“La ética de la Sociedad Civil”

Por: Felipe Asanza Miranda.

(Basado en la obra de Adela Cortina)

 ¿Por qué vale la pena educar moralmente a las personas?
Vale la pena educar moralmente a las personas, ya que por medio de un buen
funcionamiento de la ética se puede obtener grandes resultados en el sector
económico, empresarial, político, ecológico, etc. Esto depende, claro está, de que los
valores de conducta y estabilidad social se puedan transmitir de una generación a
otra en donde prime lo honrado, bueno y fundamental de una sociedad civil
organizada.

Se debe a su vez enseñar virtudes en las que las personas puedan adoptar grandes
hábitos de liderazgo, responsabilidad y disciplina y puedan dejar a un lado los vicios
que empeoran la situación social y el manejo correcto de “poder vivir bien”. Para
esto debe de haber un acondicionamiento donde la gente sepa por qué va a enseñar
valores éticos y humanos a otros y cual es el propósito de dicha acción.
Para eso, el hombre debe de adquirir habilidades técnicas que le permitan tener una
visión ética y globalizadota que se pueda transmitir educacionalmente a otras
personas, mediante la reflexión sobre responsabilidad social y la palabra oral y
escrita como manifestantes del cambio que se quiere ver en el mundo y la sociedad
para que existan habilidades sociales.

A la insuficiencia de esas últimas, se debe que en la actualidad exista un vasallaje

moral en donde existe un rechazo social encarnado en las diferentes condiciones
sociales perennes de entre un individuo u otro: el color de piel, la discapacidad o
enfermedad sufrida, la religión, etc. Por eso se debe enseñar a que la moral es el
medio de la conducta social y el fin es el conjunto de miembros de un mismo núcleo
común, llamado sociedad, donde los derechos civiles y sociales sean defendidos
bajo el respeto a la integridad humana, a la justicia, a la integración social y a la
gestión de un mejor desarrollo comunicativo, vital y humano.

 ¿Quiénes deberían ser los agentes de moralización en una sociedad

pluralista?
Los agentes de moralización deberíamos ser las personas comunes y corrientes
encausadas en crear una ética partidista del cambio social humanitario, donde existe

II
equidad, responsabilidad social, igualdad, integridad y respeto a todas las dignidades
sociales. Por ende, una norma no puede ser impuesta desde afuera del individuo, ya
que para que exista la moral debe haber una conciencia social que prima sobre cada
individuo y se manifiesta en las acciones lógicas de respeto, solidaridad y acción
social. Por tanto, no hay moral verdadera sino que depende del cambio ético y el
aporte cívico que cada ciudadano le de a la moral para que ésta no se convierta en
una consecuente abrupta de la opinión mayoritaria y pública que muchas veces recae
sobre intereses anómalos de cada quien, sino sepa que acudir a la justicia y al
derecho para que exista democracia en el buen uso de normas morales de una
sociedad fraterna donde existe el respeto a la integridad y dignidad humana basada
en el pluralismo.

 ¿Cuáles son los mínimos que componen la ética de la sociedad civil?

Los mínimos que componen la ética de la sociedad civil son la ética de la justicia, la
razón práctica, lo justo, las normas y las exigencias. Por tanto, decimos que la
justicia es la que prima aquí, la cual se basa en ordenamientos jurídicos y en el libre
ejercicio de hacer cumplir la ley sin que ésta sea arbitraria pero manteniendo
siempre las exigencias legales y morales sobre los miembros de tal o cual sociedad.

Si estos no cumplen y desacatan la ley, la justicia puede exigir que se les abstenga
de todo lo que se considera ético en conformidad a la ley, ya que si la violan, no hay
razón práctica de conciencia y conducta social y el incumplimiento llega a un grado
de inmoralidad y desacato de las normas, en donde aquellos que han sido inmorales
en la práctica social no tienen derecho de exigir nada porque no han mantenido un
orden social en el cumplimiento de sus obligaciones y no han sido prudentes en el
manejo de la estabilidad social.

 ¿Cómo se articula la ética de máximos?

La ética de máximos se articula en el campo de la felicidad, que entra en el marco
social con el fin de asesorar, dar consejos, enseñar lo que es prudente o no y sugerir
a otra persona cómo debe o puede alcanzarla para que vaya por el buen camino de la
experiencia, el desarrollo social y la ética en virtudes sociales y humanas que
enfatizan la acción civil de saber organizarse, de proponerse metas y cumplirlas a un
tiempo debido y lograr ser feliz en todo lo que se hace.

III
De allí que las éticas ligadas a la religión, son esencialmente éticas de máximos
donde los valores y creencias sociales se articulas en posiciones politeístas y dejan a
un lado el monismo y la condición abstracta de doctrina e ideología y pasan a
unificar valores culturales que dejan a un lado las cosas que se basan en un
adoctrinamiento social y buscan la verdad moral en sus propios sentimientos y en la
verificación pragmática de lo que creen que es su dogma de fe y su propia e
individualizada ideología religiosa basada en el pluralismo social.

 Opinión personal y juicio crítico acerca de la propuesta de la autora:

A mi parecer, considero que lo expuesto por la autora es la veraz realidad de
insuficiencia en las habilidades sociales que tiene la gente; ya que en América
Latina el tema del desarraigo social es evidente; la falta de educación moral hace
que la gente no tenga conciencia social y no reflexione sobre un cambio en la
estructura social que se encamine hacia la democracia y los valores humanos.

Así mismo, estoy de acuerdo con lo que expresa la autora sobre la incompetencia
social y la falta de humanismo ético, ya que es evidente en muchos países de la
región en los que se incluye el Ecuador, no existe un verdadero cambio social y es el
gobernante quien tiene que tratar de asumir cuáles son los intereses de la gente; a la
que se le considera de “incompetente social” por su falta de expresarse, dar ideas de
cambio, unificar socialmente la cultura, etc.

Por último, creo que sí debe de haber una educación moral que gestione el
desarrollo y organización de las sociedades civiles para que encaminen el cambio
social en torno a la justicia y a la felicidad basada en la experiencia de
responsabilidad, actitud de cambio, respeto a la opinión de los demás, a sus
necesidades y a los derechos humanos.

IV