años abarcan tres gobiernos desde
para este estupor son las esperables: por un lado se tiene el forza- el punto de vista de la conducción política: Eduardo Frei (tg6+-
do congelamiento del espacio público y los derechos ciudadanos, r97o), Salvador Allende $97o-t97) y la dictadura de Augusto Pi-
junto con la imposición de las políticas económicas neoliberales; nochet $97't99o). Por lo tanto, cualquier lectura políticarnente
por otro, las pretensiones formales y herméticamente políticas de simplista se encllentra socavada, o al menos, Puesta en duda'
la neovanguardia a través de la incorporación de la censura, des- Las muchas referencias, sugerencias y juegos de palabras
doblamientos y paranoias con sus áridas e inextricables alegorías. podrían deberse al compromiso del autor, más que Por su época,
Dentro de esta categoría, sin duda, es posible ubicar La nueua no- explícitamente por el lenguaje; más que por los referentes, espe-
uela. E incluso, al interior de la misma neoyanguardia, que a pesar cíficamente por la letra y la imagen impresa' Le interesa, según
de su relativa marginalidad fue aceptada y celebrada en las insti- sus propias palabras: "la aventura en el plano verbal, y la trasgre-
)^ 1^^ lDn,*¿" )el n¡n 6z) Trlan Luis
,---

Jrrnn l.uis Martinez


Luc.cn tl.Jcór.{ooo. PoEsía Y socIEDAD ¡N P¡rn¡, LItrN v M'¡'trríN¡z

la literatura, (El cir-


Martínez sería, entonces, Lrn autor de "vangtlarclia", o al menos género: todo libro depende exclusivamente de
"ro de Mijail
intenta afiliarse a ella de manera programática. E'.iemplos: la can- ,n lla*a178). O quizás, Ia inspiración fueron las ideas
"dialógico" por excelencia
tidad de referencias a aurores surrealistas y claclaístas europeos, B*.itir,, p"r".1 .url l" .to,ela es el género
.árrarrposición a los "monológicos" discursos portadores de
stt oposición radical a algún tipo de realismo, y su negación de
-.., y auttriclad y en contra de una idealización de la poesía-'
los géneros y cle la tradición como fucnte cle autoridad' Si uno verdacl
se apoya en la tipología de Peter Bürger sostienc que la ya que .11".rr.r.1r.í, gé.ttto', estaría abierta a diferentes registros'
-que siempre puede extenderse' y por
vanguardia histórica negó la institución del arte (su supucsta au- -or,.rri" que la r.pres"ntación (sociales y literarios) de manera
tonomía y sus categorías de artista, obra y espectador) con el fin último, combinaría sus elementos
y dinámica. Enfrentado al extraño y novelesco título
de
de conducir el arte a la vida-, la neovanguardi:r de los años 6o compleja
literaria'
y 7o cumpliría este programa crítico y deconstructivo, Pero se M^riín'rre, po.ible agtegaf que, en términos de historia
el mayor cle los
diferenciaría de aquella al descreer de cualqr.rier tipo de romántica la novela., .r.t gérr..JdJin'et'ción reciente -en
frente a los veinti-
unión inocente entre arte y vida (Foster zz). La obra cle Martí- casoi solameme tiene cinco siglos de existencia
en la actualidad se haya
nez, entonces, parece un libro que juega con la iclea cte libro, que .i"." i. f" *agedia y Ia poesía- aunque.
reflexiona lúdicamente con el lenguaje y sus cócligos, con la posi- convertido en la forma predominante de la literatura'
de medios
bilidad y la transmisión de conocimientos; y también, dcntro de Parte de .r," p..,,li"ridad se debe a la amplitud
propios y aje-
ese bosque de signos, intenta asumir cl contexto, incor¡ror:lndolo iconográficos y materiales que despliega:- dibr-rjos
y"foaograi'í", d" distinto estilo y calidad en su
reproducción'
e incorporándose a é1, haciendo menciones inclirectas, alusivas, .ror,
de origen
encriptadas, aunque no menos intempestivas. J" pl*aácia pedagógica, informativa o publicitaria'
épocas y luga-
Casi todas las reseñas de La nueua nouela comienzan por es- i.r.s.rutabl" o proatráaás masivamente' de variadas
tablecer lo primero clue resalta de este volumen: a peser de tener ..r, ""rtírti.or'; y ,rtrlg",es, etc' Las variopintas imágenes' además
obras de arte
todos los atributos de un libro (tapas, páginas, costttras) cs tln ente de ilustrar o embeilJcer el volumen (como algunas
y comple-
extraño. Sin duda, uno de sus propósitos más Patcntcs es el de di- o de direfro¡, cumplen distintas funciones: interactúan
se refieren'
ferenciarse, de resaltar, de ser reconocido único entre Llna serie de mentan los textos; son el centro al cual las palabras
(como el mismo
libros parecidos. Aquel alarde individualista se ve reforzado por su o extrañamente tienen una función decorativa
Ya sea inver-
" y genérico: La nueua nouela. En la "Nota z. El gato lenguaie. a veces, Parece [ener un uso incongruente)'
J título novedoso enmarcadas
i de Cheshire I" se afirma: "Las sorpresas con qtle ttno se va encon- tidas en blanco y negro, repetidas, referidas' cortadas'
la y las
o formando ,oilogri ,,, t""" "'tá equiparada
con palabra
I tra.rdo a lo largo de este texto están en armonía con la sorPresa que
indescifrables'
' el texto en sí mismo constituye para el lector, tras Lrn título tan des- relaciones que tejen son múltiples, y a veces'
y materialidad del libro
orientador en su sequedad" (tzz). Detalles como estos son los que P.osiguie.ráo esa línea, la visualidad
la
intenta funciones semánticas' La disposición gráfrca de
han hecho correr Ia tinta y el ingenio de los comentaristas. Car- "d.q"rri.i. sus márgenes'
la Cordua sentenció: "Es un libro deliberadamente inclasificable, página, .i.ito, perforados en ellas, su numeración'
la
con un título elegido para clespistar" ("Variedad poética de la ne- it iipo a. p"p.l, la tipografía, la tapa y la.contratapa' las solapas'
todo
gación" 45). Enrique Lihn, más cauteloso, a partir de la referencia pá¿iff" y.l .olofo',r,1ombre dá la editorial y su logotipo: to-
libro
a la alguna vez llamada "antinovela" de la nouueau romafl francesa, i., .ll" p".ii.ip, del juego' La nueua rtouela aspira a ser un
pueden
tal, saturado y...r"áo á sí mismo; ya que todas
sus partes
asegura que se intenta "repetir que un libro ya no Pertenece a LIn

r55
r54
Lucan rNcóuooo. Po¿sÍe y socrEDAD er.t P.r.nna, Ltt¡N v MenríN¡:z
Jttan Lruis lvlartínez

significar algo intenta que no exista algírn elemento suyo que est¿ En La nueua nouela destaca también la canticlad de collages.
"fuera del texto". QLrizás solo la página en donde se encuentra cl Los diferentes sistemas de significación (fotografías, dibujos, áx-
número de inscripción legal sea la única que se escape, pero cotn() to, diseño en la página) potencian la amplitud semánrica, creando
es únicamente una página, esto también puede significar algo. Esta una inusual interacción del lector semejante a la que propicia la
pretensión de totalidad queda reforzadapor las muchas referencirts experiencia publicitaria, aunque al contrario de ella, esta plétora
y alusiones que las páginas hacen entre sí, por la repetición de imrí- de signos únicamente ayuda a la indeterminación final del senti-
genes y procedimientos gráficos, por la consistencia del estilo y la do. El uso de la imagen parece acercarse a los rendimientos que
reincidencia de ciertos temas. Todos ellos forman series dispersas utiliza el arte plástico, en donde desde los impresionistas al me-
que el lector debe ir persiguiendo. Si bien esto no parece tencr nos, se viene haciendo hincapié en la marerialidad misma de la
nada especial todos los textos al tener implicada o implicar- imagen y la experiencia perceptiva en detrimento de la transmi-
-casi
les una unidad se les busca y encuentra redundancias temáticas y sión de significados.
formales-, las órdenes de moverse entre sus hojas entrc En "Retórica de la imagen" Roland Barthes constata la pa-
-como
la páginas 6¡ y g9 o a través del capítulo "Notas / referencias"-, radoja de que "unos piensan que la imagen es un sisrema de signi-
y las repeticiones certeras a las que se suma su indeterminación ficación muy rudimentario en comparación con la lengua, y oiro.
semántica, hacen de este volumen Lrn caso extremo. A la maner:r que la significación no es capaz de agotar la inefable riqueza de la
cabalística, no solamente todo puede significar en potencia, sino imagen" (rg-lo).Por suerre, Barthes tuvo la genrileza de elaborar
que también todo podría ser relacionado entre sí. sus ideas en "El mensaje fotográfico", de las cuales se reproducen
Esta obra es, entonces, un libro-objeto no solo porque leer, algunas a conrinuación. La diferencia fundamental de la imagen
r¡bservar y moverse por el laberinto de sus páginas sea lo exigido, con el lenguaje consistiría en que la reiación de la primera con lo
sino también porque esta totalización textual y estética hace de él denotado y el referente (o con el significado y el objeto) es análo-
otra cosa que un mero medio de transmisión de signos, frases y ga, mientras que en la segr,rnda es arbitraria. El dibujo de un árbol
estampas. Como ese exclusivo género llamado "libro de artista" con un árbol efectivo manriene cierto parecido: esta es la analo-
(libros hermosos, por lo general manufacturados y de ediciones gía; la relación de la palabra "árbol", en cambio, con un rronco
limitadas), el mismo objeto quiere ser una experiencia estética. con raíces en la tierra y ramas en el aire es totalmente artificial.
El libro-objeto clebe ser escrito pensando en la manera en qlre va La relación de una fotografia con su referente consistiría en una
a ser publicado, y asimismo, debe hacer de su misma fabricación "pura analogía", es decir, en un registro aparentemente objetivo
una escritura. Su estetización, es cierto, a yeces tiende a ser dema- sl ¡¡¡16e- que da cuenra de algo que estuvo ahí,
siado afectada; aunque en este caso no lo es, dado el consistente y -descontande
prescindiendo tanro de un código artificial como de una significa-
modesto uso del blanco y negro. Aun más, La nueua nouela con- ción clara. Por todo esro, la imagen fotográfica es eminenremenre
tiene objetos: un par de anzuelos pegados con una cinta adhesiva, polisémica, aunque al mismo tiempo necesita del lenguaje para
una bandera chilena de papel y un poema aparentemente chino. qLre este le'adhiera un sentido y pueda ser percibida socialmen-
Estos objetos ya no son solo sistemas cle significación lo te. Al leer La nueua nouela, el encuentro con estos dos retratos
-como
serían el lenguaje y la iconografía-, sino que se plantean como de Alice Lidell tomadas por Lewis Carroll produce la sensación
unidades materiales (cosas) que apuntan a la materialidad misma sorpresiva allá de las abstracciones de Barthes- de que el
del libro-objeto. texto altera-más
la percepción de la fotografia, de que se conrradicen

r56 157
-1

Jrtn,t Luis M,tttítt(¿


Lucan rNcóuooo: P-9usan:,ojPP1t] u* P'ruuvr' LItIr'¡
v Mrn'ríNr'z

l,a intertextualidad, como era de esperar' ha sido comentada


mutuamente y de que al contraclecirse no lgotan ni resumen
el
de esperar'
ampliamente por los críticos y reseñistas' Como era '
sentido de la imagen. borgiana sobre
Martínez y sus comentaristas arguyen una posición
Análoga a ias imágenes que sostienen una relación capri- 6o y 7o'
la lectura la literatura, o lo que cierta crítica francesa de los años
chosa con .il..rg,rrj.; similar a la experiencia lhclica de o lo
agrnpados a veces en la revista Tel Quel, llamó l'écritxl're" '
"
de su hermenéutica, la intertextualiclacl radical que se
lleva
e inútil el apelativo de
;'". :" inglés la academia etiquetó y difundió
con
a cabo pone a prueba las categorías usuales' EI autor no solo
no
':
p or rr lism" . Intentat'dt gtnt' alizar a autores a veces disí-
rrrrrírrm
escatim; en comillas, cursivas y frases en lengr'ras extranjeras que
trataríade una concepción de las letras que invierte
las
textos áil"r, ,.
suplementan al texto original, sino que también, a veces' los marxistas
concepciones humanistas y románticas, los dogmas
e
,. .o*po.t.n únicamente de citas. Al igual que Borges' Martínez
la impor-
irrcl,rso algunos hechos empíricos' Por ejemplo' reduce
,,.o, pr.r.rr," más citas de las que podemos reconocer; y como
él'
(denegando el
rancia delr roltrntrd.del srj.to sobre la escritura
.o.r .r, gesto de lúdica erudición, las inventa a veccs' o cla referen- entre el presen-
genio como orige.r) yififatiza el juego de escritura ¡
cias fakás y nos propone libros inexistentes''lhmbién afirmó
que
de Ia realidacl del
urino lejos de \íalter Beniamin- escribir un libro
i. y .l pasado; "*i.tor^ Ia función rePresentativa
deseaba
l.rrg**j. e insiste en su función performativa' retórica y estética;
-rd
en donde ningún texto le perteneciera' "Creo que los poetas solo lite-
yo .l.rí"1árir* la posibilidad de dar un sentido último a una obra
reescribimos palabras ya escritas Por otros' Al igtral clue Borges'
rariay inestabilidad y arbitrariedad de lqs signos; evita
pienso q.,. rro sería nadie sin mi biblioteca' (Poemas del otro 71)' "nf^rii^la
utilizar referentes transcendentales y mayúsculos no contamina-
i'o. .rro, es difícil saber cuándo se está frente a un "texto original" (el Hombre' Dios' la
dos por el lenguaje, la historia y el tiempo
o a una cita, una imitación, una paráfrasis. una rccscritura' un
co-
y reitera
una mención' una Hisária, el Prágreso, la Razón, la Nación' la Eternidad)'
mentario, una glosa, un plagio, un homenaje' jerárquicas
que ellos solo Jon.isten en un juego de oposiciones
alusión, .r.t, ,.á.r..ión o una versión' De hecho, también la críti- se basaría en
"propio" al igual CItabl.cido, por los textos' La autoriclad' entonces'
ca misma <lebe preguntarse si debe tratar un texto de libro con
repeticiones y ..t .it", citadas' Las asociaciones
este
que uno "ajeno", qué hacer cuando descubre origen de cierto
el (y algunos teóricos
los paladines postestructuralisras de l'écriture
firgrrr..rto qu. c..í" "original" de Martínez o cómo proceder para están escritos en La nueua
...ánor) no es en vano' Sus nombres
no"reducirse a descubrir citas y elaborar un listado con ellas. sin mayor
nouela¡ por lo tanto, ella se suscribe a ellos' al parecer'
Al igual que las imágenes de procedencia diversa son digeri-
dirt".rá" y como fuente de autoridad textual y cultural' A saber'
F'
das sin ,.Ji..rr.i", los textos ajenos se funden con los propios'
Las
cle Saussure, M. Foucault, R' Barthes, M'
Blanchot' G' Deleuze' F'
discontinuidades mencionadas anteriormente (epígrafes, notas,
práctica
Guattari (con el cual llegó a conversar una vez) y aquella
tipografías, textos divididos en secciones con números o letras)' listado
de lectura llamada "1, J..ot"t'ucción'' Hoy en día este
,ÁrrÁ lo propuesto por Barthes en torno a la relación entre ima- de teoría literaria' pero
" puede aparecer como un curso completo
gen y text;, p.r"d..t i.r .quip"."das con las citas: se ¡ote¡ci1
1o
ir, años de escasas traducciones y aun menor circulación
ir"g-.rr,"rio y lo alusivo, pero no la claridad semántica' La des-
"q,r"il",este elenco debió parecer portador de un saber ávido y
de liüros
coiterturliración y recontextualización es la estrategia dominante esa bibliogra-
exclusivo. A la distancia, hoy nos podría parecer que
para confundir el sentido, ya que se borran las huellas del origen intelectual, ya que
fía es parte del movimiento de "modernización"
y el fragm.nto queda "suspendiclo" en el papel al no saberse con
i-po.t, las últimas novedades francesas y las hace circular'
qué iba encadenado.

t59
1<a
LIurq,:14*'y,'a __J',*4y4r,!l::
Luc¡.n tNcói,tooo. Ponsíl Y socIE'DAD r'¡¡ P¡nru'

percatarse de lo poco que reconoce'


en contraposición con el au-
inútil tanto transcribir como clasifi'car toclos
Sería ilusorio e de otros' Es de
Sin cs tor implícito qrrá ti..,. dominio absoluto de ellos y
los nombres propios qlle se encuentran en este volumen' que esto conllevará a
excluyentes' espera; que Lihn y Lastra exageren al sugerir
perar hacer trru iir,, .L*pl.t" ni aspirar a categorías "1" ..d.ri.ión voluntaria del corpus de lectores";
no obstante' esos
músico del siglo xrxrs;
es posible mencionar: po.,,,, artisras y un cofradía como la de
po.* ,".a.t llamados a "integrar un tipo de
po.,r, y artistas del sigL xx de afiliaciones. disímilesse; surrealistas' ior r"bio. deTlon' (g)'J'L'Borges -otro que
regó slls páginas
,r".rg.,^.dirail y ,i-p"-tirantes40 cercanos al absurdo y al nonsenseat; de construir un libro
de nombres- 5q5¡is¡s que en Ia ambición
,r"rádo..r,o' á1órofor, ensayistas y académicos43; seres excéntricos al "delibe-
figuras .b.olu,o que incluya a todos los demás se ha recurrido
y místicosaa; matemáticos"'; autores orientalesa6; algunas apariencia de eter-
de comunicación dc ,"do -r.r.;o de anacronismos, para forjar- una
de la historia europeaaT; figuras de medios y
artistas latinoamerica- iá"¿" (Olbra, com?lettts I z+g)' L^ obra de Joyce' Eliot' Poundcon
masas48; parientes del autor"e. Los autores y nouela contrasta
habrí¿ el autor argentino serían ejemPlos' La nueua
,ro, o .hil..ros mencionados son muy pocos50; en cambio' de los nombres recién
repetida- estos célebres escritores porque la mayoría
que hacer hincapié en dos figuras tutelares que aparecen
son "modernás", ts decir' pertenecen al siglo
xrx y § y
mente: Jean Tardieu y Lewis Carroll' "g..rp"do, (también
.í.r, p.ir,.ipalmente, de Francia, Inglaterra y Alemania.
La razón de la futilidacl de esta lism se debe a las citas no las aspira-
han ve- fr"/á"r.t'ori".,.t"1.,, Pero en menor medida)' Quizás
reconocidas explícitamente que diferentes comentaristas en
.iár., vanguardistas cle Martínez lo lievaron a concentrarse
rificadotl. Las citas, referencias y dedicatorias no solo son pertur- Rubén Darío y Borges' Myinez
ese lapso y""r", ,tr.iones' Como
badoras por su cantidad y sus diferentes lenguas' sino además'.por la llamada "tradición"
escribe con el rostro hacia Europa' hacia
.l de "autoridad" que producen en el lector' el cual debe
"f..to li,.r"ri"occidental,ycomoellosescribiódesdelosmárgenes(des-
;;ri*.., y desde de"tro) de Occidente52' A pesar de 1o anterior'
la nación y sus flguras'
también en Martínez existe un trabajo con
apli-
rs G. de Nerval, A. Rimbaud, S. Maliauné, R. Browing, F Hólderlin,
Goethe, Fatin-Latour' L' v'
ilr 0"" ."""deró Ángel Rama sobre Rubén Darío puede ser cultura
de la
Beethoven.
S' Eliot' \(/ H r\uden' G Benn' P Celan' ."dá , Martínez: "Toi* su concepción universalista
i, P Valér¡ Saint -John Persc, W. B. Yeats, E' Pouncl"I' su tiempo podían reconocer'
il Picasso, D. OPPenheim. es, en un grado que ni él mismo ni
A. ton, Ivl. Duchamp, R. Margritte, F Picabia' S Dalí'
Bre
R Caillois' J Tardieu' R' Crevel' la de un hirpr.to"-tricano, y la de un hispanoamericalo en una
il L. Crrroll, E. I-ea¡, S. Beckett, E' Ionesco, C' Morgenstern'
cleterminada y muy precisa circunstancia
históricd' (Rubén Darío
41
El Marqués de Sade, lv{. P¡oust, R' Roussell, A Soljenitsin'
4l Herácltio, Platón, Sócrates,'l'. Hobbes, Hegel, K Man' F Engels'
K Jaspers' P de Massor' yelmodernismorc). . francés
r ._/ de
r^n^-/
Darío
Etiemble, G.
-fhomson, C. Connol¡ M Gardne¡ U' Eco
Otra diferencia de Martínez con el aPetito
V' Reich' ser acuñada en estas otras
Meister Eckhart, Conde dc Keyserling,
y el barroquismo docto de Borges puede
44

45
Gauss, C- Dogdson. F. le Lio¡nais'
46
So«rba Komachi, Yoko Ono, el lao -fhe King, Shen-hsiu' llui-neng' citas (la Primera es de r985):
47
Napo[éon, ]{itler, Cohn-Bendit.
4A
Fan¡omas, Superman.
49
Isabel Holge r Dabadie y Luis Marrínez Villablanca'
de la misma
i0 A. Pizarnik, J. Lezama Lima, M. Serrano, P' Neruda' F Schwartzmann' 52 Un historiador escribió recientemente' al parecer sin.ironía: "Descontando dentro
-M Stevens' N Frye' A- Dtrrero' C' Baudelaire' C' * le olvida incluir a la región en su list¿ de países
5l L. Aragón, T. S. Eliot, E Lihn, N' Parra, América Latina, a Ia gente t':ttti¿tt*fi
deben quedar varias pcr
t^.t.t?.¿, ]. Cortázar, S. Dalí, U. Eco, C' Lévi-Strauss Y sin duda' -i.-bro, de'Occidentc"'(Fernandez-Armesto zoz)'
encont¡at.

11,1
Juatt Lttis Martínez
[.ucen rNcótrtooo. Popsín Y socIEDAD ¡-¡l lhnu'r, LtrtN v M'\tuíNEz

me pertenezca
prlabra, es hacer LIn trabajo, una obra' en la que no
La apropiación, sin embargo, de los cliscttrsos erjcnos' orales o
,-rir-rgun, sola línea casi, árticulando
en un trabaio largo muchos
escritos, ha sido uno de los procedimietrtos básicos de uso en
Chile en los últimos veinte años, del quc nos hct¡os scrvido ya fr"g,r-t.rrtor" (Poemas del otro 8z)'
-
L^ página 46 (vet reproducción) de La nuead
nouela' de
sin más trámites. Lo que tiene de particularmentc in<¡ttietante como el arte poética
L¿t nneua nouela es la proliFeración cle un sujcto rnírltiplc quc
se títLrlo "El oñcio del poeta", átbt ser tomada
y su ubicació.n en la
atomiza en la medida de la discontinuidacl de los nratcriales que dcl libro, al menos por dos razones: su título
(de mala
toma de todas partes y el vacío que así abrc entrc csos congelados p"r,,ilti-, página. É,t tt*to consiste solo en el facsímil En esta
caliclad po, copias) de una carta de Ezra Pouncl'
,*.rit'"s
islotes de sentido.
que sus Cantos no
.r."rp.r"d, misiva Pot"'á explica a un guardián
afirma' entre otras
(Lih¡ ['l circo tn llarnns ry9) ,o, or..rro, ni contienen mensajes secretos y le "sirven
;;, q*" 1". muchas citas contenidas en su obra poética
intentar
p"r, *io.a"r al lector que no nacimos ayer"' Junto con
LaimposibilidadcleprecisareIpuntotleinrcrscccir,lrlclelaslí- _-vía un Pound encar-
neas que constituyen esa trama [que constitttye cl e tnplaz-arnien-
fundamentarse como b,i,l1,,,,, Martínez
su obra a la
to del sujeto en los textos] ..l"do por colaborar con el fascismo- liga además (Aunque
ii..".i", apunta a la relación entre estética y política'
aquello, ., d. .rp.r"r, no implique que
Martínez §ea simpatizante
(t.ihn y Lastra 8)
fascista). Otro e.iemplosignihc"ii'o puede encontrarse en el nom-
de i" .ditorid qut para poder publicarse' ya
Mlttí"ez fundó
Resumiendo: sujeto múltiple, suieto atomizaclo, sLljeto dis- bre
'q-ur-in
gregado. ¿Puede aquello ser llamado toclavía un strjcto? Así como
ruru norcio, complejo y oneroso,volumen' no encontró
nombre que sería
i" id..rtid"d de un esquizofrénico sería establecicla, en última .'.o, .. los editores lot^lt'' Éditio"t' Archivo'
publicara los
instancia, por su cuerPoy su identificación legal, la trnidad de .il¿..tr"¿o para la editorial de una biblioteca que
La nueua nuueld de citas- podría deberse' en caso tomos y manuscritos que atesorara53'.
-dispersión Para tratar del sujeto habría que hacer u-na rápida
.l tt*"
extremo, a dos tapas y un lomo, derechos de autor y un par de Respecto al-sujeto' o
procedimientos formales revisión Para no generar malos entendidos'
los sujetár, l" t.oií" literaria proPone
distinguir t"Ttjl escrito!
Debe estar claro que uno de esos procedimientos consiste y "el autor"' Ei primero
en, como suele ser notado, el bricollage, siendo el bricoleur el que los hablantes o personajt' dt loi textos
con su pasado y sus in-
los produce. claude Lévi-strauss definió el bricollage
*a raiz del viene siendo el hombteie carne y hueso'
inconsciente y su publicidad' inserto
en LIn medio
,,pensamiento salvaje"- como una obra fabricada indiscrimina- tenciones, su
Lo' h"bla"tts poéticos y ficticios' los
drrrr.rr,. con lo que se tiene a mano, con elementos disímiles de social histórico y político'
procedencia incierta, naturales o elaborados, vírgenes o incom-
pl.,or, utilizados o trozados. La obra, entonces, consiste en ia
acumulación y la mezcla de ellos trastocándolos de función. l-a ffinal..CoIecciónarchivo5''que,reuniendoorganismos
estatales e internacionales, #;;;;;;-;;"'
Jito"' d".dott p'í"t' hr publicado múlri-
literatura, qr-rizás, sería un gran bricollage' En r99r le dijo Mar- l"tino"ttricanos clel siglo XX" De más
está
ples, exhaustivos y gruesos t";;;;;'it' editorial' se
tínez a Félix Guattari: "Ahora, mi mayor interés es Ia disolución d" o"o'.libros que comparten su sello
recordar que ni la "lá'itos
""o 'oii)"" 'ipuñ'do
en aquél catálogo internacional'
..-*.^tjt .o.,.*plados
absoluta de la autoría, la anonimia, y el ideal, si puede usarse esa

t63
.fuan Luis Martínez
L.,glll.!gy-o"!.Igryig::s'':f =r,fry"' !'"Y ttigliy¡
'A la relativización de la autoría se añade la relativi-
personajes de los textos, son los sujetos de enunciación que se t[cs-
con astucia:
mediante la presencia de
prenden de la misma escritura. (El sujeto de enunciación zactóndel propio Proceso de anulación
en La nueua
-cortt<r
el del enunciado- se suele sostener, no es unitario en un libro ya
io, p"re"*ris" ("Las esPectativas tsid de recepción
-noitode
ei' 11J)' La palabra "autor"' cada vez
que este, generalmente, se compone de muchos cuasi o intra-clis- Juan Luis Martín
el libro' está puesta entre paréntesis'
cursos, una polifonía de voces). Y entre el escritor y los personajcs ;;" ;p-;" mencionada en fuera la de ser un bricolewr' Incluso '/
se encuentra la figura del autor. Esta figura fue desarrollada por como si su certeza solamente
ya que en cicr-
Michel Foucault en su tex,to "¿Qué 9¡ un autori.ll, y se configuraría h", ,nrror., deformaciones del rlombre del autor' (páginas
;í;ó* su nombre aPafece como
"Jxuar de Dios" 7o' '
tanto en la escritura misma (ei autor implícito) como en la sttttl¿r "cigne" "signe" (cisne y
de los textos que hacen una obra (las relaciones que sostienen los
ii i i¡',¡"rando con las palabt"''t11d" ,y
ia. literari a' Incluso cuando J uan
Iibros entre sí) y las acciones del escritor (sus declaraciones públi- ;ir;;;' ; ll;.,r,r""do p'o
"' "d"'c escribía "(Juan Luis Mar-
iii, rr¿"r.i.r ezHolger fi?^"b" sus libros
cas, sus viajes, etc.). EI nombre del autor representa la marca clc mano afirma-
origen de ciertos papeles que poseen la condición de "obra litcra- ¡^rr»' I "(Juan d.biot Martínez)" y con su propia y el escritor'
los hablantes
ria", que les da cierta unidad a todos ellos, que fterua la nranera ü" .1';,.,.go"de distancias entre el autor'
de un texto literario sin
de leer y valorar su obra, de cómo interpretar a sus personajcs y
H¿i.frlf ío.r.".rlr, al tratar la posibilidad
de un accidente o de una
autor, escribió: "Y si, torno tot"ttuencia
hablantes. El uso de pseudónimo, más extendido en otra épocrr, anónimo' ensegui-
explícita del autor, nos llega un texto
hace notar esta distinción entre literatura y vida, entre letra y lcy. ".i*ír"¿ literario no nos es
A[ inicio cle estas páginas, se esbozó Ia figura reticente clel a" .i ¡".g" is descubrir al autor' El anonimato
en tanto que enigma" (3+o)'
escritor Juan Luis Martínez. Se enumeró someramente su obra y *"i"U[t solo lo aceptamos
se delinearon tan solo los rasgos más notorios de sus textos. [.o
anómalo de su obra requiere detenerse en cuestioncs que en otl'os
casos serían triviales. Por ejemplo, la portada (ver reproducción).
Sobre la imagen de una fotografía con mala resolu-
-ampliada Er saesR. DE LA LECTUR'A' Da I-'s NUEVA NowLA
ción- de unas casas a medio derrumbarse a causa de un terremo-
to, se leen dos nombres: "(Juan Luis Martínez)" y debajo "(Juan de del siglo >oc se liberó sin
Así como un gran sector del arte plástico
Dios Martínez)". Esta información desconcertante se advierte en el sugiere' alude' aca-
lomo, la portadilla y en La poesía cbilena. Como si estos dos nom-
."ip" aa d.bi d. rePresentar' La nueua nouela
so alegoriza, p.ro;"*á' intenta
nombrar lo real' A pesar de.que el
bres representaran Lrno al escritor (Juan Luis Martínez) y el otro al "significar" mencionan ideas' se
la referencia religiosa**, iiUro Jn su totali.lad aspira a -se
autor (Juan de Dios Martínez) elementos-' no van uniendo
puntualizan temas, " t"'"-blá
se
-¡1S¡s5s
este juego sostiene una pluralidacl (Juan Luis{uan de Dios), pero de manera
recuerda que la raíz es la misma (Martínez). Además, sugiere la
i,r, .o.r..p,os, los temas no Parecen ir agrupándo¡e uni-
una lógica' Quizás
coherente, los elementos no muestran 'la
poca importancia de ambos, Ios aísla (cada uno en su propio parén- procedimien-
dad de La ntteua nouelapodría deberse a "un par de
tesis), e intenta negar sus existencias válidas como el origen de la reconoció que él trabajaha,más
tos formales". Juan Luis Martínez
obra (tachado). Los nombres aparecen, de esta forma, doblemente (Poemas del otro
desdeñados, pero así y todo se exhiben en la tapa: un caso aún más
;i.; .;" tos significantes que con los significados
8Z). Sin embargo le hizo t'ot"' Féli* Guattari- habría
extremo hubiera sido evitar cualquier nombre. R. Merino afirrna -to*o
r65
,- ¡

Luc,rn lscóvor¡o. Po¡sÍe y socrEDAI) rN P¡rrnrr, [,¡rrr y M,lnrís¡z Jtnn Luis fVlarthrcz

que acotar que al lidiar con el lengrrajc (nrcdio esencialmente sig- una clesorientación que resiste la interpretación. Esra es una de
nificante), es imposible no trabajar con los .significados. las razones de por qué Ia crítica de La ntrcua ruouela suele expresar
Se puede decir que La Nueua nouch sc rcsiste a Lrna lectura sorpresa por lo singular del libro pero, asimismo, se limita a enu-
definitiva. Se puede argüir ¿r Ur¡rbcrto Eco- que merar esas curiosidades. Es extraño que Martínezhaya afirmado
-recurrienclo
es una "obra abierta", un texto radicalmentc ambigtro y fragmen- que "la lectura de mi trabajo ha sido muy lamentable hasta ahora'
tario que exige del trabajo hermenéutico del lcctor para poder ser (Poemas del otro 85), conociendo el anómalo funcionamiento de
asimilado. Se puede especular a [)clcrrzc y Guatta- su texto. Si el método consiste en el empleo de un procedimiento
ri- que es un tomo "rizomático", -recurricnrlo
vale dccir, clue no tiene un acreditado del cual se sabe el tipo de resultados que se va a tenet
significante que aglutine el libro, que su esrrucrura es descenrrada este libro pone en jaque el método hermenéutico, ya que la lectura
y que no aspira a representar aspecro alguno cle I¿ realidad. Se debe entregarse al laberinto, tolerar regresar al punto de partida,
puede pensar solamente a Dclcuze- que entre el ser incapaz de pronosticar los resultados, borrar las distinciones y
-recurriendo
exceso de significantes y los escasos y fugitivos significados, pasa emparejar las antítesis.
entre medio lo que el francés llamó con rigor esotérico "el senti- En estas páginas, por consiguiente, en vez de negar toda
do". Las menciones a Eco, Deleuze y Guattari pucden, además, posibilidad de interpretación, se intentará hacer un análisis formal
deslumbrar a los incautos, evirar un análisis más ciclic¿rdo y hacer del laberinto; se ensayará rastrear sus figuras, remas y mutaciones
más f;ícil y rápida la rarea. Es posible, cn roclo ceso, (lrle no sea lo hasta fo..nar series para lograr sacar alguna conclusión. A primera
más adecuado para este libro. vista, las series que organizan La nueua nzueld pueden ser de tres-';
Dos citas pueden ayudar en esre caso. L¿ prinrcra es del pro- tipos: a) series formales, b) series de personajes y figuras, y c) series '

pio autor: "lLa nueua nouela) es un libro bast¿rnrc inconsciente, de temas y conceptos. -/
pero a lavez, hay una vigilancia, no sobre la estrtrcttrra, sino sobre Las series formales se hacen parentes en la consistencia retó-
su funcionamiento" (Poemas del otro 8r). La segunda es de Carla rica y visual de las páginas. Por ejemplo, en los capítulos I
-"f{ss-
ti,

ll' Cordua: "Tál variedad de maneras produce un efecro acumulati- puestas a problemas de Jean Thrdieu"- y rr problemas
vo, pero no uno de tipo narrativo o argumenrativo" ("Variedad -"Cinco
para Jean Tárdieu"-, predomina el procedimiento de pregunras
poética de la negaciór" tt). La sobredeterminación semánrica, si y respuestas. En el capítulo 111 de aritmética"- está
bien es complementaria de una pobreza de signific,rdos, se refuer- -"J¿¡s.s
completamente dedicaclo a las sumas, restas, multiplicaciones y
za con la continua repetición, desplazamienro y permutación de divisiones con imágenes, palabras y concepros (ver reproducción).
formas, figuras y temas, las que hacen referencias entre sí. Esta La serie de retratos con sus respectivos comentarios es exrensa y
i reiteración de elementos o ideas no lleva a un desarrollo narrativo se reparte a través de las páginas'a. Cierto diseño de las páginas
o conceptual, sino a una serie de rastros o pistas que el lector va también es recurrente: título, epígrafe, imagen, palabras, notas; y
Íi
reconociendo, familiarizándose con ellas y buscando relaciones. hay textos organizados en enumeracioness5.
Este sería el "funcionamiento" de la estructura basado en la "re-
flexividad inrrarexrual": elemenros dentro del libro que se encade-
nan formando unidades. La se¡ie ¡etratos, muchos de ellos llamaáos"Portmix", se encuentran en las págs. 16,7t,86,98,
ro5, rz8, r4o. Otros ret¡atos se hallan en las págs.27,6o, 65, tt3, tt4, rz4.
La nueua nouela se pfesenta, entonces, como una especie
Págs. r5, 18, 58, 59, 6r, 70, 72, 73, Z+, 18, Z,¡,8r, 83, 87, 89, 90, 92, g+, C6, lg, ro8, ro9, rrr, rrz,
de laberinro semántico: las redundancias y variaciones producen rrt y 1)7.

t66
Juan lttis Martínez
y lvlanríNr:z
Luc¡p. lNcóltooo. PoesÍ¡ Y SoCIEDAD eN P,lrrn-t, L¡¡tN

noaeldT\' la poesía7e y
"Juan Luis Marfínei'76, el 1ibro77, La nueua
Las series de personajes y frguras flue se logran mediantc
la página en blancoso'
la repetición y el desplazamiento son importantes' sobre todo cada uno de estos elementos representa
una serte que es
y
po.q.r. ,..r*.l..t d"r .n parejas: Rimbaud y Marxt6' Beethoven (aunque este listado aspira a ser
y su Ia posible ubicar en La ntteua nouela
Ñapol.ór,", Hitler y Ta.ti" Savichss, Jean Tardieu paclre5e' las series pueden
exhaustivo, no se jacta de eso) ' Hipotéticamente'
nii':- y la vida ad.ritauo, la casa y Ia familia6', la desaparición' la y relevan en cualquier
ser infinitas ya que se tocan' t"iadtt'"t'
pe.secu.ión ylafuga6', el cuadrado y el círculo63' el perro
cle raza
explícita' la alusión se ca-
y punto: si bien una mención es siempre
io*-t...i.t el Gato de Cheshire'a 'Llicia65, entre. otras' inadvertida' Así' Ias conexiones y analo-
cien- i^.r.rt ^por pocler pasar
Las series de temas o conceptos frueden basarse en ideas dttt'"'iadas combinaciones o correspondencias
tíficas, como el espacio y el tiempo66; f,1osóficas67' como
la realidad ;r;;Ñi-,,..t., de transporte' en donde
y sus sistemas de signihcación (el lenguaje, la literatura' [a foto-
?;; i sentido del Metro como medio para armar
'gr^fi^,la "el hombre"6e .; p;ttbl. cambiar de línea y de dirección incluso)inconsciente-
pedagogíaf8; e¡<istenciales, como la vida y o
el afuer{o' la soledad y la un orden. El lector, por lo tanto' va consciente
ánf...,trdo , *, lr-i,.s (el adentro y conceptuales y
o sen- mente encontrando ist"s afinid"d'es -formales'
locura7l, el silencioT2, el inflnito73, la muerte y el más allá)74; la experiencia
"el autor"75' el nombre á. fig,r."r-, las que dan la impresión de ordenar
cillamente en temas autorreflexivos, como
*- ---
de lectura.
es que se pu1{e ir más
i^ conietura de las páginas siguientes
allá de esos tres tt"'dt'""iitttto'
bá'itos; que es posible hallar'
si no una cifra definitiva, al menos
un centro en torno al cual las
i6 Págs. 7, 27,46, 48, 5o, t7, 145, 117 '
difunden; una hiperserie que opera' al
fin' en el plano de
series se
to8-ttt, tlo-t;t. indagación
"rigrrifi.ados"' E'ta pt'edt ser Pro.puesta como una
57
Págs.
t8 Págs. rr3, Í+, n¡ t3z-111. io,
-t;ir*r7o
interPretacióru.7 lectura'
t9 El cap. I y II están <ledicados a Tardicu, 64-65' en los proble*)' d'' cotcoimiet'tto'
a la ciencia' la filosofía' la
Págs.27,16, Sg,6+-65,70,72-1' 79,86, tt1-tt4, 16' t77' Ella se despliega t"tJi"tttt referencias
60

64-65,72,90' t4-rr4' u6-tt7' tzo-tzr' t16-t17' t4z' la tapa y del lenguaje como el estilo
6l la contrataPa'
literatura; a través de procedimientos
Págs. 16, 38,
6l Págs. 16, 59, 6r, 76, 78,8r, 83, 87, 90, 99' ttz' 136' r44 y la contratapa'
(la plétora
6l Págs. 16, ttz-rr7 tz6, rz8, t13, t4z' neutral, el funcionamitttto dt la significación :tTT-
'
palíndromo de "logos") aParece en las págs' 8o-84' r24-r2.5'
r)7
aPuntando a sus límites (el sinsentido)' Lo
61
El Lt-t.rri.. Sogol ("sogol" es
e n la pág'
' ti.") p.irr.ipalmente,
i" p"tt"?ill" y .i .olofá.. Otros perros (p-""o"it nomb¡e ni raza) aparecen que se lleva a. cabo.no
"if.-r,,rí Ei G.to d. 'Ch.rhir. tt las págs' 78' rzl-rz1 y gatos sin identificación en las más notorio de este itinerario consiste en
io i "p"t"..
págs. 17-18, 47, 76-77
'
r17
' t44. solamenteatravésdesustemasyconceptos(significados),sino
del mismo libro como
que también a través del funcionamiento
6t
Págs. 86, io5 Y rz8.
los caps. I, II y IV además de en las págs- 76' 9o' u5-t6' tzz' tz8'
Esp..i"[-ent. e.
Jtf.ri.rr.i" de lectura; es decir' en su nivel performativo'
66

Págs. z7, 13, 57, 6o, 7o, 73' roi' rz\ tt6' tz9' t17 '

Págs. zr, 7r, 86' 98' to¡, 121' t+o, además de las solapas'
V,
69
Págs. zr, 39, 71, 7 6, tt6, tz3. tz6-t27, r29 -11o, r17' 47' 1

Págs. 16, 6o, 61-65, to9' 1t1-Í14' tzl' 76 págs. 4, 2o,77,87,91, rz4-tzt, r47.
Págs. 92, tt6, rz9- 77 Págs. 58, 59,6t' 65' 99'
72
Págs. 89, 92, 95, to8, tz6. 78 Págs. 11, tLz, rlg r47'
73
Págs. ro,rz, 78, ttz, tt4. tz6, r47. -' Págs.9r, 21.92, toz' rt6-tz7'
Págs. 29,3o,36,6o,65,96, tt3' tzt, tzz' tz1, tz6, tz7' uo Págs.49,86,87'
11
Págs. 6, 6t, 9o,84, 92, 91' 99' roz' rzz, tz6, t1o, t45'

169

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