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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE

FACULTAD DE EDUCACION

EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES DE LAS DISCIPLINAS


ARTÍSTICAS EN EDUCACIÓN INICIAL Y BÁSICA1.

Prof. Dr. Alfonso A. Padilla Garrido

La evaluación del aprendizaje es un análisis del proceso de enseñanza y


aprendizaje y en sí mismo proporciona información sobre la enseñanza que se realiza y
del alumno y la alumna, en relación a los avances que consigue, las dificultades que
encuentra y los apoyos que necesita. En educación artística en el ámbito escolar, ha
sido tradicionalmente difícil, y la verdad sea dicha, no ha pasado a ser más que
valoraciones hechas a propósito del esfuerzo y el interés que demuestran los mismos.

Es reconocido que los objetivos propios de las disciplinas que integran


esta área, plantean ciertas dificultades en su evaluación, desde luego, por sus propias
intencionalidades difíciles de observar al focalizarse en un ámbito muy subjetivo de los
alumnos(as). En el nivel de especialistas técnicos y profesorado, los aprendizajes
artísticos han tenido poca preocupación, pasando generalmente a un segundo plano, por
lo que no han existido grandes aportes concretos para asumir una tarea didáctica sólida
en él y menos una claridad en lo evaluativo.

Sin embargo, la educación artística tiene aspectos que son posible de


evaluar y se deben evaluar tales como: las habilidades propias de toda actividad
expresiva (no quedándose sólo en lo que expresa el niño y la niña, que desde luego es
muy personal, sino cómo logra expresarse), procesos de conceptualizaciones que en
todos los aprendizajes existe (sobre todo aquellos que van preparando a los alumnos y
alumnas como espectadores frente al arte y que redundan en su lenguaje expresivo
artístico), adquisición de hábitos y procedimientos que facilitan su expresión y su
desarrollo estético, además de la coherencia entre los contenidos propuestos y el
desarrollo de capacidades no difíciles de describir.

La realización de un mejor proceso evaluativo en el área, trae como


consecuencia obligaciones que no están en la actual realidad de la práctica docente en
un Centro Educativo, debido a que ésta obliga a determinar claros criterios que
consideren aspectos básicos en la situación de enseñanza-aprendizaje y debido a que es
casi imposible determinar en su totalidad explícitamente las capacidades que intenta
desarrollar y los contenidos que pretende transmitir la educación artística, que
satisfagan a una amplia y variada realidad educativa como en nuestro país, y por lo que
significa este tipo de educación epistemológicamente, hace recomendable algo difícil
en cada Centro Educativo: que se analicen y se identifiquen consensuadamente aquellos
aspectos que consideren necesarios potenciar de acuerdo con las características precisas

1
Publicado en Revista Educarte Nº 23 de la Sociedad Chilena de Educación por el Arte. Págs. 13-16,
2001
y las opciones del profesorado. Es decir, basándose en el contexto educativo particular,
exige a la comunidad educativa, alcanzar un acuerdo sobre qué contenidos y objetivos
deben ser objeto de enseñanza-aprendizaje en el área y en función de ellos determinar
los correspondientes criterios de evaluación.
A continuación se presenta esquemáticamente cómo debe ser entendida
la evaluación en ésta área, respetando los dos canales por medio de los cuales se
desarrollan sus aprendizajes:

Desarrollo
Apreciativ o

Aprendizajes
esperados Ev aluación

Desarrollo
Expresiv o

Coev aluación Autoev aluación Heteroev aluación

Proceso

Producto
Diferentes Instrumentos :

Procedimientos tradicionales:
• Prueba
• Pautas de Observación
• Informes
Procedimientos renovados:
• Carpetas o portafolios
• Mapas conceptuales
• Observación de procesos
• Otros.
La autoevaluación se entiende como el juicio que hace el alumno de su
propio proceso de aprendizaje, la coevaluación como la acción evaluativa cooperativa,
donde los alumnos grupalmente valoran el logro de sus aprendizajes (también
entendida como aquella en que participan otros agentes evaluadores, en conjunto con el
profesor), y externa, la que se aplica a partir del juicio evaluativo del profesor(a).

A través de la autoevaluación de los alumnos se les puede obtener


importante información sobre:

- . Qué trabajo realizó.


- . Cómo lo realizó, Con qué materiales y técnica, Qué pasos siguió.
-. Qué utilizó de lo que ya sabía.
- . Qué es lo nuevo que aprendió.
- . Qué es lo que le costó más realizar.
- . Qué es lo que no pudo conseguir.
- . Otras...

En el caso de una coevaluación, luego de realizado algún trabajo grupal,


podría ser útil obtener información sobre:

-. El trabajo realizado en relación a discusiones que surgieron, toma de decisiones sobre:


materiales, técnicas y la realización del trabajo mismo.
- . Cómo se repartió el trabajo.
- . Cuál fue el aporte de cada uno
- . Si fue equitativo el trabajo del grupo.
- . Qué dificultades surgieron.
- . Cómo valoran el trabajo realizado.
-. Otras...

En todos los casos, es posible obtener la información con cualquier


instrumento y a través de variadas actividades evaluativas, dependiendo de la edad de
los niños y niñas, siendo importante que el profesor posea un método de registro que le
permita visualizar en forma fácil la evolución de los aprendizajes.

Las decisiones que se deben tomar a partir de la información recogida a


través de la evaluación pueden ser de carácter pedagógico o de carácter acreditativo.
Quizá donde se encuentre la mayor duda, no es en cuanto a la obtención de la
información evaluativa, sino en el momento de emitir el juicio valorativo de logro o no
logro, más aun cuando se tiene que calificar al alumno, dada las características de las
competencias observadas en los niños y niñas en la educación artística, por el respeto
además, de los principios propios de la educación por medio del arte.

Como ayuda para solventar algunos de los problemas anteriormente


expresados, se aportan consideraciones interesantes a tener en cuenta, para la
evaluación de los aprendizajes en este sub-sector:

1.- Al evaluar cualquier trabajo infantil hay que considerar que dicho trabajo es fruto de
un proceso de autoexpresión por parte del niño y la niña, es decir, un medio a través del
cual él comunica algo que le tocó emotivamente y esto determina el carácter individual
y personal de la obra. Sus trabajos, por lo tanto, representan además de aprendizajes
específicos, un lenguaje por medio del cual manifiestan sus sentimientos y emociones,
sus vivencias, por lo que cualquier error evaluativo puede causar mucho daño en el
desarrollo personal de ellos.

Tampoco se trata de encontrar todo bueno y no formar al alumno para que reconozca
sus errores y animarlo a que los supere.

2.- La evaluación no sólo debe apuntar al producto logrado, sino que también al
proceso anterior para lograr este producto. Es necesario considerar que es tan, y a veces
más importante, el proceso que el producto. Es necesario por lo tanto que el profesor
desarrolle una observación sistemática y registre la información importante del proceso,
lo que le permitirá apoyar mejor los aprendizajes de los niños y niñas y además emitir
juicios más acertados al evaluar productos y al efectuar evaluaciones más decisorias.

3.- Se debe considerar la autoevaluación. Por tratarse de una expresión interior, ¿Quién
mejor que el niño y la niña puede saber si logro o no el aprendizaje?.

La evaluación, en sí misma. es una tarea compleja que conlleva la reflexión


sobre los elementos que configuran el proceso de enseñanza y aprendizaje. En esta
reflexión es parte imprescindible el alumno que, al igual que el profesor, tiene sus ideas
sobre el propio proceso de aprendizaje y, por lo tanto, sobre la evaluación del mismo.
Esto es importante, pues muchas veces no coincide lo que el profesor cree que
aprenden sus alumnos y alumnas y lo que éstos aprenden en realidad.

Averiguar cómo el alumno construye su aprendizaje es un propósito difícil que


exige un gran número de datos que informe al respecto y contrastar las apreciaciones
que esos datos ofrecen entre sí con las valoraciones del propio alumno. Este último
aspecto, que puede parecer demasiado exigente para niños y niñas de NB1, no lo es tal
por las múltiples respuestas que dan, no sólo verbales, sino también gestuales y de
movimientos.

No debemos olvidar que la valoración del propio trabajo, sea este individual o grupal,
es una actitud que se aprende y que no sólo promueve el conocimiento del proceso
expresivo e investigador, sino que también desarrolla la propia responsabilidad
personal, aspecto este que apoya además el logro de objetivos transversales.

4.- Es importante introducir la evaluación de pares (coevaluación), sobre todos en


aquellos aprendizajes que se obtienen a partir de actividades comunitarias. En los
trabajos grupales es importante que los niños y niñas expresen sus apreciaciones sobre
los aportes de cada uno.

5.- Al evaluar los aprendizajes de educación artística de cada niño y niña, se deben
comparar con los anteriores que ellos han demostrado, observando la evolución de los
mismos y no con los logrados por sus compañeros y compañeras. En las Artes Plásticas
por ejemplo es importante que cada niño y niña posean una carpeta donde ir
coleccionando sus trabajos y las reflexiones personales sobre los mismos. En
Educación Musical podrían emplear la grabación para registrar sus productos. En las
otras disciplinas se podrían mantener registros individuales.
6.- La obtención de información se debe realizar con variados instrumentos, cuidando
en su construcción que tengan validez de contenido en relación al objetivo desarrollado,
es decir que apunte verdaderamente a lo que se enuncia en él. Además el evaluado debe
tener claro conocimiento sobre qué y cómo se le evaluará, siendo importante que los
alumnos y alumnas, antes de iniciar sus trabajo se les explique claramente qué se espera
que logren.

7.- Las actividades o eventos evaluativos que se incorporen en el proceso, no deben


considerarse por el educador(a), ni sentirse por los alumnos(as) como algo aislado del
propio proceso. Es decir, deben constituirse como parte de la cotidianeidad de las
actividades educativas.

8.- Es posible procurar inmiscuir al alumnado en las actividades evaluativas,


invitándolos a participar en la definición de dimensiones a observar, por ejemplo o
determinación de lo que se va a evaluar, etc.

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