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11/03/2011--09:22 GMT

PACIFICO-TSUNAMI (Documentación)
"Tsunamis", las olas gigantes que devastan las costas
Redacción Internacional, 11 mar (EFE).- El "tsunami", como el
desatado tras el potente terremoto registrado hoy en Japón, es
una gran ola o una serie de olas producidas en una masa de
agua por el empuje violento de una fuerza que la desplaza
verticalmente.

Este término es de origen japonés -compuesto de "tsu" que


significa "puerto" y de "nami" que significa "ola"- y fue
adoptado en un congreso de 1963.

Las olas que forman el "tsunami" llegan a la costa separadas


entre sí por unos quince o veinte minutos.

La primera no suele ser la más alta, sino que es muy parecida a


las normales; después se produce un impresionante descenso
del nivel del mar seguido por la primera ola gigantesca, y a
continuación por varias más.

Antiguamente se les llamaba "marejadas", "maremotos" u


"ondas sísmicas marinas", pero estos términos han ido
quedando obsoletos, al no describir adecuadamente el
fenómeno. Los dos primeros implican movimientos de marea,
un fenómeno diferente provocado por la atracción gravitacional
ejercida por los planetas, el Sol y la Luna.

Los terremotos son la mayor causa de "tsunamis", aunque


también pueden provocarlos volcanes, meteoritos, derrumbes
costeros o subterráneos e incluso explosiones de gran
magnitud.

Para que un terremoto origine un "tsunami" el fondo marino


debe ser movido abruptamente en sentido vertical, de modo
que el océano es impulsado fuera de su equilibrio normal.
Cuando esa inmensa masa de agua trata de recuperar su
equilibrio, se generan las olas.

El tamaño del "tsunami" está determinado por la magnitud de


la deformación vertical del fondo marino.

Existen escalas para describir la energía de los "tsunamis",


aunque, a diferencia de los terremotos, se basan
fundamentalmente en las manifestaciones en la costa.

Aunque no hay mecanismos para predecir terremotos, sí los


hay para alertar del "tsunami" antes de su llegada a la costa,
pues su velocidad de propagación es mucho menor que la de
las ondas sísmicas.

La alerta de "tsunamis" funciona eficazmente y desde hace


años en Japón y en EEUU. El sistema de alarma en el Pacífico
se estableció después de que en 1946 el "tsunami" que siguió a
un terremoto en las islas Aleutianas causara 165 muertos en
Hawai y Alaska.

Aunque cualquier océano puede experimentar un "tsunami", es


más frecuente que ocurran en el Pacífico, cuyas márgenes son
asiento de terremotos de magnitudes considerables
(especialmente las costas de Chile, Perú y Japón). Sin
embargo, también hubo olas gigantes importantes en el
Atlántico e Indico, y en el mar Mediterráneo.

Un gran "tsunami" acompañó los terremotos de Lisboa en


1755, del Paso de Mona de Puerto Rico en 1918 y de Grand
Banks de Canadá en 1929.

El seísmo de Lisboa, el 1 de noviembre 1755, tuvo su epicentro


en el mar, al suroeste del Cabo San Vicente, y sus olas de doce
metros arrasaron las costas de españolas Huelva y Cádiz
causando unos 2.000 muertos.

El "tsunami" más devastador hasta ahora ocurrió el 26 de


diciembre 2004, tras un terremoto de 8,9 grados en la escala
Richter con epicentro frente a la isla indonesia de Sumatra, y
causó casi 230.000 muertos, la mayoría de ellos en Indonesia,
aunque también afectó a Sri Lanka, India, Tailandia, Somalia y
las Islas Maldivas, entre otros países.

tsb/jlc/doc/mr

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