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- Indice -
Introducción ............................................................................III
El mueble en la civilización Egipcia .................................................III
El mueble en Grecia. Cuna de Occidente.......................................... IV
El mueble en el Imperio Romano ................................................... V
El mueble Paleocristiano-Bizantino .............................................. VI
El mueble Románico ................................................................ VII
El estilo Tardo-Gotico .............................................................. IX
El estilo Plateresco ................................................................... X
El manierismo y El Escorial (Corte de Felipe II) .............................. XI
El mueble del S. XVII en España – El Barroco ............................. XII
Etapas y estilos mas representativo................................................XIV
______________
Introducción
La historia del mobiliario comienza con las piezas más antiguas que han llegado hasta nuestros días, que
son las de las IV y V Dinastías del antiguo Egipto (2680-2407 a.C.).
Históricamente, el material más utilizado para fabricar muebles es la madera, aunque también se utilizan
otros, como el metal y la piedra. El diseño del mobiliario siempre ha reflejado el estilo propio de cada
época, desde la antigüedad hasta nuestros días. Aunque la mayoría de los periodos se identificaban con un
solo estilo, en el diseño actual están presentes una amplia gama de ellos, desde los más antiguos hasta los
más modernos.
Los requisitos básicos del diseño y la conservación de muebles son complejos. La apariencia siempre ha
sido tan importante como la funcionalidad y la tendencia general ha sido diseñar el mobiliario como
complemento de los interiores arquitectónicos. Algunas formas han sido concebidas a partir de la
arquitectura, con pies en forma de columnas, mientras que otras cuentan con soportes zoomorfos. Los
diseños pueden ser sencillos o muy elaborados, dependiendo del uso al que estén destinados y del periodo
en que hayan sido realizados. Los documentos más antiguos, como los inventarios de Mesopotamia,
describen interiores decorados con telas de oro y muebles dorados. Algunos ejemplos que se conservan
del antiguo Egipto son muy elaborados y en su origen estaban revestidos de metales preciosos, aunque
también se diseñaron muchas piezas sencillas. Sin embargo, los estudios de mobiliario histórico se suelen
centrar en las piezas lujosas creadas para la realeza, la nobleza y la clase alta, porque, en general, son las
mejor conservadas.
Las excavaciones arqueológicas nos ha permitido saber que la casa egipcia estaba
construida alrededor de un patio, demostrándose que fueron habitadas por un
amplio número de personas y que fue creciendo respecto a las necesidades
familiares, transformándose incluso en un conjunto de casas. La casa tenia una
planta cuadrada con un espacio central precedido por una antecámara. A su
alrededor nos encontramos los dormitorios y las habitaciones destinadas a
almacén. Incluso en algunas casas de Tell el-amarna se han encontrado cuartos
de baño. Estaban situados junto a la habitación principal y separados de ella por
un muro bajo cubierto con caliza. Constaban de una zona de baño y de un retrete Silla en madera de
consistente en un asiento ubicado sobre una vasija rellena de arena. ébano y policromada,
patas imitando las
Algunos miembros de grandes familias tenían amplias casas en las afueras de las garras de un león
ciudades, a modo de urbanizaciones de alto nivel socioeconómico. Las villas estaban rodeadas de árboles y
jardines con estanques, cocinas, talleres, establos, graneros y casas para los sirvientes. Los restos de
mobiliario que nos han quedado no son muy abundantes y corresponden a las clases sociales más
acomodadas. El taburete era el mueble universal egipcio ya que en su uso no se encuentran distinciones
sociales. Más elitista es la silla y las camas, realizadas en madera. El ajuar era de lino y utilizaban unos
reposacabezas para dormir.
Para pintar los muebles, recubrían la madera con una selladora semejante
al yeso, para después aplicar los tintes pigmentados sobre la superficie
seca, se puede observar en muchas sillas, tumbas y otros objetos
Mueble reposacabezas en marfil encontrados en yacimientos, muebles decorados con gran lujo de detalles.
La cultura helénica fue la primera gran etapa de nuestra civilización occidental. Con la observación de la
naturaleza y el uso de la razón, los griegos inauguraron una nueva etapa en la historia del conocimiento
humano.
Las casas griegas eran sencillas y construidas con materiales livianos, sólo las casas muy ricas establecen
habitaciones separadas para hombres y mujeres y disponen de pozos de agua. Las viviendas de campo se
construyen con piedras y adobe. En la ciudad, las casas son de planta cuadrada, de modo que lo que se
recuerda de ellas lo ha sido gracias a los romanos que las imitaron cuando las conocieron.
El mueble griego nace influido por las corrientes artísticas egipcias para, más
Los muebles de bronce, cuya decoración es muy rica, unas veces se cincelan y otras se recubren o
incrustan de plata y metales preciosos. Otros complementos de la decoración fueron el uso de telas y de
tapices, llegados desde pueblos mas alejados del Imperio.
Los romanos gustaban de usar pocos muebles en sus casas. Se daba importancia a los ambientes diáfanos,
aunque esto no quiera decir que no existiera una gran variedad de muebles. Los romanos empleaban
hasta cinco tipos de mesas, todas de origen griego y de diferentes formas geométricas, rectangulares,
cuadradas o redondas, también se diferenciaban por el numero de patas, tres o cuatro.
Había sillas de piedra con respaldo cóncavo, y que al contrario de lo que pudiera parecer eran cómodas,
decoradas con relieves o inscripciones. Los sillones de piedra o mármol, ricamente ornamentados y tallados
en sus laterales con motivos alados o con representaciones de animales, pero el asiento más característico
de la época fue el (curul) reservado para personajes públicos, algunas tienen las patas de doble curvatura
con anillas para ser transportadas y ricamente decoradas.
En los lugares públicos eran corrientes los bancos (scamun) de bronce o de piedra. La mesa ocupaba un
lugar importante en la casa, eran rectangulares con soportes de piedra, bronce y con tablero de maderas
exóticas. En otras, los pies eran torneados o estriados con terminación en garras.
El (cartibulum) era la mesa característica con soporte de mármol, generalmente dos patas simulando dos
leones con terminación en garras y entrelazados con hojas y volutas. Los (lararium) eran unos pequeños
armarios que ocupaban un lugar en el atrio de la casa, donde se adoraban a los dioses domésticos. Los
arcones eran similares a los griegos y egipcios con rasgos idénticos. El (lectus) lecho romano con armadura
de bronce o madera con soportes torneados y brazos curvos. El (triclinio) lecho grande con capacidad para
tres personas utilizado tanto por griegos y romanos para comer, todo decorado con telas y almohadones.
Existían otros muebles secundarios como veladores, candelabros, etc..
El mueble Paleocristiano-Bizantino
En el arte paleocristiano hemos de distinguir dos periodos fundamentales: antes y después de la paz de la
Iglesia.
El primer periodo (313 dc), se caracteriza especialmente por la ausencia de arquitectura al aire libre. Las
construcciones más comunes son las catacumbas, galerías subterráneas, que daban acceso a unas
cámaras grandes "cubícula", con lucernario, chimenea de aireación, y en cuyas paredes se abrían los
nichos.
El mueble no es más que un objeto cuyo fin es exclusivamente utilitario (no olvidemos que el cristianismo
empieza en las clase más desfavorecidas) y la ornamentación esta inspirada en la decoración romana.
Después del edicto de Milán (313 dc), se construyen una gran cantidad de nuevos edificios consagrados al
culto, se requería un templo en el que pudieran congregarse los fieles, para lo cual se adopta el tipo de
basílica romana.
En la construcción de muebles el material más utilizado es la madera, los habían totalmente metálicos o
enriquecidos con aplicaciones de placas y cubiertos luego con ricas tapicerías.
Las sillas o cátedras eran rígidas, adornadas con profusión de tallas y con composiciones de arquearais y
tablaje tallado. Un ejemplo de interés histórico es la llamada "silla o cátedra de San Pedro", su estructura
es cúbica, el respaldo con arquerías coronadas por un frontón y con anillas laterales para su traslado. El
frente del trono esta cubierto por 18 tablillas de marfil con tallas inspiradas sobre un tema pagano.
Las mesas son simples tableros, sobre caballetes. Los muebles cerrados
(armarios, arcones y escritorios) suelen aparecer con cierta frecuencia en
pinturas y mosaicos.
De entre estos muebles destaca una mesa cerrada en forma de arcón y que
utilizada por un escritor permite clasificarlo como escribanía. Los "scriptorium"
eran muebles muy utilizados por los monjes. Los armarios de silueta
arquitectónica con un característico frontón de coronación.
Las camas se emplean ahora sólo para el descanso y sus cabeceras son elevadas y decoradas, se cubren
con telas y cortinajes.
La traslación de la capitalidad a Constantinopla y la división del Imperio Romano son dos hechos
fundamentales para la historia artística occidental. El arte romano, al ponerse en contacto con los
elementos helénicos y orientales, se transforma, se apropia de sus caracteres de lujo e intenso colorido.
La importancia de Bizancio es capital, conserva las formas artísticas de la antigüedad, desaparecidas en
Occidente por las invasiones bárbaras.
En Bizancio, el marfil fue el material más usado para los muebles de importancia. Los muebles, con el gran
desarrollo que alcanza la seda en el S.VI, se van haciendo más mullidos y cómodos, prosigue la aplicación
de chapas de metales preciosos sobre el mueble, se ven arquerías de medio punto, columnas estriadas,
aplicaciones de esmaltes, oro y plata, algunas veces se recubren muebles con mosaicos.
El mueble Románico
El arte románico deriva de la tradición artística romana, con aportaciones germánicas, bizantinas e
islámicas. Como característica del periodo, destaca la fragmentación del poder político en la nobleza y la
división en clases de la sociedad, la economía es básicamente rural en la que una minoría, mediante el
sistema de renta feudal vivía del trabajo de las clases bajas y campesinas.
El termino "románico" se debe al arqueólogo francés De Canmónt. Con el románico se pretenden dos
cosas: expresar la similitud entre el nacimiento de las lenguas románicas (castellano, catalán, valenciano,
gallego, francés) y el nuevo estilo artístico; y por otro, hacerlo entroncar con el arte romano de la época
clásica.
El mueble se va adaptando a las exigencias vitales de la época y sólo responden a las necesidades
prácticas de la vida, son muebles creados con una simple visión utilitaria. Los ejemplos del mueble
románico, son conocidos por las pinturas y las miniaturas de los códices. Se trata de muebles fuertes y
pesados con una decoración estilizada de flora y fauna o de figuras fantásticas, en el S. XII serán
ornamentados con pinturas y formas esculturales tomados de la arquitectura, con aplicaciones de hierro
forjado, marfil, etc.
Muchos muebles se construían desarmados para facilitar su rápido transporte. La madera es el material
imprescindible empleándose, el pino, tilo, nogal, roble y el castaño, en el norte se usa el roble, en Europa
central el tilo y abeto, en el resto de España el nogal y el castaño son los mas corrientes. El uso de la
marquetería en el mueble mudéjar español es ya de uso corriente, como las aplicaciones de hierro y de
marfil.
La construcción del mueble es muy elemental y parecida en toda Europa, se ensambla a escuadra, con
clavos y reforzados en hierro, que le da un valor artístico. En el S. XIII , el perfeccionamiento de la
ebanistería, hace disminuir los refuerzos de hierro y empiezan a trabajar con maderas más ricas y
materiales de gran calidad, ( bronces, cobre, nácar y marfil ). Los muebles mudéjares, españoles y
sicilianos, son de un exquisito trabajo de ebanistería, formando en el chapeado complicados dibujos
geométricos.
SILLAS
Las sillas son muy escasas, en las más corrientes los montantes son torneados y los respaldos se
entrelazan con arquerías de medio punto, tallados y policromados. Los sitiales y faldistorios son asientos de
honor para la nobleza y eclesiásticos, en forma de tijera, decorada con influencias moriscas, tallados y
policromados, construidas generalmente en pino y nogal. Un buen ejemplo de ello lo podemos encontrar
en la Silla de San Ramón de la ex catedral de Roda.
MESAS
Las mesas no tienen valor artístico, son simples tablones soportados sobre caballetes y reforzados con
herrajes, con el simple objeto de ser cubiertos con telas o tapices. Otras son octogonales o circulares,
soportado por un pie o columnas.
ARMARIOS
El mueble románico por excelencia es el arcón, lo mismo se encuentra en la casa del campesino, que en
los palacios o en las sacristías. El arca sirve de banco, mesa o armario, su número excede de treinta en
muchas casas.
griegos y romanos. Muy toscas al principio, se perfecciona paulatinamente, la tapa es casi siempre plana,
aunque algunas veces tenga forma de tejado. La madera va tallada o cubierta de tela o de cuero, y
reforzada con clavos y herrajes, los ejemplares más bellos son franceses y alemanes.
Por lo que a España respecta, está el célebre arcón de Astorga, cubierto en forma de tejadillo policromado,
es un ejemplar casi único. Se conservan arquetas hispano-arábigas, con decoraciones geométricas y
estrellas, considerándose también de la época el legendario arcón del Cid, con la cubierta en forma de teja,
comienza a hacerse algunos armarios con características muy semejantes a las arcas, altos, estrechos y
con una sola puerta. Las puertas son tablas ensambladas, siempre reforzadas con piezas de hierro.
CAMAS
Las camas tienen sus cuatro patas torneadas y los cabezales muy altos, acabados en ligera curva y a veces
policromado, siempre cubiertas con telas y tapicerías, tenían en un extremo unos escalones para poder
subir y bajar cómodamente. En el manuscrito de las Cantigas de Alfonso X el Sabio, se pueden ver en
miniatura diversos ejemplares de la época.
La casa noble se dividía en varios edificios y la vida se distribuía en plantas diferentes. Cada uno de los
edificios y de las estancias se había construido con un propósito distinto. En la vivienda principal la
ostentación se reflejaba en el mobiliario y la decoración interior. Ajuares de madera, muebles con tallas e
incrustaciones artesanales, telas y tapices exóticos, venidos de tierras orientales y compradas en el
mercado por los siervos. En las casas nobles había suficiente dinero como para mantener a toda la
población.
El estilo Tardo-Gotico
Para empezar este estudio del muebles español, tomamos como referencia el periodo de los reyes católicos
que coincide con el último cuarto del siglo XV.
Los materiales más usados son la madera de nogal, roble y pino para su
construcción, hierro para los herrajes y guarniciones, en cuero y tejido para
el recubrimiento, los muebles están acabados en patina natural, excepto las
piezas más ricas que van doradas y plateadas o se cubren con tejidos
(mueble ensayolado) o con cuero (encorados) y reforzados con barras de
hierro.
Las sillas son denominadas de caderas, con incrustaciones en la madera con motivos geométricos y vestida
de tela o en cuero. En este tiempo es muy escaso el mobiliario de asiento, dada la costumbre de sentarse
a la morisca, es decir la de sentarse las damas sobre ricos almohadones dispuestos sobre una tarima
alfombrada. Las arcas también se utilizaban como bancos de asientos y las mesas siguen la pauta
medieval, fácilmente desmontable.
La manifestación más importante de este estilo fue sin duda la arquitectura religiosa, por eso los pocos
muebles conservados de este periodo son básicamente ejemplares destinados a iglesias o catedrales (
sillones abciales, armarios de sacristía...) Una pieza característica de este estilo gótico es el cassoné, un
tipo de arca de origen italiano fácilmente transportable y su aceptación continuara durante el renacimiento.
El estilo Plateresco
España tarda en romper las ataduras de la edad media,
es por eso que se admite tardíamente y desigualmente
el renacimiento. El estilo Plateresco abarca
principalmente la época de Carlos I y deja sus señas de
identidad en el mobiliario realizado para edificios y
palacios que se erigen durante estos años, cuya
decoración se lleva acabo en el nuevo estilo de gusto
italiano.
En la ornamentación predominan los medallones con bustos de perfil, las tornapuntas en "S" anillada en
vástago central, los balaustres y un monto de motivos vegetales, composición que puede recordar aún lo
gótico.
En el segundo periodo, la figuración es más abundante y esta realizada con más volumen y tamaño. Los
muebles se estructuran mediante las ordenes renacentistas, dando lugar a la aplicación de columnillas,
dinteles, serlanas y frontones. En la decoración del mueble, se empieza a notar un afán perfeccionista y
sofisticado que culmina en la segunda mitad del siglo XVI, que no tiene paralelo en la historia del mueble
español.
España dio prueba de su personalidad al crear un tipo de mueble llamado: Bargueño. Estaba formado por
un arco, con tapa y cajones, sostenida por un alto soporte de patas torneadas, se decoro con
incrustaciones de madera y marfil que formaban dibujos geométricos inspirados en el arte musulmán, se
organiza de una manera que podríamos decir arquitectónica y que recuerda la fachada de edificios
platerescos. Como en ellos, la decoración esta confiada a columnas balaustradas, medallones esculpidos y
finos grotescos en las partes más importantes del mueble es donde vemos bustos humanos de perfil.
Los muebles realizados en esta época presentan acabados decorativos muy elaborados, usando técnicas
tanto escultóricas como pictóricas, con dorados y cromatismos de indudable belleza.
El otro estilo deriva de “El Escorial”, los muebles son de concepción elegante y bien definidos, su
estructura es arquitectónica y con elementos tectónicos como columnas de orden toscano, pilastras
estriadas, frontones triangulares, etc., con otros elementos como remates en forma de bola o pirámide, las
volutas en espiral, los espejos convexos y cartuchos enlazados, etc.
En este siglo es importante la afición de la nobleza por los muebles orientales, donde se encuentran
importantes pruebas de ello en relicarios de catedrales, clausuras y palacios reales. En “El Escorial” aún
existen sillas chinas de la época.
Es tal la afición por los escritorios, que la corte y la nobleza llegan a realizar grandes dispendios en su
compra, importados de Italia, Alemania y China muchas veces realizados con una tapa frontal abatible
(arca-escritorio) al gusto español, con talla superpuesta, con temas góticos o al estilo plateresco y con
trabajos de taracea, desarrollando temas de raíz islámica, a veces combinados con motivos renacentistas.
Felipe IV nació en 1605 y sucedió a su padre en el trono en 1621, y al igual que este confío los asuntos de
estado en un valido, el Conde Duque de Olivares. Su reinado estuvo plagado de reveses para la corona de
los Austrias.
Este ímpetu cultural y artístico se refleja en el mobiliario, así la característica principal del mueble es el
casticismo y la ostentación, casticismo a la necesidad de hacer economía y ostentación a la necesidad de
impresionar.
El Conde-Duque de Olivares levanta el palacio del buen retiro, que se construye con gran rapidez y con
materiales sencillos con un resultado arquitectónico no muy rico, que constata con los interiores del
palacio, se realiza gran cantidad de tapices, colgaduras, “bufetes de jaspe” y escritorios magníficos, el más
rico es el que regala la Junta de Obras y Bosques, de ébano, marfil, columnillas de cristal y figuras de plata
y oro, valorado en torno a los 30.000 ducados de la época, la misma cama del Rey obra del platero Jorge
de Quevedo, con cuatro grandes columnas y veinte pequeñas, sólo alcanza 2500 ducados.
Hoy día la idea que nos hemos hecho de los muebles conservados, nos
hace creer que eran de una rusticidad generalizada, nada más lejos de la
realidad, la causa de que estos muebles suntuosos no haya llegado hasta
nosotros era que en cualquier momento se podían volver a fundir, como
sucedió en toda Europa.
En la actualidad se conservan cuatro leones en el salón del trono del Palacio Real y siete en el museo del
Prado (la decoración del palacio se le encargo al pintor Velázquez).
De la afición al lujo de la nobleza cabe destacar como ejemplo el mobiliario del dormitorio del Conde de
Benavente, según el inventario de 1623, con pinturas nada menos que de El Bosco y de El Greco. La cama
es de madera de palosanto y bronce, hay tres escritorios de marfil y ébano y entre estos uno tallado con
figuras, vasas y capiteles de relieve entero de marfil, cinco bufetes de “piedras de jaspe” y como
complemento un “órgano grande de ébano” y un nacimiento de escultura.
Otro ejemplo del mobiliario que podemos describir es la casa de Velázquez . Reside Velázquez en la casa
llamada del tesoro, una de las anejas a palacio. Casa que se compone de cuatro plantas, el cuarto bajo, la
bovedilla y el cuarto alto. En cada uno de los pisos hay varias estancias, las de la planta baja, que tendrían
oficio de recibimiento, estrado y dormitorio, están muy bien amuebladas, con una sillería de “baqueta de
Moscovia”, con clavazón dorado y que podemos suponer con brazos, varios bufetes y escritorios, entre los
primeros uno muy rico, “de piedra negra con sus pies de palosanto”. Hay bastantes cuadros entre ellos un
Cristo en la Cruz de Pacheco y un retrato de Inocencio X, cuatro escaparates entre cuyos cristales se
conservan, protegidos del polvo, objetos de plata, etc. En la bovedilla o entrepiso, es donde Don Diego
tiene su cuarto de trabajo. Subimos desde aquí a la bóveda, su piso mejor amueblado, donde además de
los bufetes, un escaparate, una papelera y un escritorio contiene muchísimas curiosidades como dos cocos
de la india guarnecidos de plata, posee dos camas magnificas, una de ellas de damasquillo carmesí, con
sus cortinas y su cielo y cuatro medias camas de nogal. En el cuarto alto, donde están la cocina, un cuarto
de cofres y baúles y dos armarios de pino.
En el reinado de Felipe IV cabe destacar la aparición del mueble escaparate de gran difusión en España y
que llama la atención a los visitantes extranjeros, una especie de vitrina acristalada chapeada de concha
de tortuga y placa de hueso sobre ébano, que servia para guardar objetos de plata, retratos, figurillas,
etc..
El mueble tiende a destacar aspectos ornamentales, aumenta la molduración y la talla, el torneado acepta
formas cada vez más complejas, a causa de la influencia de Portugal. Los elementos utilizados para la
decoración derivan de la arquitectura barroca, con frontones curvos, arquerías, columnillas torsas y
salomónicas, montantes en forma de columna toscana.
Aparecen motivos de gusto naturista y se siguen utilizando otros de tipo geométricos. La taracea sobre
nogal macizo va quedando relegado al ámbito popular y su lugar lo ocupa el chapeado geométrico, que
forma dibujos estrellados y entrelazados, combinando concha de tortuga y hueso.
El mueble escritorio sigue siendo el más atractivo, se importan de Flandes y de Nápoles, los primeros de
ébano, concha de tortuga y bronce con sobrepuestos de plata relevada y con pinturas y los segundos con
marquetería del tipo “machio e femina”, en marfil y ébano.
El escritorio salmantino es el de mayor importancia en España. Las cajas de los escritorios tienen gran
cantidad de herrajes y placas de hierro caladas, muchas veces doradas y puestas sobre terciopelo.
El frente de gavetas se dispone de una puerta destacada sobre las demás donde se multiplican columnillas,
bien torsas o salomónicas. Además en toda la superficie disponible se embuten plaquetas de hueso
pintadas con pequeñas flores con sentido plenamente barroco.
Las mesas con fijadores de hierro y patas torneadas preferentemente o bien se construyen con travesaños
perimetrales y cajones. Suelen ser muebles pesados y decorados con tallas en los cajones.
Estilo Tudor: El estilo Tudor se desarrolla entre los años 1485 a 1558 y comprende los reinados de Enrique
VII, Enrique VIII, Eduardo VI y María. Es una época de transición entre las últimas manifestaciones del
Gótico y las primeras del Renacimiento. La estructura es gótica: formas rectangulares construidas a base
de montantes, larguero y tablas. Se emplean travesaños de sección cuadrangular colocados muy cerca del
suelo. El elemento ornamental más característico del estilo Tudor y de todo el Renacimiento inglés es el
llamado bulbo de melón, que aparece en casi todos los elementos verticales y se construye muy tallado.
Otro motivo ornamental muy característico del estilo que estudiamos es la rosa Tudor. Como elementos
ornamentales generales medallones con cabezas de perfil en el centro, volutas, motivos vegetales y
grotescos, taraceas. Las camas tuvieron dimensiones exageradas, se emplearon grandes baldaquinos, es
decir, doseles que que estaban separados del cuerpo de la cama.
Estilo Isabelino o Elizabethan: Corresponde a la época comprendida en el reinado de Isabel la Grande, hija
de Enrique VIII, que duró desde el año 1558 a 1603. Continúa, cada vez con mayor fuerza, la penetración
del estilo Renacimiento. Es una continuación del Tudor, se continúan construyendo las patas y otros
elementos verticales con el motivo ornamental de forma de bulbo de melón, la rosa Tudor. Las estructuras
son sencillas y los muebles tienen casi invariablemente forma rectangular. Se empieza a utilizar la
decoración de India y China, basándose en pinturas barnizadas con laca. La madera típica del
Renacimiento inglés es el roble.
Estilo Jacobino: Corresponde a los reinados de Jacobo I y Carlos I Estuardo, abarcando un período que
comprende los años 1603 a 1649. Se continúa con las estructuras rectangulares y contornos sencillos.
Muebles más pequeños y ligeros. La talla es menos profunda que en los Tu
Restaura C/ Aniceto Marinas, 2 7ºA, 28008 Madrid
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contemporáneos. Con el advenimiento de Felipe V, el gusto y las aficiones de la corte cambian totalmente
y el mueble cortesano pasará a ser lujoso. Las vitrinas, los relojes de pared con caja y sobre todo los
marcos dorados con espejos de la época, acusan una fantasía ornamental sumamente recargada.
BARROCO (siglo XVII): Francia Luis XIV - Inglaterra CARLOS II, JACOBO II, WILLIAM AND MARY .
Luís XIV (1661-1715) El rey Sol. Una contención clásica apacigua la opulencia del periodo. Predominan
formas pesadas, oscuras Al final del siglo XVIII una crisis económica en Europa termina con los excesos.
Los interiores holandeses, son de buen gusto práctico con mobiliario bello, de gran solidez y sin
demasiadas exageraciones, grandes chimeneas y excelentes cuadros. Pertenecen a una burguesía rica, en
un país de clima duro.
Estilo Jacobino tardío: Como indica su nombre es una nueva vuelta al estilo Jacobino inicial y comprende
sólo tres años, que corresponden a los del remado de Jacobo II (1685-1688), siendo un estilo sin apenas
personalidad y de transición. En él, hay un regreso a la sobriedad como reacción a algunos de los excesos
ornamentales del estilo Restauración. El estilo Jacobino termina prematuramente en 1688 con la
introducción del estilo Barroco holandés, que se da durante el reinado de Guillermo y María, tomando de
estos su nombre el Barroco inglés. Las características del mueble inglés del siglo XVII adapta los diversos
tipos de muebles holandeses aunque sin el gran volumen, solidez y riqueza de maderas exóticas de los
mismos. A finales de siglo, y en el reinado de Guillermo de Orange y la reina Maria II Stuard ("William &
Mary"), vemos aparecer, también transplantado de Holanda, marqueterías con composiciones de flores y
pájaros en maderas claras y amarillas sobre fondo oscuro. Tiene lugar en este periodo la creación de
nuevos tipos de muebles, tales como "high boy", "china cupboards", "day beds", nuevos modelos de mesas
y sillas, mesas escritorios, etc. Este mobiliario, aunque simplificado, será el que usarán los puritanos
emigrados a las nuevas colonias de Norteamérica. El mueble inglés de este periodo será la base del
mobiliario colonial americano, que por tradición y por seguir las técnicas de los primeros ebanistas que
abandonaron también las Islas, se conservará hasta bien entrado el siglo XIX, aunque influenciado por las
innovaciones aportadas por los estudios del mueble inglés del siglo XVIII.