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Autores:
Albornoz, Luis Alfonso
Hernández, Pablo
Postolski, Glenn
b) la relación estrecha que, desde la industria cultural, tiene la rama del audiovisual continuo con
la industria de las telecomunicaciones. Esta relación, adicionada al resquebrajamiento de la
1
Bolaño, Cesar: “A problemática da convergência informática/telecomunicações/audiovisual: uma
abordagem marxista”, (1998) mimeo.
1
frontera que distinguía productores de contenidos y prestadores de servicios, hace necesario el
estudio de los nuevos entes multimediáticos de pluriservicios como eje de aproximación a la
problemática de las comunicaciones.
En este sentido, consideramos dentro de la nueva esfera de las comunicaciones tanto a las
telecomunicaciones como a la radiodifusión. Así, coincidimos con lo planteado por Capparelli y
Santos respecto a considerar a la convergencia como categoría que involucra varios procesos y
niveles; que resumiremos brevemente en: el nivel jurídico (marco regulatorio), el nivel institucional
(intereses políticos y económicos de los nuevos actores involucrados en el proceso) y el nivel
técnico (la posibilidad de la unificación del transporte de productos y servicios).
Por otra parte, una aproximación a la problemática presente en el mercado de las
comunicaciones de la Argentina no puede dejar de contemplar que el país continúa incluido hoy
-pese a la complejidad que plantea la creciente internacionalización- entre las economías periféricas
y tecnológicamente dependientes de los centros mundiales de desarrollo que lideran Estado Unidos,
Europa y Japón.
De acuerdo a lo planteado, nuestro enfoque pretende distinguir los puntos de inflexión en
las estrategias de crecimiento que consolidaron a dos grupos dentro del panorama mediático
argentino: el Grupo Clarín y el tándem CEI Citicorp Holdings - Telefónica Internacional S.A.
(TISA). Describiremos la evolución de cada grupo en los últimos años y el reflejo de sus
crecimientos en la normativa vigente a partir de una estrecha relación con el aparato estatal.
Tiempo de siembra
2
capacidad de gestión se hizo en favor de una nueva configuración del poder económico
empresarial, la de aquellos actores que durante todo este proceso lograron mantener
una vinculación directa con el Poder Ejecutivo2.
2
Daniel García Delgado: ¨Estado nacional y globalización. Fortalezas y debilidades en el umbral del tercer
milenio¨, (1998) Ed. Ariel Planeta. Buenos Aires.
3
Por su parte, las empresas argentinas invirtieron en el exterior durante el período 1990-96 menos de 4.000
millones de dólares, un 15% de esos capitales fue destinado al Brasil, mientras que no fue registrada ninguna
inversión relevante en el rubro comunicaciones. Notas de la Economía Real Nº 6, (abril de 1998) y Nº 8
(agosto de 1999). Informe del Centro de Estudios Para la Producción (CEP), Ministerio de Economía y Obras
y Servicios Públicos, Buenos Aires.
3
La situación de duopolio multimediático a la que nos referimos se verifica por cuanto estas
empresas controlan cuatro de los cinco canales abiertos de la Ciudad de Buenos Aires 4, el 95% de
los abonados al sistema de televisión distribuida por cable, el diario de mayor circulación del país,
las principales emisoras de radio AM y FM; tienen una presencia dominante en la prestación del
servicio básico telefónico y en telefonía celular, en el acceso a Internet y en la elaboración de
contenidos en español. Entre ambas se disputan el control por la formación de la opinión pública a
partir de gran parte de la producción de los contenidos mediáticos.
Los inicios del principal grupo multimedios de origen nacional, datan de 1945 cuando
Roberto Noble funda el diario "Clarín". El diario aparece meses antes del inicio del primer mandato
del General Juan D. Perón (1946-52) como expresión de una incipiente burguesía industrial,
complementando el panorama de medios gráficos hasta ese momento dominado por los centenarios
diarios matutinos "La Nación" y "La Prensa", y el vespertino "La Razón", en manos de la
tradicional oligarquía agroganadera argentina.
Durante los años del gobierno peronista, "Clarín" mantuvo un perfil independiente, ya que
ni formó parte de los medios allegados al poder ni se constituyó en férreo crítico del mismo como
ocurrió con "La Prensa" y "La Nación". En 1951 el gobierno de Perón expropia "La Prensa" que
pasa a manos de la Confederación General del Trabajo (CGT). Esta situación beneficiaria a
"Clarín", que captura parte de los avisos clasificados y conquista la masa de lectores de ese medio5.
Tiempo después, favorecido por su clara orientación desarrollista, y por sus fluidos contactos con el
gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962) consigue créditos blandos de bancos oficiales. Durante la
década del ´60 se posiciona junto a "La Nación" como medio nacional.
La última dictadura militar lo encuentra consolidado como el medio gráfico de mayor tirada
e iniciando una etapa de inversiones en otros sectores. Durante el autodenominado ¨Proceso de
Reorganización Nacional¨ (1976-83), ‘Clarín’ junto a los diarios ‘La Nación’ y ‘La Razón’ se
asocia al Estado en la empresa de papel para diarios ‘Papel Prensa’. A cambio de aceptar la férrea
censura y autocensura impuesta por el gobierno de Videla, a través de créditos oficiales, ‘Clarín’
paga su participación en dicha empresa. ‘Papel Prensa’ se erige como dominante en el mercado del
papel a partir de ciertas prerrogativas como el subsidio de la tarifa de la energía eléctrica y la
elevación de los aranceles para la importación de papel que aumentan un 48%. De esta manera los
restantes diarios quedan sujetos al monopolio de la empresa mixta6.
Es en la década del '80, y a pesar de las limitaciones establecidas en el decreto-ley de
Radiodifusión 22.285, que "Clarín" comienza su etapa de expansión hacia otras ramas de la
industria cultural. Así, un primer paso fue eludir la prohibición impuesta a los medios gráficos para
adquirir medios radioeléctricos, comprando a través de testaferros ‘Radio Mitre’, una de las radios
capitalinas de mayor audiencia.
Alineado al candidato del Partido Justicialista durante las elecciones presidenciales de 1989,
"Clarín" presionó al nuevo gobierno para lograr al mismo tiempo la privatización de los canales de
4
A excepción del canal Argentina Televisora Color (ATC), una de las emisoras cabecera del Servicio Oficial
de Radiodifusión (SOR).
5
El negocio de los avisos clasificados, sumado a los 750 mil ejemplares que vende por día, y que los
domingos trepan a más de 1 millón, sigue siendo una de las bases económicas del Grupo.
6
‘Clarín’, junto a ‘La Nación’, adquirió las acciones correspondientes a 'La Razón' cuando quebró, quedando
uno de los accionistas mayoritarios. Actualmente presionan al Estado para que les venda sus acciones.
4
televisión abierta de la Ciudad de Buenos Aires, hasta ese momento en manos del Estado, y la
modificación del artículo 45 de la ley vigente que le permitiera participar en los concursos públicos
para adquirir las licencias. A contramano de la historia de la radiodifusión argentina, una de las
primeras medidas del gobierno de Carlos Menem fue llamar a licitación para otorgar las licencias de
televisión abierta y privatizar los canales de la Ciudad de Buenos Aires7. Mediante la sanción de las
leyes de Emergencia Económica y de Reforma del Estado se modificó la normativa para la
radiodifusión.
Durante la privatización de los canales, el gobierno nombró como interventor de LS83 TV
Canal 13 a un integrante del directorio de la empresa periodística ‘Clarín’, anticipando de alguna
forma el resultado de la operación. Con la adquisición del canal, Clarín se constituye como grupo
multimedia y comienza a experimentar un crecimiento constante ampliando su radio de acción
desde el mundo gráfico al audiovisual.
Su ingreso al negocio de la televisión por cable se produce en 1992 con la adquisición de un
pequeño sistema de la Ciudad de Buenos Aires llamado Video Cable Privado, que contaba con una
base de 1.600 abonados y 700 manzanas cableadas. A través de la empresa Red Argentina S.A.,
comenzó a operar con un nuevo nombre, ‘Multicanal’. En ese momento se asocia con sus futuros
competidores, manteniendo el poder de decisión sobre la empresa: un 70% estaba en manos del
Grupo Clarín, un 15,3% pertenecía a Telefónica de España y el 14,7% restante al CEI. Rápidamente
la empresa ascendió a 85.000 abonados y 4.000 manzanas cableadas. Se expandió hacia el interior
del país, adquiriendo sistemas de cable ya establecidos en distintas localidades. Estas compras
implicaron una inversión de más de 400 millones de dólares. En cinco años se convirtió en el
principal operador del mercado argentino, con una facturación anual de 250 millones de dólares.
Fue el primer operador que siguió el modelo de Multiple System Operator (MSO), con una
economía de escala que mejoró sus costos de programación y equipamiento, alcanzó una masa de
abonados suficiente que le permitió obtener financiamiento en el mercado de valores internacional a
través de la emisión de obligaciones negociables. De esta forma logró posicionarse como líder del
sector para una futura convergencia entre la radiodifusión y las telecomunicaciones. A fines de
1997, la tercera gran empresa de televisión por cable del país, Video Cable Comunicaciones (VCC)
-originariamente del empresario local Samuel Liberman- fue vendida en partes iguales a sus
competidores: Multicanal y CableVisión-TCI. El 1 de julio de 1998, ambas repartieron sus 670.000
abonados, distribuidos en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Paraná y
Córdoba. Según estudios recientes8, Multicanal es hoy la principal proveedora de televisión por
cable tanto en la Argentina como en América Latina con más de un millón de abonados y una
porción del mercado local del 18,6%.
A diferencia de otros grupos nacionales, Clarín no realizó alianzas que lo subordinaran a
otro socio. Así, buscó financiamiento en el mercado financiero internacional otorgando el 90% de
sus activos como garantía de sus créditos y presionó al Congreso para lograr la sanción de una ley
de radiodifusión que detuviera el avance de los capitales extranjeros e impedir el ingreso de las
telefónicas a la radiodifusión. "A fines de 1995, los propietarios de medios nacionales impulsaron
un proyecto de ley de radiodifusión que limitaba los servicios cruzados por parte de las telefónicas,
la tenaz oposición del sector telecomunicaciones y las desavenencias dentro del gobierno,
impidieron la sanción del proyecto. Ante la paridad de fuerzas, los grupos involucrados proponen
hoy una estrategia diferente, donde en lugar de establecer una ley que defina la situación se
7
Los canales-productoras 9, 11 y 13 de Buenos Aires habían sido expropiados en 1975 durante el gobierno de
María Estela Martínez de Perón.
8
M&S Consultores, resultados de un informe publicado en el diario "Perfil", 5 de julio de 1998.
5
apuesta a que sea el propio mercado el que ajuste las posiciones, para luego legislar en forma
acorde" 9.
Clarín ingresó al sector de las telecomunicaciones a través de la Compañía de Teléfonos del
Interior (CTI), al constituirse en mayo de 1994 como la primera empresa de telefonía celular que
prestó el servicio fuera del área metropolitana. El Grupo posee el 25% de CTI, que comparte con las
multinacionales GTE y Lucent Technologies. La compañía, en el período 1996-97, incrementó su
nivel de ventas en un 500% y triplicó su base de clientes superando los 500 mil abonados.
Asimismo, el Grupo disputa el incipiente mercado de la televisión satelital a partir de la
firma, en junio de 1998, de un acuerdo satelital entre la Argentina y los Estados Unidos que le
permite competir con el hasta entonces único operador del mercado local: TDH 10. El acuerdo, fruto
del lobby de Clarín y de empresas y funcionarios norteamericanos, permite que los satélites de
EE.UU. ofrezcan su capacidad hacia la Argentina. Así se esfumó la protección asegurada al sistema
de satélites NahuelSat y sus reservas de mercado para la televisión satelital11. Clarín posee el 51%
de los capitales de la sociedad DirectTV, el otro 49% está en manos del holding venezolano
Organización Cisneros (29%) y de la norteamericana Hughes (20%), una subsidiaria de General
Motors.
En 1992 el Grupo ya había facturado 320 millones de dólares a través de 30 empresas, entre
las vinculadas y las controladas, lo que incluía su participación en el sector salud, en los negocios
inmobiliarios y en el sector financiero. Hacia mediados de la década produce un cambio en su
estrategia empresaria, concentra sus activos en el sector y se presenta en sociedad como Grupo 12
para reforzar su estructura y protegerse frente a la competencia de poderosos inversores y
multimedios extranjeros. En 1996, con menos empresas, su facturación ascendió a los 1.300
millones de dólares. Durante 1998, incrementó la misma a 1.769 millones y se calcula que en 1999
alcanzará los 2.000 millones. Hoy el Grupo Clarín tiene un valor de mercado estimado en 3.200
millones y posee 11.461 empleados. Se encuentra entre las diez empresas más importantes del país
y es el único grupo nacional -los demás actores de la radiodifusión fueron absorbidos por el tándem
CEI-TISA- con presencia dominante en la radiodifusión y con una política de expansión en las
telecomunicaciones.
La formalización de un nuevo escenario, signado por la convergencia e iniciado con la
sanción del Plan de Liberalización de las Telecomunicaciones (decreto 264/98), encuentra a Clarín
9
Albornoz, Hernández, Mastrini y Postolski: "La política a los pies del mercado: La comunicación en la
Argentina de los 90", (1998) en revista 'Universidade e Sociedade' de ANDES, Brasil.
10
La empresa Televisión directa al hogar (Tdh) está conformada por el Grupo Uno (70%), de la familia Vila y
el cubano anticastrista Mas Canosa; Laser, de Brasil (23%) y Tevycom (7%). En 1998 contaba con 12.000
abonados y proyecta llegar a los 50.000 hacia fines de 1999.
11
La Resolución N° 817/96 del Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) determinaba que las señales de
televisión directa al hogar debían ser ofrecidas a través de satélites registrados por la República Argentina
ante la UIT, condición que sólo cumple el Sistema Nahuelsat.
12
‘Clarín’ desarrolló su estrategia de identidad corporativa presentándose en sociedad como tal: “Grupo
Clarín, con la gente en el Tercer Milenio”. Esta estrategia, distintiva de un estilo de acumulación, propone la
identificación permanente de la Nación con el Grupo. En el caso de Clarín, la audiencia es interpelada como
sujeto 'argentino', para y por pertenecer al Grupo. Así, el capital nacional no sólo reconoce un origen
económico sino la adición de estrategias discursivas que suponen la permanente construcción mediática de
una 'identidad', en términos de Bolaño: “una cultura nacional popular en el sentido antropológico del
término, que atiende no sólo las necesidades de legitimación de la dominación, sino principalmente las de
manipulación de las necesidades, contemplando la continuidad de la acumulación de capital (...) para
cumplir esa función, la Industria Cultural debe ser capaz de crear una relación de empatía con el público,
transformándolo en audiencia”.
6
bien posicionado una vez más. El Plan, diseñado con el objetivo de “fortalecer a los operadores
nacionales instalados", según declaraciones del ex secretario de Comunicaciones, Germán
Kamerath, dispuso el ingreso de dos nuevos prestadores al servicio de telefonía básica y la
disolución de las compañías que hasta ese momento compartían las dos licenciatarias en distintas
empresas. Los consorcios, según el decreto, deben estar integrados por empresas conformadas por
operadores de televisión por cable -con cobertura en al menos 5 ciudades de 150 mil habitantes o un
mínimo de 100 mil habitantes-, operadores de telefonía móvil con experiencia internacional y
operadores independientes del servicio básico telefónico. Esto permitió, en la práctica, el ingreso
del Grupo Clarín, a través de CTI y Multicanal, al negocio de la telefonía básica13 convirtiéndose en
una de las cuatro LSB.
El grupo que actualmente dirige Clarín está conformado por Héctor Magnetto (CEO y
Vicepresidente), José Aranda (controlador financiero) y Lucio Pagliaro (responsable operativo de la
productora Artear). Todos de aceitados contactos con el poder político, junto a la directora
Hernestina Herrera de Noble, viuda del fundador. Cada uno de los principales accionistas controla
diversas inversoras hacia el interior del Grupo.
Desde mediados de la década del 80, las estrategias de recomposición de relaciones que
España desplegó sobre sus ex-colonias americanas permitieron a muchas de sus empresas
desarrollar una capacidad de lobby que resultaría fundamental en algunas áreas. En el marco de los
convenios de cooperación firmados durante el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-89), la empresa de
telefonía española, Telefónica de España, logró acuerdos relevantes para intervenir en la
modernización de ENTel y estuvo a punto de asociarse con el Estado argentino en el management
de la empresa. En 1989, cuando el gobierno de Carlos Menem decide privatizar ENTel, la posición
de interlocutor privilegiado que Telefónica poseía resultaría clave.
13
CTI junto a Multicanal lideran el consorcio al cual se sumaron algunas cooperativas telefónicas. Para
cumplir con lo estipulado en el decreto 264/98, Clarín debió adquirir el 100% del paquete accionario de
Multicanal a través de la compra a Telefónica su parte en 322 millones de dólares. El otro consorcio aspirante
a prestar telefonía básica está liderado por Movicom, asociado con el Correo Argentino de la familia Macri, el
grupo de cooperativas telefónicas FECOSUR y varias empresas de televisión por cable.
7
La concesión de la empresa estatal fue contemplada expresamente al ser aprobada la Ley de
Reforma del Estado14 en septiembre de ese año. Poco tiempo después, por medio del decreto 92/90
(Pliego de bases y condiciones para la privatización) se organiza la nueva modalidad de explotación
del servicio de telecomunicaciones. El país y la Ciudad de Buenos Aires son divididos en dos zonas
-norte y sur- adjudicadas a diferentes empresas que pasan a operar los servicios en forma exclusiva
por el término de siete años. La privatización incluyó tanto la telefonía básica (es decir, la provisión
de enlaces fijos de telecomunicaciones que integran la Red Telefónica Pública Nacional o que están
conectados a la misma), como la provisión de telefonía urbana, nacional e internacional de voz viva.
La empresa Telefónica de Argentina S.A., controlada por COINTEL de Telefónica de
España, el Citibank, Banco Río de Argentina y Techint S.A. de Argentina, resultó adjudicataria de
la región sur del país. Telefónica pagó 114 millones de dólares al contado, 2.720 millones de
dólares en títulos de deuda (cuyo valor de mercado para fines de 1990, no superaba los 0.20
centavos por dólar) y seis documentos a favor de ENTel por 202 millones, pagaderos
semestralmente con tres años de gracia. De esta manera Telefónica abonó 549 dólares por cada una
de las 1.915.231 líneas que obtuvo15.
La nueva adjudicataria, al igual que la prestataria de la zona norte (Telecom), comenzó a
prestar servicios el 8 de diciembre de 1990. En ese momento las dos Licenciatarias de Servicio
Básico (LSB) obtuvieron el 98% del mercado de telefonía básica, cuya penetración era de
aproximadamente 10 líneas cada 100 habitantes. El servicio de telecomunicaciones internacionales
quedó exclusivamente en manos de ambas compañías que se unieron para prestarlo por medio de
Telecomunicaciones Internacionales de Argentina (TELINTAR S.A); además de crear la principal
empresa de transmisión de datos, STARTEL16, y de telefonía celular, Miniphone.
La explotación de un mercado cautivo excluido del régimen de competencia al que eran
sometidos, por medio de la convertibilidad, los otros actores de la economía que no prestaban
servicios públicos privatizados, garantizó niveles de rentabilidad superiores al 15%. A ello se sumó
el acuerdo de dolarización de las tarifas por pulso en noviembre de 1991, que permitió no sólo
afrontar los gastos de inversión de capital (por ejemplo: el posterior desarrollo de la telefonía móvil)
sino obtener ganancias muy superiores a las que actividades similares logran en economías
desarrolladas.
Con posterioridad a la privatización, y con la formalidad de ejercer un cierto control del
sector, en esa primera etapa se crea (decreto 1185/90) el ente de regulación y control: la Comisión
Nacional de Telecomunicaciones (CNT), dependiente de la entonces Subsecretaría de
Comunicaciones y, a fin de dotar al ente de recursos propios, se crea el Fondo Nacional de las
Telecomunicaciones. Desde sus inicios tuvo a las empresas como interlocutores preponderantes en
14
La aprobación de esta Ley, junto con la de Emergencia Económica, fue una de las condiciones pactas por el
Partido Justicialista con la UCR para la asunción anticipada del gobierno ante la grave crisis económica que
terminó con el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-89).
15
Telecom Argentina -que mantiene su composición accionaria original- resultó ganadora de la zona norte.
Presenta la siguiente estructura de capital: un 60% pertenece a Nortel Inversora S.A. (integrada por STET
Internacional, empresa perteneciente a Telecom Italia, con un 32,5%, France Cables et Radio, una subsidiaria
de France Telecom, con un 32,5%; Compañía Naviera Perez Companc, uno de los principales grupos
económicos de Argentina, con un 25% y JP Morgan con el restante 10%), un 30% es negociado en forma
pública en las bolsas de Buenos Aires, Nueva York y México, y el 10% restante está distribuido entre ex
empleados de ENTel. Telecom abonó al contado 100 millones de dólares, mientras que compró títulos de
deuda pública por valor nominal de 2.308 millones y seis documentos a favor de ENTel por 202 millones,
pagaderos semestralmente con tres años de gracia.
16
Por aplicación del decreto 264/98, TELINTAR se dividió en TELINTAR Norte y Sur, mientras que
STARTEL fue fraccionada en Advance Comunicaciones y Telecom Soluciones.
8
detrimento de las asociaciones de usuarios, prácticamente inexistentes. Tras un breve lapso de cierta
independencia política17, la relación entre el ente regulador y las empresas fue estrecha.
El período se caracterizó por un crecimiento permanente en la facturación de las empresas.
Dicho nivel de ingresos se vio incrementado sustancialmente por medio del decreto 92/97 de
rebalanceo tarifario, que promovió aumentos de hasta un 40% en los abonos residenciales, que
debían ser compensados por rebajas en las tarifas internacionales y de larga distancia, y que
posicionaba adecuadamente a las LSB ante el final del período de exclusividad. En términos
generales, la composición de los ingresos de las empresas telefónicas muestra una presencia
superior al 50% proveniente de los servicios medidos y residenciales, del cual un 20% corresponde
al abono básico.
En 1997 las ganancias netas de todo el sector telecomunicaciones crecieron un 21%
respecto a las de 1996. Según los propios interesados, los factores que contribuyeron en mayor
medida a mantener esos niveles de rentabilidad fueron el crecimiento de la facturación de telefonía
móvil y el aumento del número de usuarios, conjuntamente con el incremento de los servicios de
alto valor agregado. Durante 1997 los factores mencionados representaron el 11% de las ventas del
sector. En el período 1990-97 la telefonía experimentó un crecimiento permanente: de los 3,5
millones de líneas existentes en 1990, se pasó a 6,8 millones a fines de 1997.
En 1991 la facturación de Telefónica de Argentina alcanzaba los 1.100 millones de dólares
y la de Telecom los 870 millones, colocándolas entre las empresas de mayor facturación de la
Argentina. En 1997, Telefónica se convirtió en la segunda empresa del país con una capitalización
bursátil que rondó los 8.500 millones de dólares, un balance anual con una ganancia de más de 470
millones -23% superior a la de 1996- y una rentabilidad de 15,8%. Posee 11.000 empleados, y
controla más del 50% de la telefonía básica, urbana, interurbana e internacional. En telefonía celular
tiene la mitad del mercado de la ciudad de Buenos Aires y más del 50% del resto del país.
A nivel mundial, a partir de los excelentes resultados obtenidos en el mercado
latinoamericano, Telefónica rediseñó su organización. Firmó un acuerdo de negocios con MCI-
WorldCOM (hoy segunda operadora de telefonía internacional de los EE.UU.) que le permitirá
desarrollar Telefónica Panamericana MCI, con cobertura en toda América. Hoy, el Grupo
Telefónica se presenta como un holding con siete divisiones: Telefónica de España, Telefónica
Internacional, Telefónica Media, Telefónica Móviles, Telefónica Intercontinental, Terra Networks y
Telefónica Data18. Cuenta con 57, 5 millones de clientes en todo el mundo, la mitad de ellos en
América Latina. Opera telefonía fija y móvil y servicios de valor agregado en: Argentina, Brasil,
Colombia, Chile, El Salvador, Perú, Puerto Rico y Venezuela. En 1998, obtuvo ingresos mundiales
por un valor de 20.377 millones de dólares, el mayor incremento en la facturación correspondió a la
filial de Argentina, sostenido fundamentalmente por la duplicación de clientes de telefonía móvil.
En Brasil, tiene telefonía fija en el estado de Rio Grande do Sul y en la ciudad de San
Pablo, y móvil en Rio de Janeiro. En Chile, es dueña de la Compañía Telefónica Chilena (CTC) y
de CTC Internet. En la Argentina, comparte con el CEI el control de Advance, una de las dos
grandes proveedoras de Internet; otra de las áreas prioritarias de sus negocios donde se expresa con
claridad una estrategia de expansión a nivel iberoamericano. Con la intención de agrupar a todas sus
17
Por aplicación del decreto 264/98, TELINTAR se dividió en TELINTAR Norte y Sur; STARTEL fue
fraccionada en Advance Comunicaciones y Telecom Soluciones; y Miniphone en Personal y Unifón.
18
Su expansión en el área de medios, llevó a Telefónica a consolidarse como el grupo español más importante
del sector. Posee el 100% de las cadenas radiales españolas Onda Cero y Radio Voz, el 33% de la productora
cinematográfica Lola Films, el 40% del canal de TV por aire Antena 3, y el dominio (68,6%) de la televisión
satelital a través de la empresa Vía Digital. Tiene, además, una participación accionaria no especificada en el
grupo editorial Recoletos que controla, a su vez, el 30% del diario El Mundo y la Revista Expansión.
Asimismo, posee un 5% del británico Grupo Pearson (propietario de los periódicos económicos Financial
Times y The Economist).
9
empresas proveedoras de acceso a la red, Telefónica ingresa al mercado nacional por medio de
Terra Networks (ex Telefónica Interactiva), ya que aún no ha resuelto su separación del CEI en
Advance, una de las principales proveedoras del servicio de Internet (PSI) de Telefónica de
Argentina (TASA). A través de Terra, centra su estrategia de crecimiento en la compra de
servidores de Internet en toda América Latina19, lleva invertidos unos 600 millones de dólares desde
su creación en diciembre de 1998. En la Argentina, Terra compró los portales GauchoNet y
Dónde.com por 10 millones de dólares, posee el 98% del Portal español Olé para usuarios
hispanoparlantes; en Brasil, junto a un socio local (por lo dispuesto en la legislación de aquel país)
compró el portal ZAZ; y en México opera a través de Infosel. Asimismo, reuné en Terra las
empresas proveedoras del servicio de Internet como Teleline (España) y Olé Guatemala.
19
El número de usuarios de Internet en América Latina llegó a 8.500.000 durante 1998. Se prevé que los
usuarios serán unos 34.000.000 en el año 2000.
20
En 1977, Raúl Juan Pedro Moneta crea, junto a su tío Benito Jaime Lucini, la agencia extra bursátil
“República”, aprovechando la desregulación del sistema bancario establecida por el entonces ministro de
economía de la dictadura militar, José Martínez de Hoz. En 1984 la entidad se convierte en el Banco
República, especializado en la compraventa de títulos y acciones.
10
- el Grupo Werthein, dueños del Banco Mercantil de Argentina, con el 19%, que ya había
participado con éxito en la privatización de la compañía de seguros más sólida del sector, la ex
Caja Nacional de Ahorro y Seguros.
A partir de la política que diseñaron Raúl Moneta (Presidente del República Holding) y
Richard Handley (CEO del Citibank de Argentina), el fondo vendió sus posiciones en los diversos
sectores económicos donde tenía actuación y comenzó a concentrarse sobre tres ramas de las
comunicaciones: telefonía, distribución de señales y elaboración de contenidos.
La expansión hacia la radiodifusión se realizó sobre un mercado que ya estaba consolidado
y cuyo proceso de crecimiento se sostuvo sobre las inversiones realizadas por los operadores
nacionales hasta el momento del ingreso de los nuevos capitales, principalmente norteamericanos,
al negocio del cable, amparados en el Tratado de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones
firmado con los Estados Unidos puesto en vigencia a partir de la reforma de la Constitución
Nacional21.
Su participación en Telefónica de Argentina le permitió posicionarse dentro del sector. Con
la idea de alcanzar zonas de cobertura donde prestaba servicios la otra LSB, ante la futura
prestación de servicios cruzados en un mercado desregulado, se expandieron hacía la televisión por
cable en la zona norte. Para ello durante 1996 se asociaron, en la empresa Multicanal, con ‘Clarín’
que buscaba capitales para seguir financiando su crecimiento. La intención del CEI por conquistar
una participación accionaria mayor en el negocio, llevó a una primera ruptura entre ambas
empresas, acentuada cuando el holding anuncia la compra de la empresa CableVisión-TCI (CV).
La veloz expansión del CEI coincidió con la necesidad de Carlos Menem de contar con
medios que apoyaran su proyecto político de permanencia en el poder. Este apoyo fue posible por la
presencia de Handley y Moneta, aliados políticos del presidente, en el gerenciamiento de las
empresas en manos del CEI. La estrategia de crecimiento fue comprar empresas y asociarse con
quienes que poseían know how y tecnología. Durante 1997 el CEI efectuó compras por un monto
aproximado de 2.300 millones de dólares, de los cuales 75% correspondieron a la adquisición de
sistemas de televisión por cable y abierta, radios y revistas.
En televisión por cable, luego de adquirir el 64 % de otra de las grandes empresas del país,
CableVisión-TCI, sumó la totalidad de los abonados de la empresa UIH que controlaba el grupo
Mandeville22. Más tarde compró el 50 % de Fintelco, controladora de VCC, en una operación que
concluyó en junio de 199823. Se constituyó así en el segundo operador nacional de televisión por
cable, detrás de la empresa Multicanal.
En el área de contenidos, el primer paso fue la asociación con el empresario Carlos Ávila en
Torneos y Competencias (TyC), principal productora de programas deportivos del país. TyC ya
participaba del 40% de Telered Imagen (TRISA), distribuyendo al interior el exitoso programa
televisivo ´Fútbol de Primera`. A partir del ingreso del CEI, la composición accionaria de TyC
quedó integrada de la siguiente manera: 20 % del CEI, 20 % de TISA, 40 % de TCI y el 20 %
21
El Tratado fue firmado, en 1991, durante la primera visita del presidente Menem a los EE.UU. y ratificado
por el Congreso de la Nación, en 1994, el mismo año en que se modificó la Constitución Nacional que
estableció una nueva pirámide jurídica donde los tratados y pactos internacionales adquieren un rango
superior al de las leyes nacionales.
22
Mandeville era el quinto operador de cable, en dimensiones de mercado, debajo del Grupo Uno de la familia
Vila, que opera con el asesoramiento financiero del ex Ministro del Interior, José Luis Manzano.
23
El CEI compartía la propiedad de Video Cable Comunicación con Clarín. VCC era el tercer MSO, en ese
entonces propiedad de U.S. West y del empresario S. Liberman. Ambos grupos decidieron repartirse los
activos y los abonados en partes iguales.
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restante en manos de sus dueños originales, los empresarios Ávila y Nofal. Con nueva composición
TyC adquirió, en sociedad con el grupo australiano Prime, Canal 9 de televisión abierta de la
Ciudad de Buenos Aires y otros medios que hasta ese momento poseía Alejandro Romay24.
La inversión más importante del CEI fue su asociación con Editorial Atlántida, tradicional
grupo editorial de la familia Vigil que al privatizarse los canales capitalinos ganó la licencia del
Canal 11 junto a otros socios y a varios canales del interior. La sociedad con Atlántida derivó en la
conformación del holding Atlántida Comunicaciones (AtCo): 40 % para la familia Vigil, 30% para
el CEI, y el otro 30 % para TISA. El holding controla el 95 % de Editorial Atlántida, el 100 % de
Telefé (Canal 11) y las radios Continental, y FM Hit de la Ciudad de Buenos Aires.
Cuando conforma AtCo, el CEI comienza a negociar la compra de los principales canales
del interior asociados en Televisoras Provinciales S.A. en un proceso plagado de complicaciones. El
CEI necesitaba contar con una red de canales del interior del país que le sirvieran de soporte donde
colocar la programación que ya venía produciendo en la ciudad de Buenos Aires. En un primer
momento, los operadores del interior se van a negar a vender los canales. Sin embargo, esta
negativa no va a durar mucho tiempo ante la evidente presión que se ejerce desde el gobierno. En
enero de 1998, el Poder Ejecutivo sanciona los decretos 85 y 86, llamando a licitación para otorgar
licencias de televisión abierta en dos de las ciudades más importantes del interior: Córdoba y
Rosario. Los decretos establecían "que en concordancia con las políticas trazadas y ejecutadas por
esta administración, resulta necesario ofrecer a particulares la frecuencia...". Una semana después,
una vez adquiridas las empresas por parte del CEI, se sancionan dos nuevos decretos suspendiendo
las “necesarias” licitaciones25.
El Estado aparece entonces como administrador directo de los intereses del capital,
presionando por medio de la normativa para que un sector transfiera el control de sus empresas a
otro. Así, la capacidad casi ilimitada de contar con recursos financieros adicionada a su proximidad
con el Poder Ejecutivo, le permitieron al CEI aventurarse con éxito en los más diversos
emprendimientos.
Durante los últimos meses de la década del 90 se verifican nuevos movimientos de capitales
en un escenario marcado por la irreversibilidad de los procesos de concentración e
internacionalización que venimos señalando. De este modo asistimos, por un lado, al control del
CEI por parte de un fondo de inversiones norteamericano (Hicks, Muse, Tate & Furst) y al divorcio
del CEI y TISA; y por otro, al ingreso al Grupo Clarín de uno de los mayores bancos de inversión
del mundo (Goldman Sachs).
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Con esa venta desaparece de la radiodifusión el último exponente de la llamada 'televisión artesanal': el
empresario nacional Alejandro Saúl Romay, conocido como 'el Zar de la tv argentina'. Romay se inició como
empresario de medios hacia 1968 cuando ingresa a Canal 9. Era propietario de canales de televisión abierta en
Buenos Aires, Córdoba, Resistencia; Mar del Plata y Paraná; de las radios capitalinas 'Libertad' (AM) y 'FM
Feeling'; de la productora Telearte y de la distribuidora DISA; entre otras.
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Además obtuvo en esa operación las revistas: Teleclic, Gente, El Gráfico, Negocios, Para Ti, Plena,
Misterios, Chacra, Billiken, Somos y Conozca Más; y, los canales del interior, adquiridos a través de AtCo:
11 de Salta, 7 de Neuquén, 12 de Córdoba, 13 de Santa Fe, 5 de Rosario, 9 de Bahía Blanca, 8 de Mar del
Plata, 9 de Mendoza, 9 de San Salvador de Jujuy y 8 de San Miguel de Tucumán. Al adquirir estos canales
pasó a controlar el 89,4% de la empresa Televisoras Provinciales S.A., poseedora del 30,2 % de Telefé. De
este modo, Atlántida controla el 100% de Telefé.
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Muse, Tate & Furst (HMT&F)26 ingresa como accionista del holding adquiriendo las acciones de la
familia Werthein y parte de las que poseía el Citibank, por un monto de 723 millones de dólares.
Así, el CEI queda reconfigurado de la siguiente manera:
Podemos apuntar que el Citibank se ve obligado a vender parte de sus acciones, producto de
leyes de funcionamiento de la bolsa de valores de Nueva York que indican que una entidad
financiera no puede controlar una empresa de servicios. Tras la renuncia de Handley en septiembre
de 1998, por motivos no muy claros, Moneta asume la presidencia del CEI. Por su parte, los
Werthein deciden reorientar su estrategia empresarial centrando sus negocios en el sector financiero
y de seguros. Con los recursos obtenidos por la venta fusionan el Banco Mercantil con la
aseguradora La Caja (ex Caja Nacional de Ahorro y Seguro, privatizada en 1994 durante el primer
gobierno de Carlos Menem) una de las más importantes del sector.
En 1993 HMT&F ingresó en el mercado argentino de medios al adquirir pequeños sistemas
de televisión por cable a un grupo de empresarios provinciales y conformar Mandeville, que se
constituyó en un operador mediano del interior del país. Luego, vendió Mandeville al CEI-TISA, a
través de CableVisión-TCI, por un monto de 525 millones de dólares. HMF&T posee más de 400
radios en los Estados Unidos y negocios en televisión, Internet, y telecomunicaciones. En América
latina ingresó con éxito al mercado de las comunicaciones, mediante diversas sociedades en Brasil,
Venezuela y México. Controla en Brasil el equipo de fútbol Corinthians y la principal productora de
contenidos deportivos, Traffic S.A.; en los Estados Unidos posee el equipo de beisbol Texas
Rangers y participa en la industria petrolera y alimenticia.
Tras la desarticulación del fallido intento re-eleccionista de Carlos Menem, se produce el
desplazamiento de sus operadores cercanos, hasta ese momento privilegiados partícipes de los
principales negocios e inversiones del sector comunicacional. En abril de 1999, Hicks reemplaza a
Moneta27 como presidente del CEI, tras las presiones ejercidas por Telefónica de España durante la
caída de los Bancos Mendoza y República. En mayo de 1999, HMT&F (61%) y Moneta (39 %),
arman un nuevo megagrupo financiero, AMI (Argentina Media Investments), para el Mercosur,
concentrando activos por unos 2 mil millones de dólares. El CEI gerencia las operaciones de este
nuevo holding que implica la integración de los negocios de Hicks en Latinoamérica.
El mapa accionario del CEI vuelve a modificarse a mediados de 1999, cuando HMT&F
adquiere el 39,6% de las acciones del República Holdings en 124,4 millones de dólares. Así
concluye la etapa signada por las relaciones del dúo Moneta-Handley con el poder político y
emerge una nueva estrategia de gestión de negocios a escala regional, dominada por HMT&F. La
composición actual del CEI se presenta de la siguiente manera:
Raúl Moneta se halla prófugo desde el 2 de junio de 1999 por la quiebra del Banco Mendoza, acusado de
subversión económica, asociación ilícita y violaciones a Ley Penal Tributaria. El Banco Mendoza, propiedad
del Banco República (65,78%), Magna Inversora (empresarios mendocinos) y del Estado provincial, era el
agente financiero oficial de esa provincia.
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hacia el mercado hispanoparlante, donde posee ventajas comparativas en el terreno de la cultura y
del idioma. Según Eduardo Giordano:
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“Este es un mercado regional que está mal atendido y fraccionado. Nosotros queremos transformarlo en
un mercado único que incluya América Latina, la península Ibérica y a los hispanos de Estados Unidos”,
según Antonio Barreto, ex ejecutivo de la Red Globo y actual responsable de Telefónica Media Investment.
Reportaje publicado en el diario La Nación de Buenos Aires, 28-7-99.
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Informe Mundial de la Comunicación. UNESCO, 1998.
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En noviembre de 1999, CEI y TISA llegaron a un acuerdo para dividir los activos que controlan en AtCo y
en AC Inversora. El convenio, anunciado en los Estados Unidos por Thomas Hicks y en España por Juan
Villalonga (titular de TISA), implicó el reparto de los canales de aire de la Ciudad de Buenos Aires. Telefé
(Canal 11), Radio Continental, Editorial Atlántida y la red de 7 televisoras provinciales, quedarán en manos
de TISA. Asimismo, las operaciones involucran la compra por parte de TISA del 100% de AC Inversora
copropietaria (50%) junto a Prime de Australia (50%) de Azul TV (Canal 9). El gerenciamiento de los canales
de aire capitalinos estaría a cargo de ejecutivos de Antena3 de España. Hicks mantendría el control de
Cablevisión y su presencia en los medios gráficos, conservando parte de Editorial Atlántida (EASA) junto a
la familia Vigil y TyC.
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El Grupo Goldman Sachs fue fundado en 1869, cotiza en Wall Street desde mayo de 1999 su sede se
encuentra en New York y sus principales oficinas están en Londres, Frankfurt, Tokio y Hong Kong. El
Grupo, que adquirió relevancia cuando uno de sus socios, Robert Rubin, se desempeño como secretario del
Tesoro durante el gobierno de Clinton, posee un capital de 29 mil millones de dólares (1999). En la
Argentina, participa de inversiones inmobiliarias junto a George Soros a través de la empresa IRSA.
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quien mantenía relación desde 1997 cuando fuera contratado para colocar bonos de deuda del
Grupo en el mercado norteamericano. De esta forma Clarín afronta los compromisos adquiridos
para financiar su expansión y mantener su potencialidad competitiva en el sector.
A este reordenamiento de capitales le corresponde una nueva adecuación normativa por
parte del Estado. A dos meses de concluir su segundo mandato, Carlos Menem dicta el decreto de
necesidad y urgencia 1005/99 modificando artículos sustanciales del decreto-ley 22.285/80 de
Radiodifusión. Este nuevo decreto modifica el régimen de multiplicidad de licencias (pasan de 4 a
24 las licencias permitidas a un mismo operador), autoriza la transferencia de la titularidad de las
mismas, permite la formación de redes y libera el tiempo publicitario por hora de emisión. Una vez
más, el Estado aparece utilizando su capacidad reguladora para favorecer la concentración de la
propiedad en los medios audiovisuales y legalizar las tendencias y situaciones preexistentes en el
ámbito privado.
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extranjeros que ingresaron al país a partir de la privatización de la empresa estatal. A partir de
entonces, los desarrollos de los principales operadores -sujetos siempre a una estrecha relación con
el Estado- pueden ubicarse en una direccionalidad signada por un potencial escenario de
convergencia. En una segunda etapa la radiodifusión experimenta el ingreso de capitales extranjeros
a través de las empresas de distribución de televisión por cable, culminando con la conformación de
un escenario internacionalizado e hiperconcentrado.
Es en ese sentido, que la sociedad CEI-TISA, interlocutor del gobierno desde la posición
que le otorgaba su poder económico, adicionará los medios de producción simbólica que potencian
su capacidad de presión. Por su parte, el Grupo Clarín y su poder de lobby sostenido en su aptitud
de generar la agenda política y modelar la opinión pública, se transformará en protagonista
económico, colocándose entre las mayores empresas del país.
El fortalecimiento de la posición dominante de estos grupos se expresa en el nuevo
ecosistema de la convergencia, cuyos lineamientos serán regulados a partir de la sanción del “Plan
de Liberalización de las Telecomunicaciones” de 1998. Dicha norma elimina las trabas impuestas
por el decreto-ley de Radiodifusión y los Pliegos de Privatización de ENTel a la prestación de
servicios cruzados por parte de un mismo operador, genera las condiciones para la realización del
nuevo mercado de los servicios integrados y define a sus protagonistas.
Así, el proceso experimentado en el sector de las comunicaciones configura al mercado
argentino como laboratorio del desempeño de las estrategias internacionales de los conglomerados
mediáticos. Tras la acelerada y cada vez mayor sincronización del proceso decisorio local en
relación al mercado internacional, su ordenamiento más reciente distingue claramente la absoluta
hegemonía de los grandes agentes y el diseño de las alianzas, compras y ventas en función global.
Los procesos de toma de decisiones se ubican a escala mundial, son operacionalizados en
estrategias hacia América latina y derivan en acciones locales que se apartan de la coyuntura
política nacional a la espera de su rearticulación.
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morfologías de valorización, siempre ligadas a las necesarias -y poco novedosas en términos de
análisis- relaciones con el gobierno de turno.
Por su parte, el gobierno ha adquirido ciertas tendencias distintivas, en el sentido de lo que
señala Mosco respecto a las funciones vitales que debe satisfacer el Estado capitalista para mantener
el sistema del cual depende su propia supervivencia. En términos del eje acumulación-legitimación
que nos interesa destacar, la actuación del gobierno en el terreno de las comunicaciones indica que
éste en modo alguno a sido un árbitro imparcial encargado de dirimir los conflictos y las
contradicciones de los múltiples intereses de los actores intervinientes. En lugar de proponer como
horizonte el establecimiento de más y mejores condiciones de acceso y participación para el
conjunto de la sociedad, ha materializado el predominio de la función de acumulación por sobre la
de su propia legitimación35. Remitiéndonos una vez más a Mosco, en las comunicaciones de la
Argentina de hoy: “la contradicción fundamental se da entre una creencia en la libertad ilimitada
para la adquisición privada, y la democracia, una dedicación a la igualdad y la mayor participación
pública posible en la toma de decisiones”.
Incluso con sus dislocamientos más recientes, la conformación de un duopolio en el sector
de las comunicaciones presenta a estas nuevas corporaciones de la enunciación como poderosos
centros de producción, distribución y difusión, que combinan en un mismo agente poder económico
y poder simbólico. Ello requirió de un entorno social debilitado, la inexistencia de actores sociales
relevantes por fuera del poder económico, un marco regulatorio funcional (sostenido en decretos,
resoluciones del Poder Ejecutivo, ausencia de legislación antimonopólica y falllos judiciales
favorables) y partidos políticos sin autonomía para generar una dinámica de discusión pública
alternativa y limitados a administrar una menguada dimensión del poder. Situación potenciada por
la ínfima presencia de los servicios estatales de radiodifusión, en franco peligro de extinción.
Las estrategias de crecimiento de estos poderosos grupos se han orientado hacia la compra
de clientes de servicios, navegantes interactivos, telespectadores, etc., cuya posesión garantizaría en
última instancia la realización del capital. Si el espacio futuro sobre el cual se construirá la nueva
ciudadanía está signado por el nuevo magma de los mensajes mediatizados, ingresaremos a él al
menos con una certeza: ya tiene dueños.
Bibliografía:
Albornoz, Luis A.; Hernández, Pablo; Mastrini, Guillermo y Postolski, Glenn: "La política a los pies del
mercado: la comunicación en la Argentina de los '90", (1998) en Universidade e Sociedade Ano VII, N° 15.
Sindicato Nacional dos Docentes das Instituções de Ensino Superior, São Paulo.
Albornoz, Luis A. y Mastrini, Guillermo: "La expansión del cable en la Argentina: un análisis desde la
economía política" (mayo, 1988) mimeo, Buenos Aires.
Capparelli, Sérgio y Santos, Suzy dos: "Televisão, Cone Sul e Capitalismo Tardio", (1998) mimeo, Porto
Alegre.
Eaton, Jhon: “Economía política. Un análisis marxista”, (1966) Amorroutu, Buenos Aires.
Giordano, Eduardo: “¿Hacia un imperio audiovisual español?”. Publicado en Le Monde Diplomatique, (julio,
1999). Edición española.
35
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Jambeiro, Othon F.: “A regulamentação da TV na Argentina, Brasil, Paraguai e Uruguai” (1998) mimeo,
Salvador, Bahia.
Marx, Karl: “Introducción general a la crítica de la economía política”, (1969). Ediciones Pasado y Presente,
Buenos Aires.
Mosco, Vincent: "Fantasías electrónicas. Crítica de las tecnologías de la información", (1986) Paidós
Comunicación, Barcelona.
Ramos, Julio A.: "Los cerrojos a la prensa" (1993) Editorial Amfin, Buenos Aires.
Revista de TV Cable de la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC), Buenos Aires.
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