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OH QUÉ POEMA TAMBI~N!

POR J OS~ DE JESÚS SAMPEDRO

'n ow my hear t is fuI! of )'OU' mandaban al carajo el pa nora ma


ja mes taylor ella estaba en pijama be biendo un 'tinto
los fono gramas de ca ruso y de liIippo
reposab an en un baúl
y no los hubiera puesto nunc a de mi parte
fue hacia noviembre de 1976
pero ella - siempre ella-
"oh que noche pasé!"
pen sab a muy distinto
como lo dirían estos canta ntes de rock
llovía y en ocasion es tran sita ba po r la ventana
pero el as unto es ot ro
un as unto suma mente impo rtante un ga to moj ado
asusta ndo eso del conviv io íntimo
con todo y su exactitu d cronológica
cua ndo pensé q ue era conveniente ponerme un hasta aq uí
y deb o conta rlo ahora
q ue esos respo nsab les yesos metidos ahí la pol icía milita r tocó a la puer ta
por cau sas fortu itas y casuales creímos que los mirlos se iban a pique
-que son las mejores causas del mund o o qu e el venta rr ón anuncia do por fin estaba listo
aún supo ngo- está n ausentes pero nad a de eso
y por que yo estaba de acuerdo enteramente era una localid ad distan te donde esas coincidencias
y ella también no sucedía n diariam en te
sucedió esto el policía militar jefe tenía ca beza de cebolla
de manera que húmeros pelos y cubetas y ojos de oso miope
y esa magnánime poesía de auto res - si es que existen osos miopes-
serios y abundante s nos d ijo que el tiempo la seguridad el civismo
fundamentalmente co noci dos la co labo ració n y los secuestros de hombres importantes
po r nosotros: noviembre de 1976 rep ito de nues tra cuenta eso no interesaba
de tarde tr onaban cerrojos y escaleras le d iría: "a l dem onio usted y el secuestrado y el civismo"
y ella canta ba una versión divert ida pero no era recomenda ble
de la mar sellesa porq ue ella esta ba perfecta en su pijama
mientr as mi estóm ago percud ía flores y macetas mi corazó n no era un pr oducto refractario
escribiendo so netos bellos el policía militar dijo que nosot ros no éramos parte
que rimaban en ó" y ('111(' de ese sitio co n sus mirlos y sus cuervos pésimos
eso hubiera bastad o par a ve larse de inmedia to y se fue termin ando su rond a
a paki st án o nau calpan nad a de otra cosa
pero como ella estab a per fecta cantando el soneto encima de la mesa era una esponja
opt é por ponerme una cara de ajo njo lí conlent o ella es taba herm osa en su pija ma y canta ba despacio
y quedarme donde se podí a bat allar si uno se hub iera asoma do po r la ventana
con tra esa profunda versificación de atrocida des estaría n a hí esos mirlos posados
ahí est ábamos espera ndo esperando
y bru to de mí brut o no se me ocurrió que el disco de caruso
po rqu e no supe que esa mar sellesa pod ría a huyenta rlos
at raía noct ámbulos ratones soy Ion lo en determi nado tiempo
a fuera había mirlo y cuerv os pero a hora que puedo recor da rme en ese sitio
y la policía militar haciendo su rond a escr ibo tamb ién que el firm amento esta ba ocupado
localizan do reuniones y mujere s solas lleno de tor tugas y de cables telegráfico s
llover era cosa co rriente en e e estado que co rtaban el malesta r hep ático
y la ca rta de jenny de pa lermo me recordaba y la intercomunicaci ón
el humo de milonga dramatismo de parejas me daba un a mor por su pijama y su cepillo de dientes
y suicidas personajes de tan go y de botella s nada comparab le al misóga mo o la chimenea sucia
posiblement e lod o hubiera que da do como lo desc ribo : pero los mir los ruidosos y el policía militar .
bien plant ad o represen taban un fracaso y ante eso
aunque tr on ara la tri pa el ja rró n el bas urero oirla canta ndo su inacabable marsellesa
y esos artefacto an tiesté tico s de la cocina era una salvació n instant ánea
ella pod ía ca nta rse otra selección mejo r noviembre de 1976 en aquel sitio
pero era obsesiva qué ruido q ué desastre
como un so undtrac k de bossa nova el policí a militar volvió co n sus pat as de caballo
ya d ije que era una temp orad a de mirlos enfermos trona ndo la puerta la ventisca el infinito extendido
de cuervos arro llados en la vía allá enfrente nunc a recuperado
y que la visión de esos miembr os idio tas desde esta casa
de la policía militar inte rrum pí mi soneto en un inmejo rable momento

78 José de Jesus Samped ro (Méx ico, 1950) ganó el premio nacional


de poes ía de Aguascalientes en 1975 con su libro Un (ej emplo)
salto de gato pinto , publi cado por Joaquín Mortiz.
cuando tratab a de rimar shakeaspea re inútilmente
dejé mi texto ahí y volaron los mirlos
pasó un gato so rdo
ella no pudo cant ar aún con su pijama hermosa
abrí la puerta
y el policía militar ent ró despacio
como en un cuento de chesterton
cont ra la ba rricada de tinto
habló del tiem po de la patria de la situación act ual
y de conspiracio nes internaciona les
cont ra el uso de la mermelada de fresa
y el pan tostado
pasó de nueva cuenta al tema del secuestro sus inconveniencias
yo pensaba co mo nunca en caruso
de repente sacó la zanahoria de su fund a
y dijo: "estos mirlos vuelan bajo"
un ton o declar at ivo propio
de un western italiano
no entendim os
oh noviembre de 1976 "que noche pasé!"
y esos p ájaro s soplando sus picos có nicos y sus entradas
y el policía militar con su zanaho ria fuera
pod ía dispar ar
ella se sentó
" al demon io ~o n sus secuestros" dije por fi n
el policía militar se enojó
me hab ló de la cooperación y el sín to ma de la salud
pero )'0 no qu ería estarm e oyendo eso
el policía milita r a pretó la zunuhor ia y un mirlo cayó
los otros mirlos se iban lejos
repitiend o el soni do del disparo
y el policía militar dijo: "a l demon io usted"
ella le tiró ento nces un tomate
y yo pensé "¿ qué sucede'!"
cuando el policía militar apretó la za na ho ria
con tra su pijam a hermosa
)' ella rod ó como en una fotografí a cp ia
" le ad vert í que etc etc etc"
yo esta ba bo bo
el policía militar dijo que el secuestro
pero no entendí nad a
enton ces tomé un picaporte y se lo pu e
donde ya no saldría nunca
dob ló sus patas de caballo recio y dijo "oh "
fue tod o par a él
pero ella y el mirlo y esos cuervo s volando
no estab an en su sitio
"oh que noche !" como dicen esto can tantes de hoy
ella tenía fl ores y macetas supersónicas
y estuv imos de acuerdo
mirand o mirlos y cuervos muertos
y ahora que esto s implicados no están más
que no pude qu itarle a ella esa pijama hermosa
escribo esto contando como sucedió todo
ahí estar án esos pájar os artríticos
volan do so bre la casa contra el plom o
y la vaciedad comp leta del sitio
~anG . 911.. · donde ella estuvo can tando

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