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VENCIENDO LAS OFENSAS

Pr. 19:11 * Mt. 6:14-15 * Mr. 11:25-26

Introducción:
Una ofensa es algún tipo de manifestación en la que alguien se siente insultado o descalificado.
La idea de ofensa expresa que el ofendido entiende que ha padecido una injusticia, ya que las palabras
pronunciadas contra él son falsas o injuriosas.
En las relaciones sociales, las ofensas son entendidas como una falta de respeto a los demás. No
solamente se trata de una incorrección o una falta de educación, sino que son valoradas como una
agresión verbal. De hecho, pueden ser constitutivas de delito (por ejemplo, una infamia es un ataque al
honor individual).
La ofensa es tan poderosa, que puede ponerle fin a las amistades más antiguas, es capaz de separar
familias, y aun ser la causa de la muerte de alguien.
Existen ciertas cosas que debemos considerar acerca de la ofensa. Por ejemplo:
 Todos nosotros ofendemos sin importar quienes seamos.
 Ofende el pobre, como ofende el rico.
 Ofende el intelectual, al igual que el iletrado.

El problema es que nosotros somos muy conscientes cuando alguien nos ofende, pero somos muy
lentos para reconocer cuando ofendemos.

Aun cuando Jesús enseñaba, muchos se ofendían por sus enseñanzas, ya que se sentían directamente
señalados. Mt. 15:12-14

Hay dos cosas muy necesarias para poder entrar al reino de los cielos

Perdonar y amar a nuestro prójimo, estas son cosas que aparentemente no son tan necesarias para un
cristiano, y las estamos dejando en segundo plano.
COMO PERDONAR CUANDO HEMOS SIDO HERIDOS
Efesios 4:32

Hay dos cosas muy necesarias para poder entrar al reino de los cielos, éstas aparentemente no son tan necesarias
o no le damos mucha importancia y las estamos dejando en segundo plano. Algo sin importancia.
 Perdonar
 Amar a nuestro prójimo,

Si somos sinceros vamos a admitir que perdonar no es una tarea fácil.


 Tenemos dificultades para llevarnos bien con la gente.
 Hay gente que nos causa mucho enojo.
 Hay quienes nos tratan mal.
 Hay quienes chocan con nosotros.
 Hay quienes están constantemente perjudicando nuestros planes por medio de sus acciones.

Sin embargo, es en este contexto que Pablo nos dice que debemos perdonar. Observemos de más cerca la palabra
“perdón”.
Personalmente veo que hay tres clases de perdón:

1. El perdón que le das a alguien que te lo pide.


Alguien que se arrepiente genuinamente, y que no está siendo solamente amable. Alguien que cambia realmente.
A esto se refiere Jesús cuando dice en Lucas 17: “si tu hermano peca contra ti, repréndelo, y si se arrepiente,
perdónalo.”
2. La segunda clase de perdón es un poco más difícil. Es el perdón que tú le das a alguien que no se
arrepiente; que no cambia, sino que te sigue causando problemas.
Jesús dice en Mateo 6 que si nosotros perdonamos a aquellos que pecan contra nosotros, Dios nos perdona
también. Si no perdonamos, Dios no nos perdona. Jesús aclara en Mateo 18 que si alguien prosigue pecando
contra ti, tú debes seguir perdonándolo. ¿Cuántas veces? 70. El punto es <perdona siempre>.
3. El tipo de perdón más difícil es el que se le da a alguien que no solo no te lo pide, a alguien que no
solo no cambia, que no lo merece, sino a alguien que ni siquiera piensa que necesita tu perdón.
Eso fue lo que hizo Jesús en Lucas 23:34 cuando dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.
Lucas 6:37 dice, “perdonad, y seréis perdonados.”
Marcos 11:25 agrega, “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro
Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.”

El punto es simple. Si quieres que Dios el Padre te perdone, entonces tú también debes estar dispuesto a
perdonar a los que te han herido.
La biblia no nos ofrece otra alternativa. Nosotros hemos sido perdonados, entonces ahora debemos perdonar.
Nuestra relación con nuestros hermanos será un reflejo de nuestra relación con Dios. Si hay un problema
horizontal, entonces es probable que haya también un problema vertical que necesita ser arreglado.

Quiero ayudarles en este tema del perdón, y voy a ofrecerles SEIS puntos al respecto.

I. PIDELE A DIOS QUE TE AYUDE


Cuando Jesús les enseñó a sus discípulos cómo orar, uno de los temas con los que trató fue acerca del perdón. Él
dijo en Lucas 11:4 “Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos
deben. Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal.”
Perdonar es algo que Dios hace muy bien. El disfruta el perdonar. El murió por perdonar.
Cuando Dios perdona: Los pecados del corazón, los pecados del cuerpo y los pecados de tu voluntad son
perdonados.
Tomen nota del alcance del perdón de Dios:

 Él nos perdona HORIZONTALMENTE: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de
nosotros nuestras rebeliones.” Salmo 103:12

 Él nos perdona VERTICALMENTE: “Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su
misericordia sobre los que le temen.” Salmo 103:11

 Él nos perdona INMERECIDAMENTE: “No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni
nos ha pagado conforme a nuestros pecados.” Salmo 103:10

 Él nos perdona ETERNAMENTE: “Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.”


Hebreos 10:17

 Él nos perdona REPETIDAMENTE: “Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día
volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale."

 Él nos perdona COMPLETAMENTE: “si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18

Ese es el amor del Calvario. Y es también un modelo de nuestro perdón para con los demás.

II. NO DIVULGUES LA OFENSA


No riegues el veneno. Deja que la ofensa muera. Si sientes que debes divulgar la ofensa, pregúntate el porqué.

• ¿Cuál es el motivo? • ¿Qué estás esperando lograr? • ¿Son tus acciones motivadas por amor o por algo menos
honorable? La Biblia dice “Sin leña se apaga el fuego” Prov. 26:20. En otras palabras, si dejas de alimentar la
ofensa, eventualmente se extinguirá.

III. PROSIGUE ADELANTE CON TU VIDA


El perdón restaura el presente, provee la base para el futuro y te libera del pasado.

IV. NO ESPERES QUE EL OFENSOR TE PIDA PERDÓN


Si no lo ha hecho todavía, es probable que nunca lo hará.

Durante el tiempo que he servido como pastor, he tenido innumerables casos de ofensas, calumnias, etc. Y
probablemente puedo contar con una mano a las personas que tuvieron el valor para decir “lo siento.” Jesús no
esperó una disculpa.

V. RECUERDA QUE TÚ TAMBIÉN NECESITAS PERDÓN


Jesús dijo que no olvidemos la viga delante de nuestros ojos cuando examinamos la paja en el ojo ajeno.
Pregúntate honestamente si eres completamente inocente en el problema. ¿Tal vez tendrás algo de culpa?

VI. Y FINALMENTE – DEJA LA JUSTICIA EN LAS MANOS DE DIOS


Él ha prometido que El pagará, El cumplirá su palabra.

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