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Sábado, 12
de marzo
de 2011
El perseguidor
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EL VUELO DE ÍCARO RELATOS
El erotismo en la obra Historias cortas
de Rosario Valcárcel de Mónica Visiedo
por por
ELSA LÓPEZ NILO PALENZUELA
Fachada de la Casa de Ossuna (izquierda) y de la actual sede del IEC. / JAVIER GANIVET
Es probable que mucha gente desconozca que el trabajo silencioso que desarrolla un grupo de investigadores en las islas en torno a la
elaboración de diccionarios sobre el español de Canarias es una labor que, según la catedrática de Filología Románica y también directora del
Instituto de Estudios Canarios, Dolores Corbella, debe ser calificada de pionera ya que su método de trabajo, “riguroso y científico”, está
siendo imitado por otras comunidades autónomas como Andalucía y Aragón, o países de América como Venezuela y Puerto Rico, donde
ahora mismo se está trabajando en diccionarios que siguen el modelo fijado por un grupo cualificado de profesores universitarios del
archipiélago entre los que destacan, además de Corbella, Cristóbal Corrales, catedrático de Filología Española y académico correspondiente
por las islas Canarias de la Real Academia Española.
D
olores Corbella es además de una palabra que no se utilizaba en el cas-
directora del Instituto de tellano en aquel entonces. Comienza a
Estudios Canarios (IEC), emplease a finales del XV y principios del
catedrática de Filología XVI y aquí la tenemos desde 1402 y con la
Románica. Sus investigacio- forma francesa, palabra que de Canarias
nes se han centrado en lexicografía, edi- pasó a América”, relata Corbella.
ción de textos y bibliografía y en colabora- Otra palabra canaria, gofio, se docu-
ción con el catedrático de Filología Espa- menta por primera vez en textos castella-
ñola y académico correspondiente por las nos de finales del siglo XV.
islas Canarias de la Real Academia Espa- “Es una labor de búsqueda y documen-
ñola, Cristóbal Corrales, coautora del Dic- tación. De investigación de palabras cana-
cionario de las coincidencias léxicas entre el rias en la literatura de las islas, la prensa
español de América y el español de Canarias local, Internet y las fuentes orales. Un tra-
(1994); Estudios de dialectología dedicados bajo de años que requiere mucha pacien-
a Manuel Alvar (2000) y del Diccionario cia y que en ocasiones te permite dar con
histórico del español de Canarias (2001),
título considerado por el lexicógrafo ale-
En cuanto al la definición perfecta y en otras no”
explica Dolores Corbella, quien añade: “El
mán G. Haensch en su Los diccionarios del
español en el siglo XXI:“una obra maestra
Diccionario léxico canario no es exclusivo, cuenta con
muy pocos indigenismos. El léxico a veces
de la lexicografía canaria”. ejemplificado de pruebe que esa palabra se empleó así en viene de Andalucía o lo compartimos con
El Instituto de Estudios Canarios algún momento. Detrás de esta obra ambi- América. También con Portugal”.
publicó en 2009 el Diccionario ejemplifi- Canarismos, editado ciosa no ya solo por sus dimensiones --sus Otro ejemplo, la palabra fonil. “Es una
cado de Canarismos en dos tomos, volú- dos tomos sobrepasan las dos mil páginas- palabra que nos vino de Portugal y que
menes que junto a los anteriores ha ser- en dos volúmenes en - hay más de veinte años de silencioso tra- nosotros transmitimos a América y que
vido de modelo para diccionarios simila- bajo que son resultado de los otros diccio- luego nos vino de vuelta”.
res en Andalucía y Aragón, así como Vene- 2009 por el IEC, narios en los que tanto Corrales como Cor- Y otro ejemplo más entre millones de
zuela y Puerto Rico. bella se vieron inmersos durante este ejemplos más: Fotingo. “Se trata de una
La característica de este último trabajo, Dolores Corbella tiempo. Se trata así de un riguroso texto palabra cubana y su etimología viene del
destaca Corbella, es el método utilizado científico en el que sus autores emplearon eslogan foot it and go (pisa y arranca) con
ya que se trata de un diccionario con ejem- señala que la los últimos métodos en lexicografía para el que se publicitó en aquel país un modelo
plos. “Voltaire decía que un diccionario dar solidez a una obra que hoy por hoy no de la casa Ford”.
sin ejemplos es un esqueleto. Y siendo el
característica de este se ha sido aún superada en las islas. ¿Y guagua?
mejor diccionario en español el de Manuel
Seco porque cuenta con ejemplos, nos-
trabajo es que se trata Lo mismo pasa con El tesoro lexicográ-
fico del español de Canarias (1992), en el
“Nos viene probablemente de Cuba,
donde pudo formarse a partir del inglés
otros quisimos hacer algo similar en Cana-
rias porque son precisamente los ejemplos
de un diccionario con que también colaboró la experta María
Ángeles Álvarez y que es, según palabras
waggons”
Para Corbella la grandeza del léxico
los que nos enseña la fuerza de una len- ejemplos. Y añade: de Corbella, “un diccionario de dicciona- canario es que no es exclusivo sino com-
gua viva”. rios porque dice todo lo que hay pero sus partido. “Y eso es lo bueno que tiene la
En el notable Diccionario ejemplificado “Voltaire decía que un vacíos muestra también lo que no hay.” labor lexicográfica, que no es solo ver lo
de Canarismos el lector encontrará así en Esta fue una de las razones que los animó de aquí sino compararlo con lo que existe
todas y cada una de las palabras recogidas diccionario sin para publicar en 2001 el Diccionario histó- en Andalucía, Portugal y América. Y esta
además de su definición, registro, catego- rico del español de Canarias, en el que sus labor no se había hecho antes en la lexico-
ría y etimología, un ejemplo --el uso de la ejemplos es un autores documentan cada una de las pala- grafía española por lo que Canarias ocupa
palabra en el contexto-- o al menos una bras y cual ha sido su vida. ahora un lugar en la lexicografía española.
referencia bibliográfica para que se com- esqueleto” “Como curiosidad, la palabra malpaís es Hemos sido pioneros”.
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HISTORIAS CORTAS DE
MÓNICA VISIEDO ROBLES
Portada de El muerto soy yo y otros
relatos de Mónica Visiedo Robles.
NILO PALENZUELA ha estudiado psicología y que se gana la puedo leerlo junto a obras de escritores
vida en un diario de Tenerife. Es su primer más conocidos dentro de su especificidad
A
finales de 2004, quizás a libro y el único; y en él pueden hallarse genérica, por ejemplo junto a los relatos
comienzos del año siguiente, suficientes ejemplos de agudeza e ingenio de Donald Barthelme, el escritor nortea-
leía en una librería unos rela- a la hora de elaborar un relato. Así, extrae mericano también vinculado al perio-
tos con un título sugestivo y del mundo cotidiano perspectivas inespe- dismo. Advierto entonces que la voz de la
que evocaron las Memorias radas que recrean y hacen crecer una narradora sigue repleta de frescura, de
póstumas del Bras Cubas, de Machado de experiencia bajo el signo de la imagina- gracia. El muerto soy yo y otros relatos es
Assis. No tenían el sentido narrativo del ción y el humor. Los personajes de cada una publicación que admite la relectura.
brasileño, pero sí cierto humor y un tono breve historia se expresan a menudo en Mi vuelta sobre los cuentos en el otoño
directo, casi fragmentario, que los hacía primera persona, son mujeres y hombres de cada año tiene además que ver con el
fácil a la lectura y realmente seductores. que toman un taxi, callejean, se levantan final trágico de su autora: Mónica Visiedo
No adquirí entonces el libro. Regresaría a tarde, toman alguna droga, quieren robar Robles muere en un accidente de tráfico,
buscarlo meses más tarde. o son locos que imaginan una jaula de leo- el acontecimiento del que dio cuenta la
Lo leo cada año. Lo hallo siempre en nes como espacio de celebridad, o son prensa y que me hizo volver rápidamente
lugares imprevistos en la biblioteca, como muertos que hablan de su alrededor, o El libro, en efecto, a la librería para comprar el libro que me
si lo hubiera abandonado allí para volverlo monjas arrepentidas, mujeres despecha- había sorprendido meses antes. Releo
a encontrar. Sé que le debo al menos un das, un cerdo en Navidad, un perro que evoca la risa de aquella conmovedora información.
texto y siempre, a finales del verano, tiene una relación de amor imposible. Al Mónica Visiedo Robles muere en septiem-
pienso en escribirlo. Pero el tiempo pasa, final, la narradora, como en un juego de
Machado de Assis, bre de 2005. No hacía mucho había des-
aunque el libro persiste y, como un
enigma, reaparece. En todos estos años
prestidigitación, extrae un ángulo impre-
visto que provoca risa al tiempo que dirige
pero es otra cosa. aparecido en otro accidente de tráfico Car-
los Salvador, un joven escritor que había
lleva “grapado” en su primera página un
recorte de periódico del 23 de septiembre
la reflexión al absurdo de la experiencia.
La vertiente periodística y el estilo directo
Lleva por título El sido mi alumno en la Universidad de La
Laguna, y que ponía ante los ojos, como
de 2005. Es la manera de recordar que se de la autora terminan por abrir un parén- muerto soy yo y otros ella más tarde, que la literatura escrita
pasa una fecha. tesis de escritura que es esencialmente de entre nosotros comenzaba a salir de los
El libro, en efecto, evoca la risa de naturaleza creativa, una manera de relatos y se encuentra tópicos. Sin duda, Mónica Visiedo Robles
Machado de Assis, pero es otra cosa. Lleva moverse con los ojos todavía abiertos, escribe con absoluta libertad y de manera
por título El muerto soy yo y otros relatos y capaces de sentir la magia cotidiana y de cerca, sobre todo, de ejemplar. “A Mónica –escribió entonces
se encuentra cerca, sobre todo, de los hacernos pensar. Alfonso G. Jerez– le gustaba Chéjov, le
“cuentos cortos” (short stories) de los El libro está publicado en Madrid en los “cuentos cortos” gustaba Calvino, le gustaba Quin Monzó.
narradores norteamericanos de los años 2003. Es un libro de veinticinco relatos. Es Maestros los tres de la brevedad, de lo efí-
40 y 50 del pasado siglo y, también, de sus una de estas obras que, como otras de (short stories) de los mero, de la ligereza, del humor triste que
herederos. En México serían muchos los mayor proyección mediática, pueden caer sabe llegar a la carcajada…” Hoy sé que El
que tomaron aliento en este espacio de la en olvido. En mi biblioteca, no obstante, narradores muerto soy yo y otros relatos puede estar en
narración y aún los que aportaron varie- aparece aquí y allá, a veces se oculta cualquier biblioteca y volverá a aparecer
dad e intensidad al género. Algunos con- debajo de una carpeta; otras, entre nove-
norteamericanos de cíclicamente, y hablará otra vez de nues-
tribuyeron a su éxito; pienso en Max Aub,
en Juan José Arreola, en Augusto Monte-
las y ensayos, pero siempre reaparece. En
la lectura de cada año vuelvo a confirmar,
los años 40 y 50 del tra fugacidad con humor, con sus “histo-
rias cortas”, con la escritura ágil de una
rroso. En España, el género es hoy más
transitado, sobre todo a espaldas de lo que
además, que está lleno de aliento poético
y que casi sería impensable una antología
pasado siglo y, generación que dejaba atrás los prejuicios
y las quimeras de los que nacimos durante
ha dado en llamarse microrrelato. del cuento contemporáneo en Canarias también, de sus la Dictadura.
El muerto soy yo y otros relatos está sin la selección de alguna de sus historias.
escrito por una mujer nacida en 1970, que A cada vuelta confirmo, asimismo, que heredero (La Laguna, octubre de 2010)
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DURMIENDO CON
SU ENEMIGO
Ediciones Escalera ha publicado recientemente dentro su colección Precursores, las novelas Él y Ella, de la escritora tinerfeña Mercedes Pinto
(1883-1976). En torno a esta mujer adelantada a su tiempo y de una valentía que aún desarma, la edición de estos dos títulos es una buena
oportunidad para acercarse al universo literario de una intelectual que el paso de los años ha ido transformando casi en un mito, en un
emblema de los derechos de la mujer en unos tiempos donde la mujer carecía de derechos. La librería de Mujeres (calle Sabino Berthelot, 42
en Santa Cruz de Tenerife) acogerá el próximo martes, 15 de marzo, a partir de las 19.30 horas, la presentación de estos dos títulos a cargo de
la catedrática de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Alicia Llarena, y de la escritora Elica Ramos.
Portada de Él y Ella de ediciones
Escalera.
EDUARDO GARCÍA ROJAS recuerdos dispersos que la fácil de resolver; deben estar con el sano
autora pretende hilvanar moral y material; porque no debe estable-
“- ¿Le tendrá usted mucho temor, verdad, en las páginas a modo de cerse un divorcio fácil como en esos Esta-
señora?- me dijo con interés una persona pequeños pero intensos dos de América en que se separan por fúti-
amiga. resúmenes, la protago- les motivos, sino un divorcio depurado en
- Ahora ninguno –contesté sinceramente. nista habla de la enferme- que se pruebe con datos irrefutables que
El miedo en las almas como la mía no viene, dad de su esposo con ami- uno es el causante, y entonces, hallando
no puede venir, no es lógico que venga de gos, abogados y médicos motivo serio para ello, los hijos sean dados
actos cuya notoria injusticia salta a la vista que no le aportan solucio- a la parte sana, como los hijos que hoy con
de todos. El miedo sólo se adueña de estas nes. En todo caso le sugie- el deficiente divorcio existente en España
almas cuando los absurdos toman envoltu- ren que continúe resig- se entregan a la parte honrada y moral. Si
ras razonables, cuando la mentira pone en nada a su calvario, incapa- se estableciera el que yo pido, el divorcio
el manto remiendos de verdad, cuando la ces de romper los rígidos higiénico, se entregarían los hijos al
locura esconde los cascabeles y le roba la esquemas de una sociedad esposo saludable para que, en lo posible,
balanza a la justicia… Porque yo no tengo lector los juzgue. La voz narradora no está hipócrita que prefiere no escuchar, ni no sean víctimas los inocentes.”
temor a las máscaras vestidas de fantasma, teñida así de victimismo. Tampoco dra- hablar ni ver lo que sucede más allá de sus
sino a los fantasmas que se visten de jue- matiza los hechos que describe, se limita a tranquilas viviendas. RESEÑA BIOGRÁFICA
ces…” exponerlos quizá porque están contados Él por eso resulta una obra tremenda- "Mercedes Pinto vive en el viento de la tem-
por una mujer que se hizo fuerte al enten- mente audaz y revolucionaria. Un texto pestad, / con el corazón frente al aire. / Enérgi-
(Él, Mercedes Pinto) der que la crueldad solo procede de los que indaga con agudeza psicológica el camente sola, / urgentemente viva. / Segura
débiles. Y a mi juicio quizá sea este uno de carácter no solo de un maltratador sino de de aciertos e innovaciones, / temible y amable
La popularidad de Mercedes Pinto --a los rasgos más interesantes de un texto su víctima. Que explora la extraña rela- en su trágica / vestidura de luz y llamas".
quien se le dedicó el hoy polémico Día de que ya se ha convertido en un clásico y que ción que se teje entre un hombre y una (Pablo Neruda
las Letras Canarias en 2009-- le debe por lo tanto permanece inalterable pese al mujer. El primero enfermo, un esquizofré- Mercedes Pinto (San Cristóbal de La Laguna
mucho a la adaptación que el realizador paso de los años. nico con instintos homicidas. La segunda en 1883-Méjico D. F., 1976) nació en el seno de
aragonés Luis Buñuel realizó de Él en la En este relato que en ocasiones puede una heroína de nuestro tiempo. Una mujer una familia culta y acomodada y fue conocida,
mejor etapa cinematográfica del cineasta, resultar casi sadomasoquista, Mercedes que es capaz de reflexionar: “¿Por qué era desde muy joven, como la poetisa canaria. En
la mejicana, aunque esta versión buñue- Pinto escribe sobre su pareja, ese Él que es aquella lucha continuada? Cuando Él ata- 1909 contrajo matrimonio con el capitán de la
liana resulte demasiado buñueliana al pronombre no prohombre: “Yo no podía caba al médico en su honor, se encoleri- Marina Juan de Foronda y Cubillas, con quien
explotar su peculiar manera algunos de odiarlo, convencida como estaba de su zaba éste acusándolo de malvado; cuando tuvo tres hijos. Tras unos años complicados,
los momentos que describe con fría pul- irresponsabilidad. Al contrario, sentía por sufría un claro ataque de idiotez, le quería marcados por los problemas mentales que
sión narrativa la novela de Mercedes Él una honda y profunda piedad, que le poner la camisa de fuerza. Y hasta mi padecía su esposo, consiguió internarlo en una
Pinto. demostraba en todo momento, haciendo madre, tan ecuánime, se levantó violenta, clínica psiquiátrica y se trasladó a Madrid. Allí
Lo primero que llama la atención de Él olvido en ocasiones de mi dignidad de al oírse insultar por Él, una madrugada… conoció a Rubén Rojo, que sería su segundo
es que se trata de un texto literario que mujer, y perdonando, perdonando conti- Sólo yo, entre doctores y profanos, lo marido y con quien tuvo dos hijos más. En 1924
puede sugerir a unas incómodas memo- nuamente…Las gentes en cambio lo cre- cuidaba con dulzura y lo repelía con ente- las circunstancias políticas del país la hacen
rias o a una impactante y provocadora ían sano y unos le llamaban malo, otros reza, pero segura, absolutamente segura, abandonar España con dirección a Montevi-
novela corta (el volumen apenas llega al cruel, y otros raro.” de su completa perturbación”. deo. Conocida por su primer libro de versos,
centenar de páginas). También que el lec- Él tiene mucho de autobiográfico. Mate- La excelente edición de Él editada por sus actividades políticas, sus ideas feministas
tor se encuentre ante un libro insólito. rial el de su vida que también le sirvió para Escalera incluye también la ponencia El y por una polémica conferencia pronunciada
Insólito no solo por la fecha de su publica- moldear Ella (volumen que también ha divorcio como medida higiénica que impar- en la Universidad Central de Madrid (El divor-
ción (1926) sino por la voz que empleó su rescatado del olvido ediciones Escalera), y tió en 1923 en un mitin sanitario en la Uni- cio como medida higiénica), el resto de su obra
autora para contar esta historia de malos que debería de ser de obligada lectura versidad Central de Madrid. Con estas literaria (novelas, poesía, teatro y una amplia
tratos. para los que aún se cuestionan la validez palabras, Pinto cerraba un programa de producción periodística) se irá desarrollando
Si algo sorprende de la novela Él de Mer- de las letras escritas en este pequeño pero actos que contó con la asistencia de su en los distintos países de Hispanoamérica
cedes Pinto es que está escrita sin apasio- intenso territorio disgregado que son las Alteza Real, el príncipe don Luis Fernando donde residió hasta su muerte en 1976.
namiento, casi se trata de una crónica dis- Canarias. de Baviera, y que fue un sonado escándalo Algunas de sus obras son
tanciada del viaje al infierno de una mujer La isla, las islas, sin embargo, no apa- en su época. Teatro: Un señor cualquiera (1930), Silencio
casada con un loco. O un ogro enfermo de rece como geografía en Él, aunque no Entre otras reflexiones, apunta: “Yo (1929) y Una mujer, Ana Rosa (1932).
soberbia al que la sociedad, paradójica- cuesta imaginarse este descenso cons- vuelto a repetirlo, no vengo a abogar por Poemarios: Brisas del Teide (1921), Cantos
mente, parece darle casi siempre la razón. ciente o no a los infiernos en unas Cana- una solución determinada porque mi de muchos puertos (1940), Más alto que el
Leyendo este texto, de una contempora- rias tan apegadas a su modo de vida. actuación es mucho más humilde, es la de águila (1968).
neidad perturbadora, parece que Pinto no En algunos fragmentos de la novela, exponer un mal y rogaros su remedio, Ensayo: La emoción de Montevideo (1949).
quiera ejercer juicios de valor sino detallar porque se trata de una novela escrita en pero al hablar del problema de los hijos en Novelas: Él (1926), Ella (1934), El alma
una serie de hechos terribles para que el fragmentos casi como si se tratara de el divorcio me ha parecido siempre muy grande del pequeño Juan (1950).
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EL EROTISMO EN LA OBRA
DE ROSARIO VALCÁRCEL
Portada de Sexo, corazón y vida de
Rosario Valcárcel.
C
uando leí su cuento “Veinti- íntimamente entrelazado al resto de la sagrado donde se va a producir la ceremo-
cinco de diciembre” enviado obra que, en lo afrodisíaco, siempre rever- nia ritual del apareamiento y nos hace sen-
por Rosario como un avance beran otras dimensiones. Por todo ello, el tir el cosquilleo del placer recorriéndonos
de su nuevo libro, Sexo, cora- erotismo literario consigue unos efectos los pliegues de la piel sólo con la virtud de
zón y vida (Ediciones Anroart) de mucho más largo alcance que la deno- su escritura.
yo le contesté en cuatro renglones: “Reci- minada literatura erótica.". Y en una No. No es un género fácil el que ella cul-
bido, leído y asimilado entre plato y plato. entrevista publicada en el Suplemento de tiva, porque ese hilo del que hablaba más
Sigues con ese raro estilo de decir y no Cultura del Diario Avui declara que “el arriba se tensa hasta límites que uno cree
decir para dejarnos con el deseo a la hombre occidental anda como perdido en imposibles, y, en ocasiones, el hilo se parte
puerta. Siempre entreabierta. Un beso y las tinieblas de la confusión sexual sin y la narración crea confusiones y desor-
gracias por la primicia. Elsa”. Con esas sacar provecho de sus potencialidades y den en el lector lo que le conduce a dar la
palabras hacia referencia a otras lecturas confundiendo el erotismo con el acto espalda al libro que tiene entre las manos.
anteriores que me habían puesto sobre mecánico del sexo, lo que lo aliena y Lo que nos lleva a pensar que mala es la
aviso de lo que Rosario Valcárcel estaba empequeñece. En las culturas orientales, literatura que no interroga o conmueve o
haciendo en aquellos momentos: escribir sin embargo, quedan aún rastros de un hiere o desazona y a la que uno da la
relatos eróticos. Interesada en ellos, le respeto mayor por las significaciones espalda.
pedí que me los enviara. sexuales, integrándolas en el todo de la de asumir lo que lee como una situación Cada uno de los cuentos de este libro
El erotismo es un hilo muy fino que va vida y dándole al erotismo, sobre la de la que es protagonista absoluto. Nada encierra un secreto por el que lo hace espe-
hilvanando todo lo relacionado con la maquinaria del sexo, un papel fundamen- de lo que sucede en la narración puede cial dentro del género. La autora juega con
sexualidad y no sólo con el acto sexual tal” dejar indiferente a quien la está leyendo. ello. El lector lo advierte y se regala con
entendido físicamente, sino también con El erotismo en literatura no es fácil dada En ningún caso. Y menos aún en la litera- ello. A veces, la clave de la historia pasa
sus diversas proyecciones. Es un concepto la tendencia de los escritores que se dedi- tura erótica. Cuando es el arte de escribir desapercibida, pero, en un momento
de una gran complejidad pues encierra can a ella a expresar con palabras lo que el que nos conduce a las sensaciones eróti- dado, das con ella y, entonces, sólo enton-
contenidos diversos que van desde lo sub- no consiguen expresar con la propia histo- cas y no exclusivamente lo narrado con ces, se produce el fogonazo que ilumina
jetivo a lo puramente social. Hilvanar con ria, y esa es la razón principal para que pelos y señales, la literatura ha ganado un las páginas que estamos leyendo y, de
ese hilo una historia que cuenta una cosa incurran, con excesiva frecuencia, en nuevo autor en esas lides. paso, nuestro cuerpo. Las narraciones
cuando realmente cuenta otra que trans- hacer patentes muestras de lo que mal Rosario Valcárcel posee ese raro don de transcurren como todas. Una historia, una
curre en el interior del cuerpo o de la entienden por erotismo, o sea, detallar en escribir y contar para que el lector pueda detallada información sobre los protago-
mente de los protagonistas y que es el ver- exceso momentos cuya descripción habría sentir. En sus narraciones la autora nistas para ubicarnos en su entorno, y, de
dadero motor de sus comportamientos, sonrojado a más de un experto en materia domina la liturgia del sexo, los rituales pronto, el detonante que va a conducirnos
no es nada fácil, porque ese hilo puede sexual. ¿Hay algo erótico que Ana Kare- secretos que conducen al placer. No es lo al estado que los escritores expertos en
quebrarse y la lectura convertirse en una nina pueda llegar a desvelarnos aparente- que cuenta, es cómo lo cuenta; ese tono literatura erótica conocen muy bien: la
mera muestra de zafiedad. Escribir narra- mente cubierta de manguitos, sobrefaldas ligero, aparentemente neutro, que, poco a escena donde el sexo aparece como único
ciones eróticas y que el lector entienda y y capellinas y actuando como una come- poco, va creciendo en intensidad y calor. protagonista. Un sexo encubierto o explí-
sienta en su carne los complicados resor- dida burguesa? Pues si, lo hay. La descrip- El cuerpo que lee sufre las mismas sacudi- cito y descarnado; un sexo, en resumen,
tes de la sensualidad y la sexualidad que ción literaria de la pasión que la consume, das que la narradora describe en sus pro- en sus distintas manifestaciones. Y esos
hay debajo de las palabras, es una rara los detalles casi nimios de su comporta- tagonistas y, de esa manera, los lectores se renglones son los que determinan la cali-
facultad que muchos de los que se dedican miento, nos conducen a la desnudez más pierden con Javier y Valeria en la semipe- dad de la historia y la calidad de quien la
a la literatura erótica no poseen. Hacer absoluta de sus anhelos y consigue que numbra de un probador de mujeres de narra.
que el lector sienta cómo ese hilo le atra- nos recorra por la espalda ese leve escalo- unos grandes almacenes o se dejan balan- Rosario Valcárcel lo sabe y ese conoci-
viesa poco a poco hasta despertar en él frío al seguir los pasos de quien ama y cear en los brazos de Mónica como si miento le da la medida para equilibrar el
sensaciones, vértigos, humedades… No desea hasta la desesperación y sentir ese fuera Kali la diosa capaz de despertar el material que posee y para manejarlo ade-
es poco. Es un arte. Pocos son los que lo deseo como algo propio; como un placer erotismo en los dioses más poderosos aspi- cuadamente. Es una técnica nada capri-
cultivan y muy pocos los que alcanzan a común que podemos paladear junto a ella rando “el olor amaderado del sándalo, el chosa. Una técnica medida y estructurada
dar al lector el leve empujón hacia ese gracias a la pluma magnífica de Tolstoi. deleite aromático de lo vegetal, la vitali- en todas sus direcciones para hacer las his-
vacío por donde dejarse caer. Recordemos, si no, esa espléndida dad y la tonalidad de las hojas de los árbo- torias verídicas, apasionantes, perfecta-
Según Gregorio Morales, en su prólogo mazurca que baila Anna con el oficial les”, o pasean con Patricia entre olores a mente calculadas y capaces de cumplir lo
a El juego del viento y la luna. Antología de Conde Alekséi Kiríllovich Vronsky. ¡Cuán- sacristía y pasos de Semana Santa mezcla- que se proponen que no es otra cosa que
la literatura erótica (Editorial Espasa, tos hubiésemos deseado bailarla ya en el dos con hierbas de manzanilla y las indul- entretener, apasionar con su lectura, y
Madrid, 1998). "El erotismo literario está cuerpo de Anna Kerenina ya en el del gencias que abren las puertas del cielo; o, dejarnos un sabor agridulce semejante al
libre de constricciones y normas, no tiene Conde Vronsky! sencillamente, se dejan llevar por el deseo que deja un buen escarceo amoroso.
sujeciones de ningún tipo, es producto de Hay que colocar al lector en la tesitura de una profesora hasta los brazos de Yeray, Es de agradecer.
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EL OJO CINÉFILO res, 2005), pasando por híbridos entrarnos por los ojos.
que conjugan varias orientacio- Pese a aciertos nada desdeña-
Valor de Ley: en nes, navegando entre la ironía o bles (la impecable puesta en
busca del Western la muerte, el sarcasmo y la vio-
lencia, en una correlación de
escena, detalles de sonido hasta
ahora poco vistos –disparos leja-
perdido títulos que han dados grandes nos sobre los que vislumbramos
momentos a la historia del cine sus fogonazos antes del
ENRIQUE CARRASCO (especialmente gracias a las estruendo de sus detonaciones,
deliciosas Barton Fink (1991), efecto de la distancia que debe
En la evolución de un estilo muy Fargo (1995), o El hombre que recorrer el sonido antes de llegar
característico, la carrera de los estuvo allí (2001). Ahora se cenario de gatillo ligero. Ambos protagonista. El film vuelve a a nuestros tímpanos-) y otros
Hermanos Cohen se puede valo- embarcan en el western, y la perseguirán al criminal hasta retornar a los esquemas bipola- detalles, la cinta se queda a
rar por muchas cosas, todo experiencia se les ha escapado territorio indio e intentarán res de los Cohen, violencia explí- medias tintas. Los personajes
menos por la coherencia. No por un poco de las manos. Valor de atraparlo acompañados de cita, requiebros de humor, chis- acaban siendo maniqueas cari-
decir esto dejamos de apreciar Ley arranca en la peripecia de LaBoeuf (Matt Damon), un ran- tes fáciles y personajes un tanto caturas que cabalgan entre iro-
sus enormes aciertos. Sus apor- Mattie Ross (Hailee Steinfeld), ger de Texas, que quiere atrapar sarcásticos que no terminan de nías y discursos serios. Aunque
taciones, que son cuantiosas, una chica de catorce años firme- de Chaney para juzgarlo por el ser creíbles, empezando por la por ende se trata de un proyecto
resultan irregulares, entre otras mente decidida a hacer justicia asesinato de un senador. protagonista quien, entre su chi- con buenas intenciones, pero
cosas, por el gran compendio de después del asesinato de su Se trata de de una nueva adap- rriante carácter de niña redicha, factura pobre, nos quedamos
géneros que abarcan: desde la padre por Tom Chaney (Josh tación de la novela de Charles y la improbabilidad de supervi- con el viejo Jeff Bridges, quien,
comedia (Arizona Baby (1987), Brolin). Contrata los servicios Portis, que ya había llevado al vencia en medio de un mundo como actor, con los años madura
El gran salto (1994)), hasta el del veterano alguacil Rooster cine Henry Hathaway (True Grit, de hombres brutos, machistas y mejor que nadie al igual que los
cine negro (Muerte entre las flo- Cogburn (Jeff Bridges), un mer- 1969), con John Wayne como borrachos tampoco acaba de buenos whiskies.
DEL MIEDO
a Sudamérica donde vivirá miserable-
mente aunque es allí donde germina la
novela a la que hoy hago referencia: El
salario del miedo.
EL ESCRITOR FRANCÉS
GEORGES ARNAUD VIO El salario del miedo --cuenta, que sepa-
SU NOVELA EL SALARIO mos, con dos adaptaciones cinematográfi-
DEL MIEDO LLEVADA AL
CINE Y PROTAGONIZA- cas. La dirigida por Henri-Georges Clou-
DA POR YVES MONTAD
zot y la del cineasta norteamericano
William Friedkin, que en España circuló
O
saré decir que casi se ha con- títulos protagonizados por hombres a la con el nombre de Carga maldita-- es una
vertido en un género dentro deriva, muchos de ellos víctimas conscien- obra maestra según escribe Manuel Váz-
de la novela de aventuras. tes de un exilio interior que los ha trans- quez Montalbán en el emocionado pró-
También del cine, que ha formado en marginales en sus países de logo que le dedica en la edición de Debate.
bebido insaciablemente de origen así como en esos mismos territo- La historia cuenta cómo un grupo de
las fuentes literarias para en algunos casos rios fronterizos en los que ahora residen. europeos sin nacionalidad malvive en una
dejar obras potentísimas (visual y narrati- Leed El revés de la trama, El cónsul honora- aldea perdida de un país sudamericano --
vamente hablando) y en otras mediocres rio, Los comediantes, Un caso acabado y El probablemente Venezuela o Guatemala--
por no escribir algo peor. Ese subgénero -- americano impasible. Dejo a un lado Nues- transportando por sus lamentables carre-
que no sé si lo es y probablemente no lo tro hombre en La Habana porque si bien teras litros de nitroglicerina al servicio de
sea-- son todas aquellas historias que nos nos presenta a un civilizado ciudadano una compañía petrolífera extranjera que
ubican en un rincón perdido del planeta británico en la capital cubana en los años Otro de los grandes e para Arnaud encarna el mal con todas sus
en el que un puñado de europeos de dis- cincuenta no es, que digamos, la historia letras. Y escribo lo de mal porque a la com-
tintas nacionalidades han roto lazos con de un náufrago existencial sino la aven- injustamente pañía le importa un pimiento la vida de
sus países de origen para convertirse en tura cómica de un burgués que cae preso sus trabajadores, solo quiere que la carga
resignados apátridas y por lo tanto en en la compleja red del espionaje. olvidados narradores llegue sana y salva a su destino.
metáforas del alma en pena, vagabunda, Hay otros grandes narradores que como Arnaud ofrece una descripción de los
que recorre un purgatorio existencial B. Traven, el autor de El tesoro de la Sierra del desarraigo es el personajes con lenguaje seco y directo,
poblado de mosquitos y calor, mucho Madre, exploraron con mano maestra el deja de lado florituras descriptivas para
calor… porque la mayoría de los territo- desarraigo. En sus novelas el retrato de francés Georges los escritores de verdad y compone una
rios que han escogido para vivir lo que les hombres blancos que han tocado fondo en novela con mayúsculas en apenas un cen-
queda de existencia se encuentran en países que han tocado fondo por culpa de
Arnaud, un escritor tenar de páginas. Así que cuando uno la
África o en Asia, también en América del
Sur… geografías en las que han recalado
la dichosa civilización es una constante. Y
pese a todo, se tratan de hombre encalle-
con una biografía de lee tiene la extraña sensación de que escri-
tores así ya no se fabrican. Al menos en
estos descastados que han perdido toda
noción con lo que fue su realidad.
cidos, duros por necesidad que buscan
desesperadamente volver a ser niños como
cine: destacado este lado del mundo, satisfecho y glotón,
aunque ahora aterrado porquer el espec-
Joseph Conrad dejó un buen puñado de le asegura el venerable anciano mejicano activista de la tro de la crisis ha mordido una vez más su
historias inspirándose en estos protago- a William Holden en ese canto a los deses- yugular.
nistas. Leed El corazón de las tinieblas. perados que es Grupo salvaje. resistencia francesa, El salario del miedo es de esas novelas
Kurtz se desnuda de la civilización para Otro de los grandes e injustamente olvi- que se leen de un tirón y que no da mar-
fundirse con la selva y transformarse en dado narradores del desarraigo es el fran- fue acusado en 1945 gen para el respiro. Lo negativo de este
un elemento más de ese horror, horror en cés Georges Arnaud (Montpellier, 1917- clásico es que resulta tan breve que deja al
el que casi también naufraga Marlowe, el Barcelona, 1987), un escritor con una bio- del asesinato de su sorprendido lector con ganas de más.
narrador de este gigantesco relato. grafía de cine: destacado activista de la Pero no hay más, nos revela Arnaud.
Graham Greene cuenta igualmente con resistencia francesa, fue acusado en 1945 padre y de su tía Has tocado fondo. Has llegado al final.