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UNA PROFESIÓN ?
ARTÍCULO A FAVOR
INTRODUCCIÓN.-
Alguien, a finales del siglo XV, manifestó: “Ser lo que soy, no es nada sin la
seguridad”. El que así pensaba tenia ya un concepto mucho más evolucionado de la
seguridad que el que otros personajes de su época tenían puesto que como es conocido
profesionales de la seguridad existían muchos siglos antes. Hoy, a finales del siglo XX
me piden que responda a la pregunta de si la dirección de seguridad es una profesión o
no. Creo que es un buen principio la frase que W. Shakespeare sentenció para defender
la única respuesta que considero correcta a la pregunta formulada.
Centrando la cuestión en nuestro país, se puede afirmar que durante los últimos años,
con una cierta lentitud pero con una gran firmeza, se está consolidando la figura del
director de seguridad en la gran mayoría de las organizaciones empresariales. Este
proceso reorganizativo es similar al que se produjo hace unos años con todos los
departamentos que tenían relación con los temas de personal que se centralizaron en una
área de recursos humanos.
Haciendo un pequeño análisis de las últimas décadas, se puede afirmar que la sociedad
existente no identificaba la necesidad de seguridad mas que con ciertos sectores
económicos o empresariales del país, que o bien por necesidades legales o por
requerimientos de la multinacional de la que dependían, establecían la adopción de unas
medidas disuasorias mínimas. Las mas de las veces se transferían los riesgos a una
póliza de seguros con la idea de tener cubierta la responsabilidad civil y percibir una
cantidad económica para intentar reponer o reparar los bienes destruidos (sí ello era
posible).
PERSPECTIVA DE FUTURO.-
Como puede observarse, integrar todos estos campos es complejo, pero nunca puede
olvidarse que siempre la seguridad es gestión, es decir, que ha de demostrar que lo que
hace o propone es beneficioso y rentable para la organización. Debe proporcionar una
valoración de los resultados de la gestión, recurriendo a conceptos y ratios fáciles de
comprender.
LA DIRECCIÓN DE SEGURIDAD.-
Estoy convencido de que las empresas, cada vez mas, detectan la necesidad de contar
con profesionales que sepan poner orden en la protección y prevención de la empresa,
logrando optimizar y rentabilizar los recursos económicos, humanos y tecnológicos que
a ello se decidan. Esto unido a que en la actualidad la legislación vigente ha definido
por reglamento (y consecuente desarrollo) la figura del director de seguridad y los
requerimientos para su titulación permite que exista un mercado de profesionales
preparados y cualificados para integrarse en las estructuras de las organizaciones. Solo
queda por hacer comprender a
El director de seguridad, más que un jefe de seguridad, es sobre todo un director, que
como cita Ricardo Huelin en su libro “Gestión de organizaciones de seguridad” debe:
Con este marco de funciones relacionadas no cabe duda que las responsabilidades de
seguridad se irán transformando hacia posiciones de protección del patrimonio y al final
de prevención de perdidas. Este tránsito debe manejarlo con la habilidad el director de
seguridad, para convencer, no solo a la dirección sino a toda la plantilla, de que proteger
y prevenir, creará un factor diferencial en la búsqueda de la competitividad y el
liderazgo.
Finalmente, como gestor de sus propios recursos, entre los que se incluyen los
económicos, el director de seguridad ha de tener la capacidad e imaginación de
presupuestar acertadamente a pesar de las incógnitas e hipótesis poco probables en las
que se mueve. Para
gestionar correctamente su presupuesto, el director de seguridad necesita un férreo
control del gasto con la siguiente perspectiva:
- Verificar la facturación.
- Identificar desvíos, positivos y negativos.
- Establecer una política de reasignación de recursos no utilizados a situaciones de
imposible previsión.
CONCLUSIONES.-
No crean que tengo espíritu de rebeldía. Soy perfectamente consciente de que estoy
escribiendo para una revista de profesionales de la seguridad. Conozco y valoro a las
personas que me lo han pedido y créanme si les digo que me gustaría poder tener otra
opinión. Pero a pesar de todo, tengo que guiarme por mi experiencia en el campo de
seleccionar profesionales de la seguridad; y debo admitir, con pesar, que esta
experiencia ha sido en la mayoría de los casos, desastrosa.
En lo referente a los operativos de seguridad, éstos tienen un perfil bien definido. Poca
formación básica, es decir, poca cultura general, y alguna formación específica en
materia de seguridad, que normalmente se reduce a un abanico de artes marciales y
otras técnicas de agresión; también es corriente encontrar un déficit en habilidades
sociales, lo que ocasiona no pocos problemas en el quehacer diario del centro.