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_____________John Nash________________
Es necesario remarcar que Nash descubre que una sociedad maximiza su nivel de
bienestar cuando cada uno de sus individuos acciona en favor de su propio bienestar,
pero sin perder de vista también el de los demás integrantes del grupo.
A pesar de que se trata de un concepto muy básico, entonces, prácticamente nada de
la Teoría de los Juegos se enseña en general a los economistas, casi nada hay escrito
en otro idioma que no sea el inglés y, obviamente, lo escaso que se enseña en carreras
de grado y posgrado se hace sin formular la aclaración previa de que al trabajar con la
Teoría de los Juegos se usa un herramental más sofisticado y aproximado a la realidad
que con la
teoría económica clásica.
El descubrimiento de Nash acerca de la falsedad de la teoría de Adam Smith debería
haber puesto en estado de alerta y en emergencia a la comunidad de los economistas
en el planeta entero. Ello, por supuesto, no ocurrió, en buena medida debido a que sólo
un reducido núcleo de profesionales de la economía se enteró a inicios de los años '50
de la verdadera profundidad de los descubrimientos de Nash.
Los economistas, no sólo en carreras de grado, sino también en las de posgrado, tanto
en Argentina como en el exterior, no reciben información alguna acerca de que la base
fundamental de la economía es una hipótesis demostrada incorrecta, nada menos que
desde las propias matemáticas.
Si hubiera habido en su debido momento un revisionismo a fondo a partir de los
descubrimientos de Nash, quizás hoy tendríamos Estados nacionales mucho más
fuertes, reguladores y poderosos de lo que, tras una década de globalización, resultan.
En forma prácticamente simultánea a los descubrimientos de Nash, dos economistas,
Lipsey y Lancaster, descubrieron el denominado
"Teorema del Segundo Mejor" que enuncia en otras palabras que es posible que un
país funcione mejor con una mayor cantidad de
restricciones e interferencias estatales, que sin ellas.
Como consecuencia directa de ello, reaparecen en el centro de la escena temas como
aranceles a la importación de bienes, subsidios a la exportación y a determinados
sectores sociales, impuestos diferenciales, restricciones al movimiento de capitales,
regulaciones financieras, etcétera.
Al igual que lo ocurrido con la Teoría de los Juegos, el Teorema del Segundo Mejor
apenas se explica a los economistas en universidades públicas y privadas.
Si combináramos los descubrimientos de Nash, Lipsey y Lancaster, lo que
obtendríamos es que no puede establecerse a ciencia cierta, y de antemano, qué
resulta mejor para undeterminado país, sino que ello dependerá de una gran cantidad
de variables. Por lo tanto, toda universalización de recomendaciones económicas es
incorrecta.
A partir de los años '50 y '60, empezaron a cobrar una gran difusión en los medios de
comunicación las teorías desarrolladas en la Universidad de Chicago por el premio
Nobel de economía Milton Friedman.
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_______Milton Friedman_______
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La Escuela de Expectativas Racionales de Robert Lucas reduce aún más el papel para
el Estado de lo que ya lo había hecho la Escuela Monetarista. Un país, según Lucas, no
debe hacer nada más allá de cerrar su presupuesto sin déficit.
Si el desempleo es de dos dígitos, no debe hacer nada. Si la gente literalmente se
muere de hambre, no debe hacer nada. Un buen ministro —para esa escuela— debe
dejar en "piloto automático" a la economía de un país, y sólo debe preocuparse de que
el gasto público esté íntegramente financiado con recaudación de impuestos.
Sin el sello de Chicago, las teorías de Lucas probablemente hubieran causado hilaridad
Sin embargo, habría una forma de pensar que Lucas podía tener algo de razón. Ello se
da si pensamos la existencia humana con un criterio malthusiano: Thomas Robert
Malthus, ensayista inglés del siglo XIX, pensaba que mientras las poblaciones humanas
se multiplican en forma geométrica, las subsistencias lo hacen sólo aritméticamente.
Por lo tanto, la sobrepoblación era, para Malthus, el peor peligro que acechaba al
planeta. De esta manera, las guerras, las hambrunas o las epidemias eran "sanos"
métodos de corregir el fantasma de la sobrepoblación. Si bien el tiempo no dio la razón
a Malthus, y la población mundial ha crecido increíblemente en los últimos dos siglos. A
pesar de ello, el establishment norteamericano es un ferviente creyente de las ideas
malthusianas. Baste con señalar que el obsequio que el presidente George Bush le hizo
al presidente argentino Kirchner en su visita a Washington DC no fue otro que la
principal obra de Malthus, llamada Un ensayo sobre el principio de la población, del año
1798.