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REVISIÓN

Síndrome de la mano ajena: revisión de la bibliografía


R. Hidalgo-Borrajo, J. Belaunzaran-Mendizábal, P. Hernáez-Goñi,
J. Tirapu-Ustárroz, P. Luna-Lario

SÍNDROME DE LA MANO AJENA: REVISIÓN DE LA BIBLIOGRAFÍA


Resumen. Introducción. El síndrome de la mano ajena (SMA) es un trastorno neurológico poco frecuente, pero importante,
debido al impacto por incapacitación que produce en la vida diaria. El rasgo común al SMA es la actividad motora autóno-
ma e involuntaria del miembro afecto; y la sensación de extrañeza sentida por el paciente, caracterizado por movimientos in-
voluntarios, incontrolables y sin objetivo. Desarrollo. El síndrome como entidad nosológica se ha modificado durante las úl-
timas décadas, y puede ser resultado de enfermedades que involucren al cuerpo calloso o al córtex frontomedial, aunque al-
gunos autores han descrito casos de SMA en pacientes debido a lesiones posteriores. La forma frontal de SMA aparece en la
mano dominante, se asocia a grasping, groping y manipulación compulsiva de instrumentos. El subtipo calloso se caracteri-
za por el conflicto intermanual, y es el primero en ser descrito en el contexto de casos de desconexión callosa. Conclusiones.
Los comportamientos de mano ajena se incrementan en condiciones de fatiga o ansiedad y se desencadenan normalmente por
objetos cercanos. El tratamiento rehabilitador, dirigido hacia las necesidades específicas de cada paciente, podría permitir la
mejoría en la consecución de las actividades de la vida diaria. [REV NEUROL 2009; 48: 534-9]
Palabras clave. Córtex frontomedial. Cuerpo calloso. Nosología. Síndrome de la mano ajena. Subtipos sindrómicos.

INTRODUCCIÓN conceptualmente de órgano o parte vital a tan sólo una masa es-
‘Los dos hemisferios cerebrales son realmente... tan distintos y tructural con mínima o inexistente importancia funcional. Neu-
órganos completos por sí mismos, tan completos en todas sus rólogos como Head [4], Marie y Chatelin [5], von Monakow [6]
partes como lo son los ojos. El cuerpo calloso y el resto de co- y Goldstein [7,8] identificaron los síndromes de desconexión
misuras que los unen son, en justicia es bien decirlo, lo que callosa, pero negaron su valor localicista. Rechazaron la entu-
constituye los dos hemisferios como un órgano único, como la siasta localización propuesta por Kleist junto con los escritos
comisura óptica lo es para los ojos. Cada cerebro es distinto y más conservadores de Wernicke, Dejerine y Liepmann.
está perfectamente capacitado para el pensamiento y la voli- Akelitis, que estudió a pacientes tras la sección del cuerpo
ción. En el cerebro sano, uno de los dos hemisferios siempre es calloso mediante intervención quirúrgica por epilepsia en los
superior en poder y ejercita el control volitivo sobre el otro. En años cuarenta, observó sutiles cambios en la personalidad y en
casos de enfermedad, sin embargo, cuando uno de los hemisfe- la cognición de dichos pacientes [9]. Este autor describió el sín-
rios resulta suficientemente lesionado como para desafiar el drome de la mano ajena (SMA), el más dramático síndrome de
control del otro... lucharán por separado uno en contra del otro desconexión callosa y objetivo de esta revisión. En sus escritos
y sus pensamientos se mezclarán’ [1]. relataba la experiencia de una paciente en la cual, para aquellas
Para contextualizar el objeto de la presente revisión, debe- actividades que requerían actividad bimanual, la mano izquier-
mos considerar que la experiencia corporal (en sentido global) es da con frecuencia actuaba oponiéndose a lo que ella deseaba ha-
un proceso complejo, la mayor parte inconsciente, que requiere cer con la mano derecha. Por ejemplo, mientras se vestía con la
de la integración de múltiples señales sensoriales. Varios trastor- mano derecha, su mano izquierda le despojaba de las prendas
nos neurológicos se definen como aberraciones en la experiencia recién puestas.
sensorial, incluyendo la escisión perceptiva o despersonaliza- En los años sesenta, el neurocirujano Joseph Bogen y los
ción de partes del cuerpo, la sensibilización de miembros ampu- psicólogos Roger Sperry y Michael Gazzinaga revisaron el pro-
tados o la reduplicación de varias partes del cuerpo [2]. cedimiento de la callosotomía por epilepsia refractaria y retoma-
Uno de los síndromes neurológicos en los que se produce ron el interés por el proceso del cerebro escindido [10]. La expe-
dicha aberración en la experiencia sensorial son los síndromes riencia Dartmouth, inicialmente publicada por Wilson et al, con-
de desconexión callosa (e interhemisférica), confirmados por dujo a suscitar de nuevo el interés generado por la callosotomía.
neurólogos y explicados con exactitud por autoridades como Clínicamente, de forma intuitiva, la desconexión de ambos
Kinnier Wilson [3] en los primeros años de la década de los hemisferios podría producir una disrupción marcada en la per-
veinte en el siglo XX. Sin embargo, dichos síndromes se relega- sonalidad, así como en la unidad de conciencia y en el compor-
ron al olvido durante la segunda parte del siglo a causa de la re- tamiento del individuo. Sin embargo, estudios que describen la
cesión científica. Por esta causa, el cuerpo calloso se trasformó conducta de los pacientes tras haber sido sometidos a callosoto-
mías reflejan que aparentemente mantienen casi intactos sus
Aceptado tras revisión externa: 04.03.09. rasgos de personalidad, humor, lenguaje y el nivel de inteligen-
Servicio de Neuropsiquiatría y Neuropsicología. Clínica Ubarmin. Elcano,
cia verbal [11].
Navarra, España. Por otra parte, estudios analíticos más concretos y específi-
Correspondencia: Dr. Javier Tirapu Ustárroz. Servicio de Daño Cerebral. cos acerca del rendimiento verbal revelan anomalías en el dis-
Clínica Ubarmin. Elcano, s/n. E-31486 Elcano (Navarra). E-mail: jtirapuu curso. Asimismo, el nivel atencional también se ve frecuente-
@cfnavarra.es mente afectado, lo que contribuye a las fluctuaciones y a las di-
© 2009, REVISTA DE NEUROLOGÍA ficultades para completar tareas que requieren su mantenimien-

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SÍNDROME DE LA MANO AJENA

to, como la lectura de un libro [12-14]. Aunque la mayoría de antagónicos, secuenciales y simétricamente relacionados con los
las facetas de la expresividad emocional y conductual, así como movimientos de la mano dominante. Los autores sugerían que
la comprensión de los otros, está aparentemente inalterada, el podrían deberse a lesiones de la parte ventral del cuerpo calloso,
comportamiento emocional está profundamente alterado. La co- que en condiciones normales conecta con los lóbulos parietales
misurotomía reduce el rango de afectividad negativa, esto es, superiores. Al producirse la separación de dichos lóbulos, se per-
los pacientes muestran reacciones disminuidas hacia situacio- dería el control voluntario de la mano izquierda [25].
nes o estímulos desagradables [15]. También presentan alexiti- En una amplia revisión de 35 casos, de pacientes afectos,
mia, entendida como reducción de la habilidad para identificar Della Sala et al demostraron que la manifestación cardinal del
y describir los propios sentimientos [16,17]. Las expresiones síndrome era la pérdida del control voluntario sobre la mano
verbales y no verbales están sesgadas positivamente. El humor que no incluía autotopagnosia. Los pacientes no negaban que su
verbal, una función izquierda cerebral, sin embargo, está intac- errático miembro fuera suyo, y no tenían negligencia hacia él,
to. Los pacientes entienden y realizan bromas. Uno de ellos se pero se asombraban de la incapacidad para asumir su control
atrevía a bromear así: ‘Soy mucho más listo que él (su esposo); voluntario [26]. Por este motivo, sugirieron que el síndrome de-
yo tengo dos cerebros y él sólo tiene uno’ [11]. bería acuñarse de nuevo como síndrome de la mano ‘anárqui-
Durante las últimas tres décadas del siglo XX, el estudio de ca’, más que ‘ajena’. Sugerían, además, que el daño bihemisfé-
pacientes con callosotomía ha ampliado sobremanera la infor- rico era requisito para la cronicidad. Para Papagno y Marsile,
mación específica acerca del papel del cuerpo calloso en la inte- sin embargo, la extensión de la lesión callosa era más importan-
gración y lateralización de las funciones cognitivas. Mientras te en la clínica que la lesión hemisférica [27].
Gazzaniga et al y Sperry et al se basaban en estudios quirúrgi-
cos para explicar la sección transcallosa [18,19], la resonancia
magnética proveía un medio para la localización del daño callo- SUBTIPOS SINDRÓMICOS
so causado por lesiones del ámbito terapéutico, y no sólo del Como ya hemos descrito, el SMA es un fenómeno neurocom-
neuroquirúrgico. Esta capacidad de localización in vivo, combi- portamental, en el cual una de las manos interfiere con las ac-
nada con una valoración de los procesos cognitivos mediante el ciones de la opuesta. El paciente (hemisferio izquierdo) se mues-
empleo de test desarrollados en el ámbito de la neuropsicología tra atónito y frustrado ante las acciones discordantes expresadas
experimental, ha permitido un mejor conocimiento de la rela- por la mano izquierda (hemisferio derecho).
ción estructura-función que subyace en la trasferencia interhe- Se han identificado dos subtipos de SMA por Della Sala et
misférica [20]. al [26]. Los signos de mano ajena se producen comúnmente por
lesiones anteriores del cuerpo calloso y por lesiones frontome-
diales, aunque también pueden seguir a lesiones posteriores
REVISIÓN HISTÓRICA [9,27-30]. La forma callosa del signo de la mano ajena se desa-
Brion y Jedynak [21] fueron los primeros autores en acuñar el rrolla en la mano ipsilateral al hemisferio dominante [24]. Sin
SMA o la main étrangère, poco después de que los síndromes embargo, la forma hemisférica del signo de la mano ajena ocu-
de desconexión callosa hubieran sido descritos por Sperry et al rre en la mano contralateral a la lesión, sin tener en cuenta la do-
[19]. Interpretaron el comportamiento errático de la mano iz- minancia cerebral. Esta última forma, además, manifiesta mar-
quierda de los pacientes como un signo patognomónico de le- cada prominencia por reflejos primarios, presentando grasping,
sión callosa. Estos autores describieron a cuatro pacientes que groping y conductas de utilización, más que la conducta oposi-
presentaban gran variedad de signos de desconexión interhe- cionista manifestada por la forma callosa. La forma callosa ocu-
misférica. Así, sus déficit incluían dificultad para nombrar obje- rre en un paciente cuya mano izquierda (cerebro derecho) pre-
tos fuera del campo de visión de la mano izquierda, dificultad fiere otros instrumentos e incluso otro programa televisivo que
para ejecutar posturas con la mano izquierda ante órdenes ver- puede llegar a interferir con las elecciones realizadas por la ma-
bales, apraxia constructiva, agrafia con la mano izquierda, he- no derecha (hemisferio izquierdo) [31]. La más frecuente es la
minegligencia atencional y dificultad para transferir informa- denominada ‘SMA frontal’, que resulta del daño en diversas
ción somatosensorial de una mano a otra. Según su relato, pen- áreas cerebrales: en el área motora suplementaria, el giro cingu-
saban que el SMA tan sólo podría observarse en la mano no do- lar, el córtex prefrontal y la parte anterior del cuerpo calloso del
minante, ya que la mayoría de los SMA en mano no dominante hemisferio dominante. El segundo subtipo, la forma ‘callosa’,
aparecía acompañada de sintomatología de desconexión [20]. se describe en pacientes que sufren lesiones que involucran al
Sin embargo, Goldberg et al describieron dos casos de síndrome cuerpo calloso con o sin asociación de lesiones frontales del he-
en la mano derecha [22]. Goldberg y Bloom [23] propusieron misferio no dominante, especialmente el área motora suplemen-
que la lesión en el córtex frontomedial, particularmente en el taria. Clínicamente, se observa conflicto intermanual o apraxia
área suplementaria, era necesaria para causar la aparición de del miembro no dominante.
SMA en la mano contralateral a la lesión. La causa subyacente Durante la última década del siglo XX, sin embargo, diversos
era la desconexión entre el sistema medial premotor y el siste- autores han optado por una nueva forma subsindrómica del SMA
ma lateral premotor, suponiendo que ambos contribuyen al con- y han descrito casos del subtipo ‘posterior’. Es menos frecuente
trol voluntario del movimiento. que los anteriores y se presenta con comportamiento no definido,
Feinberg et al [24], por su parte, sugirieron que existían dos como alzar los brazos o retorcer los dedos [32]. Los signos clíni-
tipos distintos de síndromes, el subtipo calloso y el frontal, y que cos pueden incluir, por afectación de zonas posteriores corticales
ambos resultaban de mecanismos fisiopatológicos diferentes y y subcorticales [33], hemiparesia, dispraxia, dismetría, pérdida
presentaban características diferenciales. Posteriormente, Tana- sensitiva primaria y heminegligencia espacial. Los movimientos
ka et al describieron tres casos con gran variedad de movimien- autónomos y la personificación de la extremidad afecta, que,
tos anormales de la mano no dominante, incluyendo movimientos además, es de naturaleza egosintónica, son características dife-

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R. HIDALGO-BORRAJO, ET AL

renciales de esta variante. Así, la asociación con deterioro neuro- cuente falta de sistematización y el desconocimiento acerca de
lógico que se resuelve con relativa facilidad durante el proceso los factores potenciales que influyen en la aparición de la sinto-
rehabilitador consigue, según la experiencia de algunos autores, matología o en su frecuencia.
ganancias funcionales excelentes en dichos pacientes [34]. Existen escasos estudios sistematizados y experimentales
La falta de uniformidad, sin embargo, en los métodos de acerca del comportamiento de la mano ajena. Los primeros los
diagnóstico y la clasificación a la hora de estandarizar la publi- llevó a cabo el grupo de Riddoch sobre las observaciones de un
cación de casos contribuye sobremanera a que persista la difi- paciente afecto de mano ajena bimanual debido a degeneración
cultad para establecer claros subtipos de SMA [35]. corticobasal [40,41]. Se evaluaba al paciente con un aparato ex-
perimental en el cual se presentaban dos objetos en dos locali-
zaciones fijas, y se evaluaba la influencia de la proximidad, fa-
FENOMENOLOGÍA miliaridad y localización del objeto y la selección del efector.
En el SMA, el paciente siente que su miembro actúa autónoma- Se observaban diferencias relevantes en función de cada mano
mente y desarrolla movimientos involuntarios que presentan la empleada. La mano derecha estaba fuertemente influida por ob-
apariencia de intencionales [2]. Dichos movimientos, con fre- jetos familiares (por ejemplo, objetos con acciones similares, co-
cuencia, entran en conflicto o incluso rivalizan con el miembro mo una taza), y la izquierda, sin embargo, estaba influida por la
opuesto; y pueden incluir reflejos exploratorios y conductas de incertidumbre espacial (por ejemplo, la posición del estímulo y
utilización (por ejemplo, el uso estereotipado, desinhibido y es- del distractor no se conocía hasta que se solicitaba la respuesta).
pacialmente inadecuado de un objeto) [36]. Mientras, los pa- Los investigadores informaron, sin embargo, de que el compor-
cientes con SMA se diferencian de los que padecen somatopa- tamiento del paciente en los estudios experimentales difería en
rafrenia en que preservan la conciencia de insight y son cons- gran medida del comportamiento habitual en la vida diaria, por
cientes de que su miembro forma parte de su corporalidad, tien- lo que se mostraron cautos a la hora de generalizar los resulta-
den a tener la sensación de que está realmente disociado de sí dos del diseño experimental. Recientemente, se ha publicado un
mismo, como si no les perteneciera, y pueden llegar a intentar estudio experimental [38] sobre la base de los dos supuestos
impedir que cometa acciones involuntarias [37]. Las intencio- fundamentales de la fenomenología del síndrome: el primero es
nes del miembro ajeno pueden consistir en intentar levantar ha- que la sintomatología se desencadena por objetos cercanos de
ciendo palanca los dedos para soltar objetos, estar alerta de que manera llamativa; y el segundo, que el comportamiento se in-
el miembro agarre con fuerza partes corporales o incluso inten- crementa en condiciones de fatiga o ansiedad, por ejemplo, en
tar asfixiar al propio individuo o a otros. Biran et al [37] propo- condiciones de menor nivel atencional. Los resultados explica-
nen que existen tres elementos del SMA: rían el comportamiento de mano ajena como resultado de la re-
– El miembro está desinhibido y tiende a dirigirse por estímu- ducción del control ejecutivo intencional. Debido a la limitada
los ambientales racionales (por ejemplo, su potencial para la capacidad para ejercer control endógeno, los comportamientos
acción), resultando de ellos conductas de utilización. de mano ajena se podrían incrementar bajo condiciones de car-
– La secuenciación y perseveración de los fragmentos moto- ga por tareas secundarias. Los autores intentaron demostrar sus
res en el miembro dotan al movimiento ajeno de la aparien- predicciones con un paciente afecto de mano ajena tras ictus is-
cia de movimientos intencionados y dirigidos. quémico en territorio frontomedial, con extensión al cuerpo ca-
– Existe una conciencia clara del comportamiento del miem- lloso, mediante el empleo de una prueba naturalística de hacer
bro ajeno. café. El primer experimento demostró que la mano afecta era
muy perseverativa y estaba marcadamente influenciada por fac-
Los movimientos del miembro ajeno pueden ser sujetos de con- tores exógenos, pero no endógenos. La mano no ajena cometía
trol intermitente y voluntario ocasionalmente, e incrementarse, menos errores. Un segundo experimento mostró que existía un
sin embargo, en situaciones de fatiga o ansiedad [38]. desproporcionado incremento de errores exógenos y persevera-
Existen diversas descripciones del síndrome. Muchas de ellas tivos de la mano afecta bajo tareas de carga secundaria. Si la
enfatizan la predilección que presentan los pacientes afectos por mano estaba sana, era menos influenciable por condiciones de
actuar de manera oportuna sobre objetos cercanos [20,24,27]. doble estímulo. Por tanto, concluyeron que, aunque no podrían
Goldberg et al [22], por ejemplo, describieron a un paciente que adjudicarse indudablemente las teorías previas al SMA, sí refle-
‘tendía espontáneamente a alcanzar o a agarrar objetos (pomos jan deterioro en la selección de estímulos congruentes con las
de puertas…) de los lugares por donde pasaba’. Otro paciente, intenciones del individuo, así como deterioro en la inhibición de
descrito por Della Sala et al [26], ‘agarraba un vaso con su ma- respuestas automáticas ante distractores cercanos a la mano.
no ajena (izquierda) mientras intentaba comer un trozo de pan En este caso concreto, los autores comentaron que se entre-
con la derecha, y llevaba ambos simultáneamente a la boca’. Di- nó tanto a familiares como a rehabilitadores para mantener el
chos comportamientos se han descrito como ‘compulsivos’ [30, entorno libre de estímulos distractores y se asesoró al paciente
39], ‘dependientes del contexto’ [26] y ‘externamente dirigidos’ acerca de la realización de una tarea en exclusivo, particular-
[22,23]. Existe también otro aspecto interesante de la clínica del mente cuando se sintiera más fatigado. Dichas recomendacio-
SMA, que es la presencia de fluctuaciones. Esto es, el síntoma nes marcaban la diferencia entre un comportamiento de mano
está aparentemente sujeto a control voluntario, pero se incre- ajena descontrolado y un comportamiento intencionado. A pe-
menta en condiciones de fatiga o ansiedad [23]. Ésta es una ob- sar de la posible falta de generalización de dichos resultados al
servación muy ‘provocativa’, en el sentido de que sugiere la po- grupo de pacientes afectos de mano ajena, sin duda estas ex-
sibilidad de que la mano ajena pueda ser controlada parcialmen- haustivas descripciones del síndrome desde un punto de vista
te por un sistema que, ocasionalmente, monitoriza y previene neurocomportamental pueden contribuir al desarrollo de pro-
los comportamientos ajenos [38]. Sin embargo, el relato de com- gramas especializados de rehabilitación que mejoren la calidad
portamientos de SMA se reduce a lo anecdótico, con la conse- de vida de los pacientes afectos.

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SÍNDROME DE LA MANO AJENA

NOSOLOGÍA bliografía al SMA ‘paroxístico’, que hace referencia a la sinto-


Sindrómicamente, el signo de la mano ajena se puede encontrar matología típica del SMA en un contexto de fenómeno ictal
como síntoma acompañante en diversas afecciones y entidades [55]; con la aparición de la sensación de episodios breves de
nosológicas de etiología diversa. movimientos motores anormales de la mano, considerados co-
Sin duda alguna, la mayoría de los casos descritos implica a mo extraños, con falta de reconocimiento de la mano como pro-
accidentes vasculares cerebrales de etiología isquémica o he- pia y con mantenimiento de movimientos sin intencionalidad;
morrágica. Muchos de ellos involucran al territorio de la arteria lo que demuestra que las crisis parciales pueden producir en al-
cerebral anterior [42] o extensión al cuerpo calloso [20,38,43]. gunos casos SMA acompañado de asomatognosia [56]. Sin em-
Sin embargo, aunque la etiología típica sea la vascular, existen bargo, algunos autores se han planteado que los SMA transito-
numerosos estudios que describen sintomatología compatible rios pueden traducir dos fenómenos fisiopatológicos bien dis-
con SMA, en otras etiologías que merecen mención en la revi- tintos: fenómenos ictales subyacentes o ataques isquémicos tran-
sión que nos ocupa. sitorios [57].
Al igual que los estudiosos de los síndromes de desconexión
lo observaron en los pacientes intervenidos de callosotomía a
principios del siglo XX, se han descrito en la actualidad casos de CONCLUSIONES
SMA en pacientes con porciones lesionadas del cuerpo calloso El SMA es un fenómeno neurocomportamental, en el cual una
tras dicha intervención a causa de tumores o epilepsias refracta- de las manos interfiere con las acciones de la mano opuesta. Su
rias, aunque sea una práctica quirúrgica más infrecuente que ha- frecuencia es relativamente escasa. El paciente (hemisferio iz-
ce años [44]. quierdo) se muestra atónito y frustrado ante las acciones discor-
Aludiendo a una entidad clínica relativamente frecuente y dantes expresadas por la mano izquierda (hemisferio derecho).
común en la población general, como es la migraña, con o sin Generalmente, la mano no dominante se comporta de modo ex-
aura, se han descrito casos de asociación de ésta con sintomato- traño, generando sensación de enajenación al paciente, que no
logía de predominio cortical, como la prosopagnosia, la apraxia comprende la falta de colaboración de su mano y siente que el
ideacional o el SMA, que no se consideran habitualmente en la miembro actúa autónomamente y desarrolla movimientos invo-
exploración rutinaria [45]. luntarios que presentan la apariencia de intencionales, aunque
Otras entidades menos frecuentes, pero sí complejas en su son ajenos a su voluntad.
conjunto sindrómico y que pueden incluir en su semiología sin- La presencia de síntomas de mano ajena se ha asociado al
tomatología de mano ajena, son las denominadas degeneracio- daño del cuerpo calloso desde los primeros casos descritos por
nes corticobasales. En este grupo heterogéneo de entidades sin- Brion y Jedynak. Sin embargo, posteriormente se demostró que
drómicas, podemos encontrar alusiones en la bibliografía a en- la aparición de dicha sintomatología podría acompañar a sín-
fermedad de Alzheimer con sintomatología parkinsoniana, fe- dromes nosológicos diversos.
nómenos visuoespaciales y SMA [46], o en el contexto de de- A nivel sindrómico, se han descrito históricamente dos sub-
mencias frontotemporales, enfermedad de Pick o esclerosis la- tipos de SMA. El más frecuente es el denominado ‘SMA fron-
teral amiotrófica [47]. El término parkinsonismo atípico se em- tal’, que resulta del daño en diversas áreas cerebrales: en el área
plea para denominar a un subtipo de parkinsonismo de evolu- motora suplementaria, el giro cingular, el córtex prefrontal y la
ción rápida, con peor respuesta a levodopa, y que se asocia a parte anterior del cuerpo calloso del hemisferio dominante. El
otros rasgos clínicos, tales como inestabilidad postural, fallo au- segundo subtipo, la forma ‘callosa’, se ha descrito en pacientes
tonómico temprano, parálisis supranuclear progresiva, signos que sufren lesiones que involucran al cuerpo calloso con o sin
cerebelosos y también SMA [48]. Los más comunes son la atro- asociación de lesiones frontales del hemisferio no dominante,
fia sistémica múltiple, la parálisis supranuclear progresiva y la especialmente el área motora suplementaria. Clínicamente, se
degeneración corticobasal. Otros menos frecuentes son el par- observa conflicto intermanual o apraxia del miembro no domi-
kinsonismo caribeño o el complejo parkinsonismo-demencia de nante. Durante la última década del siglo XX, sin embargo, di-
Guam. Todos ellos están asociados con el depósito de la proteí- versos autores han optado por una nueva forma subsindrómica
na tau, por lo que también se denominan taupatías. Son enfer- del SMA, y han descrito casos del subtipo ‘posterior’. Es menos
medades degenerativas que asocian sintomatología compatible frecuente que los anteriores y se presenta con comportamientos
con el SMA en algunos casos, ya que se caracterizan neuropato- autónomos y con la personificación de la extremidad afecta,
lógicamente por atrofia cerebral, pérdida neuronal y masivos que, además, es de naturaleza egosintónica. La falta de unifor-
depósitos de inclusiones globulares, y contienen fosfo-tau en las midad, sin embargo, en los métodos de diagnóstico y la clasifi-
células gliales, principalmente en los oligodendrocitos de la sus- cación a la hora de estandarizar la publicación de casos contri-
tancia blanca cerebral [49]. buyen sobremanera a que persista la dificultad para establecer
Se ha descrito también SMA como inicio de enfermedad de claros subtipos de SMA.
Creutzfeldt-Jakob [50], en casos familiares de enfermedad [51], Fenomenológicamente, los movimientos del miembro ajeno
y en casos de enfermedad de etiología iatrogénica (tras trasplan- pueden ser sujetos a control intermitente y voluntario ocasional-
te de córnea) [52], aunque también se ha descrito un caso de di- mente, incrementarse, sin embargo, en situaciones de fatiga o
cha enfermedad en la que la sintomatología de SMA se mani- ansiedad, así como desencadenarse por objetos cercanos de ma-
fiesta como afectación del miembro dominante (en los casos nera llamativa, con marcada dependencia del entorno. Las cada
previos era en el no dominante) y de aparición posterior a la ins- vez más exhaustivas descripciones del síndrome desde un punto
tauración de las alteraciones cognitivas [53]. de vista neurocomportamental pueden contribuir al desarrollo de
También se ha considerado la fenomenología de SMA en un programas especializados de rehabilitación, con el objetivo de
contexto de crisis epilépticas o incluso como única manifesta- minimizar la sintomatología y disminuir la interferencia de los
ción del proceso ictal [54]. De hecho, existe alusión en la bi- movimientos anómalos en la vida diaria de los pacientes.

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R. HIDALGO-BORRAJO, ET AL

La peculiaridad y singularidad de la sintomatología de la sesenta. El Dr. Strangelove es descrito como un personaje ex-
mano ajena han contribuido a que los síntomas traspasen el ám- travagante que presenta movimientos anormales y extraños. La
bito de lo clínico y experimental, para llegar a encontrar refe- mano derecha del doctor cobra un protagonismo sublime en la
rencias en la filmografía de nuestra era moderna, y como tal, re- película, parece tener vida por sí misma y se observan a lo lar-
flejarse en la literatura [58]. El maestro estadounidense Stanley go del filme sus movimientos inoportunos y automáticos, así
Kubrick dirigió en 1964 una película satírica titulada Dr. Stran- como los intentos reiterados por restringir sus movimientos ha-
gelove o How I learned to stop worrying and love the bomb?, ciendo uso de su otra mano. Aunque, cayendo en la dramatiza-
basada en la novela Red alert de Peter George, que relata el in- ción de un síndrome con entidad clínica reconocida, pone de re-
tento de un general demente por iniciar una guerra atómica y el lieve con acierto las dificultades que presentan los pacientes
intento de otros por evitarla. La cinta es una acertada burla de afectos en las actividades cotidianas de la vida diaria, fuera del
los conflictos bélicos sobre la temida guerra nuclear entre los ojo atento de las cámaras, para mantener bajo control a su dís-
Estados Unidos y la Unión Soviética en la década de los años colo miembro.

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SÍNDROME DE LA MANO AJENA

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ALIEN HAND SYNDROME: A REVIEW OF THE LITERATURE


Summary. Introduction. Alien hand syndrome (AHS) is a rare neurological disorder, but is an important condition because of
its disabling impact on the daily life. The common feature of AHS is the involuntary, autonomous motor activity of the affected
limb and the denial of limb ownership, characterized by involuntary, uncontrollable, and purposeless movements. Development.
AHS as a nosologic entity has been has been modified during the last decades, being able to be a result of several diseases
involving corpus callosum or medial frontal cortex, although some authors reported cases of AHS in patients due to posterior
cerebral lesions. Frontal AHS occurs in the dominant hand, is associated with grasping, groping and compulsive manipulation
of tools. Callosal subtype is characterized by inter-manual conflict and was the first to been described en the context of
callosal disconnection. Conclusions. Alien hand behaviours are increased in conditions of fatigue or anxiety and are usually
elicited by nearby objects. The rehabilitative treatment, targeted toward the specific needs of each patient, could allow the
improvement of the activities of daily life. [REV NEUROL 2009; 48: 534-9]
Key words. Alien hand syndrome. Brain diseases. Brain ischemia/complications. Corpus callosum. Dominance/cerebral. Frontal
lobe physiopatology. Movement disorders.

REV NEUROL 2009; 48 (10): 534-539 539

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