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Juan l..uis Mariínez


Luc,q.nrNcóvloDo, PoEsíAYsocIEDAI) nu ['¡ltH¡, LlIrN Y I\4A(rÍNrz

clc su propio canto


c. Los pá.iaros encierran el significado
La segunda serie (que será revisacla cn c[ próximo capítulo)
cn la malla de un lenguaje vacío;
se basa en figuras liminales: la casa it la ruu'iórt, la dcsaparicióru 7 e irrompible'
malla que es a un tiempo transParente
la política. La casa es tanto el escenario clc las rel¿rciones familia-
.., origen de la identidad psicológ[6x- 6111116 el principio entre cada canto
-.1 d. Incluso el silencio que se produce
según el cual la sociedad se reproduce. Adcr¡ás, los rnisteriosos
es también un eslabón de esa
malla' un signo' un momento
habitanres del poema "La desaparición cle una felnilii' parecen ser a sí misma'
del mensaje que la naturaleza se dice
emblemáticos de una pérdida que será intcrprctacla como política
o, al menos, nacional, como sugiere La poesía chile n't' La política, de los pájatos
e. Para la naturaleza no es el canto
o más bien las relaciones enrre arre y polítice, son las relaciones humana' sino el silencio'
ni su equivalente, la palabra
que se despliegan a partir no solo de RimLraucl y Marx, sino tam- por objeto
el que convertido en mensaje tiene
bi¿n , partir del último capítulo clel libro: "lipígrafc para un libro la comunicación
establecer, prolongar o interrumpir
condenado: La política'. Ambas figuras consisren cn relaciones
para verificar si el circuito funciona
del sujeto y los otros (el adentro y el afuera).
y ,i ,".l*.,ttt los pájaros se comunican entre ellos
La primera serie sobre el saber de la lectur:r poclría comen-
los y a través de los oíclos de los hombres
zarse con la comprensión e interpretación clc los collages
y sin que estos se den cuenta'
textos, e[ lenguaje y los sujetos que se clesprcndcn clcl libro' Fl
mismo estilo de la obra de Martínez comPone el primer encade-
Nota:
namiento de formas, figuras y temas. I)e particla, se sttele pensar
Los Pájaros canten en Pajarístico'
que esta 6[¡¿ encerrada en sí misma, rctrosante de
-5¿¡1¡rada, pero los escuchamos en esPañol'
referencias- es más narcisista que representativlL o sirnbólica, ya
(Ei esPañol es una lengua oPaca'
que parece un juego semiótico estrictamente liter¿rrio, una especie
con un gran número de patabras fantasmas;
á. *ir".ro paralelo. El texto "Observaciones rclecionadas con y sin palabras)'
el pajarístico es una lengua transParente
la exuberante actividad de la 'Confabulación fonética' o 'E'l len-
guaje de los pájaros' en las obras de ].-P. Brisset, R' Il'oussel, M' (La ntteua nouela 89)
Llrr.hr-p y otros" sugiere otra arte poética, ya qLrc el canto de
las aves es similar al discurso poético más centraclo en su propio sin d"d" t":-:i:T:::
Los plumíferos cantores de.este texto
código que en rePresentar la realidad.
di"rri;; ii.;; ;". no dicen nada: sus sigrros transParen::s-l:::
sus propios tlt:tT'.1"t"t
can significados transparentes; aun.que
A través de su canto los Pájaros a t":::.'
en la malla cle un lenguaie vacio, que,
a.
J.r....ados
comunican una comunicación "r,¿r.
se trenza con el silencio y la
naturale' ;
en la que dicen que no dicen nada. '^tu'^l"a,9u€'O*:'l::
utr.rr¿d cr
mo, utiliza
mo' ,il.,tio
.l ruLrr'rv (y Io' oído' cle los homb*'l "t,mt T:1:'
,. Táutología' parado-
I

uur4r rrsi los


.\," pájaros se comunlcal_.--^-.^-,^."q I

para considerar r-r-_ circu-


c11cu1
b. El lenguaje de los Pájaros
ibilidades, ámbio, de sujeto, arglrmentacio¡es
jas, impostbtlt
es un lenguaje de signos transParentes todo se lleva
en busca de la transparencia dispersa de algún significado'
ii}i, lit..",#' li" f""d*-"'io' 'i"""tidos:
171
Juan Luis Martlitez
Luc¡¡. tNcó.1¡ooo. PoasÍe y socrEDAD rN Penn-q. Lrrls y MenrÍur.z

vano asunto de la significa-


a cabo, no obstante, en est{ofas clasificadas con letras, las que sc Esta cita permite despachar el
van encadenando como una argumentación severamente lógica. ciónenestaobra.Márop..íficamente,CarlaCorduasospecha
La apariencia técnica y certera de su sintaxis hace un contrapunto q*. fiUr. consiste ; ; persistente,y:otttpl: :'::t::t^"*,::
"i
sación. Se recurre, según
ella' a la-"anulación' ausencta' suPreslon'
con la analogía excéntrica e inesperada del lenguaje poético, ya
que este contra cle la arbitrariedad del lenguaje- aspira ir ffi;;;;, .o"r*¿i;.i¿n, paradoia, invalidación, equivocación,
a la "destrucción del senticlo
-en
compenetrarse con su objeto performativamente (a través de sus desaparición, tiquid"iOJ' tl" -it"t
I'ffiñilt"L",¿"; (l'v"'itd"d poética de la negación'.a5)' El
figuras y ritmos debe, por ejemplo, encarnar la tristeza y no sol<r los procedimien-
decir "estoy triste"), desafiando el desajuste entre significanres y ;";lr; p;rriste en u n)"o 'o"lai multiplicar descontextuali-
argumentaciones'
significados. En este poema, igual que en muchos otros, se ex- tos semióticos (imágenes' citas'
el"sentido' lo saturan hasta hacer-
trema la sensación de verdad al mismo tiempo que se la niega. zaciones) los que, 'nu"'¿'-fi.iar
sorpresivas' Nuevamente Jorge
lo explotar de maneras inédítas y
¿Absurdo, patetismo existencialista, el borgiano y orgiástico arrc Borges que hace tt""to de una especulación
Luis Borges "tt es un antecedente cercano'
de argumentar? -el o viceversa-
filosófica o fantástical
Descontando la habitual (y a veces insistenre) dificultad clc con meditacio-
;;;;;;" posible t"to"t"t algún parentesco
la poesía contemporánea, son muchos los pasajes en este volumen
nes concePtuales en
q*t"a" y 5o'.Jtt"11' es más cierto que la
en donde el "sentido" parece elidirse: no solo en las acumulaciones las ideas filosóficas y las imágenes
argumelltación que t'"il' tr""
de citas y de imágenes sin conrexro, sino también en los silogis- sugestivos que con-
mos y las argumentaciones enigmáticas, absrracras y humorísti-
;i;;;.i;"t, ,*b"' con rendimientos más bienAlgunos parientes de
si{o,xx
cluyentes, es común t" f' q";tr" $el
cas. Lihn y Lastra verifican que en La nueua nouela "e[ lenguajc (lorostiza o Roberto Juarroz'
,rr.rár,.o autor serían José
fragilíza los criterios de verdad y de realidad" (ro). Las citas y noaelrt
Los dos ."pítio' que abren L1 lueua -"Rs5plrs5-
reescrituras del nonsense (sinsentido) anglosajón, el surrealismo,
.", , froUt.rn"' át
jt"" r"tdi*" y "Cinco problemas P]r1Je:rn
la llamada "literatura del absurdo" y Jean Tardieu porencian esta en una situación incómoda' Primero'
Tardieu'- ponen al lector
afirmación. Es posible estar de acuerdo con el artículo "Nonsense Segundo' se encuentra con
no se sabe quién es ese tal Tárdieu'
uerse" en The New Princeton Encyclopedia of Poetry ancl Poetics, en
;;;;.$r.i'd"' e' las páginas' con paradoias' acertiios' un
donde se aboga por Lrn escepticismo lúcido: d"" I"ut humor o de ironía'
Algunas
abanico d. .nar.,.oi*i.ntor, re-
textos (la tipografía diferente 1o
han sido .o,,tt""d"' *tJi""tt tienen
otras descansan solas' Algunas
El "sinsentido", afirma un crítico moderno, "no es un sinsenti- cuerda) o *.di*"tt ''ollog";
-:Ptolot'g*t
/
do". Ivlás bien, clebemos decir, el verso sinsentido (nonsense uerse) una Iínea al inflnito: ¿Q"é
más de ,r.r" i-St
"'p"*"* el comienzode la misma
es un verso que no conlleva el mismo tipo de sentido denotativo ' encontrará fi"'l'i ""tá"trará
^l curva a'cualquier tipo
que las frases del habla comírn o la prosa o incluso la mayoría de línea recta transformada en una Propensa
tiempo que se
la poesía.... El ve¡so sinsentido, en efecro, puede llevar e[ senrido ;;;.;;i;"" (ro)' ' N4edir en décimos de segundo el
(r3)' "Una estrella
de manera ¡esidual, desconectada o centrífuga, o puede llevarlo necesita p"., ptottt"tti"t f" palabra'ttttt'id1d"'
hace usted?" (z)' ¿A qué hora
y en
de manera inesperada, impredecible o desconocida hasta ahora. fugaz cae.n ,,., ^ttJ' ¿q"¿
claridad a su 'yo'? ¿Tiene este
qué circunstanclas ;i;"t; u-sted con 'rostro'?
[orma? ¿Tiene un
(8¡s) un olor? ¿U,l oto'i ¡'-1" *U"tl ¿Una
usted'la impresión de que sele escapa? (¡)'
¿Cuándo tiene

173
, _____r

Lucan rNcóuooo. PorsÍe y socrEDArl rN Pert¡, [,rtr¡r v M¡nríxrz fimn Luis Alnrtlnez

Algunos comentaristas de quc sc concibiera Inter- natal de Tardieu (6+) y el retrato cle su padre (6;), y por lo tanto,
net, aunque -antes
después de Ia extensión de las bibliotec¿5- 66¡js¡u- a la figura de la casa, la familia y el padre; e incluso a la pléyade de
raron que Jean trdieu era un personaje inventado por Juan Luis escrirores franceses y a las profusas referencias a la Segunda guerra
Martínez8r. Jean Tardieu, sin duda, fue un l¡omrue ¿le lettres francés mundial. Huelga decir que el último capítulo del libro
-"Epígra-
(t9o1-t99) más renombrado por su obra teatral cle tintes absur- fe: para un libro condenado: La política"- está ctedicado a Daniel
dos que por su poesía metafísica y burlcsca, dc firrmas clásicas Theresin, pseudónimo que Tárdieu usó durante la resistencia y
y registros orales. Los dos capítulos inicialcs de La nueua nouela bajo el cual publicó algunos poemas durante la ocupación nazi de
se basan en el libro Un mot pour uru ¿tutre de l95r (revisado y au- Francias3. Etcétera: este es un ejemplo de cómo los elementos y las
mentado como Froeppel, r978)n'.lll scgtrndo capítulo
Le professeur series en La nueua nouela se refieren unos a otros.
comienza con una fotografía del poeta frrrncés a los cuatro Ahora bien, descontando la pirotecnia visual y suspendien-
-que
años- lo interpela a que vaya más allá de los l¡orclcs cspaciales y do la plétora de series, residiendo en el estricto plano del lenguaje,
temporales: "Tardieu, el niño que se observa cn la fl<ltografía no es posible encontrar un denominador común en el estilo de Z¿
es lJsted, sino su pequeño hijo que ha desaperrecicl«¡. A ñn de ave- nueua nouela, una correspondencia entre los hablantes de sus pá-
riguar en qué casa, calle o ciudad volverá a cncontrarlo, continúe ginas: un estilo no lejos de lo que Roland Barthes llamó "el grado
con el pensamiento o la memoria, el jardín que cicrtamente debe cero de la escritura". lJna suerte de tono neutro, de sujeto cero,
prolongarse más allá de los bordes recortaclos clc csta fbtografia" de distancia emocional y retraimiento psicológico. Las hipótesis al
G6).Y enfrentado en la próxima página: "'lardie u, suponga que el inicio de los textos, los problemas Por resolver, las argumentacio-
ESrACIo y el rlrlrlo / son las dos lentes de un par clc gafas. / ¿OuÉ nes abstractas, los cálculos imaginarios e imposibles (sumas, res-
sucEDE sI usrED TArA o cTERRA uN oJo?" Q).T'anto el tono ma- tas, multiplicaciones y divisiones hechas con palabras e imágenes
gro, pedagógico y algo autoritario, como los temas tcóricos, cien- que conforman todo el capítulo ttl, "Tareas de aritmética'), las
tíficos y metafísicos persisten (el tiempo, la rnemoria, la infancia, órdenes o las sugerencias para hacer "participar" al lector (que res-
I
la identiclad). Aunque, a pesar del aparente rigor, cl humor tiñe ponda, que dibuje, que revise bibliografía adicional, que se mueva
los fragmentos. Las preguntas y el apóstrofe a un "usted" que ha cle adelante para atrás) son demostración de lo anterior. A veces,
de ser el lector, también continúan más allá de este capítulo, ha- están solo las preguntas y abajo hay un espacio en blanco, como si
I
ciendo una serie con las sugerencias y órdenes de moverse entre las ese espacio debiera ser llenado por el lector. Estas demandas jamás
páginas del libro: el lector, así, se ve persistentementc interpelado. exigen una repuesta unívoca, ya que el mismo libro a veces expone
Por el estilo distanciado estos textos se ligan a los tcxtos argumen- soluciones distintas, y llaman tanto al humor literario como a la
tativos y pseudocientíficos; o también a la fotografía de la casa imaginación científica y metafísica del lector.
Como en los libros pedagógicos, de divulgación, en los ma-
nuales científicos o en los textos donde se exponen "verdades"
FIoy en día, escribir su nomt¡¡e en un buscador de Inrernet es de un perogrullo quc colsigue irrefutables, el estilo es impersonal: e-l hablante es omnisciente
casi 6oo.ooo acierros-
ti
En este último libro se presenta una colección de curiosos y dispares escriros póstumos atribui-
y neutro, descriptivo y demostrativo, teórico y axiomático. De
il dos al 6lólogo Froeppel: el diario de su locura, e[ relato de su muerre, su obra reatral, científica,
histórica, poérica, pedagógica y plástica. Denrro de la sección "Obras pedagógicas" de este
tij
supuesto maestro, se hallan los "Pequeños problemas y trabajos prácticos" que Martínez repro,
i:l
duce y contesra. 83 La antología, editada en 1943, se llamó épicamente L'Honneur des poites.

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pq!Ú Juan Lufu.lvla.nr,.


L"gl., *.jrg " ". "t' lL!§ItJ-i Y' Yl51ll Y
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1§-.' "

En comparación con la ficción de escuchar, secretear, dialo-


la misma mane[a en que el manejo intransigente de citas tiencle
gar o cartearse con el autor en lírica experiencia de lectura, la po-
a turbar al lector, la amplirud de campos de conocimientos ah'r-
"psico- sición del estudiante también lleva implicada una apertr'rra hacia
di<los (Scotr Jackson enumera, además de la matemática:
el otro sujeto. Sería difícil no advertir la relación jerárquica de la
iogí", a.queología, geografía, lógica, física, literatura' grafología'
escena de enseñanza: a[ educando se Ie Promere conocimiento a
,o'nlogí",-rrtro.romí", arte y músici' tl+) sugieren que el autor es
en todos estos saberes, amplio en recursos' pedag<i- cambio de obedecer, de manera no lejana de lo que se le promete
.r.r"
"itoridacl al lector de poesía: "emoción" a cambio de tolerar las libertades
gico pero también autoritario. (El Profesor Froeppel' asimismo'
semánticas. El aleccionamiento, además, apunta hacia dos ideas
áort."b" un ancho y ubicuo saber)' 'Autoritario" es quizás una
no excluyentes: la reproducción y divulgación del conocimiento
palabra demasiado enfática en este caso, ya que la localización
á.1 ,uj.to de enunciación no se presenta jamás a sí misma; de
y la educación pública universal que el Estado difunde y que la
la palabra "yo" en todo el libro. Poclrá literatura necesita.
he.ho, jamás se encuenrra
La nueu¡t nouela persistentemente despliega paradojas, ya
ser libráscamente despótico, pero el autor no fomenta un culto a
la personalidad. Su timidez no es solo circunstancial o biográfica'
que al mismo tiempo que se acerca a lo científico y a 1o peda-
gógico mediante su estilo neutro, niega cualquier intención de
,i.ro ,rn, estética intransigente. "(Jn'sujeto cero' que se hace pre-
verdad y conocimientos certeros a través de su contradicción con
sente en su desaparición", entrevieron espectrales y certeros Lihn
absurdos, excesos semánticos y la pobreza de sentidos' He aquí,
y Lastra (7).
Esta línea de pensamiento quizás fue prevista por el francó- sin duda, una parodia estilística. El recurrir a temas técnicos y so-
'
bre la percepción (el capítulo rv se titula "El espacio y el tiempo"
filo Martínez. En contra de una literatura como representación de
una época o sociedad, como romántica expresión de una intimi-
y el viu "El desorden de los sentidos"), y a las bases del senticlo
a Mallarmé' común y la sociedad lógica, el lenguaje, la noción de suie-
d"d o ."ro.rada formación de un sujeto -la
-siguiendo to-, potencia con la desordenada experiencia de lectura, con la
Valér¡ Blanchot y Borges-, se la afirma como un persistente se
arbitrariedad del método a través del cual se inrenta hacer irrisión
t.^brjo formal, como un ente autónomo que eleva a los escritores
de los sistemas de significación, interpretación y ordenación de la
indiüduales al anonimato del autor universal (el Espíritu de la l.i-
realidad. Este es el carnaval de La ntteua nouela: goce frío de sus
teratura), el cual escribiría todos los libros del mundo' En palabras
paradojas, la ruptura de Ia causalidad, el uso cómico del lenguaje,
castellanas de Martínez: "El poeta se vuelve un instrumento par¿1
que el lenguaje se hable o se escriba" (Poemas del otro ror)' Por su-
ius embrolladas series e inversiones, los .iuegos con las fronteras
del lenguaje y del sentido, con 1o infinito y la simultaneidad'
pt'r.rao qrr. .r,* opción descree enérgicamente del énfasis Patético
La exhibición de las limitaciones no solo muestra un sola- ,
y l" fl.rtlO" lírica. Éor lo mismo, Carla Cordua sostiene que en La
tnrrrro
noue la hay una insistencia en los procedimientos
pedagógi- pado escepticismo, sino que además deja entrever la posibilidad \l
cos para lograr un distanciamiento emocional
("Bloqueo lírico y -.trfíri." del más allá tle la lógica y del sujeto. En esta bisagra
burlesca y metafísica, psicológica y realista, Martínez acompaña a '
d.rblo.1.r.o-" z4).!-a lejanía emocional, potenciacla con la extra-
Thrdieu. Ideas relativas al hombre, el sentido de su existencia, la
ñeza frente al libro, no se reduce, malamente, a un hermetismo
obcecado. Más bien, se conduce bordeando tanto la lectura lúdica
muerte, el caos del mundo, es decir, el repertorio exis¡encialista
de las adivinanzas, imágenes y repeticiones, como la ubicación
del en Parra y en Lihn-, también se encuentran en éste
-como
libro, aunclu. ,in paterismo que es posible hallar en ellos' Las
papel del aprendiz en una situación pedagógica' "l

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i:. '.

i¡ Lucan rNcórrrooo. Porsí,,t y socrEDAD ¡N Prr.nn,ot, LrHN v Manrír{pz


Ini Martínez
_- Jt,an

ii,i
ii. menciones a la geometrÍa no euclidian:r, lo infinito, lo ilimitado, con quc este libro no exhibe cualidades realisras, Ia especulativa
ii
.il la abolición del yo, la locura, el silencio y cl blanco de la página, investigación marriniana avisa la problematización de la realidad:
!:
entre otros, funcionan de manera similar: muestran un límite que es la base, es absurda, es insoportable, es deficiente y necesirada
desean cruzar aunque sea de una falaz y rct(irica forma. de significación. Ya sea porque los elementos de representación
t:t
::, El tema del borde como articulación cntrc el adentro y el se encuentran en déficit (la necesidad de un sujeto; la afirmación
t,
l' afuera es una constante en La nueua noucLt. No es casualidad que en un contexto; la adscripción a un género; el elemento narrarivo
l,
i: en las solapas medio camino entrc lo cxterior c interior, lugar
t: y emotivo; la lógica; el intercambio de significados) o en exceso
l, -a
acostumbrado de información extrarextual sobrc el autor y sus (de códigos significantes; de información redundante; de citas; de
tl
II
ll obras- los textos se titulen "La realidad r" y "L.a realidad u". argumenración lógica, etc.). Como suelen afirmar las vanguardias,
I
I
Ambos textos dan la impresión de inquirir analíticamente, aun- la relación entre texro y sociedad no consiste en la nominación
li
! que también con humor. Primero de manera socr:ítica se pide una
II
Itl
directa, sino que se manriene en el nivel de los códigos que son
Iir definición esencial: "¿Qué es la realidad?"; dcspuós sc pide apun- trtilizados para nombrarla. A pesar de que, paradó jicamente, La
llL
lr tar o especificar dentro de una plétora de posibiliclacles "¿Cuál es nueua nouela parece un juego o un sistema cerrado, las referencias
ltI]ltl la realidad?". La respuesta que se repite cn arnl¡os cir.sos es que "Lo hacia lo que deshace la significación y la serie, hacia lo que está
ill real es solo la base, pero es la base" que puecle rcsonar claramente
ili allende sus fronteras, es continua. Por esto, a través del trabajo
llr
tl marxista ("...sobre la base económica o estrucriu'a se construye con los preceptos científicos, educativos y del lenguaje, hay una
li la superestructura cultural..."); tarnbién pucclc aclquirir matices
I reflexión estrictamente estética y reticente, por cierto- sobre
ll
lu surrealistas y románticos si se advierte que la cita es de \üTallace -
cómo se constituye y se significa el conocimiento. Conocimiento
tii
ltl Stevens ('Adagid' en Opus Posthumou): lo real cs base, pero la que presume la autoridad sobre la ¡ealidad, la legitimidad sobre su
II
il: imaginación y la poesía, para Stevens, es lo quc la construye y su- representación y la preferencia en rorno a su divulgación.
ll
tf. pera. Más abajo, estas solapas conllevan tintes cle clramatismo psi-
l¡:
ti!
l
Juan Luis Martínez alguna vez se quejó: "Soy un poera apo-
lii cológico (el absurdo, soportar la realidad), qr.re sugieren lo ilusorio calíptico. Creo en el fin de una época. Se perdió la imagen sóli-
,r
lili del mundo; proponen improbables fantasm:rs; aclvie rten sobre la da del mundo. Los conocimientos acumulados solo han servido
llr trascendencia de la representación; copian simpáticas "Pábulas" y para la confusión. Nuesrra confranza en el lenguaje también se
tltll
terminan proponiendo: "Nada es real", "Todo es rca[". ha perdido" (Poemas del otro 6). "8s la siruación de la literatu-
¡,
R. Merino ha sostenido que "La obra manifiesta una vo- ra contemporánea también; esrá esta catástrofe del lenguaje, la
.f,;:
luntad de permanecer al margen de la realidad o de su discusión. desconfianza en los lenguajes incluso" (Poemas del otro 9). Dala
t.
I, No obstante, el resultado es más el efecto de un espejismo que el impresión de que estas afirmaciones son expresión de un ¡esen-
¡
I
l
de una acción efectiva: el margen trazado es una frontera, pero timiento común en contra de eso que los profesores, críticos de
I
I también es brecha, conducto, punto cle intersección..." ("La me- arte y periodistas llaman "la posrmodernidad", siendo aquello la
1l

li moria secreta" 24. N marginar la realidad, al escribirla de aquella clausura de las ideas voluntariosas de la Ilustración: la legitimidad
!:,
ii'
I manera, no solo se instala una frontera, sino que además, paradóji- de la ciencia y sus verdades; el "progreso" occidental como espíritu
¡
rt_
camente, se la afirma como existiendo más allá. Así como se lleva la único de la historia moderna; la continua perfección de las leyes y
ll
ll
i,:: significación hacia extremos inabordables, se apunta hacia "el afue- la conquista gradual de la libertad ¡ sobre todo, para un escritor
I
!
ll:,,
ra" del texto, hacia "la realidad". Si bien es posible estar de acuerdo tan "literario" como esre, la legislación edificante de la literatura
ii,i
lilI
Hr;j
178 179
Juan Luis Marr'
PoESíA Y socIEDAD nru P,qnrut, LlnN v M,q.nríNr'z
Lucln lxcóuoDo'

Si se potlc cr-r
y las experimentaciones formales de la vanguardia'
á"¿ "i sujeto y su libertad, el saber y su transmisión' es clifícil
que el autor crea lo hicieron con fervor los románticos y
-como como un discurso tras-
L'" ,"rrg.t".dia histórica- en la literatura
qrte, aunque producido individualmente' es capaz
de
.endeit"l
la vida al arte' Así tocli¡'
suturar 1o, o,"ro, d. l, *titd"d, uniendo
de abogar Por rtna
la literatura para Juan Luis Mardnez' a pesar
constante ,.rto..af.r.arcia excéntrica, insiste
en Permanecer en el
escritores qtte se
nivel del discurso, sus códigos y letras' Para los
y los que asPiraron
definieron alguna vez como "comprometidos"
continente, este es un magro
a develar los mitos y el sentido de un
este es el lugtrr
consuelo. Para Martínez, Lihn y muchos otros,
(aunque' por
indicado que deben tener los libros en la sociedad
supuesto, ."dr rno sostiene sus propios matices)'
No obstante aquellas declaraciones amargas' el autor
cle 1-¿

nueua nouela clifícilmente demuestra esa


amargura: al contrario,
perece deleitarse con esta situación- La
obliteración del sentido
h,r"l, .1 carnaval de citas, la preponderancia de la
imagen
'la mcz'
cla de textos despejados de co"tt*to y los argumentos desboca-
(vet reproducción)' la
dor, ,on prueba dá ..,o' En la página 13
a problemas de
última de1 primer capítulo titulado "Respuestas
"Pequeña cosmogonía ptáctici'i".'
i.r.t fr.¿i.*", ,. h"ll" el texto
.l ..r"1, en efecto, es de Tardieu' Allí se Propone un inédito tlt:ti- C.A NUEVA NOVEL4

.i" -."of que puede asemejarse a la tarea del escritor y de Dios:


"Construya un mundo coherente a partir de Neoe' sabiendo que:
(trsaros#fi+{w}
yo = TÚ y que ToDo es PosIBLE' (nece uN otnu¡o)"' Sin duda' I#*+€ss§#ffi+§*)
l" pr.g.rí."-de Tardieu es absurda: hacer de la nada un universo
.oh..Jrrr. sugiere una invención total' un génesis bíblico
como

ejercicio liteÁrio en donde, no obstante' la equivalencia


de los

MM
f ^-lf-*;
ffitP0tfftmal¡red.eTardiel'enr95o,RaymondQrre' tt' Pequeña cos.mogonía puttitil'
rreau publicó el poema largo Petite cowogonie
también en Callimard, París' qto""u dt'lp"ha con
so (la formación planetaria, tnit'"l, "tit"l'
cualqtLier manera, "pequeña tt't"gt""
po'tati"'.-tl'.o

vegeral y
e¡udición excéntrica la historia del univer-
tecnológica) en seis l¡cónicos cantos De
práctifd' esel nmrbre con que Mallarmé designaba a
EOICTONES ARCH¡VO

ls85 ffiffi
(to6\'
los liLro., .o-u ,..,,.,d, Martíncz en Poemns deL o¡ro

181
^ftÉ-

M'a'¡1\rz Juan Ltr.is Martírtez


L1r1ry v
Luc.cR rNcóAaoDo. PoESÍA Y socIEDAD EN I)ARIA'

SLtietos sea total. Con certeza, Martínez responde dos veces con'
una narrativa amorosa en torno a una Pérdida amorosa o a un
cluelo, haciendo hincapié en la identificación
("yo = tú") del enig-
ma. Ambas soluciones, a pesar de lo trágico del tema' son cómicas'
. i''l¿i
,@,#E
Lr!Pnimid¿rdcEqiPro
esquemáticas y concisas; ambos relatos, a pesar de
consistir en el
La
mismo argumento, tienen finales diferentes y contradictorios'
Ln nu'ii!dd Prknór
Uncnútkm d¿¿r¿fánxr

primera sálución relata un lenguaje psicoanalítico-


-utilizando con lo perdido "ella no está'
i¿-o .l sujeto,
ún! mjqonÉ dc corcr

\\u\\ al compenetrarse
la deseo (1á d.seo), luego yo no debo o no puedo estar"- Pasa
Ur¡ l¡'nÍri d¿láryimt '

!ú viudt cud 12 hijor

a la no-existencia, como lo sostiene la pequeña


cruz balo con un
r 1=--h ,t=:i 4 ¡gr¿rd¿ 8.qJ¡

apretado "In memoriam". La resPuesta número


dos' titulada de
I¡, !r.¡Prntrdc'úcrhd

"*--*-t'
r¡,l..li or$ ;a- i/2
.,-#,.i,_l-\
l01 ]2 dtrÍtrdd !omü $otrar
Á".r.., fundamental "(La nueva novela)"' consiste en una ridícula
el pro-
historieta en cuatro cuadros y de básico dibujo en donde
logra
argo.ri.,* es un calvo que, enfrentado al mismo problema'
envez de llevar a cabo
dí,r, nuevo final al "rg.r-t"to' el sujeto'
el suicidio, en un mom.,,to dt reflexión distanciada'
iluminación
o reconducción del deseo, decide prenderle fuego a la fotografía
a su fantasma'
de la mujer ausente (el objeto libidinoso ausente)'
,. podríá decir, consumando el duelo de manera rápida' cómica
y agota-
y .f..tir". El duelo, en vez de consistir en un deliberado
áo, p"t.tir.no, se vuelve un trámite prematuro' La identificación'
también se deniega' Y
fro..di-i..tto de la lírica por excelencia'
," d.rri.g", además, la rtspon'"bilidad política o más bien se la
re.o.tdui. hacia un problema epistemológico'
a cabo
De Ia misma manera, La nueua nouela' intenta llevar
mediante un libro
e[ remate de las deseadas y ausentes certezas
Si bien el autor
deliberadamente caótico, laberíntico y reticente'
EPIGAAfE PAAA Us lls8O CON0ENAo0: tA P0tlflcA

"catástrofe del lengua.ie" ha tenido lugar y que ya


sostiene que una
él no aspira a reme-
., pr...p,o "la desconfia nza en los lenguajes"'
con lo muerto'
diarlo mediante recLlrsos clásicos' La identificación
conducir a algún tipo de
lo moribundo o lo fantasmal solo puede
intento
muerte: no es posible resucitar a los difuntos y cualquier
y
de ello solo p,l.de conducir a la nostalgia' al conservadurismo
Para un nie-
la incapacid"d d.,,., lo que sucede en la-actualidad'
"legado de la vanguardia"'
tzscheano que mantiene relación con el

183
t82
LtnN y Ma«rÍNrz Juan Luis Martínez
Lucan INcóttooo. Possía Y socrEDAD ri't Panna'

pájaros" glosa "Observaciones sobre el lenguaje de los pá-


aquello no sería un remeclio: tan solo otra forma de la nostalgia'
jaro5"- -que
se puede leer:
Yia nostalgia, como sugiere F. Jameson, no es un saber histórico'
Al contrari,o, la irresponsabilidad en el manejo de signos con su
Los pájaros no ignoran que muchos poetas jóvenes torturan las
consecuente p".qr-,"J"d de sentidos, el montaje de imágenes
de

procedencias y jera.quírs disímiles, Ia canibalización de


la ciencia' palabras para que ellas den la impresión de profunclidacl. Se con-
irresponsable' cluye que ia literatura solo sirve para engañar a pobres gentes res-
L.r.r,.r¡ aMarúnez como un autor estrictamente
pecto a una profundidad que no es tal. Saben que se ha abierto
antisocial, contradictorio y paradójico'
Más arriba, en torno a la justificación del poeta como brico' '
un abismo cada vez más ancho entre el lenguaje y sl orden del

leur, sehizo mención al texto penúltimo, "E'1 oficio del poeta" en mundo y entonces se dispersan o enmudecen: dispersan disper-
el territo¡io de lo lingüístico para orientarse en el
el cual el facsímil de una carta de Ezra Pound versaba sobre citas,
sas migas en
regreso (pero no regresan) porque no hay adonde regresar...
la oscuridad de su obra, la carencia de sedición de los ideogramas
chinos, etc. Se conjeturó, además, que aquello no permitía dedu-
(La ntteua nouela nG)
cirle a Martínez simpatías fascistas. Solamente ahora es posible
anotar que se refiere a la melancólica y caótica separación entre
La nueua nouela, además, puede presentar otra moraleja me-
signos impresos y sentidos sociales, entre ética y eitética' Por una
p".t., .l autor declaró: "Desgraciadamente, clesde cierto Punto diante su funcionamiento: que el sentido es siempre performati-
Je virta, soy un poeta manipulador de significantes' Aunque no vo, esto es, que es efecto de autoridad basado en la repetición (la
de las redundancia crea el valor de algo o alguien cuando se lleva a cabo
sé si es p.o, ,rrr.tipular significados poniéndose al servicio
le arguye a Félix en el lugar o la institución acreditada). Por ejemplo, el reconoci-
id"ologls" (Poemis del otro 68)- Por otra Parte,
Guattari en torno a lo mismo: "Ya no se puede ser un poeta' para miento legal de una dictadura 6¡ 6fs6¡6- por los otros
-ilegal,
gobiernos, o bien la canonización de un escritor hermético por
mí, en los términos que lo fue un Eliot, un Rilke [poetas que
lidian responsablemenle con los "significados"l, y tt' ese sentido parte de la academia. Si las palabras y las cosas, la ética y Ia esté-
,.o .rr,r.ho mejor a un Ezra Pound, mucho más irresponsable" tica, el significado y el mundo se han separado, entonces los sen-
tidos sociales son un resultado de articulaciones y repeticiones de I
(Poemas del otro 87). Ambas posibilidades el compromi- i
-tanto
o una ideología como el barajar libremente las significantes, ni transcendentes ni inmanentes, más bien precarios
I

so con una causa


y circunstanciales, regulados por discursos e instituciones. \
palabras- han sido probadas nefastas, ya sea por lo peligrosa de
Esto mismo es encarnado en la investigación de esta primera
aquell" o por lo inútil de esta. Ezra Pound le sirve a Martínez
serie que versa en torno a los problemas del conocimiento, intcr-
.o-o ,rrrr-figura que encarna ambas posibilidades, sucesiva o si-
pretación y lectura. El sentido de La nueua rcouela veces dificil
multáneamente disociadas: primero, colabora con el fascismo en -a
Italia, y después afirrna que su literatura no tiene relación con o nulo y en otras patente- consiste en la articulación de formas,
aquello. La reticencia a significar de Juan Luis Martínez es' en- figuras, temas y conceptos que muestran qlle su significado, al
encadenarse unos con otros, y debido a esta misma encadenación,
tonces, también una sllerte de ética que desemboca en la ataraxia
individual, en la inacción social: no decir nada para no servir a tiende a diferirse en las series embrolladas . La nueua nouela, a pesar
de su apariencia juguetona, paródica e indigesta, al poner en sus-
ninguna causa. Quizás por esto fue tan reticente en su figuración
penso el sentido, muestra que el sentido consiste en estar siempre
pribiicr. En Ia "Nota 5. Observaciones sobre el lenguaje de los

185
/b*"

Luc¡.n rNcór,roDo. PoEsÍA y socrEDAD r:N I\RRA, LrrrN v MenríNez Juan Lrtis Martínez

suspendido entre dos o más elementos, cutrc scries que forman analogía entre la nación y la casa, la patria y los paclres, que com-
redes alusivas y elusivas. Y la manera cle lograr esto consiste en parten raíz etimológica, sino también en la figura de la desapari-
disolver al sujeto y distanciarse de la líric,r, ¡rcro sobre todo, de ción (la persecucióri la fuga, la soledad, el silencio, la muerte)'
hacer el duelo la pregunta sobre su simboliz.ación, racionalizando El lugar ideal para comenzar es "La desaparición de una
y sublimando el cuerpo mismo del problema, clisparando la foto- familia" (ver reproducción), quizás el único texto de La nueua no'
grafia del fantasma. uela que es posible llamar con certeza "poema". Su particulariciad
consiste en ser un insólito poema lírico que deshace la distancia
emocional que caracteriza al libro (Cordua, "Bloqueo lírico y des-
bloqueo" zS), pero así y todo, guarda una estrecha relación con el
resto por Ia reiteración de personajes y temas, por el uso del mis-
I-a casa y LA NACróN, LA DESAtrAR.TcIóN y LA lollTrcA mo estilo distanciado. El poema completo es como sigue:

Entre las múltiples e insondables figuras quc plrcblan La nueua r. Antes que su hija de 5 años
nouela dexacan la casa y la política. I-a casa cs t:rn to cl csccnario de se extraviara entre el comedo¡ y Ia cocina,
las relaciones familiares origen de la icle nticlacl psicológica- él le había advertido: "-[5¡¿ casa no es grande ni pequeña,
como el principio según-el el cual la sociedad se rr:¡rrocluce. I11 paso pero al mcnor descuido se borra¡án las señalcs de ruta
a la vida adulta, la creación de Ia propia familia y h habitación de y de esta vida al fin, habrás perdido toda esperanza"'
una nueva casa son entendidos, en La nLt€ult nouela, agónicamente
como una mutación o como una clesaparición. Aclcmás, los mis- z. Antes que su hijo de ro años se extraviara
teriosos habitantes del famoso poema "La desaparicilln de una entre la sala de baño y el cuarto de los iuguetes,
familia" parecen ser emblemáticos de una pérdida cluc pr-rede ser él le había adverticlo: "-p5¡¿, la casa en que vives,
interpretada como política. La política, o más bien las relaciones no es ancha ni delgada: solo delgada como un cabello
entre arte y política, son las relaciones que se clespliegan a partir y ancha tal vez como la aurora,
no solo de Rimbaud y Marx, sino también a partir del último ca- pero al menor descuido olvidarás las señales dc ruta
pítulo del libro: "Epígrafe para un libro condenado: La política". y de esta vida al fin, habrás perdido toda esperanzi''
Ambas figuras consisten en relaciones del sujeto y los otros (el
adentro y el afuera). 3. Antes que "Musch" y "Gurba", los gatos de la casa,
Ambas series pueden ser descompuestas en múltiples ele- desaparecieran en el living
mentos. La casa tiene como figuras a figuras adyacentes: la familia, entre unos almohadones y un Buddha de porcelana,
la nií.ez, las mascotas el perro fox-terrier y el gato de él les había advertido:
-como
Cheshire-, Tardieu y su padre, el adentro y el afuera. La polírica, '-Esta casa que hemos compartido durante tantos años
por su parte, se asocia a Marx y fumbaud, Napoleón y Beethoven, es bajita como el suelo y tan alta o más que el cielo,
Hilter y Tánia Savich, el cuadrado y el círculo, tal vez Alice Lidell y pero, estad vigilantes
Lewis Carroll; además, se ensambla con el objeto poético La poesia porqlte al menor descuido confundiréis las señales de ruta
chilena. El punto de encuentro entre ambos no solo se debe a la y de esta vida ai fin, habréis perdido toda esperanza"'

186 r87
Lucen rNcólrooo. Porsíe y socrEDAD EN Penm, LruN y M,q.nrÍN¡z
Jtmn Luis Martínc-

4. Antes que "Sogol", su pequeño fox-terrie¡ desapareciera se desvanece cuál personaje. Los trayectos son determinados me-
en el séprimo peldaño de la escalera hacia el z" piso,
diante dos puntos de referencia, lo, q.r. dejan saber qué
tipo de
él le había dicho: "-Cuidado viejo camarada mío,
casa es (tiene Llna pieza para los
por las ventanas de esta casa entra el tiempo, ire,r.t.r, ,.r, ."g*rjo piso, un
"living"). El discurso del padre, narrarivamcnte sucede
por las puerras salc el espacio; ".r"r-rq.,.
antes, contrasta con el narrador ya que mediante apóstrofes se
al menor descuido ya no escucharás las señales de ruta
dirige a.cada Personaje o ¡nascora con un conrenido clramatis-
y de esta vida al fin, habrás perdido roda esperanza,,.
mo, utilizando giros elevados, expresiones coloquiales y de cariño.
AI inicio, el padre hace ¡¡x descripción del tamaño de la casa,
5. Ese último día, antes que él mismo se exrraviara
aseverando datos que en cada .r,.of* se hacen más improbables.
entre el desayuno y la hora del té,
Prirnero, Ia casa es más bien de porre razonable, ,,no es grancle ni
advirtió para sus adenrros:
pequeña"; después, la vivienda adquiere un carácrer simbólico,
'Ahora que el tiempo se ha muerto
ya que se asemeja al
y el espacio agoniza en la cama de mi mujcr, .universo .o*o .rp".io abierto ("ancha tal
vez como la aurora", "tan alra o q,r. el cielo,,) o la tierra y lo
dcsearía decir a Ios próximos quc vicnen, -á.
minírsculo ("bqita como ql suelo,,, ,,áelgrda como un cabello,,);
que en esta casa miserable "ql,.
posteriormente, se vuelve fantasmal, y, el espacio y el tiem-
nunca htrbo ruta ni señal alguna ^a
po pasan de ser las coordq¡¿d* f*.i"áentales figurar como
y de esta vida al 6n, he perdido toda esperanza,,.
personajes (que entran I salen por ella furtivamente o circr-rlan
como otro morador)' Y tl tiempá y el espacio, en vez de pasar a la
(La nueua not,ela :37) no-existencia de manera ,úbiti sán los únicos que .o-o
personas: el tiempo se ha rnuerto y el espacio "."b".,la
Es fácil convenir que esre poema narrarivo conlleva elemen_ en cama
"gtrrir"
de la mujer. Mujer gue,^clicho ,." d. prlo, pJrr.
tos policiales: el misterio de qué pasó, quién Io hizo y por qué, los d. esrar men-
cionada no figura en la farnil;". "
cuales, al no ser resueltos, abren una puerta a especulaciorr., q,r. ¿D.r"i"r..ió Ia írnica
antes?, ¿fue
que logró escaPar?
se multiplican hasta la metafísica. El lector arenro, *bicado en la
Las advertencias del paclre, más que advertir (previsión o re-
posición del detective, debe enconrrar e interpretar los signos. Las
cuerdo) de la precariedad esencial clel lugar, vaticinan las disipacio-
pecuiiaridades de este poema no son muchas y r. .r.,r.rtran a la
nes repentinas' como una profecía autJcumplida. Curiosamente,
vista. Su combinación, eso sí, es inusual. Es común ya el métodc
no hay ninguna queja por lo sucedido, ,ro h"y duelo alguno por lo
de numeración de las estrofas, donde cada una presenta una des-
perclido; se van la hija y el hijo, los gatos y el perro d.."parecen y él
aparición similar, inexplicable, fatal. La repetición constante d.e la
solo se limita a repetir consejos 1o1 q,r. ur.r q.red"rdo. su anula-
organización sintáctica, palabras, verbos e incluso versos comple- "
ción final es distintiva
tos (por ejemplo, "antes 9ue..", "él le había adverticlo,,, ..p..L
"l
menor descuido olvidarás..." , "y de esta vida al fin, habrás perdido
ce, des cribien do u n,,"i.'; J::l:J:il ffi .p;il::: ;,Í J:"*ffi
segmenro temporal ("entre el desayuno y la hora del té,,); y envez
;
toda esperanza") subrayan el frío aspecro ritual de l" t."g"dir.
de darse una advertencia a sí misÁo, d.r." p..u..rir a los futuros
Cada estrofa combina, primero, la voz rerrosp.ctirrle un na_
habitantes de ese domicilio ,,miserable,,, insuficiente en señales.
rrador omnisciente que da cuenra con precisió., d. ., qué trayecto
Nuevamente es incierto el significado preciso de "descuidarse" más

188
É-
-
Luc.,rn rNcóuooo. PorsÍ¡r y socrEDAD ¿N prlnn,r, Lr,N v IVinrl.íNsz
fnan lttis Mnrtlnez

allá de sugerir los be,eficios de su conrrario: un crridado persisten- "La casa que construirás mañana, ya está en el pasado y no existe".
te, una atenta y moral preocupación. Asirnis.ro, q.,. 1", "señales
de ruta'se borren, se olviden, se confundan, no se cscuchen o se Anónimo
pierdan, insinúa la improbabilidad de una clirccrriz_ existencial, la
pérdida de "sentidos" que guíen el movimicnr., cl nrorar y el mul-
tiplicarse. Hallar, rener y no descuidar las huell¿rs so. cl requisito "El hombre nace en la casa, pero muere en el desie¡to".
de la esperanza."enlavidi', quizás, en la vida psicológi.", faLiliar
o social. Este poema agónicn, entonces, pu..l. .r". .rr,r"" alegoría de Proverbio del Gran Lama Errante,
cualquier tragedia, catástrofe, pérdida o malversación. Tán solo es oído por S.-J. Perse en el desierto Gobi.
necesario revisar las otras páginas y figuras a la clral csra casa, esta
familia y su desaparición se encadenan.
Una primera posibilidad sería ligar esr¿r. csccna ,r l:rs conclu_ "Cuando la familia está hecha viene la dispersión;
siones de la serie anterior. El extravío sería el fracaso dc la capaci- cuando la casa está construida, llega Ia muerte".
dad literaria de significar la realidad; sería la clecaclencia 6losofica
y la incapacidad del lenguaje de significar e[ mtrncro; cr cresengaño José Lezama Lima
epistemológico de la incapacidacl de orclenar cl ca.s; d.sencan-
to social de la imposibilidad de aunar las diFercnci¿rs. "l
una segunda manera es considerar la casa como cl escenario Véase: Adolf Hilter Vs. Tania Savich
temporal en donde la identidad psicorógica se forma a partir de la (r,I- orsonorN or ros stNrtoos).
familia. El paso de Ia niñez a la vida adulta i'rplica
--.i .orrlleva
la formación de una nueva familia- el desvanecimiento y la mu- (La nueua nouela nr)
tación de los lazos familiares. Así, tanto la primera familia como la
primera casa quedan como e[ origen p"rdido o conclenaclo a des_ La cita atribuida aLezama Lima es parérica: la familia, por
aparecer con el cual el sujeto se compenetraría fantasmalrnente. la ley de la vida, está llamada a desaparecer, la casa a ser deshabita-
En la primera aparición de Tárdieu el texto se dirige a él: da. El envejecimiento se presenta como una destrucción de la se-
guridad y de la intimidad, como un desbaratamienro de Ia familia.
Tardieu' el niño que se observa en ra fotografía no es Usretl, sino Si bien la familia decaimiento y recomposición- puede ser
su pequeño hijo que ha desaparecido. A fin {e averigu:rr en -su
entendida como parte del ciclo de la naturaleza, agtí, al cenrrarse
9ué
casa, calle o ciudad volverá a
encontrarlo, continúe con el pensa_ en un solo sujeto, adquiere las cualidades dramáticas del existen-
miento o la memoria, el jardín que ciertamente debe cialismo. Por esto, la equivalencia entre casa y cuerpo se debe a que
prolongar-
se más allá de los ho¡des recorrados de esta fotografia. ambos contienen la privacidad del sujeto. En una de sus escasas
declaraciones públicas Martínez invierte el lugar común al afir-
(La nueua nouela 16) ma¡ "Me da la impresión de que el hombre es como un caracol,
anda con la casa a cuestas. La casa es algo que lo acompaña perma-
Más adelante aparecen rres citas: nenremente, aunque sea invisible" (Poemas del otro g6). En vez de

190
Lucrn lxcóuoog f9ry1 y socrEDAD ru panne, LrnN y M¡nrÍNEz
Juan Luis Martínt"

que uno se tenga que acomodar ala casa o planear sus movimicn- de escape para cada miembro de su familia,,, como preparándose
tos espaciales a parrir de su residencia en la casa la maner¿r para una evenrual operación de desalojo. (Curiosamente, salir es
románrica- internalizada: la casa es una figura de la privaciclac{, lo que no pudo hacer la familia desaparecida.) Ahora bien, a pesar
y como un recuerdo, un sentimiento o una obsesión, el sujeto la de que se esperaría que los cuadraditos sirvieran p"r, t."r". d.
lleva dentro de sí. Así, la misteriosa desaparición de la familia en manera precisa las líneas que forman el plano de la casa, la frase
la casa podría enrenderse como el oscurecimiento del sujeto en sí de abajo en la página desconcierta, y^ q.rá cambia la escala (,.Cada
mismo, es deci¡ la pérdida de la certeza de la propia identidad. cuadradito equivale a z km"') como si fuera el mapa a escala de
o también, desde otra perspectiva, como er decalmiento de la una ciudad,.una tegión o un país. para poder dibujar una casa
importancia social de la familia (una afirmación que, en orro con- cada cuadrado debiera equivaler a enrre i.S y , m,, áependiendo
texto, puede parecer un lema estrictamente conservador). del porte de la casa, p".oii.r duda no a zkm'.La vaciración en la
En esa misma conversación recién citada, Martínez recor- escala, entonces, es solidaria con las mutaciones ,ufiidas en "La
dó en torno a las casas desbaratadas de la portada y de la página desaparición de la familia". En la contratapa, por su parte (ver
rzo: "Ahí esas casas aluden también a nuesrro paisaje, .*.J,r", reproducción), la leyenda al pie de la página cambia á. .r,.r.r,o,
permanenres catásrrofes chilenas" (poemas del ono " "Cada cuadradito eqr-rivale a z cm,,', .o. lo
97). Si bien el cual también sería
territorio chileno suele ser asolado por temblores y rerremoros, imposible delinear una vivienda, esta vez porque la escala es de-
las catásrrofes también pueden rener connotaciones no solo geo- masiado pequeña. Ambas páginas, .i. .*Lrrgo, se diferencian a
lógicas. La referencia al final de la "Nora r." afirma: "véase Aáolf primera vista por la imagen de una liebre _del grabador Alberto
Hilter Vs. Tánia Savich" (de las págs. rr3 y rr4), reorientando la Durero- con un rectángulo negro cubriéndole la boca que simu-
serie de la casa y la familia desde elementos metafisicos, psicológi- la el gesto clásico de la censura: la liebre se encllenrra enia página
cos y telúricos a históricos, béiicos y políticos. Tania savich, según junto al poema, pero no en la contratapa.
informa la "Nota rr. Adolf Hitler vs. Tánia Savich I,, de la Es posible considerar el poema "La desaparición de la fami-
fág.
r3z, fue una niña que vio morir a sus parientes en el asedio a Es- lia'como el centro secreto de La nueua nouerd, o quizás, al menos,
talingrado llevado a cabo por los nazis durante la segunda guerra como uno de sus cenrros. Su ubicación en la segunda página del
I mundial. La nueua nouela, para lograr desplazamie.rio, y último capítulo del libro para un lib.o .á.rá.rr"do,
las series, asemeja a Thnia savich con el círculo ("El círculo "Ápli",
áe la -"Epígrafe
La política'-85 (ver reproducción) favorece tanro su preponde_
familia') y a Adolf Hiltler con el cuadrado. Esta es la rercera ma- rancia como su interpretación polírica. El capítulo firr"l d.rtr."
nera de interpretar el poema "La desaparición de una familia'. ya desde su presentación (r35), ya que co.rtienl entre sus páginas
Los cuadrados también se repiten en la imagen (ver repro_ una-bandera de papel de Chile misma que se enconrrará con
ducción) que enfrenta el poema "La desaparición de l" f.milia", profusión en La poesía chilena-, -launa dedicatoria a Daniel There-
imagen que, significativamente, se repite con variaciones en la sin (que es el apodo que utilizó Jean Tardieu duranre la ocupación
conrrarapa del libro. En aquel texro se insiste en un procedimien-
to ya conocido: ordenar al lector que ejecute una acción. En este
caso, se le pide hacer el dibujo de la casa a la manera de un plano It Como ¡ecién fue aÉrmado, j[nto a "La desaparición de la familia,,se
reproduce la imagen de Ia
arquitectónico: "Dibuje el conrorno de cada cuarto incluyendo contratapa con algunas va¡iaciones. y.¡unto a la,,Nota r. La desaparición
de un¿ familü,,_co_
lección de citas que propone comenrar esre poema- se duplica,
puertas y ventanas." Asimismo, se conmina a marcar ..dos rutas lámina de la tapa.
también significativamente, la

192

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