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CERDEÑO: RHINOCEROTIDAE

Rhinocerotidae (Mammalia, Perissodactyla) de la


cuenca de Guadix-Baza.

Esperanza Cerdeño
Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC. José Gutierrez Abascal, 2.
28006 Madrid (España).

ABSTRACT

The fossil remains of rhinocerotid from the Guadix-Baza basin are described in this work. These remains
have been found in five localities: Huélago, Huéscar-1, Cúllar de Baza-1, Bacochas-1 and Huéscar-5.
So few remains have been encountered in the last two sites that their classification is not possible. However,
the discovery of a very large trapezoid in Bacochas-1 indicates the presence of a large rhinoceros.
Dicerorhinus etruscus remains have been identified in Huélago, Huéscar-1 and Cúllar de Baza-1. The
Huélago remains are mainly lower dentition, and therefore, not very significant. However, comparison with
the remains of Huéscar-1 permits them to be classified as D. cf. etruscus.
The most abundant remains come from Huéscar-1, and a few well preserved bones from Cúllar de Baza-1.
Both Huéscar and Cúllar remains have been indentified as D. etruscus brachycephalus. Their comparison
with other european remains of the same species indicates the existence of morphological and biometrical
differences.

KEYWORDS: Rhinocerotidae, Dicerorhinus etruscus, Plio-Pleistocene, Guadix-Baza Basin. Spain.

Las excavaciones realizadas en los yacimientos de Huélago, Huéscar-1 y Cúllar de Baza-1 durante
las campañas de 1985, 1986 y 1987, respectivamente, han proporcionado algunos restos de
rinoceronte que sólo en el caso de Huéscar-1 se pueden considerar abundantes. De las demás
localidades prospectadas en la cuenca de Guadix-Baza, se ha comprobado la presencia de
rinoceronte en Bacochas-1, con un único hueso, y en Huéscar-5, con un fragmento de esmalte de
diente.
A continuación se realiza una corta descripción y discusión del material. La metodología seguida
en este trabajo es, fundamentalmente, la establecida por Guerin (1980). Sobre ella debemos hacer
la siguiente aclaración: el diámetro transversal de la epífisis proximal del McII difiere de la forma

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LA CUENCA DE GUADIX - BAZA

en que lo toma dicho autor, ya que aquí considero que el DT proximal es la anchura de la epífisis
medida perpendicular a la tangente que pasa por la articulación lateral. Todas las medidas que
aparecen en texto y tablas se expresan en mm.

Género Dicerorhinus GLOGER, 1841.


Dicerorhinus etruscus (FALCONER, 1868)

1.- Huélago

Los restos encontrados en este yacimiento son muy escasos y, en general, están mal conservados.
La mayoría corresponde a la dentición inferior: un P 3 derecho, un M 2 izquierdo, dos M 3 izquierdo
y derecho, un M 2_ 3 izquierdo en germen, un fragmento mandibular derecho con parte de un molar
y otro fragmento izquierdo, mejor conservado, con la serie P 3 -M 2 y parte del M 3. Hay también
fragmentos de otros molares y de un P 4 izquierdo.
Existe, además, un M (i) incompleto encontrado en la campaña de prospección del año 1984.
Los P 3 presentan cíngulo labial discontinuo y rebordes linguales en la parte anterior y posterior.
Los valles son poco profundos.
Los molares también tienen cíngulo labial en el lóbulo anterior y lingual en la base del valle
posterior. El M 2 es más ancho y masivo que los M3 aislados. El molar en germen no tiene cíngulos;
el contorno oclusal del trigónido forma un ángulo fuerte y el valle anterior es claramente más alto
que el posterior.
Del esqueleto postcraneal existe una epífisis distal de húmero izquierdo, mal conservada, que a
grandes rasgos se puede considerar análoga a la de Huéscar.
El material de Huélago no es bastante significativo para determinarlo específicamente con
seguridad, debido al mal estado de los ejemplares y a la homogcneidad de la dentición inferior de
los rinocerontes.
En conjunto, se observa su analogía con los restos de Huéscar-1. Las dimensiones de los dientes
(tabla 2) muestran semejanza entre los M 3 de Huélago y Huéscar-1 y mayor talla para el M 2 de
Huélago. Entran bien en la variación de D.e.etruscus , según los datos de Guerin (1980, p.468).
Con reservas, determinamos el rinoceronte de Huélago como Dicerorhinus cf. etruscus.

2.- Huéscar-1

La campaña efectuada en Huescar-1 en 1986 proporcionó un material de rinoceronte relati-


vamente abundante que se suma a los escasos restos encontrados en una campaña anterior y que
ya fueron estudiados por Mazo et al. (1985) y que yo he revisado para este trabajo. Por otra parte,
Santafé y Casanovas (1987) citan unos molares del yacimiento de Huéscar en su estudio sobre el
rinoceronte de Venta Micena (Granada) y Cueva Victoria (Murcia).
El material recogido en 1986 es el siguiente: un D 1 derecho, dos D 4 izquierdos, dos P 2, derecho e
izquierdo, y fragmento de otro 1212 izquierdo, un P 3 derecho, dos P 4 izquierdos y dos fragmentos
derechos, cuatro M' izquierdos y dos derechos (sólo un ejemplar completo), dos M 3 izquierdos
incompletos, un fragmento de P 2 derecho, dos P 3 derechos y tres izquierdos, tres M, izquierdos y
dos derechos, dos M 2, izquierdo y derecho, un M 9) derecho, dos M 3 , derecho e izquierdo, y
numerosos fragmentos dentarios; una vértebra torácica incompleta, fragmento articular de escápula
izquierda, fragmento de ulna izquierda, fragmento de coxal izquierdo y acetábulo del derecho, dos
cabezas de fémur, derecho e izquierdo, astrágalo, cuboides y ectocuneiforme izquierdos, diáfisis de
MtIV, 3a falange lateral, un sesamoideo y una petrosa.
Todo ello supone un número mínimo de cinco individuos, tres de ellos adultos.

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CERDEÑO: RHINOCEROTIDAE

3.- Cúllar de Baza-1

El yacimiento de Cúllar de Baza fue ya estudiado por Ruiz Bustos en 1976, describiendo entre
la fauna algunos restos de rinocerótido que atribuyó a D.etruscus.
En la campaña de 1987 se extrajo nuevo material que, aunque escaso, proporciona más datos
sobre el rinoceronte de Cúllar. Estos restos, del esqueleto postcraneal aparecieron todos muy
próximos entre sí y corresponden al mismo individuo. Consisten en un escafoides, un semilunar,
un piramidal y un McII, todos del lado derecho.
Los tres camales están prácticamente completos, salvo alguna rotura de excavación, y bien
conservados. El McII carece de la mitad distal.

Descripción y discusión

La dentición de leche de Huéscar-1 no presenta caracteres especiales. El D 1 (lám.1, fig.5) es de


ectolofo largo y poco convexo; el valle medio está cerrado, hay una prefoseta y la postfoseta es
pequeña pero doble. Los dos D 4 están incompletos, sin ectolofo. Uno presenta gancho y crista
múltiple, casi unidos, mientras que el otro tiene sólo un esbozo de crista simple; el protocono está
marcado por dos surcos verticales, anterior y posterior, y el hipocono sólo tiene surco anterior.
Los premolares superiores (lám.1, figs.1-2) tienen el ectolofo con los pliegues de paracono y
metacono poco marcados. Protolofo y metalofo quedan fusionados lingualmente por el desgaste.
Tienen cíngulo lingual bien desarrollado (al menos P 2 y P 3). Los P 2 tienen gancho y crista
múltiples, unidos en uno de los ejemplares. El P 3 tiene solamente gancho, doble pero de escaso
desarrollo. Los P 4, con desgaste muy avanzado, presentan un valle medio cerrado y profundo, uno
de ellos con un fuerte gancho simple. Santafé y Casanovas (1987) señalan un P 4 de Huéscar con
ectolofo más aplanado que el ejemplar de Venta Micena.
Los molares (lám.1, figs.3-4) también tienen ganchos y cristal muy bien desarrollados y uno de
los ejemplares tiene un antigancho muy pequeño. El protocono está marcado por dos surcos
verticales poco profundos. En el ectolofo se marca fuerte la convexidad del mesostilo. Los autores
antes citados también señalan un M 2 de ectolofo más plano que los de Venta Micena. Uno de los
ejemplares presenta finos restos de cemento sobre las paredes.
Las dimensiones de la dentición superior aparecen en la tabla l.
La dentición inferior (lám.1, figs.6-7) se muestra variable en cuanto a la presencia o ausencia de
cíngulos laterales que, cuando existen, no están en ningún caso muy desarrollados ni son continuos,
como ocurría en Huélago. La diferencia de nivel de los valles es acusada en uno de los M 3 . Este
hecho lo hacen notar también Santafé y Casanovas (1987) en el M 3 de Venta Micena. Por otra parte,
indican que los P 3 de Venta Micena tienen el surco de separación de los lóbulos muy poco marcado,
al contrario que los P 4; en Huéscar-l hay cinco ejemplares de P 3 de los que cuatro tienen el surco
bien marcado y uno no, lo que indica que es un carácter sometido a variación individual.
También la talla de la dentición del rinoceronte de Venta Micena es comparable a la de
Huéscar-l, con ligeras diferencias: el P 3 más estrecho y los M 1 más pequeños en Venta Micena; los
P son algo más estrechos (tablas 1 y 2). En Cueva Victoria (Murcia) (D.etruscus etruscus)parecen
más próximos (P 4-M 1-M 2). ) Santafé y Casanovas (1987) diferencian la dentición de Cueva Victoria
de la de Venta Micena como pertenecientes cada una a una subespecie de D.etruscus . Sin embargo,
dichas diferencias me parecen poco significativas, teniendo en cuenta el escaso material comparado
y la fuerte variabilidad individual de alguno de los caracteres considerados (desarrollo del gancho y
la crista), como se puede ver en el material de Huéscar-l. Las figuras que los autores presentan en
la lámina I tampoco dejan ver diferencias claras en el perfil del ectolofo del P 4 y el desarrollo del
pliegue del paracono de los molares, como ellos indican.

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LA CUENCA DE GUADIX - BAZA

- o

•-• 14
,r1 O
Huéscar - 1 > 4-,
Venta Micena (1) UU
O .,I
C.) >

1
(D )
1 L 26
P'
A 22,8

, L 33,5 33,2 (29,5)


P`
A 34,9 36,2 -

3 L 41,3 40 37
P
A 53,4 - 46

4 L - (>42) (>43,5) (1)


P (42) (37,3) (41)
A 60 (54,5) - (54) (49,9) 51

M1 L 52 (49) 48,7 48,6 - (45) 42 (43)


A 53 51,7 55,6 (55) (52) (51,2) 48 50

( )1
2 L 53,5 - 51 50,5 49 47
M
A 56 56 - 49 - 52

L (42) 49
M -- 48
D-

Tabla 1: Dimensiones de la dentición superior de D.etruscus de los yacimientos de la depresión


de Guadix-Baza
(1) Según Santafé y Casanovas (1987)

Huélago Huéscar-1 Venta Micena(1)

L 18
Pi
A 12

L 34,2 38,4 35,3 36,3 38,2 (30)


2 A 24,9 25 25,3 27,7 26,5 18

L
r n
33,9 1(38,3)1 36 (35) 34 35
[
' A 22,1 25,5 i 20 (22) 24 22

L (36,5) (38,5) 40 -
p4 A 28,5 26 25,5 26

L (38,7) 42,6 44 43,2 (42) 44 43


A (>25) 27,9 26 25,3 26 - 26 25

L 50,4 - 45 47,2 46,7 (42)


2 A 32,6 29,2 31,4 28,8
28,3 27
L .J

L 45,5 45,2 45 45,8 48 42


3 A 26,7 26,7 27 27,6 28 27

Tabla 2: Dimensiones de la dentición inferior de D.etruscus de los yacimientos de la


depresión de Guadix-Baza.
(1) Según Santafé y Casanovas (1987)

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CERDEÑO: RHINOCEROTIDAE

Considero, pues, que el rinoceronte de Cueva Victoria debe clasificarse como D. etruscus , sin
asignarle denominación subespecífíca y, por supuesto, no utilizar esta determinación subespecífica
como base para situar Cueva Victoria estratigráficamente más antigua que Venta Micena (Santafé
y Casanaovas, o.e., p.237). Carbonen et al. (1981) situaban aquel yacimiento en una edad equiva-
lente a Le Vallonet y más reciente que Venta Micena.
Comparando con el material europeo, los caracteres descritos de la dentición y la variabilidad de
los mismos corresponden bien con las descripciones de Guerin (1980) para D.etruscus
brachycephalus . Más concretamente, la morfología dentaria coincide con los restos de Voigstedt y
Süssenborn (Alemania), descritos por Kahlke (1965, 1969), de dimensiones semejantes, en algunos
casos incluso por debajo de los valores de Huéscar (hay que tener en cuenta, sin embargo, que el
citado autor toma las medidas en la base de la corona).
También es comparable al material del yacimiento francés de Vergranne (Guerin, 1983),
observándose sólo ciertas diferencias de talla, más pequeña en general para Huéscar.
En cuanto al esqueleto postcraneal de Huéscar-l, el fragmento distal de húmero muestra una
epífisis no muy ancha (fig. l), con el labio externo de la polea muy corto (DAP) y, en conjunto,
una talla pequeña. Las dimensiones obtenidas para este hueso son las siguientes:

DT diáfisis = 62'5
DAP diáfisis = (70)
DT epífisis distal = 120
DAP epífisis distal = (85)
DT articulación distal = 83
DAP articulación distal = 76'3

Los otros huesos encontrados son también de pequeño tamaño. El astrágalo (fig. 2 y lám. l, fig.
10) es de polea ancha y corta pero profunda, bien separada de la zona articular distal por una franja
superficial. El tubérculo medial está poco desarrollado. En la cara posterior, la faceta-l para el

Figura 1.- Fragmento distal de húmero izquierdo (Hu-1, A460) de


D.etruscus del yacimiento de Huéscar-1. Vista anterior.

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LA CUENCA DE GUADIX - BAZA

calcáneo es ancha, corta y apuntada disto-lateralmente. La faceta-2 es redondeada, más alta que
ancha, y estaría unida a la faceta-3, que falta. La articulación distal para el cuboides también falta
y la del navicular, incompleta, es poco convexa en sentido antero-posterior y poco cóncava
transversalmente. Santafé y Casanovas (1987) dicen del ejemplar de Venta Micena que la polea es
de asimetría relativamente acusada. Por la figura 3 de la lámina V del trabajo citado, me parece muy
similar al de Huescar-l, aunque, en vista posterior, se observa una mayor proximidad de las facetas
1 y 2, que en nuestro ejemplar están bien separadas. La escasa convexidad de las facetas distales se
da en ambos yacimientos. Las dimensiones no difieren mucho entre Venta Micena y Huéscar-l,
sobre todo con el ejemplar bien conservado de Huéscar-l, que es un poco más grande. Ruiz Bustos
(1976) describió y figuró un astrágalo de Cúllar de Baza cuyas dimensiones son mayores que en
Huéscar-1 (tabla 3). Morfológicamente, por lo que se aprecia en las fotografías, es análogo pero con
una polea un poco menos profunda aunque de igual anchura relativa.
La relación anchura/altura (DT x 100/ H) de los astrágalos estudiados da los siguientes valores:

- Huéscar-l: 105'3; 114'7


- Cúllar de Baza-l: 114,2
- Venta Micena: 118'2
- La Puebla de Valverde: 119'7
- Senéze: 107'5; 106'9; 117'4; 118

La diferencia que se aprecia entre los dos ejemplares de Huéscar-1 es casi del mismo orden que
la obtenida para los cuatro astrágalos de Senéze que yo he estudiado y que corresponden a dos
individuos distintos. El ejemplar de Cúllar, de mayores dimensiones que Huéscar, mantiene las
mismas proporciones, como se ve en el índice.

Figura 2.- Astrágalo izquierdo (Hu-1, A975) de D.etruscus del


yacimiento de Huéscar-1. Vista anterior.

El mayor valor del ejemplar de Venta Micena se debe a su menor altura relativa; el índice resulta
similar al ejemplar villafranquiense de La Puebla de Valverde que, sin embargo, es de mayor talla
(tabla 3).
El cuboides (lám. l, figs. 8-9) es de cara anterior alta pero muy inclinada medialmente en su borde
superior. Esta inclinación se da en toda la cara proximal, en la cual la faceta para el astrágalo está,
además, desplazada hacia atrás respecto a la del calcáneo. En la cara medial, la faceta posterior para
el navicular se dispone sobre un saliente muy pronunciado y forma ángulo recto junto con otra
pequeña faceta que responde al ectocuneiforme. La articulación distal es subtriangular y con una

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CERDEÑO: RHINOCEROTIDAE

concavidad en su zona lateral posterior. La tuberosidad posterior está fuertemente desarrollada pero
sobresale poco distalmente.
El ectocuneiforme está muy alterado y únicamente se puede apreciar que la cara anterior es rela-
tivamente alta y estrecha.
El astrágalo más completo de Huéscar-l, así como el ya descrito por Mazo et al. (1985), presenta
mayor similitud con el ejemplar figurado de Vergranne (Guerin, 1983) que con los de las localidades
alemanas de Voigstedt y Süssenbom (Kahlke, 1965, 1969) ya que, en estos últimos, la separación
entre la polea y la articulación distal parece mayor y el tubérculo medial está menos desarrollado.
Por otra parte, la polea es más profunda en el astrágalo de Huésear, rasgo en el que difiere de la
descripción general que Guerin (1980, p.720) hace para el astrágalo de D.e.brachycephalus , con la
que coincide más el ejemplar de Cúllar de Baza.
La morfología del cuboides también responde a la descripción general de este hueso en la
subespecie brachycephalus y es comparable a los ejemplares de los yacimientos europeos antes
citados.
Por otra parte, la talla de ambos huesos, en Huéscar, es inferior a la de sus homólogos de
Voigstedt y Vergranne y más próxima a los de Süssenbom. Sus dimensiones están próximas a los
valores mínimos de dicha subespecie (Guerin, 1980). Santafé y Casanovas (1987) señalan,
igualmente, que la forma de Venta Micena es pequeña respecto a los restos europeos comparados
(Voigstedt, Mosbach, La Vallonet, Pogi presso Bucine). El astrágalo de Cúllar de Baza-l, por el
contrario, es equiparable al ejemplar más completo de Vergranne y también próximo a los de
Voigstedt más pequeños.
Si comparamos con la subespecie villafranquiense, D.e. etruscus, de Senéze, se ve que el astrágalo
es más pequeño en Huéscar, mientras que el cuboides tiene una talla parecida pero es
proporcionalmente algo más largo (DAP) nuestro ejemplar, con mayor altura relativa de la cara
anterior respecto a la altura máxima (tabla 3). El astrágalo presenta, además, algunas diferencias
morfológicas a nivel de la articulación distal que queda, en Senéze, más desplazada respecto a la
polea y tiene la escotadura entre las dos facetas más marcada. En Cúllar, las dimensiones del
astrágalo están próximas a Senéze, con mayor diferencia en el DT de la articulación distal (relati-
vamente mayor en Cúllar).
Respecto a los yacimientos villafranquienses españoles con D. etruscus , se observa que los
astrágalos de La Puebla de Valverde (Teruel) (Guerin y Heintz, 1971) y Villaroya (Logroño) (datos
propios), análogos a Senéze, son de mayor talla que los de Huéscar, relativamente más anchos y
bajos y similares al astrágalo de Cúllar pero con más diámetro transversal distal, como ocurría en
Senéze (tabla 3). Estas diferencias de talla, teniendo en cuenta la escasez de material comparable,
me parecen insuficientes para establecer una relación precisa entre ellos. Sin embargo, Mazo et al.
(1985) utilizan esta diferencia de talla como argumento para defender su hipótesis de la existencia
de dos líneas evolutivas dentro de las Cordilleras Béticas. En mi opinión, los datos en los que se
apoyan son muy escasos y, en parte, erróneos. Por un lado, indican citando a Guerin (1980) que
D.e.etruscus da origen a D.e.brachycephalus por disminución de talla, mientras que lo que señala el
autor (pág. 1039) es un aumento general de la hipsodoncia y la talla y una menor gracilidad. Por
otra parte, el rinoceronte del yacimiento de La Solana del Zamborino (Granada) es un D.
hemitoechus (Martín Penela, 1987), cuyas dimensiones son relativamente pequeñas, análogas a las
del rinoceronte de Atapuerca (Burgos) (Cerdeño y Sánchez, 1988) y, por tanto, no sostiene la
hipótesis de la linea filogenética de gran talla. Si comparamos los astrágalos de Huéscar y Atapuerca,
vemos que la talla global es semejante y que la diferencia principal reside en la polea, más estrecha
y profunda en el D.hemitoechus de Atapuerca.
El material hallado en Cúllar de Baza (aparte del astrágalo ya comentado de las antiguas
campañas) no es homólogo al encontrado en Huéscar-1. Sin embargo, de forma general se puede

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LA CUENCA DE GUADIX - BAZA

apreciar un tamaño relativo mayor en los huesos de Cúllar, hecho que acabo de indicar al comparar
el astrágalo descrito por Ruiz Bustos (1976).
El escafoides es de faceta proximal bastante cóncava y facetas distales anchas. La faceta lateral
superior es larga, prolongada sobre la apófisis lateral. El borde posterior del hueso es convexo y
corto (fig. 3a y b).
El semilunar es de cara anterior ancha, con el extremo superior lateral formando un ángulo suave
que separa las facetas proximales para el radio y la ulna. Medialmente, la faceta superior es larga y
con un estrechamiento medio; la inferior es grande y semilunar (fig. 3c y f). En la cara lateral, la
faceta superior es estrecha y alta, semielíptica, lo cual no coincide con la morfología alargada de la
faceta correspondiente en el piramidal; la inferior es larga y en forma de L muy abierta y curvada.
La apófisis posterior es ancha.

Figura 3.- Huesos del carpo derecho de D.etruscus del yacimiento de afilar de Baza-1. Escafoides (Cu-1,
B115) en vista medial (a) y lateral (b); semilunar (Cu-1, B128) en vista medial (c) y lateral (f); piramidal (Cu-1,
B81) en vista anterior (d) y medial (e).

El piramidal es un hueso ancho (fig. 3d y e). La faceta medial superior es larga y baja que, como
ya hemos comentado, difiere de la morfología de la faceta correspondiente en el semilunar. La faceta
medial inferior tiene forma de L tumbada.
El McII es de epífisis proximal grande en sus dos diámetros (DT y DAP), con faceta proximal
larga (DAP). Lateralmente, hay una faceta continua que responde al magno y, sólo en la mitad
anterior, existe faceta para el McIII en ángulo suave con la del magno; en la mitad posterior la
articulación con el McIII se reduce a un pequeño reborde apenas distinguible (fig. 4).

280
Figura 4.- McII derecho (Cu-1, B81) de D.etruscus del
yacimiento de Cúllar de Baza-1. Vista lateral (a) y antero-medial
(b).

La única pieza homóloga del yacimiento de Venta Micena es el McII, cuyas dimensiones
permiten comprobar un mayor diámetro antero-posterior proximal en el ejemplar de Cúllar de
Baza-l (la diferencia en el DT proximal se debe, en mi opinión, a la distinta forma de medir dicho
parámetro). Morfológicamente, Santafé y Casanovas (1987) sólo señalan que las facetas de
articulación son más grandes que en D.etruscus de la Puebla de Valverde y la diáfisis más recta y
más esbelta.
Los ejemplares de McII de D. etruscus de Senéze son muy similares y de la misma talla. La faceta
lateral es más parecida a la del ejemplar 210946 (de los tres que yo he estudiado), por su mayor
curvatura antero-posterior de la faceta para el magno y la forma de la faceta para el McIII; sus DAP
son menores que en los otros dos ejemplares y que en Cúllar (tabla 4).
La semejanza morfológica con el material de Senéze se da también en los tres carpales
encontrados. El escafoides es de dimensiones análogas, el semilunar algo mayor en Cúllar y el
piramidal tiene menor DAP pero mayor DT.
Los ejemplares homólogos de la Puebla de Valverde muestran ligeras diferencias dimensionales.
El escafoides tiene el DAP y la H menores que en Cúllar; el semilunar es ligeramente menor pero
más alto; el piramidal sólo es inferior a nuestro ejemplar en el diámetro transversal (tabla 5). Un
semilunar, algo erosionado, del yacimiento de El Rincón (Albacete) es también análogo al de Cúllar,
con DT y DAP ligeramente inferiores (45'6 y 61'6, respectivamente).
Comparando con D.e.brachycephalus europeo, se comprueba que el escafoides de Solhilac
representado por Guerin (1980, fig. 91) es de borde posterior más corto, aunque el autor señala en
la descripción general que la diferencia de alturas anterior y posterior es débil. Los escafoides de los
yacimientos alemanes ya mencionados son un poco más grandes que en Cúllar, apreciándose mayor
diferencia en la articulación proximal que en el resto de los parámetros considerados. La morfología
es análoga, el ejemplar de Süssenborn (Kahlke, 1969) de borde posterior algo más corto y convexo.
Respecto a los ejemplares de Vergranne (Guerin, 1983), las dimensiones de Cúllar se acercan a las
más pequeñas del yacimiento francés.
En el semilunar, Guerin (1980) describe dentro de la morfología general del hueso, en
D.e.brachycephalus, una faceta lateral superior trapezoidal y relativamente amplia y una faceta
inferior triangular, alta y poco alargada, lo cual no coincide con la morfología descrita en el ejemplar
de Cúllar. Las mismas formas y la no correspondencia con la faceta respectiva del piramidal aparece
también en el material de Senéze.
El piramidal coincide con la descripción general de D.e. brachycephalus.

281
LA CUENCA DE GUADIX - BAZA

La talla de ambos huesos es menor en Cúllar que en Voigstedt, destacando la mayor diferencia
en la altura del piramidal. Los de Vergranne son también mayores.
Comparando con los valores generales de la subespecie (Guerin, 1980), el escafoides tiene la
mayor parte de sus dimensiones en la media de D.e.brachycephalus , salvo la altura que es superior
y el DAP de la articulación proximal en los mínimos. El semilunar tiene los diámetros en los valores
medios pero las alturas por debajo. En el piramidal sólo el DAP está en la media pero el DT y la
H por debajo.
El McII de Solilhac (molde estudiado en la facultad de Lyon-I) es de dimensiones análogas a
Cúllar y Senéze, en cuanto se refiere a sus diámetros, teniendo una longitud bastante superior a los
valores de Senéze (tabla 5), lo que le hace más grácil.

Rhinocerotidae indet.

l.- Bacochas-1

Como ya comentaba al principio del capítulo, la presencia de rinocerontes en el yacimiento de


Bacochas-1 está documentada por un sólo hueso. Se trata de un trapezoides derecho del que
destaca su anchura y gran talla general (fig. 5).

Figura 5.- Trapezoides derecho (Bac-1, s/n) de Rhinocerotidae indet. del yacimiento de Bacochas-1. Vista
medial (a) y proximal (b).

Sus dimensiones son las siguientes:


DT = 29'3
DAP = 43'8
H= 35
H mínima = 25,4
Estas dimensiones son del orden de Dicerorhinus schleiermacheri (Guerin, 1980) pero este único
hueso no es suficiente para su determinación taxonómica y lo consideramos como Rhinocerotidae
indeterminado.

282
CERDEÑO: RHINOCEROTIDAE

2.- Huéscar-5

La existencia de un rinoceronte indeterminado en Huéscar-5 está demostrada por un único


fragmento de diente que no permite hacer más consideraciones sobre él.

Resumen y conclusiones

En los yacimientos excavados y prospectados en la cuenca de Guadix-Baza, podemos establecer


la presencia de rinocerontes en cinco de ellos.
La escasez de material en dos de estas localidades no permite hacer una determinación

art. dis
Astrágalo DT H DL DTm.d. DAPi.
DT DAP
78 68 54,8 67,4 (63) 39 45,8
Huéscar-l
69,5 66 55,7 (60,8) 60,5 39,6 42
V. Micena (1) 74,5 63 50 60 42 . 55
Cúllar B.(2) 88 77 61,5 70 69 42,5
Puebla de V.(3) 85 71 57 76 71 36
84,4 79,2 58 71 64,7 48 54,l
Villarroya
88 (82) 61 78 72 46,3 55,9
86 80 58 72,3 63 (41,5) 57
86 80,4 58,9 71,7 65,5 (44) 56
Senéze(4)
85 72,4 56,5 71,2 62 40 53,2
85 72 55,6 70 63 39,7 54,2

a.pr
Cuboides DT DAP H Hant
DT DAP
Huéscar-l 37,5 62,8 53,7 42,4 41 38
40 55,8 55,8 42 35,4 40,7
40,6 56 55,7 42,6 34,7 42,4
Senéze
40,3 57,3 54,5 36,3 38 38
41 59 53,5 36 37 38,3

Tabla 3: Dimensiones comparadas del astrágalo y cuboides de D. etruscus de Huéscar-1.


(1) Santafé y Casanovas (1987); (2) Ruiz-Bustos (1976); (3) Guerin y Heintz (1971); (4) datos propios (material estudiado en la Facultad de Lyon-1).

taxonómica fiable y, así, en Bacochas-1 tenemos un Rhinocerotidae indet. de gran talla y en


Huéscar-5 ni siquiera se puede inferir el tamaño de la pieza. El material de Huélago, menos escaso

283
LA CUENCA DE GUADIX - BAZA

pero todo correspondiente a la dentición inferior, lo considero Dicerorhinus cf. etruscus , por sus
semejanzas con Huéscar-l.

e .p. a .d.
Mc II L DTm.d
DT DAP DT DT DAP

Cúllar de B. 34,9 48,l 24,4

V. Micena (l) 39,2 36 (35)


179 34,6 47,7 25 41,5 38,4 38
Senéze 180 34,7 48 26,5 43,4 37 38
181 30 40,6 24 41 34,8 36,4

Solihac 192,4 33,2 47,3 22,9 20 1 45,5 1 40,7 1 (38,5)

Tabla 4: Dimensiones comparadas del Mcli de D. etruscus de Cúllar de Baza.


(1) Santafé y Casanovas (1987).

a .p. a.d.
Escafoides DT DAP H
DT DAP DT DAP
Cúllar de B. (48) 77,6 65 (44) 41 29,4 62,8
47 (>76) 65,8 (45) 45,5 (30)
Senéze
76 65,3 42,3 29,7 62,8

Semilunar DT DAP H Hart.


Cúllar de B. 48,2 66 45,5 47,8
45,6 61,6 49,5 51,7
Senéze
(44) 62 48 (48,3)

Piramidal DT DAP H DAPpr


Cúllar de B. 49,6 36,7 48 31,8
47,5 (35,9) 49,2 33
Senéze
45 39,2 50,7 33,2

Tabla 5: Dimensiones comparadas de los huesos carpales de D. etruscus de Cúllar de Baza.

284
CERDEÑO: RHINOCEROTIDAE

En los yacimientos de Huéscar-1 y Cúllar de Baza-1 he determinado la presencia de D.etruscus


brachycephalus , por comparación morfológica y métrica con los restos españoles y europeos de esta
subespecie. Hay una clara similitud morfológica con el material de Venta Micena, yacimiento más
antiguo que Huéscar-l, y con los alemanes de Süssenborn y Voigstedt, así como con el más reciente
de Vergranne (Francia). En Huéscar, se aprecia cierta diferencia de talla respecto a los restos
europeos, sobre todo comparando con Vergranne donde ya Guerin (1983) indica que se trata de
una forma superior en talla a la media de la subespecie.
Este autor realiza unos diagramas de dispersión, al estudiar el rinoceronte de Vergranne, en los
que el astrágalo de Huéscar-1 queda por debajo del resto en cuanto a su DAP pero la anchura
corresponde bien con el área de solapamiento de D.e.etruscus y D.e.brachycephalus. Los restos
descritos de Cúllar de Baza se aproximan a los D.e.brachycephalus más antiguos, de la zona 20
(según la zonación del autor citado), más que a los de Vergranne aunque el astrágalo presenta
dimensiones similares a los de este yacimiento. En general, las dimensiones de los restos españoles
están entre los valores mínimos y la media de la subespecie brachycephalus . Santafé y Casanovas
(1987) indican también, en el rinoceronte de Venta Micena, diferencia de talla respecto a los restos
europeos y señalan (como comunicación oral del Dr. Guerin) que los rinocerótidos fósiles del sur
de Francia e Italia presentan menor talla que los nórdicos.
Por otra parte, hay que señalar que los restos de Cúllar de Baza presentan una total identidad,
morfológica y métrica, con los de D.e.etruscus de Senéze. Este yacimiento francés presenta cierta
dificultad a la hora de situarlo estratigráficamente, ya que parece existir una mezcla de material que
puede corresponder a dos niveles diferentes (Bonadonna y Alberdi, 1987). En cualquier caso, los
yacimientos villafranquienses españoles de La Puebla de Valverde (Teruel) y Villaroya (Logroño)
también nos muestran la misma talla que Senéze, mayor que en Huéscar y próxima a Cúllar.
Esta variación de talla observada no apoya la evolución que establece Guerin (1980, p. 1039) para
D.etruscus, entre las dos subespecies, con aumento de talla y pérdida de gracilidad para
D.e.brachycephalus respecto a la subespecie nominal. Lo que se deduce del material estudiado es
una primera disminución de talla (Huéscar) con relación a la forma villafranquiense, seguida de un
aumento (Cúllar de Baza) con el que se alcanzan dimensiones análogas a las de otros yacimientos
europeos pleistocenos.
Por otra parte, Guerin (o.c., p. 598) indica una cierta tendencia a la disminución de talla dentro
de la subespecie D.e.etruscus a lo largo del Villafranquiense y no encuentra diferencias notables entre
los restos sincrónicos de las diversas áreas geográficas estudiadas (Francia, Italia, Gran Bretaña y
España). La menor talla del rinoceronte de Huéscar-1 respecto a las formas anteriores o posteriores
puede ser reflejo de la continuación de dicha tendencia, ligada quizá a un cambio gradual del medio.
Otra cuestión que se plantea a raíz de este estudio es la dificultad de separar los restos
postcraneales de D.etruscus a nivel subespecífico, según esta identidad ya comentada entre Cúllar
de Baza y los materiales villafranquienses, en concreto los de Senéze. Las diferencias que establece
Guerin (1980) entre las dos subespecies no quedan demostradas a nivel de los huesos estudiados
aquí y la asignación que hago a D.e.brachycephalus está más en función de la edad de los
yacimientos que de diferencias morfológicas o dimensionales claras, asumiendo que las dos
subespecies pueden distinguirse a nivel craneal fundamentalmente. Sin embargo, seria también im-
portante conocer restos españoles villafranquienses y postvillafranquienses que permitieran
establecer una diferencia real entre ellos que justificara la separación de una subespecie limitada al
Villafranquiense y otra posterior.

285
LA CUENCA DE GUADIX - BAZA

Referencias bibliográficas

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LAMINA 1

1.- P 2 izquierdo (Hu-1, A-992). Huéscar-1. Vista oclusal. 2.- P 3 derecho (Hu-1, A-285). Huéscar-1. Vista
oclusal. 3 y 4.- M 1 izquierdos (Hu-1, A-997 y á-125). Huéscar-1. Vista oclusal. 5.- D l derecho (flu-1,
A-957). Huéscar-1. Vista oclusal. 6.- P 3 izquierdo (Hu-1, A-866). Huéscar-1. Vista oclusal. 7.- M 3 izquierdo
(Hu-1, A-1052). Huéscar-1. Vista oclusal. 8.- Cuboides izquierdo (Hu-1, A-1100). Huéscar-1. Vista medial.
9.- Idem. Vista proximal. 10.- Astrágalo izquierdo (Hu-1, A-975). Huéscar-1. Vista posterior. (Fotos M. Bautista;
M.N.C.N.)

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