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Registro No.

201288
Localización:
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
IV, Octubre de 1996
Página: 628
Tesis: IV.3o.13 C
Tesis Aislada
Materia(s): Civil

TERCERO COADYUVANTE. CARECE DE LEGITIMACION PARA EJERCER ACCION AUTONOMA Y DIVERSA A LA


QUE EJERCIO EL COADYUVADO.

El artículo 587 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Nuevo León, establece: "Las tercerías coadyuvantes no producen otro
efecto que el de asociar a quienes las interpongan, a la parte a cuyo derecho coadyuvan, a fin de que el juicio continúe según el estado en
que se encuentre, y se substancie en las ulteriores diligencias con el tercero y el litigante coadyuvado." Por su parte, el diverso 588 sostiene
que: "La acción que deduce el tercero coadyuvante deberá decidirse con la principal en una misma sentencia." Así también el artículo 593
establece que: "Los terceros coadyuvantes se consideran asociados con la parte cuyo derecho coadyuvan y, en consecuencia, podrán: I. Salir
al pleito en cualquier estado en que se encuentre con tal de que no se haya pronunciado sentencia que cause ejecutoria; II. Hacer las
gestiones que estime oportunas dentro del juicio siempre que no deduciendo la misma acción u oponiendo la misma excepción que actor o
reo, respectivamente no hubieren designado representante común; III. Continuar su acción y defensa aun cuando el principal desistiere; IV.
Apelar e interponer los recursos procedentes." De lo anterior se desprenden los efectos y facultades de la tercería coadyuvante; así, el
primero de los artículos señalados otorga al tercerista una asociación con la parte coadyuvada a fin de que el juicio continúe con ambos; este
punto de vista da al tercerista una intervención adhesiva o accesoria pues al estar asociado con la parte a cuyo favor litiga es obvio decir que
aun y cuando al tercero le asista un interés propio y distinto al de las partes del juicio, al constituirse en coadyuvante sostiene la legalidad
de una pretensión a la que se asocia y por ello queda supeditada a la conducta procesal de la parte coadyuvada, y si bien el numeral
subsecuente (588) habla de que la acción que deduce el tercero coadyuvante debe decidirse con la principal en la misma sentencia no debe
entenderse en el sentido lato de facultar al coadyuvante para ejercitar acción distinta de la controvertida entre actor y demandado sino que
se refiere a la respuesta que debe darse a la intervención en juicio del coadyuvante, cuyo actuar, como se dijo, corre asociado con el del
colitigante, situación que se corrobora con el encabezado del artículo 593, de la legislación procesal en estudio, que insiste sobre la
asociación entre el tercero y el coadyuvado, remarcándose que la continuación en el ejercicio de la acción y defensa de que trata la fracción
III, del invocado precepto, debe entenderse en función, de la asociación de intereses inmersa en la coadyuvancia, mas no en el sentido de
que el tercero pueda ejercer acción autónoma diversa a la del juicio. Por lo que es de concluirse que el Código de Procedimientos Civiles
vigente en el Estado, no admite la posibilidad de que el tercero coadyuvante deduzca acción diferente a la parte que coadyuva; de ese modo
carece de legitimación procesal para ejercitar en la vía reconvencional la acción reivindicatoria.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL CUARTO CIRCUITO.

Amparo directo 941/95. Marina Zenaida Ibarra viuda de Ballesteros. 8 de mayo de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: Ramiro Barajas
Plasencia. Secretario: Jesús María Flores Cárdenas.
Registro No. 176090
Localización:
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Enero de 2006
Página: 2508
Tesis: I.2o.C.34 C
Tesis Aislada
Materia(s): Civil

TERCERÍA COADYUVANTE. NO PUEDE VARIARSE LA LITIS FIJADA POR LAS PARTES, AUNQUE LA TERCERISTA
ARGUMENTE QUE ES POR CAUSAS SUPERVENIENTES.

Cuando un tercero comparece a juicio en su carácter de tercerista coadyuvante, el órgano jurisdiccional está obligado a determinar si en el
caso concreto cobra actualidad o no la tercería de referencia en la forma en que fue planteada. De manera que si el tercerista pretende variar
la litis bajo el argumento de que por causas supervenientes ya no tiene los mismos intereses que la parte con la que coadyuva, sino diversos
y que, por ello, dejó de ser tercerista coadyuvante, para convertirse en excluyente, al no formar parte de la litis esas nuevas circunstancias
no pueden ser analizadas por la autoridad responsable, por no haber sido alegadas al momento de promoverse la tercería coadyuvante; en
la inteligencia de que la litis no puede ser variada durante el transcurso del procedimiento, dado que ésta se integra con el escrito de tercería
y con el desahogo a la vista que se dio a las partes y, por ende, las cuestiones que no formaron parte de tales ocursos, tampoco forman parte
de aquélla, por lo que no deben ser resueltas ni por el juzgador ni por el tribunal de alzada.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 12782/2005. Margarita Fernández Velázquez. 10 de noviembre de 2005. Unanimidad de votos; mayoría en relación con los
términos en que quedó redactada la tesis. Ponente: Luz Delfina Abitia Gutiérrez. Secretaria: Abril Hernández de la Fuente.

Registro No. 240883


Localización:
Séptima Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
127-132 Cuarta Parte
Página: 177
Tesis Aislada
Materia(s): Civil

TERCERIA COADYUVANTE. SUSTITUCION EN EL JUICIO DE LA PARTE COADYUVADA POR LA TERCERISTA.

Si desde antes de que la compradora fuera demandada en el juicio principal, había otorgado como propietaria, en favor de la tercerista, una
garantía hipotecaria sobre el inmueble objeto de la compraventa, para asegurarle el pago de un crédito refaccionario por determinada
cantidad, de ello se sigue que dicha tercerista tiene un interés propio y legítimo para pretender la subsistencia de la compraventa, ya que de
ello depende que no desaparezca su garantía hipotecaria que pesa sobre el terreno aludido y la consiguiente posibilidad de hacer efectivo su
crédito. De lo que resulta evidente que el interés que tiene la tercerista para que no se rescinda la compraventa, constituye la base o
fundamento que autoriza que la legitimación de la compradora, demandada en el juicio principal, se desplace en favor de dicha mutuante
(tercerista), quien, por razón de ese fenómeno procesal, adquiere la facultad de poder sustituir a la demandada en el juicio en que la
tercería fue promovida; tanto más que la admisión por la demandada en el juicio principal, a través de su apoderado, del hecho de no haber
pagado el precio de la compraventa, no obstante que en la realidad ya lo había cubierto, pone de relieve la manifiesta colusión de las partes
actora y demandada en el juicio principal, para burlar los derechos de la acreedora hipotecaria. De manera que la situación anterior hace
más patente la legitimación de la tercerista, para desplazar a la demandada en la defensa de sus derechos, a fin de poder conservar los
propios (el crédito hipotecario), dependientes de los de la compradora.

Amparo directo 2785/78. Xavier Montiel Velázquez. 16 de agosto de 1979. Cinco votos. Ponente: José Alfonso Abitia Arzapalo.

Genealogía:
Informe 1979, Segunda Parte, Tercera Sala, tesis 72, página 62.
Registro No. 276686
Localización:
Sexta Época
Instancia: Cuarta Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Quinta Parte, XXII
Página: 116
Tesis Aislada
Materia(s): laboral

TERCEROS EXTRAÑOS, ACEPCION DE.

La fracción XXVII del artículo 123 constitucional establece de manera precisa que serán condiciones nulas y no obligarán a los
contrayentes, aunque se expresen en el contrato, las que en la propia fracción se señalan, en las cuales no puede encontrarse catalogada la
acción que intenta la unión demandante, si no intervino en la formulación del contrato cuya revisión y nulidad pretende en parte. En efecto,
si una unión queda, respecto del acuerdo a que llegaron otra unión y varios compañeros, como un tercero extraño en dicha relación, ya que
no intervino en el acto jurídico, no puede ser ni favorecida ni perjudicada con dicho acto. Legal y doctrinalmente se ha aceptado que en los
contratos rige la regla de que sólo obligan y otorgan derechos a favor de las partes contratantes. Aplicando este principio el caso de la
tercería, debe entenderse por tercero a la persona que no ha figurado en la relación contractual. Ramiro Podetti, en su Tratado de Tercería
dice que "en su acepción común, tercero es una persona ajena a una relación o a una controversia suscitada entre otras. El proceso común
tiene dos aspectos: actor y demandado, que con el Juez constituyen la trilogía romana que da origen a la idea de relación jurídica. Puede
intervenir voluntariamente o por llamado de las partes o del Juez, otro sujeto, antes o después de trabada la contienda (litis consortes o
coadyuvante), que no es primus ni secundus; pero ha de ser siempre dentro del proceso.". Así se ha considerado en nuestro derecho al
darle al concepto de tercería una connotación distinta, pero precisa, pues si la palabra significa la intervención de una persona ajena en
determinado proceso para ayudar a alguna de las partes en sus pretensiones, la única forma diferente aceptada por nuestra legislación para
las tercerías, es la que se contiene en el artículo 601 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito y Territorios Federales, que en la
doctrina se conoce con el nombre de oposición de tercero, la cual consiste en la promoción que hace éste a efecto de que no se ejecute una
sentencia en bienes de su propiedad por no haber sido oído en el juicio en que se pronunció.

Amparo directo 229/58. Unión de Estibadores y Jornaleros del Puerto de Veracruz. 30 de abril de 1959. Unanimidad de cinco votos.
Ponente: Angel Carvajal.

Registro No. 806393


Localización:
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
XCII
Página: 766
Tesis Aislada
Materia(s): Civil

TERCERIAS COADYUVANTES.

El artículo 655 del Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, establece que: "Las tercerías coadyuvantes pueden oponerse en
cualquier juicio, sea cual fuere la acción que en él se ejercite y cualquiera que sea el estado en que éste se encuentre, con tal que aún no se
haya pronunciado sentencia que cause ejecutoria"; y el artículo 656 dispone que: "Los terceros coadyuvantes se consideran asociados con la
parte cuyo derecho coadyuvan ...". De estos preceptos se deduce que el tercero coadyuvante debe aceptar la situación jurídica creada en el
momento en que se presenta, como auxiliar del coadyuvado, y si cuando la tercería fue promovida, ya se había establecido en el extracto
formado por el secretario del juzgado, la determinación del a litis a que debía sujetarse la sentencia correspondiente, con los puntos
cuestionados, tal situación procesal no pudo ser modificada por nuevas defensas aducidas por el tercerista, ni pudo legalmente la autoridad
responsable tomar en consideración esas nuevas defensas, para absolver a la parte demandada. Si el tercerista está representado por el
albacea, carece de personalidad dentro de los juicios que la sucesión respectiva entable o se sigan en contra de ella, pues a lo más a que tiene
derecho, es a solicitar el nombramiento de un interventor en la sucesión, y exigir al albacea, la responsabilidad en que incurra en el ejercicio
de sus funciones.

Amparo civil directo 7167/42. Hernández Lara Noé. 21 de abril de 1947. Unanimidad de cinco votos. Ponente: Carlos I. Meléndez.
Registro No. 351100
Localización:
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
LXXVI
Página: 2691
Tesis Aislada
Materia(s): Común, Civil

TERCERIAS COADYUVANTES, SU INTERPOSICION NO SUSPENDE EL PROCEDIMIENTO.

No existe disposición alguna que prevenga la suspensión del procedimiento, cuando en un juicio se promueva una tercería coadyuvante; y
dada la naturaleza de ésta, o sea la de asociar al interveniente con la parte a cuyo derecho coadyuva, el estado del juicio no se altera por esta
circunstancia, sino que el tercero interviene en el pleito, en el estado en que lo encuentra, sin ocasionarse por ello suspensión o retroceso
del mismo. En tal virtud, si se admitió la demanda de tercería, antes de que se declarara ejecutoriada la sentencia y contra ésta no se
interpuso recurso, o se desechó el que se hizo valer, de esto se sigue que no existió obstáculo para que el artículo respectivo se cerrara con
la declaración de ejecutoriedad que correspondía al estado de su tramitación, y por mayoría de razón debe decirse lo mismo, si no se había
dado entrada a la tercería cuando se declaró ejecutoriada la sentencia.

Amparo civil en revisión 2193/41. Navarro Macario.- 3 de mayo de 1943.- Unanimidad de cuatro votos. El Ministro Pardo Aspe no
intervino en este asunto por las razones que constan en el acta del día. La publicación no menciona el nombre del ponente.

Registro No. 815356


Localización:
Sexta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Informes
Informe 1964
Página: 34
Tesis Aislada
Materia(s): Civil

DESISTIMIENTOS DE AMPAROS DIRECTOS.

Renunciados expresamente por el quejoso los derechos derivados de la ejecutoria de amparo que le fue favorable, la autoridad
responsable carece de potestad para cumplir dicho fallo, aun cuando se lo exija alguna de las partes, distinta de la que obtuvo el amparo.
En efecto, la responsable no puede oficiosamente estudiar las pretensiones del que renunció expresamente a los beneficios derivados de la
sentencia federal. En la especie, el Banco de Guadalajara, S. A., promovió tercería coadyuvante en el juicio sumario hipotecario que
siguió Héctor Horacio Ceballos Almada a Inmobiliaria Moderna, S. A., coadyuvando con ésta, quien antes se allanó a la demanda. Por
tanto, renunciados los derechos que la ejecutoria de amparo otorgó al banco tercerista, la autoridad no tenía porqué cumplir el fallo
federal en la forma como lo hizo, máxime si se toma en cuenta que aceptó esa renuncia. Además, el tercerista invocó un interés propio y
distinto de la parte con la cual coadyuvó en el pleito, por lo que la empresa demandada no podía beneficiarse con las pretensiones del
tercerista según resultó en la sentencia que motivó el presente amparo.

Amparo directo 8072/59. Ceballos Almada Héctor Horacio. 15 de abril de 1964. Unanimidad de cinco votos. Relator: Rafael Rojina
Villegas.

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