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Introducción.
Los rayos desde la mitología han sido temidos como una descarga atmosférica
de origen supernatural: la gran arma de los dioses. Para los griegos los rayos eran
lanzados por Zeus. Para los vikingos los rayos eran producidos por Thor, quien
golpeaba su martillo sobre un yunque mientras se desplazaba en su carro guerrero a
través de las nubes. En oriente, las estatuas antiguas de Buda muestran un rayo con
flechas en ambos extremos. Los indígenas de América del Norte creían que los rayos
eran plumas voladoras de un místico pájaro tronador, cuyo aleteo producía el sonido
del trueno.
Con la ruptura del dieléctrico del aire en un campo eléctrico, un rayo puede
comenzar su propagación descendente hacia la tierra. Este se mueve en pasos de
aproximadamente 50 metros y es llamado Líder de Pasos. Como este crece, crea un
camino ionizado depositando cargas a lo largo del canal, y como el líder de pasos se
acerca a la tierra, una gran diferencia de potencia es generada entre su extremo y la
tierra. Normalmente un rayo es lanzado desde la tierra y es interceptado por el líder de
pasos justo antes de alcanzar la tierra. Una vez logrado el camino de conexión un
pulso de retorno vuela alrededor del camino ionizado hasta alcanzar la velocidad de la
luz. Este pulso de retorno libera gran energía, luz brillante y trueno. Ocasionalmente
cuando hay un objeto elevado puesto a tierra la descarga puede realizarse sobre el.
Figura 1
Como se observa el frente de onda es muy escarpado por lo que se debe tener
en cuenta la impedancia de los conductores de bajada y puesta a tierra. La duración
del frente de onda T1 se considera desde que la corriente del rayo pasa del 10 al 90 %
del valor de cresta. El gradiente del frente de onda está dado por la relación entre la
corriente del 10 al 90 % y la duración del frente de onda. La duración de la cola de la
onda T2 está medida desde el origen convencional hasta el valor final del 50 % de la
cresta descendente. La relación T1/T2 define la forma de la onda. Según estudios
recientes realizados en Europa y Australia la onda del rayo tiene una forma 10/350 µS.
Agua Varios
18% Sobretensión
4%
29%
Fuego
3%
Descuido Robo
28% 18%
Figura 2
Los fallos en este tipo de instalaciones tan sensibles, se deben, con mucha
frecuencia, a descargas electrostáticas, a sobretensiones por conmutaciones o a
sobretensiones derivadas de las descargas de rayos. En particular los daños causados
por sobretensiones producidas durante las tormentas han puesto de manifiesto
durante los últimos años que, instalaciones electrónicas situadas hasta 1,5 Km de
distancia del punto de descarga de un rayo están expuestas al peligro de campos
magnéticos y a sobretensiones en los conductores.
Sin embargo el estado actual de las técnicas permite ofrecer una protección
efectiva de las instalaciones frente a las repercuciones y consecuencias de descargas
de rayos y de sobretensiones.
Desde que Franklin probara el carácter eléctrico del rayo, se ha puesto mucha
imaginación y estudio para resolver el problema de preservar vidas y bienes materiales
de sus destructivos efectos.
Nd = Ng . Ae
Figura 4
Figura 5
Este valor de Nd es comparado con la cantidad de eventos críticos Nc, que está
en función de la clase de estructura y es proporcionado por una autoridad competente.
Si la frecuencia de rayos sobre la estructura Nd es menor o igual que la cantidad de
eventos críticos Nc no será necesario instalar un sistema de protección contra
descargas atmosféricas.
E = 1 – Nc / Nd
I 0.98
II 0.95
III 0.90
IV 0.80
Tabla 1
Figura 7
Dispositivo captor
Los sistemas captores pueden estar formados por cualquier combinación de los
elementos siguientes:
1.a. Pararrayos Franklin o de punta. Pueden ser de bronce o acero inoxidable y las
puntas deben ser aguzadas para permitir una gran concentración de gradiente. Este
dispositivo no es el más conveniente, pues la punta incluso es un elemento e elevada
resistencia y se funde tras cada descarga. La cobertura de este tipo de pararrayos
alcanza un valor máximo de un semiángulo de 45 º dependiendo de la altura a la que
está instalado.
Estos dispositivos tienen una serie de ventajas a saber: permite una mayor
cobertura ya que para igual altura que un pararrayos de punta, este tiene una
cobertura de 3 a 6 veces el anterior; funcionamiento totalmente autónomo; se activa
únicamente ante el riesgo inminente de la caída de un rayo; la cantidad de ionización
depende de la intensidad del rayo.
Por otra parte cuando un rayo incide sobre un edificio sin proteger lo hace con
frecuencia sobre las aristas o sobre las esquinas, puntos de gran concentración de
gradientes eléctricos. Lo que se suele hacer es acompañar estas aristas con un hilo
perimetral puesto a tierra.
1. Mallas de conductores captores.
rx = 1,6 ha / ( 1 + hx / h ) [m]
siendo:
Figura 8
A fin de facilitar algunas aproximaciones se tiene en cuenta el siguiente gráfico,
en el que se obtiene para distintas alturas de pararrayos, valores del radio de
protección en función de la relación hx / h.
Figura 9
El ángulo de protección es posible hallarlo de la relación entre el radio de
protección y la altura activa del pararrayos
Tg α = rx / ha
rx = 8,8 ha / [( 1 + hx / x ) h-1/2 ]
Figura 10
En la cual:
Figura 11
Figura 12
En el caso de pararrayos de altura mayor de 30 metros, se utilizan los gráficos
anteriores multiplicando las escalas de los ejes coordenados por el factor:
P = 5,5 / (h) ½
Figura 13 Figura 14
donde bx, b’x y b”x el ancho de la zona de protección entre los pararrayos se
determinan según las curvas de las figuras anteriores.
siendo D el diámetro de un círculo que pasa por las 3 cimas de los pararrayos, o en el
caso de 4 pararrayos la diagonal del cuadrilátero.
Por lo anterior, esto aparece como una esfera ficticia de radio D, y moviéndose
rígidamente con el extremo del líder descendente en su centro.
Figura 15
Tabla 2
La distancia de impacto D está dada por la siguiente ecuación:
D = 10 . I 2/3 [ m ]
Método de mallas
Conductores de bajada.
y para el hierro:
Si se tiene en cuenta que la corriente del rayo no es continua sino que tiene
una forma de onda pulsante y que el tiempo de crecimiento T1 es de 10 µS, el
conductor se comportará de manera diferente debido al efecto pelicular variando el
valor de su resistencia en aumento a la cual se denomina Resistencia de corriente
alterna Rca. Este fenómeno se verá luego al tratar el tema de las distintas secciones
de conductores.
El = I . Xl = I. 2 . π . f . L = I . 2 . π . L / t =
La comparación entre estos dos valores nos nuestra que carece, para la misma
elección de bajada, de importancia el material del que está construido siempre que sea
metálico, aún en el caso del hierro que, al ser magnético, se satura al paso del pulso,
reduciendo la sección con respecto a la resistencia óhmica.
S >= d
d = Ki . Kc . l / Km [m]
Figura 16
siendo: Ki = un coeficiente que depende del nivel de protección elegido para el sistema
de protección contra rayos
Nivel de protección Ki
I 0.1
II 0.075
III y IV 0.05
Tabla 3
Figura 18
Figura 19
Material Km
Aire 1
Sólido 0.5
Tabla 4
I 10
II 15
III 20
IV 25
Tabla 5
Al circular por el conductor una corriente pulsante con un valor de dI/dt alto, las
pérdidas de potencia aumentan, comparadas con las generadas por la circulación del
mismo valor de corriente pero de continua. Esto se debe a varios factores, siendo el
principal el efecto pelicular o Skin.
R=ρ.l/S
x = ( 8 . π. µ . f / ( r . 109 ) )1/2
Para el hierro:
x = 0,271 . d . ( f )1/2
Figura 21
δ = 0,025
L = 32,89 µHy para el hierro y
L = 32,99 µHy para el cobre.
siendo f: frecuencia [ Hz ]
R: resistencia en corriente contínua por cm de longitud
p = 2,8
Puesta a tierra
Sabemos ya que los iones necesarios para formar la corriente de retorno son
extraidas de la tierra por el sistema, por medio de lo que se llama dispersor de tierra.
Ocurre que, aún en las más óptimas condiciones de construcción la toma de
tierra tiene una resistencia de valor finito que, al ser recorrida por la corriente, produce
tensiones. Todas las normas sobre instalación de pararrayos, tratan de disminuir los
riesgos derivados de estas tensiones, limitan el valor permitido a la resistencia de
tierra, limitación que va desde un mínimo de 2 ohm del código holandes, hasta un
máximo de 30 ohm del sudafricano. Nuestra Norma IRAM 2184-1, siguiendo el código
inglés, permite hasta un máximo de 10 ohm.
La resistividad de la tierra depende sobre todo del tamaño de las partículas que
la componen, de la proporción de materiales solubles y de su grado de humedad. El
suelo se compone principalmente de óxidos de silicio y de aluminio que son buenos
aislantes. La presencia de sales en estos óxidos reducen la resistividad. En la tabla 6
se dan valores representativos de la resistividad para diferentes tipos de suelo.
(b)
(c) Figuras 23 a, b y c
La resistividad del terreno se expresa en ohm.metro y representa la resistividad
eléctrica de un cubo de tierra de 1 m de lado. La resistencia eléctrica total de una
instalación de puesta a tierra es la suma de las tres resistencias a saber:
Los filetes de corriente del rayo por el suelo se expanden radialmente desde la
toma de tierra y se extienden a una gran distancia respecto de las dimensiones de ella
en todas las direcciones. También puede deslizarse por otra red de tierra más o
menos alejada como sucede en el caso de la medición del valor de la resistencia de
una puesta a tierra.
Figura 24
E = G = dU / dx = ρ . J = ρ . I / ( 2 . π . x2 ) [ V / m ]
Ur-x = ∫
r e. dx = ( ρ. I / 2 . π ) .( 1 / r – 1 / x )
Ur-x = 0,16 . ρ . I / r
Ux = 0,16 . ρ . I / x
Figura 25
R = Ur-x / I = 0,16 . ρ / r = ρ . I / ( 2 . π . r . I )
R = ρ / ( 2 . π . r ) = ( ρ/ π ) . [ ( r / 2 ) / r2 ]
La que permite afirmar que “la resistencia opuesta por un suelo homogéneo a la
circulación de la corriente por un electrodo semiesférico, es igual a la de un elemento
cilíndrico del terreno con igual sección que la diametral del electrodo, pero con una
longitud o altura igual a la mitad del radio”.
Figura 26
Por lo tanto, “a una distancia que sea un poco grande respecto de las
dimensiones del electrodo (2 ó 3 veces su máxima dimensión), el potencial absoluto y
el gradiente no dependerán ni de la forma ni de las dimensiones de este”.
R=C.2.ρ/L
Figura 27
L
Conductor rectilíneo R (*)
horizontal
L/3
Estrella de tres puntas R + ( 6 R / 100 )
Tabla 7
Figura 28
N° de jabalinas en 2 3 4 5 6 7 8 9 10
paralelo ( n )
Tabla 8
La conductividad del cobre, mucho mayor que la del acero hace que su empleo
sea indicado en el caso de electrodos de gran longitud, a fin de que sea baja la parte
de la resistencia de puesta a tierra que depende de la resistencia eléctrica propia del
electrodo.
• Alambre de 35 mm2
• Cable de 35 mm2 (diámetro nominal mínimo del alambre = 2,52 mm)
Figura 29
Electrodos en forma de placas.
Tipos de conexiones
Las conexiones equipotenciales se deben realizar cerca del nivel del suelo. Los
conductores de la conexión equipotencial de los equipos (cable de tierra) deben
conectarse a una barra de conexión equipotencial, la que deberá conectarse al
sistema de tierra. Para grandes estructuras podrán montarse varias barras de
equipotencialización interconectadas entre ellas.
Cu 6
Al 10
I al IV
Fe 16
Acero-Cobre 6
Tabla 9
Pero ocurre que con esta disposición las fases quedan al potencial de tierra,
aproximadamente 200.000 voltios, más o menos 220 Volts tampoco soportable para la
aislación del cable. El problema se resuelve intercalando entre fases y neutro, o sea
fases y tierra, limitadores de sobretensiones que, cuando la diferencia de tensión
supera un cierto valor cortocircuite los conductores (protección por cortocircuito). Para
mantener la sistematización que separa la tierra de protección de la tierra de ejercicio
(neutro) se coloca un cuarto semiconductor entre ellas. Se ha variado un poco esta
disposición de la VDE para mantener el sistema TT vigente en nuestro país, de
protección contra el riesgo eléctrico por seccionamiento del neutro juntamente con las
fases, que no es el que rige en Alemania.
Los descargadores de corriente de rayo tienen que ser capaces de soportar, sin
destruirse, las corrientes de rayo, o por lo menos corrientes parciales de rayo
importantes.
La vía de chispas está compuesta por electrodos con material aislante situado
entre ellos, que tiene un efecto de apagado de los arcos voltaicos producidos, a través
del cual fluye la corriente de rayo y una corriente consecutiva de la red de energía. Se
han conseguido vías de chispas de capacidad de derivación de 100 KA (10/350) con
un nivel de protección bajo de 3,5 KV (1,2/50).
Los descargadores de sobretensiones, en cambio, están destinados
únicamente a la limitación de sobretensiones en corrientes de choque relativamente
pequeñas. El descargador de sobretensión, cronológicamente, debe:
Como elemento ideal de protección hay que citar el varistor de óxido metálico. Esta
resistencia dependiente de la tensión, se encuentra en permanente servicio y registra
incluso mínimas sobretensiones en dependencia del nivel de la corriente de choque.
Gracias a esta característica U/I se garantiza la activación del elemento de protección
en algunas milésimas de segundo. En la actualidad existen varistores con capacidad
de derivación de 15 KA (8/20). El elemento de protección tiene que ser capaz de
soportar veinte veces como mínimo esta capacidad de derivación sin destruirse ni
sufrir alteraciones de sus características.
Figura 31
Figura 32
Como primera etapa de protección (zona de protección contra rayo 0-1 ó BSZ
0-1) se precisa un descargador que sea capaz de soportar la mayor parte de la
corriente del rayo y crear un entorno soportable para los descargadores conectados
posteriormente. Esta tarea la pueden cumplir las vías de chispas en ejecución
compacta, ya que son capaces de reducir la corriente de choque de rayo 10/350 a
valores tolerados, transformándola en una corriente de choque 8/20 que puede ser
soportada por los descargadores de sobretensiones dispuestos posteriormente.
La segunda etapa de protección (BSZ 1-2) tiene que derivar la parte restante
de la onda de corriente de choque 8/20, reduciendo las tensiones a valores tolerables
para la instalación. El elemento ideal para esta zona es el varistor. Los modernos
varistores de óxido de metal se caracterizan por un comportamiento rápido de
respuesta y por bajas tensiones residuales (nivel de protección).
S >= d