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QUÉ ES LA ARQUITECTURA BIOCLIMÁTICA

Ing. Alexander Giano


Revista América Renovable
Lima Perú, Noviembre 2001

El ser humano ha tenido desde siempre una lucha con la naturaleza para defenderse del frío, del
calor, de los vientos, de las lluvias, de las sequías, de la pobreza y de las enfermedades. En esta
pugna a través de la historia, él ha tratado de defenderse con ayuda de fuentes energéticas a su
alcance; las cuales, antes del descubrimiento del uso del petróleo, se limitaban a la leña y otras
basadas en recursos renovables provenientes del sol, viento y del agua en movimiento. Pero
desde el conocimiento del uso del petróleo nos hemos visto envueltos en una carrera de
contaminación ambiental y de depredación de nuestros recursos no renovables, recursos que
necesitaron de millones de años para almacenarse y ahora a punto de consumirse en menos de
200 años.

Por una real convicción, por factores económicos o por dar una imagen conservacionista nos
hemos volcado en la búsqueda de fuentes de energía renovables; así el ser humano ha re-
descubierto al Sol como una fuente energética valiosa para todos. Toda vida existente en nuestro
planeta se la debemos a él. La rotación de la Tierra sobre sí misma y de esta alrededor del Sol,
generan los ciclos que marcan nuestra existencia, como son el día, la noche y las estaciones; y es
gracias a este girar, los rayos solares se distribuyen equitativamente por toda la superficie del
planeta.

Estamos tan acostumbrados a que el Sol nos ilumine día a día, al calor que recibimos de él, a las
lluvias, vientos, al crecimiento de las plantas debido al efecto de la fotosíntesis, a las leyes y
caprichos del clima; que lo tomamos como algo tan natural que cuando hace frío o calor no
pensamos que podemos combatirlos con su ayuda, desaprovechando así esta fuente de energía
que tenemos a libre disposición.

Normalmente planeamos donde vivir en función del dinero disponible, de la estética, de la


funcionalidad de los espacios, pero no consideramos ambientes aislados para el invierno o zonas
permanentemente frías y ventiladas para el verano. Tampoco pensamos en aprovechar al máximo
la iluminación natural, y por último no seleccionamos los materiales ni las ubicaciones más
adecuadas para estos fines.
Altura del Sol (ángulo de radiación) de acuerdo a la estación

Es aquí donde la arquitectura bioclimática aparece como un conjunto de propuestas que buscan
dar solución a esta problemática. Podríamos entender arquitectura bioclimática como el diseño
arquitectónico que permita garantizar la continuidad de las condiciones de confort.
Pero qué entendemos por confort?; como sabemos el ser humano es una máquina térmica,
transformando energía química en energía mecánica con gran dispersión de calor debido a su
metabolismo.

A lo largo de toda su historia el hombre ha buscado responder a la necesidad de su organismo de


permanecer a una temperatura aproximadamente constante, independiente de la temperatura
ambiente. Cuanto menor sea el esfuerzo del organismo en mantener su temperatura interna entre
de los 36.5 y 37.0, estaremos más cerca a lo que conocemos como confort ambiental.

Pero el confort no debe entenderse sólo como ambiental, dependiente de la temperatura y pureza
del aire, humedad relativa, ventilación y radiación solar, el concepto de confort es mas amplio,
extendiéndose también a parámetros estéticos y psicológicos como son la calidad de la luz, las
áreas verdes que nos rodean (plantas, parques, jardines), el paisaje, la seguridad, el prestigio, etc.
Tomemos dos opciones, primero una casa espaciosa, bien iluminada, con una considerable
cantidad de área verde, libre de ruidos propios de la ciudad; y otra casa pequeña, húmeda, carente
de una adecuada iluminación y áreas verdes, situada en una zona urbana con un alto grado de
contaminación sonora. Actualmente por razones de tiempo, dinero, prestigio u alguna otra
justificación, algunas personas prefieren la segunda opción, renunciando así a un tipo de confort
por otro.

En el quehacer diario del ser humano, su alimentación, actividad muscular, transpiración, vestido,
son algunos de los recursos que usa para mantener el equilibrio de su máquina térmica. Entonces
el lugar donde habita o trabaja debería ser la vestimenta mas completa e inteligente, adecuada
además para todas las estaciones y horas del día.

La proyección bioclimática, aprovecha el uso de la energía abastecida por el Sol o por el ambiente,
para acercarse lo más posible a las condiciones de confort ambiental deseadas, aún sin el aporte
de otras energías; considera las disposiciones de las ventanas, de las materiales de las paredes,
de los pisos, techos, ventanas, de la distribución, orientación y apertura al Sol de los ambientes,
etc.

Teniendo en cuenta que las condiciones exteriores varían en función del lugar y época del año, un
edificio bioclimático ideal debe ser capaz de perder muy poco calor cuando haga frío, captar la
energía solar que le llega en el día y transmitirla o almacenarla para cuando haya necesidad de
calor; y en los meses calurosos estar en condiciones de rechazar al máximo la radiación solar, y
ventilar adecuadamente los ambientes.

Como ejemplo tenemos al poblado indio de Mesa Verde (USA), el cual está localizado en un corte
horizontal de la roca y orientado hacia el sur, de manera que está al amparo de los rayos del Sol
en verano, mas no en invierno, cuando penetran en la concavidad de la roca debido a la baja
trayectoria del Sol en esos meses. Además se acumula el calor que transmiten los rayos solares
en la misma roca y en los adobes con que están hechas las casas, calor que es cedido lentamente
al ambiente cuando el Sol se ha puesto.

Como caso clásico de la arquitectura bioclimática podemos citar el del iglú. Su estructura de nieve
seca constituye un óptimo aislante, su forma hemisférica ofrece la mínima resistencia al viento y
reduce las pérdidas de calor. En el interior la calefacción a través de una lámpara de aceite brinda
una fuente de calor radiante, donde la temperatura media es de unos 15 a 20 grados centígrados
bajo cero, y que para los esquimales bien cubiertos de pieles es considerado confortable, si se le
compara con los 60 grados bajo cero del exterior.

La casa del futuro será probablemente una entidad que, con respecto a la naturaleza, tendrá no
sólo una actitud pasiva sino también activa y de intercambio continuo con ella. Actualmente
nuestras casas se comunican con el exterior a través del teléfono, televisión, radio, internet;
además reciben energía de la red; pero se espera que la arquitectura bioclimática del futuro
proveerá a los hábitats características de seres vivos, convirtiendo a las casas en entes vivientes
que se comporten por ejemplo como lo hacen las hojas de las plantas.

En los siguientes números seguiremos analizando otros componentes de la arquitectura


bioclimática. Analizaremos por ejemplo cómo y cuánta energía intercambia el ser humano de
acuerdo a la arquitectura que lo rodea, a la vestimenta que lleva y a la actividad que realiza.
También mostraremos el comportamiento del Sol a través de los meses y cómo podemos
aprovechar su calor o protegernos de él. Estos son sólo algunos de los temas que quisiéramos
compartir con ustedes próximamente.

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